Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 8

Capitulo 2: Adelante, Al Rescate Del Héroe

Parte 4

 

 

Un poco antes de que el equipo de Suimei se infiltrara en la mansión, Reiji, Felmenia, Lefille e Io Kuzami estaban en la puerta principal, cara a cara con el propietario, Lucas de Hadorious.

Era una locura aparecer en la mansión de un noble a esa hora y exigir una audiencia, pero era aún más loco para Hadorious aceptar y salir sin una sola escolta.


El duque Hadorious estaba vestido como un noble adecuado, incluida una espada pulida que colgaba artísticamente de su cintura.

Era un hombre imponente con el pelo canoso, una barba bien arreglada y una gran cicatriz que le corría desde la frente hasta la mejilla le partía el rostro en diagonal. Medía casi dos metros de altura y, a pesar de su postura relajada, tenía un aire intimidante.

Hadorious se dirigió primero a Felmenia en un tono algo crítico y decepcionado.

“Llamarme a esta hora sin previo aviso. Qué desconsiderado de su parte, Flama Blanca-dono.”

“Mis disculpas, Su Gracia. Te ruego humildemente que nos perdones por la intrusión”.

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Felmenia se llevó la mano al pecho y se inclinó profundamente, pero Hadorious se burló como diciendo que eso no lo hacía sentir mejor.

“¿Oh? Eso no es lo que sonó cuando llegaste a mi entrada exigiendo verme. ¿Es así realmente la forma en que debería comportarse una joven dama de la Casa Stingray?”

“Pero seguramente debe comprender que el asunto es urgente, excelencia. Por eso aceptó y vino a hablar con nosotros a pesar de la rudeza de nuestra visita, ¿no es así?”

“Hmph… Vaya, ese es el Héroe Reiji contigo, ¿no es así?”

Cambiando de tema, la insatisfacción que había estado exudando Hadorious se desvaneció y el aire intimidante a su alrededor se iluminó.

Él y Felmenia habían intercambiado saludos de una manera terriblemente indirecta, pero como si dijera que todo era estándar y esperado, actuó como si no fuera nada.

Parecía que era simplemente la forma en que se comunicaban los nobles. Pero después de que su prueba de formalidades terminó, Reiji se paró frente a Hadorious.

“Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos, duque Hadorious”.

“Héroe-dono. No estoy contento de recibirlo, pero tal como dije antes, una visita inesperada a esta hora es muy poco ortodoxa”.

Hadorious no podía quejarse abiertamente de que el héroe lo visitara, pero tanto sus palabras como su tono de voz eran mordaces. Naturalmente, ya que Reiji estaba bastante irritado, secretamente le complacía ser un inconveniente para el duque.

“Su excelencia, hay algo de lo que debo hablar con usted pase lo que pase. Por eso hemos venido en tales circunstancias”.

“¿Deseas hablar conmigo? Mis disculpas, pero a pesar de todas las apariencias, soy un hombre ocupado. Tendré que pedirle que sea breve. Si va a tardar mucho más que eso, tendrá que volver otro día”.

“No, por supuesto, me gustaría hablar aquí mismo, ahora mismo”.

“Por cierto… ¿dónde está la princesa Titania?”

“Su Alteza Real está ocupada actualmente con otro asunto”, respondió Felmenia. “Pero ella está siendo escoltada por un séquito de lo más confiable, así que no tienes que preocuparte por su seguridad”.

“Ya veo.”


Hadorious continuó mirando a Felmenia como si estuviera buscando algún tipo de pista. La Felmenia que él conocía dejaría que sus secretos se mostraran en su rostro, pero Felmenia, como era ahora, era fácilmente lo suficientemente fuerte como para mantener la compostura incluso bajo tal presión.

“Su excelencia, ¿puedo preguntarle algo?” Entonces Reiji preguntó. “¿Qué es, me pregunto?”

“Elliot Austin. ¿Sabe algo sobre su paradero, excelencia?”

Hadorious se oscureció por un momento antes de volver a la normalidad.

“El héroe de El Meide tiene una estadía en mi mansión. Estamos haciendo todo lo posible para mostrarle la hospitalidad de Astel”.

Admitió fácilmente eso, pero eso no fue una sorpresa. No reveló nada más de lo que Christa había podido decirles.

“El sacerdote mágico que servía como asistente vino a mí en busca de ayuda. Ella cree que lo tienes confinado. Estoy seguro de que es una especie de malentendido, pero si no le importa, me gustaría verlo”.

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Reiji dibujó llegando al punto el mayor tiempo posible. Principalmente, todo esto fue una artimaña. Intentaban distraer a Hadorious mientras el equipo de infiltración hacía el trabajo real.

“Me temo que debo negarme”.

“¿Por qué es eso? Si simplemente está aquí de viaje, no creo que le importe la visita. Y si ya se ha retirado por la noche, podemos volver mañana, o incluso pasado mañana…”

“Mi respuesta no cambiará y no necesito explicarte”.

Cuando el duque se volvió obstinado, Felmenia subió las apuestas.

“Con el debido respeto, Su Excelencia, por lo que está diciendo, me parece que está admitiendo por su propia voluntad que está confinando injustamente a Elliot-dono como sus temores”.

“Si es así, ¿entonces qué?”

Hadorious estaba haciendo alarde de su autoridad, lo que dejó a Felmenia sin palabras. La situación era especialmente complicada para ella, y no sabía cómo responder a un superior social que tiraba de ella de esa manera. En su lugar, Reiji no dudó en fruncir el ceño a Hadorious.

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“Entonces entraré por la fuerza”.

“Por la fuerza, ¿quieres?”

Repitiendo a Reiji, Hadorious se rio disimuladamente. Reiji había esperado que el duque se burlara de él por recurrir a tal salvajismo, pero esa respuesta inesperada lo dejó desconcertado. Y luego, el factor decisivo…

“Que así sea, Héroe-dono. Si eso es lo que deseas, ¿seré yo tu oponente?”

“… ¡Tch!”

Cuando Hadorious desató su intenso espíritu de lucha, Reiji saltó hacia atrás reflexivamente. Felmenia lo cortó frente a él como para protegerlo, y Lefille e Io Kuzami, que habían estado rezagados, se acercaron corriendo.

“Su excelencia, ¿realmente tiene la intención de volver su espada hacia Reiji-dono?”

“No te preocupes, Flama Blanca-dono. Solo pretendo evaluar el poder del héroe”.

“Creo que ni siquiera Su Excelencia escaparía a las críticas por esta rudeza sin precedentes. El héroe no es un juguete para que vuelvas a poner a prueba tu fuerza”.

“¿Estás diciendo que el héroe es demasiado débil para luchar contra mí, Flama Blanca-dono?”

“Seguramente esto no se puede permitir…”

Aunque Felmenia estuvo bloqueada por un momento, no cedió su posición frente a Reiji. Al ver esto, Hadorious sonrió.

“En cuanto a ti, Flama Blanca-dono… Permíteme presentarte a tus oponentes”.

El duque chasqueó los dedos y un grupo armado de hombres apareció repentinamente de la nada. Se parecían bastante a los hombres que había tenido con él en el bosque antes de su encuentro con los demonios, no lejos de la ciudad de Kurant, meses atrás.

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“¿Enviaría a sus soldados privados a luchar contra mí, su excelencia?”

“Sí, puedo ver que serías demasiado para ellos como lo eres ahora, Flama Blanca-dono. Pero seguramente no querrás decir que planeas luchar contra nosotros en serio”.

“Ugh…”

Como esperaba Reiji, desafiar a un noble influyente fue excepcionalmente difícil. Felmenia apretó los dientes ante su último obstáculo. Era admirable que ella se hubiera enfrentado a él considerando su posición. Fue un gran problema para dos nobles declararse abiertamente hostilidades entre sí. Hubo muchos ejemplos de lo que sucedió a lo largo de la historia, incluso entre nobles que sirvieron al mismo rey y reino.


Pero habría cierta reacción violenta si realmente estallara una pelea en tales circunstancias.

Ya sabían que Elliot estaba siendo retenido dentro de la mansión del duque, pero sin pruebas de que era un confinamiento ilegal, no podían decir definitivamente que Hadorious había cometido un delito real.

Y si Felmenia atacara a un duque sin pruebas suficientes, sin importar el dolor de cabeza que le causaría a su familia, podría considerarse una traición.

Ni siquiera Titania podría ayudarla si se llegara a eso. Mientras Felmenia dudaba ante los soldados mercenarios, alguien la agarró firmemente por el hombro.

“Lady Felmenia, retroceda. Yo me ocuparé de esto. No hay ningún oponente al que deba contenerme”.

“Lefille… lo siento”.

“Tú… eres la Doncella de los Espíritus del Santuario de Alshuna, ¿no es así?”

“Así es. Y estoy libre del decoro de su país. Además, tengo un resentimiento personal contra ti”.

Felmenia dio un paso atrás cuando Lefille reprendió a Hadorious, quien la miró con curiosidad a cambio.

“No recuerdo haber hecho nada para ganarme su enemistad, jovencita”.

“¿Esa vez que pusiste demonios sobre cierto cuerpo comercial? Da la casualidad de que estaba allí. Haré que sepas que me hiciste pasar un infierno”.

“Ya veo. Ciertamente, en ese caso, puedo entender su disgusto por mí. Sin embargo, en cuanto a tu oponente…”

“¿Qué?”

Una sola sombra apareció de la formación de soldados rasos. Era una niña, una figura que Felmenia y Lefille reconocieron.

“Esa es…”

“El héroe de Thoria…”

Llevaba una túnica blanca y tenía una espada lista en cada mano. Y ella no respondió, no importaba quién la llamara. Era la misma joven a la que se habían enfrentado en la Alianza.

“Como sospechábamos, Su Gracia está relacionada con los Apóstoles Universales…”

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“¿Oh? No sé dónde lo escuchaste, pero si conoces ese nombre, supongo que eso significa que ya la conoces… Pero sí, tienes toda la razón. Soy uno de los que se han puesto del lado de los Apóstoles Universales. Entre su compañía, me conocen como Crimson Pain”.

Cuando Hadorious confesó claramente su participación, Reiji y los demás fueron incapaces de disimular la tensión que sentían.

“Ahora, creo que es hora de que me enfrentes, Héroe-dono”.

Hadorious hizo esa declaración como si estuviera lanzando un desafío, y de repente, Io Kuzami se adelantó junto a Reiji.

“¿Quieres que te eche una mano, prometido mío?”

“No, yo mismo me ocuparé de él”.

“¿Estás seguro?”

“Mm.”

Mientras Reiji desenvainaba su hoja de oricalco y tomaba una postura, Hadorious mostró una sonrisa encantada y sin miedo.

“Así que hemos llegado a esto… Me complace que tengas las agallas para aceptar un desafío por tu cuenta, Héroe-dono”.

Y con eso, Hadorious clavó su espada en el suelo. “¿Qué…?”

Después de declarar que iban a pelear, parecía que Hadorious estaba insultando a Reiji al entregar su espada. Sin embargo, Felmenia, que todavía se estaba devanando los sesos sobre cómo manejar a los soldados rasos, gritó una advertencia.

“¡Reiji-dono, presta atención! ¡Ese es el estilo de espada danzante del Duque Hadorious!”

En el instante en que su voz resonó en el aire, Hadorious dio un paso adelante con un elegante juego de pies.

***

 

 

Rogue Zandyke estaba observando a su objetivo desde la sombra de su propia sombra.

La luz de unas pocas velas iluminaba tenuemente la habitación desnuda sin ventanas y con una sola puerta. Era un callejón sin salida dentro de la mansión.

Y ahora encerrado dentro de el estaba la joven héroe de la Alianza que permanecía vigilante en guardia, Hatsumi Kuchiba. Tenía una figura delgada que la hacía parecer frágil. En verdad, no parecía ser más que una frágil adolescente.

Pero juzgarla solo por su apariencia sería un error mortal. A pesar de su apariencia, su misma presencia estaba envuelta en el aura inconfundible de una maestra espadachina.

Su espíritu de lucha era tan agudo que solo amenazaba con matar a cualquiera que se atreviera a acercarse a ella. Era similar al de la Princesa Decapitadora del Crepúsculo, Titania Root Astel, pero más tranquila que sedienta de sangre.

Como una extensión de su propia persona, el aura de un espadachín era como una ventana a su yo interior. Si un espadachín estuviera buscando pelea, por ejemplo, su intención asesina sería fácilmente discernible. O al menos debería serlo. Algo era claramente diferente con Hatsumi. A pesar de que era obvio que estaba en guardia y lista para una pelea, su aura no delataba nada.

Se movía a sí misma como un espejo prístino o un cuerpo de agua perfectamente quieto. A pesar de irradiar espíritu de lucha, no había una sola mancha de sed de sangre en él.

De hecho, Rogue no podía percibir la más mínima oleada de emoción en absoluto. Luchar contra ella de esta manera la haría muy difícil de leer.

Vestía ropa de su mundo, decorada aquí y allá con volantes y volantes. Pero en marcado contraste, llevaba una elegante katana que había encargado a los enanos. Con su largo cabello dorado fluyendo detrás de ella, era todo un espectáculo para la vista.

Pero no había una sola apertura para contemplar en su postura. Como un espejo prístino, reflejaría infaliblemente a su oponente sin traicionarse a sí misma. Como un cuerpo de agua en calma, estaba perfectamente serena. Sería quien se acercara a ella quien creara ondas, no ella.


Teniendo en cuenta su aparente nivel de habilidad, Rogue todavía estaba tratando de mantenerla encerrada mientras la observaba. El maestro de la mansión había solicitado que Rogue evaluara personalmente las habilidades de cualquier héroe que se infiltrara en la mansión, pero…

Pensar que entraron a hurtadillas aquí tan fácilmente…

La seguridad en la propiedad del duque fue estricta y rigurosa. Tenía un pequeño ejército de soldados privados, todos y cada uno de los cuales eran mercenarios altamente entrenados, estacionados por toda la mansión.

Ni siquiera un gato los pasaría. Rogue estaba bastante seguro de que no sería una hazaña pequeña incluso para él mismo romper la mansión tal como estaba. Sin embargo, estos niños aparentemente habían entrado con facilidad.

Eso le dijo, ante todo, que no sería capaz de confinarlos como había imaginado.

Proteger la mansión no era en realidad el trabajo de Rogue, por lo que la falta de vigilancia de los soldados privados del duque no le preocupaba en particular. Es decir, no lo habría sido si no fuera por la chica que estaba en la habitación con él ahora.

La misión de Rogue era específicamente esta: en el caso de que otro héroe se infiltrara en la mansión en un intento por rescatar a Elliot, debía detener al héroe y a sus compañeros mientras se hacía una idea de su poder.

Pero para que este grupo se hubiera infiltrado en la mansión del duque sin esfuerzo, Rogue sabía que Suimei Yakagi debía estar entre ellos.

Sabía de primera mano que Suimei, que vadeó en un abismo de magia desconocido en este mundo, era virtualmente inmune a todas las formas de seguridad material. Sus habilidades, según la evaluación de Rogue, eran extremadamente valiosas.

Como pensaba, estaba bien confiarle ese niño…

Y si Suimei estaba aquí, eso significaba que cierta otra persona también estaba: Liliana.

Una chica inteligente y diligente como ella sería una excelente cómplice en una misión sigilosa como esta. Rogue ya la había vislumbrado. No se sorprendió al ver su rostro, pero sí al ver que la vida y la esperanza habían regresado a él.

Ella era una chica diferente de la última vez que la había visto. Por lo que podía decir, ella también había dejado de usar magia oscura. Además, no podía sentir ningún rastro del poder oscuro que la había dominado con tanta firmeza en el pasado.

Por lo que podía ver de la piel alrededor de su parche en el ojo, incluso la temida marca que marcaba a todos los solicitantes de las artes oscuras se había desvanecido por completo. Parecía que se había librado de esa maldición.

Y al darse cuenta de eso, Rogue llegó a apreciar la bala que había esquivado. Su trabajo consistía en detener al héroe y sus compañeros.

Tratar con todos ellos a la vez habría sido difícil y peligroso. También habría hecho mucho más difícil obtener una lectura precisa de sus habilidades individuales, en particular las del héroe. Trabajando juntos, es posible que incluso lo hayan eludido. Sin embargo, afortunadamente para Rogue, Hatsumi se había acercado solo a él.

Pensar que cargaría así por su propia voluntad…

Rogue no podía dejar de sonreír ante este inesperado giro de los acontecimientos.

Tampoco era una sonrisa siniestra y ridícula. Fue uno alegre y sublime. Hatsumi había venido sola porque había sentido el espíritu de lucha de otro espadachín. Rogue estaba emocionado. Fue el mayor cumplido que pudo recibir.

Pero también era muy consciente de que las habilidades del héroe no podían subestimarse. A juzgar solo por Elliot Austin de El Meide, los héroes convocados esta vez superaron con creces la norma. Y Hatsumi parecía no ser una excepción.

Normalmente, los héroes eran reconocidos en gran medida como vasijas del poder de la Diosa. Y mirando hacia atrás a los héroes convocados en el pasado, eso era casi todo lo que habían sido.

Pero había algo diferente en esta generación, o al menos en estas dos. Tenían sus propios poderes y ya estaban dando grandes pasos en la lucha contra los demonios.

Hatsumi conocía técnicas de espada tan poderosas que desafiaban la razón, mientras que Elliot tenía un don especial tanto para la espada como para la magia. Teniendo en cuenta su poder inherente, el que soportó la peor parte del favor de la Diosa había sido el héroe de Astel, Reiji, pero…


“No puedo verlo…”

El murmullo del héroe sacó a Rogue de sus pensamientos ociosos. De pie en el centro de la habitación, parecía perpleja al encontrarse aparentemente sola.

Las palabras que acababa de decir indicaban que sabía muy bien que no era la única persona en la habitación. Indudablemente había sentido el espíritu de lucha que estaba emitiendo Rogue; por eso había venido en primer lugar y por eso había desatado su propio espíritu de lucha.

Era una fuerza a tener en cuenta, e incluso los muebles mínimos de la habitación comenzaron a crujir mientras lo empujabalentamente hacia afuera. Era como si estuviera invitando a Rogue a hacer su movimiento en cualquier momento; si no lo hacía, lo encontraría pronto a este ritmo.

Ciertamente, esto es bastante intenso.

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