Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 8

Capitulo 2: Adelante, Al Rescate Del Héroe

Parte 3

 

 

Parecía que sus sospechas eran correctas y Hadorious ya tenía espías observando cada uno de sus movimientos. Liliana sirvió como retaguardia del grupo y lanzó un hechizo detrás de ellos una vez que estuvieron bien en el callejón. Ella se fue un rato antes de regresar.

“Con eso… estamos bien”.

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“¿Hiciste algo?”

Liliana levantó sus dedos índice y medio en forma de V con una mirada de satisfacción en su rostro. Para ahorrarle las palabras, Felmenia respondió a la pregunta de Reiji en su lugar.

“Magia de ocultación. Incluso si los observadores nos encuentran ahora, no nos prestarán ninguna atención. Suimei-dono dijo que sería como convertirse en simples guijarros al costado del camino, aunque no entiendo particularmente la analogía…”

“Aah…”

Al escuchar su explicación, Reiji recordó un elemento secreto de cierto anime famoso que hizo que el usuario pasara desapercibido para los demás. Francamente, era un arma de sigilo escandalosa, por lo que ser capaz de imitar ese poder le dio a Reiji una idea de lo ridícula que era la magia.

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“Todo lo que queda es encontrar a Suimei y los demás, ¿eh? Me pregunto dónde están.”

Con eso, Reiji se volvió para salir del callejón y empezó a mirar cuando, de repente…

“Meow.”

Liliana empezó a imitar a un gato. Era como si estuviera tratando de llamarlos como lo haría con los pájaros, o tal vez simplemente se hubiera derrumbado en un ataque infantil de ruidos de animales. Reiji no tenía idea. Y no se detuvo.

“Meow, meow, meow.”

“U-Um, ¿Liliana-chan?”

“Meeeow”.

“¿Qué…?”

Mientras Liliana continuaba maullando, Reiji no pudo ocultar su desconcierto. Sabía que amaba a los gatos, pero esto era increíble.

¿Estaba simplemente aburrida? ¿Fue algún tipo de ritual? Dejó de intentar averiguarlo y se volvió hacia Lefille, que estaba junto a él.

“Ummm, Lefille-san, qué exactamente…”

“¿No es lindo?”

En respuesta a la pregunta no formulada de Reiji, Lefille hizo una seña como si estuviera llamando a un gato. Ella también sonreía cálidamente, casi como si estuviera viendo a un niño pequeño jugar. Fue allí donde se unió Io Kuzami.

“En verdad, es bastante lindo. Como se esperaba de un discípulo mío. Posee suficiente ternura y adorabilidad”, dijo, asintiendo repetidamente como si estuviera satisfecha.

Si eso era todo lo que los dos tenían que decir al respecto, ¿Liliana realmente estaba jugando? Hasta ahora, había estado actuando en perfecta consonancia con su misión sin perder un solo paso en el camino.

Así que este frenesí de maullidos no solo parecía estar completamente fuera de lugar, sino que dejó a Reiji completamente desconcertado. Mientras su expresión se torcía de perplejidad, Lefille esbozó una sonrisa traviesa.

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“Es una broma, Reiji-kun. Este fue probablemente el plan que decidieron de antemano”.

“¿Eso es…?”

¿Qué iba a lograr maullando? Reiji todavía no podía entender lo que estaba sucediendo. Pero cuando empezó a pensar en ello, esto le recordó algo: la casa de Suimei en la capital imperial siempre estaba rodeada de gatos.

Mientras eso sucedía, un solo gato negro apareció desde las profundidades de los callejones. Liliana dejó de maullar y el gato negro se acercó a ella. Parecía perdido mientras miraba a los ojos de Liliana. Se miraron fijamente por un momento antes de empezar a maullar el uno al otro.

Isekai Mahou wa Okureteru Vol 8 Cap 2 Parte 3 Novela Ligera

 

Poco tiempo después, Liliana se volvió hacia el grupo. “Parece que… es por aquí”.

“Meow.”

Como para confirmar lo que Liliana había dicho, el gato se volvió para mirar hacia el callejón y levantó con cautela una pata delantera. Parecía que estaba tratando de señalar el camino. Liliana lo siguió felizmente, y Felmenia y Lefille los siguieron. Apresurándose tras las chicas en un nerviosismo, Reiji llamó a Liliana.

“¿Puedes hablar con los gatos?”

“En lugar de hablar… es más como… compartir pensamientos… con ellos. Se trata de… sentir”.

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Io Kuzami se frotó la barbilla e intervino: “En lugar de ‘sentir (feeling)’, ¿no deberías haber dicho ’felino (feline)’?”





“¿Se… se supone que es gracioso?”

Io Kuzami lucía triunfante y Reiji se exasperaba. Ella se rio, pero Reiji tuvo que preguntarse. Ese tipo de humor no era el estilo de Mizuki, ni siquiera en modo chuuni. Pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello. Los demás continuaron por el callejón sin él, y él se apresuró a alcanzarlos.

Después de seguir al gato un poco, el grupo finalmente llegó a una posada en la carretera principal. Tenía un cartel bastante grande en el frente y parecía estar bastante ocupado. Había una buena multitud de gente yendo y viniendo. Si alguien se detuviera para pedirle una recomendación a un local, este sería definitivamente el tipo de lugar que surgiría.

“Um, ¿es este el lugar?”

“Lo parece.”

“Para esconderse en un lugar como este…”

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Reiji no podía creerlo. Un agujero barato en la pared solía ser el lugar donde la gente iba a esconderse. Ese era el concierto estándar en las películas y novelas de espías, pero en lugar de eso, estaba mirando un punto de acceso local. Era el lugar más oculto en el que podía pensar para que alguien intentara esconderse.

“Quizás ese… era el punto”.

“¿Porque nadie pensaría que estaríamos escondidos aquí, o algo así?”

“Sí. Aunque… habiendo dicho eso… conociendo a Suimei… probablemente no esté preocupado… por nada de eso”.

A pesar de lo que pudo haber sonado, las palabras de Liliana fueron un elogio de sus habilidades. Con su poder para manipular a la gente a través de la magia, no necesitaba preocuparse mucho por quién lo veía y quién no. Era exactamente el tipo de hombre que no querías como enemigo.

Mientras Liliana agradecía y acariciaba al gato, todos los demás entraron a buscar a Suimei y a los demás. Y la búsqueda no duró mucho. En lugar de refugiarse en su habitación, estaban sentados en una mesa en el segundo piso que se podía ver desde la entrada, disfrutando de unos deliciosos refrigerios por la tarde.

“Yo.”

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Mientras subían las escaleras y se acercaban, Suimei miró y levantó una mano en un saludo extremadamente casual. Reiji no podía decir si solo estaban descansando o discutiendo su plan, pero una cosa estaba clara. Suimei estaba sentada bebiendo agua de rosas con Titania y Hatsumi. Fue tan conspicuo como se puso.

“Bueno, parece que te estás divirtiendo”, Reiji no pudo evitar decir con un poco de exasperación.

“Puedes apostar que lo estoy. No hay absolutamente ninguna razón por la que no podamos divertirnos un poco mientras nos escondemos. Mientras nuestro ocultamiento sea perfecto, no importa lo que hagamos”.

“¿A esto lo llamas ocultamiento?”

“Estrictamente hablando, nos estamos mezclando. Pero ¿a quién le importa si nadie puede decir quiénes somos?”

Allí, Suimei bebió un poco de su agua de rosas como para refrescar su boca de la amargura de su propio cinismo. Siguiendo a él, Hatsumi le sonrió a Reiji.

“Buen trabajo. Parece que ha ido bien de tu lado”.

“Mm. Gracias por cuidar a Suimei, Kuchiba-san”.

“Oye, me he estado tomando las cosas en serio todo este tiempo, así que ¿por qué tienes que ir y decir esas tonterías?”

Al ver la sonrisa de Hatsumi, Suimei le lanzó una mirada amarga a Reiji. Real y verdaderamente, no podía aceptar una broma. Y mientras estaba ceñudo, Titania habló en un tono duro.

“Es por tu comportamiento habitual, ¿no es así? Me temo que es demasiado tarde para guardar las apariencias. Ahí es donde se encuentra su reputación: tocar fondo”.

“Oye, ¿todavía me guardas algún maldito rencor? A nadie le importa que te orines…”

“¡No lo hice! ¡No toleraré tales mentiras!”

Titania se puso roja brillante mientras le gritaba a Suimei, luego se volvió hacia Reiji para reiterar que Suimei estaba inventando historias sobre ella, tratando de hacerla quedar mal, etcétera. Ella estaba tratando de salvaguardar su imagen, pero Reiji honestamente pensó que era refrescante verla tan nerviosa.

Mientras tanto, Hatsumi dejó escapar un suspiro mientras observaba cómo se desarrollaba todo esto. Titania finalmente se calmó, y cuando lo hizo, Reiji pasó a preguntarle sobre los próximos pasos de su plan.

“Entonces, Tia, ¿qué hacemos ahora?”

“Me disculpo por ponerlo a trabajar después de que acaba de llegar, pero esta noche tomaremos medidas. Permíteme explicarte… ”

Titania luego les dio a todos un resumen de la misión de la noche.

***

 

 

Una luna nueva se elevó silenciosamente en el horizonte la noche en que el equipo de Reiji llegó a la ciudad. Por eso Suimei y Hatsumi habían solicitado aumentar un poco el plan y actuar de inmediato. Reiji tocaba la puerta principal de Hadorious mientras Suimei y los demás entraban a hurtadillas.

Para equilibrar las partes, Liliana se unió al equipo de Suimei para un total de cuatro miembros, todos los cuales se dirigían a la parte trasera de la mansión del duque actualmente.

Durante su reunión anterior, Hatsumi y Reiji habían planteado dudas sobre el uso de la entrada trasera debido a las densas patrullas allí.

Pero Suimei había insistido en que cuanto más simple fuera el área, más fácil sería lanzar magia. Y sin más objeciones, se decidió su ruta.

La parte trasera de la mansión de Hadorious tenía un laberinto de setos atendido por mercenarios que trabajaban como su guardia privado, pero nunca vieron venir la magia de Suimei. Hasta ahora, la infiltración se estaba desarrollando sin problemas. Naturalmente, había trampas y barreras mágicas en el camino para evitar intrusos, pero…

“Demasiado fácil. Demasiado fácil”.

Suimei no tuvo problemas para abrirse camino a través de ellos.

Pero en lugar de destruirlos, decidió manipularlos cuando los encontró. La risa espeluznante que soltó mientras lo hacía dejó en claro que tampoco era por necesidad. Parecía que solo estaba obteniendo una pequeña venganza contra el duque.

Al llegar finalmente al edificio, Suimei rompió silenciosamente una ventana y se subió. Hatsumi, que lo siguió, lo miró con escepticismo.

“Pareces un ladrón”.

“¿No deberías decir agente secreto? ¿Por qué siempre eliges alguna comparación turbia?”

“Bueno, ya sabes…”

“Déjame decirlo por Hatsumi-sama: no se puede evitar que tus acciones se parezcan tanto a las de un sinvergüenza”.

Titania lanzó una mirada de reproche en dirección a Suimei mientras ella lo regañaba indirectamente. Él se burló. Si realmente pensaban que esta operación era tan sórdida, no tenían que ofrecerse como voluntarios para el escuadrón de infiltración. Realmente, sabía que el allanamiento de morada no era adecuado para un héroe y una princesa, así que entendía por qué se resistían a ello, pero aun así.

“Oye, Liliana, dile algo a estos chicos. Se están burlando de tu especialidad, ¿sabes?”

“Liliana-chan es linda, así que está bien para ella”.

“Vete al diablo. Eso no tiene absolutamente nada que ver con eso”.

Mientras Hatsumi comenzaba a inflar las mejillas en un puchero, el tema principal de su conversación, Liliana, era inspeccionar cuidadosamente sus alrededores. Ella parecía estar preocupada por algo.

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“¿Qué pasa, Liliana?”

“No… vamos.”

Liliana negó con la cabeza y comenzó a caminar por el pasillo de la mansión. Suimei lo dejó pasar ya que estaba bastante seguro de que lo habría mencionado si fuera algo importante. Continuaron moviéndose por el primer piso, conscientes de su entorno y desconfiados de los guardias.

“En realidad, es mucho más modesto de lo que pensaba”.

Haciendo un balance del interior de la mansión, Suimei compartió su impresión al respecto. Esperaba que la propiedad de un duque fuera exageradamente lujosa. Los nobles eran así, después de todo: se trataba de demostraciones pomposas y ostentosas de su autoridad y opulencia. Eran demostraciones de su superioridad, como diciendo: “He aquí mi riqueza. Así es como se ve el poder”. Eran como pavos reales alardeando en ese sentido.


Sin embargo, a pesar de ser duque y amigo personal del rey, la propiedad de Hadorious no era llamativa ni llamativa en absoluto. Al menos no en decoración. La mansión en sí tenía tres pisos y la puerta principal se abría a un amplio vestíbulo de entrada. Era obvio al entrar que no era una casa normal.

Pero de una forma  u otra, el interior de la mansión estaba limpio y ordenado, y el grupo continuó avanzando por el pasillo impecablemente mantenido.

Había candelabros salpicando las paredes blancas entre los cuadros, y la alfombra roja debajo de los pies era lujosa.

Las puertas de madera oscura y seccionada que recubren el pasillo se parecían claramente a barras de chocolate, e incluso había lámparas de maná instaladas aquí y allá para iluminación adicional. Puede que el interior de la mansión no fuera pretencioso, pero seguía siendo majestuoso.

Cuando abrieron con cuidado una de las puertas, apareció a la vista una mesa blanca en forma de cruz. Por lo demás, la habitación estaba llena de sillas y sofás con cojines de aspecto suave.

El efecto fue bastante elegante. Puede que Hadorious fuera un mal hombre, pero al menos no tenía malos gustos.  Continuaron  revisando  una  habitación  tras  otra  de  la  misma manera, pero Hatsumi se detuvo frente a una puerta en particular.

“Hatsumi, ¿qué pasa?”

“Esta habitación…”

Murmuraba como si algo hubiera cautivado su atención. Debió haber sentido algo más profundo en la mansión.

“Hatsumi-sama, hay algo con esto— ¿Hmm?”

Al darse cuenta de algo también, el cuerpo de Titania se puso rígida por un solo instante. En respuesta, Hatsumi sonrió.

“Lo siento, yo soy la que se dio cuenta primero, así que tomaré este”.

Sin otra palabra, Hatsumi se acercó a la puerta y la abrió. Suimei y Titania la llamaron…

“¡Oye, Hatsumi!”

“¡Hatsumi-sama!”

“Vayan sin mí. Me ocuparé de esto yo misma”.

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Pero Hatsumi saltó por la puerta y se fue antes de que pudieran detenerla. “¿Qué demonios?”

“Era sólo una presencia leve, pero afilada como una espada”.

“¿Y qué? ¿El primero en sentir que se va buscar la primicia o algo así?”

Titania también había sentido el espíritu de lucha de un espadachín en las profundidades de la mansión, y ciertamente tenía sentido perseguir a cualquiera que pudiera haberlos notado.

Sacar a los testigos era el más básico de los conceptos básicos del sigilo. Entonces, en ese sentido, Hatsumi había hecho el movimiento correcto, pero era muy probable que su verdadera razón para ir fuera porque su espíritu como espadachina se había emocionado.

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