Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 2

Capitulo 17: La Batalla

Parte 4

Mientras tanto, Pauline interceptaba un ataque, luego junto con Reina y Jeanie en un encantamiento de otro hechizo de ataque. Ellas dispararon los tres ataques a la vez, apuntando a cada uno de los magos enemigos.

Los enemigos rápidamente prepararon un hechizo de defensa, pero mientras que antes solamente han estado defendiéndose de Reina, ahora estaban enfrentándose a tres usuarios de magia. Además, uno de los magos enemigos aún estaba a la mitad del encantamiento, sin suficiente tiempo para cambiar de táctica.

¡Booom!

El hechizo de las chicas los golpeó, y los ataques de los magos enemigos cesaron. “¡Pensé que lo hiciste!” Mile grito mientras ella movía su espada.

Como ella desviaba los ataques mágicos del enemigo, sus aliados agregaron más apoyo desde atrás.

Peleando cercano, Bart sonrió. No es momento de hablar.

Si un oponente vistiera armadura de cuero, los golpeas con el lado de la hoja y apuntas a romper sus costillas en vez de matarlos. Pero con una armadura de metal, podrías golpearlos con el lado normal de la hoja, abollando su armadura para hacer lo mismo. Como muchos de los “bandidos” visten pecheras de metal, Mile movió su espada con entusiasmo.

En contra de las olas de flechas del enemigo, disparadas a pesar del peligro de herir a un aliado. Mile solamente agito su mano derecha, gritando un simple hechizo para desviarlos.

Luego vino la lluvia de lanzas. “¡Magic Shield!”

¡Cling cling cling cling!

Las lanzas se detuvieron justo en medio del aire como si hubieran golpeado una pared y cayeron al piso.

Las flechas vinieron poco tiempo después… “¡Esas son flechas de fuego!”

Justo como Bart dijo, había flechas de fuego acercándose a ellos, pero no los estaban apuntando, sino que apuntaban a los vagones que estaban detrás.

Esto era probablemente una estrategia para incendiar los vagones, distraer a la retaguardia y sacar a los que están fuera de combate.

Viendo que Mile no hizo ningún movimiento para interceptar las flechas, el cual solamente estaba buscando la cúspide de su suave arco, mientras que Bart aceptaba la pérdida del carruaje sin lloriqueos. Pero entonces—

¡Clink clink clink clink!

Las flechas se detuvieron en medio del aire, muy cerca del carruaje, y cayeron al suelo al igual que lo hicieron las lanzas antes.

“….”

A diferencia de las lanzas, Mile no aparento usar magia de viento. Un hechizo que pudiera defender sin ningún tipo de intervención física era simplemente descabellado.

No sirve de nada preocuparse de eso, pensó Bart. Había aprendido a no cuestionarse acerca de Pacto Carmesí.

“Voy a ayudar a los del lado izquierdo, ¿Está bien?” Mile— sus intentos de disimular su magia se hacían cada vez más descuidados— preguntó para ayudar a los Lobos Llameantes.

“¡Seguro, ve!”

El número de enemigos estaba decreciendo, y no tenían usuarios de magia. Eso finalmente le dio a Bart algo de tranquilidad-y ahora puede preocuparse por los Lobos Llameantes y su parte de la batalla. Le concedió el permiso a Mile inmediatamente. Las habilidades de Mavis habían superado las expectativas de Bart, y no estaba particularmente preocupado por ella.

Mile corrió a la izquierda de los Aliento de Dragón para encontrarse a los Lobos Llameantes en una feroz batalla.

Callum, uno de los espadachines de Aliento de Dragón, era el más cercano. También le mantenía un ojo a los Lobos Llameantes.

Para unos cazadores rango C de nivel medio, pelear con tal cantidad de soldados era una tarea difícil-incluso si sus enemigos fueran torpes y tuvieran dificultad para caminar. Chuck, el espadachín, había sido herido y agarraba su espada solo con su mano derecha, su cara se retorcía de dolor.

El movimiento de que los otros dos fueron limitados mientras intentaban pelear mientras cubrían a los miembros de su grupo.

Justo entonces, un soldado enemigo ataco a Chuck por debajo, su defensa ya era débil por su herida.

“Ch-“

¡Shing!

Antes de que Brett, el líder, pudiera incluso terminar de gritar, hubo un fuerte choque cuando la espada del enemigo golpeo la misteriosa hoja de Mile.

¡Shiff!

Mile empujó la espada del enemigo, como si sacara la hoja.

Empujado hacia atrás por la abrumadora fuerza de Mile, el soldado perdió el equilibrio. Y luego la espada de Chuck lo golpeó.

Porque Chuck estaba moviendo su espada con una sola mano, la armadura del soldado lo protegió de una herida mortal, pero aun así había ruidos de huesos rompiéndose mientras el hombre caía de espalda.

“¡Gracias! ¡Me salvaste la vida!” dijo Chuck en agradecimiento hacia Mile, y Brett inclina la cabeza por su gentiliza.

Mile asintió y miro hacia el siguiente enemigo.

Por ahora, el enemigo ha sido reducido a veinte, y sin sus usuarios de magia tomaron la mayor parte de los ataques mágicos de los cazadores.

Sabiendo que sus flechas serian inofensivas, los arqueros sacaron sus espadas y se adentraron a la batalla en vez de quedarse atrás, abiertos a los ataques mágicos.

Sin embargo, los espadachines expertos ya habían sido derrotados, para cuando los arqueros se unieron no había nada que pudieran hacer para luchar contra la corriente. Uno por uno, también fueron derrotados.

En algún punto, las líneas traseras de los magos se habían movido al lado opuesto de la lucha rodeando los soldados y bloqueando su ruta de escape.

El enemigo, ahora reducido a diez, no tenía el lujo de ignorar a los peleadores que estaban enfrente de ellos para ir tras los magos. Incluso si lo intentaran, a tal distancia serian atacados por un ataque mágico antes de que pudieran acercarse.

El comandante del enemigo ya había renunciado a cualquier posibilidad de retirarse.

Huir y dejar atrás a tontos soldados heridos lo pondría en graves problemas. No importaba que tan elite fueran sus hombres, si tantos de ellos fueran capturados y torturados, habría límites de hasta cuanto tiempo alguien puede cerrar la boca.

Si quieren escapar, tendrán que arrastrar a los heridos. Desafortunadamente, si sus heridas fueran tan severas, tendrían que silenciarlos.

En cualquier situación, con las cosas como están, escapar era difícilmente una opción. Incluso si se las manejaran para huir, tendrían que enfrentar implacables ataques hasta que encuentren la frontera y no puedan resistir a tal persistente fuerza por sus propias manos.

No había otra opción, pero para derrotar a los cazadores de cualquier forma que puedan, inmovilizar a los mercaderes y tomar sus vagones, sacar la carga, y usar los vehículos para llevar a los heridos a casa. De esa forma podrían transportar incluso a aquellos con las heridas más serias, llevando a los caídos para sepultarlos a lo largo del camino.

Habría tiempo para considerar todo eso después de que exterminaran a los cazadores. Aún había posibilidad de que no esto no se cumpla. Después de todo, los muertos no tienen preocupaciones.

Con eso en mente, el comandante sacudió su espada desesperadamente. Con un tobillo torcido y las botas llenas de grava, no pudo apoyar bien su peso y sus pasos eran inestables. Pensó que podría ignorar el dolor porque su vida dependía de esto, pero descubrió que no pudo tener la fortaleza para concentrarse en la batalla. Su fuerza había sido diezmada.

Lo lastimó enormemente para pelear su batalla final bajo tales circunstancias. Él quería gritar, pero sabía que lamentarse no lo ayudaría en nada.

Extrañamente, pareciera que sus subordinados estaban en las mismas situaciones. Él sabía que no importaba cuán lejos había caído ante esta batalla mágica, ellos no eran el tipo de soldados que se acobardarían por algo así.

¿Por qué? ¿Cómo termino de esta manera?

Al final, no había tal enorme diferencia de poder después de todo.

Antes de que incluso alcanzaran la pelea, once de los combatientes enemigos habían sido incapacitados por los magos. Después de eso, once más—tres magos, cuatro arqueros, y cuatro lanceros—habían sido detenidos a lo largo del camino.

Para cuando los soldados chocaran con el grupo de los mercaderes en la línea frontal, no más de dieciocho continuaron. Los tres miembros de Aliento de Dragón, el más fuerte de los cazadores, defendió el centro.

Cada uno de ellos tomó a tres soldados, mientras que tres de los Lobos Llameantes tomo dos cada uno. Mavis tomó dos y Mile uno más, incluso aunque con ese disparejo número estaban seguros de que serían asesinados en un instante.

Aun con la habilidad de Mavis “Godspeed Blade” podría matar a un hombre en un abrir y cerrar de ojos. Usado seriamente, un corte podría partir el cuerpo de un oponente hacia la mitad, así que ella solamente tenía que golpear a un soldado en el estómago con el filo de su hoja. Es una suerte de que poseyera una espada que no se puede romper, incluso si la usas imprudentemente.

Mile trata a sus oponentes rápidamente y en aquel entonces. Con un poco de tiempo en sus manos, cuido a uno de los chicos de Bart. Después de eso, pensar que sería grosero robarle el plato a alguien más, ella se mueve para interceptar la llegada de las flechas. Eso es, hasta que se le ocurrió ayudar a los Lobos Llameantes.

No era duro para cada uno de los miembros de Aliento de Dragón manejar tres soldados, especialmente desde que todos ellos fueron incapaces de pelear con todas sus fuerzas. Incluso los Lobos Llameantes—incluso Chuck, quien había recibido un golpe—eventualmente fue emparejado contra un par de soldados.

Para cuando los arqueros y lanceros entraran al campo de batalla con sus espadas, Bart y las dos peleadoras del Pacto Carmesí ya habían derrotado a todos. Ellos tomaron turnos, derrotando uno tras de otros.

Al final cinco hombres continuaron para rodearlos, y el comandante y sus capitanes no estaban en ese grupo. No habían huido. Probablemente estén gritando en el piso en algún lugar o, si su suerte es particularmente mala, entre los cadáveres.

“¡Fargus! Suelta a uno de los caballos y lleva un mensaje. Ve al gremio en Amroth y luego al señor del lugar. ¡Dile que envíen carruajes de escolta y soldados directo hacia aquí!

¿Entendido? Ve al gremio primero, ¡No lo olvides!” Bart se aseguró de enfatizar la orden final.

Si el señor del lugar supiera acerca de los enemigos, habría una oportunidad de que intentaran ocultar esto de la capital por algunas razones políticas. Era lo mejor para asegurarnos.

“Después de eso, escribe una carta con un resumen de los eventos de hoy y envíalo a la capital. Escribe seis más del mismo, y envíalo a tres gremios y al palacio, envíalos todos por una ruta diferente. Y no le digas a nadie. ¿Entendido?”

Fargus asintió, dirigiéndose directo al caballo. Él era digno de confianza y rápido—el candidato ideal para el trabajo.

Aunque los animales eran en realidad de carga, fueron entrenados para llevar a una persona por un corto tiempo. No tenían silla, pero, incluso así, en la espalda del caballo Fargus sería capaz de alcanzar la ciudad más rápido que a pie. Estaban las luces de las estrellas encima de él, y mientras que el proceda por el camino principal, no tendría problemas para llegar a Amroth por la mañana.

“Eso fue sorpresivamente prudente. Realmente no pareces ese tipo de persona para tomar un trabajo como este” dijo Mile sarcásticamente.

“No soy oxímoron”, respondió Bart de manera cortante. “Ahora, ve a recoger a los prisioneros y los cadáveres.”

“…Está bien”

Gracias a Dios, mientras algunos de sus grupos estaban heridos, ninguno de los cazadores había muerto.

Pronto todos los heridos—incluyendo el brazo derecho de Chuck y algunas otras heridas menores—fueron sanados con la ayuda de la magia de Pauline y Mile.

Los Lobos Llameantes estaban atónitos al ver como el brazo de Chuck estaba sin un solo moretón. Los Aliento de Dragón, sin embargo, al haber estado presentes en el examen de graduación, ver la curación de una extremidad rota, no era muy sorprendente.

De cualquier manera, mientras veían tales heridas podría normalmente causar que sus ojos se salgan de la impresión, por ahora estaban muy exhaustos para sorprenderse.

El Pacto Carmesí se había contenido contra el enemigo, y el único soldado que murió de un ataque mágico directo fue el que fue perforado por la jabalina de Jeanie.

Más allá de eso, hubo un número de soldados que tenían serias quemaduras. Las peores de ellas habían sido de las víctimas del agua caliente ataque de Pauline, y ahora, habiendo sacado sus herramientas el que sus heridas fueron tratadas por la misma chica que las causó fue muy desconsolador.

Cinco enemigos más habían muerto por los ataques no mágicos. Entre los Aliento de Dragón y los Lobos Llameantes, los últimos fueron menos capaces de resistirlo, significa que había más sangre en sus manos. Ciertamente, no se pudo hacer nada al respecto.

Los únicos que siguen con vida son los más afortunados. No había nada más que hacer.

Mile y Pauline dieron asistencia médica a aquellos que perdieron sangre por los cortes o por una herida de apuñalada, así como aquellos quienes podrían tener una herida interna. Aquellos que solamente sufrían de huesos rotos y otras simples heridas fueron dejadas como estaban.

Su objetivo era solamente mantener a los soldados al borde de la muerte, y no hacer nada que pudiera levantar el peligro de un contraataque.

Entendiendo eso, los prisioneros no se quejaban o incluso hacían movimiento para remover la grava de sus botas.

Incluso aquellos que fueron heridos no estaban en posición de quejarse, porque podrían morir sin la atención de Mile y Pauline o, por lo menos, sufrir los efectos de largo plazo.

Realmente deberían pensar en sus heridas.

De hecho, había un número de soldados que le agradecieron. Ellos habían atacado a los mercaderes no por odio, pero si por órdenes, y sabían que estaban haciendo algo mal. Realmente, el hecho de que habían perdido solamente seis hombres es un milagro.

Sus enemigos se contuvieron, y los soldados eran muy conscientes de esto.

Los guardias recolectaron los cuerpos muertos, y los prisioneros fueron reunidos y retenidos. Ahora, era tiempo de algunas preguntas.

Una vez que los lleven a las autoridades y entregados, perderían la oportunidad. Era el mejor momento para sacarles tanta información como ellos puedan.

No había garantía de que la justicia seria servida sin irregularidades—como todos los hombres de algún modo escaparon de las manos del señor del lugar o misteriosamente fueron asesinados antes de que pudieran ir al juicio.

Mile cuidadosamente debilitó su barrera protectora, permitiendo a los mercaderes salir y mover a los bandidos inconscientes. Aunque no se supone que despierten hasta el amanecer, había siempre una oportunidad, y los cazadores estarían más tranquilos y relajados con sus enemigos a la vista.

Y entonces una larga noche comenzó.