Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 2

Capitulo 15: Misión de Escolta

Parte 1

Después de tres días de descanso, el Pacto Carmesí se encontraba de nuevo en el gremio, listas para asumir otro trabajo.

Durante su descanso, habían recibido mensaje tras mensaje de la compañía Abbot rogando que le vendieran los lagartos. Las chicas rechazaron todas, contestando que simplemente tenían ‘bienes inferiores que valen menos del 60% del valor de mercado’.

Después de varios de estos intercambios, el mensajero finalmente les dijo que el comerciante los compraría por 15 medio de oro, las chicas respondieron que el gremio les había ofrecido 20. Al final el mismo dueño les hizo una visita.

“Les pagaré 21 monedas pequeñas de oro” dijo

“Desafortunadamente, ya los vendimos al gremio por 20. Aunque se los habríamos vendido por 15 al principio. Supongo que no estaba destinado a ser…” respondió Pauline.

El hombre apretó los dientes, regresando con las manos vacías.

Un comerciante promedio podría comprar lagartos rocosos a 25 a 28 monedas de oro pequeñas por pieza. Si se dividieran y vendieran poco a poco como un bien de lujo, podrían venderse por 40 o más.

Si lograran comprar los lagartos a 15 —un precio ya descontado del valor de mercado de 20 monedas pequeñas de oro —entonces podrían obtener una ganancia de 25 monedas de oro pequeñas cada uno, que era de unos 250,000 yenes, en términos japoneses.

Si el comerciante hubiera sabido que las chicas no solo tenían tres lagartos rocosos, sino muchos más, habría caído aún más en la desesperación.

Pero, cosechó lo que había sembrado.

Cuando el comerciante se enteró de que el gremio vendía lagartos rocosos todas las semanas, hizo fila y descubrió que solo su compañía tenía prohibido comprarlos, su rostro era un espectáculo para la vista.

“Muy bien, busquemos nuestro próximo trabajo,” dijo Reina. Todas asintieron y comenzaron a buscar en el mural.

Después de varios minutos, los ojos de Reina se detuvieron en una de las publicaciones. “Hmm…”

“¿Sucede algo?” preguntó Mile a Reina, que parecía estar absorta en sus pensamientos.

“El pago de este trabajo es muy alto para lo que solicitan. Me pregunto si hay alguna condición adicional…”

Solicitud de escolta. Viaje de ida y vuelta de 9 días a Amroth, incluido 1 día de descanso. Rango C o superior, 12 unidades solicitadas. Recompensa: 24 monedas pequeñas de oro cada uno. Bonificación por rango B o superior

Era un trabajo de ocho días, uno que podría poner sus vidas en peligro y ganaría veinticuatro monedas de oro cada una. Eso era tres medias de oro al día. Comparado con el valor de la vida, parecía bastante bajo.

Sin embargo, también era poco probable que vieran combate diariamente. Por el contrario, había una posibilidad abrumadoramente alta de que pudieran recorrer toda la distancia sin un solo incidente en absoluto. Si el camino fuera tan peligroso que podría ser atacado cada vez que viajara por él, ningún comerciante sensato tomaría esa ruta.

Pero sin un escolta, la posibilidad de ser asaltado por bandidos aumentaba abruptamente. También había una posibilidad de que, con solo los comerciantes y conductores, fueran heridos por monstruos que los cazadores podrían haber mantenido a raya. Debido a esa posibilidad, era normal contratar a un guardia de escolta en proporción al tamaño del grupo mercante.

Sin embargo, normalmente la paga era más baja: solo 2 monedas pequeñas de oro al día. “Me pregunto si deberíamos saber más de este…” murmuró Reina, que se dirigía al

mostrador. Mile la siguió por detrás.

“Oh sí, este trabajo de escolta…” dijo la recepcionista, frunciendo el ceño ante la pregunta de Reina. “Ah decir verdad el camino hacia Amroth está encantado…”

“¡¿Por fa-fa-fantasmas?!” preguntó Mile a su lado. Reina la golpeó en la cabeza.

“¡No seas tonta! ¿Por qué esta realmente encantado?” Reina parecía un poco mareada.

¿Huh? No me digas que reina está… “¡L-la verdad, por fantasmas…”

“¡¡Eeeek!!”

“… Que no se ven por ningún lado! ¡Er, oh no, lo siento!”

Laylia lo había dicho por joda, pero al ver que Reina y Pauline estaban muy asustadas, se apresuró a disculpase.

“¡S-Son bandidos! ¡Bandidos! Aparentemente, han estado apareciendo en mayor número últimamente, viniendo de otro país. Debido a eso, es difícil reclutar personas sin aumentar la recompensa y la tasa estándar ha aumentado un poco. Además, debido a que los comerciantes han estado evitando el camino y hay menos carruajes viajando, inevitablemente también hay menos guardias en el camino. Hay una fuerte posibilidad de ser atacados y les recomendaría que dejaran este. Aunque la recompensa sea 5 veces mayor no valdría la pena por el peligro.”

Tomando enserio la información de Laylia, las chicas se alejaron del mostrador. Los bandidos rara vez aparecían en grandes grupos.

Si viajaran en grandes cantidades, atacar solo un carruaje no les daría suficientes ganancias para compartir. Así que no tendrían más remedio que aumentar sus ataques, lanzar más asaltos o atacar a bandas mercantes más grandes.

Y si lo hacían, seguramente se encontrarían con una gran cantidad de cazadores escoltas, lo que significa que su grupo sufriría muchas bajas.

Si los bandidos mataran a demasiados comerciantes, el comercio se detendría, y la corona (o los señores locales) se verían obligados a actuar y montar una oposición a gran escala para erradicar a los bandidos.

Debido a eso, los grupos de bandidos tendían a ser pequeños y bien distribuidos

Solo aquellos que escatimaron en sus escoltas o tuvieran particularmente mala suerte, sufrirían ataques ocasionales. Mientras un comerciante estuviera debidamente preparado, normalmente pasaban sin problemas.

La mayoría de los bandidos pasarían por alto un objetivo más formidable a favor de una presa fácil

Incluso si fueras atacado, ya que los guardias podrían morir en combate, aquellos que no participaran en la lucha — los comerciantes, los conductores y cualquier pasajero – generalmente podrían renunciar a sus posesiones y escapar ilesos.

Después de todo, si es probable que te maten incluso si te rindes, lucharías hasta el final y prenderías fuego a tu carga en un último acto de represalia.

Las bajas de los bandidos aumentarían y sus ganancias no serían nada.

Para los cazadores escoltas, evitar a los bandidos tras rendirse reduciría las bajas en ambos lados. En cuanto a los comerciantes, si trabajaran duro podrían recuperar el costo de un carruaje perdido, siempre que escaparan con sus vidas.

Por lo tanto, si el cliente consentía y los cazadores a cargo de una escolta decidieran rendirse, entonces los cazadores aún recibirían su paga adecuada, sin penalizaciones. Si bien la escolta podría no haber sido un éxito, habían cumplido con su deber lo mejor que pudieron

Pero en este caso, parecía que los bandidos — que operaban en grupos a gran escala y se movían a otros países – eran migratorios. Incursión sin establecer una base permanente.

Esto significaba que mataban a todos: comerciantes, conductores y guardias por igual. Era probable que planearan ganar tanto como pudieran y luego moverse a otra tierra antes de que se pudiera organizar una fuerza de represión. Después de todo, les tomaba tiempo a los gobiernos locales o incluso a la corona, movilizarse.

“Tomemos el trabajo.”

“¿Huh?”

“Si vestimos a Mile con algo lindo y la hacemos sentar junto al conductor, apuesto a que podemos atraer aún más bandidos.”

Las otras tres quedaron atónitas ante la propuesta de Reina. “P-pero, eso suena peligroso…”

“¡Sí! Y ni siquiera vale la pena el pago.”

“Si estamos fuera por nueve días, eso será un desperdicio de nuestro dinero en la posada.” Ante la queja de Pauline, Mavis y Mile, Reina, alzó su voz sonando enojada.

“¡¿No estuvieron de acuerdo en tomar un trabajo de escolta?! Dijeron que me lo dejaban a mí.”

“Lo hicimos, pero pensamos que sería un trabajo normal de escolta. No sería tan malo aceptar una solicitud de escolta algún día y si la tomáramos un poco antes, nos acostumbraríamos al proceso. Ganar experiencia peleando con otras personas. Pero la posibilidad de ser atacadas en este trabajo es mucho más alta de lo habitual, la paga es demasiado baja para que valga la pena y los bandidos viajan en grandes grupos. No hay necesidad que metamos nuestras narices en esto a la ligera. Hay otras solicitudes de acompañantes. No creo que tengamos que saltar a un trabajo tan grande.”

Mavis expresó su oposición, seguida por Pauline. “Estoy de acuerdo.”

“Además,” continuó Mavis, “Estoy segura que vendrá el día en que tengamos que matar a alguien. Pero cuando eso suceda, tendremos que tomar nuestras propias decisiones. ¿Cómo podremos hacerlo si no podemos decir, ‘Valoré y tomé la decisión correcta? ¿No me arrepiento’?”

“¿Te interesa el trabajo de guardia, Reina? ¿O quieres que tomemos este trabajo para poder matar bandidos? Desea forzarnos a nuestra ‘primera vez matando a un hombre’ en lugar de dejar que ocurra cuando deba. Y además de eso…”

Pausando solo para respirar, Mavis continuó.

“¿De qué demonios fue eso de vestir a Mile con ropa linda y ponerla junto al conductor? La lucha contra los bandidos debería ser nuestro último recurso. Deberíamos usar el poder de la intimidación para evitar que los bandidos ataquen en primer lugar. ¿Y sugieres que pidamos ser atacadas al demostrar que no hay guardias y si una pequeña niña presente?”

“Además, ¿qué vas a hacer si los carruajes o la carga se pierde o se dañan? ¿Qué pasa si el cliente o los conductores resultan heridos o muertos? ¿Por qué demonios quieres hacer algo que ponga en peligro a todos a propósito? Es exactamente lo contrario de nuestro objetivo. ¿Qué pasará con Mile, vestida así, teniendo que luchar contra un montón de bandidos sin ninguna armadura? ¿Pensaste en eso?”

Reina se quedó en silencio, bajando la cabeza, mientras Mavis lanzaba un último golpe. “¿Por qué estás siendo tan tonta?”

Reina se quedó en silencio durante varios segundos más, luego se dio la vuelta y se echó a correr.

“Reina…”

En una esquina del gremio, las tres miembros restantes del Pacto Carmesí se quedaron quietas como estatuas.

Reina regresó en algún momento antes de la cena.

El cuerpo de un cazador era su sustento, y ella no permitiría que su propio ego la engañara para quitarle la comida. Comer en otro lugar sería una violación de la lealtad hacia la posada, y Reina era definitivamente el tipo de persona que se preocupa por esos detalles.

“…..”

Reina comió sin hablar. Finalmente, Mavis habló.

“Tomamos el trabajo. Saldremos mañana en la mañana, así que intenta no quedarte dormida.”

Reina escupió su comida. “¡¡Gaaaaah!! Reina, eso es asqueroso.”

“¡¡¡Aaaaah, mi comida!!!”

Mile y Mavis se lamentaron. Pauline se las había arreglado para sostener su plato lo suficientemente lejos como para escapar de ser echado a perder.

“¡Pensé que todas dijeron que no podíamos tomar ese trabajo!”

“¡Wahaha! ¡No era cierto!”

Mientras Reina la miraba, Mile rápidamente se agachó detrás de Mavis.

“Solo estaba planteando algunas preocupaciones para que las tuvieras en cuenta, pero no recuerdo haber dicho nunca que no aceptaríamos el trabajo. Y luego, desapareciste antes de que pudiéramos hablar sobre eso, así que las tres lo pensamos y llegamos a la conclusión de que podríamos tomarlo… ¿por qué miras así?”

Reina la miró furiosamente mientras Mavis ponía sus preocupaciones anteriores.

“¿A-así  que  me  estabas  calumniando  mal…?  ¡Entonces,  ¿qué  pasó  con  todas  esas objeciones tuyas?!”

“Oh, está bien. Tomamos todo en cuenta y decidimos que el trabajo todavía estaba dentro de las posibilidades para nosotras.”

“¿Qué pasa con ustedes?”

Reina se enojó y se quejó, y alguien le tocó el hombro por detrás. Se giró para ver a la pequeña Lenny, que sonrió llevando un balde de agua y atravesar su camino.

“Lo siento…”

***

Después de que Reina salió corriendo del gremio, las otras tres estaban muy preocupadas.

Era claro que estaba obsesionada con algo. Sin embargo, no podían hacer lo que Reina quisiera solo para hacerla feliz. Eso podría poner a su grupo en un camino impensable y si Reina no escuchara sus preocupaciones, entonces no eran realmente amigas y mucho menos el Pacto Carmesí.

Después de pensar por un momento, Mavis habló. “Deberíamos averiguar más sobre esa solicitud.”

Volvieron a ver a Laylia, la empleada y le pidieron reunirse con el cliente para poder escuchar más sobre trabajo.

Afortunadamente, el día apenas empezaba y había mucho tiempo.

“Ya veo. Entonces así están las cosas. ¿Estás seguro de que estás bien con esto?”

“¿Huh? No, en realidad sería de gran ayuda para nosotros, siempre y cuando estén seguras de que está bien.”

“Por otro lado, este lugar…”

“¡¿Eh?! Pero la paga…”

“Si fallamos, no obtendremos nada, ¿verdad?

” “Hmm, es cierto…”

“Bueno, entonces. ¿Qué tal esto?”

“¡¿Qué?! ¡¿Qué es eso?! ¿Hablas en serio?”

“Sí,    está bien.”

“En ese caso… habíamos planeado retrasar nuestra salida hasta que reuniéramos más guardias, pero ahora supongo que podemos salir de inmediato. ¿Les parece bien?”

“No hay problema. Somos el Pacto Carmesí y estamos listas para partir en cualquier momento.”

Más tarde esa mañana, las tres chicas tomaron prestada la sala de reunión del gremio para conversar con los dos hombres y conversaron hasta que llegaron a un acuerdo que satisfizo a ambas partes.

***

“Quiero agradecerles sinceramente por aceptar esta solicitud. Sé que no se da en las mejores circunstancias.”

Temprano a la mañana siguiente, el grupo mercantil hizo su presentación en la plaza de la ciudad. Había seis carruajes en la caravana con un conductor para cada uno y cuatro comerciantes en total.

Los mercaderes parecían ser compañeros de mucho tiempo y el encuentro y saludo fue más para el bien de los cazadores escoltas. No era necesario que los guardias fueran demasiado amigables con los mercaderes, pero era necesario que los cazadores conocieran las fortalezas y habilidades de los demás —para asignar y coordinar roles. Incluso si solo aumentaba ligeramente sus posibilidades de sobrevivir de manera segura durante los próximos nueve días, valía la pena tomarse el tiempo para hacerlo antes de su partida.

“Algunos de ustedes no estuvieron presentes cuando se aceptó la solicitud. Es posible que hayan escuchado algunos de los detalles de sus líderes, pero permíteme darte una breve descripción.”

Parecía que Reina no era la única que aún no recibía una explicación directa. Claramente había otros grupos donde solo unos pocos representantes habían ido a negociar.

“Amroth,” continuó el comerciante, “está a cuatro días de distancia, haciendo un viaje de ida y vuelta de ocho días. A su llegada, nos detendremos por un día, durante el cual podrán hacer lo que quieran. Ahora, como todos habrán notado, la recompensa por este trabajo es un 50 por ciento más alta que el estándar. La razón de esto, como estoy seguro de que ya han escuchado de sus compañeros, es que esta ruta ha sido plagada recientemente por una operación de bandoleros a gran escala.”

Aquí, el jefe del grupo de comerciantes hizo una pausa para mirar por encima del grupo de cazadores, pero nadie parecía sorprenderse.

Todos habían escuchado sobre la situación de sus líderes. El Pacto Carmesí había informado a Reina la noche anterior.

“Eso no es todo. Varias personas están sufriendo debido a la disminución en el número de comerciantes, gracias a los bandidos. Por su bien, nuestro grupo no lleva artículos caros de lujo, sino necesidades absolutas, incluidos suministros médicos críticos y herramientas especiales para artesanos. Además de transportar estos productos, tenemos un objetivo más importante. Ese es…”

El cliente volvió a mirar al grupo.

“Nuestro objetivo es acabar con los bandidos.”

Ese era el verdadero objetivo del grupo de mercantes, tal como Mile y compañía habían escuchado la noche anterior.

“Va a pasar algún tiempo antes de que los gobiernos nacionales o regionales estén preparados para hacer algo al respecto. Si esperamos, los negocios en Amroth se cerrarán por completo. Nos hemos movilizado en este grupo con la suposición de que vamos a estar bajo ataque. Si no sucede nada, continuaremos con nuestro negocio como de costumbre. Sin embargo, si somos atacados, tenemos la intención de luchar hasta el final.”

“Aunque todavía no hemos confirmado los números, las estimaciones dicen que hay al menos veinte bandidos. Tengo fe en que nuestro grupo de doce cazadores, uno de rango B y once de rango C, incluidos cuatro usuarios mágicos, será más que suficiente para derrotar a estos sinvergüenzas.

“Esta información no se incluyó en el anuncio de trabajo porque asumimos que los bandidos podrían tener aliados pasando por el gremio. Por lo tanto, solicitamos la discreción del recepcionista que los detalles se brindaran solo, a los cazadores que se acercaran a ellos por el trabajo. Hubo otras cuatro partes que preguntaron y fueron rechazadas, así como una más que tuvimos que rechazar cuando juzgamos que carecían de poder.

“Entendemos que, considerando nuestro verdadero objetivo, la recompensa prometida es relativamente baja. Sin embargo, los productos solicitados prometen un rendimiento muy bajo, lo que significa que no podríamos reservar más, incluso si quisiéramos. Para los comerciantes, es un orgullo no participar en negocios que sabemos que desde el principio nos pondrán en saldo rojo. Les rogamos que nos perdonen.”

El cliente echó un vistazo a sus compañeros mercantes, que asintieron con la cabeza.