Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 2

Capitulo 14: El Cliente

Parte 2

Incluso si la presa fuera inesperada y fuera de su ámbito normal, el gremio normalmente la compraría, siempre que pudieran venderla para beneficiarse.

Los lagartos rocosos eran populares para comer y sus garras y pieles eran una buena materia prima, pero como vivían tan lejos y eran difíciles de transportar, el gremio nunca recibiría muchos. Definitivamente podrían venderlos. Al menos, dos o tres.

Sin embargo, para cinco, el pago sería enorme. La recepcionista no estaba segura de si el gremio podría venderlos a todos antes de que se echaran a perder. Si pudieran, sería una gran oportunidad para dejarla pasar.

Era una responsabilidad demasiado grande para la recepcionista hacerla sola, por lo que consultó con sus jefes. Al final resultó que, esta fue una decisión sabia.

“Por aquí, por favor.”

La recepcionista regresó y guio a los miembros del Pacto Carmesí hasta una sala de reuniones. Allí, fueron recibidos por el maestro y submaestro del gremio de la capital.

“Por favor tomen asiento.”

Cuando las cuatro entraron en la habitación, el maestro del gremio señaló varias sillas. El empleado, el maestro del gremio y el submaestro se sentaron en el lado opuesto de ellos.

“Vale, Laylia ya me contó su historia, pero debo preguntar– ¿Es cierto? ¿De verdad tienes cinco lagartos rocosos?”

Frente al maestro del gremio, Mile no tuvo más remedio que decir la verdad. “No. Esa fue una mentira. En realidad, no tenemos cinco…”

“P-pensé lo mismo. Eso sería imposible… ese número nunca cabría en un espacio de almacenamiento,” dijo el submaestro, aliviado.

Pero Mile no había terminado de hablar. “En realidad, tenemos veintiséis.”

¡Bang!

La cabeza del submaestro golpeó la mesa. “¿De verdad tienes tantos lagartos?”

“Si…”

El maestro del gremio, el submaestro (que finalmente se había recuperado) y Laylia se enfrentaron a las cuatro chicas del Pacto Carmesí. Mile, como titular de la magia de almacenamiento, fue quien respondió.

“¿Tienes alguna idea de lo que significa, si realmente tienes tantos lagartos rocosos allí?”

“S-sí. Queremos intercambiarlos de inmediato, pero no están seguros de si se podrán vender todos y si se venden todos a la vez, el precio bajará…”

“¡No es eso, idiota!”

Mile se encogió.

“¡Si puedes almacenar tanto, todos y hasta sus madres te perseguirán! No sé si lo llamaría suerte, pero ya son famosas por lo que hicieron en el examen de graduación. ¡Después de ver el poder que mostraron luchando contra los Rugido de Mitrilo, no solo han llamado la atención de su líder, sino también la de Su Majestad el Rey! Incluso Su Alteza la princesa está encantada. No creo que sea difícil de creer que haya gente más siniestra que quieran apoderarse de ustedes…”

Mavis fue la única que no se dio cuenta de cómo su mirada se movió hacia ella cuando mencionó a la princesa.

“Además de eso, se corrió la voz de cómo salvaron el cierre de la escuela. Consigo, todos los graduados de la escuela y cazadores que creyeron en ella, querrán ser sus aliados. Su existencia y todo lo que están haciendo ahora, es prueba de cuán necesaria es la escuela.”

Mavis, Reina y Pauline estaban radiantes de orgullo, pero Mile solo lo veía sin interés. “El problema aquí es la gente deshonesta. Es decir: personas idiotas que no saben sobre el

examen de graduación y aquellos de otros países. Dado que su conversación abajo frente a todas esas personas, será de conocimiento común que puedes cargar al menos cinco lagartos rocosos en tu almacenamiento. Cómo pudiste —No, no, está bien, lo entiendo. Si no dijeras que tienes tantos, no hubieras podido intercambiarlos y habría sido inconveniente más tarde. Entonces, para oscurecer un poco tu verdadera capacidad, dijiste que solo tenías cinco. Lo entiendo, pero…”

Mile intentó hacer una excusa, pero el maestro del gremio se le adelantó.

Incluso cinco lagartos rocosos pesaban alrededor de dos toneladas — tanto como dos o tres carruajes podrían transportar. Pero eso por sí solo no sería lo suficientemente extraordinario como para atraer la atención de nobles y miembros de la realeza.

Aunque no muchas personas de en un solo país pueden usar la magia de almacenamiento, el número de quienes pueden era al menos de dos dígitos. O eso pensaba Mile.

Sin embargo, también había otros factores: palabras clave – por así decirlo. Estas eran palabras como ‘secretamente’, ‘impasible por los carruajes’, ‘rapidez’, ‘escapar’, ‘reabasteciendo’, ‘milicia’, ‘cuatrocientos o quinientos kilos, mientras que otros llevaban solo unos pocos’, ‘exclusivo’ y ‘joven atractiva’…

Podría viajar sola en un caballo rápido, cambiando monturas en el trayecto y un par toneladas de bienes vendrían con ella. Todo sin destacar. No había un aristócrata, realeza o general que no quisiera hacer uso de eso.

“Bueno, de todos modos, es demasiado tarde para eso. Solo ten cuidado y si sucede algo, solicita ayuda de inmediato. ¡¿Me escuchas?!”

“Sí señor.”

“Muy bien, eso es todo por ahora. ¡Por favor, trata de no exagerar!”

“…………”

“¿Por qué no respondes?”

Reina, Mavis y Pauline se volvieron hacia Mile. “¿P-por qué todas me miran?”

Las tres volvieron a mirar hacia otro lado y Mile se volvió hacia el maestro del gremio. “U-um, hay una cosa más que me gustaría preguntar…”

“¿Qué?”

“¿Consideraría comprarnos cinco lagartos a la vez, cada cierto tiempo?”

“¿Eh …?”

De hecho, ese asunto aún no se había resuelto.

Y así, el gremio decidió comprar cinco lagartos a la vez, un lote por semana. Comprarlos todos a la vez estaba fuera de discusión: no podrían vender la carne antes de que se echara a perder.

Además, inundar el mercado provocaría una caída del precio y el gremio tendría dificultades para explicar de dónde habían venido tantos lagartos rocosos. Ya que un viaje debería tomar cinco días, el intervalo era más fácil de explicar.

El gremio no tenía intención de dar a conocer quién trajo a los lagartos. Tenían un plan de respaldo en caso de que se requiriera una explicación.

Sin esto, el Pacto Carmesí no podría mostrar sus rostros en la capital más de una vez por semana.

Se concluyó que los lagartos rocosos por ninguna razón debían llegar a la Compañía Abbot, ni a ninguna de sus afiliadas — ni a nadie que pudiera revenderlos a la Compañía Abbot.

Cada lagarto valía 20 monedas pequeñas de oro o dos monedas de oro. Al vender cinco a la vez, ganaban 10 de oro por semana y 50 de oro en total, el objetivo mínimo mensual de ingresos del grupo durante cinco meses combinados.

Era posible que el precio cayera eventualmente debido al exceso de oferta, pero esto era inevitable. Todo dependería de sus negociaciones con el gremio.

Y todavía quedaba un lagarto que no se podía vender, debido a su condición carbona. Las chicas tomaron la cola, que estaba relativamente ilesa y se la llevarían a la posada como un regalo — guardando el resto para ellas.

En menos de cuatro semanas, habrían agotado su reserva de lagartos, pero se ganarían la vida durante los siguientes cinco meses.

Incluso si gastaran un poco en comida y ropa, todavía podrían vivir cómodamente durante al menos tres meses. Solo si se dejan llevar comprando armaduras y bienes de lujo, podrían gastarlo en un instante…

Para asegurarse de que no tuvieran que revelar la existencia de su Botín, Mile inventó una ‘magia de enfriamiento continuo’ que mantenía su espacio de almacenamiento aislado.

Incluso esto estaba claramente fuera de lo común, pero para entonces, todos estaban insensibles a la extrañeza de toda la situación y solo podían ignorarlo con un ‘¿Por qué no?’

“Me olvidé de algo. No podemos contar este trabajo como una pérdida para todas ustedes. Está claro que el cliente no cumplió con los términos de la publicación del trabajo, por lo que se puede considerar cancelada la solicitud. Aunque contará como un logro en su registro y les devolveremos su depósito. Además, el depósito del cliente se quedará en el gremio. Después de que paguemos la recompensa máxima en la solicitud de cinco lagartos, el resto se convertirá en propiedad del gremio. ¿Alguna objeción?”

“¡Ninguna!”

El Pacto Carmesí alzó la voz en asentimiento, pero luego Pauline intervino.

“Um, ¿no hay otro castigo que podamos darle a la compañía? Intentaron estafar al gremio enviando una solicitud de trabajo falsa. ¿No hay nada más que se pueda hacer?”

Pauline preguntaba si las acciones del comerciante habían sido imperdonables, pero el maestro del gremio simplemente se rio y sacudió la cabeza.

“No, no hay nada más que podamos hacer. Este fue un simple fracaso de mantener un trato y solo podemos tratarlo bajo las reglas existentes. Aunque es un incumplimiento de contrato, no es como si hubieran cometido un delito particularmente grave…”

¿No existe el fraude? Mile se preguntó, pero se le ocurrió que, en este mundo, la persona que se dejaba engañar podría estar equivocada, por lo que no dijo nada.

Aun así, Pauline parecía frustrada “Sin embargo…”

El maestro del gremio aún no había terminado.

“¿De verdad crees que alguien va a aceptar un trabajo de un comerciante que intentó estafar al gremio y a sus compañeros cazadores? ¿Alguien aceptaría un trabajo de un cliente poco confiable?

“Ah…”

“Incluso si se les prohíbe hacer solicitudes individuales, aún pueden comprar cosas del gremio y de otros comerciantes. Aun así, eso significa que solo pueden tener en sus manos cualquier cosa que el gremio tenga en existencia en ese momento, lo que probablemente aumentará los precios de su mercadería. Y no me sorprendería si otros cazadores ofrecieran sus bienes al gremio con condiciones como ‘No vendan esto a esos tipos’ o ‘Solo véndalos al doble del precio’, tal como lo hicieron ustedes. La compañía aún podrá realizar pedidos, pero no será fácil para ellos.”

El maestro del gremio se echó a reír.

Las chicas finalmente salieron de la sala de reuniones y bajaron al primer piso, pero justo cuando salían del pasillo, otro empleado las llamó en pánico.

“¡Oh! ¡Pacto Carmesí, esperen un momento! ¡Les llegaron algunas cartas!”

¿Cartas? Regresaron al mostrador con escepticismo, solo para recibir dos cartas selladas. “Mis disculpas. Tenía la intención de daros esto antes, pero con toda la conmoción…” Como habían sido la causa de dicha conmoción, no podían quejarse.

Mavis miró los destinatarios de las cartas, encontró una dirigida a ella y la otra a Pauline.

Le entregó la carta de Pauline en silencio y miró la suya, tratando de identificar al remitente.

“Oh…”

Por supuesto, lo había sabido antes de verla. Solo había una persona que podría estar escribiéndole.

Cuando todavía estuviera en casa hubiera sido diferente, ¿pero ahora? Sí, debería ir sin decirlo. Era una carta de su familia.

Finalmente habían descubierto su paradero… de hecho, habría sido extraño si no lo hayan hecho.

Había muchas personas observando en el examen de graduación, ¿quién sabía cuántos eran nobles?

Mavis hizo una mueca y miró a Pauline, solo para verla agarrando con fuerza su propia carta, con el rostro pálido. Todas ya sabían de quién era su carta. No tenía sentido preguntar.

“¿Qué vas a hacer?”, Preguntó Reina.

“Ignorarla”, respondió Mavis con una sonrisa irónica. “No importa cuántas cartas envíen. Eventualmente se cansarán de esperar y enviarán a uno de mis hermanos para que me vigile. Hasta entonces, no importa. No hay necesidad de hacer un escándalo. Solo acelerará el proceso.”

“¿Y tú, Pauline?”

“Haré lo mismo. Ya decidí que nunca volveré, así que no hay necesidad de responder.”

Claramente, Pauline no anhelaba el hogar, pero su expresión era oscura — tal vez por preocupar a su madre y su hermanito.

“Si estás preocupada, tal vez todos deberíamos volver a tu tierra natal…”

“No, eso no será necesario. Al menos, son su amante y su hijo, por lo que no les sucederá nada malo. Probablemente.”

“Ya veo. Pero, si algo sucede, dinos. Ya que somos…”

“¡Aliadas eternas, nuestras almas unidas por el Pacto Carmesí!” Reina sonrió con tristeza cuando Mile dijo su lema.

“Ahora bien, ¡tomemos algunos buenos días de descanso!”

“¡¡¡Sí!!!”

“Ah…” En el camino a casa, Mile se detuvo de repente. “¿Qué pasa?” Preguntó Reina.

“Olvidamos intercambiar algo además de los lagartos rocosos.”

“Oh…”

Al final, para evitar causar otra escena, decidieron repartir las ventas de sus otras capturas. Como ya estaban vendiendo lagartos rocosos, no sería inusual pensar que podrían tener otras bestias del tipo ‘rocoso’ para vender también.

Después de todo, tenían la magia de almacenamiento premium de refrigeramiento de Mile (aunque, por supuesto, en realidad era el botín estático).

“¡Hemos vuelto!”

“¡Bienvenidas!”

Lenny las saludó desde detrás del mostrador de recepción. “¡Ten! ¡Te trajimos un recuerdo!”

Mientras hablaba, Mile sacó la única cola de lagarto rocosos ligeramente quemada de su Botín, colocándole en el suelo con un ruido sordo.

“¡¿Q-qué es eso?!”

Era la primera vez que Lenny veía una cola de lagarto rocosos aún en su forma original. “¿Realmente podemos quedarnos con esto? ¡¡¡Papáááááááááá, ven aquí!!!”

El padre de Lenny (el chef) y su madre (la matrona de la posada), aparecieron. Agradecieron a las chicas una y otra vez antes de arrastrar la cola a la cocina con un clamor. Parecía que estarían disfrutando platos de lagarto rocosos por algún tiempo.

“Eso debería ganarnos muchos puntos. Incluso podríamos evitar jugar a ser la anfitriona,” dijo Reina triunfante.

Sin embargo, Pauline, que conocía las andadas de los comerciantes y Mile, que conocía la pequeña Lenny, sacudieron la cabeza con tristeza.