Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 2

Capitulo 13: Superar los Límites 

Parte 5

 

 

Un rato después, la cena estaba lista. Mile y Pauline pusieron la comida antes las demás.

El plato de Pauline era simplemente carne asada. Los únicos condimentos eran sal de roca y varias hierbas. Mientras que, los platos de Mile eran lagarto a la au vin y lagarto frito.


Como Mile no podía beber alcohol, el vino tinto que usaba para el au vin era solo un vino de cocina barato que había guardado en su botín.

A eso le añadió sal, ajo, cebolla, hongos tipo shimeji, harina de trigo integral, especias de alta calidad y una serie de otros ingredientes, incluido el aceite vegetal que Mile se había hecho, creando un sabor agradable y complejo. Le dolía no tener salsa de soja disponible, pero ella lo hizo tan bien como pudo bajo tales circunstancias.

Y luego estaba el lagarto frito. A la harina, le añadió sal, condimentos y ajo, así como puerros y claras de huevo que había liofilizado en polvo con magia.

Ella mezcló esas y otras cosas juntas en una mezcla de empanado, luego empanizó pedazos pequeños de la carne, usando magia de viento para rociarlos con una pequeña cantidad de aceite. Si se tratara de pollo, la grasa en la carne habría sido suficiente, pero de alguna manera ella podría saber que no había mucha grasa en el lagarto.

Finalmente, lo fritó, sin aceite ni sartén.

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En su vida anterior, su padre había recibido una freidora de aire caliente por su trigésimo aniversario de trabajo. Era un dispositivo de cocina útil que podía hacer alimentos fritos solo con aire caliente, no con aceite.

En esa vida, Mile — luego Misato — lo usaba de vez en cuando para hacer papas fritas y gyoza. Sin embargo, principalmente, su madre lo usó para hacer pollo frito. Ahora, imitando sus principios, Mile levantó un viento caliente.

180º C por 12 minutos. La mitad del trabajo consistía en preparar el empanado: la cocción en sí era bastante rápida.

Luego, sacó algunas verduras del Botín, las cortó, roció el aderezo que había preparado y agregó la fruta. Su plato estaba completo.

“E-e-esto está delicioso.”

Su superficie era crujiente, pero al morder la carne del lagarto, su interior era suave, jugoso y sabroso. Tenía la naturaleza sabrosa de la carne y el sabor de las especias, así como la cálida fragancia del ajo. Estos sabores juntos satisfacían todo el paladar.

“¡¿Qué es esto?! Mile, ¿siempre has sido una chef tan talentosa?”

Con solo un mordisco del lagarto frito experimental de Mile, Reina y Mavis estaban delirando.

El elogio tranquilizó a Mile. Le faltaban ciertos condimentos, por lo que no había tenido mucha confianza. Pauline, sin embargo, parecía poco interesada – Reina y Mavis no habían dicho una palabra sobre el plato que había preparado ella.

Pero en el momento en que Pauline probó el au vin y el lagarto frito, sus ojos también se abrieron.

“Es delicioso…”

Mile se apresuró a reservar una porción para que no se la perdiera.

“¡Mile, tienes que encargarte de la cocina de ahora en adelante — al menos — algunas veces!”

“¡Sí, sí, por favor!”

“¡Tienes que enseñarme cómo cocinar así! Te lo ruego…”

Sin embargo, había algo que no sabían. Los condimentos que había usado eran increíblemente caros y sería difícil recrear el proceso sin la magia de Mile…

Eventualmente, todas habían comido más o menos hasta saciarse y sus estómagos estaban llenas.

“Entonces, ¿somos realmente fuertes?” Preguntó Mavis en voz baja. “¿O somos débiles?”

“Creo que es mejor decir que depende de la situación.”

“¿Como así?”

Mile y Pauline escucharon mientras Mavis y Reina hablaban.

“En términos de esgrima/espada, probablemente tengamos un rango B de bajo nivel. En términos de habilidad mágica, cuando no estamos limitadas, es un rango C de alto nivel. Cuando nuestros poderes están limitados por restricciones, como no poder usar magia de fuego en el bosque, probablemente seamos un rango C de nivel medio. Dependemos de la magia para la defensa, por lo que somos débiles contra los ataques físicos que no se pueden evitar con una espada …”

No tenían un portador protector con escudo y dado el tamaño de su grupo, esto no podía evitarse. Aun así, era una clara debilidad… o lo sería, si no tuvieran a Mile.

Aunque Mile, hasta cierto punto, había demostrado su conocimiento mágico a las demás, no les había mostrado toda su fuerza.

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Sin embargo, las otras tres reconocieron que su conocimiento mágico era considerable – comparable al de un mago de la corte — y su poder real era al menos dos niveles superiores al de Reina.

En términos de esgrima/espada, ella insistió con vehemencia: ‘Gren solo estaba jugando, bajando a mi nivel’, pero estaba claro que todavía era al menos un rango B.

“Si incluyes el valor agregado por la magia de almacenamiento de Mile, además de tener en cuenta nuestra escasez de experiencia, nuestros puntos débiles y cualquier otra cosa, diría que todavía somos un sólido rango C de nivel medio. ¿No? Para los novatos somos increíblemente fuertes, pero seguimos estando en un nivel promedio como cazadoras. Eso es sobre nuestro nivel actual.”

“¿No crees que nuestra magia es más alta que eso?”

“Solo en términos de fuerza bruta. Si consideras nuestras maniobras y experiencia en batallas mágicas, así como nuestras diversas debilidades, tomando en cuenta el combate uno a uno, creo que tienes razón. ¡La arrogancia está prohibida aquí!”

Todavía había una cosa que Mavis no podía comprender. “¿Pero no acabamos de derribar algunos golems rocosos como si no fuera nada – con solo cuatro personas?”

“Eso fue porque teníamos una ventaja,” dijo Reina, deteniendo las objeciones de Mavis. “Los golems rocosos son conocidos por su robustez, no por su velocidad, por lo que contra ustedes dos – con su velocidad divina y esas ‘espadas baratas’ – no tuvieron ninguna posibilidad. Pero, ¿y si fuera algo como un wyvern? ¿Atacando desde el aire donde sus espadas no podrían llegar? ¿O un golem de hierro que esas espadas no puedan perforar? ¿Qué pasaría si fuera un ratón tóxico, que es mucho más pequeño y más rápido que ustedes dos?¿Realmente puedes decir que tienes cualidades especiales más allá de la fuerza de tu espada?”

“Er…”

“Supongo que así están las cosas, entonces.”

“Así son las cosas.”

Mavis parecía haber aceptado esto, pero Reina continuó hablando. “En realidad, hay una debilidad más en nuestro equipo.”

“¿Qué? ¿Cuál es?” Preguntó Mavis.

Reina los miró a todas lentamente. “Bueno, ¿alguna de ustedes ha matado alguna vez a un hombre?”

“Uh…”

“Esos rostros me dicen todo lo que necesito saber… cuando llegue el momento, si no pueden matar a otra persona sin dudarlo, serán ustedes quienes mueran. Incluso si son conocidos o amigos…”

Mientras Reina hablaba, sus ojos no estaban fijados en las demás, sino en su propia mano, agarrando un pequeño palo que atravesaba un trozo de carne.

***

 

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Mas tarde esa noche, una pequeña forma se deslizó de su campamento.

Era Mile.

Una preocupación se apoderó de ella y no pudo evitarlo. Se arrastró por la noche de regreso hacia el lugar donde habían luchado contra los golems rocosos.

Cuando llegó, se acercó al cuerpo sin vida del golem rocosos y cortó la cabeza perforada con su espada.

Si se tratara de otro monstruo, habría sido grotesco, pero afortunadamente, los golems rocosos no se parecían en nada a otros seres vivos, por lo que la sangre y las tripas no eran una preocupación.

“Hmm…”

La cabeza estaba firmemente fijada al cuerpo, cuatro ojos espaciados uniformemente alrededor del perímetro, por lo que no era necesario que girara.

Ella cortó la cabeza en cuatro partes y miró dentro, sacando uno de los ojos…

“Ya veo… La cabeza es solo un sensor. En ese caso, destruir el cráneo no es muy necesario para detener su–”

“¿Qué estás haciendo?”

“¡¡¡Gaaaaaah!!!”

Mile gritó al escuchar la voz que surgió de la noche Reina, Mavis y Pauline salieron de la sombra de un árbol. “¿Q-qué están haciendo aquí?”

“¡Te fuiste a escondidas en medio de la noche! ¡Te seguimos para que no te atrapara un monstruo!”

“¿Huh? Pero dijiste que íbamos a ver qué hacía ella…”

“Entonces, ¿por qué has venido aquí?”

Reina no hizo caso de la confusión de Pauline. “Um, er, bueno, estaba recogiendo flores…”

“¿Oh? Recogiendo flores, ¿hm…?” Dijo Reina, mirando el ojo de golem extraído en la mano de Mile. “Bueno, parece que tienes un ojo allí. ¿Supongo que un diente será el próximo y luego una nariz para agregar a tu ramo?”

Mavis dejó escapar un resoplido.

Eventualmente, Mile confesó que sentía tanta curiosidad por el funcionamiento interno de un golem rocosos que no pudo evitarlo y vino a investigar, pensando que tal vez podría descubrir una debilidad que las ayudara a derrotar a otros golems en el futuro.

“Eso es estúpido. Deberías habernos dicho. ¿No sería mejor si todas viniéramos a investigar juntas?” Preguntó Reina.

A medida que avanzaba la noche, las chicas diseccionaron el cuerpo del golem rocosos, buscando puntos débiles. Pero el golem era de piedra de principio a fin, sin un punto débil por encontrar. Todo lo que encontraron adentro fue un objeto redondo — algo como una moneda de oro — que Mile guardó en su Botín.

A pesar de su excursión nocturna, las tres chicas se acostaron a una hora razonable y durmieron lo suficiente. Saludaron a la mañana siguiente con energía y vigor.

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Todas excepto Mile.

Algo más había pesado por su mente la noche anterior y apenas había dormido. De hecho, fue porque no podía dormir lo que hizo que fuera a investigar el golem en primer lugar.

Lo que le preocupaba era la pregunta:

¿Soy… invencible?

Hasta ahora, había evitado ser golpeada lo más posible, incluso en las batallas de práctica. Odiaba el dolor, así que incluso cuando perdía a propósito, Mile se aseguraba de recibir solo golpes débiles en las partes más gruesas de su armadura.

Probablemente fue por eso que su oponente siempre miraba a través de su artimaña.


En cualquier caso, gracias a todo este esfuerzo y cálculo, no había conocido realmente el dolor hasta ahora… no, de hecho, nunca lo había conocido.

¿Nunca? ¿Incluso cuando profundizábamos en el entrenamiento de combate físico?

¿Alguna vez sentí dolor?

En la batalla con el lagarto rocosos la mañana anterior, fue golpeada por su cola y golpeada contra las rocas. Pero, a pesar de la inteligente excusa que dio a sus compañeras de equipo, no lo había bloqueado con su espada.

No había saltado hacia atrás para neutralizar el ataque y no se había amortiguado en el impacto con la magia de viento. Ella había tomado todo ese daño con toda su fuerza.

Y, sin embargo, ella no resultó herida. Apenas le había dolido. Era similar a recibir anestesia, una sensación como: Sé que algo me está tocando, pero no duele ni un poco.

¿Eso significaba que todo el esfuerzo que había hecho para evitar el dolor había sido en vano?

No, ese no era el problema.

¿Qué tan resistente es mi cuerpo? Supongo que es al menos la mitad de impenetrable que un dragón antiguo. Pero, si hubiera algo aún más resistente, entonces…

Mile no recordaba haber tomado ni un rasguño desde el día de esa fatídica migraña. Su mente comenzó a acelerarse. Si ella revelara este hecho a otros, ¿la tratarían como inhumana?

¿La usarían como sujeto de prueba? ¿O tratarían de usarla como un arma que podría aplastar incluso un golem rocoso? Uno tras otro, escenarios terroríficos recorrieron su cabeza hasta que no pudo dormir en absoluto.

Esa mañana, los cuatro disfrutaron de una sopa como desayuno hecha del lagarto rocoso asado, ahora normal. Luego empacaron su campamento. Todo lo que realmente significaba era guardar sus maletas en el espacio de almacenamiento de Mile y extinguir su fogata.

Comer cada tiempo de comida lagarto tostado probablemente no era la dieta más equilibrada, pero nadie dijo que acampar significaba disfrutar de una variedad culinaria. Además, la carne de lagarto estaba deliciosa. Increíblemente deliciosa. Y no era como si siempre adquirieran bienes que no podrían vender, al menos si pudieran evitarlo. Era posible que nunca pudieran volver a comer carne de lagarto.

Ciertamente, podrían buscarla a propósito o pagar dinero para comerla en un restaurante de la capital. Sin embargo, cualquier cosa que atraparan que pudiera venderse, la venderían.

Por el precio incluso de un solo plato de carne de lagarto en un restaurante, podrían pedir un pequeño festín de platos más asequibles.

Pobreza. Esa sola palabra podría anular todos sus sueños. “¡Muy bien! ¡Volvamos a la capital!”

“¡¡¡Sí!!!”

Todas aplaudieron el decreto de Reina y finalmente, volvieron al camino de nuevo.

Mucho había sucedido, pero las cuatro estaban radiantes. Habían completado con seguridad su primer trabajo lejos de la capital y cazado lo suficiente como para ganar mucho más de lo que el trabajo había prometido. Se decidió: ya no aceptarían trabajos para los novatos de rango C, sino los de los cazadores de rango C de nivel medio. Empleos que pondrían a prueba su temple.

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Mavis estaba emocionada ante la perspectiva de enfrentar finalmente batallas reales. Pauline sonrió ante la idea de aumentar su potencial de ganancias.

Reina parecía absorta en sus pensamientos, pero de buen humor.

Y la cabeza de Mile giraba mientras intentaba decidir si decirles a las demás sobre su naturaleza impenetrable – o las veces que usaba accidentalmente algo más allá de la magia ordinaria…

La capital aún estaba a dos largos días de distancia.

Acamparon en el mismo lugar que habían usado al salir. Todavía quedaba algo de tiempo hasta la puesta del sol, pero era mejor descansar en un lugar con el que ya estaban familiarizadas – para aumentar sus posibilidades de supervivencia si ocurría algo grave.

Incluso las cosas más pequeñas podrían convertirse en una cuestión de vida o muerte, por lo que evitaron cualquier cosa que redujera sus posibilidades de supervivencia. Incluso si la posibilidad de una lesión grave disminuía solo un uno por ciento cada vez que se encontraban con una circunstancia peligrosa, si ocurría diez veces, eso era un diez por ciento y si ocurría cien veces…

Después de comer, Reina inició la discusión, como siempre.

“Sobre lo que dije anoche… quiero que todas tengan experiencia en el combate cuerpo a cuerpo — y pronto. No solo me refiero a la práctica. Me refiero a verdaderas batallas, hasta el final.”

“¿Qu…?”

Las otras tres quedaron atónitas, pero Reina continuó.

“De ahora en adelante, vamos a comenzar a tomar trabajos de escolta. Incluso si no lo hacemos, todavía existe la posibilidad de que, como grupo de mujeres jóvenes, podamos ser atacadas por bandidos, cazadores deshonrados o incluso cazadores activos, algunos de los cuales son más que felices de violar la ley. Si eso sucediera, incluso un momento de vacilación podría significar la muerte.”

“No se trata solo de ustedes. ¿Están preparadas para dejar a otros para defenderse de un atacante si te capturan o te cortan?”

Las otras tres guardaron silencio mientras ella hablaba.

“P-pero,” dijo Pauline, “¿no podemos simplemente incapacitar a nuestros oponentes sin matarlos?”

“Las únicas veces que tendrás ese tipo de lujo es cuando haya una inmensa diferencia de poder entre tú y tu oponente. Por ejemplo, si eres un rango B y tu oponente un rango D o inferior. Incluso todavía existe la posibilidad de que algo salga mal y cause una humillante derrota. ¿No es así, Mavis?” Preguntó Reina.

“Si. En una situación normal, hay muchas posibilidades de que puedas ganar si eres más fuerte. Pero si un oponente viene con la intención de matar y solo tienes la intención de incapacitar, entonces no importa cuál sea tu diferencia de fuerza, será una pelea difícil. Y si tu enemigo puede sentir eso, ya has perdido. Una vez que sepa que su oponente no tiene intención de matarlo, atacará con tranquilidad, luchando imprudentemente sin ninguna atención en la defensa. Una vez que suceda eso, no hay mucho que puedas hacer.

“No tengo la intención de sacrificar mi propia vida, la de mis amigas o la de alguien a quien deba proteger, solo para honrar la vida de un criminal.”

“……”

Ante las palabras de Mavis, Pauline se calló.

Mile simplemente observó, pero por dentro estaba de acuerdo con Mavis. “Estoy sorprendida…” dijo Reina, mirando a Mile.

Mile ladeó la cabeza. “¿Huh? ¿De qué?”

“Esperaba que comenzaras a gritar, ‘¡No podemos lastimar a la gente!’ a la ligera…”

“¿De qué estás hablando?” Mile se echó a reír. “Mi lema es: ‘¡Sin piedad para los villanos!’”

En verdad, Mile tenía una forma de pensar muy directa.

En su vida anterior, cuando la gente mostraba su buena voluntad (o al menos no una mala voluntad en particular) siempre fue tan amable como pudiera.

No se molestaba con las personas que mostraban rencor o animosidad, pero no les haría ningún favor. Y cuando se trataba de personas que querían hacerle daño, ella respondía a su vez – dentro de los límites de la ley, pero de tal manera que nunca más se atreverían a tocarla

Era una estudiante de honor atractiva y muchas personas habían intentado enredar a Misato en sus fechorías. No había tenido más remedio que idear técnicas para hacerle frente.

Claro, en este mundo había decidido vivir una vida sin las preocupaciones de su existencia anterior. Pero ella no había podido deshacerse de su antigua filosofía. No hay nada que pueda hacer con las personas malas, por lo que es mejor no preocuparse.

Eso era lo que se decía a sí misma.

Además, las ‘personas malas’ en este mundo mataban a otros sin pensarlo dos veces, por poco dinero o simplemente porque sí — y dado que las leyes eran mucho menos estrictas que las de su vida pasada, relacionado a ‘dentro de los límites de la ley’ le daba a Mile más opciones de las que tenía anteriormente. Así estaban las cosas por ahora.

De todos modos, pensó Mile, si dejas escapar a las personas malas, luego podrían matar a decenas o incluso cientos de personas inocentes en el futuro. Y ellos podrían atacar de nuevo por venganza. No solo contigo – si no también con tus aliados y amigos…

Tal resultado sería realmente lamentable, por lo que era prudente cortar esas posibilidades de raíz. Luego podrías descansar tranquilo. Sin embargo, Mile no estaba segura de si sería capaz de matar a otro humano si se trataba de eso. Por ahora, ella solo podía suponer.

“Quiero que tomemos un trabajo de escolta tan pronto como podamos,” dijo Reina. “Si actuamos como guardias, lucharemos para defender a nuestro empleador de cualquier bandido que venga a atracar y no habrá tiempo para negociar. No tendremos más remedio que enfrentarlos, nos guste o no. Si no tienen esta experiencia al menos una vez, podrían dudar cuando las ataquen repentinamente y será su muerte.”

“Eso es cierto,” dijo Mavis. “Entonces te lo dejaremos a ti.”

“Haré lo que sea que digas,” agregó Mile.

Después de una breve pausa, Pauline finalmente asintió también, luciendo algo sombría. “…Supongo que estoy de acuerdo con eso…”

Mile asumió que Pauline habría respondido felizmente, pero se detuvo por un momento, reflexionando sobre sus tres amigas. Al mirar a Reina y Mavis, se sintió un poco aliviada al ver sus caras.





¡Ah! Parece que no fui la único que lo pensó…

***

 

 

La noche siguiente, el Pacto Carmesí llegó sano y salvo a la capital y se dirigió al gremio.

Por lo menos, tenían que mostrarle a esa empleada preocupada que no habían muerto.

Cuando entraron, ella estaba en uno de los mostradores. “¡Volvimos a salvo!” Gritó Mile, agitando la mano.

Todos los reunidos en el primer piso del gremio se volvieron para verlas.

“¡Eeek!” Las cuatro chicas se asustaron al ser repentinamente el centro de atención. “¡Aha! ¡¡Todas regresaron sanas y salvas!” gritó la empleada desde el mostrador. “Ese trabajo estaba en un lugar peligroso —  justo después de que todas se fueron, algunos comerciantes fueron atacados por orcos a lo largo de ese mismo camino y estábamos demasiado preocupados. Estoy muy contenta de verlas de nuevo.”

“¿Un comerciante fue atacado por orcos?” Preguntó Reina, un poco preocupada.

La recepcionista rio suavemente. “Sí, un comerciante al que hemos estado vigilando porque tiene un historial de viajero parásito. Su grupo fue atacado por una horda de orcos mientras estaba acampando y perdió sus carruajes, bienes y todo. Uno de sus guardias resultó herido, pero parece que todo el grupo logró escapar a salvo.

“Aparentemente se quejaron de que algunos cazadores cercanos huyeron sin acudir en su ayuda, pero un cazador que no está en su nómina no tiene la obligación de ayudar. Este hombre es un delincuente conocido en lo que respecta a los parásitos. Según los cazadores que estaban sirviendo como sus guardias, para cuando fueron atacados, los otros cazadores ya habían avanzado.”

“El maestro del gremio investigaría su reclamo y advirtió que si trataban de calumniar a otros cazadores serían despojados de sus calificaciones/estatus. ¡Cuando volvió a preguntar por la verdad, entraron en pánico!”

A juzgar por la forma en que se reía, la empleada no tenía idea de que esos cazadores era el grupo de Reina.

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Las chicas se sintieron aliviadas al escuchar que la situación se resolvió sin pérdida de vidas. Lo único que dolió a Mile fue que algo pudo haberle sucedido a los caballos.

“Vale,” dijo Reina, “entreguemos esto y hagamos que alguien firme el certificado de finalización del trabajo.”

Las chicas dejaron atrás el gremio. De todos modos, solo se habían detenido allí para que todos supieran que habían vuelto.

Una vez que entregaban los lagartos, su cliente inspeccionaría los productos y decidiría una tasa de pago. Registrarían esa cantidad en el certificado de finalización del trabajo y firmarían en la parte inferior. Luego, las chicas podrían llevar el certificado de vuelta al gremio y retirar su ganancia.

Para evitar que alguien time, el gremio manejaba todo el dinero. Si no obtuvieran una firma, no entregarían el dinero.

Las otras capturas de las chicas serían inspeccionadas por los funcionarios del gremio cuando vinieran a intercambiar el certificado.


Con no menos de cinco lagartos rocosos en buenas condiciones, ganarían al menos 75 monedas pequeñas de oro — tres cuartos de su objetivo mensual.

Y tenían un montón de otras capturas almacenadas en el espacio de almacenamiento de Mile. A este ritmo, pronto podrían trasladarse a una posada con un baño.

Se pararon frente a la tienda del cliente, con una sonrisa.

“Cuando veamos al cliente, no le digan que tenemos varios lagartos rocosos. Saquemos el primero y hagamos que lo inspeccionen antes de que saquemos los otros cuatro. Y esperemos hasta que sepamos cuánto pagarán por los primeros cinco antes de informarles que tenemos aún más disponible.”

Mile inclinó la cabeza ante el pedido de Pauline, pero confiaba en Pauline cuando se trataba de asuntos de negocios al igual que confiaba en Reina cuando se trataba de la batalla y asintió en respuesta.

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