Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 2

Capitulo 13: Superar los Límites 

Parte 3

 

 

El Pacto Carmesí siguió su camino nocturno, la luz de las estrellas era su única guía.

Sin embargo, mientras se mantuvieran cerca de la carretera principal, estarían relativamente libres de obstáculos.

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“Reina, los orcos y los duendes son carnívoros, ¿verdad?”

“Son omnívoros. ¿No nos enseñaron eso en la escuela?”

“Huh. ¿Lo hicieron…?” Preguntó Mile, sonando preocupada.

Reina la golpeó en la cabeza. “¿Por qué preguntas sobre eso de la nada?”

“Bueno, estuvimos cocinando mucha carne, ¿no? Supuse que el olor llegaría bastante lejos, pero no pareció atraer a ningún monstruo, ¿verdad?”

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“¿De qué estás hablando?”

Reina parecía aturdida. Mile retrocedió tímidamente. “Por supuesto que sí.”

“Qu…” la cara de Mile se crispó.

“¿Eh?” Dijo Pauline, sorprendida, “¿No te diste cuenta, Mile? Desde el momento en que comenzamos a cocinar carne, nosotras…”

“¿Huh?”

“¿Huh?”

“…………”


“Tenemos que ser realistas con esto. Si los monstruos siguen el olor de la carne quemada, seguramente notarán el olor de los caballos, las voces de las personas y otros ruidos también. Pero sin ese olor, la posibilidad de que se den cuenta es mucho menor. Cuando cocinas carne, si eres atacado, entonces eres atacado y si no lo eres, entonces no lo eres. Simplemente depende de tu suerte.”

“Por supuesto, en nuestro caso, la suerte no fue un gran factor. Esos tipos deberían haberlo sabido mejor que nosotras. A pesar de que habíamos cocinado carne, decidieron no re-ubicar su campamento. Ellos priorizaron aprovecharse de nosotras sobre su seguridad básica. Entonces, realmente, no es asunto nuestro. Simplemente tomamos un buen descanso para comer, luego empacamos y seguimos nuevamente nuestro camino. Eso es todo,” explicó Reina, al ver la expresión tensa de Mile.

Esto puso a Mile un poco más a gusto.

“Realmente sabes muchas cosas, Reina,” bromeó Mile. “¡No puedo creer que solo eras un rango E cuando comenzaste la escuela!”

“¿Y tú no sabes muchas cosas?” Preguntó Reina rotundamente, repentinamente sin expresión.

Oops. Siento que acabo de pisar una mina…

Incluso Mile podía ver que Reina estaba claramente de mal humor.

Las cosas no mejoraron hasta que caminaron lo suficientemente lejos del mercader para instalarse en un nuevo campamento y dormir por la noche.

***

 

 

A la mañana siguiente, el Pacto Carmesí se despertó radiante y temprano para que el grupo mercante, a quien habían dejado hace mucho tiempo, no pudiera encontrarlas.

No sabían si la otra parte había salido tarde o si estaban buscando a las chicas. Pero cuando llegó el mediodía y todavía no había señales de ellos, las chicas por fin dieron un suspiro de alivio.

Salieron de la calle principal, hacia un pequeño sendero que conducía a las montañas rocosas. Durante la noche, el mal humor de Reina se apaciguó y volvió a su estado habitual.

Para pasar el tiempo mientras caminaban, Mile contó otro de sus cuentos japoneses alterados, ‘Gon, el pequeño Kobold’, y Reina volvió a preguntar: “¿Por qué nos cuentas una historia así antes de ir a cazar monstruos?”

Avanzaron hasta llegar al pie de la colina. Con la puesta de sol acercándose rápidamente, acamparon como habían planeado.

Hubiera sido agradable cazar algunos animales más pequeños para la cena, pero cazar al atardecer en un lugar desconocido podría resultar peligroso – además, difícilmente podrían arriesgarse a oler la carne nuevamente. Y así, las chicas se resignaron a una comida preservada. Otra parte de la vida como cazador.

Las comidas preservadas podrían prepararse rápidamente — especialmente para el Pacto Carmesí, que podía invocar agua caliente en un instante.

Ya habían hablado a fondo sobre los planes de caza de mañana a lo largo del camino, por lo que no había necesidad de repasarlos nuevamente. Ahora era demasiado temprano para dormir, pero no había nada más que hacer.

En momentos como este, una escena particular a menudo se desarrolla:

“¿Qué tal otra historia de la serie de mi mundo de fantasía” ¡’Los tres pequeños orcos’! ‘Seguido por ‘Kobold en calzones’!”

“¡Alto ahiiiiii!” Reina gritó, una vena sobresalía de su frente.

Mile inclinó la cabeza, preguntándose si el estado de ánimo de Reina no se había calmado después de todo.

“Dime, Mile, esto me ha estado molestando por un tiempo,” preguntó Mavis. “¿Dónde exactamente escuchaste todas esas historias?”

“También he tenido curiosidad de eso,” dijo Pauline. “Nunca antes había escuchado ninguno de estos cuentos, ¡pero todos son tan interesantes! Apuesto a que te darían un precio bastante bueno si los vendieras a un grupo teatral.”

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“¡Es un secreto familiar!” Respondió Mile con aire de suficiencia.

Antes de que saliera el sol por completo y después de un simple desayuno de galletas y sopa (o más bien, ingredientes hervidos para la sopa en agua caliente), las chicas se pusieron en marcha nuevamente. Planearon comenzar temprano y cazar hasta la hora del almuerzo.

Dependiendo de lo bien que vayan las cosas, volverían mañana o pasado mañana. Durante el día, no perderían el tiempo cocinando. Si ellas quisieran, podrían tener una comida tranquila por la noche, cuando es demasiado oscuro para cazar.

Las lagartos rocosos vivían un poco más arriba, por lo que las chicas subieron a la montaña, teniendo una vista cercana de su entorno.

Cazaron conejos rocosos y otras criaturas que se cruzaban en el camino, eso duplicaba la práctica para Pauline y Reina. Mile guardó su presa en su Botín, pretendiendo usar magia de almacenamiento.

Ellas reservaron la mayoría de su fuerza para lo que venían a atrapar. Para evitar agotar su poder mágico, simplemente usaron los hechizos más débiles y recuperaron rápido su energía.

“¡Mavis, adelante a tu izquierda! ¡Hay un lobo rocoso!”

“¡Estoy en eso!”

Los lobos rocosos raramente cazaban en manadas. Cuando apareció la figura solitaria, Mavis escuchó el grito de Mile y saltó, cortando al lobo por la mitad con un golpe de su espada.

“Uh..”

“¡Mavis! ¡¿No te dije que las pieles de los lobos rocosos se venden muy bien?! ¡Si los cortas de esa manera su precio se reducirá!” gritó Pauline, cuyo vigor salía cuando se hablaba de sus finanzas.

“L-lo siento. E-el filo de esta espada realmente es asombroso… me recuerda a cuando solía ver a mi hermano mayor practicar…” murmuró Mavis, sintiendo que la sangre le subía a la cabeza.

Había un extraño tono sofocante en su voz, el tipo de tono que tendría una mujer joven enamorada

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“¡M-Mavis, detente! ¡Esa forma solo está para compensar tu falta de fuerza actual! ¡Si confías en el poder de la espada, te engañarás pensando que es tuyo!” Dijo Mile con voz nerviosa. También había sido fascinada por el movimiento de la espada.

“Ya lo sé. Y si soy débil sin esta espada, entonces no tengo valor como caballero. El poder no tiene sentido si no lo poseo yo misma. Ya sé eso. No te preocupes.”

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Mile dio un suspiro de alivio. Mavis seguía siendo Mavis, después de todo. “Reina, ¿puedo preguntarte algo?”

“¿Que sucede?”

“Conejos rocosos, lobos rocosos y serpientes rocosos, etc., ¿por qué tienen nombres tan poco creativos?”

¡¿¡¿Cómo podría saberlo?!?!

Reina siempre parece estar gritando en estos días, pensó Mile. “Ahí está.”

Mavis, la más alta y caminando al frente del grupo, fue la primera en detectar a su presa.

Todas siguieron su mirada para ver el bulto masivo de un lagarto rocoso. Parecía que estaba durmiendo pacíficamente – tal vez tomaba el sol, ya que era temprano en la mañana y el aire aún no era cálido.

“Unos tres metros de largo… este es pequeño, pero un lagarto es un lagarto. Si podemos atraparlo, no volveremos con las manos vacías. Atrapémoslo.”

Las otras tres asintieron.

Aunque era pequeño para ser un lagarto, tres metros eran aproximadamente el doble de largo de la altura de Mile.

Probablemente pesaba diez veces más que ella y sería imposible de transportar sin un carruaje. Incluso con la magia de almacenamiento, tendría suerte de acomodar solo a una de esas criaturas.

Pero con un lagarto no ganarías lo suficiente cuando se tienen en cuenta sus números, el tiempo que pasaron y la distancia que recorrieron. Sin las absurdas habilidades de almacenamiento de Mile, este trabajo no valdría la pena. No sorprende que el trabajo todavía estuviera allí cuando el Pacto Carmesí lo encontró.

Llamar a un lagarto rocoso un ‘lagarto’ no daba una impresión particular de fuerza, pero básicamente era un cocodrilo terrestre.

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Tenía una piel gruesa y una boca enorme llena de dientes afilados. Fácilmente podría ser superado por un humano corriendo a toda velocidad, pero demostraba ser bastante ágil cuando se trataba de la batalla, con sus rápidos mordiscos y el látigo rápido de su cola.

Incluso el cazador adulto más fuerte no podría resistir las mandíbulas aplastantes de un lagarto y recibir un golpe de esa cola, ni siquiera la armadura de cuero te protegería de romperte un par de huesos.

Particularmente preocupante era la formulación de la solicitud de trabajo.

Recolección de espécimen.

Como el mismo nombre indicaba, los lagartos rocosos vivían en lugares rocosos, por lo que las solicitudes de exterminio eran muy pocas. Lo más difícil de los trabajos — como este — era la recolección.

La carne de los lagartos rocosos era comestible y sus hígados podían usarse con fines medicinales. Sus garras y dientes eran utilizados para fabricar armas y herramientas artesanales.

Su piel podría usarse para armaduras, botas y más. Era esencial evitar dañar al lagarto en la caza, por lo que estar a la defensiva y lanzar magia estaba fuera de discusión.

“Mavis, ¿lo tienes?”

“¡Sí! ¡Déjamelo a mí!”

Aunque Mavis intentaba actuar con normalidad, su corazón ya se había vuelto loco. Con su amada espada – que no se rompería, doblaría ni astillaría sin importar cuán fuerte la blandiera – su tiempo para brillar finalmente había llegado, ¿cómo podría no sentir la adrenalina?

“… ¡Máximum Freeze!”

Pauline había comenzado su encantamiento antes de tiempo y lanzó su hechizo con estas últimas palabras.

Debido a que no era el tipo de hechizo llamativo que enviaba un proyectil volando hacia el enemigo, el lagarto rocoso no se dio cuenta de que estaba bajo ataque. Pero sí cambió su peso, incómodo por la repentina caída de temperatura.

“¡Icicle Javelin!”

Reina dejó de atacar. No era su especialidad, pero eso no podía evitarse. Quemar al lagarto haría que el precio se desplomara.

El hechizo de hielo voló hacia el cuello de la criatura donde, si incluso dañara el cuerpo, no afectaría en gran medida su retorno. El carámbano conjurado rebotó en la gruesa piel del lagarto.

“Que diab-…?”

Incluso si no era su fuerte, Reina tenía un dominio decente de la magia del hielo. Junto con su poder y precisión habitual, el ataque debería causar un daño considerable.

Ella se sorprendió. Pero, al considerar el asunto, se dio cuenta de que era de esperar. Sería impensable que una piel utilizada para hacer armaduras se perforara tan fácilmente.

Reina preparó su próximo hechizo. Pauline estaba en medio de su segundo encantamiento.

“¡Ahora!” Gritó Mavis.

“¡Muy bien!” Gritó Mile, saltando hacia el lagarto. Esta vez, Mile también pelearía como espadachín.

Si usara su magia, el lagarto probablemente terminaría sin valor. Esa era la opinión de la mayoría – y dado que había sido la ‘mayoría’ de un grupo de cuatro personas, significaba que todas, excepto Mile, habían estado de acuerdo.

El lagarto, recostado en el sol, se dio cuenta de sus oponentes en el momento en que golpeó el carámbano. Tomó una postura de combate. Al ver a Mile y Mavis avanzando con las espadas desenvainadas, el lagarto comenzó a moverse, pero su progreso fue lento e incómodo.

Los lagartos rocosos no eran rápidos dejando de lado sus ataques, pero este parecía especialmente lento.

¿Está funcionando el plan de Mile? Mavis se preguntó mientras corría hacia adelante.

‘En lugar de lanzar un ataque directo, deberíamos enfriarlo para paralizar sus movimientos.’ Honestamente, ¿cómo se le ocurren estas cosas a Mile?

Reina y Pauline mantenían su enfoque en el lanzamiento de hechizos, pero seguramente el pensamiento se cruzó por sus mentes.

Mavis apuntó al cuello para evitar dañar el cuerpo tanto como fuera posible. Mientras se centrara en el cuello, piernas o cola, no sería un gran problema.

Sin embargo, golpear en cualquier lugar que no sea el cuello solo haría que luche más violentamente. Su cuello era el único blanco viable.

Mavis levantó su espada para atacar, cuando de repente fue envestida por la cola del lagarto, moviéndose mucho más rápido de lo que había previsto.

“¡Argh!”

En pánico, Mavis intentó bloquearlo con su espada, pero no fue suficiente. El poderoso golpe la envió volando.


Las demás no podían preocuparse por Mavis. Eso tendría que esperar hasta el golpe final. “¡¡¡Idiota!!!”

Mile apuntó hacia el cuello de la lagartija y la cola también voló hacia ella.

Esto no debería ser un gran prob-

Si realmente tenía la mitad de la fuerza de un dragón antiguo, Mile debería haber sido capaz de detener la cola del lagarto rocoso con una mano, pero cuando trató de hacer eso, salió volando espectacularmente por el aire. Tal como lo había hecho Mavis.

“… ¿Eh?”

“¡¡¡MIIILE!!!”

Gritó Reina. Mile fue arrojada a un acantilado a casi diez metros de distancia. A diferencia de Mavis, quien fue arrojada al suelo, Mile parecía haber sufrido mucho daño.

Reina se lanzó — no hacia Mile, sino hacia el lagarto rocoso.

En el momento en que Mavis fue arrojada al suelo, Pauline se movió para ofrecer su magia curativa. Ahora, ella corría hacia Mile.

¡¡No!! ¡No puedo perder a una amiga! ¡¡’No no no no no no no no nooooo!!!

Reina recitó un hechizo, las lágrimas corrían por su rostro.

“¡Oh furiosas llamas de las profundidades! ¡Consume a mi enemigo y calcina hasta sus huesos!”

Una llama carmesí azotó, envolviendo al lagarto. “¡¡¡Mile!!!”

Ignorando al lagarto que se sacudía en las llamas, Reina corrió al lado de Mile, solo para encontrarla sonriendo tímidamente y Pauline parada a su lado, boquiabierta.

“¿C-cómo e-…?”

Reina estaba completamente aturdida. Mile parecía estar completamente ilesa.

Mavis cojeó y se frotó el costado donde el lagarto la golpeó. De alguna manera, al desviar la cola con su espada, había evitado que la matara. Y ya que voló en el momento en que fue golpeada, tampoco se había roto ningún hueso. Gracias al hechizo de curación de Pauline, parecía que ya se estaba recuperando.

“… ¿Secreto familiar?”

“¡¡¡MENTIROSAAAAAA!!!”

Naturalmente, ninguna de ellas creyó la explicación de Mile. Detrás de ellas, el lagarto rocoso se quemaba.

***

 

 

“¡Vale, reunión de emergencia!”

Como siempre, era Reina quien iniciaba. Ya se había secado las lágrimas.

Inicialmente, ellas pensaron en no cocinar hasta la cena. Sin embargo, necesitaban un descanso después de la batalla y en frente de ellas estaba un sabroso lagarto, cocinado a la perfección.

“Antes que todo, debemos discutir las fallas del plan de Mile,” dijo Reina. “el plan ‘los lagartos son más lentos cuando están fríos’. Aunque ciertamente tenía cierto efecto, la fuerza explosiva de su cola no fue afectada.”

Mile retrocedió. “L-lo siento. Se supone que eso afecta a los reptiles…”

“No hay necesidad de disculparse,” dijo Reina. “Sabíamos desde el principio que si ese plan funcionaba, sería un regalo del cielo. Es posible que tal vez no lo hayamos congelado lo suficiente. De todos modos, omitamos un poco eso la próxima vez. Pauline, deberías usar un hechizo diferente.

“¡Claro!” Pauline estuvo de acuerdo, asintiendo.

“El problema no es cómo derribar una de esas cosas sin dañar su cuerpo, sino que también como esquivar los ataques de su cola – que son mucho más rápidos y fuertes de lo que pensábamos.”

Simplemente derrotar a la criatura sería una pequeña hazaña para el Pacto Carmesí, pero el problema era cómo matarlo sin dañar la piel o la carne.

Gracias a que quemaron al lagarto anterior, su valor ahora era casi nada, por lo que las chicas tomaron la decisión de ni siquiera intentar venderlo. En cambio, lo comerían ellas mismas

Reina, que había lanzado el hechizo final, no podía ser culpada por esto. Y todavía había muchos lagartos para cazar, así que nadie se preocupó por eso

“Um … Entonces, ¿no sería mejor cortar la cola primero?”

“Desafortunadamente no es tan simple…”

“¡Yo lo haré!,” dijo Mile. “¿Qué…?”

Reina tenía dudas.

“No importa cuán rápida y fuerte seas… ¿es realmente seguro?”

“Si. Probablemente.”

“………

“Muy bien. Comencemos con eso la próxima vez. Sin embargo, si comienza a ponerse peligroso, retrocede de inmediato. No es que no tengamos otras opciones… ahora que lo pienso, Mile, todavía nos debes una explicación. ¿Por qué no te lastimaste?”

“¿S-secreto familiar?”

“¡¿PODRÍAS DEJAR YA ESO?!”

Al final, Mile explicó que su espada cortó parte del poder del golpe del lagarto y que ella había volado por su propia cuenta. Era bastante ligera y como la cola no rompió sus huesos, cuando aterrizó pudo usar la magia de viento para amortiguar su impacto.

Afortunadamente, Mavis, que había sido la más cercana, estaba preocupada por sus propios problemas, por lo que no pudo ver a Mile de cerca

Mile ya había averiguado por qué la refutaron tan fácilmente, en contra de sus propias expectativas. No importa cuán fuerte sea, no había forma de que una chica que pesaba 40 kilogramos pudiera absorber tanta energía cinética y mantenerse firme.

Si el golpe llegaba desde arriba, ella podría resistirlo. Sin embargo, si venía desde el costado o desde abajo, ninguna cantidad de fuerza física podría impedirle volar, incluso si no estuviera lastimada.

“Pero lo hicimos fatal,” dijo Reina, “ustedes dos lograron evitar heridas graves mientras se enfrentaban a un lagarto rocoso, una criatura que un grupo promedio de cazadores de rango C no podrían derribar ilesos. Tal vez nos dejamos llevar por minimizar las heridas al lagarto…”

Los otras tres asintieron mansamente.

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Habiendo cubierto todo lo que había que discutir, las chicas se pusieron a trabajar manejando el montón de carne de lagarto.

Gracias al tiempo dentro de la vorágine de la magia de fuego más feroz de Reina, el exterior del lagarto estaba en un estado lamentable, negro y ceniciento.

Sin embargo, las intensas llamas no habían llegado hasta dentro, por lo que una vez que se quitaron las partes externas, había mucha carne que apenas se había cocinado.

Ahora que tenían la oportunidad, tomaron algunos de los cortes de carne más delicados y los asaron sobre una llama suave.

Mile decidió comer la suya rara (medio cocinado), como solía hacer. En verdad, aunque la madre de Mile en su vida pasada no era una cocinera particularmente mala, era el tipo de persona que siempre cocinaba carne bien hecha.

Ella provenía de una familia antigua y probablemente heredó la técnica de cuando era peligroso comer carne rara. De todos modos, no importa de cuán alta calidad sea la carne, ella siempre la cocinó en exceso hasta que hasta el último trozo terminara gomoso y seco.

Debido a que Misato, la yo anterior de Mile, había comido de esa manera toda su vida, asumió que así era como debía ser. Venir a este mundo y experimentar la deliciosa ternura de un raro corte de carne le había abierto los ojos.

Aunque la conservación de los alimentos en este mundo era muy inferior al de la Tierra, el tiempo entre el sacrificio y la mesa también era mucho más corto.

Más que eso, Mile era consciente de la fuerza de su cuerpo y no se preocupaba por trivialidades como la intoxicación alimentaria. Comer la carne rara sacaba el mejor sabor, así que eso es lo que le gustaba.

Incluso si ella comiera algo malo, mientras tuviera magia curativa, podría sobrevivir. Por supuesto, ella todavía estaba pendiente de cualquier cosa que aún no estuviera pálida o azul — que era solo carne cruda. Pero el lagarto rocoso, cocinado raro, a menudo se veía así.

A primera vista, parecía que solo el exterior estaba cocinado y el interior todavía estaba crudo. Sin embargo —algo así como el atún asado— el calor se transmitía, calentando la carne y permitiendo que la grasa se derrita en la lengua, dejando un sabor salado persistente.

El único condimento aquí era sal de roca, rociada justo antes de asar. No era como cuando se va a una tienda en Japón y compras carne rara, solo para recibir algo que estaba crudo, todavía frío y que goteaba sangre y jugos.

Mile cortó un trozo de carne del tamaño de un bocado y se lo colocó suavemente en la boca, masticando.

“¡D-delicioso!” Exclamó ella.

Si coges pollo de muy alta calidad y lo haces un poco más cocido… Sí, tenía la misma calidad de una pechuga de pollo, con casi el mismo sabor neutro. Sin embargo, solo una pizca de la nitidez de la sal de roca sacaba un sabor realmente delicioso e indescriptible.

La mayor parte del sabor de la carne proviene de su composición grasosa, pero, aunque el lagarto rocoso no tenía ninguna grasa obvia —como el filete de res — aun así, se derretía en la lengua.

Y con tanto sabor… No era de extrañar que fuera una presa tan valiosa, desde su rico cuero hasta su carne.

“Esto es delicioso.”

“Sí, está muy bueno…”

Uno pensaría que Mavis está acostumbrada a comer comidas deliciosas, pero, al igual que la mayoría de los nobles, la familia de Mavis nunca serviría monstruos en su mesa.

De todos modos, en lo que respecta a Mavis, no había mejor especia que matar algo con tus propias manos y disfrutarlo con sus amigas.

Al final, las cuatro decidieron sacar algo más del almacenamiento y asar más. Después de eso, se decidieron por un nuevo plan y la magia que Pauline usaría ahora. Luego partieron de nuevo.

Sus expresiones tenían determinación. La conversación, la comida y el descanso posterior las había preparado para cazar nuevamente.

Continuaron con su búsqueda, atrapando conejos rocosos en el camino. “Ahí está.”

Una vez más, Mavis fue la primera en detectar al lagarto rocosos. Este era más grande que el primero, no menos de cuatro metros de largo

“Vamos a hacerlo.”

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Reina y Pauline comenzaron a recitar sus hechizos.

Mile y Mavis desenvainaron sus espadas y se prepararon para atacar. “¡Condensation!”

“¡Freeze!”

Mientras pronunciaban las últimas palabras, los hechizos salieron volando.

Reina hizo que aparecieran gotas de agua alrededor del lagarto, empapando el cuerpo de la criatura y el aire de su contorno. La magia de Pauline hizo que esa misma agua se congelara.

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