Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 8

Capitulo 1: Gilulu El Toto

Parte 1

Esas dos mujeres visitaron la casa del Fa el día 20 del mes azul, cuatro días después de que la muerte de Tei Suun pusiera fin a toda la cadena de incidentes.

“¿Están Asuta o Ai Fa? Somos nosotros, Ama Min Rutim y Rimee Ruu”.

Acababa de regresar del trabajo en la ciudad de correos y había ido a buscar mi cuchillo de verduras para prepararme para mañana. Hoy, Li Sudra se dirigió directamente a casa y las mujeres del vecindario no se habían presentado a las lecciones de cocina, por lo que estaba solo en la casa.

“Ah, sí, espera un momento”.

Dejé mi cuchillo y el aria sobre la tabla de cortar, luego me puse de pie rápidamente.

Ama Min Rutim y Rimee Ruu formaron una pareja un poco inusual, pero no veía ninguna razón para sentirme preocupado en lo más mínimo. Y entonces abrí la puerta con indiferencia… y grité: “¡Gyah!” antes de caer sobre mi trasero.

“¿Estás bien, Asuta?” Preguntó Ama Min Rutim, sonando preocupada. “¡Ahaha! ¡Qué tonto!” Rimee Ruu se rio.

Entre los dos había una figura enorme: un pájaro toto gigante, del tipo que estaba acostumbrado a ver en la ciudad de correos.

“¿Q-Q-Q-Qué está pasando? ¿Qué están haciendo este toto aquí en el borde del bosque?”

“Sí, bueno, tomaría un tiempo explicar todo, pero los hombres Sauti lo capturaron en el bosque”, respondió Ama Min Rutim con una reverencia de disculpa hacia mí. “Deberíamos haberlo mencionado de inmediato. Sin embargo, no esperaba que estuvieras tan sorprendido… Mis más sinceras disculpas”.

“N-No, lamento ser tan cobarde allí”.

Eso es lo que dije, pero me imagino que cualquiera se daría un vuelco al encontrar de repente algo así esperando fuera de su puerta.

Los totos eran pájaros enormes que medían alrededor de tres metros de altura, lo que los hacía algunos tamaños más grandes que incluso un avestruz. También tenían la forma de avestruces, pero todo su cuerpo estaba cubierto de un plumaje marrón oscuro. Y tenían cuerpos elípticos, cuellos largos como Nessie, dos piernas fornidas y garras que se clavaban firmemente en la tierra.

Esta bestia era significativamente más grande que un avestruz, por lo que era una presencia realmente imponente. Debía pesar más de 200 kilos, como mínimo.

Estaba acostumbrado a ver totos en la ciudad de correos a diario, pero aun así fue impresionante ver uno de cerca así. Si pateaba a una persona con una de esas piernas fornidas, podría derribarla fácilmente con un solo golpe.

Y, sin embargo, Ama Min Rutim estaba parada allí perfectamente tranquila junto al enorme pájaro. Había una brida de cuero alrededor del pico y el cuello de los totos, y los gráciles dedos de la mujer se aferraron a la punta.

“¡¿No es esto asombroso?! ¡Es un toto! ¡Un toto! ¡Esta es la primera vez que puedo tocar uno!” Rimee Ruu declaró emocionada mientras abrazaba al pájaro con fuerza alrededor de su muslo derecho. Luego, frotó su mejilla contra su plumaje marrón oscuro, solo para que yo gritara presa del pánico: “¡Ah, eso es peligroso, Rimee Ruu!”

“Está bien. Aparentemente los totos son animales bastante dóciles, por lo que no se volverán locos mientras no intentes hacerles daño”, intervino Ama Min Rutim con su habitual sonrisa relajada.

Habían pasado unos diez días desde la última vez que la vi, pero seguía siendo tan amable, esbelta y bonita como siempre. Llevaba su cabello castaño oscuro en un estilo corto atrevido que era raro de ver en el borde del bosque, y su cuerpo delgado estaba vestido con un atuendo de una sola pieza, prueba de que estaba casada. Después de todo, era la joven esposa de mi querido amigo Gazraan Rutim.

Luego estaba Rimee Ruu, que estaba tan llena de energía como siempre. Tenía una sonrisa completamente despreocupada en su rostro, y su cabello rojizo parecía aún más esponjoso que las plumas de los totos.

Y llevaba un vestido de un solo hombro hecho para niños, que cubría su diminuto cuerpecito que parecía tener menos masa total que una sola de las patas del gran pájaro.

“Entonces, ¿qué está pasando aquí, de todos modos…? Quiero decir, ustedes dos vinieron aquí a la casa del Fa junto con un totos descubierto por el clan Sauti. No tengo mucha imaginación, así que ni siquiera puedo empezar a adivinar qué trajo las cosas a este punto”.

“Sí, bueno, estamos asumiendo que este totos es un sobreviviente de los que esos habitantes dejaron sueltos en el borde del bosque hace cinco días. Los hombres Sauti lo capturaron mientras cazaban, pero no tenían idea de qué hacer con él, así que lo llevaron al asentamiento de Rutim”.

Ya veo. Esa caravana de mercaderes falsos de Kamyua Yoshu había traído alrededor de  diez totos, pero solo trajeron dos con ellos. Eso explicaría por qué los totos encontrados vagando por el bosque habían venido con una brida ya atada.

Sin embargo, todavía había más cosas que no entendía. Para empezar,

¿por qué los Sauti acudieron a los Rutim en busca de ayuda?

“Los Rutim ya tenían un acuerdo para enseñar a los Sauti cómo sangrar y diseccionar giba. Eso había sido pospuesto debido a toda la conmoción después de la reunión de jefes de clan, pero Dari Sauti ya había venido personalmente a visitar nuestro asentamiento hoy”.

“Ah, ¿entonces ya está recuperado?”

“Si. Necesitaba hablar con Donda Ruu sobre la próxima discusión con los nobles de Genos, por lo que le preguntó si podía quedarse en el asentamiento de Rutim por el momento para cumplir esa promesa también”.

El clan Sauti había mantenido cuidadosamente una postura neutral cuando se trataba de hacer negocios en la ciudad de correos, pero parecían bastante interesados en la idea de una comida deliciosa.

Y entonces, deben haber solicitado comenzar por aprender la sangría y la disección lo antes posible. No estaba muy seguro de si habían elegido a los Rutim en lugar de los Ruu porque no querían imponerse a otro de los clanes líderes, o porque Dari Sauti y Gazraan Rutim se habían llevado bien.

En cualquier caso, ambos clanes vivían lejos del asentamiento de Sauti.

Dado que estaban en el extremo sur del borde del bosque, les llevaría alrededor de dos horas caminar. Por eso Gazraan Rutim había sugerido que los clanes que estaban tan separados intercambiaran a sus hombres temporalmente. Entonces no habría ningún cambio en el número de cazadores disponibles para cada clan, y podrían aprender de manera eficiente las técnicas de disección y derramamiento de sangre.

“Y se decidió que sería mejor escuchar también la opinión de Donda Ruu sobre qué hacer con estos totos, así que me dirigí al asentamiento de Ruu en lugar de los hombres, que todavía tenían trabajo de caza que ocuparse, pero …”

“Papá Donda se enojó mucho y dijo ‘¿Qué me importa?’ ¿No es eso horrible? No es que Ama Min Rutim haya hecho algo malo”.

Donda Ruu también debe haber estado nerviosa ahora. Después de todo, se reuniría con personas influyentes del castillo de Genos en solo unos días.

Originalmente, la discusión estaba programada para el día 23 del mes azul. Sin embargo, ayer eso fue revisado al 30. Y ya no serían solo los tres jefes principales del clan y Cyclaeus, ya que el capitán de la guardia ducal Melfried y el guardaespaldas Kamyua Yoshu también se unirían. Le había hecho esa propuesta a ese distante conocido mío, y efectivamente él terminó viéndolo a través.

Cyclaeus había pasado por alto las fechorías del clan Suun y se sospechaba que había echado una mano en sus fechorías. Kamyua Yoshu nos había dicho que para demostrar eso, Melfried había engañado a la gente del borde del bosque y le había tendido una trampa a Zattsu Suun.

Sin embargo, si eso era cierto, entonces no había razón para la hostilidad entre la gente del borde del bosque y Melfried. Tendría mucho más sentido para ellos unirse de ahora en adelante para hacer frente al traicionero Cyclaeus.

O al menos, eso era lo que le había propuesto al cómplice de Melfried, Kamyua Yoshu.

A su vez, eso llevó a Kamyua Yoshu a hablar con los tres líderes principales del clan. Por supuesto, ya les había transmitido lo que me había dicho el otro día. Y así, eran conscientes de que no era el señor de Genos quien era su enemigo, sino su apoderado, Cyclaeus.

Con eso, la ira de los líderes del clan líder hacia Melfried y Kamyua Yoshu por engañarlos disminuyó, al menos por el momento. Sin embargo, la situación no iba a mejorar hasta que Cyclaeus fuera derribado. Después de todo, todavía no se había retractado de su declaración de que todos los miembros del clan Suun deberían ser entregados al castillo.

Los criminales Zattsu y Tei Suun ya habían fallecido. Entonces, ¿por qué Cyclaeus insistió tanto en ponerse en contacto con los miembros de Suun a pesar de eso?

Sinceramente, no lo sabía, pero no había forma de que pudiéramos aceptarlo. El ex jefe del clan, Zuuro Suun, estaba esperando el juicio en el borde del bosque, y Diga y Doddo estaban siendo tratados más o menos como prisioneros después de su fuga, pero el resto de los ex miembros del clan se esforzaban al máximo por vivir una vida adecuada día tras día.

Lo primero es ver si las excusas del lado de Melfried son válidas y, si lo son, tendremos que darlo todo para exponer los antiguos crímenes de Cyclaeus. Sin embargo, mientras eso no suceda, Genos y el borde del bosque nunca estarán realmente de acuerdo.

En otras palabras, Donda Ruu y los demás se enfrentaban a la próxima reunión con Cyclaeus, con el peso del futuro del borde del bosque sobre sus hombros. Por lo tanto, no fue una sorpresa que alguno de ellos se sintiera nervioso. Después de todo, no tenían exactamente el tiempo para averiguar qué hacer con un toto perdido en este momento, de todos modos.

Gracias a todo eso, pude entender cómo se habían desarrollado las cosas, al menos el 80% del camino. Solo me quedaba una pregunta.

“Entonces… ¿Por qué trajiste este toto aquí a la casa del Fa?” Intenté preguntarle a Rimee Ruu.

Sin embargo, la niña simplemente respondió, “No sé”, con un movimiento de cabeza.

“¿’No sé’…? Entonces, ¿qué estás haciendo aquí, Rimee Ruu?”

“No tenía trabajo, así que seguí con Ama Min Rutim. ¡Ha pasado un tiempo desde que vi Ai Fa, después de todo! Hey, ¿por qué papá Donda dijo que trajeran este toto aquí?” Preguntó Rimee Ruu, sus brillantes ojos azules ahora mirando a Ama Min Rutim.

“Um…” la joven vaciló, lo cual era raro para ella. “Verás… Dijo que el chef del clan Fa probablemente estaría encantado de arrancarle las plumas y preparar su carne… Eso fue lo que me dijeron”.

“¿Huh? ¿Dijo que comiera este toto?” Pregunté, mirando al enorme pájaro en cuestión.

Desde muy arriba, el toto inclinaba la cabeza y me lanzaba una mirada en blanco.

Su rostro era bastante pequeño en comparación con su enorme cuerpo, pero todavía tenía aproximadamente el mismo tamaño que el de un humano. Su pico curvo estaba un poco inclinado hacia abajo y parecía enorme e intimidante, pero el pájaro tenía una cara sorprendentemente tonta en general. Sus grandes ojos negros tenían largas pestañas que le daban una especie de aspecto somnoliento como un camello o una jirafa.

“Quiero decir, he preparado pájaros pequeños antes, pero probablemente sería difícil manejar uno tan grande… Es incluso más grande que un giba, ¿no?” Murmuré, luego miré hacia abajo para encontrar a Rimee Ruu aferrada a la pierna de los totos de nuevo.

Esos grandes ojos azules que acababan de mirar a Ama Min Rutim ahora me miraban y estaban llenos de lágrimas.

“¿Vas a comer este toto…?”

“¿Huh?”

“Asuta, ¿te lo vas a comer?”

Claramente estaba a punto de romper a sollozar.

Sin palabras, me di la vuelta para enfrentar a Ama Min Rutim, pero ella también se veía preocupada cuando preguntó: “¿Qué debemos hacer…?”

Quiero decir, este era precisamente el momento para un poco de educación dietética. Y, sin embargo, no era lo suficientemente fuerte para decir algo como: “¡No pasa nada con comer giba, pero me siento mal por un toto!”

“Umm, si este toto originalmente pertenecían a personas del castillo, probablemente sería malo simplemente ir y comerlo. Puedo ponerme en contacto con Kamyua Yoshu una vez que esté en la ciudad, así que ¿qué tal si se lo entrego a él?”

“Ya veo. Eso ciertamente suena como el curso de acción correcto”, dijo Ama Min Rutim con un suspiro de alivio.

Sin embargo, Rimee Ruu todavía parecía que estaba a punto de romper a llorar.

“¿Vas a devolver al toto a la ciudad…?”

“¿Eh? Quiero decir, no podemos mantenerlo exactamente aquí en el borde del bosque, ¿verdad? Considerando lo grande que es, el costo de la comida por sí solo terminaría siendo enorme”.

“Sí, y no podemos dejarlo vivir aquí sin el permiso de los líderes del clan”.

Con esas palabras mías y de Ama Min Rutim, la presa finalmente estalló y las lágrimas de Rimee Ruu brotaron.

Todo lo que quedaba por hacer en ese momento era que yo y la joven esposa compartiéramos una mirada y cada uno suspirara profundamente.