Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 3

Capitulo 10: Torres de Plata

“Por cierto, ¿cómo viviste hasta ahora?”

En medio del viaje en el cielo, de repente a Mira se le ocurrió una pregunta que le lanzó a Aizenphard. Cuando se trataba de un juego, no había ninguna explicación con respecto a dicha información de fondo, una invocación apareció cuando fue hecha y  desapareció cuando fue despedida, eso fue todo. Sin embargo, ahora que el mundo se hizo realidad, no era tan simple. Todos tenían sus propias vidas. Y Mira encontró interés en las vidas desconocidas de sus camaradas.

“Por supuesto, en el Pueblo Dragón, vivía junto con mis compañeros y camaradas. El método de transformación humana es algo que aprendí allí. Escuché que es posible restringir la fuerza mejor con ella que con la apariencia de dragón. Aparentemente se llama conservación de energía.”

“Hooh, es así. En Pueblo Dragón, la transformación humana…”

Mira se centró en los dos términos con los que no estaba familiarizada. Primero, no había un nombre como Pueblo Dragón cuando era un juego. Sin embargo, fue posible imaginarlo en base a lo que dijo. Seguramente estaba lleno de dragones. Sin embargo, el Método de Transformación Humana fue algo completamente diferente. Aunque su efecto fue tal como lo había visto, no tenía absolutamente ningún recuerdo del hechizo en sí. Si lo supiera, no se sorprendería tanto cuando Aizenphard de repente se transformara en humano.

“Um, ¿de quién aprendiste ese Método de Transformación Humana?”

Basado en el efecto de la transformación, se sentía cerca de la Asimilación, pero el problema era la aptitud y el hecho de que el hechicero era un dragón. En primer lugar, los nueve tipos actuales de hechicería eran algo que solo los humanoides podían usar.

Los humanoides señalaron a razas como los humanos, Meowfolk y Elfos que eran parte de la humanidad. Incluso personas como Cleos, cuyo padre era un Espíritu y era de sangre mixta, tenían la posibilidad de mostrar una aptitud.

Por otro lado había monstruos, espíritus, dragones y demonios. Además de varias otras existencias que mostraban inteligencia, pero todos poseían sus tipos únicos de magia. En cuyo caso, lo único en lo que podía pensar era en un hechizo específico de los dragones, pero Mira no tenía ningún conocimiento de dragones capaces de convertirse en humanos.

Era seguro pensar que se había desarrollado recientemente durante estos treinta años, pero a Mira le interesaba más esta existencia que le enseñó el hechizo.

“Eso fue… hace bastante tiempo. Una mujer humana apareció de repente en el Pueblo de los Dragones. Olvidé su nombre, pero no tenía miedo incluso después de vernos y vivió con nosotros durante algún tiempo. Finalmente comenzamos a hablar a menudo.”

Según Aizenphard, esta persona le enseñó el [Método de Transformación Humana].

Todo comenzó cuando Aizenphard se quejó a la mujer de que los dragones habían cazado a todas las presas en los alrededores y se enfrentaban a una escasez de alimentos.

Después de que esta mujer escuchó sus quejas, dijo que es la era de la conservación de energía y explicó que hay una manera de vivir con una cantidad mucho menor de alimentos necesarios. Fue para vivir en forma humana en lugar de la de un enorme dragón para restringir el consumo.

Aunque no entendieron lo que significaba conservación de energía, no solo Aizenphard sino también sus compañeros dragones estuvieron de acuerdo con eso.

Como resultado, aunque su poder disminuyó en la forma humana, también lo hizo el consumo de energía y aparentemente su escasez de alimentos se resolvió.

“Ya veo, mm…”

Después de que Mira terminó de escuchar la historia de Aizenphard, comenzó a pensar en esa mujer. Basándose en las palabras “conservación de energía”, supuso que había una alta posibilidad de que fuera un ex jugador.

Y especuló que, dado que la mujer era humana, también lo era la escuela de hechizos que usaba. Pero el problema era que Aizenphard, que no debería ser capaz de usar hechizos normales, logró usarlo. Una cosa era si se trataba de una habilidad especial de los dragones y otras criaturas similares, pero eso no era algo que un humano debería poder enseñarles.

O esa mujer desarrolló un hechizo que también podría ser utilizado por los dragones, o tal vez conocía una habilidad que solo los dragones podían usar… Además, existía la posibilidad de que no fuera ninguno de ellos y algo completamente diferente.

En cualquier caso, era seguro que ella conocía técnicas completamente desconocidas para Mira.

(“Veamos, ese es otro misterio, mm.”)

¿Cuánto va a evolucionar este mundo? El corazón de Mira se aceleró al pensar en las técnicas que aún no había visto.

“Después de eso, he estado viajando por pueblos humanos para buscar a madre, ya que madre no me llamó.”

“Ungh… lo siento por eso.”

Parecía que ella también hizo que Aizenphard se preocupara, Mira gimió y se disculpó. “Todo está bien. Ahora te estoy viendo. ¿Dónde estabas, madre?”

Aizenphard preguntó con ansiedad en su voz, para Mira era una pregunta que no podía responder. Después de todo, para ella, cuando terminó la edición de personaje, de repente habían pasado treinta años.

“Honestamente, ni yo lo sé bien. Antes de darme cuenta pasaron treinta años.”

Sin nada más que decir, habló mientras lo recordaba. Al escuchar esta respuesta, Aizenphard inclinó la cabeza y “eso es algo misterioso”, respondió y comenzó a gruñir. Para él era importante verla ahora, y los treinta años que no pudo verla ya no importaban.

Mientras escuchaba el sonido de Aizenphard cortando el viento, Mira observo al horizonte y comenzó a pensar si sería mejor si también saludaba a otras invocaciones.

Desde la ciudad capital, el Lago Lunático, hasta Cuerno de Plata, fue un viaje de dos días en carruaje, pero para el Dragón Imperial Aizenphard solo tomó un poco más de dos horas incluso a la velocidad actual.

Proyectando una sombra cerca de Cuerno de Plata, el Dragón Imperial apuntó a un espacio abierto dentro del bosque y descendió lentamente. El vendaval que se extendió como olas golpeó los árboles en el bosque, haciendo que innumerables pájaros chirriaran de pánico antes de volar.

Las escamas plateadas de Aizenphard brillaron a la luz del sol mientras aterrizaba en el suelo con facilidad, luego lentamente se bajó y extendió su pata delantera izquierda.

“Hemos llegado, madre.”

“Mm-hm, buen trabajo. Buen chico.”

Mira caminó por su pata delantera izquierda y después de confirmar la sensación de tierra por primera vez en dos horas, acarició la nariz de Aizenphard. Él felizmente gruñó de su garganta y entrecerró los ojos.

(“En este caso, parece que no habrá ningún problema con respecto a viajar. Lo que queda es conseguir un abrigo de piel y todo será perfecto.”)

“Madre, ¿me llamarás de nuevo?”

“Por supuesto, estoy segura de que de ahora en adelante estaré bajo tu cuidado a menudo. Cuídame.”

“¡Sí, madre!”

Aizenphard, que respondió con una voz feliz, se vio envuelto en una leve luz de despido. El halo se atenuó lentamente y Aizenphard desapareció como una sombra proyectada en la niebla, volviendo al Pueblo Dragón.

“Supongo que es como treinta minutos de distancia, mm.”

Mientras recordaba el terreno visto desde el cielo, Mira murmuró y se dirigió hacia el camino forestal que confirmó antes, comenzó a caminar hacia árboles que crecían espesamente.

En poco tiempo, Mira había llegado a la carretera que era su objetivo y apuntó a su destino final, que eran las nueve torres.

Cuando pasó el tiempo estimado, Mira estaba en la calle principal de Cuerno de Plata y estaba mirando a través de las tiendas alineadas, dejando su objetivo original para más tarde.

(“Pensar que ahora las bebidas concentradas de maná serían tan baratas, mm. Mmh, esto es Polvo Estelar de Frutas. Se venden en una tienda normal como esta… treinta años es bastante tiempo, mm. Ojalá hubiera podido progresar con todos…”)

Mira revisó la mercancía en exhibición una por una. Hubo casos en que los artículos cuestan la mitad de lo que antes, y también casos en los que sus precios aumentaron. Algunos artículos solían intercambiarse entre individuos y artículos raros ahora se alineaban normalmente en las tiendas, lo que la emocionó cuando los encontró.

Cuantas más tiendas visitó, más Mira comenzó a pensar que tendrá que renunciar al sistema de valores pasado.

Cuando aprendió algo del valor actual de los artículos y comprendió los puntos principales, han pasado dos horas desde que llegó a Cuerno de Plata.

Era pasado el mediodía y cuando Mira comenzó a sentir hambre, entró en un restaurante cercano, luego, mientras perseguía a los transeúntes con los ojos por la ventana, se llenó el estómago de bocadillos.

Mientras tomaba un descanso y bebía un poco de cacao, lo que se reflejaba en los ojos de Mira eran las muchas razas que pasaban. Debido al carácter de la ciudad, había muchos hechiceros, y al ver la ciudad florecer como una atracción turística, entrecerró los ojos y guardó esta vista en su corazón.

Después de que Mira salió de la cafetería, fijó su mirada en las nueve torres que parecían cercanas pero que aún estaban lejos.

(“Bueno, entonces vamos, supongo, mm.”)

Mira se resolvió y comenzó a caminar, esta vez descartó el encanto de numerosas tiendas fascinantes y se dirigió directamente a las Torres de Plata.

Aunque el distrito de las torres estaba lejos del distrito de negocios, florecía alrededor del mediodía. El momento en que Mira había llegado a la plaza frente a las torres era más o menos la hora pico y los alrededores se desbordaban con innumerables turistas. Eran de varias razas y géneros, aquí y allá. Mira podía ver a los hechiceros con equipos de alto rango.

Entre todo eso, Mira vio niños retozando que corrían alrededor. Eran niños con palos de madera en sus manos y jugando a fingir.

Y cuando gritaban grandiosamente las palabras de un cántico cuyo significado probablemente no entendían y balanceaban el palo, un hombre que parecía su padre se cayó de manera teatral.

El niño que levantó el palo en alto… estaba vestido con una réplica de la Túnica de Sabio.

Al ver esto, Mira recordó su propia apariencia de hace unos días. Su apariencia mientras caminaba de muy buen humor vestida con una réplica.

(“¡Fue un juego de simulación!”)

Comprendiendo la verdad, Mira rodó por el suelo llena de agonía. Pensando con calma, era algo fácil de entender. Con una expresión temblorosa, observó a los niños jugando felices, se preguntó si ella también se vería así, luego miró al cielo con ojos vacíos.

Como para librarse de la vergüenza, Mira echó a correr y se detuvo frente a la puerta que conducía al interior de las torres. Aquí también, había muchos turistas que miraron hacia la puerta y filtraron voces impresionadas.

Aunque había gente, probablemente no todos se irían aunque ella esperara. Después de sentir eso, Mira tomó la Llave Maestra de la lista de artículos y la sostuvo hacia la puerta. Al reconocerla, la puerta silenciosa y lentamente comenzó a abrirse. Al mismo tiempo, las voces en los alrededores se convirtieron en una conmoción.

No fue de extrañar. Los únicos que podían abrir esta puerta eran personas relacionadas con las torres, en otras palabras, investigadores y ayudantes, sustitutos y los mismos Nueve Sabios. Todos los demás debían someterse a una inspección estricta para recibir un permiso de entrada temporal.

No hace falta hablar de las personas relacionadas, los investigadores eran todos hechiceros de primera clase y, dependiendo del país al que estaban afiliados, a menudo tenían una influencia igual a la de los nobles. Los sustitutos de sabio tuvieron una influencia aún mayor que eso, y los Nueve Sabios mismos fueron tratados como la misma clase que la realeza.

Aunque puede sonar como una reunión de élites, de hecho, casi todos ellos eran simplemente bichos raros poseídos por el encanto de la hechicería.

Para ingresar a la guarida de tales personas, incluso los nobles influyentes, así como la realeza de otros países, tuvieron que pasar por un examen lleno de obstáculos. Aunque algunas técnicas desarrolladas por las Torres de Plata fueron divulgadas a varios países, más de la mitad de ellas eran un secreto de estado y se administraron a fondo.

El tesoro almacenado de la tecnología. Ese era uno de los apodos de las torres, y eso era cuán lejos, más allá de las capacidades de una persona normal, estaba el evento de abrir la puerta.

Mira no sabía que esa era la situación actual de la torre, su espalda se congeló cuando la presencia de todos en los alrededores cambió repentinamente y aun sosteniendo la Llave Maestra, giró la cabeza. Luego de ver varias miradas penetrantes a través de ella, todo su cuerpo tembló.

(“¿Volví… volví a hacer algo raro, mm…?”)

Mientras no permitía que apareciera en su expresión, Mira sintió un sudor frío en su mejilla y corrió hacia la puerta.

Frente a la puerta que se cerró silenciosamente. Los turistas que por primera vez vieron la puerta abierta bailaron locamente de alegría ante su suerte. Cuando alguien mencionó que era la primera vez que veía las instalaciones, alguien más se jactó de que sus ojos se encontraron con los del investigador de una torre. Si bien la emoción se extendió a todos los bordes de la plaza, quienes la vieron directamente se regocijaron enormemente, y quienes no la vieron; se lamentaron grandiosamente.

La parte central de Cuerno de Plata donde las Nueve Torres se alzaban sobre los alrededores. Las torres que brillaban en plata eran tan altas que uno no podía ver la parte superior y era el símbolo de la ciudad que atraía a decenas de miles de personas a visitar la ciudad cada mes.

Aunque en el pasado era una base con importancia militar, en este momento es un lugar turístico que tiene un gran efecto en el interés nacional del país. Especialmente desde que entró en vigor el armisticio, el número de turistas aumentó bastante.

Mira pasó por investigadores que se sumergieron en la investigación y se dirigieron directamente hacia la Torre de la Invocación.

Varios investigadores persiguieron la apariencia de Mira cuando ella entró a la torre. La Torre de la Invocación, una linda chica de cabello plateado, y la charla de la discípula de Danbulf.

Las personas que normalmente no tenían interés en nada más que la investigación habían recordado la existencia del llamado Danbulf, quien era uno de los Nueve Sabios, y comenzaron a entusiasmarse con las historias de su valor que escucharon de otros.

Incluso si la escuela de hechicería que usaban era diferente, para los investigadores, los Nueve Sabios eran una existencia suprema. Y esa era la razón por la cual las personas aquí no poseían ningún prejuicio hacia la Invocación.

La voluntad del pasado donde los hechiceros trabajaron juntos aún permaneció. Y todos habían tenido éxito con esa convicción.

“Discípula de Danbulf-sama, eh. Espero que ella ayude con el avivamiento de la invocación.”

Uno de los investigadores murmuró. Fue uno de los hechiceros que buscó una nueva forma de hacer contratos junto con Cleos. Al final no dio fruto, y rezó, dejando sus esperanzas a esta existencia, escuchó que era la discípula de Danbulf.

Torre de Invocación, primer piso. Mira caminó directamente a través del pasillo desierto y subió en el elevador en el centro hasta el piso superior. Tercer piso, cuarto piso, quinto piso. Para relajar sus emociones ligeramente rígidas, Mira repitió una respiración profunda antes de resolverse y entrar al piso superior.

Y luego, en lugar de entrar a su departamento, Mira se paró frente a la habitación del asistente. Primero, tenía la intención de revelarle todo a Mariana.

Durante los treinta años, Mariana creyó en el regreso de Danbulf y protegió su propiedad. Incluso si Mira se hacía llamar discípula, ahora que lo sabía, no podía simplemente quitar la propiedad por su propia voluntad. Probablemente le daría permiso, pero Mira ya no quería mentirle a Mariana. Y aún más, en su corazón albergaba el sentimiento de querer tranquilizar a Mariana.

Mira levantó su mano derecha y cuando la apretó ligeramente en un puño, la puerta de la oficina de al lado se abrió y desde el interior apareció Cleos, revoloteando su suave cabello dorado.

“Oh, si no es Mira-chan. ¿Necesitas algo de Mariana?”

Al darse cuenta de eso por la apariencia de Mira mientras intentaba tocar a la puerta, Cleos sonrió feliz y caminó hacia ella.

“Mm-hm, así es.”

“Ya veo. Sí, en ese caso, una vez que termines lo que tienes que hacer, ¿podrías darme algo de tu tiempo? Me gustaría continuar nuestra charla sobre la academia, y si es posible me gustaría escuchar sobre Danbulf-sama.”

“Bueno, bien, más tarde…”

Comenzando a hablar así, Mira miró atentamente a Cleos y pensó que era una buena oportunidad ahora que estaba allí. Podría haber sido mejor si ella actuara hacia él como Danbulf cuando hablaba de los asuntos escolares que Cleos acaba de mencionar y los problemas relacionados con el futuro de la invocación.

Cuando los dos hablaron frente a la habitación del ayudante, se abrió la puerta. “Um, ¿quién me necesita…? Ah, si no es Mira-sama.”

La que se asomó fue la chica vestida de sirvienta que tenía el cabello zafiro brillante en un peinado de coletas, Mariana.

Solo podría ser una de las pocas personas que conocía el truco para llegar al último piso con el ascensor, o un invitado que esas personas han traído.

Que Cleos esté en la Torre de la Invocación era natural. En otras palabras, debe haber habido un invitado sí habló con alguien.

Si el invitado necesitaba algo de Cleos, entonces no había necesidad de pararse en un lugar como este. En cuyo caso significaba que el invitado tenía negocios con ella, pensó Mariana y eso fue lo que mostró en su rostro.

“Ha pasado un tiempo, Mariana. Hoy vine porque tengo algo importante de qué hablar contigo, ¿tienes tiempo?”

“Sí, está bien. ¿Qué clase de conversación es?”

“Es un poco complicado. Hablemos de eso en la habitación. Tú también vienes, Cleos.”

Mientras lo decía, Mira sacó la Llave Maestra. Mariana la miró con nostalgia y “entiendo”, dijo asintiendo y salió de su habitación.

“¿Yo también? Muy bien, entonces también podríamos usar la oficina. Compré un té sabroso.”

“Hmm, muy bien.”

Cleos habló un poco jactancioso antes de seguir adelante y abrir la puerta de la oficina. Mira volvió a colocar la Llave Maestra en la caja de artículos y junto con Mariana se dirigieron a la oficina.

Mirando a Mariana y Cleos desde el frente, Mira sorbió un poco del líquido ámbar vertido por Cleos. Momentáneamente, una fragancia refrescante y rica pasó por su nariz y reflexivamente dejó escapar un suspiro.

Al ver eso, Cleos aflojó sus mejillas felizmente y bebiendo un poco él mismo sonrió. Al ver a los dos así, Mariana extendió la mano hacia la taza y tomó un sorbo. Entonces, ella asintió convencida.

“Ahora bien, sobre la charla, no soy buena para hablar de forma indirecta. Lo hare en breve, así que…”

Mira comenzó a hablar así y dejó la taza sobre la mesa.

(“Me pregunto qué pensarán los dos una vez que escuchen esto… Sobre mí, quién ha terminado con esta apariencia…”)

Sacudiendo el mal escenario que apareció en su mente, Mira respiró hondo y volvió a abrir la boca.

“No soy una discípula. Soy el mismo Danbulf.”

Ella declaró seria y sinceramente, sus ojos con resolución se volvieron directamente hacia los dos. Por otro lado, los dos lentamente pensaron sobre estas palabras como si las digirieran.

Debido al contenido excesivamente extraordinario de las palabras, Cleos hizo una expresión de asombro.

“Umm… en otras palabras, Mira-chan no es Mira-chan, sino Danbulf-sama, ¿verdad?”

“Mm-hm. En primer lugar, el nombre Mira es algo así como un seudónimo que hice para que coincida con esta apariencia. Bueno, supongo que no es de extrañar que no puedas creerlo de inmediato, mm.”

Cleos pasó su mirada a través de Mira para examinarla cuidadosamente y gimió con una expresión confundida.

A su lado, Mariana, que estaba en silencio por el asombro, finalmente había terminado de ordenar las palabras de Mira y reiniciaba.

“¿Hay… hay algo que pueda probarlo?”

Las palabras de Mariana fueron las más adecuadas para la situación actual. No importa cómo lo haya reclamado Mira, no sería una prueba decisiva. En cuyo caso, si pudiera hacer algo de lo que solo ella fuera capaz, no habría necesidad de otras palabras.

“Hmm, veamos…”

Convencida de que ese era el método más rápido, Mira se puso un dedo en la barbilla y comenzó a recordar algo que podría convertirse en una prueba.

La prueba única de que ella era sin duda Danbulf. La Llave Maestra que solo Nueve Sabios poseía podría pasarse a alguien, por lo que está fuera de discusión. En otras palabras, era seguro pensar que los elementos que podrían pasarse a otros no podrían actuar como prueba.

De entre los artículos que no podían pasarse a otros, lo único que le vino a la mente fueron los artículos premium, pero eso era algo que solo funcionaría en los jugadores. Además, era algo que cualquier jugador podía adquirir, por lo que no tenía sentido.

Había una opción de mostrar su poder como Danbulf, pero dado que ella se declaró ser su discípula, era natural que poseyera un poder acorde con eso. No importa cuán poderosa sea la invocación que muestre, lo que se reduciría a eso sería ser declarada una excelente discípula.

Algo solo posible para el propio Danbulf. Mientras miraba la lista de elementos y el estado, Mira buscó algo que pudiera actuar como prueba.

(“¿Qué tal si llamo a Alfina y le pido que confirme que soy Danbulf? Sin embargo, podrían señalar que la obligué a hacerlo y eso será todo. Las palabras no serán una prueba decisiva…”)

Después de cerrar el menú, Mira levantó la cara y vio a los dos sentados en silencio. Incluso si hablara de los recuerdos que tenía de los dos, podría refutarse diciéndolo como algo que escuchó de su maestro, por lo que también estaba fuera de discusión.

Al darse cuenta de lo difícil que era demostrar que era ella misma, Mira se angustió.

Solo ella, solo Danbulf, mientras repetía tales pensamientos, Mariana frente a Mira la vio con unos ojos llenos de expectativa.

(“Mariana… Fairyfolk… Mariana de los Fairyfolk…”)

Al instante siguiente, como si recibiese una bendición del cielo, apareció una prueba contundente.

“¡Correcto, hubo eso!”

“¿Mira-sama…?”

Mira se puso de pie con un fuerte impulso y justo al lado de Mariana, luego se agachó y extendió su mano derecha justo en frente de Mariana.

“Bendición de las Hadas. Eso es algo que se puede dar a una sola persona en la vida, ¿verdad? Si es posible refrescar tu bendición, será una prueba de quién soy.”

Cuando se dio cuenta del significado detrás de las palabras de Mira, Mariana hizo una expresión de sorpresa.

La Bendición del Hada fue una bendición dada por el Fairyfolk a la persona que reconocieron y dedicaron toda su vida, fue un contrato especial muy similar a un compromiso. El efecto de esta bendición difería entre cada hada, pero era algo que no podía romperse de ninguna manera.

Sin embargo, esta bendición tenía un límite de tiempo.

Una vez que los dos estuvieron conectados, nació un vínculo entre ellos y el hada pudo otorgarle su bendición. Esta bendición tuvo un efecto que duró aproximadamente tres días antes de que comenzara a debilitarse, pero al actualizarla fue posible revivir el efecto. Y esta actualización fue algo que podría ser la prueba de que ella ha recibido la bendición.

La bendición de Mariana se le dio a Danbulf, por lo que si la bendición de Mira se renovara, sería una prueba absoluta.

“Ya veo. Ciertamente, la bendición de Mariana-san fue dada a Danbulf-sama. Entonces, si esa bendición aparece en Mira-chan, eso significaría…”

Sería la prueba de que la chica frente a ellos era el mismo Danbulf. Al mismo tiempo, se vería atrapado en una situación difícil por haber gruñido las quejas a Mira, la expresión de Cleos se tensó ligeramente al pensarlo. Luego, con su mano temblando de nerviosismo, Cleos sostuvo la taza y bebió el té de una vez, luego habló para sí mismo para mantener la calma.

“Entiendo.”

Con sus pequeños labios temblando, Mariana superpuso su mano izquierda sobre la mano derecha de Mira y cerró los ojos. Después de unos momentos desde que sus manos se superpusieron, una luz comenzó a desbordarse entre sus manos.

“… Hmm.”

Era algo que había visto antes muchas veces, la visión de la Bendición de las Hadas se estaba renovando. Finalmente, dándose cuenta del peligro en el que se encontraba, Cleos recorrió con la mirada los alrededores y completó la confirmación de la ruta de escape.

La luz se absorbió lentamente en las palmas de los dos y en ella, una pequeña figura con alas apareció.

“Fue… renovada.”

Mariana abrió mucho los ojos y miró atentamente su propia palma, luego abrazó esta mano en su pecho. Mira trazó la prueba de la bendición con su dedo con satisfacción y: “Entonces, tú…” Comenzó a hablar, pero sus palabras se obstruyeron. Fue porque las lágrimas se desbordaron de los ojos de Mariana justo en frente de ella.

Mira recordó cuando este mundo se había convertido en realidad y se encontró con Mariana. Cómo no podía tocar sus lágrimas debido a los sentimientos de culpa.

“Lo siento.”

Mira dijo y viendo a Mariana desde el frente, tocó las gotas que fluían en su mejilla con la mano. En ese momento, Mariana feliz y un poco vergonzosamente sonrió y agregó su propia mano a Mira: “Finalmente pude verte” dijo y sonrió.

Se llenó de felicidad y las lágrimas se desbordaron por su mejilla hasta que fueron capturadas por la mano de Mira, una y otra vez