Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 1

Capítulo 9: Rollos Primavera del Norte y Sur

Era de noche, tres días habían pasado desde que Itsuki regresó de Hokkaido, Chihiro se encontraba en su casa preparando la cena. Su abrigo aún estaba puesto debajo de su delantal mientras estaba trabajando.

“Ah, espera un segundo,” interrumpió Itsuki.

“¿Hmm? ¿Qué ocurre?”

“Casi olvido el cangrejo.”

“¿Cangrejo? ¿Te refieres a Kani ?” Dijo Chihiro, perplejo.

“No, no ella.” Se levantó y abrió el refrigerador. Dentro había un cangrejo de las nieves entero, de fácilmente veinte pulgadas de un extremo al otro.

“¿Un cangrejo de verdad?” Su hermano se quedó boquiabierto. “De dónde diablos sacaste…”

“Lo compré en Hokkaido.”

Había llegado esta mañana empacado en hielo seco, y lo había metido en la nevera porque era demasiado grande como para caber en el congelador. Ya se estaba descongelando, los jugos del cangrejo se acumulaban en el fondo de la caja y toda la cocina estaba empezando a apestar.

“Espera, hermano, ¿fuiste a Hokkaido? ¿Cuándo?”

“Hace tres días.”

“No me dijiste nada sobre eso.”

“Bueno, fue una especie de viaje apresurado. Setsuna me arrastró hasta allá para que pudiéramos comer huevas de salmón o algo así.”

“¿Setsuna?  Ese  es  el  chico  que  dibuja  tus  libros, ¿verdad?”

“Sí. Puriketsu.”

“Te fuiste con Puri…” Chihiro se sonrojó un poco. “¿Con Setsuna?”

“Mhm.”

“Oh…” Se quedó mirando el cangrejo, con un poco de envidia. “Vaya, esto se ve increíble. ¿Qué debería hacer con él…? Ahora que lo has descongelado, será mejor que lo utilicemos… Aunque, ¿por qué compraste un cangrejo tan grande por ti mismo? ¿Tanto te gusta el cangrejo de las nieves?”

“¡N-No, no realmente!” Exclamó Itsuki, cuya cara ahora se había tornado un poco rojiza. “Es que… ya sabes, se veía genial, así que terminé comprándolo. Tiene un caparazón, pinzas y todo.”

“¿Se veía ‘genial’…?” Chihiro desvió los ojos mientras sacaba el cadáver del animal fuera de la nevera.

“Uuf, es pesado. Wow, no tengo ni idea de qué hacer con esto… ¿Tienes algo en particular que quieres que cocine?”

“Pasta de cangrejo estaría bien.”

“¿…Pasta de cangrejo en…?”

“Lo que sea.”

“…Bien.”

Chihiro suspiró un poco mientras dejaba el cangrejo sobre el mostrador de la cocina. “Hmm…. Qué hacer,” murmuró, una ligera sonrisa se extendió en sus labios mientras se asomaba sobre el cuerpo , ardiendo de emoción por este hallazgo.

Itsuki estaba a punto de volver a su escritorio de trabajo, dejando la cocina a su hermano, pero se detuvo.

“Oh, cierto.”

“¿Qué?”

“Tengo algo más.” Volvió a abrir la nevera, sacando un paquete sellado al vacío de algo color negro.

“¿Qué es eso?”

“Chiraga.”

“¿’Chiraga’…? ¡Agh!”

En el momento en que miró el paquete, emitió un grito como el de una niña de jardín de niños.

La bolsa en las manos de Itsuki, comprada en Okinawa, contenía chiraga, la piel de la cara de un cerdo. La nariz estaba prácticamente intacta, al igual que la forma general de la cara, y a primera vista parecía una cabeza decapitada. Algo de una verdadera película de terror.

“Uh, ¿Qu-Qu-Qué es eso?”

“Chiraga. De un cerdo.”

“Creo que vi eso en la TV una vez… Es algo famoso de Okinawa, ¿verdad?”

“Sí, ahí es donde lo compré. Probé un poco y era bastante bueno.”

“¿Uh?” Chihiro miró fijamente a Itsuki. “¿Cuándo estuviste en Okinawa?”

“Hace una semana.”

“¡¿Por qué?!”

“Oh, bueno, mi calefacción se estropeó, y hacía frío, así que…”

Chihiro le dirigió otra mirada extraña. “¿Sólo por eso? Podrías haber vuelto a nuestra casa. Habría estado mucho más cerca.”

“Sí… Sí, supongo que podría haberlo hecho, ¿verdad?”

No era que nunca se le hubiera ocurrido. De hecho, había tomado la decisión consciente de no hacerlo.

“Vamos…” suspiró Chihiro levemente. Él era un chico inteligente. Probablemente sabía que su hermano mayor se estaba haciendo el tonto con él. Pero afortunadamente, decidió no seguir el tema.

“Entonces, este… ¿chiraga?” dijo levantando la nariz mientras miraba la bolsa de plástico. “¿Cómo se come?”

“Estaba cortado en rebanadas muy finas cuando lo probé.”

“Oh, sí, puedes hacer lo mismo con las orejas de cerdo, ¿verdad? ¿Quizás pueda hacer esto de esa manera? Hmm, y ese cangrejo también…” Se quedó viendo la piel de cerdo y el cangrejo que yacía sobre la mesa mientras pensaba. “¿Cangrejo y cerdo, eh? Hmm…”

“No tienes que usar ambos ahora mismo. El cerdo se conservará por un tiempo.”

“…Bueno, ya se me ocurrirá algo. Puedes ir a trabajar o algo.”

“De acuerdo…”

Itsuki entregó la cara del cerdo a su repentinamente apasionado hermano y abandonó la cocina.

***

Una hora más tarde, después de que Chihiro terminó, los dos dispusieron lo que resultó ser una cena muy amplia en el kotatsu y empezaron a comer.

El menú final era: chiraga en rodajas con lechuga y tomates; una ensalada sazonada con salsa ponzu picante y abundantes patas de cangrejo; dos tipos de rollos primavera rellenos de piel de cangrejo y cerdo finamente rebanados; gelatina de cerdo y cangrejo; y arroz frito de cangrejo y cerdo.

Chihiro, aparentemente, se había propuesto la misión de asegurarse de que cada plato usase ambos tipos de carne, en vez de separarlos. Y cada uno de ellos funcionó. Sabían muy bien, en especial los rollos primavera.

La grasa del cerdo y los jugos del cangrejo encajaban perfectamente, creando una intensa explosión de sabor debajo de la piel crujiente.

No sólo tenía buen sabor, sino que el cangrejo carnoso y la textura firme del chiraga hacían que la experiencia gastronómica fuera notablemente satisfactoria. Itsuki prácticamente los inhaló, exhalando vapor de su boca y nariz mientras lo hacía.

“Esto es increíble… La milagrosa armonía entre el lejano norte y el lejano sur de Japón… Tenemos que ponerle nombre a esto. Sur…. Cruz del Sur… Norte… Cruz del Norte… Sur-Norte… Sur-Nor… Nor-Sur… ¿Qué te parece ‘Rollos Primavera del Norte y Sur’?”

Estaba tratando de encontrar un nombre un poco más llamativo, como en los mangas orientados a la cocina, pero nada sonaba bien, así que terminó comprometiéndose un poco.

“¿Te gustan?”

“Muchísimo,” contestó Itsuki, asintiendo. Chihiro respondió con una sonrisa avergonzada.

“Por cierto, ¿también fuiste con Setsuna a Okinawa?”

“No, fui con Miyako y Kanikou.”

Las cejas de Chihiro se crisparon. “¿Oh? Vaya. ¿Un viaje a Okinawa con dos mujeres?”

“¿…hay algo malo en eso?”

“No, no… Es como… wow, finalmente estás creciendo, hermano.”

El alago sonó más como una crítica a los oídos de Itsuki y lo hizo sentirse un poco incómodo.

“No… no es como si viajar con ellas haya sido la gran cosa. Fue un viaje rápido en avión a Okinawa. Bueno, quizá no tan rápido, pero aun así fueron unas tres horas más o menos. Es como visitar a la abuela en la prefectura de Gifu. También has salido con chicas antes, ¿no es así?”

“Yo…”

El teléfono en el bolsillo de Chihiro empezó a sonar. Lo sacó y tocó la pantalla.

“¿Hola?”

“Ooh, oye, ¿Chi-hee?” dijo una voz femenina que sonaba animada.

“Um, ya regreso,” dijo Chihiro mientras se levantaba apresuradamente y trotaba hasta la cocina.

“Por todos los cielos, estos chicos atractivos de ahora,” Murmuró Itsuki mientras lo veía irse. Chihiro no tenía novia por el momento, pero cuando Itsuki echó un vistazo a la agenda de su teléfono, la pantalla estaba llena de nombres de mujeres. Completamente diferente a como había sido su teléfono cuando él estaba en la preparatoria.

Apenas había hablado con las mujeres en la escuela, y mucho menos había recibido mensajes de ellas. Ni de hombres, de hecho. Había sido una especie de chico solitario.

Se distrajo con otro rollo primavera del norte y sur. Recordar los días más oscuros de la secundaria lo deprimía.

Chihiro regresó al cabo de unos momentos.

“¿Era esa tu novia, Chi-hee?” Preguntó Itsuki, algo maliciosamente. La pregunta hizo que la cara de Chihiro se enrojeciera instantáneamente.

“Te he dicho que no tengo novia,” protestó. Itsuki se negó a seguir el tema, y el resto de la cena se dedicó a hablar sobre el acuario de Okinawa, los peces que habían disfrutado en Hokkaido, y así sucesivamente.

Cuando  terminaron,  Chihiro  puso  las  sobras  en  el refrigerador, lavó y secó los platos, limpió el baño y el retrete, limpió el piso con un trapeador, limpió el escritorio de trabajo, separó la basura y salió del apartamento de Itsuki.

“Nos vemos luego, Itsuki. Ven a visitarnos a casa alguna vez, ¿de acuerdo?”

“…Claro. Cuando me den ganas.”

“…”

Chihiro lo miró con poco entusiasmo antes de irse.

“Oh, espera,” dijo Itsuki, volviendo a su habitación. Una bolsa de recuerdos estaba sobre el escritorio, la recogió y se la llevó a Chihiro. “Aquí hay algunos regalos para la familia. Un poco de alcohol awamori de Okinawa y galletas Shiroi Koibito de Hokkaido. Tengo un llavero también, si lo quieres.”

Tomando la bolsa, Chihiro sacó el llavero. Una caricatura de un tiburón ballena colgaba del anillo.

“¿Puedo quedarme con esto?”

“Sí.”

Miró tímidamente hacia su hermano mayor.

“Um, gr-gracias…”

“No hay problema.”

“Entonces, supongo que los dos tendremos llaveros de tiburón ballena.” dijo Chihiro. Fue un poco lindo. Dulce, casi se podría decir. Por alguna razón, hizo que el corazón de Itsuki diera un salto.