Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: Para Que Pueda Ser Yo Mismo

Parte 6

Eso fue todo. Eso fue todo lo que Striga pudo manejar. Las ondulantes llamas de su irritación lo consumieron, ardiendo en rabia. Estos humanos no podrían vivir. Eso no se podía permitir.

“Bastardos, no vayan a pensar que van a tener muertes rápidas…”

Striga escupió esas palabras, pronunciando muerte y dolor sobre los dos hombres. Luego levantó su brazo hacia el cielo. Una vez que lo bajara, sus parientes entrarían en acción. Con un solo gesto, estos humanos serían invadidos por sus parientes y completamente drenados de su sangre.

No, eso fue demasiado poco entusiasta. Quería dejarlos al borde de la muerte y atormentarlos. Ese era el castigo que se debía otorgar a quienes se burlaran de los demonios. Toda la ira de Striga por Lishbaum se había desvanecido. Fue transferido a estos dos. Bajó el brazo para anunciar su fin, pero…

“¿Qué—?”

Striga involuntariamente dejó escapar un grito ahogado ante el desarrollo completamente imprevisto que se desarrollaba ante sus propios ojos. Después de bajar su brazo, sus parientes deberían haber consumido a los dos humanos en una nube negra. Pero completamente contrariamente a sus expectativas, y sin ninguna causa aparente, fueron sus parientes los que desaparecieron.

¿Que acaba de suceder?

Mientras Striga estaba asombrado, los dos hombres comenzaron a hablar. “Seguro que los derrotaste fácilmente”.

“Seriamente. Tenía la esperanza de poder masticarlos un poco, pero… Veo que contra tales plagas, mis deseos no se cumplirán”.

Sus actitudes se mantuvieron sin cambios, y se hablaban como si estuvieran simplemente chismorreando. Parecían saber  lo que había sucedido.

“Bastardos, ¿qué hicieron…?”

“Justo lo que viste. No fue nada. Justo lo que viste”.

Con esas palabras, el hombre de negro puso una sonrisa atrevida. Estaba repitiendo la misma frase, ‘justo lo que viste’, como si fuera algo significativo. ¿Qué estaba diciendo? Striga no pudo deducir lo que esas palabras implicaban, pero…

“¡¿Qu-quiénes diablos sois bastardos?! ¡¿No son solo dos soldados los que se quedaron atrás?!”

Mientras Striga gritaba sus dudas, el hombre de blanco frunció el ceño de una manera dudosa.

“¿Qué? Ese grande parece tener una impresión bastante equivocada”.

“Solo estamos pasando el rato aquí, amigo. Esperando a que aparezca un general demonio. Pero… Oye, ¿cuándo va a aparecer, de todos modos?

¿Viene uno siquiera?”

“¿Quién sabe? Quizás no vendrán después de todo. Este mundo no es más que eventos que desafían toda predicción, ya sabes”.

Y así los dos continuaron con su pequeño intercambio. Real y verdaderamente sonaba como si sintieran que no estaban en peligro alguno. Seguramente solo estaban hablando así porque no sabían que Striga era un general demonio.

“Estos miserables humanos… Para burlarse de mi…”

Su rabia ardiente creció hasta proporciones de bola de fuego. Dejando escapar un rugido como si estuviera desahogando su ira, desató su sed de sangre. Incluso lo que le quedaba tembló cuando empezó a cambiar. Enseñando sus colmillos y extendiendo sus alas ampliamente, su rostro se puso pálido. El hombre de negro pareció ver algo en esta transformación.

“¿Eh? Esp— ¡¿No es este tipo un vampiro?!”

De hecho, de repente comenzó a entrar en pánico cuando se reveló la verdadera naturaleza de Striga. Reconociendo su honorable linaje, finalmente sintió el miedo que debería tener desde el principio.

“¡BWAHAHAHAHA! ¡Ya es demasiado tarde para ti!”

“Ugh… Esto apesta un poco…”

El hombre de negro comenzó a murmurar con una expresión amarga mientras tomaba una postura. Pero como dijo Striga, ya era demasiado tarde. Transformando su poder oscuro en una ola de murciélagos que se parecían a sus parientes, soltó suficientes de ellos para cubrir todo el campo de visión de uno.

“¡Primero serás tú! ¡AHORA MUERE!”

Un pronunciamiento de ejecución. Disparó su Bat Tide. El maná del hombre de negro se emocionó mucho, pero los pseudo-parientes creados por el poder oscuro de Striga lo aplastaron. O mejor dicho, Striga pensó que lo harían.

Un chasquido resonó en el cielo azul y arrasó la Bat Tide con una onda de choque. Luego hubo otro chasquido, y Striga voló hacia atrás.

“¿Mmm?”

“G-Guh… Qué diablos…”

El ataque fue completamente inesperado y Striga se lo comió con toda su fuerza. Pero, ¿qué era…? Fue un ataque completamente incomprensible que lo lanzó por un gran bucle.  Mientras tanto, el hombre de negro simplemente parecía que había chasqueado los dedos. Pero incluso él parecía desconcertado.

“¿Eh? ¿Por qué te daña un golpe mágico? ¿Qué? Eres un vampiro,

¿verdad? ¿O no? ¿Eh? Que…”

Balbuceando con voz desconcertada, el hombre de negro miró a izquierda y derecha. ¿Qué encontró tan misterioso? ¿Qué le preocupaba tanto?

¿Esperaba algo más caótico? El hombre de blanco se volvió hacia él.

“¿Que? Ciertamente es cierto que el que está allí tiene más poder en comparación con los demás, pero… Su única característica llamativa es su capacidad para chupar sangre, ¿sabes?”

“¿En serio? ¿Solo chupando sangre? ¿No son como… inmortales o los antepasados de una raza abandonada o algo así?”

“Nunca había oído hablar de esas cosas. Y a pesar de todo, esos no serían demonios, ¿verdad?”

“¿HAH?”

El hombre de negro prácticamente chilló de confusión. El hombre de blanco también lo miró con expresión curiosa.

“¿Qué creías que eran?”

“¡Espera, espera, espera! Quiero decir… ¡¿Sabes?! En nuestro mundo, los vampiros son seres del más alto escalón. Han vivido desde la antigüedad, y son monstruos que necesitan varios grupos de héroes humanos y magos a escala de batallón para derribarlos, así que, sí… ya sabes… ”

El hombre de negro parecía estar bajo algún malentendido incomprensible, y el hombre de blanco negó con la cabeza. Al ver esto, el hombre de negro se quedó allí perfectamente inmóvil  con la boca abierta. Finalmente, ignorando por completo la propia sorpresa de Striga, el desconcierto del hombre de negro se convirtió en ira irracional. Fue solo entonces que se volvió hacia Striga.

“¡¿Qué demonios?! ¡Eres solo una maldita imitación! ¡No me asustes así!

¡Perdí mi maldito momento de shock! ¡¿Eso es lo que es?! ¡¿Estás montando un espectáculo falso como ese imbécil de Vuishta?!”

El hombre de negro parecía estar enojado por su malentendido, pero lo que realmente llamó la atención de Striga fue el nombre que mencionó.

“¡Bastardo! ¡¿Conoces a Vuishta?!”

“¿Conocerlo? ¡Le di una paliza hace un tiempo!”

“¡¿Q-Qué acabas de decir?! ¡¿Derrotaste a mi compañero general demonio?!”

Mientras Striga exigía una explicación, el hombre de negro una vez más hizo una expresión de asombro.

“… ¿Eh?”

“¿Q-Qué pasa?”

El hombre de negro pasó de parecer estupefacto a estar completamente en blanco.

“¿Eres un general demonio?”

Hizo esa simple pregunta como si no la hubiera esperado en absoluto. Era casi como si hubiera estado buscando algo y se decepcionó al descubrir que lo había estado mirando a la cara todo el tiempo. Y mientras el desconcertado hombre de negro continuaba mirando a Striga, el hombre de blanco se echó a reír.

“¿Ves? Es como dije. Te dije que un general demonio vendría si esperábamos aquí”.

“¡No, no, no! ¡Limpia esa sonrisa triunfante de tu rostro! ¿Qué pasa con este momento? ¿No es extraño?”

Mientras el hombre de negro lo criticaba, el hombre de blanco solo continuó riendo a carcajadas. A pesar de que su enemigo estaba justo delante de ellos, actuaban como si ni siquiera pudieran verlo, lo que encendió la rabia de Striga nuevamente.

Los mataré. Pondré todo lo que tengo para matarlos.

Haciendo esa resolución en su corazón, Striga voló hacia los cielos donde reinaba supremo.

“¡Ustedes los humanos bastardos no pueden subir a los cielos! Desde aquí, ni siquiera podrás—”

Iba a decir que no podrían localizarlo. Pero incluso habiendo demostrado eso, ambos hombres en el suelo parecían imperturbables.

***

Una brisa otoñal fresca y refrescante sopló a través del cielo cristalino en lo alto. Y la razón por la que sintió lástima al mirar al demonio que volaba allí probablemente fue porque era un mago de la Sociedad. O tal vez fue porque había heredado el deseo de su padre y estaba caminando por el camino para salvar a aquellos que no podían salvarse.

Así es. El mago Yakagi Suimei vio al General Demonio Striga volar hacia el cielo y de repente se sintió abrumado por la lástima. En consecuencia, dejó escapar un suave suspiro.

“¿Qué ocurre?”

“Nada. Me sentí mal por deshacerme de él, ya sabes. Por la forma en que habla, es un villano totalmente orgulloso, pero al final, todas esas cosas llamadas demonios son marionetas que se mueven para cumplir los motivos del Dios Maligno, ¿verdad? Ya sea que tengan conciencia de sí mismos o no… No, precisamente porque tienen conciencia de sí mismos, me siento mal por deshacerme de ella. Después de todo, esos tipos no tienen libre albedrío”.

Sin dejar de mirar hacia arriba, Suimei expresó sus pensamientos en un tono algo triste. Si cada demonio era un peón en la mano del Dios Maligno en el tablero de ajedrez del mundo, entonces su deseo de destruir a la humanidad no era realmente suyo. Era solo algo impreso en ellos.

Así que no pudo evitar verlos como lamentables. Desde su apariencia hasta sus pensamientos, todos fueron diseñados de acuerdo con los caprichos del Dios Maligno.

Y dado que era imposible cambiar su forma de pensar, la única opción que les quedaba era sacarlos de su miseria. No fue una buena sensación.

¿En qué se diferenciaban de las marionetas y las muñecas? Si pensaba en las muñecas como algo lamentable, entonces su socio, que en realidad era una muñeca, podría maldecirlo de por vida… Pero en este caso, no había forma de salvarlas. Eso inspiró una sensación de impotencia en Suimei. Quizás porque su complejo estado mental se mostraba en su rostro, el dragonnewt a su lado habló con cinismo a través de su risa.

“¿Es eso algo que deberías decir después de hacer el ridículo?”

“Bueno, todavía es un enemigo. Provocarlos básicamente viene automáticamente. Esta vez… ¿Cómo lo digo? Estoy haciendo girar mis propias ruedas…”

Cuando vislumbraba a alguien que no podía ser salvado como lo había hecho ahora, sin importar si era amigo o enemigo, esos sentimientos repentinamente se hinchaban dentro de él. Porque tal vez, solo tal vez, también era alguien a quien necesitaba salvar.

“¿Qué estás tratando de decir? Bueno, lo entiendo… Sin embargo, lo que debemos hacer no ha cambiado, ¿sabes?”

“…”

“¿Estás dudando?”

“Es un hábito. Siempre que veo a alguien que no puede ser salvo así, de alguna manera…”

“En ese caso, deberías ponerlos en paz instantáneamente. En este mundo, sin excepción, hay—”

“Detente. No digas una palabra más. Si lo haces, no podré matar a ese tipo”.

Suimei interrumpió a Eanru. No podía dejarlo terminar. Sí, sin excepción, hay quienes no pudieron salvarse. Pero si Suimei escuchaba eso ahora, ya no podría levantar la mano. En el momento en que lo hiciera, estaría poniendo en práctica sus propios sueños. Pero como le advirtió a Eanru, por alguna razón, el dragonnewt comenzó a reír. Realmente estaba a punto de estallar de alegría.

“Qué verde. Eres tan verde que apenas se adapta a la fuerza que tienes”.

“Soy solo uno más entre una reunión de gente así. Es exactamente porque soy así que me volví fuerte”.

Mientras ponía eso en palabras, la sonrisa de Eanru se volvió audaz. ¿Qué estaba disfrutando tanto? Suimei no estaba seguro de qué lo tenía tan animado, pero Eanru de repente dejó de reír.

“Es por eso. Eso es exactamente por qué. Salvar o no salvar. Sentir pena por ellos de esa manera es pura arrogancia ingenua. Si te aferras a eso con tanto celo cuando no entiendes tu propio lugar en el mundo, un día será el fuego el que te abrasará. ¿Lo entiendes?”

“Lo siento, pero me dieron esa conferencia hace mucho tiempo. Por encima de todo, ya me han quemado muchas veces y he pasado por un infierno por ello”.

“¿Es eso así?”

“Sí.”

Al decir que los salvaría, metió el cuello en los asuntos de los demás y siempre terminaba lastimado. Ese fue el castigo y el precio por su arrogancia.

Era algo que hizo su determinación de enfrentar hace mucho tiempo sin tener que decírselo. Cuando los dos llegaron silenciosamente a un acuerdo con esas breves palabras, una vez más miraron hacia el general demonio.

Probablemente estaba planeando aplastarlos de un solo golpe. En lo alto de los cielos donde sus brazos no podían alcanzarlo, acumulaba su poder oscuro y lo amasaba sin cesar.

Pero no era como si pudieran llegar a él desde el suelo. Y dado que sus ataques no pudieron alcanzarlo, el demonio estaba preparando su golpe de gracia de manera constante y segura. Era algo perfectamente razonable. Siempre que estuviera realmente a salvo, claro.

“Eres una simple plaga. Acepta mi aullido incandescente y vete sin dejar ni tus huesos atrás”.

“Permutato, coagulato, vis existito…”

[Transforma, coagula, conviértete en poder…]

Las palabras que salieron de sus bocas fueron el medio para aplastar al general demonio. Por un lado estaba el aterrador pronunciamiento de un rugido, y por el otro estaba una hoja de mercurio. Pero el primer presagio real que se produjo fue el tremendo sonido del dragonnewt inhalando.

“Hooooooooh…”

Era como si todo el aire de los alrededores estuviera siendo absorbido por su pecho. Al ver a Eanru tomar esa postura, Suimei se movió a su propia posición. Como lo hizo…

“Si estás diciendo que no tienes otros objetivos en la vida que erradicar a la humanidad, es probable que todos sean verdaderos títeres del Dios Maligno. Tan lamentable. Tan, tan lamentable. Pero si planeas hacer daño a otros, sin importar si eres o no demonios, entonces no creo que mereces existir. Después de matar a tantos de ustedes, sé que soy un poco idiota por decirlo ahora, pero… Dios mío, no pensé que los demonios estarían tan lejos de la redención”.

Mientras Suimei hablaba con tristeza hacia el cielo, preparó su katana de mercurio y cerró los ojos.

“El cielo celestial que tiñe todo con su luz azul perfectamente clara. El horizonte invisible donde el mar y el cielo son uno. Solo por este momento en el tiempo, ese límite está dentro de mi mano. Corta el cielo azul. Su nombre es el deslumbrante azul celeste”.

Sosteniendo la katana de mercurio con ambas manos, apuntó al suelo mientras cantaba su hechizo. Cuando el canto resonó misteriosamente en el aire, un gran círculo mágico azul se extendió ante su hazaña, y destellos azules de relámpagos chispearon en el aire de su maná. Los escombros se levantaron del suelo y comenzaron a elevarse hacia el cielo.

Como por su maná crepitante ensalzando su magia, la espada de mercurio de Suimei inhaló el espectro del cielo y su espada se volvió azul.

El enorme excedente de poder dio lugar a violentos vendavales a su alrededor. Los árboles, las rocas y la hierba se mezclaron cuando fueron arrancados de raíz, despedazados y volados. Mirando hacia arriba, el cielo azul había perdido su color, y ahora parecía ser una noche completamente oscura. Pero no por mucho.

“¡Bless Blade!”

Un rugido incandescente y un brillo azul puro. La mezcla de carmesí y azul amenazó los cielos oscuros en destellos. La bandada de demonios con Striga a la cabeza no tenía ninguna posibilidad. Fueron completamente destruidos por la explosión púrpura.

***

Al final, el General Demonio Striga y todos sus parientes fueron completamente aniquilados.

El telón había caído sobre ellos de repente, pero era el final inevitable de este partido. Sus oponentes eran simplemente demasiado para ellos. La técnica ganadora fue la combinación del rugido de un dragón y el poder purificador de Bless Blade.

Cuando los dos se unieron, se convirtió en un ataque despiadado que le recordó a Suimei el violento torrente de aliento relámpago. Desde el punto de vista de Striga, todo lo que hubiera parecido era un trueno violento asaltando sus oídos. Sin siquiera el tiempo para cubrirlos, Striga estaba completamente indefenso ante un poder tan enorme.

“Hombre… Eso es solo mala suerte, ¿eh?”

“Seriamente. La desgracia de ese demonio es verdaderamente notable”.

Aunque encontraron que la llamada a la cortina era algo graciosa, aún se habían quitado vidas, por lo que ni siquiera Eanru estaba sonriendo en este momento. Había terminado demasiado rápido. Con eso, solo quedaban cuatro demonios generales. O menos, si otro hubiera sido derrotado en otro lugar.

Pero todavía había algo que Suimei encontraba poco convincente. Era en lo que estaba pensando antes de que apareciera Eanru. Todavía estaba dando vueltas en el fondo de su mente.

“¿Qué ocurre? ¿Hay algo que te moleste?”

En respuesta a la pregunta de Eanru, Suimei le dio la espalda. Miraba en dirección al campamento principal.

“Estoy volviendo. Tengo un mal presentimiento”.

“¿Un mal presentimiento?”

“Sí, un mal presentimiento que tengo con demasiada frecuencia”.

Sonando molesto, fortaleció su cuerpo con magia y estaba listo para partir. Pero Eanru aún tenía más que decir.

“Entonces te acompañaré”.

“¿Eh?”

“Si tienes un mal presentimiento, significa que va a suceder algo que puedo disfrutar. Eso es todo.”

“Realmente necesitas dejar esa mierda en la cama”.

Cuando Suimei adoptó una actitud de resignación, Eanru una vez más comenzó a soltar una risa agradable.