Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: Para Que Pueda Ser Yo Mismo

Parte 2

 

 

Podía sentirlo en su cuerpo y en la tierra temblorosa. Se sintió como la resonancia que uno sintió antes de que se desatara un tremendo poder. Reiji se preguntó si podría ser la magia de la tierra de Graziella cuando un sonido antinatural reverberó en el aire a pesar de que no había paredes en las que el sonido rebotara. Era la voz de una mujer.

“Núcleo del horno de maná. ¡Fuego blanco, carga crítica inmediata!”


Su voz  meliflua severa pero suave activó algunas palabras clave, e inmediatamente después de eso…

El maná agitado que había estado sacudiendo su entorno se hinchó explosivamente. Una ola de maná sopló contra ellos, seguida de un intenso calor. Se sentía como si el mismo sol hubiera descendido hacia la tierra. Frente a la mezcla de onda expansiva y viento caliente, Reiji, los demás e incluso los demonios se vieron obligados a caer al suelo por completo.

Y luego, un escalofrío cruel asaltó repentinamente el cuerpo de Reiji. Fue una sensación similar a cuando escuchó una historia de miedo, o cuando fue a lugares supuestamente embrujados. Una sensación que le dijo que algo malo iba a suceder, un sentimiento que la mayoría de la gente tiene al menos una vez en la vida. Y todo lo que hacía temblar su cuerpo amplificaba esa sensación de frío.

“¿E-Esto es…?”

“¿Suimei? No, ¿quién…?”

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“Heh, ya veo. Así que ese tipo le ha dado una lección bastante extraordinaria. Aunque siempre se está haciendo el tonto, ciertamente no pierde un paso. Su pequeña farsa me da mucha envidia, de hecho… hasta el punto de que estimula esta maldición mía”.

Reiji y Titania estaban desconcertados. Pero Io Kuzami sonrió con audacia como si supiera exactamente lo que estaba pasando. Por lo menos, sabía algo. Y en el momento en que Reiji estaba a punto de preguntarle qué era, el siguiente canto resonó en el aire.

“Lluvia, oh lluvia. Oh caliente, caliente lluvia de fuego que se derrama incesantemente sin agotar mis misterios. Como el humo blanco de las nubes y la niebla que lleva el cielo, cubre la tierra con un bautismo de fuego blanco que no perdona ningún mal. No muestres la misericordia de la compasión a los que perturban el mundo, a los que ensucian el mundo. Y así, purifica las tierras y amonéstalas con los fuegos del juicio transmitidos desde los cielos. Rainblaze Clouds”.

Las palabras clave eran “Rainblaze Clouds” y esas palabras por sí solas hicieron que la naturaleza del hechizo fuera bastante evidente.

Un gran círculo mágico blanco se extendía por el suelo y, reflejándolo, se formó otro círculo mágico en el cielo azul de arriba. Mientras giraban en direcciones opuestas, una corriente eléctrica blanca crepitó entre ellos. Cuando esa corriente golpeó el cielo despejado, las nubes blancas tomaron forma lentamente y se arremolinaron en un vórtice.

El cielo se estaba nublando gradualmente. Sin embargo, en completo contraste, el suelo debajo seguía siendo tan brillante como el día. En lo que respecta a los hechizos, este tardó en activarse.

Para Reiji, solo parecía que estaba creando nubes. Sin embargo, como sospechaba, eso no era todo. Con un goteo y una gota, las lágrimas comenzaron a caer del cielo.

La lluvia comenzó a apagar el campo de batalla. Quizás debido a las nubes blancas que cubrían el cielo, las pequeñas gotas de lluvia parecían de un blanco nublado. Dejaron rastros como hilos detrás de ellos mientras caían hacia los demonios, y solo los demonios.

Pero esas gotas en realidad no eran lluvia en absoluto. Eran plasma que emitían una luz blanca. De hecho, estaba lloviendo fuego al rojo vivo. Y cuando esas gotitas mortales entraron en contacto con los demonios, sus cuerpos se convirtieron en una masa de llamas blancas.

Naturalmente, no tenían forma de resistirse. Incluso cuando comenzaron a revestirse con el poder oscuro que usaban para resistir la magia, sus cuerpos quedaron completamente expuestos a la lluvia. Y tan pronto como los tocó, se incendiaron con fuego blanco.

Cuando intentaron quitárselo de encima, se extendió aún más rápidamente a otros demonios a su alrededor. Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos. El fuego blanco se extendió como una llamarada en un campo seco, y casi todos los demonios cercanos fueron aniquilados.

“…”

Al ver una escena tan desastrosa, Reiji se quedó sin palabras. Y al mismo tiempo, un escalofrío le asaltó la columna vertebral. Tampoco fue particularmente por el hechizo.

El poder de la magia era ciertamente grandioso, pero esa no era la verdadera fuente del miedo que sentía. Crear una gran cantidad de nubes en el cielo y bañar todo debajo de él en fuego blanco no fue una hazaña tan inusual para un hechizo. Pero mientras miraba hacia arriba, las nubes que colgaban del cielo parecían extenderse. Pronto eclipsaron a todo el campamento.

Y luego lo golpeó. Fue la escala del hechizo lo que fue tan increíble.

Inseguro de si podría o no seguir llamando mágico a este fenómeno, se quedó sin palabras. Titania, que estaba de pie junto a él, también se sorprendió bastante, mientras entrecerraba sus ojos alerta. Io Kuzami estaba parada allí con el ceño fruncido por la insatisfacción. Pero resultó que no fueron los únicos en ser tomados con la guardia baja.

“¡¿Q-Qué es esto?! Esta magia… ¡La magia de este tipo de escala es imposible!”

El que levantó tal coro de sorpresa fue el General Demonio Grallajearus. Incluso como un general demonio, era la primera vez que veía este tipo de magia.

Cuando se enfrentó a Reiji y Titania antes, estaba completamente compuesto. Pero ya no más. En este momento, estaba extremadamente perturbado. En poco tiempo, el lanzador del hechizo finalmente se acercó al grupo a través de la lluvia blanca: Felmenia Stingray.

Isekai Mahou wa Okureteru Vol 7 Cap 4 Parte 2 Novela Ligera

 

“Llamar imposible a algo de este nivel… Eso en sí mismo es la definición de necedad. Hay solo un pequeño puñado de cosas que son realmente imposibles en el mundo. Lo que he hecho es bastante simple en comparación con esas hazañas”.

“¡¿Esta maldita magia fue obra tuya?!”

Cuando Grallajearus levantó la voz con incredulidad, Felmenia asintió en silencio. Grallajearus luego la interrogó más desconcertado.

“¡¿Qué demonios eres?! Si no eres un héroe, ¡¿cómo puedes usar tanto poder?! ¡¿De verdad eres un maldito ser humano?!”

“Bueno, con respecto a eso… Justo el otro día, resolví despedirme de ser uno”.

Mientras Felmenia hacía esa tranquila y fría declaración, un escalofrío repentino y aterrador recorrió la espalda de todos los presentes. Se estaba despidiendo de ser humana… El que más quedó atrapado en esas palabras no fue otro que el que le había preguntado sobre su humanidad en primer lugar: Grallajearus.

“¿D-Dejaste, dices…? ¿Estás diciendo que eres un humano que ha dejado de ser humano…?”

“Con respecto a eso, digamos que no le preocupa a un demonio”.

“T-Tomándome a la ligera…”

“Por cierto, ¿está bien concentrarse solo en mí? No soy tu único enemigo aquí, ¿verdad?”

“¿Qué—?”

Lo que siguió a la voz confusa de Grallajearus fue un fuerte grito de guerra. “¡YAAAAAAAAAAAAH!”

Era un grito bastante masculino y violento, pero la voz era la de una mujer.

¡BOMPH!

Junto con un sonido profundo de baja frecuencia que resonó en el estómago de todos, una masa de cuerpos voló hacia el cielo por encima del círculo de demonios que todavía estaban siendo consumidos por las llamas blancas. Sus cuerpos estaban espantosamente esparcidos en pedazos por el impacto del golpe.

Después de eso, la cerca de los demonios ardientes fue derribada por una onda de choque. Y más allá de esa valla había una chica que llevaba una alabarda gigantesca.

Tenía el pelo azul brillante y una pequeña estatura. Hizo una mueca y estrechó la mano en el aire como si acabara de tocar algo desagradable. Su expresión definitivamente no era la de alguien que estaba luchando contra el enemigo jurado de la humanidad. Era de alguien que estaba ahuyentando un insecto desagradable.

“Quién es…”

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Cuando Titania estaba a punto de preguntar quién era, Felmenia respondió antes de que pudiera terminar.

“Su Alteza Real, ese es un aliado. Pero tenga en cuenta que es solo temporal…”

“¿Temporal?”

“Bueno sí.”





La que respondió a Titania fue la pequeña niña que Felmenia llamó aliada. Ella debe haber escuchado su conversación. Luego empujó su alabarda hacia Reiji y Titania.

“Yo, Héroe de la Salvación y Princesa Decapitadora del Crepúsculo. Mi nombre es Jillbert Griga. Solo por hoy, te echaré una mano, ¿de acuerdo? Ah, también, no estaré respondiendo preguntas molestas como ‘¿Por qué?’ O ‘¿Cuál es tu objetivo?’ ¡Y eso es porque son todas las cosas que no tiene sentido que las conozcas! ¡Ahora, toma esto!”

Después de declarar eso, una vez más balanceó su alabarda y separó la hoja del hacha del eje. Extendiendo la cadena que los unía, comenzó a dispersar a los demonios restantes en un círculo a su alrededor.

Junto con la magia de Felmenia, casi todos los demonios en el área ahora fueron derrotados o quedaron impotentes. El único que rechinó los dientes en respuesta a eso fue, naturalmente, Grallajearus.

“T-Tantos, solo por ustedes dos…”

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“¡Hah! ¡Eres ingenuo por pensar que puedes arrastrar una mezcolanza de estas malditas plagas impotentes! ¡No menosprecies a los humanos, estúpido! ¡Idiota! Ah, pero soy un enano…”

“Además, no es solo nuestro poder. Aquí también están los soldados imperiales”.

Cuando Felmenia miró detrás de ella, Graziella ya había reunido a los soldados y estaban exterminando a los demonios restantes.

“¡Todos, demuestren algo de espíritu! ¡Vamos a apoyar a Reiji!”

“¡HAH!”

Mientras Graziella daba sus órdenes, los soldados imperiales gritaron al unísono. Fueron arrojados al caos y quedaron en desventaja, pero por lo que parece, rápidamente reorganizaron su posición y ahora estaban rechazando la emboscada.

Sin embargo, se podría decir que lo que les otorgó un medio de supervivencia fue, sin duda, la magia de Felmenia. Como Grallajearus también pareció entender completamente ese hecho, disparó los guijarros de Isa hacia ella con rabia.

“¡Maldita niña!”


“Oh barrera. Desplegar.”


En respuesta, Felmenia murmuró un cántico. E inmediatamente, una gruesa pared de maná apareció ante ella y obstruyó los innumerables trozos de hierro enviados por Grallajearus.

“¡Un escudo mágico no puede estar ante nuestros guijarros de Isa!”

“Desafortunadamente para ti, esto es una barrera”.

“¡Disparates!”

Después de eso, los guijarros de Isa se derramaron sin descanso, pero la barrera levantada por Felmenia no vaciló. A pesar del hecho de que el muro de tierra que Reiji usaba se derrumbó en un instante, Felmenia, con un canto mucho más corto, usando un hechizo que nunca había escuchado antes, y sin una palabra clave, había creado un escudo que podía resistirlo.

En poco tiempo, Grallajearus se dio cuenta de que los guijarros de Isa no funcionarían y detuvo el bombardeo. Y mientras lo hacía, la barrera de Felmenia también se desvaneció.

“General Demonio. Ese tipo de ataque no funcionará en mí. Renunciar a ti mismo”.

“¡Gu…! Este tipo de…”

Felmenia aumentó aún más el maná que la rodeaba y amenazó al demonio con una presión abrumadora. Al verla así, Titania dejó escapar su admiración con una sonrisa.

“Como era de esperar, Llama Blanca-dono es bastante confiable”.

“N-No, no fue mucho…”

En un cambio completo de su terrible aura en ese momento, Felmenia comenzó a sentirse avergonzada. Su expresión se derrumbó ante los elogios y la admiración de la princesa de su propio país. Sin embargo, el maná que estaba acumulando seguía siendo el mismo y no mostraba ningún signo de descuido. En poco tiempo, Graziella había terminado de limpiar a los demonios restantes y se unió a ellos.

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“¿Todo lo que queda es ese monstruo?”

“Sí. Un general demonio que se llamaba a sí mismo Grallajearus”.

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Titania le respondió. Quizás debido a la batalla, su tono era algo sombrío, pero Graziella respondió con una risa intrépida.

“Con tanto poder reunido, no importa si es un general demonio…”

“Su Alteza Imperial, todavía es peligroso ser tan descuidado”.  “Sé eso sin que me lo digas. Cierto, Reiji… ¿Reiji?”

Aunque Graziella lo llamó, Reiji no respondió. Y mientras estaba desconcertada por su comportamiento inesperado, Reiji de repente dio un paso hacia Grallajearus.

“¡¿Reiji-sama?!”

“¡Oye! ¡¿Por qué estás siendo tan insolente?!”


Las dos princesas comenzaron a entrar en pánico cuando Reiji intervino solo. Aunque trataron de contenerlo mientras gritaban, Reiji no se volvió para mirarlas.

“Voy a derrotar a este tipo por mi cuenta. Quiero que todos ustedes se mantengan al margen”.

“Pero Reiji-sama—”

“Tengo que hacer esto por mi cuenta”.

Reiji ignoró la voz de Titania. Tenía que hacerlo él mismo. Su determinación fue el resultado de cómo había ido la marea de esta batalla. Porque se sentía inútil por haber decidido desechar a Titania como sacrificio para poder huir. Para escalar este muro, tuvo que hacerlo solo.

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