Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: Las Malas Noticias Siempre Vienen Con Mal Clima

Parte 9

Cuando le explicaron el significado del nombre de la técnica, Reiji dejó escapar un suspiro complicado. Pero Suimei, después de dar la explicación, de repente frunció el ceño.

“En realidad, ni siquiera debería haber miles de millones en los testículos de alguien… Hablando de manera realista, debería ser más bajo que eso”.

“Sí, pero… estamos hablando de Io Kuzami. ¿Cuándo ha hablado alguna vez de manera realista? Es solo su imaginación salvaje corriendo desenfrenada y saliendo de su boca”.

“Aaah, sí. Buen punto. Por supuesto que la entenderías”.

“No lo digas así. Lo estás haciendo sonar como si estuviera aliado con ella”.

“Me temo que ya es demasiado tarde para nosotros, hombre”.

“No tienes que decirlo. Lo sé.”

Y entonces Reiji plantó su rostro entre sus manos cuando el segundo encuentro llegó a su fin con la victoria de Io Kuzami y una fuerte carcajada.

***

Un poco más tarde, durante el tercer encuentro…

“¡Bastardo, bastardo, bastardo, BASTARDOOOOOOOOOOOO!” Se escuchó un fuerte grito proveniente de la arena.

“¡Soy uno de los Elite Doce, un glorioso noble del Imperio! ¡¿Por qué debería estar sujeto a una pelea agotadora con un plebeyo como tú?!”

A pesar de sus gritos enojados, la resolución del hombre que gritaba comenzaba a flaquear cuando cayó en un giro.

“¡Imposible! ¡Esto es simplemente imposible!”

Por supuesto, la persona a la que le estaba gritando era su oponente para el partido.

“Hombre, realmente tienes una personalidad fácil de leer, ¿no es así…?” Suimei evaluó a su oponente con voz exasperada.

El noble Baaldan Dostolf Zegent se encontraba actualmente en la arena del campamento militar imperial. Estaba luchando contra un plebeyo del mundo del héroe, y se encontró en una situación que nunca antes había experimentado.

Esa situación no era que se estuviera quedando atrás en la pelea, sino que estaba entrando en pánico y completamente perdido en cuanto a cómo proceder. La pelea aún no había terminado. El ganador y el perdedor aún no se habían decidido, pero era evidente que Baaldan estaba siendo empujado contra la pared. Mentalmente, al menos.

No sería inexacto decir que Baaldan había comprado su puesto en el Elite Doce. Pero aun así, tenía la presunción y el talento mágico para enfrentarse a la mayoría de los otros miembros. No era totalmente indigno del título. Había nacido en una casa noble, se había graduado del Instituto de Magia e incluso había demostrado su valía en el campo de batalla en una guerra contra una nación del sur. Tenía un currículum considerable y su educación no fue nada despreciable.

Además, Baaldan tenía una técnica mágica que solo él podía usar. Infló su ego considerablemente, pero apenas lo consideró un problema. No con su poder.

El poder de la magia encadenada. Usando patrones y entonaciones peculiares, podía cantar hechizos incesantemente sin siquiera una pausa para respirar entre ellos. Era una técnica única que le permitía usar poderosos hechizos en rápida sucesión. Fue la joya de la corona de su poder.

Su carta de triunfo. Con él, había ganado numerosas batallas. Ya sea contra soldados, monstruos o demonios callejeros, siempre salía victorioso. Pero hoy, aquí en la arena del campamento, era inconfundiblemente guiado por la nariz.

¡Ridículo! ¡Ridículo! ¡Ridículo! ¡¿Cómo puede ser esto?!

Y el que lideraba era un plebeyo que había sido convocado junto al héroe de Astel. Su rostro era sencillo y no había nada particularmente notable en él. Según todas las apariencias, era un chico normal y corriente. Si alguien tuviera que elegir un ejemplo de gentuza en las calles, sin duda lo señalarían. Él era la encarnación misma de la mediocridad.

“¡Mostraré a mis secuaces, que se ponen tan antiestéticos, cómo lucha un hombre de sangre noble!” Baaldan le había declarado a Gorgan antes de la pelea.

Y luego, al ver a su oponente…

“¡Mi oponente es claramente un simple campesino! ¡Qué desagradable!

¡Es inaceptable que tenga que luchar contra un tipo tan desaliñado!

¿Incluso puedes usar magia? ¿Entiendes siquiera qué es la magia en primer lugar?”

Y a eso, su oponente había respondido…

“El hecho de que tengas magia no significa que la entiendas. Solo cuando estás dotado de conocimiento eres realmente capaz de usar la magia. Luego viene la comprensión, ¿no?”

Por lo que Baaldan había escuchado, el mundo del que provenía el héroe estaba completamente desprovisto de magia. Eso significaba que el héroe y sus compañeros solo se habían enterado después de venir aquí, y apenas había pasado medio año desde que fueron convocados. Esos jóvenes verdes no podrían luchar contra alguien que había estudiado magia durante décadas. O al menos, eso es lo que había pensado.

Pero cuando abrió la tapa y miró más de cerca, fue una historia diferente. Este plebeyo estaba usando magia completamente extraña para defenderse de los ataques de Baaldan.

No habría sido tan intimidante viniendo de un oponente desesperado luchando en sus últimas piernas. Baaldan no se habría sentido contra una pared si ese fuera el caso aquí.

Pero este chico no estaba peleando. No, estaba actuando como si simplemente estuviera jugando con un niño. Incluso tuvo la audacia de tararear entre encantamientos. Y por muy serio que se pusiera Baaldan, no podía avanzar. El chico seguía tarareando.

Por supuesto, la audiencia estaba teniendo su propia reacción a esto.

La conmoción y el asombro se abrieron paso entre la ruidosa multitud. No porque un miembro de los Elite Doce estuviera siendo dominado, sino porque el plebeyo estaba luchando con magia de formas que nunca antes había visto.

Era como si hubiera encontrado un punto ciego mágico y estuviera cómodamente sentado allí mientras empujaba y empujaba casualmente a su oponente. Todos vieron cómo se desarrollaba la pelea unilateral con asombro y sorpresa, incluido Gorgan Bartwood Goalt.

Por ejemplo, si Baaldan usó magia de fuego, el niño usaría magia de viento, que debería haber avivado las llamas, pero en cambio las apagó. Si Baaldan usó magia de agua, en lugar de usar  la táctica probada y verdadera de conjurar la magia de la tierra para hacer un pozo y desviarlo, convocó plantas con magia de madera para absorberlo.

Incluso cuando Baaldan usaba múltiples hechizos encadenados junto con su técnica característica, el chico contrarrestaba todos y cada uno de ellos. Baaldan ni siquiera se había acercado a ponerle un dedo encima.

Esto lo irritaba cada vez más, y rápidamente se movió para disparar otro hechizo al chico. Pero en el momento en que pensó con certeza que se conectaría, perdió su poder y desapareció.

“¡¿Qué—?!”

Era como cuando Aerith Melfein había disparado magia contra el perro fantasmal que Liliana Zandyke había convocado. Y el plebeyo se estaba riendo de este desarrollo. Baaldan no supo si fue por desprecio, burla o simplemente por deleite. No tenía idea de lo que estaba pensando el chico, pero tal vez eso no fuera importante. Lo notable aquí fue que incluso tuvo la compostura y el ocio para reírse en medio de una pelea en primer lugar.

“¡Burlándote de mí…!”

Esa risa avivó las llamas indignadas de la ira de Baaldan hasta un extremo apoplético. Parecía que iba a morir de un derrame cerebral en el acto. Y su pequeño ataque no le ayudó en nada, considerando las circunstancias.

Incluso cuando disparó dos o tres hechizos más en rápida sucesión, cada uno de ellos fue desviado al igual que todos los demás.

Era algo que sucedía con bastante frecuencia en los juegos de azar. Cuando un jugador era constantemente superado por la casa o un jugador contrario, a menudo se desesperaba.

Esa desesperación les costaría su capacidad para tomar decisiones claras y, en última instancia, el juego. Y cuanto más se perdía, mayor era la sensación de desesperación era un círculo vicioso. Uno del que fue muy difícil salir una vez que te metiste en él. Y así era exactamente cómo iba esta pelea para Baaldan.

“Ahora bien, ya es hora de que haga mi movimiento, ¿eh? Aquí vamos… Oh Viento. Haz caso de mi voluntad y mata a mi enemigo. Strike Wind”.

Cuando el plebeyo arrojó el guantelete, conjuró un hechizo de viento. La ráfaga de viento que lanzó de sus manos era simple y de bajo nivel, pero tenía una fuerza destructiva considerable. Para un miembro de la Élite Doce como Baaldan, lidiar con eso no sería nada… pero era molesto. Tenía suficiente poder detrás de él que realmente necesitaba defenderse, lo que solo lo irritaba más.

“¡Oh Tierra! ¡Rodéame y conviértete en un baluarte firme! ¡Absolutamente nadie pasará y amenazará esta vida! ¡Earth Wall Rising!”

El suelo se levantó alrededor de Baaldan y se endureció, formando una sólida pared de tierra en la que la magia del viento del chico chocó y se dispersó.

“¿Pensaste que ese tipo de magia mezquina funcionaría? ¡Maldito tonto!”

“No, probablemente uno no lo hará… Oh Viento. Presta atención a mi voluntad y masacra a mi enemigo × 7. Strike Wind siete veces”.

“¡¿Qué—?!”

Después de la broma completa de un canto del plebeyo, se manifestaron siete instancias de su magia  Strike Wind. Con siete veces el maná atacando ahora la barrera de tierra de Baaldan, se sacudió antes de desmoronarse por completo.

“De ninguna manera… Que un hechizo de viento de tan bajo nivel rompa mi baluarte…”

Fue imposible. Después de haber sido guiado por la nariz todo este tiempo, ahora tenía que aguantar este tipo de magia. No era de extrañar que Baaldan estuviera furioso.

“¡¿E-Entonces qué tal esto?! ¡Oh fuego! ¡Florece, arde y ondea aún más majestuosamente! ¡Conviértete en el avatar de la conflagración! ¡Grand Flame!”

“En cuanto a mí… Oh, Scarlet. Con tu mezcla de azabache y bermellón, saquea el color rojo de todos los ojos. Una llama sin color no tiene derecho a llamarse llama. Little Red Thief”.

Baaldan desató un hechizo que creó una enorme bola de fuego, y el niño conjuró un hechizo de fuego propio en respuesta. Pero por lo que Baaldan podía decir, todo lo que había hecho era conjurar una canica roja. No, varios de ellos. Estaban apareciendo por toda la arena. Parecía que estaba planeando superar la calidad con la cantidad. Sin embargo, la bola de fuego de Baaldan solo estaba creciendo.

Cuando entró en contacto con las canicas, las consumió. Se desencadenó una cadena de explosiones mágicas, y todo fue tragado por la bola de fuego de Baaldan. Se hinchó tanto y tan rojo que Baaldan pensó que estaba viendo cosas. Parecía que su bola de fuego estaba desapareciendo.

Y eso fue exactamente lo que sucedió. Cuando la luz roja se apagó, tanto la bola de fuego de Baaldan como todas las canicas rojas desaparecieron. Parecía que con tanto fuego mágico en un solo lugar, ardía tan intensamente que se ahogaba.

“¡Tú y tus técnicas solapadas!”

“¿No es divertido? El rojo es la esencia del fuego. Su color no se ve afectado por la temperatura. Así que el fuego místico más rojo es, la cualidad más alta, y por lo tanto más poderosa, es. Por el contrario, cuando pierde color, también pierde potencia”.

“¡¿Perdiendo su poder porque pierde color?! ¡Deja de decir tonterías! ¡La magia no pierde el poder divino que le otorgan los Elementos por una razón tan estúpida!”

“Wow, eso está justo sobre tu cabeza, ¿eh? Realmente no entiendes nada”.

“Tch, si la magia de fuego no funciona, entonces usaré una magia diferente para—”

“No. Desafortunadamente, ya es hora de que te quedes sin fuerzas”.

“¿Qué?”

“Tomemos un tiempo aquí”.

El plebeyo luego se encogió de hombros exageradamente y se quedó allí indefenso mientras comenzaba a repetir palabras sin sentido. Girando los hombros y estirando el cuello, parecía que se estaba estirando para relajarse. Todo en medio de la batalla, nada menos.

“¿Eres estúpido? Hacer eso durante un encuentro…”

A pesar de la advertencia de Baaldan, el chico no parecía que le importara o que ni siquiera estuviera escuchando. Su descarada falta de respeto volvió a encender la ira de Baaldan, y se dispuso a usar un hechizo para mostrar su insatisfacción.

“¡Oh Rayo! Light— L-Lightning …”

Sin embargo, por alguna razón, el canto simplemente no salía de su boca. “Ligh… Li…”