Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 1

Extra 3: Chica Malvada

Un día, durante el almuerzo, un niño irrumpió en la clase A. “¿Quién de ustedes es Adele?”

Whoa….

Los estudiantes estaban en silencio bajo la mirada del chico. “Um, y-yo soy Adele…” dijo ella.

“Hmm, ¿entonces tú?” Tenía un aire pomposo y escudriñaba a Adele con rudeza. “Muy bien. ¡Te voy a convertir en mi mujer!”

Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!?

Los estudiantes escondieron sus caras en sus manos. La respuesta de Adele fue inmediata. “Me niego.”

“¡¿Qué?! ¡¿Tienes idea de quién soy?!”

“No. No soy muy buena con las caras, así que…”

Esto era cierto. Incluso en su vida anterior, siempre había luchado por recordar los rostros, aunque podía recordar perfectamente los nombres, así como la fecha y la hora en que había conocido a alguien y de qué habían hablado. Los rostros eran imposibles, y para ser honesta, esa deficiencia preocupaba mucho a Adele.

“¡Soy Chester von Closson, el tercer hijo del vizconde Closson, de clase C!”

“Ah. Entonces, ¿qué asuntos tienes conmigo?”

“¡Acabo de decírtelo! ¡Te voy a convertir en mi mujer!”

“Pero ya lo rechacé, ¿no? Si no hay otros temas, entonces tengo que seguir adelante y prepararme para las lecciones de la tarde, así que…”

El chico estaba furioso. “¡Te digo que soy el tercer hijo del vizconde Closson! ¡No soy uno de ustedes, campesinos o cerdos de bajo rango! ¡Cómo te atreves a hablarme así!”

A Adele no le impresionaron estas palabras. “¿Oh? Pero todos en esta escuela son iguales, ¿no? ¿Independientemente del estatus? ¿No te enteraste de esto en la orientación?”

“Además, esta es una escuela para plebeyos y nobles menores, así como para el cuarto o cuarto hijo o hija menor de barones y similares. El tercer hijo de un vizconde rico que asiste a clases aquí, y no de la Academia Ardleigh, no es algo de lo que presumir, ¿verdad?” NdT: yyyyyyyyyyyyyyyy se lo chingo

WHOOOAAAAAAAAAAAAAAAA!

Los compañeros de clase de Adele quedaron impresionados por su honestidad.

Chester estaba petrificado.

“De todos modos, ¿qué quieres decir con “te haré mi mujer”?”, continuó. “Soy una persona independiente. No soy posesión de nadie. ¿Y a qué te refieres con “hacerte”?

¿Harás esto sin mi voluntad o consentimiento? Honestamente….!”

Justo en ese momento, alguien agarró el brazo de Adele. Se dio la vuelta para ver a Marcela, moviendo rápidamente la cabeza de un lado a otro.

El chico de la clase C, llamado Chester, había estado quieto, inmóvil durante algún tiempo.

Como ya casi era hora de comenzar las clases de la tarde, Marcela comenzó a preocuparse, pero parecía como si alguien hubiera alertado a los compañeros de Chester de la clase C, y un par de ellos llegaron para sacar al niño todavía congelado de la clase.

Cuando se fueron, Adele les sonrió y les dijo: “Muchas gracias”.

“¡No es gran cosa!”, respondieron. “¡Si tienes más problemas, llámanos!”

Adele no se había olvidado de la cortesía japonesa. ¿O fue por las artimañas femeninas que ella estaba recordando?

“Ugh! Eso de ‘hacerte mi mujer’ fue ridículo. Probablemente está imitando algo que escuchó de su padre o de su hermano mayor”, dijo Marcela. “Supongo que pensó que si podía conquistar a Adele, la joya de la clase A, sería una gran ayuda para su reputación. Yo no le prestaría atención.”

“Bien…” dijo Adele y asintió sinceramente, agradecida por el consejo de Marcela.

Durante el almuerzo del día siguiente, Chester se detuvo en el salón de clase A una vez más.

“Adele, vayamos de compras juntos en el día de descanso de mañana”, dijo. La clase miraba, preocupada. Si una compañera de clase le hubiera hecho una invitación de manera normal, Adele no habría respondido de manera descortés. Ella quería amigos después de todo, tanto hombres como mujeres.

La idea de salir con un chico no era totalmente ajena a Adele; después de todo, estaba acostumbrada a la idea de que las chicas fueran un poco infantiles y estuvieran llenas de energía, siempre jugando al fútbol y al béisbol con los chicos. Al igual que en la serie Tomboy Secchi que había leído en su vida anterior….

Sin embargo. “Me niego.”

“¿Eh? ¿Por qué…?”

La cara de Chester estaba llena de incredulidad. Había sido rechazado de nuevo, a pesar del hecho de que alguien debía haberle otorgado algo de sensatez desde la tarde anterior -juzgando por la adecuada invitación que había hecho esta vez, al menos.

“No es que no me halague recibir tu invitación”, le dijo ella. “Sin embargo, no puedo darme el lujo de renunciar a mi almuerzo escolar gratuito y salir a comer fuera, ni tengo dinero para comprar cosas innecesarias. Además, ya tengo planes para mañana…” NdT: Te odio por no animar esto Project No.9

Que se sintiera halagada al recibir la invitación era todo lo que Chester necesitaba oír.

“¡Puedo pagar tu almuerzo! ¿Qué tal la semana que viene?”

“Desafortunadamente, ya tengo planes…”

“Entonces, ¿qué tal pasado mañana?”

“Desafortunadamente, ya tengo planes…”

“Entonces, ¿qué tal la semana después de la semana siguiente?”

“Desafortunadamente, ya tengo planes…”

“Entonces, ¿cuándo demonios estarás libre?” La voz de Chester se elevó a un grito comprensiblemente frustrado.

¿Sólo estaba jugando con él, a pesar de que esta vez había dicho las cosas adecuadas?

“Trabajo en una tienda todos los días de descanso. No recibo una mesada, así que si no trabajo, no puedo permitirme tinta o papel o ropa nueva o jabón o cualquier otra cosa”.

“Uh….”

“Así que así son las cosas. No puedo salir con nadie, no importa quién sea. Lo siento mucho…”

Tampoco podía salir con nadie después de la escuela, ya que los dormitorios tenían toque de queda. Además, Adele no tenía intención de saltarse su cena gratis

Chester se enfadó al volver a su propia clase.

En cuanto a las compañeras de clase de Adele, bueno, desde el momento en que Chester llegó, habían estado observando con preocupación, no por ella, sino por Chester.

***

Luego vino el siguiente día de descanso.

Adele estaba trabajando en el mostrador de la panadería como de costumbre cuando, justo después del mediodía, entró un solo cliente.

“Así que, estás aquí.”

“Um, oh. Chester…. ¿verdad?” Adele dijo. “¿Todavía no me recuerdas?”

Ese cliente era, de hecho, Chester. “¡Es hora de salir!”, dijo.

“Oh, está bien. Adelante. ¡Te veré más tarde!”

“¡Tú también vienes!”, dijo. “¿Realmente crees que he venido hasta aquí sólo para decirte que voy a pasar el rato?”

“¿Eh? ¿No lo hiciste?”

Chester golpeó con ambas manos en el mostrador. “¡Sólo ven conmigo!”

“Pero tengo que cuidar la tienda…”

“¡Haz que esa pareja de ancianos de allí lo haga!”

“No. Esos dos son clientes, no trabajan aquí…”

Incluso Chester podía ver que sería inútil tratar de hacer que los clientes trabajaran en la tienda, así que se quedó de pie en silencio durante un rato, pensando.

“Muy bien, entonces. Lo compraré todo.”

“¿Eh?”

“Voy a comprar todo el pan que te queda.  Entonces no habrá necesidad de que te ocupes de la tienda, ¿verdad?”

“¿Qué estás…?”

“Inteligente, ¿no?”, dijo. NdT: Pensar_Correcto_Es_Lo_Que_Hago.jpg

“¡Es una tontería!”

“¿Eh?” Chester se sorprendió de la furia repentina de Adele.

“Esta tienda está abierta para todas las personas que necesitan pan en los días de descanso, pero quieres dejarla vacía?! ¿Comprarás todo el pan sólo para sacarme de aquí? ¡Qué acción más tonta, y plan más estúpido!”

“Lo siento…” Al ver a Adele, a quien siempre había considerado tan tranquila y tranquila, de repente se enfadó, Chester se sorprendió y se disculpó rápidamente. Parecía que al menos era un chico honesto.

“Bueno, ¿qué tal la mitad, entonces?”

“¿Eh”. Chester se quedó mirando, inseguro de lo que se le estaba preguntando. “Estoy diciendo, ¿qué tal si compras sólo la mitad del pan?”

“S-seguro…”

Ante la sugerencia de Adele y su brillante sonrisa, Chester aceptó sin pensar.

***

“¿Cómo sucedió esto…?”

Chester volvió al dormitorio, sus brazos rebosantes de pan y una nube oscura colgando sobre él. Sin embargo, quizás había sido un pequeño precio a pagar, por el privilegio de ver a Adele sonreírle por primera vez.

Las orillas de su boca se levantaron, sólo un poco.

***

“Bueno, abuelo, ¿qué deberíamos hacer al respecto?”

“Creo que la chiquilla lo tiene bajo control”.

“Supongo que…”

Los ancianos de la panadería formaban parte de un servicio secreto informal que se detuvo en la panadería para proteger a Adele de los hombres malos. Aparentemente, habían considerado que Chester no era una amenaza.

En el futuro, cuando Chester se detuvo de nuevo en el aula de clase A, los compañeros de clase de Adele ya no estaban preocupados. También lo habían considerado inofensivo.

Incluso si sus intentos de coqueteo eran inútiles, estaba bien que sólo hablara un poco con Adele, siempre y cuando no la hiciera enojar con él.

Mientras que Adele charlaba alegremente con sus compañeros de clase y estudiantes de otras clases, estaba claro que no tenía intención de tener un novio, un futuro compañero de vida, o incluso un posible socio de negocios en este momento.

Sus compañeros de clase decidieron que Adele era simplemente demasiado joven para pensar en el romance, sin darse cuenta de la verdadera razón de su distanciamiento. Mentalmente, Adele tenía más de dieciocho años, después de todo, para ella, todos sus compañeros de clase eran demasiado jóvenes para ser beneficiarios de su interés romántico.

Esto, por supuesto, incluía a cierto hijo menor de un vizconde, que competía desesperadamente por sus afectos.

Aunque no tenía ningún interés en las asociaciones románticas con los chicos, si ellos le hablaban, ella conversaba alegremente, y con gusto salía con ellos en el almuerzo y después de la escuela. Cuando no estaba con Marcela y las chicas, al menos.

Incluso mientras trabajaba en la tienda, cuando los chicos hablaban con ella, ella les ofrecía una sonrisa amistosa.

Con  el  paso  del  tiempo,  el  número  de  chicos  que  se  llevaron  la  impresión equivocada aumentó.

Así, una vez más, la anciana de la tienda murmuró: “Hoo hoo hoo hoo, eres una chica malvada, Miss Adele…”

-FIN DEL VOLUMEN 01-