Tokyo Ravens (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: Iniciando el Culto

Parte 2

 

 

Por otra parte, Natsume estaba dotada, y eso posiblemente crearía celos o resentimiento. Considerando su personalidad, era bastante difícil imaginarle encontrando un feliz grupo de amigos o dejando pasar sus emociones negativas. En ese caso, ¿podría pasar su día a día en Tokio, triste?

—… —Harutora frunció el ceño, mirando deprimido y permaneciendo en silencio. Touji, bajó la cabeza para mirar a Harutora con interés, como si pensara que fuese simple y fácil de entender.

Publicidad M-AR-1

—… Bien, fuiste rechazado, no te molestes, no es el fin del mundo, ¿verdad? —la mirada de Touji volvió, mientras Harutora hablaba encogiendo sus hombros.

Harutora detuvo sus pensamientos profundos, mirando hacia arriba con una expresión molesta.

—¿Quién dices que fue rechazado?

—… ¿Quién fue rechazado? —una voz terrible, como un volcán haciendo erupción, se escuchó.

Era de Hokuto.

Publicidad M-M5

Touji sonrió y Harutora, quien estaba en cuclillas en el suelo, rápidamente se puso de pie. Harutora se dio la vuelta como si fuese a resolver el malentendido, pero se atragantó justo cuando sus palabras estaban a punto de dejar su boca. Sus ojos se abrieron inexpresivamente.

Al ver la reacción de Harutora, Hokuto dijo: «¿Qué…?» y volvió la mirada, observando a Harutora por el rabillo del ojo. Fingió estar tranquila, pero su rostro estaba lleno de expectativa y tensión mientras sus dedos trazaban círculos en el suelo.

Touji tosió ligeramente. Harutora rápidamente habló:

—L-Llegas tarde, Hokuto.

—… Lo siento

Touji tosió de nuevo.

—Um, no, está bien… Bien… ¿Qué pasó para que estés vestida así?

Esta vez, Touji no tosió, pero en su lugar suspiró suavemente. La tensa Hokuto resopló ligeramente en sus mejillas.

—¡Nada! Visto un Yukata sólo porque pensaba asistir al festival, ¿algo está mal?

Hokuto llevaba un Yukata. Era de color negro, decorado con peonías y mariposas blancas cerca de la parte superior, con un cinturón de color rosa elegante. Todo su cuerpo desprendía un aire tradicional y maduro, como una persona completamente diferente a la Hokuto de ayer.

—No, no, ¡lo siento! Este… Verte vestida así, siento como si no fueses la misma… E- Estaba sorprendido porque esta apariencia es completamente inesperada, así que dudé de mis propios ojos…

La actividad volcánica en el corazón de Hokuto se hacía más y más activa cada vez que el nervioso Harutora abría la boca, pareciendo como si estuviese a punto de hacer erupción en cualquier momento.

Los ojos llenos de emoción con los que había estado viendo a Harutora se llenaron gradualmente de lágrimas. Touji, de pie detrás de Harutora, cubrió su rostro porque no podía soportarlo.

Pero…

—Pero… se ve bien en ti. Realmente me sorprendió.





Justo en el momento, antes de que el volcán entrase en erupción, la ira de Hokuto desapareció.

—… ¿E-En serio?

—Sí, cómo podría decirlo… Se ve fresco, y pareces más madura de lo usual.

Harutora tampoco estaba muy convencido de lo que debería decir, y habló con vacilación, expresando sus pensamientos honestamente. Hokuto movió su mirada, como si espiara la expresión de Harutora. Él no había hecho nada digno de mención, pero su corazón se aceleró. Poco después, Hokuto expresó su satisfacción, relajándose y recobrando su compostura.

—… Gracias. —fingió calma, manteniendo sus labios atrás, formando una sonrisa, le dio las gracias en voz baja.

Ambos se hundieron en silencio.

La mirada de Hokuto se movió alrededor, pareciendo tímida. Harutora quedó inmóvil, mostrando también inquietud y un aspecto ansioso. Ambos parecían querer abrir la boca, pero no tuvieron la oportunidad.

Publicidad G-M3



El silencio continuó. Touji contó silenciosamente hasta cien. Después de eso, decidió no esperar más.


—Bien, ahora que Hokuto está aquí, deberíamos ir a dar un vistazo, ¿no? Harutora y Hokuto asintieron ligeramente, como si se sintiesen aliviados.

***

 

 

Desafortunadamente, el aire de madurez de Hokuto no duró mucho tiempo.

Publicidad M-M1

—Ahora, ¡algodón de azúcar! ¡Quiero comer un algodón de azúcar!

—… Por qué no primero comes aquella manzana con caramelo en tu mano derecha y la banana con chocolate en tu mano izquierda.

—Harutora, ¡máscaras! Hey, ¿cuál estaría bien? ¿Cuál crees que es buena?

—El payaso… ¡No, es broma! Sólo una broma, ¡no me patees con tus sandalias!

—¡Veo peces dorados! ¡Sí!

—¡Espera! ¡No corras usando un Yukata! ¡¿Qué clase de persona corre así de rápido usando un Yukata?!

Ella estaba extraordinariamente feliz, tan emocionada que incluso asustó a un grupo de estudiantes de primaria que caminaban junto a ella, habiendo regresado por completo a su comportamiento habitual poco femenino.

Touji estaba atónito.

—… ¿También fue así el año pasado?

—Fue peor el año pasado. —Harutora contestó con una sonrisa seca, a espaldas de Hokuto.

Ella normalmente podía ser como una niña, pero una vez que entraba en estos tipos de celebración, parecía realmente una verdadera niña. «Harutora, ¡mira esto!» «Harutora,

¡por  aquí!».  Sus  ojos  brillaban,  iluminados,  mientras  jalaba  del  brazo  de  Harutora, deteniéndose en cada puesto, uno tras otro.

En ese momento, Harutora sentía como si no pudiese aguantar más, pero una vez que veía la sonrisa despreocupada de Hokuto, se tragaba por completo su ira y sus palabras burlonas.

Era grato ver el rostro sinceramente alegre de los demás. Además, cuando estaba con la ingenua Hokuto, no tenía que recordar el pasado. Hace mucho tiempo, cuando era aún un pequeño niño. Cada vez que iba con la familia principal, su amiga de la infancia estaba contenta, su rostro enrojecido mostraba genuina felicidad.

Ella escuchaba lo que Harutora tenía que decir, siempre manteniéndose a su lado… Harutora inadvertidamente pensó en una pregunta.

«¿Podría ser que ella estuviera aquí, en el festival?»

No podía imaginarlo. En primer lugar, Natsume podría no saber lo divertido que era, ignorándolo por haber sido encadenada al nombre Tsuchimikado, y por haber dedicado su vida al estudio y entrenamiento diario.

Mientras él se divertía en este momento, ¿qué estaba haciendo ella…? Justo en ese momento…

—… ¿Harutora? —Touji le llamó en voz baja, rápidamente se recompuso a sí mismo con sorpresa.

—¿Qué…?

—Uh… Nada, olvídalo.

Harutora sonrió, escondió las cosas y dejó que su conciencia regresase al festival frente a él.

El sol se ponía al oeste, y las luces colgadas en las bancas junto a las hileras de faroles iluminaban los alrededores. El espectáculo de fuegos artificiales empezaría dentro de poco. Justo en ese momento, Hokuto, quien originalmente había estado de cuclillas viendo con los ojos bien abiertos los pequeños peces dorados, se puso de pie.

—¡Ah! ¿Qué es eso? ¡Nunca había visto algo así antes!

Publicidad M-M3

—Oh, un campo de tiro. ¡Qué nostálgico!

En el momento en que Harutora habló, Hokuto se lanzó a la cabina con los juegos de disparos. Él le siguió a toda prisa, y Touji también. Había un par que parecían ser dos estudiantes enamorados compitiendo, y Hokuto se detuvo a un lado, después de haber corrido, observando cuidadosamente.

—… Así que se juega así. Usas aquella arma de juguete para derribar los premios de allá, ¿verdad? Y puedes obtener aquellos que derribes…

—¿Nunca lo has jugado?

Publicidad M-M4

—¡Justo como dije, nunca había visto esto antes!

Diciendo eso, Hokuto pagó el precio para jugar (dos mil yenes) al encargado. El encargado le entregó un arma de juguete.

—… ¿Cómo se usa esto?

Ella miró a Harutora y él tomó el arma de juguete con las manos, cargó el arma, y colocó la bala de corcho dentro del mosquete.

—Ahora sólo tienes que apretar el gatillo.

—¡Gracias! Entonces, veamos… ¿qué premio debería obtener?

—Escucha, Hokuto, no puedes conseguir cualquier premio grande que quieras en este tipo de juegos, no sólo tienes que golpearlo. Incluso si lo golpeas, los premios no caerán si son muy pesados. En teoría, debes fijar tu objetivo en la fila situada en la parte frontal, esos son los premios comparativamente ligeros…

—Ah, fallé.

—¡Escúchame!

Hokuto comenzó a disparar por su cuenta, y no tocó un premio ni una sola vez. Valientemente apuntó el arma a la línea más alta, con una pequeña caja envuelta con un listón como objetivo, ignorando por completo las palabras de Harutora. Touji masticaba un calamar a la plancha que había comprado en algún momento, uniéndose a la diversión desde un lado. El olor a salsa de soja frita regaba su boca.

—Uh… ¡realmente falló todos!

—Es su culpa.

—Harutora, quiero ese premio.

—No seas problemática.

—¿Qué hay de ti, Touji? Pareces ser bueno en esta clase de juegos.

—No estoy interesado.

Escuchando sus frías respuestas, Hokuto mostró una mirada de reproche, diciendo:

«¡Qué inútiles!». Pagó otros dos mil yenes, y jugó de nuevo.

Por supuesto, su objetivo era aquella caja envuelta con un listón en la línea más alta. Se inclinó hacia adelante lo más que le fue posible, extendiendo el cañón del arma y la parte baja de su Yukata se levantó, haciendo que Harutora se ruborizara.

Pero el resultado fue el mismo, ningún golpe. Hokuto estaba enojada, casi tocando el suelo.

—¡Qué molesto! ¡Ni siquiera lo toqué!

—Te dije que no apuntaras a los grandes premios.

—¡Una vez más!

—Ríndete.

—¡No! ¡Lo quiero!

Ella era realmente una niña. «Harutora…». Touji, detrás de él, pronunció las palabras lentamente, como si quisiera que pensara en algo. Murmurando: «¿Qué tiene que ver conmigo?» en su corazón, Harutora aceptó el arma de juguete que Hokuto le entregó y pagó dos mil yen.

—Pero realmente soy malo en este  juego… —después de  confesarlo,  sus disparos fueron curvos, uno tras otro.

La suerte de Harutora simplemente era la peor posible, y con independencia de a dónde se dirigía, las balas volaban en direcciones imposibles. El cambio en su billetera estaba desapareciendo rápidamente, e incluso con eso, Hokuto no le dejaba ir, y el dinero que gastó, rápidamente pasó los mil yenes.

—Si la bala no acierta esta vez, ríndete. —después de decir eso, colocó su última bala y se inclinó hacia adelante.

El corazón de Hokuto latía ansiosamente mientras veía a Harutora. Entonces, ella se sonrojó como si estuviera imaginando algo. Harutora estaba apuntando. Hokuto parecía un poco indecisa, pero se tranquilizó a sí misma, poniendo su rostro cerca de la oreja de Harutora.

—Hey, Harutora.

—… No me hables ahora.

—Si ganas ese premio…

—No me hables…

—Te daré un beso.

Sus manos perdieron control por un momento.

El corcho que claramente no avanzó en la misma dirección que el cañón trazó un arco hermoso, golpeando la caja envuelta con un listón en un punto muerto. La caja dejó escapar un sonido inesperadamente hueco y cayó de la base. Hokuto saltó de arriba abajo, gritando en voz alta. Touji, con el calamar a la plancha en la boca, daba aplausos pausados. Pero, Harutora no era tan imperturbable.

—¡H-Hokuto, tú…!

—¿Huh? ¿Qué pasa conmigo?

—Uh, eso, lo que dijiste… si obtenía el premio…

—¿Qué? ¿Qué es eso, Harutora?


Hokuto fingió una apariencia casual, sonriendo dulcemente e inclinando levemente su cabeza. Se trataba claramente de la sonrisa de un criminal. «Tsk…». Harutora lo lamentó, pero la atmósfera del momento no era la más adecuada para sacar a relucir lo que había pasado o para continuar persiguiendo la pregunta. En realidad, si lo recordase, podría ser un problema para Harutora.

—… ¿Cuándo aprendiste ese movimiento?…

—¿Hmm? No he entendido nada de lo que has estado diciendo hace un momento.

Hokuto rio, dio media vuelta, y examinó de cerca. Uno podría notar que la mitad de ese comportamiento era para ocultar su timidez.

Parecía que Harutora no era el único que temía a riesgos desconocidos. Lo impresionante fue que el gran premio  que Hokuto había insistido en conseguir resultó ser una botella de jabón y una pajilla. Un equipo para hacer burbujas para niños estaba dentro de aquella caja de premio, y el colocarlo en la parte más alta fue sólo para engañar a los clientes.

—No es de extrañar que cayera de un golpe.

Touji se echó a reír. El rostro de Harutora enrojeció mientras miraba el infructuoso resultado de su trabajo. Pero Hokuto no lo tomó en serio en lo absoluto.

—Está bien, esto era lo que quería.

Tomó el listón que rodeaba la caja y con destreza lo ató a su cabello.

Tokyo Ravens Volumen 1 Capitulo 2 Parte 2 Novela Ligera

 

El hermoso listón era rosa, del mismo color que la correa del Yukata de Hokuto. Con el listón atado en el cabello, parecía como si se lo hubiese puesto desde el principio.

«Ah…». Harutora hizo un sonido de elogio.

—¿Cómo es posible?

—Incluso  tú  también  has  tomado  modas  huecas.  —Harutora  habló  de  forma sarcástica, tomando la oportunidad de reprocharle por sus bromas hasta el momento.

Pero Hokuto no se movió. Miró a los ojos de Harutora con una cara seria.

—¿Es lindo?

—…

—Es muy lindo, ¿verdad?

—…

—¡Di que es lindo!

—… Bien, lo entendí. Lindo, es lindo.

Publicidad M-AB

—¿De verdad?

—Ya lo dije, ya que me obligaste a decirlo…

—…

—¡Lindo! ¡Es realmente lindo!

Harutora sólo podía elogiar repetidamente ya que se encontraba frente a una mirada que sugería que iba a recibir un golpe en cualquier momento. Hokuto sonrió levemente después de escucharlo, todo su cuerpo se relajó.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios