Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: Una Estrella De Mal Augurio

Parte 5

Esa información también fue un shock para mí.

¿Qué hubiera sido del clan Suun si ese futuro se hubiera cumplido? Si Zattsu Suun, que trató de controlar al Suun desde su lecho de enfermo, le dio el asiento del jefe del clan a Yamiru Lea, quien había esperado secretamente la destrucción de su clan…

Con una sacudida de mi cabeza, rápidamente limpié ese tren de pensamientos sin sentido.

En cualquier caso, estaba seguro de que no habría sido un futuro brillante, sin importar cómo fueron las cosas. Tal vez ese no hubiera sido el caso si Zattsu Suun al menos hubiera muerto, pero hasta entonces, la carga que Yamiru Lea habría tenido que soportar habría sido abrumadoramente pesada.

“Así de obediente era un sirviente Tei Suun con Zattsu Suun. Incluso cuando Zattsu Suun se enfermó y no pudo moverse, ese hombre actuó como sus manos y pies… Y así, si Tei Suun sigue vivo, asegúrese de no dejar que se acerque a mí. Si por casualidad Zattsu Suun dejara una orden de que la línea de sangre de Suun debía continuar, seguramente vendría detrás de mí en lugar de mi padre o hermanos”.

“Esta es la primera vez que escucho que Tei Suun estaba tan atado a Zattsu Suun… Y sobre el hecho de que tú también seas el próximo jefe del clan”.

Las palabras de Gazraan Rutim causaron que la sonrisa de Yamiru Lea se hiciera más profunda.

“No pensé que fuera necesario mencionarlo, así que simplemente no dije nada. Si no te gusta, entonces adelante y castígame como quieras. ¿Qué tal si me envías a los Jeen o Dom mientras arden de rabia por la vergüenza que enfrentan, en lugar de dejarme con los Lea?”

“Ah, espera, Gazraan Rutim…” interrumpí apresuradamente.

No podía imaginar que Yamiru Lea hiciera eso por su propia protección. No, en cambio, debe haber retenido la lengua por el bien de Tei Suun. De modo que una vez que Zattsu Suun fuera castigado adecuadamente, el alma de Tei Suun finalmente sería liberada.

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Gazraan Rutim me lanzó una mirada que decía que debía contenerme.

“No tengo intención de condenarte. Nadie hubiera esperado que un hombre tan enfermo escapara solo, independientemente de si habían escuchado esa información o no, y por lo tanto no habría hecho nada para cambiar lo que sucedió. E incluso si Zattsu Suun te viera como su sucesor, eso se debía exclusivamente a sus intenciones, y no agravaría tus crímenes”. La fría sonrisa de Yamiru Lea se desvaneció y, a su vez, Gazraam Rutim ahora sonrió gentilmente. “Además, ya eres miembro del clan Lea. Estoy seguro de que Rau Lea no aceptará simplemente la idea de que te entreguen a los Dom o Jeen… Yamiru Lea, Zattsu Suun ahora se ha ido de este mundo, así que también deberías estar libre de su hechizo malvado”

“Ciertamente sería agradable si fuera tan fácil olvidar a ese hombre…” murmuró Yamiru Lea, inclinando la cabeza lo suficiente como para que su largo cabello ocultara su expresión. “Tei Suun y yo deberíamos ser los mismos, allí… Pero si Zattsu Suun realmente murió sin dejar ninguna orden, entonces Tei Suun finalmente podría sacrificarse, obedeciendo su propia voluntad”.

“¿Su propia voluntad…?”

“Su voluntad de que alguien ponga fin a su vida lo antes posible”. Un pesado silencio cayó sobre la habitación.

Oura solo miraba tristemente al suelo, mientras Tsuvai se aferraba a su madre como para ofrecerle su apoyo. Mida miró a su alrededor con la misma expresión distraída de siempre, mientras que Ai Fa permaneció en silencio con una mirada amarga en su rostro.

Después de mirar un poco más al apático Yamiru Lea, Gazraan Rutim se puso de pie de repente.

“Mis disculpas por imponerme durante tanto tiempo… Me imagino que a todos seguramente se les permitirá regresar a sus clanes apropiados en el futuro cercano. Sé que se verán obligados a soportar estas limitaciones hasta entonces, pero espero que todos continúen esforzándose por vivir como personas adecuadas en el borde del bosque”.

Nadie respondió

Siguiendo el ejemplo de Gazraan Rutim, Ai Fa y yo también nos pusimos de pie.

“¿Ya te vas…? Oye, ni siquiera sé tus nombres, aunque…” Mida gritó abruptamente, solo para que Ai Fa se diera la vuelta y le lanzara una mirada dudosa.

“Si ni siquiera puedes recordar la cara de alguien, ¿realmente podrás recordar sus nombres cuando se lo digas?”

“Si no sé el nombre de alguien, entonces olvidaré su cara… Soy Mida, del clan Ruu”.

“Sí, ciertamente no te he olvidado… Soy el jefe del clan Fa, Ai Fa”.

“Y yo soy Asuta del clan Fa”.

“Gracias… te veré de nuevo, ¿no, Ai Fa y Asuta…?”

“Si compartimos un vínculo, entonces ciertamente es posible”, dijo Ai Fa, agitando su capa mientras le daba la espalda a Mida.

Entonces, Mida gritó tímidamente por última vez, “Ai Fa… Asuta… Si encuentras a Tei Suun, por favor no lo mates… Tei Suun es realmente agradable…”

***

Después de despedirnos de Gazraan Rutim, mientras pasaba la noche en el asentamiento de Ruu, salimos por el camino oscuro al borde del bosque.

Al menos habíamos tomado prestado un candelabro, pero todavía era la primera vez que viajaba por el camino durante la noche. Me habían enseñado poco después de llegar a la casa Fa que giiz y mundt merodeaban a esta hora, pero eso no significaba que supiera qué estar buscando.

“No te alejes de mi lado, Asuta. Mientras tengas eso en cuenta, no correrás ningún peligro”, declaró Ai Fa, su voz sonaba un poco tensa.

Si no bajara la guardia, no estaría en peligro… Pero, dicho de otra manera, lo estaría si no tuviera cuidado. Mia Lea Ruu había insistido en que nos quedáramos en el asentamiento de Ruu hasta el final, pero Ai Fa seguía afirmando que no funcionaría si no pudiéramos usar la casa vacía.

Afortunadamente, mi miedo a la oscuridad no era tan malo como mi acrofobia, así que no terminé pareciendo tan patético como cuando tuve que cruzar ese puente de cuerda. Aun así, eso no impidió que las cosas se sintieran bastante misteriosas.

Naturalmente, no había luces de la calle para ver, y además de eso, casi ninguna luz de luna atravesaba el bosque a ambos lados de nosotros. Y así, si se apagaran las velas, estaríamos rodeados por la oscuridad lo suficientemente mal como para no poder ver frente a nuestras caras. Si Ai Fa no estuviera a mi lado, dudo que pueda seguir avanzando como nosotros.

“Hoy ciertamente ha sido un día increíble…” murmuró Ai Fa mientras caminábamos. “Zattsu Suun fue capturado, luego murió… En una forma de hablar, eso es todo lo  que sucedió, pero las circunstancias son  tan peligrosas como lo fueron la noche de la reunión del jefe del clan”.

“Si. Para bien o para mal, él fue una vez el líder del borde del bosque, después de todo. ¿Era tan feroz como un guerrero como Donda Ruu hasta que su enfermedad lo debilitó?”

Al final, ese hombre había escurrido hasta la última gota de su poder para maldecir al mundo. Quería que todo se derrumbara.

Y seguramente necesitaríamos usar toda nuestra fuerza para resistir el agujero negro dejado por esa estrella fugaz.

“¿Cómo será tu negocio a partir de mañana…?”

“Hmm… supongo que no lo sabremos hasta que volvamos a la ciudad. Si nos equivocamos ahora, podría arruinarlo todo. Honestamente, preferiría tomarme el tiempo independientemente de lo que digan las personas del castillo…”

“Esa es la prueba que enfrentamos”, declaró Ai Fa mientras miraba hacia la oscuridad. “Es una prueba que debemos aprobar, ya que hasta ahora no hemos podido formar un vínculo adecuado con la gente del pueblo y hemos pasado por alto la corrupción del clan Suun…”

“Si. Yo también lo creo.”

Mientras charlábamos, el miedo y la inquietud que sentía por la oscuridad de la noche comenzaron a aligerar.

Sin embargo, Ai Fa seguía firmemente vigilante. Cuando estábamos a media hora de la casa del Fa, de repente se detuvo y me entregó su candelabro. Luego, agarró el mango de su espada y miró hacia la izquierda.

“¿Quién está ahí? Entra a la vista.”

¿Entonces no era un giiz o un mundt, sino una persona?

Sintiéndome instantáneamente nervioso, apagué una vela en esa dirección.

No había tanta gente que pudiera estar esperándonos así. Y, efectivamente, era un hombre canoso familiar que pronto salió de la oscuridad, luciendo como un fantasma.

“Tei Suun…”

El poderoso olor a sangre y fruta que invoca giba llenó mis fosas nasales. Tei Suun estaba de pie allí, en medio de un bosque de árboles.

Entonces, estaba vivo después de todo… Sin embargo, no pude confirmar la herida que supuestamente recibió de una espada.

Eso se debía a que, por alguna razón, llevaba una larga capa del tipo que usaba la gente del pueblo en lugar del atuendo de un cazador del borde del bosque, y estaba ocultando su cuerpo.

Tal vez se lo había robado a Haan de Dabagg. Aparentemente se había agarrado a ese hombre vendado antes de caer de un acantilado, según lo que Gazraan Rutim había dicho.

En cualquier caso, Tei Suun realmente estaba parado allí con esa capa. Con su cabello gris, barba, ojos de pez muerto azul oscuro, y su cara arrugada sin una pizca de emoción… y una espada corta sostenida en su mano derecha, asomándose por debajo de la capa.

“Hmm… Entonces el ex jefe del clan Zattsu Suun solicitó las cabezas de nuestro clan Fa en lugar de los Ruu, ¿verdad? Bueno, supongo que es mucho menos doloroso en comparación con tenerte en la ciudad”, dijo Ai Fa, con las llamas ardiendo en sus ojos mientras lo miraba. Y sin embargo, su expresión permaneció tranquila y serena. “Aun así, si eres un cazador, entonces debes entender. Actualmente, te falta la fuerza necesaria para hacerme daño. Si aún te queda un poco de orgullo como hombre del borde del bosque, entonces arroja a un lado tus espadas y ríndete a mí”.

“Haré eso… Pero no ahora”.

Su voz sonaba tan impasible como la última vez que la escuché.

¿Realmente este hombre había sufrido un corte mortal y se había caído de un acantilado? Quiero decir, honestamente no se veía diferente a la última vez que lo vi.

Sin embargo… no podía encontrar ninguna mancha de sangre en la capa que llevaba Tei Suun. Y sin embargo, un fuerte hedor de sangre colgaba sobre él. El interior de su capa bien podría haber sido empapado en sangre.

“El jefe del clan Fa, Ai Fa, y el miembro del clan Asuta… No aparecí frente a ti ahora para hacerte daño. En cambio, deseo hacerte una solicitud.”

“¿Una solicitud?”

“Si. Por eso te esperé aquí. Bueno, en verdad, solo vi hombres Dom dando vueltas alrededor de la casa Fa, así que me dirigía al asentamiento Ruu.

Pero sería difícil acercarte a ti allí, así que me alegro de haber tenido la suerte de encontrarte aquí”.

“¿Siempre fuiste tan rápido con tus palabras? Ciertamente te queda más energía de la que esperaba, parece.”

“Eso no es cierto en absoluto. Mi vida se agotará pronto. Pero antes de eso, deseo ver un asunto más”.

“Espera. Antes de eso, permíteme preguntarte una cosa. ¿Ya estás al tanto del fallecimiento del ex jefe del clan Zattsu Suun?”

Tei Suun parecía una marioneta y asintió brevemente.

“Lo estoy. Los hombres Dom hablaban en voz alta sobre ese asunto. Por eso me pareció aún más importante reunirme contigo.”

“Hmph, muy bien. Entonces escuchemos esa solicitud tuya”.

Lo que dijo Tei Suun a continuación, sin embargo, me tomó por sorpresa.

“Me gustaría poder comer tu comida, Asuta”, dijo Tei Suun con una voz plana, casi robótica.

“¿Mi forma de cocinar? ¿P-Por qué quieres comerlo…?”

“Estás llevando la prosperidad al borde del bosque con él, y escuché que estás tratando de usarlo para generar un vínculo más adecuado con Genos. Deseo confirmarme si tales cosas son realmente posibles”.

“Pero eso es…”

“Si puedes conceder ese deseo, descartaré mi espada y haré lo que me digas. Y juraré usar el poco tiempo que me queda por el bien de nuestros camaradas.”

Lo que decía bien podría haber sido apropiado para un hombre del borde del bosque. Sin embargo… no podía sentir ninguna emoción humana en sus palabras en lo más mínimo.

Sus oscuros ojos azules parecían sombríos y turbios, y no había expresión en su pálido rostro. Los miembros de las familias de la rama Suun parecían frágiles, pero con el tiempo parecieron recuperar más miradas y emociones humanas. Sin embargo, Tei Suun había permanecido exactamente igual.

“En la noche de la reunión del jefe del clan, me dieron la oportunidad de probar tu cocina. Pero estaba distraído esa noche y no pude probar suficientemente tu fuerza. Deseo saberlo antes de morir, y aprender muy bien si todas mis acciones hasta ahora estaban equivocadas”.

“Entonces deberíamos regresar al asentamiento Ruu… Creo que sería más fácil hablar de esto con ellos que con los Dom, después de todo”, dijo Ai Fa con calma, pero Tei Suun sacudió la cabeza.

“No. La cabeza del clan Ruu nunca me perdonará. Y si lo obligas a aceptar esto, podría destruir el vínculo entre el Fa y el Ruu… Además, he decidido que la ciudad de Genos es donde moriré.”

“¿Qué?” Ai Fa cuestionó, sus ojos se entrecerraron mientras su mirada se volvía más intensa.

Tei Suun continuó en el mismo tono que antes: “Mañana, cuando el sol llegue a su punto máximo, visitaré tu tienda. Por favor, permíteme comer tú comida entonces, Asuta del clan Fa.”

“¡No seas ridículo! ¿De verdad crees que llegarás a la ciudad de correos, con heridas tan pesadas? ¡Serás capturado por hombres del borde del bosque o por los guardias antes de llegar a Asuta!”

“Estaré bien. Con esta vestimenta, al menos podré caminar por la ciudad sin despertar la sospecha de los guardias”, dijo Tei Suun, levantando la capucha de la capa de cuero.

Bueno, era cierto que la mayoría no imaginaría a un hombre orgulloso del borde del bosque fingiendo ser uno de los habitantes de la ciudad.

Sin embargo, ese no era el problema aquí.

“¿Qué estás tramando exactamente? No podríamos cumplir con una solicitud tan sospechosa”, cuestionó Ai Fa, apretando el mango de su espada con más fuerza y bajando las caderas.

Sin embargo, Tei Suun ni siquiera se movió en lo más mínimo.

“En ese caso, por favor córtame aquí y ahora. Lucharé de una manera desagradable, sacrificándome en el único final apropiado para la vida que me concedió Zattsu Suun como miembro del clan Suun.”

“¡¿Por qué es necesario que vengas a la ciudad de correos?! Los hombres Ruu también estarán allí, así que, ¿qué diferencia haría si nos dirigiéramos al asentamiento Ruu?”

“Es porque deseo caer ante todos ustedes en la ciudad de correos de Génova, mientras la gente de la ciudad vigila. Quiero que me vean siendo juzgado por gente del borde del bosque. Esa es la única forma en que puedo reparar mis crímenes”.

“Eso no tiene sentido… No tengo ni idea de lo que estás diciendo”.

“La gente del pueblo odia a la gente del borde del bosque. Eso se debe a los innumerables crímenes perpetrados por miembros del clan Suun. Y ahora que Zattsu Suun ha muerto, soy el único que queda que puede expiar eso… Soy el único hombre que dejó que hizo daño a Genos, siguiendo sus órdenes”, dijo Tei Suun sin emoción. “Después de que coma tu cocina y dejo a un lado mi espada, puedes hacer conmigo lo que quieras. Puedes cortarme en ese momento o entregarme a los guardias. De cualquier manera, será un caso de personas del borde del bosque juzgando a uno de los suyos por sus crímenes frente a la gente del pueblo. Eso es lo más importante… Ahora que he sido cortado por la espada de un hombre de la ciudad, no puedo darme el lujo de no tener objetivo en la forma en que me acerco a mi muerte”.

“¿Te has vuelto loco de verdad? No puedes esperar que crea tus palabras”.

“Supongo que es verdad. Pero es precisamente por mi deseo de recuperar mi cordura que te traje esta solicitud”.

La mirada aguda en los ojos de Ai Fa chocó en la oscuridad con la mirada nihilista de Tei Suun.

Preocupado de que la cabeza de mi clan pueda moverse para derribarlo en cualquier momento, interrumpí: “Um… Sería increíblemente difícil aceptar tu solicitud. Ni siquiera sé si mañana podré abrir correctamente los puestos, para empezar, e incluso si puedo, los hombres Ruu estarán allí protegiéndonos. Y dado que valoramos nuestros lazos con su clan, no podemos exactamente engañarlos. Además, incluso si lo intentáramos, no hay forma de que no te reconozcan”.

“No me importa si son los hombres Ruu quienes me cortan. Sería una gran bendición si lo hacen personas del borde del bosque donde la gente del pueblo puede ver … Sin embargo, hasta que observe tu fuerza de primera mano, no tendré más remedio que seguir agitándome en mi agonía hasta que la amargura terminar como miembro del Suun”.

“Pero, quiero decir, no importa cuáles sean tus intenciones, si provocas una conmoción así frente a mis clientes, solo provocará más miedo en los corazones de la gente del pueblo”.

“Si. Por eso creo que sería ideal si pudiera ser capturado por gente del borde del bosque y entregado a los guardias. Algo así debería ayudar a aliviar las preocupaciones de la gente del pueblo”.

Algo sobre todo esto se sintió demasiado afectado. Me imagino que a cualquiera, no solo a Ai Fa, le resultaría difícil de creer.

“Les dije todo lo que necesitaba… Dejaré la decisión final a ustedes dos”.

“Ya veo… En ese caso, no tengo más remedio que capturarte aquí y ahora”.

Las caderas de Ai Fa bajaron aún más. Tei Suun asintió sin emoción en respuesta.

“Entonces lucharé vergonzosamente en respuesta… Sin embargo, no creo que pueda vencerte, así que huiré en su lugar”.

“¿Realmente crees que puedes escapar de mí en un estado tan impotente?”

“Bien puede ser imposible. Si dejaras solo a tu miembro del clan aquí para perseguirme, eso es.”

Con eso, Tei Suun comenzó a balancearse. “¡Espera! ¡No te atrevas a moverte!”

“No, huiré. Y después de eso, iré a la ciudad de correos mañana cuando el sol llegue a su punto máximo. Por favor, córtame allí.”

Tei Suun estaba ahora lo suficientemente lejos como para que la luz de las velas ya no lo alcanzara.

Podía escuchar el sonido de los pies pisoteando la tierra, entonces Ai Fa se movió para perseguirlo, solo para darse la vuelta y mirarme con pesar que ardía brillantemente en sus ojos.

“¡Maldición! ¿Qué demonios está pensando ese hombre?”

Al final, Ai Fa no pudo abandonar el lugar, y Tei Suun una vez más desapareció por completo en la oscuridad.