Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Coopera con el Rey

Un rato después el bullicio matutino en la ciudad se calmó. La calle principal estaba tan animada que el paisaje sombrío de la tarde de ayer se sentía como si fuera solo su imaginación. Y especialmente había muchas personas que parecían espadachines o lanzadores de conjuros caminando por ahí.

En una calle tan bulliciosa, Mira se movió silenciosamente hacia un lado para no sobresalir demasiado.

“Mm-hm, está aquí.”

Después de moverse un rato en la dirección que Galet le dijo, encontró dos grandes edificios de piedra. Sobre sus puertas, en la de la izquierda había un letrero que decía Unión de Guerreros y en la de la derecha otro que decía Unión de Lanzadores de Conjuros.

Mira confirmó el letrero de la Unión de Lanzadores de Conjuros y extendió su mano hacia la puerta. En ese momento, escuchó una voz fuerte proveniente de la cercana Unión de Guerreros.

“¡Por favor! Oí que todos ustedes son fuertes. ¡Por favor!”

La puerta de la Unión de Guerreros se abrió y un niño de unos diez años de edad saltó de ella como si hubiera sido ahuyentado. Un guerrero robusto que llevaba una armadura metálica estaba haciendo una expresión sinceramente preocupada cuando empujó al niño que se aferraba a él.

“Desearía poder ayudarte, pero ahora el más fuerte aquí es Rango D. No podemos hacer lo que nos pides, muchacho.”

Por un momento, Mira pensó que el chico estaba siendo intimidado. Pero, al ver bien la escena, era solo un adulto que tenía problemas para tratar con un niño irrazonable.

El chico se había dado por vencido y los adultos comenzaron a salir para calmarlo. Decidiendo que no hubo ningún incidente, Mira abrió la puerta de la Unión de Lanzadores de Conjuros.

El interior de la Unión estaba bien organizado, en la sala de recepción que se alineaba horizontalmente había un gran tablero de anuncios y sillas colocadas para que las personas esperaran.

A primera vista, el panorama podría confundirse con una oficina de común. Asombrada por un momento, Mira echó un vistazo a todo el lugar.

Como era de esperar de la Unión de Lanzadores de Conjuros, los lanzadores de conjuros eran la mayoría de las personas que estaban dentro. Además, casi todos llevaban una bata, pero mezclados entre ellos había algunos atuendos que hicieron que Mira dudara de sus ojos.

“¿Es esto… algo normal…?”

Lo que llamo la atención de Mira fueron los atuendos que llevaban unas niñas de unos quince o dieciséis años y que podían verse aquí y allá dentro de la Unión. No importa cómo se vieran, eran trajes femeninos acordes a su edad.

Se avergonzó de ser la única que llevaba ropa goth-loli estilo chica mágica además de sentirse fuera de lugar.

Sin embargo, por lo que parece, ese no fue el caso. De inmediato confirmo que algunas chicas llevaban ropas similares a las suyas.

Ante esta vista, la sensación de que no estaba sola se expandió enormemente. Era la prueba de que su atuendo no era tan peculiar.

Al obtener un alivio insondable de ese hecho, Mira se sumergió en el sentido de libertad que adquirió y con una sonrisa renovada, se dirigió hacia la recepción.

De entre las múltiples ventanas de recepción, en una de las que estaba libre se escribió “Recepción de registros”. Aparentemente, cada recepción se ocupaba de diferentes casos.

“Quiero registrarme en la Unión, ¿está bien ahora?”

Recordando cómo eran este tipo de oficinas en su otro mundo, Mira gritó. “Sí, está bien. Un nuevo registro, ¿sí?”

“Mm-hm.”

En la recepción se encontraba una mujer que tenía rasgos faciales bien formados con largo cabello rubio atado con una cinta en cola de caballo. De su cuello colgó una placa de identificación, donde se leía “Yuurika”.

Aunque Mira se preparó para cualquier reacción que generara su atuendo, a Yuurika no pareció molestarle en lo más mínimo, lo que la alivió y le permitió confirmar de nuevo que esto era normal.

“Bien, por favor llene estos.”

Al ver los documentos que le fueron dados, Mira recordó la carta de recomendación que recibió de Salomón y la puso encima de los documentos.

“Tengo una carta de recomendación.”

“Una carta de recomendación. La tomaré.”

Mientras sostenía el sobre, Yuurika le dio vuelta y, en el momento en que confirmó la recomendación, se quedó paralizada.

Aunque no había muchas personas nuevas que se inscribieran con cartas de recomendación, tampoco era inusual. Eso fue porque había nobles que tenían sus soldados personales registrados en la Unión para enviarlos a mazmorras y obtener bienes valiosos, o aventureros de alto rango que recomendaban novatos con potencial. La misma Yuurika ha recibido cartas de recomendación muchas veces.

Sin embargo, esta carta de recomendación era claramente diferente. La chica que estaba frente a ella llegó a la Unión de Lanzadores de Conjuros, por lo que claramente es una hechicera. Incluso si ella era una chica delgada, el tamaño del cuerpo no importaba a la hora de realizar conjuros. Eso se debía a que su fuerza estaba basada en el poder mágico, que no podía verse a simple vista.

Eso es lo que pensó Yuurika en el momento en que recibió la carta de recomendación. Ella pensó que o bien recibió una recomendación de un aventurero de alto rango que conoció en algún lugar, o era una joven noble.

Entre las dos, ella pensó que la chica era probablemente una joven noble y tenía la intención de confirmar qué familia la recomendaba. Sin embargo, el nombre escrito en él sobre no era lo que esperaba.

El que la recomendó fue Salomón. El rey del Reino Arkite, el Rey Salomón.

“D-Disculpe. ¡Por favor, espere un momento!”

La expresión de Yuurika cambió de una sonriente a una nerviosa y ella echó a correr hacia la parte posterior de la Unión. Fue la primera vez que vio o incluso escuchó sobre una carta de recomendación de un rey. Por lo tanto, Yuurika no pudo decidir sola y se dirigió a la oficina del jefe de la Unión para recibir instrucciones.

Dejada atrás, Mira se preguntó qué estaba pasando, pero como no podía imaginar de qué se trataba, tomó la pluma adjunta a la recepción y comenzó a completar la información requerida.

“Mis disculpas, te hice esperar.”

Cuando ella terminó de llenar el documento y estaba mirando alrededor de la Unión de Lanzadores de Conjuros, una voz la llamó desde la recepción. Cuando Mira se dio la vuelta, Yuurika había recuperado la compostura y la misma sonrisa que tenía cuando vio por primera vez a Mira.

“Termine de llenar todo, ¿está bien?”

Mira dijo y extendió el documento, Yuurika confirmó que no se omitió ninguna mención y asintió.

“Sí. No hay ningún problema. En cuanto al caso de la carta de recomendación, ¿podría venir conmigo a la oficina del jefe de la Unión?”

“Hmm. No me importa.”

Dejando a un lado las circunstancias, Mira trajo una carta de recomendación del Rey Salomón. Aunque para ella, podría haber sido un amigo, en este mundo era una de las principales autoridades. Como tal, era natural que el jefe de la Unión confirmara la situación, Mira estuvo de acuerdo en pensar eso.

Yuurika dejó la recepción a un miembro del personal cercano y guio a Mira a la oficina del jefe de la Unión que estaba en el tercer piso de la Unión de Lanzadores de Conjuros, luego llamó a una puerta especialmente bien hecha. Entonces, desde el interior llegó una voz elegante que respondía “Entra”.

“Perdóneme.”

Dijo Yuurika y abrió la puerta.

Como se esperaba de la oficina del jefe de la Unión, el interior era tranquilo y de buen gusto. Los muebles no eran demasiado llamativos, pero al mismo tiempo coloreaban bien la habitación. Detrás de un escritorio de la oficina había un librero de aspecto tranquilo, y los libros alineados hablaban de la sed de conocimiento del jefe de la Unión que era el dueño de esta sala.

“Siento hacerte venir de esta forma. Soy el jefe de la Unión de Lanzadores de Conjuros, Leonil.”

El hombre que se hacía llamar Leonil se levantó de detrás del escritorio y la saludó. Su rostro tenía rasgos bien cincelados y las arrugas grabadas en él en ese momento le dieron un ambiente tranquilo y maduro.

Luego Leonil se movió a la mesa de recepción, le hizo un gesto Mira para que se sentara para luego sentarse.

“Soy Mira.”

Ella respondió de manera concisa y después de respirar, se sentó en el asiento opuesto. Al encontrar un buen momento, una mujer que vino de la parte de atrás de la oficina trajo té y bocadillos a la mesa, luego, después de no decir una palabra, regresó en la parte de atrás.

“Así que eres Mira-san.”

Leonil tomó los documentos que Yuurika le había extendido, luego echó un vistazo al contenido para verificarlos. Anotados en los documentos estaban su nombre, clase y país afiliado.

“¿Puede ser que usted, señorita, sea la rumoreada discípula de Danbulf-sama?”

Preguntó con una expresión de confianza. A su lado, el jefe de la Unión de Lanzadores de Conjuros, reunió una gran cantidad de información desde dentro y fuera del país. Leonil tenía una tendencia a comprometerse especialmente con la recopilación de información, hasta el punto en que había estado organizando una agencia especial de recopilación de información.

Lo que captó en su red de información fue el rumor de la aparición de la discípula del héroe Danbulf. De nombre Mira, clase Invocador, una encantadora chica de cabello plateado. Eso fue lo que dijo el rumor. Sabiendo eso, fue fácil decir que esta chica que se presentó a sí misma como Mira cumplía todas las condiciones.

“Mm-hm, es así. Entonces, ¿la información ha llegado tan lejos?”

“Así que estoy en lo correcto. En tal caso, puedo entender porque el Rey Salomón da su recomendación.”

Leonil hizo una expresión ligeramente sorprendida, pero colocó el documento sobre el escritorio y presionó el sello sobre él. Aunque consideró confirmar si era adecuada para el Rango C como estaba escrito en la carta de recomendación, decidió que la propia recomendación del Rey Salomón y el hecho de ser discípula de un héroe eran suficientes. Por otro lado, Yuurika no pudo seguir el ritmo de la conversación y se olvidó de hacer una sonrisa, viendo a Mira estupefacta.

“¡Um, umm, disculpen! Por Danbulf-sama, ¿se refiere a ESE Danbulf-sama?”

Parecía que Yuurika había terminado de procesar la cantidad mínima de información requerida. Aunque pensó que era grosero intervenir, no pudo soportarlo sin preguntar y miró a Leonil.

“Sí, ese Danbulf-sama. El creador de las técnicas de Refinación de Energía y héroe fundador de la nación. La persona llamada Danbulf el Ejército.”

Leonil respondió como si fuera algo natural.

Era el nombre del Sabio cuyo estado actual era desconocido y no había aparecido en treinta años. Tal nombre había aparecido repentinamente durante la conversación y resulto que la persona que se hacía llamar su discípula apareció, fue una gran sorpresa para Yuurika. Incluso para el propio Leonil, teniendo información de antemano, le requeriría un tiempo confirmarlo.

Cuando repasó la respuesta de Leonil en su cabeza una y otra vez, la expresión de Yuurika se tiñó con más y más alegría.

Al cabo de un rato este rumor se difundirá por la ciudad. Pensando así, Leonil le prohibió a Yuurika hablar sobre esto y le pasó los documentos, incluido el sello de aprobación.

“Cuida de las formalidades.”

“¡S-Si! ¡Déjamelo a mí!”

Ella respondió animada con una voz emocionada. Sosteniendo los documentos con precisión en sus manos, y después de ver a Mira, salió de la habitación del jefe para terminar lo más pronto posible los trámites.

“Ahora, desde aquí es asunto mío, así que no habrá problema si quieres irte, pero si tienes tiempo, me gustaría que hablaras un poco conmigo.”

Aunque confirmó la carta de recomendación, Leonil también tenía interés en las diversas informaciones que no sabía que Mira podía decirle. Si es posible, le gustaría aprender algo sobre el estado actual de Danbulf y sobre la misma Mira, por lo que su deseo de conocimiento lo atormentaba.

“Hmm. Bueno, no me importa.”

Una persona en la posición de jefe de una sede de la Unión de Lanzadores de Conjuros tenía una buena cantidad de autoridad. Llevarse bien con él, aunque fuese un poco, y profundizar lazos más tarde podría ser favorable para ella, por lo que Mira estuvo de acuerdo.

En respuesta a las preguntas de Leonil, ella recordó lo que dijo a las ayudantes de las Torres de Plata, Mariana y Litaria, y continuó respondiendo mientras se aseguraba de no decir nada en particular. Danbulf estaba en la ciudad de las bestias míticas, pero no se sabía dónde estaba ahora. Ella es capaz de invocar a Caballeros Oscuros al mismo nivel que su Maestro, y así sucesivamente, dijo que no había ningún problema en que otros supieran.

Durante cada momento libre, Mira asomó sus ojos a otra pieza de la torta que se trajo como bocadillo y bebió té. Al verla comer con tanta alegría, Leonil la alentó a tomar una segunda pieza, a lo que Mira asintió de inmediato.

“¿También puedo preguntar algo?”

Después de responder a casi todas las preguntas, Mira dejó una taza de té vacía, y luego, como si fuera su turno, miró a Leonil.

“Sí, por supuesto.” Mirando muy feliz, agregó: “Si es algo que puedo responder, entonces lo hare con gusto.”

“Bueno, parece que está ocurriendo un alboroto de zombis pero, ¿cuánto sabes acerca de lo que lo está causando?”

Este alboroto de zombis que ha estado ocurriendo en esta área era un fenómeno imposible cuando este mundo todavía era un juego, por lo que Mira tenía mucha curiosidad al respecto, preguntó con expectación y esperó.

“Nn-hmm, la causa, eh… Primero, en esta área no hay absolutamente ningún monstruo no- muerto apareciendo. Incluso si algunos aparecieran cerca, eso sería dentro del Antiguo Templo de Nevrapolis, que es apodado cementerio subterráneo. Con eso dicho, no hay zombis hechos de tierra y hierba en ese lugar.”

Leonil respondió mientras lo pensaba, luego se levantó y fue a recoger un montón de papeles de encima de su escritorio para colocarlos en la mesa. De entre esos, sacó un solo papel y lo extendió sobre la mesa.

Escritas allí, estaban las características de los zombis antes mencionados.

Deambulan por la noche y no atacan a las personas, sus cuerpos están hechos de tierra y hierba.

Durante el día, evitan el sol escondiéndose en las sombras y, a veces, son golpeados por carruajes.

Se confirmaron múltiples excepciones en las que no lograron escapar del sol a tiempo y se encontraron frente a edificios completamente desprovistos de fuerza.

La razón por la que están vagando es desconocida. El lugar de donde vienen es desconocido.

La razón por la que no están atacando a la gente es desconocida. Y si realmente son monstruos o no también es desconocido.

Las respuestas que le había presentado no satisfacían a Mira.

“En lo que respecta a este incidente, no es que no pueda contarte, como puedes ver, es simplemente desconocido.”

Mientras decía eso, Leonil volvió la cara hacia la ventana.

“Pero bueno, tengo algo en mente. En un futuro cercano planeo que se investigue el antiguo templo.”

A pesar de la situación actual, tenía una expresión verdaderamente feliz. Era como un detective que se absorbía cada vez más en el misterio a medida que profundiza en el mismo.

“Hooh, ya veo. Entonces eso es perfecto. El objetivo por el que vine también está allí, mientras lo hago, le echaré un vistazo a todo este asunto.”

“Ese es el caso. Es por eso que necesitabas una licencia de aventurero de Rango C. Pues bien, por favor hazlo.”

“Déjamelo a mí.”

Mira dijo esto con confianza y llenó sus mejillas con el último pedazo de pastel. “Gracias por el pastel. Hasta luego.”

“Te registraré lo más rápido posible, mañana por la mañana tu licencia debería estar lista.” “Mm-hm, lo tengo.”

Probablemente porque comió bien, Mira se acarició la barriga con satisfacción cuando abandonó la oficina del jefe de la Unión.

Después de despedirla, Leonil tomó la recomendación del Rey Salomón en su mano y, sentándose profundamente en la silla, comenzó a deliberar.

Se presenta a sí misma como la discípula del Sabio, coopera con el Rey Salomón y afirma claramente que va al interior del antiguo templo.

Estaba claro que ella estaba escondiendo algo, pero no había signos de mala voluntad. Se parecía a cualquier otra chica mientras llenaba sus mejillas con pastel y hasta tuvo crema pegada en su mejilla, pero los gestos y las palabras que usaba de vez en cuando se desviaban mucho de las de una chica.

Leonil forzó su mirada a cierta frase, luego se sentó profundamente en la silla. “Hmmm. Insondable.”

Después de tirar la carta de recomendación sobre el escritorio, se puso boca arriba. En el papel que bailo hasta la esquina del escritorio, había una oración que pedía la emisión de un pase para el área prohibida que era el Bosque Primordial.