Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 6

Extra 2: ¡Llegado Uno Viene Todos! ¡La Casa De Los Horrores De La Residencia Yakagi!

Era un hecho bien conocido en este punto que Yakagi Suimei tenía una inclinación por ser arrastrado a todo tipo de problemas. Hubo muchos casos en los que se arriesgaría solo, sin duda, pero después de ser convocado a otro mundo, se había involucrado en algo u otro en todos los lugares donde había estado, desde Astel hasta Nelferia, desde Nelferia hasta la Alianza Saadias, y viceversa.

No ayudó en particular que, sin importar a dónde fuera, inevitablemente terminara buscando algún tipo de pelea con cualquier autoridad que estuviera en el poder.

Realmente, el único lugar con el que todavía tenía relaciones amistosas era el reino de Astel. Se había hecho enemigos en los otros dos países que había visitado hasta ahora, pero el rey de Astel estaba en una posición similar sin muchos aliados.

Astel también era el país que había traído a Suimei y los demás a este mundo, por lo que tenía la relación más duradera con el rey allí. Se podría decir que habían llegado a una especie de comprensión. Pero a pesar de que Suimei estaba en buenos términos con el rey, todavía había muchas personas involucradas en el gobierno del país que no tenían una opinión tan generosa de él. Nuestra historia esta vez trata precisamente de eso.

También era un hecho bien conocido en Astel que cuando Yakagi Suimei fue convocado por primera vez, se negó en voz alta a participar en la subyugación del Señor Demonio.

En la superficie, era porque no había recibido la protección divina de la Diosa y no tenía poder. Hubo quienes pensaron que su negativa era bastante comprensible dadas las circunstancias, pero otros no tanto.

Lo consideraban cobarde. Un cobarde. Ellos eran los que lo habían convocado contra su voluntad, pero, por desgracia, el mundo estaba lleno de hipócritas.

Además, lo que había sido de Suimei después de todo eso no les cayó bien. Asumieron que obtendría su castigo después de supuestamente ser expulsado del castillo, pero cuando descubrieron que en realidad estaba viviendo en paz en el Imperio, fue un punto bastante doloroso.

Estaba en una tierra de la que no sabía nada, sin conexiones ni amigos en los que confiar. Según todas las estimaciones razonables, debería haber tenido un tiempo bastante difícil ajustarse y mantenerse a sí mismo. Sin embargo, había terminado bastante bien.

Olía a una especie de soborno.

Como si tal vez alguna figura influyente en las altas esferas del Imperio lo hubiera tomado bajo su protección. Y leer demasiado en las cosas tiene una forma de hacer que las personas se sientan ansiosas, especialmente cuando ya estaban aprensivas para empezar.

Pero independientemente de por qué había sucedido, el resultado de la consecuencia en este momento era que cierto noble había enviado a un asesino.

El rey Almadious de Astel no sabía nada al respecto, por supuesto, e incluso el duque Hadorious no tenía nada que ver con eso.

Era un noble diferente que sentía una justa indignación en nombre de su país y había dejado que ese sentimiento se descarrilara en la dirección equivocada.

Estaban tan mimados y lo suficientemente privilegiados que en el momento en que la idea cruzó por su mente, hicieron todo lo posible para poner su plan egoísta en acción. Sí, ese tipo de noble.

Este noble creía de manera bastante infundada que Suimei, en el tiempo que pasó vagando por el Castillo Real de Camellia a su antojo, había hecho contactos en el Imperio.

Que por eso había dejado Astel, y que no podía estar preparado para nada bueno.

En cierto sentido, se podría decir que el asesino que este noble había contratado era realmente el desafortunado en la situación.

En el negocio de los asesinos, el trabajo era trabajo. Y como un simple protegido, este asesino en particular no tenía ninguna razón para rechazar el trabajo.

De hecho, fue una gran oportunidad. Entonces, al recibir sus órdenes, se puso inmediatamente a trabajar. Al confundir a Suimei con un simple cobarde, no tenía forma de saber que estaba a punto de entrar en la guarida de un tigre. Realmente era lamentable.

La hora actual solo hizo que las cosas fueran más desafortunadas.

Los asesinos operaban naturalmente al amparo de la oscuridad. Era una historia diferente en la era moderna, donde las luces estaban encendidas y había gente fuera de casa sin importar si era de día o de noche, pero aquí en este mundo sin luces eléctricas y una población considerablemente más pequeña, la noche era el momento ideal para un asesino para hacer su trabajo.

Pero lo mismo era cierto para los magos.

Y ese importante detalle, por supuesto, se le escapó al asesino, ya que no tenía forma de saber siquiera lo que eran los magos.

Después de llegar al Imperio e infiltrarse en la capital imperial, dicho asesino se encontraba actualmente frente a la base de Suimei.

“Qué desafortunado para él…”

El susurro que escapó de los  labios  del asesino probablemente fue provocado por lástima. Incluso si era un asesino, seguía siendo humano. Incluso como traficante de muerte, todavía tenía sentimientos.

Su objetivo, Suimei, no solo había sido convocado a este mundo contra su voluntad, todo había sido por accidente. Además, no tenía poder propio y estaría completamente indefenso.

El asesino sintió pena por él y comprendió por qué había rechazado la subyugación del demonio. Entonces este trabajo no era nada personal. El asesino simplemente había llamado la atención del noble demasiado entusiasta que lo había contratado.

Era una proposición peligrosa para alguien en su posición enfrentarse a un noble tan poderoso, por lo que se había sentido presionado a aceptar. Tenía que actuar, trabajar, sin dejar que sus sentimientos se interpusieran en su camino. Fue una historia común.

Y así, el asesino se sacudió las emociones que permanecían dentro de él y se armó de valor mientras se paraba frente a la puerta.

Mientras un gato maullaba detrás de él, se puso a trabajar abriendo la cerradura. Era un mecanismo común que no suponía un gran desafío para un profesional, y el asesino entró fácilmente. A diferencia de las casas en Astel, las casas en el Imperio generalmente se abrían a un pasillo.

Varias puertas se alineaban en la de la casa de Suimei, y el asesino comenzó a pensar por dónde era mejor empezar. Echando una mirada habitual por encima del hombro antes de continuar, el asesino se dio cuenta de que la puerta principal estaba abierta.

“Pensé que lo había cerrado…”

Mientras murmuraba para sí mismo, un gato asomó la cabeza por el hueco de la puerta.

Sin hacer un solo sonido, simplemente lo miró fijamente, haciéndolo sentir extrañamente incómodo. Se lo quitó, se volvió para caminar por el pasillo y vio un gran retrato de una mujer decorando la pared.

Era el tipo de obra de arte que uno esperaría encontrar en la casa de un comerciante noble o rico. Verlo aquí se sintió algo extraño, pero aún más extraño aún, los ojos de la mujer en el retrato de repente parecieron moverse.

Ese cuadro me está mirando…

Ese pensamiento fue su primer mal presagio real. Se sentía como si no importara desde qué ángulo lo mirara, la pintura le devolvía la mirada.

Su confianza comenzó a flaquear. Sin embargo, sabiendo que no podía permitirse colgarse de algo tan tonto mientras estaba en el trabajo, el asesino se apresuró a seguir adelante. Pero a medida que avanzaba en el pasillo, los ojos del retrato lo siguieron con una mirada fulminante.

“―?!”

Al ver a la mujer pintada mirarlo irse, el cuerpo del asesino se puso rígido.

¿Qué estaba pasando? No tuvo tiempo para sentarse y pensar en ello, pero fue realmente increíble. Diciéndose a sí mismo que era solo su imaginación, se movió para dar otro paso por el pasillo. Y cuando lo hizo, los ojos del retrato continuaron siguiéndolo.

“Ugh…”

¿Fue un gemido de miedo, quizás? El hecho de que el asesino no gritara hablaba de su profesionalismo, pero estaba bastante claro que estaba aterrorizado.

No pudo evitar retroceder un solo paso. Estaba tan lleno de pavor que por un momento estuvo seguro de que se había perdido en una casa de la diversión o algo así.

Para empeorar las cosas, de repente sintió algo. Rápidamente se dio la vuelta para ver la puerta principal todavía entreabierta… y el gato de antes todavía lo miraba en silencio.

“Mierda, mierda, mierda… ¿Qué diablos está pasando?”

Su miedo comenzó a convertirse en pánico en toda regla. Como no parecía haber ningún signo de encantamiento mágico en nada, su sensación de que algo estaba en marcha creció rápidamente. Luego comenzó a pensar que se había topado seriamente con una casa encantada.

Cuando el miedo se impuso a su sentido de la obligación de completar el trabajo, se volvió para volver sobre sus pasos. Cuando lo hizo…

“Daaaaaruma-san cayó al suelo.”

Escuchó la voz de una joven desde el pasillo detrás de él, donde acababa de mirar. Hizo que su corazón diera un vuelco. ¿Lo había encontrado uno de los residentes? No se convenció de inmediato de que ese fuera el caso debido a la rareza de las palabras que acababa de escuchar.

Tal vez no fue nadie hablando con él en absoluto. El asesino se quedó allí paralizado de miedo por un momento, luego se volvió lentamente hacia la fuente de la voz. Lo que vieron fue una muñeca delicadamente elaborada de pie en el pasillo mirándolo. Aparte de la muñeca, no había nadie allí.

“¿Eras tú?”

Sabía que no había manera de que pudiera ser, pero no pudo evitar la pregunta que escapó de sus labios. Independientemente, la muñeca no respondió.

El asesino lo miró con escepticismo durante un largo momento, pero no pasó nada más. Con su sensación de pavor alcanzando su punto máximo, el asesino se volvió para huir de la casa. Cuando lo hizo…

“Daaaaaruma-san cayó al suelo.”

Escuchó la misma voz detrás de él una vez más. Cuando se dio la vuelta de nuevo para identificar al que hablaba, solo quedaba la muñeca en el pasillo. ¿Era… realmente ella hablando? El asesino ya no estaba seguro de que no fuera así, y la imperiosa necesidad de escapar se apoderó de sus piernas. Inmediatamente trató de correr, pero…

“¡Te movisteeeeeeee! ¡Ahora tú la traes!”

La voz dijo algo diferente esta vez. Miró por encima del hombro y vio que las comisuras de la boca de la muñeca ahora se curvaban hacia arriba en una sonrisa. Pero eso fue lo último que vio. Luego, su conciencia se hundió en la oscuridad.

Momentos después, unos pasos silenciosos se acercaron desde el pasillo. “Dios mío, ¿no estás despierto después de tu hora de dormir?”

Suimei apareció de la oscuridad y miró al asesino con una expresión exasperada. No hace falta decir qué pasó con el asesino y el noble que lo envió después de eso.