Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 6

Capitulo 2: Buscando El Arma Del Héroe

Parte 1

Con la tercera princesa imperial del Imperio, Graziella Filas Rieseld, que ahora los acompañaba en su viaje, el grupo de Reiji llegó al estado autónomo de la Alianza Saadias. Se encontraba en el extremo occidental de la región norte, y era un territorio largo y estrecho que dominaba el océano, al igual que Chile en América del Sur.

El desconcertante título de “el estado autónomo de la Alianza Saadias” proviene de su historia de unirse y abandonar repetidamente la Alianza Saadias por problemas administrativos y eventos como el ascenso del tirano.

Por eso, su nombre oficial nunca se había solidificado. Actualmente, su administración regional estaba confiada a un parlamento autónomo independiente del estado soberano Miazen.

Después de llegar a la frontera, Reiji y los demás abordaron un carruaje preparado por la Iglesia de la Salvación, y ahora se dirigían hacia el centro del estado autónomo, la ciudad de Attila.

Siguiendo detrás del carruaje estaban los tres caballeros de Astel, así como varios de los subordinados de Graziella del ejército imperial. Viajando en el carruaje estaba el grupo de cuatro de Reiji. Debido a sus anteriores hostilidades con Graziella, pensaron que sería imposible llevarse bien con ella antes de dejar el Imperio, pero…

“¡Escucha esto! Cuando estábamos en la sala de audiencias del Imperio, cuando Su Majestad Imperial me miró, estaba frunciendo el ceño, ¿me oyes? ¡Ni siquiera hice nada! ¡¿No crees que eso es malo?!”

“En verdad, él es así con absolutamente todo el mundo. Solo se retrae un poco con familiares y colaboradores cercanos. Pero ese hombre… Me impuso este deber a pesar de que siempre trataba la palabra de la Diosa y la iglesia como nada más que una tontería. Es solo en estos tiempos incomprensibles que presta atención. Tiene que haber un límite para su inestabilidad emocional”.

“¡Oh y…! Duque Hadorious, ¿verdad? ¡Ese tipo es súper malvado! Él pone trampas a la gente, ¿sabes? Y toma rehenes, ¿sabes? Y molesta a Reiji, ¿sabes?”

“Hmph. Todos esos hombres que pretenden ser importantes son unos inútiles”.

“¡¿Cierto?!”

Por alguna razón, Mizuki y Graziella estaban teniendo una conversación de chismes perfectamente informal en el carruaje. Los objetivos de sus quejas eran el aterrador emperador Nelferiano y el duque Hadorious. Incluso Graziella acababa de insultarlos a ambos. En el tiempo junto con el traqueteo del carruaje mientras rodaba por la carretera estaba su charla sin parar mientras continuaban moviéndose. Titania finalmente los miró a los dos con curiosidad.

“Mizuki… sorprendentemente no es una chica tímida en lo más mínimo.”

Al escuchar las palabras que había dicho en voz alta con asombro, Reiji respondió a su lado.

“De verdad. Pensar que esa chica tímida podría hablar de alguien así”.

“Eso es, pero también me sorprende que ya haya llegado al punto de poder hablar con Su Alteza Imperial Graziella en igualdad de condiciones…”

La persona con la que Mizuki estaba hablando tan genuinamente era un miembro de una familia imperial. Graziella les había dicho anteriormente que no fueran reservados con ella, pero solo habían estado juntos como grupo por un corto tiempo. Reiji y Titania todavía no pudieron evitar hablarle cortésmente, además de prestar atención a sus palabras y modales en su presencia.

La razón por la que nada de esto se aplicó a Mizuki fue en parte porque ella simplemente era ignorante. Como una chica moderna de secundaria, apenas podía captar el absurdo concepto de lesa majestad. Sin embargo, fundamentalmente…

“Es porque Mizuki puede llevarse bien con casi cualquier persona. Ya sea por cómo cierra inmediatamente la sensación de distancia entre ella y otras personas, o cómo las personas con las que habla de alguna manera nunca piensan que está siendo grosera… Es uno de los puntos buenos de Mizuki”.

“Pero también conoces sus puntos negativos, ¿verdad? Heehee…”

“Hahaha, bueno, sí… Fue todo un desastre. En más de un sentido.”

Reiji devolvió una risa seca a la sonrisa de Titania. Con lo que le vino a la mente por primera vez cuando mencionó los puntos negativos de Mizuki, de repente se sintió cansado. Al ver su expresión, Titania tuvo una idea de lo que estaba hablando.

“¿Podría ser… esa grave enfermedad de la que escuché antes llamada chuunibyou?”

“Sí, es algo aterrador. El caso de Mizuki fue bastante severo. Además de decir tonterías completamente incomprensibles, ella forjó lo impensable”.

“¿Lo impensable, dices?”

“Si. Dicen que las tormentas eléctricas comienzan como la pequeña ráfaga de aire de las alas de una mariposa. De una manera terriblemente similar, las cosas que dijo Mizuki tuvieron todo tipo de efectos ridículos en su entorno y ramificaciones que nunca creerías”.

“No lo sigo del todo, pero supongo que entiendo lo que estás tratando de decir”.

“Mm. Suimei lo llamó una especie de maldición que inducía un sesgo de reconocimiento, o una maldición transmitida que se convierte en una espiral repetitiva de miedo, o algo así”.

“¿Suimei dijo eso?”

“En los primeros días, Suimei también dijo un montón de cosas incomprensibles. También con una cara completamente seria. Aunque era más desagradable, había más verdad en sus tonterías que en las de Mizuki. Sin embargo, siempre que sucedían cosas raras a nuestro alrededor, él siempre estaba ahí con nosotros”.

“Reiji-sama… ¿No podría ser que Suimei fuera en realidad quien causó tales situaciones?”

“En cierto modo, puede que tengas razón. Mizuki sería de cuatro partes, mi intromisión sería de cuatro partes y Suimei serían las dos partes restantes de diez o algo así…”

Reiji miró por la ventana con una mirada lejana. Mirándolo así, Titania se quedó en silencio. Mientras tanto, la conversación ociosa de Mizuki con Graziella había terminado, y puso una sonrisa mientras se inclinaba hacia Reiji.

“Oye, Reiji-kun, ¿de qué estabas hablando con Tia hace un momento?”

“¿Eh? Oh, nada en particular”.

Reiji no pensó que ella posiblemente podría haber estado escuchando. Pero justo cuando se estaba arrepintiendo de haber dicho demasiado, fue traicionado.

“Solo un poco sobre tu pasado, Mizuki. Reiji-sama me estaba poniendo al corriente, ¿no es así?”

“¡¿T-Tia?!”

“¡Oooh, Reiji-kuuun! Sabes que tengo un montón de cosas sobre mi pasado que no quiero que la gente sepa, ¿verdad? ¡¿VERDAD?!”

“Pero la mayor parte de eso es solo cosechar lo que siembras…”

“¡Eso puede ser así! Eso puede ser así, pero… ”

Mizuki estaba agarrando los hombros de Reiji mientras lo sacudía violentamente de un lado a otro. Mientras se vengó adorablemente de él, Graziella interrumpió la conversación.

“¿Oh? Estoy bastante interesado en el pasado de Mizuki. Cuéntamelo también. Parece divertido”.

“¡No, está bien! ¡Graziella-san no necesita escucharlo!”

“¿Qué? ¿Soy la única que queda fuera?”

“Eso no es del todo, pero… ¡Aah, caramba! ¡Todo esto es culpa tuya, Reiji- kun!”

Gritando de angustia, Mizuki lo sacudió aún más fuerte. Al final, Reiji, la razón principal de su rabieta, fue la que la calmó. Al ver que todo esto se desarrollaba, Graziella sonrió.

“No es aburrido aquí, ¿verdad?”

“Ese parece ser el caso, ¿no? Los dos son bastante alegres, después de todo”.

Después de estar de acuerdo con una sonrisa, la expresión de Titania se tornó seria. Luego miró a Graziella, que todavía estaba mirando a Reiji y Mizuki.

“¿Pero está esto realmente bien, Su Alteza Imperial?”

“¿Qué?”

“Para que actúes junto a nosotros”.

“Respecto a eso, ¿no les comuniqué que no había nada que se pudiera hacer al respecto? La Diosa ha hablado”.

“Entiendo, pero lo que estoy preguntando es que con el estado actual del Imperio, ¿está bien que estés lejos de la capital imperial?”

Al escuchar la pregunta indirecta de Titania, Graziella se encogió de hombros con exasperación.

“Que una princesa extranjera se preocupe por nuestro país es otra cosa.

¿Podría su alteza real estar conspirando para aprovecharse de la debilidad del Imperio?”

“Mientras los demonios se hacen más fuertes, la discordia y el antagonismo entre los seres humanos es simplemente una tontería. Se podría decir que una crisis entre naciones aliadas es tan mala como una guerra civil”.

“Eso es ciertamente cierto”.

“¿Entonces?”

“Aah, honestamente hablando, no quería irme. Debido a esa incomprensible perturbación, a pesar de que los sinvergüenzas están disminuyendo en número, el poder de los nobles también ha disminuido un poco. Y no puedo negar que el potencial bélico del Imperio tampoco ha disminuido. Incluso si ese no fuera el caso, las relaciones con todos los países vecinos se han deteriorado”.

“Recuerdo que Su Alteza Imperial invadió el territorio de Astel a su propia discreción”.

“Eso de hecho puede haber sido dominante, pero en realidad, ¿no fue una necesidad? Fue porque ese hombre derrotó a la mayoría de los demonios antes de que yo llegara por lo que mi acto de buena voluntad fue mal tomado”.

Eso era cierto. Astel y Nelferia eran naciones aliadas. Si hubieran luchado juntos ese día contra las hordas de demonios, las acciones de Graziella probablemente habrían sido elogiadas.

Pero con la amenaza disminuida, solo terminó siendo criticada por apresurarse. Sin embargo, considerando que sus acciones eran una apuesta para mejorar la reputación del Imperio, no había hecho nada malintencionado. Pateando las venenosas palabras de Titania, Graziella miró en dirección al Imperio.

“Tengo mis dudas. Ahora que ha disminuido el número de nobles que pueden ocupar su lugar en el campo de batalla, si los demonios lanzaran un ataque a gran escala contra el Imperio, sería un duro golpe para nosotros. Y con el estado actual de las cosas, es muy posible que nuestras naciones aliadas no levanten la mano para ayudarnos como sucedió”.

“En otras palabras, el Imperio terminaría teniendo que luchar por su cuenta, ¿no?”

La razón por la que estaba preocupada por no poder obtener la cooperación de otras naciones no era simplemente una cuestión de refuerzos. El Imperio también perdería acceso a puntos estratégicos a lo largo de sus líneas de suministro. Los bienes, la información y muchas otras formas de apoyo se estancarían.

Sería devastador en términos de batalla. Debido a que el Imperio era una nación tan vasta, su relación con los territorios circundantes era vital.

“Ahora, quién es el que mueve los hilos detrás de escena…”

Al escuchar a Graziella murmurar eso con voz preocupada, un hombre vino a la mente de Reiji.

Duque Hadorious.

Al recordar la figura del duque sentado en el escritorio de su oficina, Reiji se quedó perfectamente quieto donde estaba. Su corazonada lo golpeó como una descarga eléctrica. Al verlo ponerse rígido de repente, Mizuki inclinó la cabeza hacia un lado.

“Reiji-kun, ¿qué pasa?”

“No…”

Sin dar una respuesta real, Reiji comenzó a darle vueltas a sus pensamientos en su cabeza. Era solo una posibilidad, pero Hadorious podría estar moviendo los hilos detrás de escena. Incluso podría haber manipulado las cosas para que Graziella viniera con ellas.

Eso significaría que él fue quien le filtró información a Graziella sobre el ataque del demonio en Astel, lo que coincidiría con lo que Suimei había adivinado.

La  aniquilación  de  las fuerzas demoníacas de Suimei  fue inesperada, ciertamente, pero Suimei todavía había sido utilizada como señuelo.

Incluso si Hadorious le ordenó a Gregory que llevara a Reiji y su grupo a un lugar seguro, habría sido fácil predecir que vendrían corriendo para salvar a su amigo. Y si por casualidad se encontraban con Graziella allí… Con la familia de Gregory como rehén, era un asunto sencillo para Hadorious obligarlos a ir al Imperio.

Pero si ese fuera realmente el caso, Graziella unirse a su grupo no parecía cuadrar. Hadorious quería mantener a Graziella bajo control, por lo que había enviado a Reiji y su grupo al Imperio para vigilarla. Y para poder observarla en su papel de princesa, habrían tenido que quedarse en el Imperio.

Además de eso, no hubo coherencia en Hadorious presionando a la iglesia para controlar Graziella. Una vez que Graziella se unió a ellos, fueron libres de moverse y hacer lo que quisieran.

Sería una historia diferente si su intención fuera que Graziella se uniera a su grupo desde el principio, pero parecía demasiado indirecto. Si iba a presionar a la iglesia, habría sido más sencillo hacerlo desde el principio y que ella se uniera a ellos cuando se conocieron. Además, la orden de Graziella de unirse a ellos supuestamente provenía de un oráculo de la propia Diosa.

“La Iglesia de la Salvación y el Duque Hadorious…”

Al escuchar a Reiji murmurar eso de repente, Mizuki lo interrogó. “¿Qué hay de ellos?”

“Estaba pensando que la razón por la que estamos en esta situación podría ser por ellos, eso es todo”.

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Titania.

“Como sugirió anteriormente Su Alteza Imperial, si alguien nos está molestando, creo que podemos decir con certeza que están involucrados”.

“¿Quieres decir que la Iglesia de la Salvación y el Duque Hadorious se unieron para orquestar esto?” intervino en Graziella.

“No, eso sería difícil de imaginar. Si ese fuera el caso, no creo que las cosas se hubieran desarrollado de una manera tan indirecta”.

“Hmm…”

Al escuchar los pensamientos de Reiji, Graziella comenzó a acariciar su mandíbula. Dado que esto la involucraba, no podía simplemente ignorarlo. Mientras tanto, Titania dio su propia opinión sobre el asunto.

“El territorio del Duque Hadorious es adyacente al Imperio, por lo que si el Imperio se aísla, probablemente sería un acontecimiento bienvenido para él”.

“Vaya, esa es ciertamente una denuncia contundente de un señor de tu propio país, ¿no es así?”

“Odio a ese hombre”.

“Porque perdiste”.

“¡Urgh!”

Graziella dio en el blanco, lo que provocó que Titania dejara escapar un gemido inusual. Mientras tenían este intercambio, Mizuki recordó haber escuchado sobre esto antes.

“¿Tia perdió? Ah, ahora que lo mencionas, Luka-san dijo algo sobre eso una vez… ”

“¡No es nada! ¡Por favor, no le hagas caso!”

La princesa de Astel estaba tratando frenéticamente de cambiar de tema, agitando las manos de una manera bastante salvaje y sin prisas. Afortunadamente para ella, Mizuki en realidad no parecía tan interesada en presionar el asunto.

“Pero incluso si eso es cierto, ¿por qué haría eso, me pregunto? Puedo hacer que la iglesia se involucre, pero el duque Hadorious…”, dijo.

“Yo tampoco lo sé. Supongo que tendremos que hablar con Suimei al respecto de nuevo, ¿eh?”

“Tienes razón. No es de extrañar que estemos perdidos sin él, ¿eh?”

En su pequeño grupo de tres, Suimei siempre jugó con los cerebros. Era un miembro indispensable del equipo. Como Reiji y Mizuki deseaban que él estuviera allí, Graziella llamó a Reiji.

“En cualquier caso, Reiji, realmente valoras mucho a ese hombre, ¿no es así?”

“‘Ese hombre’… al igual que, ¿Suimei? Mm, bueno, sí, lo hago”.

“Suimei-kun es realmente confiable cuando hay problemas. Siempre se le ocurren ideas en las que nunca hubiéramos pensado”.

“Y en momentos en que todos los demás entran en pánico, Suimei siempre mantiene la calma”.

“Pero, de nuevo… se enfurece en los momentos más extraños. Él siempre está desapareciendo también…”

Si no fuera por eso…

Pensando en eso con una sonrisa amarga, Mizuki suspiró. Graziella luego se inclinó para poder hablar con Titania en privado.

“Reiji y Mizuki no conocen su verdadera fuerza, ¿cierto?”

“Así es. Sin embargo, parecen saber que es muy astuto en momentos críticos”.

“En otras palabras, es demasiado entrometido para poder ocultarlo todo, ¿eh? Qué hombre tan ingenuo”.

“La razón por la que la conducta de Suimei parece tan inestable es probablemente porque se encuentra atrapado entre las cosas que quiere hacer y las cosas que debe hacer. Si lo piensas así, incluso sus acciones hasta este momento tienen sentido”.

“¿Oh?”

“Bueno, también creo que se debe principalmente a que es incómodo”.

Titania dio su honesta impresión de Suimei y encontró a Graziella mirándola de manera extraña.

“… ¿Qué pasa?”

“Estaba pensando que la razón por la que estás hablando tan amargamente sobre ese hombre es quizás porque tú también perdiste con él”.

Como Graziella señaló implícitamente que Titania era una perdedora dolorida, su rostro se puso rojo brillante de vergüenza.

“¡Absolutamente no!” ella gritó.

“Como yo pensaba. Dios mío. Contrariamente a su apariencia refinada, realmente es una gran perdedora, ¿no es así, Su Alteza Real Titania?”

“¡Ciertamente no tiene espacio para hablar, Su Alteza Imperial Graziella! Al final, Suimei también te burló por completo, ¿no es así?”

Titania gritó para ocultar su vergüenza mientras le lanzaba las palabras de Graziella. Al final, no cambió el hecho de que ambas estaban irritados por tener más derrotas que victorias cuando se trataba de Suimei, pero ninguna quería admitirlo. Mientras discutían, Titania notó que Reiji y Mizuki estaban observando su pequeño arrebato con atención.

“… ¿Cuál es el problema, Mizuki?”

“Oh nada. Estaba pensando que ustedes dos se llevaban inesperadamente bien”.

“¡No me llevo particularmente bien con Su Alteza Imperial!”

“Así es, Mizuki. No lo malinterpretes. Tampoco tengo ninguna intención de hacerme amiga de Su Alteza Real”.

Ambas lo negaron, pero Reiji y Mizuki ya estaban convencidos. “Pero tú sabes…”

“¿Cierto?”

Mientras se daban sonrisas de complicidad, Titania gritó una vez más. “¡¿Tú también, Reiji-sama?!”

“Creo que esto es culpa suya, ¿no es así, Alteza Real? Si no hubieras preguntado en primer lugar, no tendríamos esta conversación”.

“¡¿Por qué estás actuando como una víctima?! ¡¿No estabas hablando sin parar también?!”

“¿Que acabas de decir?”

“¡¿Qué?!”

Y así las dos princesas continuaron peleando. El carruaje permanecería lleno de sus gritos hasta que el cochero les informara que habían llegado a su destino.

Debido a que habían enviado un mensajero a la Iglesia de la Salvación de antemano, todo procedió sin problemas después de su llegada.

Parecía que la reliquia que Reiji y los demás estaban buscando estaba en algún lugar fuera de los terrenos de la iglesia.

Entonces, después de terminar sus saludos con el obispo principal, subieron a otro carruaje y fueron llevados a un gran templo un poco fuera de la ciudad.

Un gran edificio de yeso con una gran cúpula estaba rodeado por una gran cantidad de pilares de piedra. El templo parecía una fusión entre  el Partenón griego y el Panteón romano.

Era una vista impresionante, y esa impresión solo se hizo más fuerte a medida que se acercaban. Mizuki estaba particularmente cautivada, mirándolo como si estuviera asombrada por un sitio del Patrimonio Mundial.

“Whoooa… ¡Es increíble!”

Mientras gritaba, Mizuki comenzó a correr como una niña. Titania la llamó, sonando como una madre preocupada.

“Mizuki, si corres así, te tropezarás, ¿sabes?”

“¡Está bien! Los zapatos que recibí de Suimei-kun son de muy alta calidad, por lo que son aún más cómodos y funcionan mejor que mis zapatillas de casa. ¡Puedo correr y saltar y saltar y saltar por todos lados con estos!¡Mira!”

Señalando sus botas hechas de un cuero de animal desconocido, felizmente comenzó a hacer cabriolas para lucirlas. Titania la siguió con una sonrisa asombrada pero gentil.

Un poco atrás estaban Reiji, Graziella y los escoltas. Después de una breve caminata, se encontraron en la entrada del templo donde varios guías de la Iglesia de la Salvación con hábitos religiosos estaban alineados esperándolos.

Parecía que les habían informado de la llegada del héroe de antemano. Una de las monjas se adelantó como representante del grupo.

“Es un placer conocerlos. Soy Faylia, a quien se le ha confiado el cuidado de este templo. Les doy la bienvenida de todo corazón, Héroe-sama, nuestra invitada del otro mundo. Ustedes también, Altezas”.

Después de presentarse y darles la bienvenida, Faylia hizo una profunda reverencia y se quitó la capucha, revelando el cabello blanco y orejas largas y afiladas.

Con ojos verdes y labios rosados, era una elfa hermosa y fascinantemente elegante. Parecía tener veintitantos o treinta y pocos años. Iba vestida con sencillez, pero solo el color de sus prominentes labios deliciosos le daba un atractivo sexual de otro mundo. Mientras Mizuki comentaba con admiración lo bonita que era, Reiji dio un paso adelante para devolver el saludo de Faylia.

“Soy Shana Reiji. Me gustaría agradecerle por tomarse un tiempo de su ajetreado día para reunirse con nosotros”.

“Gracias por sus consideraciones, Héroe-sama, pero no estamos particularmente ocupados aquí.”

“Eres demasiado amable. No obstante, acepte mi humilde agradecimiento”.

Faylia sonrió juguetonamente, y Reiji le devolvió una sonrisa refrescante. Mirándolos desde un lado, Graziella habló con los demás.

“Ya veo. Así que habla dulcemente… ”

“Ese es Reiji-kun para ti. No importa quién sea, esa es su forma predeterminada de interactuar con la gente…”

Mientras Graziella y Mizuki discutían tales asuntos, Reiji comenzó a seguir a Faylia, quien lo condujo al templo. Parecía que iban a caminar mientras hablaban.