Kono Yuusha (NL)

Volumen 6

Capitulo 4: En Un Mundo Retorcido

Me pregunto cuánto tiempo ha pasado desde entonces. Quizás solo unos segundos. Quizás incontables horas.

La muerte del Héroe de la Destrucción y la Diosa de la Guerra, el ataque de Zet y… la Diosa de la Atrocidad, Mersais…

¿Qué pasó con Ishtar, Aria y el Mundo Espiritual mismo? ¿Qué me va a pasar? Han sucedido tantas cosas aterradoras, suficientes para hundir a alguien en las profundidades de la desesperación. Busco ayuda mientras mi conciencia vaga por el abismo. Si bien soy una diosa, todavía hay un nombre que se abre camino en mi mente cada vez que estoy en problemas. No es el nombre de ninguna deidad, sino el nombre del hombre que amo.

¡Seiya…! ¡Ayuda!

Pero no importa cuántas veces grite su nombre en mi corazón, no hay respuesta. En cambio, siento una calidez. Un pecho corpulento toca mi cara mientras un olor familiar me hace cosquillas en la nariz.

¡¿S-Seiya?! ¡Es Seiya! ¡Tiene que ser! ¡Él siempre está ahí para mí cuando tengo problemas! Lo aprieto con fuerza en mis brazos y abro los ojos.

“¡¡Seiya!!”

Sin embargo, la persona frente a mí no es Seiya, sino un hombre musculoso con una barba descuidada y mejillas sonrosadas.

“Vamos, Rista. Deja de abrazarme así. Me sonrojas.”

“¡¿… ?! ¡Suéltame!”

“¡Whoa! ¡Ouch!”

Empujo a Cerceus con todas mis fuerzas, luego me acurruco en una bola. “¡¡Bleeeh!!”

“¡¿Qué te pasa?! ¡¿Tú fuiste quien me abrazó, y ahora estás vomitando?!”

“Espera… en serio vomité un poco…”

“¡¿… ?! ¡¿De verdad estás vomitando?! ¡¿Qué tan grosera puedes ser?!” Niego ligeramente con la cabeza entre los gritos de Cerceus.

Soy una idiota. ¿Por qué estaría Seiya aquí cuando ni siquiera lo llamé? Espera… ¿Dónde estoy?

Después de limpiarme las comisuras de la boca, examino el área con mudo asombro. Todo lo que puedo ver es un páramo sin fin. Hierba seca y piedras agrietadas ensucian la arena fina. Sin embargo, es diferente a cualquier desierto natural. Parece más bien que hubo una explosión aquí hace mucho, mucho tiempo. Incluso puedo ver huesos humanos esparcidos en la distancia.

“¡¿Q-Qué es este lugar espeluznante?! ¡Cerceus!”

“No lo sé, pero claramente no es el Mundo Espiritual”.

Responde en un tono sorprendentemente sereno, así que me doy la vuelta… solo para encontrar que le tiemblan las piernas mientras se abraza.

“Un aura malévola sofoca este lugar. Tengo miedo… Rista, ¿puedo tomar tu mano?”

“¡No! ¡Toma tu propia mano! ”

“¡¿Cuál sería el punto en eso?! Eres una diosa de corazón frío, ¿lo sabías?”

“Más importante aún, ¿dónde está Aria? ¿Dónde está Adenela? ¿Qué pasó con las otras deidades?”

“Eras la única que estaba cerca cuando me desperté. Podríamos ser los únicos que fueron enviados a este extraño lugar”.

“¡¿Qué…?!”

Me quedo sin palabras, pero Cerceus habla como si estuviera tratando de animarse.

“¡No dejes que esto te desanime! Quiero decir, ¡al menos estamos bien! Y…”

“No. No, Cerceus, no es eso. En serio, preferiría estar muerta que estar sola contigo”.

“¡¿Es en se–?! ¡Dame un respiro ya!”

“De todos modos, ¡volvamos al Mundo Espiritual!”

“B-Buena idea. Rista, abre una puerta”.

“Espera. ¿No puedes crear puertas?”

“No, nunca lo he intentado. Ni siquiera sé cómo”.

“Suspiro…”

Harto del Sr. Cerebro de Músculos, canto el hechizo para crear una puerta al Mundo Espiritual, luego comienzo a abrirla suavemente mientras mi corazón late con fuerza.

“¿Hm? ¿Qué ocurre?”

“Dame un segundo.”

En Ixphoria, las piedras de hechizo creaban paredes blancas detrás de las puertas para evitar que regresáramos al Mundo Espiritual, así que tenía la sensación de que tampoco podríamos regresar esta vez de manera segura, pero para mi sorpresa, no hay una pared detrás del portón.

“¡Gracias a dios! ¡Parece que podemos irnos a casa! ”

Aliviado, cruzo la puerta con Cerceus, pero en el momento en que llegamos al otro lado, sus ojos se abren de par en par.

“Oye, Rista… ¿Estás segura de que este es el Mundo Espiritual? Algo no parece estar bien”. Conecté la puerta a la plaza del Mundo Espiritual como siempre lo hago, pero el área está cubierta por una niebla profunda, lo que dificulta ver algo.

“¿Qué demonios es esta niebla?”

“Esto probablemente fue obra de Mersais… ¡Busquemos a alguien y preguntémosle qué pasó!”

Cerceus y yo caminamos lentamente a través de la densa niebla durante un rato, casi sin poder ver, hasta que Cerceus finalmente arruga los ojos.

“Hay alguien allí”.

Veo la espalda de una deidad vestida de blanco alejándose. No siento malicia, ni parece ser Mersais o un diablo. Cerceus y yo nos acercamos a la deidad.

“Um… ¡Disculpe! ¿Es Mersais? No. ¡¿Está bien el Mundo Espiritual?!”

“… ¿’Mundo Espiritual’?”

Responden con una voz  inusualmente alta antes de darse la vuelta lentamente, e inmediatamente, casi me desmayo. ¡Porque su rostro está vacío! ¡No es más que un gran agujero negro como la boca del lobo!

“”¡Eek!””

Naturalmente, gritamos. La risa entonces repentinamente resuena desde el vacío.

“¡Hyah-ha-ha-ha-ha! Este es el inframundo”.

“¡¿E-El inframundo?!”

Cuando el misterioso individuo se acerca a nosotros, doy un paso atrás y grito:

“¡O-Oh, está bien! ¡Gracias por tu ayuda!”

Cerceus y yo corremos inmediatamente a través de la densa niebla lo más rápido que podemos, volviendo sobre nuestros pasos durante un buen rato hasta que nos detenemos a hablar. Cerceus grita furiosamente:

“¡Te dije que este no era el Mundo Espiritual!”

“¡P-Pero no tiene ningún sentido! ¡Nunca me había equivocado antes! ¡Ni una sola vez!”

“¡Pero ella dijo que este era el ‘inframundo’! ¡¿Por qué la puerta nos trajo aquí?! ”

“No lo sé… ¡Espera! Oigo algo…”

¡Inmediatamente, la densa niebla se corta y el individuo de rostro hueco aparece ante nosotros!

“¡¿Whoa?! ¡¿Ella vino detrás de nosotros?!”

“¡Hyah-ha-ha-ha-ha! ¡Aura divina, aura divina! Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento”.

Se acerca a Cerceus mientras repite esas palabras.

“¡¿Qué?! Espera, eh… ¡¿Hay algo que necesites de mi pequeña?!”

La misteriosa persona acerca su rostro al del “pequeño Cerceus”, ¡y una lengua larga emerge del agujero!

“Babea*… ¡mmm! ¡Los dioses son tan deliciosos!”

…Lamer.

“¡¿… ?! ¡¡E-eeeeeeeeek!!”

Cerceus grita, luego sale disparado como un rayo, así que entro en pánico y lo persigo.

“¡E-Espera!”

“¡Tienes que estar bromeando! ¡Me va a comer! ¡Rista, la Puerta! ¡La Puertaaaaaaaaaaa!”

“¡¿A-A dónde quieres ir?!”

“¡A cualquier sitio! ¡Cualquier lugar excepto aquí!”

Después de abrir rápidamente una puerta, Cerceus y yo saltamos adentro.

Por otro lado, nos encontramos una vez más en un páramo. Regresamos al mundo en el que estábamos antes.

“¡Pensé que me iba a tragar entero…!”

Cerceus agarra un poco de arena fina a sus pies y comienza a limpiar la sustancia pegajosa en su cara y brazos.

“¿Oye, Cerceus? ¿Qué es el inframundo, exactamente?”

“Ishtar me lo contó una vez hace mucho tiempo. Aparentemente, es un mundo que existe entre el Mundo Espiritual y el reino malévolo de los demonios. Sin embargo, no conozco los detalles”.

“Me pregunto por qué la puerta nos conecta con el inframundo, aunque…”

De repente recuerdo a Mersais diciendo que la historia del Mundo Espiritual había llegado a su fin.

“¡Voy a abrir otra puerta!”

Creo otra puerta al Mundo Espiritual para disipar el mal sentimiento en mis entrañas. Pero cuando lo abro suavemente, no es más que una espesa niebla y…

“Babear… sorber…”

“¡¿… ?! ¡Ella todavía está aquí!”

Al escuchar a la criatura lamerse los labios, inmediatamente cierro la puerta. ¡Demonios, voy a dejar que me lama la cara como hizo con Cerceus! Si no podemos ir al Mundo Espiritual, ¿qué hay de mi ciudad natal de cuando era humano?

Intento abrir una puerta a Ixphoria, pero no puedo. Parece que el inframundo y este páramo son nuestras únicas opciones.

“Suspiro… ¿Qué vamos a hacer?”

Mientras me preocupo por nuestro próximo movimiento, Cerceus de repente me llama desde atrás.

“Oye, Rista. ¿Adónde vas? Estás caminando bastante rápido”.

Ahí es cuando finalmente me doy cuenta. Inconscientemente estoy caminando en una determinada dirección mientras pienso. Es una sensación extraña, de verdad.

“¿Que…?”

Estaba tan sorprendida cuando me desperté por primera vez que no me di cuenta, pero después de pensarlo unos momentos, empiezo a sentir que he estado aquí antes.

“Estoy bastante segura… hay una ciudad más adelante…”

“¿Qué te hace decir eso?”

No sé cómo explicarlo. Solo es un sentimiento. Empujo hacia adelante, caminando penosamente por la arena. Cerceus arruga los ojos y apenas se da cuenta de la silueta de un pueblo en la distancia.

“¡Oh! ¡Tenías razón, Rista!”

Incluso yo estoy sorprendida por eso, pero me apresuro, solo para decepcionarme. No es más que un pueblo fantasma con tiendas en ruinas y casas en ruinas. Cerceus recoge un letrero en descomposición a sus pies y murmura:

“¿Un letrero de la ciudad? Dice, ‘Villa de Edona’.”

¿Hm? Edona… Edona… siento que he escuchado el nombre antes… “¡R-Rista! ¡Alguien viene!”

Cerceus grita, rompiendo mi hilo de pensamientos. Una figura en la sombra se nos acerca desde adelante, pero no es un ser humano común. Es un lagarto gigante con armadura.

“¡¿Un lagarto bípedo?! ¡¿Que es esa cosa?!”

“¡Es un dragonewt!”

He salvado cerca de diez mundos paralelos en mi vida, pero solo hay uno donde vi dragonewts. Era un mundo clasificado como S, y fue la primera vez que convoqué a Seiya.

“‘¡Dragonewts!’ ‘¡Edona!’ ¡Ahora lo recuerdo! ¡Esto es Gaeabrande!”

“¿’Gaeabrande’?”

“¡Es un mundo que Seiya y yo salvamos!”

El dragonewt continúa acercándose a nosotros, pero estoy completamente relajado, ya que sé que no es nuestro enemigo. Tal como esperaba, el dragonewt respetuosamente se arrodilla ante mí.

“Qué divino. ¿Eres una diosa, acaso?”

“S-Sí, lo soy. Um… Esto es Gaeabrande, ¿verdad?”

“Sí, Diosa.”

“¡Lo sabía!”

Me siento un poco relajada después de confirmar que este es un lugar que conozco. Estoy seguro de que Rosalie, Mash y Elulu todavía viven en el Imperio de Roseguard. De todos modos, mi preocupación por el pueblo de Edona no decae, ya que no se parece en nada a la última vez que estuve aquí.

“Um… ¿Qué pasó con este pueblo? ¿Aparecieron nuevos monstruos o algo así?”

“Esta ciudad fue destruida en batalla hace poco más de diez años. Fue una lucha amarga entre nosotros los dragonewts y el ejército del Señor Demonio. Aunque se perdieron innumerables vidas, logramos derrotar al Señor Demonio y salvar al mundo”.

“… ¿Qué?”

Casi suena como si se estuviera atribuyendo el mérito de lo que hicimos Seiya y yo. Es un poco irritante, para ser honesto.

“¡No tan rápido! ¡El héroe que convoqué, Seiya Ryuuguuin, derrotó al Señor Demonio!”

“Un héroe nunca ha aparecido en Gaeabrande. Esta es también la primera vez que tú, Diosa, nos has agraciado con tu presencia”.

“¿…?”

“Nuestro salvador, que derrotó al Señor Demonio y liberó al mundo, fue el todopoderoso Dragon Lord Dragonight”.

“El Dragon Lord… Dragonight…”

“Después de derrotar al Señor Demonio, comenzó su reinado sobre Gaeabrande por el bienestar de todos los dragonewts de la tierra santa de Bahamutros. Todo fue posible gracias a la bendición del Serafín…”

No tengo idea de qué está hablando, y estoy empezando a tener la sensación de que podría estar un poco fuera de lugar. Después de todo, Edona era una ciudad humana. ¿Por qué habría un dragonewt siquiera aquí?

Sintiendo que algo está mal, miro bien la cara del dragonewt… y un escalofrío recorre mi espalda. Puede que esté sonriendo, pero siento algo oscuro en su interior.

Estoy empezando a sentir un déjà vu…

Lo primero que me viene a la mente es cuando el emperador me pidió que lo encontrara en el santuario, donde trató de matarme con Chain Destruction. Siento lo mismo en el corazón de este dragonewt: malicia. Cuando doy un paso atrás, el dragonewt saca un libro de debajo de su coraza. Luego abre el grueso tomo rojo.

“El artículo seis de las escrituras de los Serafines dice lo siguiente: ‘Puede que haya un momento en el que aparezcan personas que afirman ser una diosa y un héroe. Sin embargo, solo traerán desastre. Empuña Chain Destruction y masácralos’.”

Inmediatamente, una hoja mucho más larga que cualquier libro emerge de las  escrituras  como  un  truco  de  magia.  Luego,  el  dragonewt  agarra rápidamente la espada, se pone en posición de combate y la balancea en un amplio arco.

“¡¿Eek?!”

Cerceus grita, pero ya estaba preparado. Me lanzo y lo abordo, lo que hace que ambos caigamos al suelo y esquivemos el golpe. El dragonewt parece impresionado.

“¿Oh? Tienes buena intuición”.

“¡B-Bueno, esta no es la primera vez que me pasa esto!”

“Independientemente, aquellos que se tergiversan como el Héroe y la Diosa deben morir”.

El dragonewt mira a Cerceus con sus fríos ojos reptilianos. “Tú debes ser el héroe, ¿no?”

“¡No! Soy el Dios de— eh… ¡dirijo un café!”

Estoy consternada. ¡Ni siquiera admitirá que es un dios porque no quiere salir lastimado! ¡¿Qué tan cobarde puedes ser?!

Pero el dragonewt saca la lengua de su boca cortada. “Entonces prepárate para morir, ‘Héroe del Café’.”

“¡Te dije que no soy un héroe! ¡Solo tengo una cafetería!”

“¡Relájate, Cerceus! A diferencia de Ixphoria, ¡los monstruos  de Gaeabrande no son tan fuertes! ¡Deberías poder vencerlo!”

“¡Oh enserio! ¿No es fuerte? Déjame revisar…”

Cerceus parece estar comprobando las estadísticas del dragonewt, así que decido usar Scan también.

Dragonewt

Nivel: 41

HP: 67842

MP: 0

ATK: 35515

DEF: 37489…

“¡¿Disculpa?! ¡Este lagarto es extremadamente fuerte! ¡Sus estadísticas son apenas diferentes a las mías!”

“¡¿Que…?!”

Incluso yo estoy sorprendida. Sus estadísticas se parecen mucho a las poderosas bestias que vi en Ixphoria. ¡P-pero eso no tiene ningún sentido!

¡Esto es Gaeabrande! ¿Es este dragonewt especialmente fuerte? No hay forma de saberlo. Independientemente, no tiene ningún sentido que una persona lagarto sea tan fuerte como un dios conocido como la Espada Divina, Dios de las Espadas.

“De todos modos, estoy desarmado, ¡y él tiene esa cosa de las Cadenas! ¡Tenemos que correr!”

“No te dejaré escapar”.

El dragonewt levanta su espada y se lanza contra Cerceus, pero le tiro mi saco de arena hecho en casa a la cara.

“¡Gwah!”

Gime mientras se agacha. Parece que la arena se le ha metido en los ojos, tal como esperaba.

“¡Cerceus, salgamos de aquí!”

“¡O-Okay!”

Corremos por el pueblo fantasma de Edona, sin aliento, hasta llegar a lo que parece ser el centro. Numerosos edificios derrumbados se mezclan, por lo que decidimos escondernos a la sombra de uno de ellos.

“Pant… Pant… Pant…”

Mientras trato de calmarme, Cerceus se vuelve hacia mí con una mirada de sorpresa y pregunta:

“¡Rista! ¿De dónde sacaste esa bolsa de arena?”

“Bueno, ¿sabes cómo caminamos por toda esa arena de camino a la ciudad? Empecé a recoger algunas y las metí en una bolsa por si acaso”.

“Te has vuelto algo… cautelosa… ¿hm? Como ese héroe tuyo”.

Parece que Seiya se me pegó un poco. De todos modos, puedo escuchar al dragonewt gritando furiosamente en la distancia.

“¡¿A dónde fuisteis, inmundos herejes?! Nosotros, la Orden de los Serafines, no cederemos ante aquellos que afirman ser el Héroe. ¡Ni siquiera la Espada del Demonio es una excepción!”

“¿La ‘Orden de los Serafines’? ¡¿De qué estás hablando?!”

Miro en la dirección del dragonewt desde nuestro escondite, solo para descubrir que ahora hay tres.

¡¿T-Tenía aliados?!

Pero hay toneladas de edificios aquí, así que parece que le está costando encontrarnos. Los dragonewts están caminando en la dirección completamente opuesta a donde estamos.

“Uf… Parece que podemos relajarnos por ahora”.

“¡No es momento de relajarse! ¡Este mundo es peligroso! ¿Estás segura de que no estabas mintiendo cuando dijiste que lo salvaste? ”

“¡No estaba mintiendo! ¡Realmente lo salvamos! Pero esto es…”

¿Regresamos en el tiempo antes de que Seiya y yo salváramos a Gaeabrande? No, en todo caso, parece que estamos en el futuro… N-no, espera… Hay algo realmente diferente en esto. ¡Algo esta…!

“¡R-Rista! ¡También hay un dragonewt allí!”

Cerceus susurra. Cuando miro en la misma dirección que él apunta, veo a un dragonewt vistiendo ropa de cáñamo en lugar de una armadura como el resto.

“¡¿En serio?! ¡¿Cuántos de ellos hay?!”

“¡Esto no está bien! ¡Salgamos de aquí, Rista! ¡Es una apuesta, pero tenemos que correr y salir de esta ciudad!”

“T-Tienes razón. …Espera.”

Quiero escapar tanto como él, pero de repente pienso: ¿Qué haría Seiya?

“Los dragonewts ya les han dicho a sus aliados que nos estamos escondiendo en algún lugar de la ciudad, por lo que es muy probable que nos atrapen si huimos ahora. Sigamos escondiéndonos un poco más y veamos cómo se desarrollan las cosas”.

“¿E-Estás segura de que es una buena idea?”

“Este edificio parece estar vacío. Entremos.”

Entramos en la casa desierta. Después de cerrar lentamente la puerta para que no emita ningún sonido, nos agachamos debajo de una ventana rota. Después de todo, es el mejor lugar para ver lo que sucede afuera.

“Mn…”

Cerceus gime detrás de mí.

“¿Q-Qué pasa? ¿Te lastimaste?”

“No. Solo tengo una migraña debido a todo el estrés y a estar tan nerviosa. No puedo esperar para ir a casa y comer unos panqueques de un dólar de plata…”

“¡¿En serio?! ¡¿Podrías ser más inútil?! ”

¡Ugh! ¡No puedo contar con Cerceus para nada! ¡Parece que voy a ser yo el que pelee si se trata de eso! Hice una bolsa de arena más para distraer al enemigo, así que será mejor que la tenga lista por si acaso.

Cuando saco la bolsa de debajo de la solapa, una hoja de papel se desliza con ella y cae al suelo. Es la lista de invocaciones de héroes con el nombre de Seiya. Lo recojo con nerviosismo y mis ojos se abren de par en par, porque brillando en oro al final de la lista están las palabras:

Mundo paralelo de rango S o superior confirmado. Se concede permiso para convocar a Seiya Ryuuguuin.