Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 16

Capitulo 8: La Prueba Divina

Parte 2

Luego estaba Yuuhi. Solo con mirarla… Sí, todo aquí se sentía muy parecido a lo que se sentía en casa. Fue bastante fácil olvidar que en este momento estábamos en otro mundo.

“Los dos mundos son realmente sorprendentemente similares por ser… bueno, por ser mundos diferentes. ¿Estás sugiriendo que hay una razón para eso, Yuuhi?”

“Es en interés de la justicia”.

“¿Qué quieres decir?”

“¿Cómo debería explicarlo? Veamos… ¿Crees que un humano y un saltamontes sienten la misma cantidad de felicidad?”

“¿Qué demonios?”

“Es solo un ejemplo. Ahora, estarías feliz de ver a una mujer desnuda, ¿no es así? ”

“¡N-No!”

“Él está mintiendo.”

“¡Cállate, R!”

Yuuhi no podía escuchar a R, pero aún sentía la necesidad de defenderme.

“Bueno,” continuó Yuuhi. “La mayoría de los hombres lo harían. ¿Pero crees que un saltamontes experimentaría la misma felicidad al ver a una mujer desnuda?”

“Yo, eh… un poco lo dudo”.

“Exactamente.”

“¿Eh? ¿Cuál es tu punto?”

“En resumen, las criaturas que son muy diferentes experimentan la felicidad de diferentes maneras y en diferentes escalas”, explicó Yuuhi mientras dibujaba un saltamontes en el aire con su dedo. “Esto se vuelve algo inconveniente en una competencia por los niveles de felicidad”.

“¿Inconveniente? ¿Cómo es eso?”

“Cuanto más inteligente es una criatura, más compleja es su propia escala de felicidad personal. En comparación con un humano, sería muy sencillo crear el mundo más feliz posible para un saltamontes. Entonces, para ganar la apuesta de las diosas, sería muy fácil hacer trampa. Poniendo un freno a la fuerza a la evolución de la vida inteligente o retrasando el desarrollo de la civilización, por ejemplo”.

“Ah, ya veo.”

Si bien no pude dar testimonio de la felicidad de los saltamontes frente a los humanos, estaba bastante claro incluso para mí que tratar de comparar los dos era realmente inconveniente. Y dado que este concurso se trataba de comparar los niveles de felicidad, sería un problema dejar eso sin abordar.

Además, si eso creaba una escapatoria en la que cualquiera de las diosas pudiera ganar deteniendo el crecimiento de su mundo, derrotaría todo el objetivo de un juego centrado en la construcción de mundos.

“Es por eso que Sith y Maine lo discutieron y decidieron limitar el alcance de su apuesta a la felicidad de los humanoides”.

“¿Humanoides?”

“Seres vivos que se parecen a los humanos, básicamente. Eso significa que incluye humanos como nosotros, así como sirenas como Rain, demonios como Corona, etc.”

“Hmm ya veo.”

“Y entonces Sith y Maine comenzaron su juego con eso en mente… pero surgió otro problema”.

“¿Qué?”

“Tal vez sea porque son hermanas, pero Sith y Maine copiarían las partes buenas del mundo del otro”.

“… ¿Qué?”

Atónita, ladeé la cabeza hacia un lado en absoluta perplejidad, pero en realidad fue bastante simple. Las hermanas estaban jugando a imitar. Por ejemplo, cuando el mundo de Sith comenzó a desarrollarse después de que su gente descubrió el fuego, Maine robó la idea y animó a su gente a hacer lo mismo para promover un desarrollo similar. Y cuando el mundo de Maine golpeó la Revolución Industrial, Sith la copió. Reflejo, repitió.

“Bien, ¿así es como crearon mundos que se reflejaban entre sí?” Yo pregunté.

“Bastante, sí,” confirmó Yuuhi con un asentimiento. Si ese es el caso, ¿qué pasa afuera?

Cuando llegamos a este mundo por primera vez después de salir de la grieta, caímos en una especie de desierto estéril. Yo no había viajado exactamente por todo Japón, pero…

¿Realmente tenemos tierras baldías como esa en casa?

Tenía mis dudas, pero decidí aferrarme a esa pregunta para más adelante y continuar con la conversación actual.

“Si las diosas se siguen copiándose entre sí, el juego nunca terminará, ¿verdad?”

Estaban luchando para ver quién podía hacer el mundo más feliz, pero si se aseguraban de que sus mundos se parecieran mucho entre sí, entonces no habría mucha diferencia general entre ellos, incluida la felicidad.

Dicho esto, tal vez sea mejor si el juego nunca termina…

“Solo podemos asumir que eventualmente llegaron a reconocer ese flagrante defecto,” R suspiró exasperada.

Incluso ella parecía harta de lo mal planeada que estaba esta pequeña apuesta.

“Con ese fin, las diosas crearon el sistema Namidare,” explicó Yuuhi, finalmente volviendo a su punto.

Los Namidares éramos los comodines del juego, y ella parecía saber por qué.

“La imitación que mencioné antes… Eso en realidad tiene consecuencias”.

“¿Cómo qué?”

“Alterar a la fuerza un mundo provoca distorsiones, dispersando el destino de manera incierta”.

“En términos sencillos, por favor. Otro ejemplo sería bueno”.

“Está bien… Digamos que el mundo es un lago perfectamente sereno. Si le arrojas una piedra, vas a causar ondas. Esas ondas chocan contra las cosas y rebotan, algunas más grandes y otras más pequeñas, afectando la superficie del agua de diferentes maneras”.

“Uh…”

Entendí las ondas y todo eso, pero no vi totalmente la conexión. Lo que significa que era hora de que recurriera a mi fiel compañera.

“R, ¿entiendes de qué está hablando?”

“En resumen, cuando se ven forzados a suceder eventos de gran influencia como el descubrimiento del fuego o la Revolución Industrial, tienen otros efectos no deseados. Y según la forma en que Yuuhi está hablando de ellos, no son buenos”.

“Está bien, Yuuhi… ¿Entonces estás diciendo que si las diosas interfieren demasiado, suceden cosas malas? ¿Es eso lo corto? ”

Cuando repetí la explicación de R, ella parecía exasperada.

“Me alegra que la guardiana con la que te enviaron tenga una buena cabeza sobre los hombros”, comentó Yuuhi.

“No puedo evitar ser estúpido”.

“Para decirlo de la manera más directa posible, la extralimitación de las diosas puede condenar sus propios mundos”.

Wow… Está bien, eso es lo que ella quiso decir. Esto fue realmente malo.

“La interferencia directa causa calamidades que se propagan por todo el mundo. El descubrimiento del fuego en la Tierra, por ejemplo, podría tener consecuencias en un rincón totalmente diferente de la galaxia”.

“¿Quieres decir que otro planeta podría pagar por lo que sucede en la Tierra?”

“Eso es exactamente lo que quiero decir. La distorsión y la dispersión del destino también pueden tener consecuencias en otros lugares de la línea de tiempo. Puede que sea el pasado o el futuro el que lo pague”, explicó Yuuhi.

“¿Q-Qué…? ¿Por qué…?”

“Solo para que lo sepas, Rekka, esto es universalmente cierto. Puede haber sido una intromisión en otro planeta, por ejemplo, que borró a los dinosaurios de la faz del planeta Tierra”.

“Ella tiene razón, ¿sabes? Eso no es lo que debería obsesionarte en este momento”.

“Lo sé…”

Con Yuuhi y R amonestándome, me vi obligado a aceptar a regañadientes. Yuuhi luego continuó explicándome las cosas.

“Debido a que Sith y Maine se copiaron repetidamente, causaron innumerables problemas en sus mundos. Resolver dichos problemas con más interferencia solo engendra una multitud de otros problemas, creando un círculo vicioso”.

“¿Entonces, qué hicieron?”

“Ahí es donde entra el sistema Namidare”, dijo Yuuhi, dejándose caer hacia atrás en su cama y mirando hacia el techo. “Es algo así como cómo la doctora Laputa te hizo cambiar el pasado tú mismo. Si una deidad interfiere desde el exterior, causa problemas. Así que la respuesta es simplemente cambiar las cosas desde adentro”.

“¿Qué?”

“La habilidad divina de alterar el mundo y cambiar el destino… Esa es la verdadera naturaleza del poder de Namidare”.

“¡¿Qué?!” Las palabras de Yuuhi me dejaron tambaleante. “¡¿Estás diciendo que tenemos el poder de los dioses?!”

“Una pequeña fracción, pero esencialmente, sí,” dijo Yuuhi, sentándose una vez más.

Cuando lo hizo, me di cuenta de algo. Ella se había estado negando a hacer contacto visual conmigo por un tiempo. Pero lo más importante… parecía enojada. Sus ojos se llenaron de rabia que parecía estar dirigida a mí.

“Aunque lo llamé el poder de Namidare, en realidad no se limita a nosotros los Namidare. Hay otras personas bendecidas con poderes divinos similares”.

“¿E-En serio?”

Pensando en ello, conocía a personas como Hibiki en mi mundo. Eso tenía que ser lo que quería decir.

“Se podría decir que somos una forma de limpiar el desorden de las diosas. Nos atraen las calamidades que ocurren por distorsiones en el destino, historias en camino a malos finales, y actuamos como personajes especiales para ayudar a solucionarlos”.

“Wow…”

Esta vez, fui yo quien se dejó caer en la cama. Para finalmente conocer la verdad sobre mi linaje… El impacto de todo esto me mareó un poco.

“Rekka, este no es el momento de desmoronarse”, regañó R. “¿Qué quieres de mí?”

“Ella todavía no ha respondido a tu pregunta inicial, ya sabes. Sobre lo que inclinó la balanza de la felicidad entre los mundos. Acerca de por qué este está condenado ahora”.

“Ah, eso es correcto”.

Todo lo que Yuuhi había dicho hasta ahora me había desanimado lo suficiente que me había desviado por completo. Sin embargo, recordando mi pregunta original, me senté derecho y miré directamente a Yuuhi.

“Entonces, ¿cómo terminó tu mundo así? ¿Tiene algo que ver con el poder de Namidare?”

“Seguro que ya lo has descubierto, pero este juego vive y muere gracias al poder de Namidare”.

“Umm…”

“Quiere decir que tienes el poder de deshacer el daño que causan las diosas y, por lo tanto, convertir los negativos en positivos. Y en un juego donde la victoria está determinada por la felicidad, se podría decir que es una gran ventaja. ¿Entiendes?”

“Ya veo…”

Esta vez, R me explicó las cosas antes de que tuviera que preguntar. Yuuhi parecía esperar tanto, así que siguió adelante sin siquiera detenerse.

“Desafortunadamente, sin embargo, eso nos lleva a un problema diferente”.

“¿Qué? ¿Otro?”

“Si. Al final resultó que, los Namidares estábamos haciendo demasiado”.

“¿Demasiado?”

Podría entender que no hacer lo suficiente podría ser un problema, pero

¿cómo podríamos hacer demasiado?

“Los Namidares tanto del mundo Sith como del de Maine eran demasiado buenos para deshacer las calamidades del destino provocadas por la intromisión de las diosas, poniendo los dos mundos de nuevo en un punto muerto, aunque más feliz”.

“Oh eso tiene sentido.”

Entonces fue un problema para las diosas. No es mi mayor preocupación en este momento.

“¿Entonces? Si el juego terminó en un punto muerto, ¿qué causó la disminución de la felicidad en este mundo?”

“Al final, verás, las diosas hermanas se impacientaron con su pequeño juego e hicieron una apuesta”.

“¿Una apuesta?”

“Así es.”

“¿Otra? ¿Para qué fue esta vez?”

“Eso debería ser obvio,” dijo Yuuhi un poco secamente. “Ellas apostaron por la razón del estancamiento del juego: el poder de Namidare”.

“¡¿Qué?!”

¿Cuántas sorpresas hubo en esta historia? Estaba acostumbrado a los giros y vueltas, pero esto lo estaba llevando a un nuevo nivel.

“No puedo creerlo… Supongo que eso es lo mucho que querían terminar el juego, ¿eh?”

“Es una tortura para aquellos de nosotros que somos meros engranajes en el gran esquema de las cosas…” se lamentó Yuuhi con un suspiro.

“Está bien”, dije. “Si esto va donde creo que está, entonces esa apuesta…”

“Sith perdido”.

“Tenía miedo de eso.”

“Por supuesto, Maine no se lo llevó todo, pero el mundo Sith tuvo que entregar nueve décimas partes de su poder Namidare”.

Como resultado, el mundo Sith perdió la capacidad de resolver la mayoría de las calamidades causadas inadvertidamente por la intervención divina: pasada, presente y futura. Pero si Sith dejó de intervenir en su mundo después de perder su poder de Namidare, ¿quién estaba allí para calmar las ondas?

Los efectos de las intervenciones pasadas todavía se estaban sintiendo, y solo se sumarían a más calamidades. El resultado final de eso fue el agujero negro en el cielo exterior, el agujero negro que señaló el final del juego. Cuando creciera lo suficiente, se tragaría este mundo.

“Viste todo el páramo en el camino a la ciudad, ¿verdad?” Yuuhi me preguntó de repente en un murmullo.

“Si, lo hice.”

De hecho, me lo había preguntado antes. Realmente no pensé que hubiera algo así en Japón.

“Ese es un efecto secundario de la decadencia del nivel de felicidad en este mundo”.

“¡¿Qué?!”

Había perdido la cuenta de la cantidad de sorpresas que hizo…

“He estado diciendo ‘niveles de felicidad’ y demás para que sea más fácil de entender, pero en realidad, estamos hablando de una energía que mueve al mundo por el camino correcto. En una dirección positiva, se podría decir. Perder esa energía significa perder impulso, y el mundo se estanca o da un giro negativo”.

“¿Así es como acabaste viviendo en un páramo?”

“Así es. La falta de energía positiva ha tenido efectos en todo el mundo. Realmente, las cosas aquí en Japón no están tan mal. Hay algunos países que ahora son completamente inhabitables”.

“…”

Según lo que estaba escuchando, la situación era mucho más terrible de lo que había imaginado. ¿Países donde nadie podría vivir? ¿Qué parte del planeta era ahora roca y arena yermas?

Y solo estábamos hablando de la Tierra espejo aquí. ¿Cuál fue el daño en la escala del sistema solar, o incluso del universo? Tuve que preguntarme hasta dónde llegó la destrucción. Pero cuando mis pensamientos se oscurecieron, R tiró de mi manga.

“Tengo varias preguntas que me gustaría hacer. ¿Me los transmitirás, Rekka?”

“Oh, claro”, estuve de acuerdo. “Yuuhi, R dice que tiene algunas preguntas para ti. ¿Está bien?”

“¿Qué son?” Preguntó Yuuhi, aparentemente receptivo.

“Antes, dijiste que este mundo perdió la mayor parte de su poder Namidare, pero aún posees el tuyo, ¿no es así?” Pregunté, repitiendo la pregunta de R para ella.

“Lo que poseo son básicamente las sobras del poder que queda en este mundo. Es apenas suficiente para mí llamarme Namidare”.

“Ya veo. A continuación, ¿qué hizo Maine con el poder de Namidare que adquirió de los Sith?”

Una vez más, repetí la pregunta de R para Yuuhi. “Puedes adivinarlo, ¿no?” ella respondió.

No Estaba totalmente a oscuras. R, sin embargo…

“Así que eso es lo que es”, dijo asintiendo con complicidad. Entonces ambas chicas me miraron.

“O-Oye, no sé qué está pasando…”

“Nadie te está buscando una respuesta”, se burló R. “¿Entonces qué es eso?”

“Esto significa”, dijo R casualmente, “que posees el poder Namidare del mundo Sith”.

“¿Disculpa?”

“Maine tomó el poder de Namidare del mundo Sith y lo metió en el suyo. Eso significa, presumiblemente, que todo terminó con el actual Namidare. En otras palabras… tú”.

“…”

Esta vez, ni siquiera tuve palabras. Me quedé completamente sin palabras. Pero cuando lo pensé… recordé a mi padre diciendo algo sobre cómo me había visto envuelto en historias a un ritmo anormalmente alto. La doctora también había mencionado que yo era “un caso notable” o algo así.

“¿Así que me he visto envuelto en historias tan rápidamente por eso? ¿Por el poder adicional de Namidare que tengo?” Murmuré.

“Así es”, dijo Yuuhi con un asentimiento y una expresión algo dolorida. No es de extrañar que Yuuhi estuviera molesta al hablar de esto.

El poder de Namidare había sido robado de este mundo, enviándolo en espiral hacia su perdición… Si tuviera ese poder robado, podría entender por qué Yuuhi estaba enojado.

“Ya veo. Entiendo ahora. Pero hay otra posibilidad”, dijo R. “¿Y qué es eso?” Yo pregunté.

“Touko Iwazu,” respondió rotundamente. “El poder de las palabras que posee es extremadamente similar al poder de alteración del destino que mencionó Yuuhi. Realmente, es mucho más directo que la versión de Namidare. Es posible que sea la heredera del exceso de poder de Namidare del mundo Sith”.

“Sí, supongo que podría serlo”.

El poder de Touko fue increíble. Ella podría cambiar el mundo con meras palabras. Seguramente ella también tenía el poder de corregir la calamidad, pero miré a Yuuhi en busca de confirmación.

“No, el poder de Touko Iwazu es simplemente una falla”.

“¿Una falla?”

“Se podría decir que fue un resultado involuntario de jugar en el juego de la caja de arena… algo así como el homúnculo del alquimista”.

Aparentemente, el homúnculo perfecto superó a su creador en inteligencia. Fue creado por el hombre, pero lo superó. Touko fue igualmente dominado.

“Ahora, no iría tan lejos como para decir que supera a las diosas, pero su poder está extremadamente cerca de alcanzar niveles divinos. Por eso esperaba… ”

“¿Esperabas qué?”

“Esperaba que tal vez pudiera usar su poder para recuperar el poder de Namidare de mi mundo”.

“¿Es por eso que ella es la única de las heroínas cotidianas que secuestraste?”

“La secuestré para copiar su poder con la Piedra Doppel. El ataque a tu ciudad natal fue solo una fachada, en realidad”, suspiró Yuuhi. “Pero su desaparición es lo que alertó a tu tutor sobre mi interferencia”.

“…”

Eso me hizo pensar. “Dime, Yuuhi…”

“¿Qué?”

“Viniste al pasado para secuestrar a las heroínas, ¿verdad?”

“Por supuesto. No podía dejar ese trabajo a nadie más”.

“Entonces, ¿hay alguna posibilidad de que tuvieras la intención de recuperar a L y llevarla de regreso al futuro contigo también?”

“!”

R miró entre Yuuhi y yo con un grito ahogado.

“Tuve una conversación extraña con uno de los robots pilotos que no tuvo sentido para mí. L no sabía nada del ataque y la piloto estaba confundida de que me estuviera ayudando. Eso me ha estado molestando todo este tiempo”.

Cuando ella y yo tuvimos nuestro enfrentamiento por primera vez en el sótano  del  escondite  de  los  extremistas,  Yuuhi  dijo  algo  sobre  L traicionándola y convirtiéndose en una heroína. Pero si ese fuera el caso, entonces la reacción del piloto a L realmente no tenía sentido. Sin embargo, podría conectar los puntos si Yuuhi hubiera tenido la intención de recoger a L como parte de su plan.

“¿Bien?”

“Sí… tienes razón”, admitió Yuuhi a regañadientes, apartando la mirada torpemente. “Yo era el único consciente de que L se había convertido en una heroína. Y como sabía eso, sabía que existía la posibilidad de que nos vendiera si se le informaba del ataque con anticipación. Por eso iba a atraparla y traerla de regreso al futuro por la fuerza, pero…”

“¿Pero?”

“Tu guardián estaba sobre mí en el momento en que Touko desapareció, así que no pude tocar a ninguna de las otras heroínas cotidianas. L de alguna manera terminó en esa categoría y, por lo tanto, eludió mi comprensión”.