Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 16

Capitulo 7: Al Mundo Paralelo

Parte 1

“¿Vas a salvar el mundo?” Preguntó Yuuhi, entrecerrando los ojos. “¿A cuál te refieres?”

“Ambos”, respondí.

Todavía estábamos encerrados en un punto muerto mientras la miraba directamente a los ojos. Ella me devolvió la mirada, y podría agregar bastante bruscamente.

“Eso es…”

“¿Imposible? Quizás para ti, Yuuhi”. Cuando dije eso en un tono fuerte, Yuuhi se quedó en silencio sin palabras. “Si no puedes pensar en otra cosa que no sea la Guerra de Todos para ayudar a los Sith, se me ocurrirá algo en tu lugar. Así que dame tu fuerza, Yuuhi Namidare.”

“¿Qué puedes hacer?” Yuuhi me preguntó con dureza. “En esta línea de tiempo futura, de hecho posees unas tremendas habilidades sobrenaturales. Pero como eres del pasado, has pasado una historia tras otra y no tienes nada que mostrar. Eres impotente”.

“¿Y qué? ¿Crees que el poder resolverá todos tus problemas?”

“…”

“Puede que yo mismo no tenga poderes especiales, pero conozco la forma de superar cualquier dificultad, uniendo los poderes de todos”.

Muchas de las heroínas con las que me había encontrado tenían habilidades especiales, pero eso no había sido suficiente para guardar sus historias por sí mismas.

“Dices que eres yo de otro mundo, pero para mí, no eres diferente a cualquier otra heroína. Incapaz de resolver su historia con su propio poder, está al borde de la tragedia. Así que te voy a salvar”.

“Yo… no…” murmuró Yuuhi, mordiéndose el labio y mirando hacia abajo, finalmente poniendo fin a nuestra mirada. “Soy un Namidare. He hecho mi parte justa de salvar el día. Así que no puedo ceder aquí. Si me rindo ahora, la historia de mi mundo se acabará”.

“Lo sé. Conozco esa presión, esa responsabilidad… ¡Pero no es una carga que tengas que enfrentar sola!” Yo grité. “¡¿Pedir ayuda es realmente lo mismo que rendirse?! No lo es, ¿verdad? Es posible que hayas salvado a muchas personas antes, pero ¿y qué?”

“Qué… ¡Rekka, espera!”

Satsuki saltó y trató de detenerme, pero ignoré su mejor juicio y me acerqué a Yuuhi.

“!”

La propia Yuuhi pareció bastante sorprendida por mi arrebato. Si ella era un enemigo, un acercamiento imprudente era un movimiento peligroso de mi parte.

Pero solo había un pensamiento en mi cabeza en este momento: tenía que salvarla sin importar nada. El jefe final que tenía ante mí era más fuerte que yo, más estúpido que yo y mucho, mucho más terco de lo que nunca había sido.

“¡El hecho de que normalmente seas el héroe no significa que no necesites ser salvo a veces también!”

Me acerqué dos pasos para que el rostro de Yuuhi estuviera justo frente al mío.

“…”

Esta chica que había llegado a nuestro mundo a través del espejo… admito que mirarla era casi como mirarse en un espejo. Los mismos ojos me devolvieron la mirada.

“Solo di que necesitas ayuda, Yuuhi.”

Quizás para Yuuhi, este mundo era territorio enemigo y yo era solo otro enemigo. Quizás desconfiaba de confiar en mí porque temía por el destino del mundo que llevaba sobre sus hombros.

“Tú y yo somos Namidares. Si ambos tenemos el poder de cambiar el destino, si ambos nos ayudamos… Deberíamos poder salvar a todos, ¿verdad?”

Pero esto fue todo lo que pude hacer. Como dijo Yuuhi, estaba débil. Totalmente impotente. No podría hacer nada sin la fuerza que me prestaron mis amigos y aliados.

Y el primer paso fue lograr que confiaran en mí. Sabía que era muy poco probable que pudiera convencer a Yuuhi con palabras en este momento, así que tenía que ser perfectamente claro. Declaré que había una manera de ser salvo. Que ya no tenía que luchar sola. Qué haría algo al respecto.

“…”

Yuuhi apretó los labios con firmeza. Sus manos se cerraron lentamente en puños. Si ella quisiera golpearme, probablemente podría sacarme de un solo golpe. ¿Pero qué pasó después de eso? ¿Qué haría a continuación? Se enfrentaría a todas las heroínas presentes, por lo que tendría que huir de la escena o derrotarlas a todas.

¿Y después de eso? Incluso si se escapaba, los extremistas perderían sin ella. ¿Se escondería en otro lugar y una vez más trataría de controlar la Guerra de Todos desde las sombras, continuando sembrando las semillas de la infelicidad en este mundo y hundiéndonos aún más en la miseria? ¿Todo para llevar su propio mundo a la victoria en el juego de las diosas? ¿Fue realmente un final feliz? No era para nosotros, y tampoco pensé que sería para Yuuhi.

¿Es eso realmente lo que quieres, Yuuhi Namidare?

Si ella era yo de otro mundo, entonces probablemente se estaría preguntando lo mismo ahora. Una y otra vez. Solo me preguntaba si esto estaba bien. Y la respuesta a eso fue obvia.

“¡Incluso tú sabes que esto está mal, ¿no es así?!” Grité, agarrando a Yuuhi por el cuello. “Si te queda algo de orgullo como Namidare, ¡apuntemos juntos al final más feliz posible! ¡Y me refiero a un final feliz real, no a uno agridulce en el que uno de nosotros todavía tiene que perder! ¡Creemos un final donde todos puedan ser felices! Si no tiene la determinación para hacer eso, entonces…”

“¿Y qué?”

“¡Déjame deletreártelo!” Declaro. “No me dejarías otra opción. Tendría que atarte e ir a salvar a todos yo mismo. Y no dejaría que te llevaras el crédito”.

“…”

Al escuchar mi respuesta, Yuuhi pareció aturdido por un momento. “¿Se suponía que eso era una amenaza o algo así?”

“Oh, es una amenaza, está bien”.

“?”

“Si  salvo  el  día  mientras  estás  sentado  aquí,  ¿podrías  alguna  vez perdonarte a ti misma?”

“…!”

Allí, la expresión de Yuuhi cambió.

El daño que Yuuhi había infligido a este mundo era profundo. Había empujado su corazón roto más allá de sus límites para hacer un gran mal en nombre de salvar su propio mundo.

Pero, ¿y si todo eso hubiera sido en vano? ¿Si hubiera habido otra solución todo el tiempo? ¿Si Yuuhi se sentara y dejara que alguien más limpiara su desorden? Lo único que le quedaría sería el peso de sus crímenes.

“Ridículo. Desde que me resolví a hacer esto, yo… ”

“Estabas planeando morir de cualquier manera, ¿verdad? Realmente eres una tonta”.

Yuuhi realmente era una chica normal en el fondo. Después de todo, ella no era la jefa final. A este paso, incluso si lograba salvar su mundo, la culpa de destruir el nuestro probablemente también la destruiría a ella.

“Si tienes las agallas para arriesgar tu vida, entonces dale un buen uso a esas agallas, Yuuhi”.

“Rekka, ¿no estás siendo más duro con ella de lo que sueles ser con las damas?” R intervino.

“Lo dije antes, R. Aunque puedo simpatizar con ella, también estoy bastante enojado con ella”.

Creí que Yuuhi no había tenido otra opción. Eso era cierto… ¿Pero siempre lo había sido? ¿O Yuuhi había decidido por su cuenta que esto era imposible solo porque no podía hacerlo sola? Si hubiera buscado la ayuda de otra persona desde el principio… Si hubiera superado sus miedos y extendido su mano… Quizás todo esto podría haberse evitado.

“Después de enviar a L detrás de mí, y después de todo lo que has hecho como cerebro de los extremistas, deberías tener una idea bastante clara de lo que soy capaz de hacer, ¿verdad?”

“Si…”

“Entonces tienes suficiente información para tomar una decisión. Ahora apúrate y decide si te dejo aquí o no”.

Ya había dicho todo lo que pude con palabras. Si no fue suficiente para convencer a Yuuhi, fue mi pérdida. Por supuesto, incluso sin la cooperación de Yuuhi, todavía no tenía intención de rendirme.

Todavía salvaría tanto su mundo como el mío. Yo sólo… probablemente no sería capaz de salvar a Yuuhi también. Sabía que nunca sería capaz de perdonarse a sí misma y que no habría nada que pudiera hacer al respecto.

Significaría que no cumplí mi promesa a las chicas de que salvaría a todos… Y llevaría eso conmigo el resto de mi vida. Pero que así sea. Realmente no quedaba nada que decirle a Yuuhi. Todo lo que quedaba era que ella tomara una decisión.

Solté su cuello, aunque sus puños permanecieron apretados.

Estábamos a punto de dar forma al futuro con nuestras propias manos, nuestra propia fuerza, las primeras y últimas armas que poseíamos. Era simplemente una cuestión de si Yuuhi iba a usar su fuerza para luchar o para correr.

Si ella corría, la perseguiría. Si ella peleaba, yo pelearía con ella. Pero la llamada era de Yuuhi. Solo ella podía elegir. ¿Elegiría su mundo por encima de la felicidad de todos? En este momento, el final de esta historia estaba en sus puños firmemente cerrados.

“Yo…”

Sus puños temblaron, luego temblaron. Los apretó más y más fuerte como si estuviera tratando de contener sus emociones. Ella apretó, apretó y apretó hasta la última gota de su fuerza. Sus puños tensos levantaron una queja por el dolor… y finalmente se desenroscaron.

“¿De verdad puedes… salvar a todos?” Yuuhi preguntó en voz baja. Fue R quien respondió…

“No se preocupe. A pesar de su apariencia, este Rekka aquí es un héroe increíble con una tasa de éxito del 100 por ciento. Ha guardado todas las historias en las que ha estado involucrado, y eso incluirá la tuya”…. con un anuncio de que Yuuhi se había convertido en mi nueva heroína.

***

Iba a salvar el mundo de Yuuhi y el nuestro. Mi declaración audaz dejó a las futuras heroínas luciendo un poco en conflicto, mientras que mis heroínas simplemente parecían exasperadas por mi comportamiento típico.

“Honestamente, Rekka, eres tan… bueno, Rekka”. Eso incluyó a Satsuki, quien sostuvo su cabeza entre sus manos mientras se lamentaba de mi naturaleza. “¿Hablas en serio acerca de hacer esto?”

“Si.”

“Un mundo paralelo… Eso está completamente fuera del ámbito de incluso mi magia, ¿sabes?”

La Magia de Omnisciencia de Satsuki era una poderosa magia reliquia que le permitía echar un vistazo a los anales de la historia desde tiempos inmemoriales, pero solo podía acceder al registro Akáshico de nuestro mundo. No se registró nada en él sobre el mundo Sith, el mundo espejo del que provenía Yuuhi.

“Ni siquiera podemos confirmar su historia, Rekka…”

“Entiendo tu preocupación, Satsuki, pero le creo a Yuuhi.”

Le había pedido a Yuuhi que confiara en mí, lo que significaba que tenía que confiar en ella también para que esto funcionara.

“Entonces, para resumir el juego entre diosas…” dije, volviéndome hacia Yuuhi, que todavía estaba a cierta distancia de las otras chicas. “¿Una vez que uno de los mundos logra el liderazgo requerido en la felicidad, el otro será destruido?”

“Así es”, confirmó asintiendo.

“¿No hay forma de que el juego termine en empate?”

“Ninguno en absoluto,” respondió Yuuhi sin rodeos. “Sith y Maine acordaron las reglas del encuentro antes de que comenzara. No hubo nada sobre un empate en los términos establecidos”.

“Y así el juego ha continuado durante miles de años… Qué pacientes de su parte”.

“Son deidades, después de todo. Su sentido del tiempo es muy diferente al de los mortales”.

“Supongo que tiene sentido.” Allí, me crucé de brazos y miré hacia el techo. “Supongo que entonces… nuestra única opción es pedirles que suspendan el juego”.

Si no podíamos forzar un empate, entonces teníamos que encontrar una manera de cancelar el juego.

“Pero suspender el juego requeriría un acuerdo mutuo entre Sith y Maine”, dijo Yuuhi.

“¿Y?” Yo pregunté.

“Si bien los Sith estarían de acuerdo con algo así al borde de la derrota, Maine no tiene ninguna razón para estar de acuerdo cuando está a punto de ganar”.

“Pero no estaría de más intentar al menos preguntar, ¿verdad?”