Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 6

Capitulo 3: Noche De Ruina

Parte 3

“Bueno, entonces, ¿nos vamos, Asuta?” Dan Rutim gritó mientras se acariciaba la barba marrón oscuro.

“¿Ponerse en marcha…? ¿A dónde?”

“A Donda Ruu, por supuesto. Y luego, después de eso, asumiría ante el líder de nuestra gente”, respondió con una gran sonrisa. “Mira cuántos tabúes se han ido y roto en una sola noche. No importa cuánto inclina la cabeza nuestro querido líder, no podrá borrar los crímenes de estos tontos. Este puede incluso ser el último día para el clan Suun”.

“Así parece…”

El clan Suun había corrido un gran riesgo, luchando con la espalda contra la pared, y habían perdido.

Sin embargo… ¿por qué se habían ido con una apuesta tan tonta, y en este día de todos los que podrían haber elegido? ¿Por qué habían sido tan imprudentes al tratar de capturarnos a mí y a Ai Fa? Se había necesitado un poco de costura abierta para picotear todo, así que ¿por qué ir con un plan tan imprudente?

Y en primer lugar, ¿de quién fue la idea para empezar?

¿Lo había ordenado Zuuro Suun? ¿O fueron solo Diga y Doddo Suun corriendo por su cuenta?

Había demasiado que no sabía.

Pero en cualquier caso, las cosas tenían que resolverse absolutamente.

“… Vamos”, dije, y me puse de pie. Sin embargo, Ai Fa no me dejaba ir. “Hey, Ai Fa, nos vamos. ¿Puedes caminar por tu cuenta?”

“¿Hmm? No, no te alejes de mi lado… “, respondió ella, sus suaves brazos abrazándome aún más fuerte.

Los ojos de Ludo Ruu y Dan Rutim se abrieron de par en par.

“No, um, lo has entendido todo mal. Creo que está un poco borracha porque la obligaron a beber vino de frutas después de inhalar también el humo de esa extraña hierba”, traté de explicar a toda prisa, pero sus expresiones no cambiaron en lo más mínimo.

Entonces, Dan Rutim se volvió hacia Ludo Ruu. “Ludo Ruu, tengo una propuesta…”

“¿Hmm? ¿Qué es, de repente?”

“El clan Fa no cae bajo el Ruu, pero son amigos de los Rutim. Cuando Asuta y Ai Fa se casen, ¿podemos tomar prestada la plaza de Ruu para el banquete y todos vienen a celebrar?”

“Sí, no veo por qué no. Solo haz que los que quieran celebrar tengan que venir”.

“¡No, en serio, lo has entendido todo mal!” Grité, a pesar de tener la sensación de que no era convincente en lo más mínimo.

Mientras lloraba, pensé: ¿Pero realmente seremos capaces de cerrar todo esto? me vino a la mente vagamente.

Todo se sintió demasiado repentino.

¿Toda nuestra planificación y lluvia de ideas de antes se convertiría en nada, ya que los Suun cortaron el camino hacia la comprensión mutua y se destruyeron a sí mismos?

Una serie de siniestras declaraciones se arremolinaban en mi cabeza.

“¿O si no puedes soportar la idea, caer en la ruina junto a nosotros…?” Yamiru Suun había dicho.

“Entonces ve y mátame…” Tei Suun había declarado.

¿Podría ser que… una parte de los miembros del clan Suun deseaban su destrucción con más fuerza que nadie?

“¡Hey, despierten, mis camaradas!” Dan Rutim proclamó en voz alta mientras salpicaba el contenido de una jarra de agua alrededor de la sala ritual.

Varios de los hombres se acercaron y se pusieron de pie, gritando.

“¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¿Te has vuelto loco?” un hombre particularmente furioso gritó cuando se levantó. Sin embargo, luego se tambaleó y cayó de rodillas. “¿Hmm? ¿Qué está pasando…? Mis extremidades no tienen fuerza en ellas…”

“¿Cierto? Por eso derramé el agua sobre todos ustedes”, intervino Dan Rutim con una carcajada.

Todo el tiempo, el asombro y los gritos de ira seguían sonando en todo el salón ritual. Donda Ruu y las mujeres estaban de pie en las cuatro entradas del salón, llevando a cabo el mismo acto cruel que Dan Rutim.

Había pasado algún tiempo desde que Ai Fa y yo fuimos secuestrados, por lo que el humo de las hojas de melemele seguramente se había disipado un poco. Los hombres volvieron a sus sentidos y salieron del pasillo mucho más rápido de lo que esperaba.

“¡Si estás despierto, salgan de la sala ritual! ¡Hay humo de una hierba venenosa extranjera colgando por allí! ¡Y aquellos de ustedes que tienen la fuerza, echen una mano a cualquiera que aún esté dormido!”

Ai Fa y yo vimos cómo Dan Rutim se alejaba, luciendo como si realmente se estuviera divirtiendo.

Ai Fa parecía estar alrededor del 80% de vuelta a la normalidad, pero todavía estaba temblorosa, así que le estaba prestando mi hombro.

“¡Cabeza del clan de los Rutim! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!” preguntó el jefe del clan Zaza cuando salió de la sala ritual y agarró a Dan Rutim.

“¡No me preguntes! ¡Pregúntale a tu querido clan Suun! Dan Rutim respondió con una sonrisa intrépida, señalando a nuestros pies. Diga Suun estaba sentado allí enfurruñado, con las manos atadas a la espalda con una correa de cuero. “¡Estos bastardos usaron una extraña hierba extranjera para hacernos dormir, conspirando para hacer daño a los miembros del clan Fa! ¡Todos los que caen bajo el Suun deberían compartir su vergüenza!”

“¡¿Qué?! ¡¿Es cierto, el hijo mayor del Suun…?!” preguntó la cabeza del clan Zaza, sus ojos como los de una bestia salvaje mientras miraba a Diga Suun.

Los hombros de Diga Suun temblaron un poco, y él silenciosamente miró hacia otro lado.

“¡Vamos a obligar a Zuuro Suun a explicar si todo el clan Suun estaba detrás de sus viles actos! ¡Todos los jefes de tu clan deberían acompañarnos y escuchar lo que dice!”

Los hombros de la cabeza del clan Zaza temblaban.

Fue entonces cuando apareció Rau Lea, con su cabello castaño dorado mojado.

“¡Dan Rutim! ¿De qué demonios se trata toda esta conmoción? ¿Qué hizo el clan Suun?”

“¡Ah, jefe del clan Lea, el clan Suun finalmente lo hizo y mostró su verdadera naturaleza! Dependiendo de cómo vayan las cosas, podemos terminar balanceando nuestras espadas, ¡así que será mejor que te pongas bien y despierto!” Dan Rutim dijo, luego ofreció una espada larga por sus pies a Rau Lea. Había venido de Diga Suun, ya que todas las espadas de los hombres todavía estaban confiadas al clan Suun.

“¡Esto es una locura! ¡¿En serio pretendes tomar las armas contra nuestro líder del clan?!” la cabeza del clan Zaza de repente gritó, su voz llena de ira.

Dan Rutim se volvió para mirarlo, sin preocuparse en lo más mínimo.

“Incluso si pertenecen al clan principal, si violan nuestras leyes deben ser castigados. De lo contrario, el orden del borde del bosque colapsaría… Ya deberías abrir los ojos también, jefe del clan de los Zaza”.

“Pero… ¡¿Pero por qué el clan Suun debería hacer daño al Fa?! ¡No hay razón para que hagan tal cosa!”

“Como dije, vamos a preguntar sobre eso. Así que guarda tu ira para después de escuchar lo que nuestro querido líder tiene que decir, ¿de acuerdo?”

Mientras todo eso sucedía, parecía que casi todos los que dormían en la sala ritual habían sido evacuados. Alrededor de la mitad de ellos estaban en una neblina adormecida, pero la otra mitad había escuchado las palabras de Dan Rutim y ahora tenía el resplandor ardiente de los cazadores en sus ojos.

“Parece que somos todos…” la voz de Donda Ruu gritó, acercándose a la oscuridad. Sus ojos también brillaban como una bestia salvaje.

“Oh, Donda Ruu. ¿Qué pasó con el segundo hijo y el resto de ellos?”

“Dejé a Ludo y varios de ellos a cargo de eso. Nos encontraremos frente a la casa principal”.

“Ya veo. Bueno, entonces, ¿nos vamos también?”

Los gruesos dedos de Dan Rutim agarraron la nuca del cuello de Diga Suun.

“¡Maldición! ¡Suéltame! ¿De verdad crees que te saldrás con la suya haciendo algo así al clan que dirige a nuestra gente? Y oye, Zaza y Jeen,

¿por qué están parados distraídos? ¡Haz ya algo sobre estos tontos insolentes!”

“No hagas tanto escándalo, hijo mayor de los Suun. ¿Quién de ustedes cree que es el más enojado de todos?” Dan Rutim declaró, medio riéndose y medio sonando simplemente asombrado. “Si ni siquiera puedes entender eso, terminarás siendo estrangulado por tus aliados antes que nadie, ya sabes”.

“¡Gah…!” Diga Suun se encogió y se acurrucó.

¿Finalmente se había dado cuenta de las miradas en los rostros de los jefes del clan Zaza y Jeen? Quiero decir, estaba bastante claro para mí que eran los más inquietos de todos los presentes.

Donda Ruu, Dan Rutim y su grupo estaban entusiasmados y emocionados de finalmente tener su enfrentamiento. Pero para los clanes bajo el Suun, tenían su respeto por el clan principal empañado y debieron sentir una horrible ira ardiente en sus entrañas.

“Muy bien… ¡Levántate, líderes de nuestros numerosos clanes! ¡Como el jefe del clan de los Ruu, yo, Donda Ruu, exigiré que el jefe del clan Suun explique la verdad detrás de este pisoteo de los lazos y la confianza de todos nosotros aquí en el borde del bosque! ¡Determinemos con nuestros ojos y oídos si el clan Suun está realmente calificado para liderar a nuestra gente!” Donda Ruu rugió, su voz sonó en la oscuridad.

Al escuchar eso, incluso los hombres que habían estado tendidos en el suelo se pusieron de pie.

Ahora, los ojos de los cazadores brillaban a su alrededor.

“¿Puedes caminar, Ai Fa…?” Le pregunté, solo para que ella diera un puchero realmente insatisfecho.

“Puedo arreglármelas… Pero tú y Dan Rutim están completamente de vuelta a la normalidad, entonces, ¿por qué soy la única que queda en este estado?”

Aparentemente podía caminar sola, pero aún se aferraba firmemente a mi hombro.

“Estoy seguro de que es porque te hicieron beber vino de frutas o lo que sea. Puede haber sido efectivo para despertarlo, pero normalmente la medicina para dormir y el alcohol son la peor combinación imaginable”.

“Ugh, qué feo…” Ai Fa murmuró enojada mientras frotaba su cabeza contra mí.

Fue entonces cuando se acercó la silueta alta de Darmu Ruu. Tampoco debe haberse recuperado completamente todavía, ya que estaba apoyado en el hombro del segundo hijo de los Rutim.

“¿Qué pasa? ¿Viniste a reírte de mí por lo patética que me veo? Sin embargo, no eres muy diferente a mí hoy…” Ai Fa debe haber estado de muy mal humor para ser el que repentinamente iría a pelear.

Darmu Ruu, mientras tanto, solo tenía un brillo peligroso en sus ojos. Y tal vez solo estaba imaginando cosas, pero la cicatriz en su mejilla derecha parecía más roja de lo habitual, como para mostrar su enojo o arrepentimiento o algo así.

“Parece que quienes bebieron una gran cantidad de vino de frutas se están recuperando más lentamente. No tenía una gota para beber, así que tal vez es por eso que me disparé tan pronto como el agua me golpeó”, intervino el segundo hijo de los Rutim. Su rostro me recordó mucho a Gazraan Rutim, pero él era simplemente un poco más gordo, como su padre. “Bueno, entonces, empecemos. No sé cómo terminarán las cosas, pero tengo que imaginar que esta noche tendrá un gran efecto en el destino del clan Suun”.

Y así, terminamos caminando a la casa principal de Suun como un gran grupo.

Donda Ruu estaba a la cabeza, seguido por Dan Rutim arrastrando a lo largo de Diga Suun, mientras que Rau Lea y los demás que cayeron debajo del Ruu se agruparon firmemente a izquierda y derecha. Un paso detrás de ellos estaban los jefes de clan de los Dom y Zaza. El resto del grupo que los rodea debe haber caído también bajo el Suun. Y los Sauti y otros clanes más pequeños, por supuesto, también nos acompañaron.

La ira y la desconfianza ardían en los ojos de todos.

¿Se había ido realmente el clan Suun y había pisoteado sus lazos en la tierra? ¿Por qué harían algo tan bárbaro? ¿O fue todo esto una farsa hecha por el Fa y el Ruu?

Seguramente, todos tenían diferentes pensamientos que giraban por dentro.

Pero al menos, cada uno de ellos estaba furioso.

No había forma de que tales cazadores pudieran aceptar la humillación de haber sido obligados a quedarse dormidos debido a alguna extraña hierba extraña. Y por encima de eso, estaba el hecho de que se habían ido y amenazado la vida de aquellos que no habían hecho nada malo.

“Hey. Llegas bastante tarde, papá”.

El grupo de Ludo Ruu había estado allí esperándonos frente a la casa principal.

Eso incluía a Ludo y Shin Ruu, así como a Doddo y Tei Suun, cuyas extremidades estaban atadas con correas de cuero. Y también, Yamiru Suun. Estaba vestida con el mismo atuendo que usaba al principio del día, pero su cabello ahora estaba empapado. Debió haberse lavado, pero incluso a esta distancia todavía podía oler un ligero aroma metálico que la rodeaba.

Yamiru Suun no estaba atada, pero estaba completamente rodeada por Mia Lea Ruu y las otras mujeres. Ni siquiera había el menor indicio de emoción en su rostro.

“¡Escuchen, jefes de clan!” Donda Ruu gritó. “¡Para esta reunión de jefes de clan, el jefe del clan Suun, Zuuro Suun, solicitó que la casa del Fa manejara la estufa! ¡Era lo suficientemente sospechoso como para sentir la necesidad de pedirle a mi hijo que vigilara el asentamiento de Suun! El clan Suun realmente fue e hizo algo realmente vil, ¡así que dudo que alguno de ustedes hable mal de mí por eso! Pero si todavía quieres, ¡eso está bien para mí!” Los ojos de Donda Ruu brillaban más que los de cualquier otra persona mientras miraba a sus camaradas. “¡Tengo la intención de determinar esta noche si el clan Suun está o no en condiciones de liderar a nuestra gente! ¡Todos ustedes también deberían escuchar atentamente las palabras de Zuuro Suun! ¡Escucha y ayuda a determinar nuestro futuro!”

Finalmente habíamos llegado a este punto.

La respuesta de Zuuro Suun podría empujar a Suun y Ruu a una guerra total. Si Zaza, Jeen y ellos abandonaron el Suun, al menos no se convertiría en una batalla lo suficientemente grande como para dividir el borde del bosque en dos, pero aun así… ¿Qué iba a pasar?

Donda Ruu le hizo señas a Ludo Ruu, luego tomó dos espadas del niño. Deben haber venido de Tei y Doddo Suun. Uno de ellos, se lo entregó a Dan Rutim.

Los clanes bajo el Suun comenzaron a alarmarse instantáneamente, pero Donda Ruu les lanzó una mirada fulminante.

“¡Te juro que mientras ninguno de los Suun saque  sus espadas, yo tampoco lo haré! ¡Mientras no tengan sed de sangre, nadie será derramado esta noche!”

Entonces, Donda Ruu golpeó fuertemente la puerta de la casa principal. Era casi sorprendente lo rápido que se abrió la puerta desde adentro.

“¿Qué pasa, tan tarde en la noche…?” una voz de mujer sin emociones cuestionada.

Pronto la pude ver, y ella era realmente hermosa. Sí, ella era impresionante… pero tenía los ojos de pez podridos. Tenía el pelo castaño oscuro y los ojos azules. Aunque su rostro era encantador, no tenía expresión alguna, haciéndola parecer una muñeca de arcilla.

En cuanto a su edad, probablemente cayó en algún lugar de los 20 años. Y demostrando que estaba casada, llevaba un vestido de una sola pieza y llevaba el pelo corto.

De pie a sus pies estaba una Tsuvai Suun de aspecto muy molesto, que había desaparecido previamente en algún momento.

“¿Quién diablos son ustedes dos?” Donda Ruu preguntó, con los ojos entrecerrados mientras miraba a la pareja.

“Soy la esposa del jefe del clan Zuuro, Oura Suun… Esta es mi hija menor, Tsuvai Suun… Um, ¿qué está pasando exactamente…?”

“Soy la cabeza del clan Ruu, Donda Ruu. ¿Podrías decirle al jefe del clan Suun que estoy pidiendo hablar con él?”

“Correcto… Sin embargo, a esta hora todavía está dormido…”

“¿Oh?” Donda Ruu respondió, sonriendo como una bestia salvaje. “Lo siento, pero a Zuuro Suun no se le permitirá descansar pacíficamente esta noche. El hijo mayor, el segundo hijo y la hija mayor de la casa principal han violado las leyes del borde del bosque junto a un hombre de una de las familias de la rama. El jefe del clan tiene la responsabilidad de responder por los crímenes de su familia”.

“Correcto…”

La mujer que se hacía llamar Oura Suun nos miró con sus ojos desganados, aún sin mostrar la más mínima emoción. Cuando su mirada fangosa finalmente vio a Tei Suun en el suelo, sus ojos parpadearon muy ligeramente.

El cabello gris de Tei Suun estaba teñido de rojo, y él yacía impotente en la tierra, pero miró a Oura Suun con la misma mirada en sus ojos.

“Muy bien… Tsuvai, trae la cabeza del clan aquí…”

“¿Eso está bien, mamá?”

Tsuvai Suun miró a su madre con sus grandes ojos, los blancos destacando claramente.

“Está bien… Ya hemos hecho suficiente…”

“Muy bien,” contestó Tsuvai Suun, luego se fue nuevamente a la casa.

En poco tiempo, apareció Zuuro Suun. Su hijo menor, Mida Suun, salió tras él.

“¿De qué se trata todo esto, jefe del clan Ruu? Es increíblemente grosero visitar la casa de alguien tan tarde en la noche, ¿no dirías que…? ”

Zuuro Suun tenía una delgada sonrisa en su rostro que recordaba a un sapo hinchado.

Mientras tanto, cuando Mida Suun salió lentamente, dijo: “¿Eh…?” con su usual voz aguda. “Son Diga y Doddo… Oye, ¿por qué están todos atados…?”

“Hmm… veo que has sido incluso más grosero de lo que pensé…”

“¿Grosero, dices? ¿Acaso tu hija no te contó la historia básica de lo que sucedió, Zuuro Suun?” Dan Rutim respondió.

La hija en cuestión, Tsuvai Suun, le dio una patada a las piernas de Mida Suun mientras bloqueaban la puerta, y luego volvió corriendo hacia su madre.

El jefe del clan, Zuuro Suun. Su esposa, Oura Suun.

La hija menor, Tsuvai Suun. El hijo menor, Mida Suun.

El hijo mayor, Diga Suun, que estaba sentado allí de mal humor.

El segundo hijo, Doddo Suun, que todavía parecía estar inconsciente. Y Yamiru Suun, que estaba en silencio un poco alejado.

Aparte del anciano jefe del antiguo clan, parecía que teníamos toda la alineación de la casa principal de Suun reunida.

Mientras continuaba apoyando a Ai Fa con mi hombro, di un trago.

“¿Qué pasó…? ¿Quizás te refieres a cómo Diga y Yamiru le propusieron matrimonio al jefe y chef del clan Fa…?” Zuuro Suun respondió, sin sonar tímido en lo más mínimo a pesar de todos los ojos fijos en él. “Si eso es todo, entonces escuché eso de ellos por adelantado… Aun así, nunca imaginé que irían y lo harían la noche de la reunión de jefes del clan…”

“¿Oh? ¿Entonces está admitiendo que dio su aprobación a sus viles acciones?” Donda Ruu preguntó, la sonrisa en su rostro cada vez más audaz.

Sin embargo, Zuuro Suun inclinó la cabeza y dijo: ¿‘Acciones viles’…?

¿Qué quieres decir…? No creo haber escuchado nada por el estilo…”

“En ese caso, escucha bien. Estos tontos fueron y pusieron a todos en la sala de rituales a dormir con una hierba extraña, y encima de eso secuestraron con fuerza al jefe y al chef del clan Fa. Luego, sacaron una cuchilla sobre el chef cuando él rechazó su propuesta de matrimonio, y ataron las extremidades de la cabeza del clan para salirse con la suya… Eso es correcto, ¿no es así, miembros del clan Fa? ”

Ai Fa asintió en silencio, mientras yo respondía: “Sí”.

Sin embargo, la delgada sonrisa de Zuuro Suun todavía no desapareció.

¿Se sentía audaz o solo era estúpido…? De alguna manera, me pareció lo último.

“Ciertamente es una gran acusación… ¿Quién estás diciendo que fue e hizo algo tan tonto…?”

“El segundo hijo de la casa principal, y ese hombre de las ramas familiares que yacen a su lado”.

“Hmm… Doddo siempre ha tenido un problema cuando se trata de alcohol…”, dijo Zuuro Suun, las comisuras de su boca se elevaron más. “Debe haber perdido los estribos cuando la propuesta de matrimonio de su preciosa hermana mayor fue rechazada… Tienes mis más sinceras disculpas…”

“¿De verdad crees que las disculpas serán suficientes, Zuuro Suun? Puede ser extranjero, pero este chef es miembro del clan Fa. Y como puedes ver, mi hijo sufrió estas lesiones al saltar para detenerlos. ¡No solo desenvainaron sus espadas, sino que incluso llegaron a amenazar la vida de nuestros compañeros del borde del bosque!”

Ludo Ruu tenía una tela envuelta alrededor de su cabeza en lugar de vendajes, y emitió un sonido de “Tch” insatisfecho.

“Ese segundo hijo tuyo también sacó su espada en la ciudad de correos y en el banquete de Rutim. Y con este incidente, finalmente fue y se lo lanzó a nuestra gente. No hay forma de que tal acción pueda ser perdonada simplemente inclinando la cabeza”.

“Hmm… ¿Entonces estás diciendo que deberíamos seguir la ley y hacer que ofrezca su brazo derecho…?”

“¿De verdad crees que solo su brazo derecho lo cortaría?”

Un fuego furioso ahora ardía en los ojos de Donda Ruu mientras sonreía ferozmente.

Entonces, una gran figura se abrió paso entre la multitud y gritó con enojo: “¡Eso es correcto! ¡No solo sacaron sus espadas, sino que también usaron su hierba venenosa sobre nosotros! ¡Dañaron no solo a los Suun y Ruu, sino a todos los jefes de clanes del borde del bosque! ¡Un solo brazo derecho no estará lo suficientemente cerca como para pagar tal crimen!”

Eso había venido del jefe del clan Sauti, Dari Sauti. Su rostro de aspecto serio estaba rojo por la ira y la humillación.

Las cejas de Zuuro Suun se inclinaron muy ligeramente.

“¿De qué hierba venenosa estás hablando…? ¿Dijiste que todos dormían en la sala ritual…?”

“Aparentemente es una hierba llamada melemele que compraron de un hechicero oriental. Tus hijos se jactaron de que les costó cinco monedas blancas comprar lo suficiente”, respondí. Pensé que ya que había escuchado eso directamente, debería ser yo quien respondiera.

“Hmm… ¿Entonces es una hierba que duerme a la gente…?”

“Si. Dijeron que si alguien sigue oliendo su humo, no se despertarían aunque les cortaran el estómago”.

“Ya veo… Pero si eso solo hace que la gente se duerma, no es exactamente venenoso, ¿no es así…?” Dijo Zuuro Suun, sus ojos fijos en sus hijos por primera vez.

Con eso, Diga Suun estalló en una sonrisa triunfante.