Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 6

Capitulo 2: La Reunión De Jefes De Clanes

Parte 3

Un silencio se apoderó de la sala ritual.

Al principio pensé que era porque la mayoría de las personas presentes todavía estaban comiendo, pero nadie parecía moverse.

Los Suun, los Ruu y los clanes debajo de ellos… Incluso las mujeres que manejaban la estufa y las cabezas de los pequeños clanes parecían contener la respiración…

Y entonces, ese silencio se rompió de repente.

“El clan Fou está de acuerdo con el jefe del clan del Fa”.

Todos lentamente se volvieron hacia ese lado.

Había un hombre parado en la esquina de la sala ritual.

“El clan Fou es pequeño. No tenemos muchos parientes y no podemos cazar un número suficiente de giba”.

Su cabello negro estaba despeinado, y tenía una barba del mismo color. Era alto pero delgado, y parecía estar en algún lugar de unos 40 años.

“Tenemos suficiente carne para comer, pero siempre nos faltan cuernos y colmillos. Fuimos bendecidos con un niño pequeño y, sin embargo, estuvo al borde de la inanición. Pero si tuviéramos un poco más para trabajar, mi familia seguramente no tendría que sufrir tanto”.

Sus ojos azules brillaban en la tenue luz. Estaban llenos de emociones arremolinadas y feroces, provocadas por su orgullo como cazador y su sentimiento de impotencia.

“No necesitamos caridad de la ciudad de piedra. Pero si podemos obtener monedas para la giba atrapada por nuestras manos, entonces creo que es justo y justo. Y juro aquí y ahora que si podemos obtener más fuerza como resultado, lo dedicaremos a trabajar aún más duro como cazadores… Y así, el clan Fou está de acuerdo con las palabras del jefe del clan del Fa.”

“El clan Ratsu también lo hace”, proclamó otro hombre mientras se levantaba, esta vez desde la dirección opuesta. Parecía que aún no tenía 20 años. “En el último año, perdimos dos de nuestros clanes afiliados, Mei y Geem. Y el jefe del clan de los Mei era un cazador particularmente galante, pero un viento maligno sopló sobre una pequeña herida y cayó enfermo, luego murió poco después … Si hubiéramos tenido un poco de sobra, podríamos haber comprado medicinas para sanar a él de la ciudad de correos.”

Su mirada estaba llena de ira, y estaba fijamente fija en la cabeza del clan Dom.

“Jefe de clan de los Dom, según lo que dijiste, entonces es correcto que Mei y Geem se hayan encontrado con la ruina. No puedo soportar eso, y en cambio estar de acuerdo con las palabras del jefe del clan del Fa”.

“No hay necesidad de levantar la voz tan fuerte. No es como si incluso el jefe del clan Dom estuviera diciendo que desea que los clanes más pequeños se desvanezcan”, una voz ronca intervino cuando otra persona se puso de pie. Era un viejo flaco, con el pelo blanco como el de Jiba Ruu.

“En total, hay alrededor de 300 de nosotros que pertenecemos a clanes pequeños sin vínculos con los Suun o Ruu. Como si alguien pudiera pensar que sería aceptable para todos nosotros simplemente morir. Si eso sucediera, nunca sería posible cazar un número satisfactorio de giba”.

“Anciano de los Sauti… No estás diciendo que también estás de acuerdo con el clan Fa, ¿verdad?” la cabeza del clan Zaza cuestionó, rompiendo su largo tramo de silencio. Sus ojos estaban ardiendo positivamente mientras miraba al viejo.

“Eso es un asunto que debe decidir el jefe del clan. Sin embargo, para un anciano como yo, las palabras de nuestro anciano tienen un aguijón poderoso. Es decir, la idea de que debido a que elegimos mal nuestro camino, ustedes jóvenes han terminado en una ruta tan indirecta…

El hombre tenía una mirada bastante gentil en sus ojos para una persona del borde del bosque. Y esa mirada tranquila pronto pasó de la cabeza del clan Zaza a mí y a Ai Fa.

“La gente del pueblo nos rechazó e hicimos lo mismo con ellos. Puede que haya sido un destino inevitable, pero honestamente no puedo decir que nos esforzamos por luchar contra él… Pero creo que quizás ustedes del clan Fa están tratando de forjar ese camino en nuestro lugar”.

“¡¿Qué puede hacer un extranjero?!”

“Puede formar vínculos con la gente de la ciudad de correos. Y tendría que decir que él es el único aquí en el borde del bosque ahora que puede hacer tal cosa”.

El veterano permaneció perfectamente tranquilo, mientras que la mirada en la cabeza del clan Zaza solo se estaba volviendo cada vez más cruel.

“Así que ahora no son solo los Ruu y sus secuaces. ¿Incluso los Sauti van a calumniar a nuestro clan principal? ¡El clan Suun es el que une la ciudad de piedra y el borde del bosque!”

“Sin embargo, es el castillo con el que interactúa el clan Suun, ¿no? Los residentes del castillo y la ciudad de correos son completamente diferentes… Y es realmente desafortunado, pero el clan Suun no ha tenido una relación adecuada con la gente del pueblo. ¿O el segundo hijo de la casa principal no solo sacó su espada recientemente en la ciudad?”

“¡Eso fue porque un hombre de la ciudad estaba calumniando a la gente del borde del bosque…!”

“No hay una ley que establezca que una espada sea un castigo apropiado para la calumnia, ¿existe, jefe del clan de los Zaza?”

Estaba más que un poco sorprendido de escuchar a alguien no relacionado con el Ruu salir y amonestar abiertamente al clan Suun.

El veterano estalló en una sonrisa amable y miró hacia atrás.

“Una vieja bolsa de huesos como yo carece de la fuerza para decidir el camino que tomará el Sauti. Pero personalmente, estoy realmente agradecido de ver personas como ustedes, miembros del clan Fa”.

“En ese caso, deja las cosas a la cabeza de tu clan y deja de hablar, Elder Moga”, intervino el joven al lado del veterano, poniéndose de pie con cansancio. Era increíblemente grande, y su apariencia en general coincidía con Jiza Ruu y Gazraan Rutim. “Soy el jefe del clan Sauti, Dari Sauti, y tengo una pregunta que me gustaría hacer. Donda Ruu, jefe del clan Ruu,

¿qué piensas sobre este asunto?”

Donda Ruu había permanecido firmemente en silencio hasta este punto, pero ahora lentamente dirigió su mirada hacia el joven.

“El jefe del clan de los Rutim llamó a los amigos del Fa. Sin embargo, son las mujeres Ruu quienes prestan su fuerza, ¿no es así? Al igual que el líder de los Rutim, ¿los Ruu también comparten la misma voluntad y ven al Fa como amigos?”

“No tengo ninguna intención particular de llamarlos mis amigos”, se quejó Donda Ruu en voz baja mientras se levantaba. “¿Por qué debería decir eso de una mujer tonta que juega a ser una cazadora y un misterioso extranjero?”

“Entonces, ¿por qué les prestaste a tus mujeres? ¿Estabas justo después de las monedas?” Preguntó Dari Sauti, su voz llena de dudas mientras inclinaba la cabeza.

Mirando hacia abajo a la expresión simple en el rostro del joven, Donda Ruu respondió: “La carne de Giba se puede cambiar por monedas… Eso no me parece más que un cuento de hadas, y no puedo imaginar que la gente del pueblo tenga un cambio de corazón en cualquier momento pronto. Solo les estoy prestando a las mujeres a cambio de un precio justo”.

“Ya veo. En ese caso-”

“Pero si ese cuento de hadas se hace realidad, traerá una fuerza aún mayor a la gente del borde del bosque”, dijo Donda Ruu con su voz pesada, sus palabras cortaron a los jóvenes como un hacha. Sus ojos comenzaron a arder ferozmente, y su boca se convirtió en una sonrisa atrevida. “El exceso de fortuna hará que la gente del borde del bosque caiga… Como si algo tan ridículo pudiera pasar. Los tontos que piensan de esa manera son las verdaderas amenazas para nuestra gente”.

“¿Que acabas de decir…?” las cabezas del clan Zaza y Jeen intervinieron, claramente se pusieron nerviosos.

“Si a Zaza y Jeen se les dieran cien monedas, ¿simplemente perderías el tiempo y no cazarías ningún giba hasta que agotaras todo eso?”

“¡No te burles de nosotros! ¡¿Cuánto pretendes ridiculizar a nuestros clanes, jefe del clan Ruu?!”

“Si eso te molesta, entonces esa es tu respuesta allí mismo, ¿no?” Dijo Donda Ruu, sonriendo una vez más.

Había estado frunciendo el ceño muchísimo tiempo últimamente, pero ahora que lo pensaba, este era más su temperamento natural. Como un infierno furioso, abrumaba a sus oponentes mientras lucía una sonrisa en su rostro, obligándolos a someterse.

“No te estaba ridiculizando. Ustedes son los que nos hicieron eso a todos, jefe del clan de los Zaza. ¿El exceso de fortuna conduce a la corrupción, dices? ¡Para empezar, cualquiera que no fuera un verdadero cazador! ¡Alguien así no tiene derecho a vivir aquí al borde del bosque!”

“¡Pero…!”

“Y si alguno cae, entonces tenemos que sacarlos del borde del bosque. Entonces el orden de este lugar se mantendrá bien”.

Por la gran sonrisa que llevaba, estaba claro que Donda Ruu se estaba divirtiendo mucho.

Y, por supuesto, lo que estaba diciendo sirvió como una crítica mordaz del clan Suun, así como una declaración de guerra.

Sin embargo, el jefe del clan Zaza y su grupo ignoraron por completo eso mientras escuchaban las palabras de Donda Ruu con expresiones severas.

“El clan Ruu no necesita más fortuna de la que tenemos. Es lo mismo para Rutim y Lea, también… Pero los Ririm y Muufa todavía carecen de fuerza. Si no ayudamos a los clanes debajo de nosotros, podrían seguir el camino de los Mei y Geem”.

Los otros jefes de clan estaban en silencio.

“Los Ruu se fueron y ganaron más fortuna independientemente de esta cadena de eventos. Y gracias a prestar a las mujeres al Fa, no hay suficientes pieles para pelar las pieles, así que se las hemos dado a Ririn y Muufa… ¿No es eso lo que significa prosperidad? ¿Eh, jefe del clan de los Zaza?”

Efectivamente, el hombre no tenía respuesta.

“No hemos reunido suficientes monedas para causar la caída de la gente del borde del bosque. Pero yo diría que esa preocupación debe dejarse de lado hasta que no quede una sola persona muriendo de hambre, ¿no le parece?”

“¿Entonces realmente estás diciendo que estás de acuerdo con el clan Fa, Donda Ruu?” Dari Sauti intervino.

La sonrisa como una bestia salvaje desapareció de la cara de Donda Ruu, y él simplemente parecía irritado.

“Ya te lo dije, ¿verdad? No creo en ese cuento de hadas”.

“Pero-”

“Pero si eso se hace realidad, nuestra gente podrá obtener un poder aún mayor… En ese caso, no tiene sentido para mí interponerme en el camino”.

“Dios mío…” escuché a alguien murmurar en voz baja detrás de mí. Eché un vistazo atrás de esa manera, y encontré a Mia Lea Ruu con una sonrisa forzada. “La cabeza de nuestro clan es obstinado, ¿eh?” Estaba escrito en toda su cara.

“Hmm… Realmente es un asunto intrigante”, una voz apagada intervino, sonando bastante desafinada. Eso había venido de Zuuro Suun, por supuesto.

La ardiente mirada de Donda Ruu apuntó hacia allí.

“Pero aun así… Pasará bastante tiempo antes de que tal cosa se pueda realizar, ¿no? Vender no solo cocinar, sino que la carne en sí misma no es un desafío común… Y entonces, ¿por qué no tomamos las cosas con calma y observamos cómo se desarrolla todo por ahora…? ”

Fue una declaración completamente ridícula. Después de toda esa discusión apasionada, ¿ese sería el resultado?

Parecía que no estaba tratando de resolver nada. Ni siquiera un solo problema.

“Que ridículo. Nunca había imaginado a nadie, pero los Ruu caerían en la conversación tranquila del clan Fa”, agregó Diga Suun en su tono lento habitual. “El Fou y el Ratsu… Parece que sería bueno asegurarse de recordar esos nombres, ¿eh?”

Esas cabezas de clanes seguían en pie, y ahora sus ojos estaban disparando dagas a Diga Suun.

Fue entonces cuando comencé a sentir una ira en mi interior, pero no tuve la oportunidad de actuar en consecuencia. Eso fue porque alguien con un punto de ebullición más bajo que yo gritó: “¡Hey!” con voz áspera primero. “¡¿Cuál fue esa declaración en este momento, hijo mayor de los Suun?! ¿Hay alguna ley aquí en el borde del bosque que establezca que no debes formar vínculos con el Fa? Ya sabes, ¡hay demasiado resentimiento injusto, escoria!” Dan Rutim explotó.

Una vena gruesa se abultaba sobre su cabeza calva, y sus ojos de anteojos estaban llenos de ira.

Sí… las cabezas de los clanes pequeños probablemente habían evitado tener alguna conexión con el Fa para no llamar la atención de los Suun, pero ahora, después  de dos  años, estaban tratando de revocar esa decisión.

No había forma de que este fuego se apagara.

“¿Q-Qué quieres decir con ‘escoria’? ¿Qué derecho tiene alguien como tú para llamarme así, jefe de clan de los Rutim?” preguntó con una tonta sonrisa cuando su rostro comenzó a temblar. Quizás el trauma de que le arrojaran un cadáver de cien kilogramos de giba en el banquete de Rutim volvía a él.

Con eso, miré a todos los demás. Y como era de esperar, Zuuro Suun y los jefes del clan que cayeron debajo de él tenían una expresión desagradable en sus caras. Zuuro Suun probablemente no quería problemas, pero los otros jefes de clan no podrían haber estado muy interesados en defender las fechorías de Diga Suun.

No había duda de que, como Donda Ruu, encontraron a una cazadora como Ai Fa y un extranjero como yo que se había unido al clan Fa en el mejor de los casos. Y gracias a sus propios principios y pensamientos, se opusieron firmemente a la idea de acumular un exceso de fortuna.

Pero incluso si tenían una gran confianza en el clan principal, tenían que ver cuán escandaloso era que la noche en que Ai Fa perdió a su padre, Diga Suun irrumpió en su casa sin permiso y la agredió.

Sin embargo, Diga Suun no parecía entender eso en lo más mínimo. Simplemente estaba dando vueltas a su autoridad como miembro del clan líder, sin detenerse nunca a pensar en qué podría o no permitirle escapar.

Eso fue lo que lo hizo tan pequeño.

Incluso pensé: ¿Quizás todo lo que tenemos que hacer es esperar a que el liderazgo del clan pase de Zuuro a Diga Suun?

Si Diga Suun se convirtiera en el líder del borde del bosque, probablemente no le llevaría tanto tiempo perder la confianza de los Dom y Zaza. Entonces el clan Suun colapsaría por sí solo, sin que Donda Ruu necesitara mover una espada o que yo tuviera que emplear ninguna inteligencia.

Es un plan increíblemente pasivo, pero, de nuevo, esa puede ser la forma más pacífica de resolver las cosas…

Mientras ese pensamiento pasaba por mi cabeza, el actual jefe del clan, Zuuro Suun, simplemente dijo: “Vamos, vamos”, mientras miraba hacia Dan Rutim. “No necesitas levantar tanto la voz, jefe de clan de los Rutim…

¿Estás hablando de los rumores de hace dos años? ¿Qué punto hay para plantear un asunto tan antiguo ahora…?”

“¡Entonces será mejor que cierres la boca de tu hijo! ¡Solo escuchar su voz solo es suficiente para disgustarme!”

Dan Rutim volvió a golpear, y su mano derecha parecía estar dando vueltas sin que realmente lo pensara. Al ver eso, empujé sigilosamente mi plato, para que Dan Rutim agarrara las costillas con precisión mientras continuaba mirando al clan Suun todo el tiempo. Era lo menos que podía hacer por él, considerando que habló en mi lugar.

“El Fou y Ratsu no son nombres que valga la pena memorizar… No, el nombre al que deberías prestarle atención es el Sudra”, intervino una voz sombría. Había venido de un hombre que no era tan grande y estaba sentado lo más lejos posible del clan Suun. “El clan Sudra también está de acuerdo con el Fa… También necesitamos un poco más últimamente”.

Entonces, otro hombre un poco alejado también se puso de pie.

“El clan Gaaz también está del lado del Fa … Al principio no entendí nada de lo que querías decir que la carne de giba sabía bien o mal, pero después de comer esta comida, mis sentimientos han cambiado … Ciertamente creo que esto podría venderse a la gente del pueblo por monedas”.

Varios otros se habían puesto de pie, pareciendo que iban a unirse, pero Zuuro Suun apresuradamente intervino: “Esperen, jefes de clan… Realmente no creo que debamos tratar de decidir si las acciones del clan Fa son o no justificadas aquí y ahora… Después de todo, como dije antes, todavía tomará algún tiempo ver si todo eso dará sus frutos… Y entonces,

¿por qué no tomamos las cosas con calma y simplemente observamos lo que sucede?”

“En otras palabras, como líder de nuestro pueblo, ¿no tienes intención de objetar las acciones del clan Fa en este momento?” Dari Sauti intervino. “Pero, ¿qué tienes que decir sobre el hecho de que son los jefes del clan de los que están debajo de ti, como los Zaza y los Dom, los que se están quejando?”

“Naturalmente, creo que lo que dicen es lógico y apropiado, y personalmente siento que no podemos ignorar el peligro que representa el exceso de fortuna … Pero como dijo el jefe del clan Ruu, la idea de que la carne de giba llegara a tener tanto valor no suena a nada más que un cuento de hadas … Y, por lo tanto, no veo ningún punto para que peleemos entre nosotros por algo tan trivial …” Con eso, la grasienta mirada de Zuuro Suun se volvió hacia las furiosas cabezas del clan que cayeron debajo de él. . “Los jefes de clan de los Zaza, Jeen y Dom… ¿Seguirás mi pedido y dejarás tus espadas…? Podríamos lanzar el borde del bosque al caos simplemente tratando de determinar si el clan Fa provocará nuestra caída o nuestra prosperidad… ”

“Cumpliremos con tus deseos,” respondieron los jefes del clan, reteniendo sus emociones y volviendo a sentarse.

Al ver esto, Donda Ruu también se sentó.

Las cabezas del clan Fou, Ratsu, Sudra y Gaaz lo siguieron, al igual que la cabeza y el anciano del clan Sauti, y el aire caliente pareció enfriarse.

“Deberíamos poder ver algún tipo de resultados en la próxima reunión de jefes de clan… Hasta entonces, puedes  seguir adelante y actuar de acuerdo a tus deseos, jefe y chef del clan Fa…”

Ai Fa asintió con la cabeza con una mirada tranquila.

“¿Qué está pasando aquí…?” Vina Ruu susurró, agarrando la manga de mi camiseta. “A este ritmo, nada se resolverá, ¿verdad…?”

“Hmm, no sé… En cierto modo, podrías decir que esto resuelve todo”.

Ahora que lo pensaba, el jefe del clan Suun se había adelantado y nos dijo: “Solo haz lo que quieras por el momento”. Gracias a eso, la gente aterradora como Zaza y Dom no podrían quejarse más. Al menos, mientras no haya pruebas claras de que hayamos provocado corrupción.

Honestamente, no pude evitar preguntarme si estaba bien que todo terminara tan pronto.

En serio, sin embargo… ¿Es Zuuro Suun realmente un oportunista tan completo y absoluto?

Como mínimo, desearía que pudiéramos haber votado por mayoría.

Cuatro clanes, incluidos los Fou y Ratsu, habían expresado su acuerdo, pero había 37 jefes de clanes presentes, incluido el Suun. Si pudiéramos averiguar cuántos se opusieron a nuestro plan, sería muy útil tener información. Y, sin embargo, la conclusión fue esperar un año. De esa manera, parecía que nos quedamos cortos.

En serio, ¿alguien había oído hablar de alguien que esquivó un asunto con tanta fuerza?