Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 1

Capitulo 10: Süleyman

El carruaje que llevaba a Mira lentamente había disminuido su velocidad antes de detenerse en una puerta elevada.

Cuando miró la pared que desde las tierras altas, parecía un círculo alrededor de la ciudad. Sin embargo, al ver el muro de cerca, parecía la encarnación de la determinación del Reino Arkite de defender el país.

Mira se asomó por la ventanilla del carruaje para mirar hacia la pared y dijo: “Seguro que se hizo grande”, su tamaño era completamente diferente de cómo lo recordaba, esto hizo que su corazón bailara.

Si el muro ya había cambiado tanto, ni siquiera podía imaginar cómo lo hizo la capital en sí misma. Mira comenzó a disfrutar de todos estos cambios en el mundo.

La puerta en la que se detuvo el carruaje de larga distancia no era la puerta principal que conducía a la ciudad, sino una carretera exclusiva que conducía directamente al castillo.

Después de que el guardia en la puerta intercambió varias palabras con Galet, la puerta grande se abrió junto con un sonido pesado y solemne.

El guardia levantó la mano para enviar una señal, y desde la parte superior de la puerta sonó una campana. Inmediatamente después, otra campana en la distancia comenzó a sonar para alertar al castillo de la llegada del carruaje de larga distancia.

Cinco intersecciones en el camino del carruaje se han cerrado temporalmente, guardias que sostienen palos negros y amarillos evitan que las personas en el tráfico pasen por la carretera.

El transporte de larga distancia era un vehículo especial utilizado para las misiones importantes del país y, por lo tanto, debía ser tratado con la dignidad adecuada.

“¿No es esta una gran bienvenida?”

Inclinándose desde el interior del carruaje para mirar a través de la puerta abierta, Mira vio a los guardias parados en las intersecciones hechas a intervalos regulares y se dio cuenta de lo importante que era esto.

El carruaje comenzó a moverse lentamente, luego aumentó gradualmente la velocidad. En unos segundos, alcanzó la velocidad máxima y el paisaje de la ciudad fluyó hacia atrás a una velocidad vertiginosa.

Los ciudadanos observaron cómo el inusual carruaje de larga distancia pasaba a gran velocidad junto con el sonido de las herraduras. Cuando vieron que era Galet quien actuaba como cochero, se dieron cuenta de que algo importante estaba sucediendo y estaban llenos de curiosidad.

Mientras el escenario fuera de la ventana lentamente desbordaba vitalidad, Mira se quedó mirando un edificio especialmente grande.

(“Pensar que sería tan grande visto de cerca…”)

Era una de las Instalaciones de los Cinco Pilares, el Departamento de Talleres de Artesanos. Al ver este gran edificio, que recuerda a una antigua estructura alemana, Mira decidió programar un recorrido turístico por la capital.

Después de un rato más de balanceo del carruaje, la velocidad del cambio de escenario fuera de la ventana lentamente había disminuido y el carruaje finalmente se detuvo frente a la puerta del castillo.

“Mm, finalmente llegamos.”

El cuerpo de Mira se puso rígido por todo el viaje, así que se estiró y escondió el frasco de au lait de manzana cerca de sus pies.

“Gracias por tener paciencia conmigo, Mira-sama.”

Galet abrió la puerta de la cabina y se inclinó, luego extendió la mano para escoltar a Mira. “Buen trabajo.”

Mira dijo y luego añadió “no es necesario” y apartó la mano de Galet antes de saltar al suelo. El castillo al que miró, no cambió en comparación con sus recuerdos y se sintió medio aliviada y medio decepcionada cuando bajó la mirada.

Un instante después, ella se quedó sin habla.

La causa de eso estaba esperando en la parte trasera de la puerta que se abría lentamente, fue una bienvenida mucho más grande que la de la carretera de carruajes.

Desde la puerta del castillo y a lo largo de todo el pasaje, a ambos lados se encontraban caballeros que alzaban sus espadas frente a ellos, de pie sin moverse.

Alineados detrás de ellos, había caballeros sosteniendo lanzas en sus manos. Más atrás incluso, los soldados alineados en intervalos regulares sostenían pancartas.

“Esto es bastante… ¿no es así?”

“Solo muestra cuánto se regocija Salomón-sama por su visita, Mira-sama.”

“Ese tipo…”

Con un suspiro, Mira sintió que algo estaba mal.

“Después de todo Danbulf-sama es el héroe de nuestro país. Esto es natural cuando recibimos a su discípula.”

“Hmm-mm, ¿en serio?”

“Por supuesto que lo es. Vamos, Mira-sama.”

Cuando los dos se alejaron del carruaje, los cuidadores exclusivos del castillo llevaron el carruaje de larga distancia a los establos.

En el momento en que Mira, escoltada por Galet, pasó por la puerta, se escuchó un sonido intenso y rítmico de tambores que hacía temblar sus tímpanos.

Los caballeros alzaron sus espadas diagonalmente hacia arriba y sobresalían escudos con el escudo de armas del país grabado en ellos. De entre ellos, los caballeros de la segunda fila levantaron sus lanzas en diagonal creando un arco que sobresale de la puerta del castillo.

“Esto también es bastante… mm.”

“En realidad se siente bien para mí.”

Ser capaz de acompañar a Mira en medio de una gran ceremonia de bienvenida hizo que Galet sonriera alegremente.

“Realmente tú, que dolor.”

Habiendo suavizado su mala expresión por su personalidad desprovista de preocupaciones, Mira pensó que Galet era una persona agradable y elogió a Salomón por encontrar un subordinado como este.

Estando alentados por la agradable melodía interpretada por un tambor y una orquesta fife avanzaron hasta que pasaron el arco y entraron al castillo.

En la entrada había dos guardias que hicieron una reverencia y dijeron: “Le guiaremos a la sala del trono”. A Mira no le gustaba sobresalir demasiado, por lo que se sintió aliviada de que ahora se haría un poco más tranquilo.

Cuando los guardias abrieron la puerta de la sala del trono, un aroma refinado entró por la nariz de los dos. En el suelo yacían alfombras, a partir de la más cercana había alfombras negras, azules, verdes, rojas y blancas a intervalos iguales.

Había cinco personas dentro de la sala del trono. Y la persona que más se destacó en este lugar, era un solitario niño, sentado en el trono.

Tenía ojos dorados y cabello verde que casi alcanzaba sus ojos, sobre su cabeza tenía una corona decorada con innumerables joyas. A primera vista, parecía fuera de lugar, pero su figura en la cima del trono con un atuendo de lujo era sorprendentemente natural, y mostraba treinta años de experiencia gobernando un país.

El niño que miró a Mira con expresión maliciosa era el rey del Reino Arkite y el amigo de Danbulf, el mismo Rey Salomón.

Su apariencia era tal como la recordaba Mira y la única diferencia era que su atuendo se volvió un poco más lujoso.

Frente al rey Salomón, a unos pocos pasos más abajo, había un caballero que tenía un aura de fuerza y un hechicero encapuchado con una túnica negra.

El hechicero que puso sus ojos en Mira sonrió con una expresión suave. Por otro lado, el caballero, viendo que la discípula del héroe Danbulf era una niña pequeña, solo suspiró con gran decepción.

Galet dio un paso adelante, se arrodilló.

“He traído a la discípula del Anciano Danbulf, Mira-sama.” Informó y saludó.

“Buen trabajo. Puedes retroceder.”

Esto lo dijo un hombre lleno de dignidad junto al trono, cuyo nombre era Süleyman. Era un elfo con rasgos faciales gráciles y largo cabello dorado.

Galet dijo “perdón” y se movió hacia un lado.

“Encantado de conocerte, Mira-san. Soy Süleyman, el ayudante del rey Salomón.”

“Soy Mira.”

Moviendo solo su mirada, observo a Süleyman y respondió de manera concisa. En el lateral, Galet de repente comenzó a entrar en pánico al ver que la actitud de Mira no cambiaba incluso frente al rey.

Sin embargo, completamente inconsciente de los sentimientos de Galet, Mira se cruzó de brazos, se puso una mano en la barbilla e inspeccionó a Salomón.

Pero incluso al mirarlo, ella no podía ver ninguna información aparecer. En cambio, ella movió su mirada hacia Süleyman y pudo obtener información como su nombre y estado.

(“¿Qué significa esto…?”)

“Para empezar, me gustaría confirmar si realmente eres discípula de Danbulf-sama, ¿te importa?”

Mientras Mira estaba sumida en sus pensamientos preguntándose sobre la diferencia entre los dos, la voz de Süleyman la trajo a la realidad.

“Mm-mm, muy bien.”

Mira sacó la Llave Maestra de la caja de objetos y la levantó diciendo “Tengo esto”, luego dio un paso hacia Süleyman.

Pero en ese instante, el caballero de repente saltó hacia adelante, sacó su espada y… “¡Ni un paso más! ¡Basta de tu comportamiento irrespetuoso, niña!”

Junto con un grito apuntó la punta de la espada a Mira.

Era Reinard, el comandante de la guardia de los caballerearos reales del Reino Arkite. Salomón le dijo a la audiencia que Mira podía actuar de manera grosera y que ella no tenía que actuar con respeto, por lo que deberían ignorarla.

Y, por lo tanto, lo soportó cuando ella no se arrodilló o cuando no usó un lenguaje respetuoso. Sin embargo, al verla acercarse al rey, no pudo soportar la agitación.

Mira no lo sabía, pero había una cierta distancia hasta donde uno podía acercarse al rey. Dependía del rango de la persona y, con la excepción de algunos invitados, no se permitía a las personas pasar por la alfombra negra.

“No puedo mostrarlo sin acercarme.”

“¡Solo pásalo a un guardia cerca de ti!”

Salomón y Danbulf solían estar parados hombro con hombro, y desde la perspectiva de Mira, ella se estaba reuniendo con un amigo. Como todo lo que tenía en mente era hablar un poco con él, no se dio cuenta de la importancia que tenía una audiencia.

(“Que dolor.”)

Mira habló de la misma forma en que solía hacerlo antes, pero al ver la expresión de enojo del caballero se dio cuenta de que la situación era completamente diferente. Sin saber nada acerca de la etiqueta para tales ocasiones oficiales, preocupada, apretó el extremo de la espada y le tendió la llave al caballero.

“Eso es así. Lo siento. Bueno, ya que estás aquí, pasa esto por mí.”

“Chica… ¿qué tan grosera puedes ser…? ¡Atrás!”

Furioso, el caballero puso fuerza en su espada. Sin embargo, a pesar de que solo fue pellizcada por una niña pequeña, fue incapaz de mover su espada e hizo una expresión de asombro.

“Reinard, tráeme eso.”

La voz del niño habló brevemente.

“¡Pero Salomón-sama, esta chica es demasiado irrespetuosa!”

“Te lo dije desde el principio, ¿no es así? Esto está dentro de las predicciones. O qué, ¿quieres hacerme esperar un poco más?”

Al ver a Reinard marchito cuando Salomón lo miraba, Mira pensó que podría haber hecho algo malo, pero al ver su actitud cuando él arrebató la Llave Maestra, hizo cambiar su opinión.

Mira soltó la espada de su pellizco. Reinard fulminó con la mirada a la mano blanca y delgada de Mira que se asomaba por la bata y decidió que debía haber usado algún tipo de hechizo sombrío, él aumento más su guardia hacia ella.

Mientras tanto, al ver que la situación se había calmado, Galet se sintió aliviado de que la escena no terminase en una tragedia.

Mientras que Mira volvió a su posición original, Salomón recibió la Llave Maestra de Reinard y confirmó que, sin lugar a dudas, era la llave de la Torre de invocación.

“Ciertamente, no hay duda de que esta es la pertenencia de Danbulf. Dado que un elemento como este pasó de Maestro a Discípulo, su identidad es sin duda alguna genuina.”

Después de decir eso, Salomón le pasó la Llave Maestra a un guardia cercano, que se la llevó a Mira.

Una vez que Mira la recibió y la puso de nuevo en la caja de objetos, apartó la mirada de Reinard, quien aún seguía mirándola.

“Ahora que lo confirmamos, cambiemos de lugar. Discípula de Danbulf, me gustaría que me contaras lo que le sucedió durante esos treinta años de desaparición, ¿te importa?”

“Mm-hm, en absoluto.”

Ella respondió al instante escuchando la oferta oportuna de Salomón.

“Bien, deberíamos ir a mi oficina. Allí podremos hablar con más calma. Todos, ahora pueden ir a unirse al banquete.”

Cuando Salomón dijo esto, Reinard dio un paso adelante. Al mismo tiempo, una sonrisa irónica apareció en la cara de Mira.

“Salomón-sama, incluso si ella es la discípula de Danbulf-sama, es demasiado peligroso para ti estar solo junto a esta chica desconocida.”

Reinard miró el rostro de Mira y, mientras hablaba a Salomón, le ofreció su consejo. (“La situación no está progresando, ehh.”)

Mientras que Mira era consciente de que ella misma era una existencia desconocida para él, al ver la lealtad fanática de Reinard, solo podía sacudir la cabeza, horrorizada.

“Reinard, ¿estás sugiriendo que perdería contra una niña como ella?”

Salomón habló con Reinard mientras se vestía con un aura poderosa. El rey Salomón, a pesar de su joven apariencia, no gobernó el país durante treinta años sin ninguna razón.

Este era un mundo donde el destino del país se decidía no solo por la política, sino sobre todo por la destreza marcial. Como alguien que continuó gobernando uno de los países en este mundo, la fortaleza de Salomón era bien conocida por todos.

“¡N-No, en absoluto! Sin embargo, esta chica usa algunos hechizos sospechosos y deberíamos prepararnos para cualquier evento.”

Reinard habló de hechizos sospechosos, pero Mira no tenía ni idea de qué estaba hablando. Eso era natural, porque estaba malinterpretando lo que realmente era el lanzamiento de conjuros.

Ni siquiera consideró la posibilidad de perder en una competencia de fuerza contra una chica mucho más pequeña que él.

La razón de la fuerza de Mira fueron los efectos de todo el equipo que llevaba puesto, pero ella misma no sabía de qué estaba hablando, por lo que no podía refutarlo.

“Tu nombre es Mira, ¿verdad? ¿Tienes alguna voluntad de hacerme daño?”

“¿Con qué propósito haría eso? Todo lo que quiero es hablar contigo.”

Al escuchar la respuesta de Mira, Salomón sonrió como si se estuviera divirtiendo un poco.

“Es lo que ella dice. Y también tengo mucho de qué hablar con ella. ¿Podrías quedarte aquí abajo, Reinard?”

“Pero si por casualidad te sucediera algo, Salomón-sama, yo…”

Reinard apretó el puño para no rendirse. Pero entonces, el lanzador de conjuros que aún no había hablado, interrumpió este intercambio de ida y vuelta.

“Entonces, qué tal esto, Reinard y yo haremos guardia frente a la oficina. Si algo sucede podemos correr dentro. Mira-sama a un lado, ni siquiera Danbulf-sama podría hacerle nada a Salomón-sama antes de que intervengamos. ¿Qué te parece?”

“Ngh, nhhh… supongo.”

“Entonces hagamos eso. Personalmente, quería unirme al banquete, pero al ver a Reinard- san en este estado, supongo que debería acompañarlo. Los dos deberíamos ser suficientes, ¿no crees?”

El lanzador de conjuros hizo una propuesta y puso una mano en el hombro de Reinard.

“Eso es una buena idea. Lo siento Joachim, me aseguraré de hacer otro banquete en un futuro cercano.”

Salomón asintió fuertemente y tomó una respiración antes de levantarse.

“Oh no. No hay necesidad de eso. En su lugar haré que Reinard-san me invite algo.”

“Nghh…”

Incapaz de refutar Reinard hizo una expresión distorsionada. “Entonces vámonos.”

Dijo Salomón y avanzó, los tres lo siguieron caminando por el pasillo que conducía a la oficina.