Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 5

Capitulo 3: En La Tarde De La Luna Nueva

Parte 3

 

 

Al ver temblar a los soldados de los alrededores, Hatsumi solo sintió pena por ellos. Y luego, aunque tardíamente, el rey pareció entender lo que estaba diciendo.

“Entonces, Héroe-dono, ¿quieres decir que pase por alto la intrusión?”


“Anoche vino a visitarme y hablamos. Al final, realmente parece que es uno de mis conocidos”.

“También escuché que el intruso afirmó ser un buen amigo tuyo, pero ¿cómo puede ser eso cuando fuiste convocado desde un mundo diferente?”

“Aparentemente fue traído aquí por la convocatoria en Astel”.

“Hmm… Es posible, ciertamente, pero una historia bastante extraordinaria de hecho. ¿Hay alguna razón por la que le crea a este hombre?”

“El movimiento de su boca. Incluso hablando con usted como estoy ahora, Su Majestad, escucho las palabras que usa traducidas a mi propio idioma. Por lo tanto, lo que te escucho decir no coincide con el movimiento de tus labios. Pero ese no fue el caso con él, lo que solo puede significar que hablamos el mismo idioma”.

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“Ya veo. En otras palabras, ese bandido… Perdóname, ese hombre. Si realmente habla un idioma de su mundo, eso ciertamente parece corroborar su historia”.

“Además, podía contarme muchas cosas sobre mí. Parece que me conoce bastante bien”.

“Hmm…”

El rey era conocido por sonreír, sin importar la situación. Pero en este momento, estaba haciendo una mueca como si acabara de tragar algo muy amargo. Fue muy inusual para él, pero no fue el único afectado por la situación. Weitzer interrumpió la conversación con una actitud marcadamente perturbada.

“¿No hay duda?”

“Más allá de una sombra de duda. Hay muchas más razones para creerle que no”.

Al escuchar a Hatsumi decir eso, Weitzer parecía completamente estupefacto. El rey, por otro lado, parecía mortalmente serio.

“Sin embargo, este amigo suyo ha cometido el grave crimen de infiltrarse en palacio. No tengo ningún deseo de acusar a un amigo suyo de tal crimen… pero no hay nada que se pueda hacer al respecto”.

“Afirma que no tuvo más remedio que hacerlo. Dijo que no había forma de concertar una reunión oficial conmigo. ¿Es eso correcto?”

El tono de Hatsumi fue sorprendentemente un tanto de reproche. El rey hizo una mueca al escucharlo, tal vez porque no había esperado que ella mencionara tal cosa.

“S-Sí, esa fue una medida tomada para tu protección. Creíamos que los visitantes no deseados solo serían una carga para usted sin sus recuerdos”.

El rey estaba claramente agitado, y solo le sonó a Hatsumi como si estuviera poniendo excusas. Quizás esto tuviera algo que ver con lo que Suimei estaba tratando de decir la noche anterior. Mientras Hatsumi contemplaba esto internamente, continuó insistiendo en su punto.

“Entonces, ¿podríamos aceptar cancelar la ofensa?”

“Entiendo por qué lo preguntas, pero debo considerar mis deberes como rey… Permitir que se infiltre en el palacio no me sienta bien”.

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Hatsumi se dio cuenta de que el rey se resistía a estar de acuerdo con ella. Pero no podía soportar ver a Suimei tildado de criminal solo por arriesgar su vida para venir a verla. Como tal, cambió su enfoque y le habló al rey sin rodeos.

“Entiendo, Su Majestad. Pero si ese es el caso, tengo un mensaje para ti. Justo antes de irse, me pidió que le transmitiera las siguientes palabras: ‘Si planeas seguir jugando conmigo, quienquiera que me envíes, ya sean diez o veinte mil hombres, será mejor que venga preparado para ser aniquilado’. En esta situación en la que tenemos que unirnos contra los demonios, no creo que tengas tiempo de perder a tus soldados por tanta tontería”.

“Cielos…”

En algún momento, las palabras de Hatsumi habían adquirido un tono más amenazador. El rey dudó en responder. El mensaje de Suimei fue bastante altivo, pero el rey conocía la fuerza del héroe. Incluso si Suimei no tenía la bendición del héroe, si era del mundo de Hatsumi, tenía que ser bastante fuerte. Le dio una gran pausa. Weitzer, sin embargo, estaba indignado.

“¿Diez o veinte mil? Qué afirmación tan jactanciosa…”

Aunque no había peleado con él personalmente, Weitzer había visto el poder de Suimei por sí mismo. Sabía que era fuerte, sin duda, pero no indomable.

Vio a Gaius y Selphy derrotados a sus manos, pero ambos habían bajado la guardia. No era como si hubieran usado todo el alcance de su poder, aunque se podría decir lo mismo de Suimei, que solo estaba tratando de irse en paz.

“No creo que todo fuera jactancia, Weitzer”, aclaró Hatsumi. “Los guardias del palacio ni siquiera pudieron oponerse a él. Selphy y Gaius, ambos lo reconocen como un enemigo formidable, ¿no?”

“Puedes apostar que lo es. Incluso si lo subestimé, me sacaron de un solo golpe”, dijo Gaius con un resoplido amargo.

“Él… es realmente formidable. No siento que pueda ganarle a ese joven, no importa cuántas veces peleemos contra él”, respondió Selphy en voz baja.

Suimei había asestado un gran golpe a la confianza de ambos en sí mismos. Era un sentimiento único que solo alguien que realmente lo había enfrentado en combate podía entender.

Y después de que sopesaron sus opiniones, Hatsumi se volvió hacia el rey, que actualmente parecía bastante desconcertado.

“Y así, para evitar pérdidas innecesarias, Su Majestad, no creo que haya otra opción. ¿No lo reconsiderarás?”

“Pero ya sabes, Héroe-dono…”

Al ver que el rey todavía estaba rechazando, Hatsumi se impacientó y adoptó una actitud franca.

“Entonces hagamos esto. Si planeas hacerle daño, me pondré de su lado”.

“¡¿Qué?!”

“Ese hombre se enfrentó a un gran peligro solo para ver cómo estaba. Es correcto y justo que yo haga lo mismo para defenderlo, ¿sabe?”

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“M-Muy bien… lo cumpliré. Como dices, Héroe-dono, es apropiado…”

Su engaño intimidante funcionó a la perfección. El rey hizo una mueca de dolor antes de continuar.

“Entonces, ¿vino a Miazen para reunirse contigo, Héroe-dono?”

“No, dijo que originalmente vino aquí para buscar un medio para regresar a su propio mundo. Es probable que se diera cuenta de que estaba aquí después de llegar a Miazen”.

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“¿Un medio para regresar?”

“Si. No conozco todos los detalles, pero dijo que si iba con él, podríamos regresar en el momento en que lo encontrara. Por la forma en que habló, creo que aún puede encontrar la manera”.

Hatsumi transmitió la impresión que recibió de su conversación el otro día. La magia estaba fuera de su área de especialización, por lo que no tenía conocimiento de sus habilidades.

Pero basándose en su confianza, ella ciertamente creía que era algo que él podía lograr. Al escuchar esto, el rey reveló una expresión mucho más ansiosa que antes y se inclinó hacia adelante para hacer su siguiente pregunta. Esto parecía ser un asunto de gran importancia no solo para él, sino para todo el país.

“Héroe-dono, ¡¿es eso realmente cierto?! Si es así, ¿cómo respondiste?”

El sudor se estaba formando en su frente, y su rostro solo continuaba tensándose mientras esperaba su respuesta. Todos los demás en la glorieta se quedaron allí con la respiración contenida. Gaius, sin embargo, finalmente perdió la paciencia y se acercó pisando fuerte.

“Oye, no vas a decir que te vas con él, ¿verdad?”

“No, no lo estoy. ¿No dije antes que tenía la intención de derrotar a los demonios?”

Con esas palabras, la atmósfera helada en la glorieta se descongeló instantáneamente. Todos se sintieron aliviados al escuchar su respuesta.

“No nos asustes así. Es malo para mi corazón”.

“Lo siento.”

Echando un vistazo a las caras de todos, Hatsumi se disculpó por haberlos alarmado. Después de que todos se calmaron, sin embargo, volvió a encarrilar la conversación y dejó claras sus intenciones.

“Pero una vez que los demonios sean vencidos, estoy pensando en regresar a mi propio mundo”.

No era algo que hubiera pensado que podría hacer. Pero si había una manera, era una oportunidad que cualquiera en su lugar tomaría. Selphy y Gaius parecían profundamente inquietos mientras miraban a Hatsumi. Mientras todos estaban sin palabras, Weitzer habló.

“H-Héroe-dono, es en serio…”

“Si. Me han dicho que tengo una familia esperándome, un lugar donde están mis recuerdos”.

“Pero…”

“Lo siento. Me siento mal después de que todos me trataron tan bien, pero no puedo quedarme así. Estoy seguro de que mi familia está bastante preocupada…”

Por eso necesitaba irse a casa. Al ver lo profundamente que esta noticia sacudió a Weitzer, Hatsumi le sonrió en su corazón. Luego se volvió hacia sus otros compañeros que aún no habían hablado.

“¿Qué piensan ustedes dos?”

“En lo que a mí respecta, si eso es lo que quieres, entonces…”

“Eso depende de ti. Personalmente, me sentiré solo, pero ¿lo vas hacer?”

“Si…”

Selphy dudaba en decir algo, pero no Gaius. Dio una respuesta honesta y comprensiva, aunque parecía un poco más hosco y serio de lo habitual.

No estaba tan mal como Weitzer, que todavía estaba parado allí con una mirada amarga y nerviosa en su rostro. Hatsumi estaba un poco preocupada por lo pálido que se había puesto el rey, pero imaginaba que él se sentía de la misma manera.

Nadie dijo nada después de eso. Un silencio incómodo se apoderó de la glorieta que duró hasta que un soldado de repente entró corriendo al jardín.

Sin embargo, no era un guardia de palacio. Según su ropa, parecía un soldado de Larsheem. La forma en que tropezó con sus propias piernas mientras corría por el césped fue casi una payasada, pero era solo un testimonio de lo frenético que estaba. Los guardias del palacio que corrían con él lo ayudaron a avanzar, y finalmente llegó a la glorieta. Parecía exhausto.

“¡¿Qué pasa, hombre?! ¡¿Qué pasa?!”

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“¡Señor!”

El soldado saludó a Gaius con entusiasmo y luego se arrodilló. “¡Tengo un informe que presentar a Su Majestad inmediatamente!”


“¿Por qué estás tan asustado?” preguntó el rey. “Te advertiré que estás delante del héroe”.

“¡M-Mis disculpas, señor!”

El soldado inclinó la cabeza a modo de disculpa. Satisfecho, el rey volvió al asunto en cuestión.

“Entonces, ¿qué ha pasado? Viendo el estado en el que te encuentras, no puedo imaginar que sea algo trivial”.

Todo el mundo ya podía decir que algo grave estaba en marcha. La tensión aumentó en el aire mientras esperaban que el soldado sin aliento respondiera.

“¡La invasión demoníaca ha comenzado de nuevo!” Y así llegó a su fin el breve respiro de Hatsumi.

***

 

 

Actualmente, el territorio demoníaco ocupado se enfrentaba directamente a la tierra natal de Gaius, Larsheem. Originalmente había una franja de tierras fronterizas estériles entre los dos, pero los demonios se habían apoderado de la mayor parte cuando avanzaron por primera vez hacia la Alianza.

Había una gran cantidad de fortalezas simples en el área, todas sobrantes de los días de la primera invasión demoníaca hace siglos.


Hatsumi y los demás habían hecho retroceder al ejército de demonios lo suficiente como para que esas fortalezas ahora sirvieran como primera línea, y eso era exactamente hacia donde se dirigían.

Fue un viaje de cuatro días a pie, pero Hatsumi y sus compañeros se adelantaron a los demás con un pequeño grupo de refuerzos y llegaron allí a una velocidad asombrosa.

En el área de la fortaleza principal, los soldados trasladaban rápidamente los suministros a las tiendas. Preparándose para una batalla decisiva a gran escala, los hombres de cada una de las naciones de la Alianza se movían inquietos. Al ver todo esto a caballo mientras se acercaban, Hatsumi y los demás se detuvieron y desmontaron frente a una tienda en particular.

En el interior había generales que representaban a cada uno de los ejércitos de la Alianza y oficiales de estado mayor que estaban discutiendo la estrategia para la próxima batalla.

Hatsumi los conocía a todos de sus batallas anteriores. Ellos también la estaban esperando, así que ninguno de ellos se sorprendió por la llegada del héroe.

Como héroe, Hatsumi tomó el asiento de honor en la mesa, con Weitzer a su lado. Como la que la había convocado, Selphy ocupó su lugar detrás de Hatsumi. Después de que todos estuvieron sentados, Weitzer interrogó a los oficiales de estado mayor del ejército de Miazen.

“¿Cuál es la situación actual?”

“Actualmente, Su Alteza, los ejércitos de Larsheem y Miazen están formando el eje con soldados desplegados en ambos flancos. Creemos que el ejército de demonios tiene la intención de atacar de frente, y tenemos hombres en posición de enfrentarlos con defensas en capas”.

“¿Qué pasa con las fortalezas?”

“Las fortalezas del noroeste, al nor-noroeste, norte y noreste están bajo ataque. Los refuerzos se están moviendo allí ahora y están luchando con valentía, pero el ataque a la fortaleza del noreste parece ser particularmente severo. La situación es grave”.

Gaius dejó escapar un gemido al escuchar el ansioso informe del oficial de estado mayor.

“Pensé que habíamos dejado muchas fuerzas allí…”

“El número de demonios supera con creces el número de soldados desplegados. Por eso  decidimos enviar refuerzos estratégicamente a áreas críticas. También…”

El oficial de personal entró en más detalles, pero tan pronto como Hatsumi entendió lo que estaba sucediendo…

“Es una mala estrategia”.

“Tan perspicaz como siempre, Héroe-dono”, dijo Weitzer. “¿Crees que es una estrategia de desviación o dispersión?”

Weitzer pidió confirmación sobre la evaluación de Hatsumi. Después de que ella le devolviera la cabeza con una mirada de complicidad, Selphy asintió también.

“Es probable que la predicción de Hatsumi sea correcta. Mientras que el ejército principal de demonios se enfrenta a las fuerzas de la Alianza, varios destacamentos podrían estar empleando tácticas de distracción. O tal vez sea solo una trampa para atraer a los hombres. Quizás incluso el héroe”.

“Por eso creo que dividir aún más nuestras fuerzas es una mala estrategia”.

“En efecto. Las tácticas del demonio son bastante transparentes”.

Parecía que Hatsumi y Selphy estaban en la misma página. Cualquiera debería poder ver la escritura en la pared en esta situación. Era obvio lo que estaban haciendo los demonios. La gran pregunta ahora era cuáles eran sus motivaciones detrás de tal estrategia. Gaius volvió una mirada severa hacia el oficial de estado mayor.

“¿Cuál es la escala de los ejércitos de demonios que atacan cada fortaleza?”

“Aparte de la fortaleza del noreste, los demonios superan en número a los soldados desplegados en una proporción de dos a uno. Parece que las fuerzas están llegando continuamente a la fortaleza del noreste, y estimamos que nuestros hombres son superados en número cuatro a uno allí”.

“Eso es mucho…”

Con los soldados tan superados en número, estaban prácticamente atrapados en las otras fortalezas y no podían resistir mucho. Tenían el valor de aguantar un rato. Pero los demonios tenían la fortaleza del noreste tan inundada que era solo cuestión de tiempo antes de que cayera. Necesitaban urgentemente refuerzos, y muchos de ellos. Se necesitaría un esfuerzo considerable y concentrado para cambiar las cosas.


“Así que esos bastardos en realidad solo están tratando de separarnos, ¿eh? Es simple, pero efectivo. Por lo general, su plan es parecer que tienen un plan cuando en realidad solo están arrasando y merodeando. Es un frente. Un engaño”.

“Sí, esto puede muy bien ser lo mismo”.

Hatsumi reconoció la teoría de Gaius. Quizás era la única conclusión viable por ahora. No tenían suficiente información para determinar si había o no un plan más grande en acción. Mientras continuaba la conversación, la expresión del oficial de estado mayor se tornó amarga.

“Los hombres están aguantando por el momento, pero es natural que la fortaleza del noreste sea invadida a este ritmo”.

“Eso no es bueno, eh…” reflexionó Gaius.

“No. Una vez que esa fortaleza caiga, los demonios la usarán como puerta de entrada para inundar la zona con más fuerzas”, respondió el oficial.

Un pesado silencio quedó en el aire por un momento. Weitzer luego hizo avanzar la conversación.

“Entonces, ¿qué haremos con los refuerzos?”

“Nuestro plan principal, Alteza, es enviar más de ellos desde aquí. Y nuestro secundario… Mis disculpas, pero nos gustaría que Héroe-sama los guiara. ”

El oficial de estado mayor que propuso el plan estaba en posición firme. La razón por la que habían sugerido primero el plan principal  era probablemente una apelación reservada al héroe.

Por supuesto, fue la mejor mano para jugar. Pero unos simples oficiales y generales no tenían la autoridad para ordenar directamente al héroe que entrara en batalla. Sintiendo lo que le estaban pidiendo, Hatsumi asintió con determinación.

“No podemos permitirnos el lujo de permanecer inactivos. El número de refuerzos que podemos enviar a las otras fortalezas es limitado. Para que estemos listos cuando la fuerza principal del ejército de demonios haga un movimiento, no podemos prescindir de demasiados hombres”.

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“Entonces eso es todo”.

“Dado que nuestra tropa es móvil y bastante capaz, no hay otra opción que nosotros para manejar esto”.

Parecía que cada uno de sus compañeros estaba de acuerdo con ella.

“Entonces eso es suficiente charla. Nos moveremos una vez que se completen los preparativos, así que ocúpese de los arreglos”.

Hatsumi inclinó modestamente la cabeza ante los generales presentes, quienes se inclinaron nerviosos.

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