Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 5

Interludio 2: Akira Ono, El Jefe Final

Parte 2

El aceite de ballena, en este mundo, se había vuelto demasiado peligroso para adquirir de manera factible y había caído fuera de circulación.

Si bien el aceite podría usarse para la luz, emitía un cierto hedor que se sumaba a la atmósfera oscura de la habitación. Una parte de la pared estaba dedicada a una pintura de la madre de Olgan, e iluminada por la lámpara de aceite de ballena, la figura de la pintura estaba derramando lágrimas a través del parpadeo de la luz. “Veamos. Debería remodelar la habitación aproximadamente cada treinta años. Diez remodelaciones en 300 años… No me importa, querida hija. Me aseguraré de que no se aburra”.

Las palabras “300 años” hundieron el corazón de Olgan. Habría elegido la muerte sin dudarlo, pero este rey cruel no le permitiría el privilegio tan fácilmente. “Por favor…”, suplicó Olgan. “No te… desobedeceré de nuevo…”

“Has olvidado cómo mendigar en nuestro tiempo separados”. Con una expresión de disgusto, Belphegor golpeó su puño en la cara de Olgan, y repitió el movimiento dos y tres veces, causando que la cara de Olgan se hinchara y se enrojeciera por la sangre. “Querida hija… Sabes que ese no es el tono que debes usar cuando le pides un favor a tu padre”.

“No… más… ¿Por qué yo…? ¿Por qué siempre…?”

“¡Haha! Eso es un poco mejor,  pero está lejos de ser satisfactorio”. Belphegor le quitó la capucha a Olgan de la cabeza, revelando algo que no debería haber estado allí. “Me mantuve en silencio para preservar la integridad de nuestra reunión, pero ¿qué es esto?” Belphegor escupió. No había forma de que a Firebrand le crecieran cuernos. “¿Encontraste algo en la tierra de los humanos…? O quizás en las antiguas mazmorras. En cualquier caso, no puedo soportar ver cuernos en una sangre mixta”.

“P-Por favor… ¡No mis cuernos! ¡Por favor, cualquier cosa menos mis cuernos…!”

“¿Es esta la fuente de tu pequeña rebelión? Todo lo que necesitas es tu querido padre. Debemos despojarnos de esos… ¡Grah!” Belphegor agarró uno de los cuernos para arrancarlo de su cabeza, luego retiró su mano después de sentir una poderosa quemadura. “¡¿Que..?! ¿Qué es este calor…?” Era inconcebible que sintiera algo a través de su armadura invencible que bloqueaba los ataques físicos y la magia. La única excepción fue… “¿Un hechizo de clase 6…? ¿En esos cuernos pequeños? Imposible… ¡Es impensable! Olgan… ¡¿Cómo te hicieron crecer estos cuernos?! ¡Dime!”

Al ver a Belphegor perder la calma, las lágrimas de Olgan finalmente se detuvieron. Al mismo tiempo, su visión borrosa se recuperó y la habitación oscura se volvió más clara.

La vista que vio fue tan atroz como siempre, pero había un pequeño rayo de esperanza. “Heh…” Olgan dejó escapar una pequeña risa. Había olvidado algo importante mientras estaba abrumada por la avalancha de sus peores recuerdos.

“¿Qué es tan gracioso? ¿Ha olvidado las únicas acciones que se le permiten? Solo puedes llorar, gritar o suplicar la misericordia de tu padre. Nada más.”

“Estoy… protegida”

. “¿Qué es eso?”

“Incluso cuando estoy de vuelta aquí… estoy…”

Asfixiando a Olgan con una mano, el rostro de Belphegor se contrajo de frustración. Ella solía estar siempre llorando, suplicando piedad. Ahora ella estaba mostrando una racha de independencia, que lo irritaba mucho. “Inaceptable. Tus cuernos, tu actitud… Nada de esto es aceptable”.

“Ya no soy… tu juguete. Soy un verdadero demonio ahora”.

Belphegor se acercó al estante de madera y sacó una herramienta similar a un alicate, diseñada para pelar, pellizcar y torcer. “Será mejor que saque tu lengua primero… Me irrita los oídos”.

Para sorpresa de Belphegor, la expresión de Olgan no cambió. De hecho, se sacó la lengua de la boca. Si sus manos no estuvieran atadas, habría bajado un párpado para completar la tradicional demostración de insulto.

“Ya veo… no sé a qué te estás aferrando, pero parece que necesito aplastarlo aquí y ahora. Cambiaré las cosas”. Belphegor tiró las tenazas a un lado y tomó un frasco en su lugar

. “Te di demasiada tolerancia al experimentar con todo ese veneno… Pero este es excepcional. Probé varias aplicaciones en algunas bestias humildes, y fue bastante divertido”. Gran parte de la piel de Olgan fue envenenada como resultado de estar sometida a una exposición constante desde una edad temprana. Parte de su piel incluso se había vuelto escamosa. “Me pregunto qué crecerá en ti a continuación. ¡Quizás te conviertas en parte bestia!” Salpicó el veneno en la boca de Olgan y su expresión se torció. Le quemó la garganta y el estómago cuando un dolor insoportable se apoderó de ella.

“¡Lo sé! ¡Quizás te convierta en medio mono! Si te pareces a ellos, ¡esos simios de afuera podrían atraparte! ¡Wah ha ha ha!” Belphegor se echó a reír y aplaudió, asegurándose de que, ahora, las cosas estaban como deberían ser. “Eso significa que debo reunir una horda de monos vivos…” Con una mano en la barbilla, Belphegor se paseaba en círculos, sumido en sus pensamientos.

Siempre que encontraba algo que realmente despertaba su interés, Belphegor dejaba de lado su pereza y se volvía increíblemente productivo. “Lo sé. ¡Haré que ese holgazán vaya a cazar simios! Necesito calcular la fórmula para el nuevo… ¿Hm?”

Un ruido sordo estremecedor vino desde arriba. Belphegor miró hacia el techo y vio que algunas piezas de roca se estaban desprendiendo de las vibraciones. Nunca antes había sentido temblar sus catacumbas meticulosamente construidas, por alguna razón. “Un terremoto… Entonces,

¿por qué vendría el sonido de arriba…?” Belphegor notó astutamente que Olgan estaba comenzando a sonreír mientras veía la roca y el polvo caer del techo. “¿Qué? ¿Ya estás alucinando por el dolor? ”

“Heh… No pensé que lo haría aquí”.

“Querida hija… Es demasiado pronto para perder la cordura”. Belphegor temió que se hubiera roto demasiado rápido.

Sin embargo, la expresión del rostro de Olgan era de exasperación aliviada. “Aparentemente… esta es una… estrategia de veteranos…”

“¿Adónde vas con eso?” Belphegor gruñó cuando el temblor se intensificó, los ruidos destructivos se acercaron rápidamente a la cámara de tortura. Justo cuando los oídos de Belphegor empezaron a sonar, su visión tembló y un gran agujero se abrió en el techo. “¡¿Que…?!”

En medio de la nueva llovizna de roca y una nube de polvo, una silueta oscura se elevó del suelo. Una figura descarada, sosteniendo a una mujer a su lado.

“¡¿Q-Qué estás pensando…?! ¡Pensé que iba a morir! ¿Sabes qué? ¡Estoy bastante segura de que lo hice!”

“Te dije que te arrepentirías…”

“¡No me dijiste que ibas a zambullirte en las catacumbas! ¡¿No tienes sentido común?!”

“Tú no eres quien para hablar…”

La visión de Olgan se volvió borrosa al escuchar la voz, que la sintió nostálgica después de todo lo que acababa de pasar. No podía expresar con palabras lo aliviada que estaba si lo intentaba.

Incluso Belphegor no pudo ocultar que fue sacudido por el repentino intruso. “Puede que seas el invitado más intrusivo que he tenido… ¿Cómo llegaste aquí?”

El Señor Demonio bajó a Mynk y miró a su alrededor… Una habitación terriblemente oscura y deprimente llena de innumerables dispositivos de tortura. “¿Eres el padre de Olgan? Solo por tu armadura de mal gusto y está espantosa habitación, he aprendido más sobre tu estúpida vida y tu carácter de lo que me gustaría”, declaró el Señor Demonio, enfrentándose al principal contendiente por el próximo Rey de los Demonios. Con una mirada alrededor de la habitación, supo que él y Belphegor nunca llegarían a un punto de entendimiento.

Belphegor ignoró al Señor Demonio y se volvió hacia Olgan. “¿Es esto a lo que te estás aferrando…?” Parecía genuinamente decepcionado. El hombre era un simple humano, al igual que la mujer que estaba a su lado. “Fue un buen toque entrenar a esos simios, pero aparentemente eso fue lo último… Parece que debo prepararte bajo mi cuidado”.

“Yo nunca…”

Al ver a Olgan responder con respiraciones superficiales, la expresión de Mynk cambió. Pudo ver por el abundante sudor en su cara que Olgan claramente había sido envenenada. “Olgan no se ve bien… ¡Creo que ha sido envenenada!”

“¿Primero una maldición, ahora veneno…?”

Belphegor arrojó a Olgan, todavía encadenada a la silla, a los dos intrusos. Parecía estar perdiendo interés. “Mi querida hija ha bebido mi nuevo veneno… Partes de su cuerpo cambiarán primero, pero morirá si se deja sola. ¿Qué harás ahora?” Belphegor abrió los brazos, esperando un espectáculo. Quería hacer algo para olvidar la decepción de que la determinación de Olgan dependiera de un humano.

“¡Vamos, Olgan! ¡Bebe esto!”

“Mynk…”

Mynk sacó un antídoto y lo vertió a través de los labios de Olgan, pero su expresión de dolor no cambió. Cualquiera de su magia de antídoto Light o Holy solo dañaría a Olgan. El hecho de que nunca antes había necesitado un antídoto para ningún veneno volvió a morderla.

Al ver a Mynk atender frenéticamente a Olgan, Belphegor habló, frustrado. “¿Crees que tus antídotos humanos harán algo con un veneno de mi creación? A este paso, todo el cuerpo de mi hija se convertirá en el de una bestia inmunda”.

El Señor Demonio, mientras rompía las cadenas de Olgan, no pudo evitar preguntar: “¿Por qué envenenar a tu propia hija…? ¿Sacas algo de esto?” No podía entender una sola línea de pensamiento dentro de esa brillante armadura.

Belphegor negó con la cabeza y se rio entre dientes ante la pregunta. “Los humanos de hecho son más bajos que los simios… Por supuesto, tu cerebro del tamaño de un insecto no puede comprender. Esta es una muestra de mi amor, como gobernante de todos, y una forma de educación para mi hija”.

“A esto lo llamas amor y educación, ¿eh…? Nadie elige a sus padres, supongo”. El Señor Demonio sacó la pequeña ficha que había guardado con cuidado sobre él, un objeto raro que una vez se llamó Empire Mint en el juego. Era el mismo que Akane había encontrado el otro día, y era su único Mint hasta ahora.

“¿Qué?” Belphegor se rio. “¿Qué mayor honor hay que nacer como hija de mí, el próximo Rey de los Demonios?”

“¿Quieres ser un recorte de cartón? Qué cómico… Cash In”. El Señor Demonio se burló y abrió su pantalla de administración. Eligió el Neutralizador, un arma que alguna  vez fue popular en el juego que neutralizaba el veneno. El veneno era una de las condiciones de estado más prevalentes, infligida al revestir armas, dosificar comida o bebida, o mediante la habilidad. “Este Neutralizador elimina todos y cada uno de los venenos de tu sistema”. Una luz brillante apareció sobre el Señor Demonio, en el que se llevó la Mint. Luego, un vial azul se materializó y flotó suavemente hacia abajo. El vial estaba envuelto en fractales de luz, lo que le daba la apariencia de un objeto divino del cielo.

“¿Qué es eso? ¿Qué hiciste, humano?”

Ignorando el comentario de Belphegor, el Señor Demonio le arrojó el frasco a Mynk de una manera tan casual que ella se puso nerviosa después de atraparlo.

“¡O-Oye…! ¿No es este un objeto súper poderoso? ¡¿Por qué lo tiraste así?!”

“Dale eso.” El Señor Demonio encendió un cigarrillo, aliviado por una cosa en particular.

A mitad de la existencia del juego, los Empire Mints recibieron una historia de fondo de que Akane estaba a cargo de administrar su circulación. Como resultado, Akane siempre había aparecido durante un Cash In.

Su atuendo y su línea cambiaban cada vez, por lo que los jugadores habían crecido para llamarla la Diosa Mint o el Hada Mint, y eventualmente “Superestrella del Castillo Sleepless”. (Uf… Menos mal que era una versión anterior.) Akane apareciendo con un traje extraño habría arruinado el estado de ánimo, por decir lo menos.

Después de usar todo tipo de atuendos sugeridos por los jugadores, desde equipos de fútbol y béisbol hasta uniformes de enfermeras y asistentes de vuelo, el Cash In se había convertido en una especie de escaparate de cosplay para Akane. No importa qué artículo produjera, su apariencia solo debilitaría su gravedad.

“Olgan, bebe esto…” Mynk acercó el vial a la boca de Olgan. “Parece que está cosa podría atar tu alma, o algo… Pero los mendigos no pueden elegir…”

(¡¿Qué cree que son mis artículos?!) Resistiendo el impulso de pelear, el Señor Demonio cerró los ojos e inhaló humo, que instantáneamente aclaró su mente.

“¡Olgan, esto…!”

El Señor Demonio rápidamente se volvió hacia ellos.

“Es increíble…” murmuró Olgan. El Señor Demonio había pensado erróneamente que el Neutralizador era un fracaso. Sin embargo, el color incluso estaba volviendo a la cara de Olgan. No podía creer el cambio que su propio cuerpo había experimentado y estaba experimentando. “¿Estoy soñando…?” murmuró distraídamente. Incluso las viejas escamas de su piel comenzaron a caer, restaurando su piel original. Todo el veneno que la había afectado y permaneció con ella a lo largo de los años también estaba siendo neutralizado. Según el Señor Demonio, esto también debe haber sido solo un efecto natural del artículo.

“¿Señor demonio? ¿Qué hiciste? ¡¿Qué me hiciste que le diera a Olgan…?!”

“¿De qué estás hablando?” el Señor Demonio se puso firme. Él también se había sorprendido de que el artículo negara el veneno que la había afligido durante toda su vida.

“Primero, esa agua maldita, ¿ahora esto…? Algo anda mal contigo… El fénix negro, sellado dentro de mi ojo derecho, lo sabe”.

“Fénix negro… ¡Tú eres la que tiene algo malo con ellos! ¡Y te lo dije antes, eso era solo agua!”

“¡¿Cómo puedes siquiera decir eso?! Desde que lo bebí, el sello de mi mano derecha se ha aflojado, no me está escuchando… ”

Al ver a Mynk agarrar débilmente su mano derecha, el Señor Demonio miró hacia el techo, exasperado. Si bien el agua del monte Fuji y los Alpes era popular en Japón, no podía creer que esas caras botellas de agua fueran tratadas como una maldición en este mundo. “¿Qué opinas de la famosa Fuji Water? Le debes una disculpa al monte Fuji”.

“¿Qué es el monte Fuji…? ¡¿Es ese el nombre de algún dios falso?!”

El Señor Demonio dejó escapar un largo suspiro y creó otra botella de Agua Fuji. Lo produjo en parte porque quería defender el honor del monte Fuji, así como darle a Olgan algo para recuperar su fuerza. “Toma esto y descansa en la esquina”, dijo mientras se lo entregaba.

“Está bien… lo tengo…” Sin dudarlo, Olgan vertió un poco de agua en el cucharón y bebió. Mynk observó el intercambio, nervioso, antes de darse cuenta de que la piel de Olgan estaba recuperando rápidamente la humedad y la tersura, deshaciendo el tinte venenoso. Si bien Olgan tenía un físico más duradero que los humanos, su curación aún fue rápida, incluso para los estándares de Firebrand.

“Hm. Limpia bien. Prácticamente tienes piel de bebé”, comentó el Señor Demonio con sinceridad, pero no tan elocuentemente como la mayoría de las mujeres hubieran preferido sus cumplidos.

Mientras tanto, Olgan no sabía qué decir y mantuvo la cabeza gacha sin decir una palabra. Su apariencia descolorida y claramente maldita y / o envenenada solo había incitado a las personas a desviar la mirada o lanzar sus miradas de disgusto. Nunca antes nadie había felicitado por su apariencia.

Mynk entendió mal la reacción de Olgan y comenzó a intentar levantarle el ánimo. “Mantente fuerte, Olgan. Yo también bebí el agua, pero todavía no me ha quitado el alma. Superaremos esta prueba juntas”.

“Mynk, esto es solo agua… Excepto por sus increíbles capacidades curativas”.

“¡Eso es lo que ese demonio quiere que pienses! ¡Así es como los demonios y los estafadores encuentran una apertura en tu corazón para meter el pie!”

“¿Sabes que técnicamente yo también soy un demonio, verdad…?”

Además de los dos, el Señor Demonio se acercó a Belphegor, quien se había quedado en silencio y estaba visiblemente enfurruñado, con los hombros bajos y la espalda encorvada. “Estás mucho más tranquilo ahora”, comenzó el Señor Demonio. “¿No esperabas que te ocuparan de tu pequeño veneno?”

“Fuiste tú…”

“¿Hm?”

“Las flores de fuego en el cielo nocturno, los cuernos en la cabeza de mi hija… Tú eres el creador de cosas misteriosas. ¿Quién eres tú?”

“No hay necesidad de preguntar. Pronto nos separaremos”.

A pesar de la frialdad del Señor Demonio, Belphegor no pudo evitar sentir curiosidad por este humano en particular. “Conozco a los llamados ‘alquimistas’ que viven al oeste de las tierras humanas. ¿Eres tú uno de ellos?”

“¿Alquimistas? Suena incompleto. No conozco ninguno”, dijo el hombre más superficial de todo el mundo. Aun así, el mundo de su creación fue su núcleo. Mantuvo alejados los elementos externos y las filosofías, y nunca vaciló en su postura. En ese sentido, estaba extremadamente estático.

Para bien o para mal, siempre permaneció igual en cualquier situación contra cualquiera. “Soy quien soy. Restauraré todo en este mundo y eliminaré a cualquiera como tú que se interponga en mi camino”.

“Un humano sigue siendo un ser humano, no importa los poderes misteriosos que posea… Aparentemente necesitas algo de disciplina. Sería mi deber real educarte sobre tu posición en este mundo”.

“¿Real? Alguien piensa muy bien de sí mismo… Claro, jugaré contigo”. Con una sonrisa maliciosa, el Señor Demonio apagó manualmente Assault Queller. Temía que la función le impidiera incluso entretener a Belphegor.

Belphegor sacó la espada de su cintura y cargó hacia el Señor Demonio, quien esquivó la espada con facilidad y golpeó con el dorso de su puño en el costado de la cara de Belphegor. (¿Eh…?) A pesar del momento perfecto del ataque, no parecía que tuviera ningún efecto.

Los ojos de Belphegor se movieron, brillando maliciosamente. “Buen swing. Es casi una pena que seas un humano”.

“Hm…” El Señor Demonio sostuvo el Fuego de Sodoma por la empuñadura y lo preparó. Si bien fue diseñado para ser lanzado, también podría usarse en combate cuerpo a cuerpo.

Belphegor balanceó elegantemente su espada, como si estuviera bailando. “Los humanos son molestos… Ni siquiera podemos tener una conversación sin disciplina primero. Cualquier monstruo o demonio que se precie puede al menos medir la fuerza de su oponente sin luchar”.

“Gracioso… Esas palabras te perseguirán”. Después de detener los ataques de espada, el Señor Demonio cortó a Belphegor con el Fuego de Sodoma una vez que encontró una fracción de segundo de apertura. Sin embargo, no había un rasguño o incluso ningún daño, por lo que el Señor Demonio podía decir, en la armadura dorada. “Esa armadura no es todo después de todo”.

“¡Ten cuidado!” Mynk gritó desde la distancia. Parecía haber sacado a Olgan del área una vez que se inició el combate. “¡Esa armadura bloquea todos los ataques y la magia!”

El Señor Demonio vio que Olgan todavía estaba boca arriba, y aunque parecía estar lejos de estar completamente recuperada, ya se había curado lo suficientemente bien como para no estar preocupada por su vida.

Al mismo tiempo, Belphegor miró hacia arriba, como si su diversión se hubiera estropeado. “¿Echando a perder el truco ya…? Los humanos realmente no saben cómo divertirse”. Belphegor volvió a enfurruñarse y bajó la espada. Su tiempo de juego y la acción disciplinaria que estaba dispuesto a administrar acababan de perder mucha emoción. “No sirve de nada esconderlo ahora… Ningún ataque ni magia tendrá ningún efecto en mí. ¿Entiendes lo que eso significa?”

Sin una palabra, el Señor Demonio arrojó el Fuego de Sodoma. A pesar de volar a una velocidad increíble, el cuchillo no atravesó la armadura, como si estuviera protegido por una barrera invisible. “¿Entender ahora? Soy invencible. El rey invencible e infalible. Arrodíllate ante mí humano y usa tus poderes para servirme. Júrame tu lealtad y te librarás de cualquier amonestación”.

“¿Invencible e imbatible…? Sigues aburriéndome”.

“¿Eso es un rechazo…?”

“Para que lo sepas, mi mundo, por supuesto, tenía una armadura que negaba los ataques físicos o los Ataques en Cadena. Algunos redujeron o incluso negaron los efectos de los ataques de habilidad”.

“Humano… ¿De qué estás hablando?”

“Déjame enseñarte algo. Si creo una habilidad en particular, naturalmente tengo que crear otra habilidad que la derrote. Una contra, por así decirlo. Luego, necesito hacer un contra para esa habilidad, luego otro para la siguiente. La contra de una contra. Esta cadena continúa hasta que existe un entorno de suma cero. En mi mundo, era un gran círculo”.

Belphegor casi atacó al Señor Demonio por frustración, pero descubrió que no podía mover los pies. Ver al Señor Demonio hablar tan descaradamente lo hizo dudar por temor a algún truco inesperado bajo la manga.

“Decidir dónde utilizar los recursos limitados de SP y el dinero es fundamental. Uno puede reducir sus debilidades por completo o especializarse en un área específica. Las opciones variadas y las posibilidades infinitas le dan al mundo profundidad y estrategia. Los círculos pequeños y autosuficientes, cuando se combinan, forman un signo de infinito”.

“Deja de chirriar de inmediato”.

En lugar de obedecer, el Señor Demonio arrojó el cigarrillo a Belphegor. Lo golpeó de lleno en el casco y sacudió su cuerpo. Si bien la acción no causó daño al diablo, logró insultarlo. “El héroe invencible del bien tiene cierto encanto…” dijo el Señor Demonio. “Pero, ¿qué encanto posee una fuerza invencible del mal? Déjame ser franco. Eres aburrido.” El Señor Demonio se rio y encendió otro cigarrillo.

A pesar de que todavía sospechaba de una trampa, Belphegor había oído suficiente. Extendió sus alas y generó veinte esferas oscuras en el aire. Si bien cada uno de ellos era un hechizo de clase 2, se requería una cantidad increíble de magia para crear tantos.

Aun así, el Señor Demonio no se inmutó. “Para que lo sepas, no soy invencible. Preparé muchas armas y habilidades que podrían minimizar mis estadísticas, reducir mi HP y causarme un daño astronómico. ¿Cuál es el punto de un jefe final que no puede ser vencido?”

“¡Te dije que te callaras…! Multiplicado: ¡Esfera oscura!” Las esferas se elevaron hacia el Señor Demonio, explotando a su alrededor, una tras otra. Cada explosión dañaba al Señor Demonio y rasgaba su ropa. “Pequeño bicho… Parece que todos hablaban después de todo”. Belphegor creó muchas más Esferas Oscuras, listas para golpear constantemente al Señor Demonio sin darle la oportunidad de contraatacar. ¿Quién podría resistir un ataque  de fuego  rápido de este calibre? Incluso  ahora, el Señor Demonio estaba inmóvil, salvo por reemplazar el cigarrillo con este ataque.

“Después de lo mucho que me has insultado, no esperes una… muerte fácil…” Belphegor notó, en ese momento, que la ropa del ‘bicho insignificante’ que tenía delante se estaba recuperando rápidamente. Además, la sangre en su frente y el corte en su mejilla no estaban a la vista. “Gusano… ¡Vete!” Belphegor gritó, disparando otra tormenta de Esferas Oscuras. Si bien parecían causar daño al Señor Demonio, sus heridas, así como su ropa, continuaron sanando rápidamente. “¡¿Qué… engaño es esto?! ¡¿Qué estás haciendo?!”

“Me pregunto cómo se verá el registro…” El Señor Demonio intentó abrir los Resultados de combate, que había desactivado poco después de llegar a este mundo. Su cerebro se llenó de una rápida avalancha de texto:

¡La Esfera Oscura infligió 13 de daño! Habilidad de supervivencia: ¡Medita!

¡18 HP restaurados!  ¡Durabilidad restaurada de todas las armaduras!

¡Esfera oscura infligió 18 de daño! Habilidad de supervivencia: ¡Medita!

¡Restaurado 12 HP! ¡Durabilidad restaurada de todas las armaduras! ¡La Esfera Oscura infligió 16 de daño! Habilidad de supervivencia: ¡Medita!

¡Restaurado 27 HP! ¡Durabilidad restaurada de todas las armaduras!

Al ver el bloque de texto en su mente, se echó a reír. Sin importar el daño, se había curado tanto o incluso más después de cada golpe. Para agregar, la armadura usada por el Señor Demonio y sus consejeros poseía una durabilidad infinita, evitando que se rompieran.

“Seguías llamándote a ti mismo ‘rey’ o ‘rey de los demonios’ como si fueras un jefe final. Como dije, un jefe final invencible no tiene sentido… Como es uno que es demasiado fácil de derrotar, por supuesto”. El Señor Demonio se puso incluso otro cigarrillo en la boca y continuó parloteando como si estuviera dando clases particulares a un estudiante con dificultades.

“Un jefe final digno es aquel que solo puede ser derrotado cuando los mejores de los mejores jugadores de todo el mundo, los legendarios y casi omnipotentes que brindaron al mundo infinitas posibilidades y opciones, se unen como uno solo. ¿Quieres mi opinión? Alguien como tú que no deja de ladrar que es invencible y que apenas tiene poder para demostrarlo no es un jefe final, ni un rey valioso. En el mejor de los casos, eres el alivio cómico que aparece en la mitad de la misión principal”, dijo el Señor Demonio, escupiendo como si se hubiera engrasado la lengua con insultos de antemano.

“Nunca había esperado que un insecto me hiciera enojar tanto… No quedará ni una pizca de ti”. Belphegor acortó la distancia entre ellos y blandió su espada con un grito de batalla. La espada larga cortó el aire a una velocidad cegadora, pero nunca alcanzó al Señor Demonio. Una barrera en forma de panal había bloqueado la hoja.

“¿Qué…?”

“Al derrotar al jefe final, derrotas al mundo entero y lo acabas. Por lo general, un héroe único es el indicado para el trabajo. ¡No tienes derecho a pararte ante mí!” El Señor Demonio agarró la cabeza de Belphegor y lo arrojó contra la pared con una fuerza increíble. El extraño toro y la cama que estaban colocados contra la pared se hicieron añicos.

Belphegor se puso de pie, temblando de humillación. Si bien no había sufrido ningún daño, no podía imaginar una vergüenza peor que ser arrojado por un humano como si fuera un muñeco de trapo. “¡Tú… gusano!”

“Mostraré lo que es un verdadero jefe final, en lugar de una despedida. Función de administrador: modo de depuración, HP reducido, campo: Coliseo eléctrico”. Justo cuando esas palabras crípticas salieron de los labios del Señor Demonio, la habitación se llenó de niebla negra, que se concentró a su alrededor y formó un torbellino siniestro.

“¿Qué es esto…? ¡¿Qué está pasando?!” Belphegor sabía que se trataba de una crisis. Más exactamente, estaba de pie ante una criatura que no pertenecía aquí.

Como si las leyes del mundo estuvieran dobladas a la voluntad del Señor Demonio, su entorno cambió en un instante.

“Olgan… ¡E-E-E-Estamos…!”

“Hm… Así que este es el ‘viejo mundo’ del que hablaba…”

Estaban en medio de un enorme Coliseo creado digitalmente que contaba con un tamaño increíble y una audiencia de cientos de miles, todos vitoreando.

Estos eran el Pueblo de Dios, los ciudadanos del Imperio. Generado por tecnología de primer nivel, todos en la multitud parecían reales, incluso sus atuendos brillaban intensamente. Muchos en la multitud sostenían abanicos, barras luminosas y pancartas con el logotipo de Nine.

Algunos incluso tenían “Nueve” o “Hakuto” tatuado en algún lugar de su cuerpo. Los vítores de la audiencia ensuciaron los oídos. Esta fue una de las etapas diseñadas por Akira Ono, destinada a sacar del agua a cualquier jugador invasor y al mismo tiempo reclamar la ventaja del campo local. De hecho, hubo innumerables jugadores que fueron arrojados a este campo, solo para quedar asombrados por su entorno antes de ser destruidos inmediatamente por el Señor Demonio del Imperio.

“¿Qué es este lugar…? Estaba en… mi castillo…” murmuró Belphegor y se alejó del abrumador mundo digital que lo rodeaba.

Una voz burlona vino del remolino negro. “Bie… ¿Qué fue de nuevo? Bienvenido a mi mundo.” Su voz había cambiado a la de Hakuto Kunai, como corresponde al tirano que empapó el mundo en sangre.

El remolino negro giró más rápido, difuminando la silueta del Señor Demonio.