Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 5

Interludio 2: Akira Ono, El Jefe Final

Parte 1

——Castillo de Belphegor.

“¿Que eres…?” El Señor Demonio sopló humo blanco al encontrarse con el limo de color acero.

Curiosamente, el limo cubría un espejo.

Bienvenido a casa, Creador.

“¿Eh…?” el Señor Demonio espetó al texto en el espejo. No recordaba haber creado una criatura tan extraña, ni haber hecho nada más que justificara esta cosa llamándolo ‘creador’. “Me he visto envuelto en todo tipo de malentendidos en este mundo… No me digas estoy comenzando otro de ellos”. Lo último que quería era que esta materia inorgánica, que en el mejor de los casos era una mancha viscosa, tuviera algunas ideas equivocadas sobre él.

El limo no respondió, pero apareció otra línea de texto en el espejo.

¿Cambiar la configuración actual? SÍ / NO

“¿Configuración…?” El Señor Demonio entornó los ojos. En este mundo, la configuración que había diseñado para el juego lo había salvado innumerables veces, pero lo confundió y lo puso en peligro muchas otras veces. Esta fue una palabra en particular que no pudo ignorar. “Puede que me estés confundiendo con otra persona. No pareces antagonista, al menos”.

El espejo permaneció en silencio, mostrando la misma línea de texto en su superficie. Parecía carecer de capacidad para conversar. Aun así, el limo parecía perfectamente inofensivo, e incluso ligeramente alegre. El Señor Demonio se sorprendió de que pudiera sentir tal emoción en un limo.

Confirmar la configuración actual: Salte a B40. ¿Hacer cambios? SÍ / NO

“¿B40? ¿De qué estás hablando…?” La continua línea de preguntas del Señor Demonio quedó sin respuesta. Sintió que estaba tratando de conversar con una máquina, lo que le dio una idea. “Déjame reformular.

¿Quién hizo ese escenario?”

Búsqueda de nombre… Completa. Olgan.

“¿Olgan? Próxima pregunta. ¿Quién te creó?”

Creador.

“Eso de nuevo… ¿Quién es este creador?”

Creador.

Al ver las mismas letras parpadear en la pantalla, el Señor Demonio dejó escapar un suspiro. No parecía haber nada que ganar si continuaba con esta extraña conversación.

Todavía no sabía por qué no había nadie fuera del castillo, a pesar de sus planes de reunirse allí. (Incluso la Comunicación está deshabilitada aquí, de alguna manera… Es mejor asumir que están en problemas).

Incluso en su Juego, los combates a gran escala, los asedios, las peleas de  eventos y las peleas de jefes vinieron con accidentes inesperados, lo que lo convirtió en un profesional al tratar con ellos. (Si Olgan hizo el escenario, tiene que significar algo… ¿Es una nota que me dice que la encuentre allí? En cualquier caso, no puedo ignorarla) .Además de la evaluación calculada del Señor Demonio, la mayor El motivador era que no podía molestarse en bajar cuarenta pisos solo.

“Salta, ¿eh…? Muy bien. Envíame al destino que Olgan estableció”. Esto hizo que la baba se retorciera alegremente hacia él. Fue más que un poco aterrador. “¿Por qué… te estás acercando? Es un poco espeluznante… Esp—”

Aspirado por el espejo, el entorno del Señor Demonio cambió en un instante. A pesar de que supuestamente estaba bajo tierra, el Señor Demonio notó que los techos eran altos y las paredes se veían resistentes como si estuvieran hechas de concreto. (¿Qué lugar es este…? Me recuerda al Bastille Dungeon.) Este parecido solo se reforzó aún más por lo intensamente iluminado que estaba el espacio.

Con algunas excepciones, aquellos con Hellion o sangre de monstruo no pudieron usar el poder de la Luz. Por lo tanto, a menudo usaban humanos y Anima como esclavos para construir cualquier cosa que necesitaran. Con catacumbas de esta magnitud, el número de esclavos utilizados para el trabajo fue sin duda alguna en el estadio de béisbol de decenas o cientos de miles.

(En cualquier caso, no puedo dejar ese espejo ahí arriba…) Después de observar lo que le rodeaba, viajó rápidamente a la habitación con el espejo. Al ver al Señor Demonio reaparecer, el limo felizmente asomó un miembro en forma de brazo y lo agitó de un lado a otro, como si estuviera saludando a un viejo amigo. “¿Qué eres, realmente…?” murmuró el Señor Demonio.

“Parece que me causarás más problemas si alguien te ve, así que vienes conmigo”. Sacó su carpeta de artículos en forma de pergamino, tomó el limo por su miembro y la guardó en la carpeta.

Z COPIA 07

El texto que apareció en su carpeta de artículos envió algo arrastrándose por su espalda. Una cadena de texto sin emociones que no se parecía en nada a un elemento.

El Señor Demonio sintió como si hubiera vislumbrado la naturaleza del “Creador”, quien probablemente nombró la cosa.

“Todos en este mundo odian los nombres normales…” El Señor Demonio intentó, sin éxito, reírse de ello. El surco de su frente solo se hizo más profundo. (Olvídalo. No es el momento de entrar en eso…) Con ese pensamiento, el Señor Demonio viajó rápidamente de regreso a B40, escuchando atentamente cualquier sonido o señal de vida. Aunque no recogió nada de este piso, notó pasos débiles. “Supongo que bajaron”.

Mientras descendía más, el Señor Demonio no pudo evitar notar los esporádicos cadáveres de monstruos. Había muy pocos de ellos. (La puerta estaba abierta para empezar… No había nadie en el castillo allá arriba, y apenas había monstruos bajo tierra. Está demasiado desprotegido, incluso para que sea una trampa).

Había estructuras similares en el Castillo Sleepless que él había creado una vez, diseñadas para atraer a los atacantes solo para emboscarlos. Sin embargo, esas estructuras nunca fueron una solución permanente, ya que no tenían valor de reproducción en sí. Sus enemigos eran jugadores humanos, después de todo, no cadenas de código.

Los humanos siempre pensaron en el futuro, trabajaron juntos y persistieron en su investigación hasta que se trazó y analizó hasta el último rincón del lugar.

Después de 15 años de incesante curiosidad, el Castillo Sleepless fue despojado de sus defensas. La caída del Castillo Sleepless y la posterior conclusión del Juego no fue producto de la suerte o la coincidencia, sino una victoria obtenida por la determinación colectiva de los jugadores.

Para alguien como el Señor Demonio que se había involucrado en asedios enloquecedores día tras día durante más de una década, el estado de este castillo era más que descuidado, pero francamente perezoso.

“El amo de este castillo… No debe saber cuánto daño puede causar la complacencia”. El Señor Demonio siguió la leve sensación de movimiento y los pasos más abajo de las catacumbas. Si bien había algunas trampas en el camino, todas eran mediocres o ya habían sido destruidas por los simios.

Sin embargo, cuando bajó a B50, lo recibió una atmósfera completamente diferente. “¿Qué tipo de lugar es éste…?” Su primera impresión fue que era un salón de baile en ruinas, pero con un montón de cadáveres.

Las mesas, vasos, botellas de vino y frutas de aspecto caro fueron pisoteadas y destrozadas, y los pocos retratos que colgaban de las paredes estaban destrozados. El Señor Demonio vio al líder de los simios y al kappa en el suelo.

“Oye, si estás vivo, dilo”. Generó una botella de agua Fuji, como había hecho en la cabaña. La botella era tan grande que incluso venía con un cucharón. Al ver que los dos en el suelo apenas podían mover los brazos, el Señor Demonio levantó la botella y vertió parte de su contenido en la garganta del mono.

“Grmb … P-Para … ¡Grmbr!”

“¿Hm? Estás vivo, después de todo”.

“¡¿Estás tratando de matarme, Falso Dios?! ¡Porque casi lo hiciste!”

“Estás más animado que nunca”.

“Más animado… ¿Ooh-ah? Algo es extraño…” El simio negó con la cabeza con sorpresa mientras curaba rápidamente tanto 50 HP como Resistencia.

El Señor Demonio creó otra botella de Agua Fuji y fue a hacer que el kappa la bebiera.

“S-Señor  Oscuro…”  respondió  una  voz debilitada.  “Si  eso  es  agua…¿Puedes verterla en el plato en mi cabeza…?”

“¿El plato…?” El Señor Demonio vertió un cucharón lleno de agua con una expresión curiosa y lo arrojó sobre el plato del kappa.

El kappa inmediatamente habló. “¡Mm-mm-mm! ¡Esto es otra cosa! ¡Eso es lo que yo llamo refrescante!”

“M-Me alegro de escucharlo…”

“¡Dame más, señor! ¡Aquí mismo, en mi plato! ¡Dame otra carga de esas cosas buenas!”

“¡No, aléjate de mí…!” El Señor Demonio arrojó el cucharón al kappa y encendió un cigarrillo. No pudo evitar darse cuenta de lo difícil que era mantenerse serio con el dúo Journey to the West. “¿Entonces qué pasó?

¿Dónde están los otros?” No había visto a Olgan, Mynk o Akane por ningún lado. Lo único que vio a su alrededor fue una matanza espantosa.

“Aquí, Baldibald. No sé cómo, pero esta agua te da fuerzas”.

“¡Ge-foo! ¡Es muy bueno! ¡Mi plato está goteando!”

“¿Mojarse en el agua del Falso Dios? Qué puta kappa eres”.

“¡No es justo! ¡No puedo evitar lo que mi cuerpo necesita…!”

“¡Acabe con esa desagradable discusión!” El Señor Demonio había escuchado suficiente. Su conversación no iba a ninguna parte. “¿Cómo puedes estar perdiendo el tiempo en medio de toda esta carnicería?”

“Falso Dios… Mis hombres lucharon con cada gota de su fuerza. Sería una vergüenza para su líder llorar la muerte de orgullosos guerreros”.

“¡Ya veo…! No debería haber dicho eso”. El Señor Demonio lo dejó caer, viendo que el líder de los simios le había fulminado con una mirada penetrante. Se preguntó si el mono y el kappa simplemente actuaban sin ser molestados, independientemente de cómo se sintieran realmente. “Volvamos al camino. ¿Dónde están los otros?”

“Belphegor llevó a su hija a alguna parte, y la chica rara con vendas en los ojos la siguió. No sé adónde fueron”.

Con eso, el Señor Demonio comenzó a alejarse. Todavía no se habían encontrado con Akane.

“Regresamos al bosque, Falso Dios. No podemos eliminar a ese cobarde ahora mismo”.

“¿Volver por qué?”

“Con el permiso de Lady Tatsu, mataré a ese cobarde”.

“Ya veo. Entonces ustedes dos no necesitan volver aquí. Llévate a los humanos al salir. Por cierto, ¿hay conejos en tu nación que hayan venido de la aldea de Rabbi?

“¿Conejos? ¿Esos conejos híbridos a los que les gusta comer zanahorias?”

“Si alguno de ellos quiere volver con Rabbi, llévalo allí también”.

El simio líder consideró la solicitud por un momento, antes de finalmente hablar. “Falso Dios, ese cobarde es  poderoso. Ni siquiera tú puedes vencerlo”.

El Señor Demonio se detuvo un momento y luego se dio la vuelta. Su expresión no se vio afectada en absoluto. “No se preocupe. Las únicas cosas que pueden matarme son de mi propia creación”. Con eso, el Señor Demonio siguió el rastro de sangre hacia abajo.

El líder de los simios lo vio irse en silencio.

“¿Estás seguro de que no querías detenerlo?” preguntó el kappa. “No tengo fuerzas para detenerlo ahora”.

“Pero ¿y si muere? ¿Qué le diremos a la Gran Sacerdotisa…?”

“La mirada en sus ojos no era la de un hombre que camina hacia su muerte”. El líder de los simios miró a su alrededor, como para grabar la vista de sus camaradas en su memoria. “Incluso si el Falso Dios falla, mataré a ese cobarde… Así que descansa tranquilo”.

El mono y el kappa permanecieron en silencio durante algún tiempo antes de regresar a la superficie, en la dirección opuesta a la del Señor Demonio.

Mientras tanto, el Señor Demonio estaba escuchando una voz familiar. “¡Déjame ir…! ¡Olgan…!”

El Señor Demonio se acercó a la dirección de la voz para encontrar a Mynk cubierto por una mancha roja y gelatinosa. La cosa viscosa cambió de forma como por capricho, tomando la forma de una mano gigante, una silueta e incluso la propia Mynk. El Señor Demonio exhaló humo ante la situación que le recordó a una escena de un fanfic con clasificación X. “¿Qué estás haciendo?” preguntó.

“¡¿Señor demonio?! ¡Excelente! ¡Quítame este Limo Rojo!”

Como para rebelarse contra la súplica de Mynk, el limo extendió un miembro, vagando alrededor del cuerpo de Mynk. El Señor Demonio se quedó sin palabras ante la situación.

“¡Slimy, slimy!”

“¡Oye, quítate de encima! ¡Señor Demonio, date prisa!”

“Me encantaría ayudarte, pero la gravedad en este planeta es un poco más fuerte de lo normal…” El Señor Demonio deseaba tener un teléfono inteligente solo para poder tomar una foto.

Mynk, por supuesto, no encontró ningún humor en la situación. “¡¿Gravedad?! ¡Solo te sentaras y fumaras!”

“Es extraño cómo se mueve su mano”. El Señor Demonio se tomó su tiempo mientras apagaba el cigarrillo en su cenicero portátil, y no pudo evitar preguntarse por qué seguía encontrándose con lodos hoy. “Una criatura extraña… Esta también emite sonidos”. Cuando el Señor Demonio se acercó, el limo roja se deslizó fuera de Mynk y se abalanzó sobre el Señor de los Demonios ya que lo iba a enredar. Si bien el ataque fue más rápido de lo esperado, Assault Queller lo bloqueó naturalmente.

“¿Slimy, slimy…?”

“¿Eres como ese otro limo en el espejo? ¿O eres un enemigo?” El Señor Demonio agarró la baba roja por lo que parecía ser una prenda y la miró fijamente.

Al ver que el Señor Demonio estaba lo suficientemente cerca como para besar el limo, Mynk gritó. “¡No te acerques tanto a nada que me mire así!

¡Vas a violarlo, como un doujin!”

“¡Lo último que necesito es que compliques las cosas! ¿Cómo sabes acerca de los doujinshi en este mundo, de todos modos…?”

“Slimyyyy”. Habiendo visto lo superado que estaba, el Slime Rojo volvió a su forma de gota, encogiéndose hasta convertirse en un charco.

Después del encuentro con el extraño Limo anterior, el Señor Demonio fue más sencillo con este. “Este lugar se convertirá pronto en un campo de batalla. Si no vas a pelear conmigo, aléjate de este castillo”.

“Limo…”

El Señor Demonio levantó a Mynk. Antes de que pudiera preguntarle qué había sucedido, ella echó a correr. “Oye, ¿no puedes decirme?”

“¡No hay tiempo! ¡El padre de Olgan se la llevó!”

“Lo tengo, pero vas a tropezar con la impaciencia”.

“Qué, quieres charlar con el té— ¡ahh!” Mynk ya se había tropezado con algo y ahora estaba enredado en una cuerda y colgando del techo. Ella nunca habría tropezado con una trampa así si no hubiera corrido hasta el punto de perder la visión periférica. “¡¿Qué es esto?! ¡Señor Demonio, quítamelo de encima!”

“No puedes tomar un descanso, ¿verdad…? Y deja de moverte, te enredarás aún más”.

Mynk se agitó, de hecho se enredó aún más. Antes de que se diera cuenta, casi estaba practicando shibari.

“¿Qué estás haciendo…? Eres una masoquista natural en este momento”.

“¡Solo sácame de esto, ya…!”

“Ugh…” El Señor Demonio arrojó el Fuego de Sodoma para cortar la cuerda del techo. Mynk cayó de bruces al suelo. Ella miró al Señor Demonio, retorciéndose de dolor por la repentina planta de cara. Este fue un rescate de lo más irreflexivo e indiferente. “Espera. Tus heridas son profundas”.

“¡¿Cómo puedes decir eso?!”

“Y estos son para viajes de larga distancia… Manténgalos alejados cuando no los necesite”. El Señor Demonio suavemente tomó los Moon Shoes de los pies de Mynk. Recordó cómo a Akane le había gustado mucho la pareja, llamándolos uno de sus socios. El significado de que Akane se los prestara a alguien no se le escapaba. “Veo que te llevabas bien con Akane. Bueno, espero que ustedes dos sigan siendo amigas”.

“N-No es que…” Mynk no pudo evitar apartar los ojos del inusualmente tranquilo y gentil Señor Demonio. Sintió una sensación misteriosa, como si acabara de vislumbrar algo que nunca tuvo la intención de hacer. Aun así, la sensación le hizo cosquillas en la espalda.

El Señor Demonio guardó los zapatos en su Carpeta de Artículos y se puso de pie nuevamente. “Akane está… donde quiera que esté, así que está bien. ¿Dónde está Olgan?”

“Más abajo, creo… Los demonios de alto rango suelen tener cuidado de protegerse a sí mismos… Sí”.

Inseguro de lo que le quitó el ánimo a Mynk de repente, el Señor Demonio creó otra botella de Agua Fuji, en un gesto demasiado generoso. “Bebe esto y tómate un descanso. Iré a buscar a Olgan”.

“E-Espera… ¡Yo también voy! ¡No puedo quedarme sentada cuando ella está en peligro!”

“Entiendo tu deseo. Probablemente te arrepentirás”, advirtió el Señor Demonio, ambiguamente

Mynk tragó saliva. Nada le impediría ir con su pareja cuando lo necesitara. Bebiendo de la extraña botella, Mynk renovó su determinación. “No importa cuán poderoso sea el… Espera, ¡¿qué es esto?! ¡¿Elixir?!”

“¿Elix…? No, es solo agua”.

“¡Como si lo fuera! ¡No me lo digas! ¡Has entrelazado un vil contrato en este líquido que une mi alma contigo, o algo así! ¡¿No tienes vergüenza, Señor Demonio?!”

“Es solo agua”.

Dejando atrás al divagante Mynk, el Señor Demonio se dirigió hacia abajo. De hecho, independientemente de los efectos que poseyera, el Señor Demonio realmente no había producido nada más que una botella de agua.

***

——Una habitación privada, B ??.

Después de un largo tiempo de estar inconsciente, Olgan fue despertada por un dolor sordo en todo su cuerpo. Ella se movió y escuchó el ruido de las cadenas. Estaba encadenada a una silla con las manos atadas a la espalda, un rollo de cadena a sus pies… Una sensación familiar.

“Finalmente estás despierta”. Una voz habló, evocando una violenta reacción fisiológica dentro de Olgan. No podía imaginar una peor vista para despertar. “¿Te gusta la habitación?” continuó la voz. “Hice el lugar solo para ti”, se jactó Belphegor, extendiendo los brazos. La habitación era muy amplia y alta. A diferencia de los otros espacios de las catacumbas, esta habitación era como una cueva, con paredes de roca desnuda. “Mira las paredes. Son mi colección preciada. Los había reunido de todo el continente. He soñado con nuestro reencuentro, manteniéndolos meticulosamente y puliéndolos todos los días”.

Las paredes estaban llenas de diversos equipos de tortura. Justo en su entorno, además de hojas afiladas y objetos contundentes, agujas de todos los tamaños se alineaban en un estante de madera. La amplia sala estaba repleta de equipos creados con el único propósito de infligir dolor.

Olgan incluso vio algún tipo de cama que estaba hecha para sujetar a una víctima.

“Oh, ¿esto te llamó la atención…? Este es hábil. Desgarra las tripas del sujeto y extrae vivas sus entrañas. Con el giro de esta manija aquí, el criminal muere mientras ven cómo se enrollan sus propios órganos”, explicó alegremente Belphegor, luego se acercó a un gran objeto con forma de toro y le acarició la cabeza como si estuviera apreciando una obra maestra.

“Este es un toro de bronce. Su espalda se abre, donde se puede guardar al prisionero. Encierra al criminal dentro y lo asa al fuego. El calor convierte al toro en oro, lo que lo convierte en una vista majestuosa. Su boca está abierta, sintonizando los gritos moribundos en una hermosa nota”. Belphegor continuó acariciando al toro.

“Qué buen chico.” Acarició sus instrumentos con delicadeza y afecto que nunca le había mostrado a Olgan. “Y este cinturón, por ejemplo… Oh, este collar requirió bastante esfuerzo para hacer”.

Mientras Belphegor continuaba mostrando su colección, las lágrimas cayeron de los ojos de Olgan y ella comenzó a temblar por todas partes. El miedo de saber que todas esas piezas pronto se volverían contra ella era dominante. “Por favor no…”

“¿Hmm? ¡No puedo escucharte! Oh casi lo olvido. También presté mucha atención a la iluminación de esta habitación. Incluso me tomé la molestia de pedir aceite de ballena de una tierra lejana”. Belphegor se golpeó el pecho, como para enfatizar su arduo trabajo.