Kono Yuusha (NL)

Volumen 5

Capitulo 65: Una Despedida

Cuando regresamos del castillo del Señor Demonio, un hermoso cielo despejado se cierne sobre Termine. La malevolencia que se estaba tragando a Ixphoria debe haber desaparecido después de que Ultimaeus fue derrotado. Dentro del palacio hay una gran cantidad de soldados que esperan ansiosos que hablemos.

“Seiya Ryuuguuin ha derrotado al Señor Demonio”.

Jonde hace esta declaración con severidad. Después de un breve intercambio de miradas, los soldados estallan en gritos de alegría.

“¡El héroe derrotó al Señor Demonio!”

“¡Ixphoria se ha salvado!”

Mi corazón, sin embargo, está aislado del mundo a pesar de recibir una lluvia de elogios interminables, así que fuerzo una sonrisa en mi rostro. De repente, los soldados alborotadores se quedan en silencio. La reina Carmilla se nos acerca lentamente con sus guardias. Después de inclinarse profundamente ante Seiya y expresar su gratitud, me da la mano.

“Lo hiciste.”

La reina sonriente mira a su alrededor cuando nota algo extraño. “¿Dónde está Kiriko?”

“K-Kiri está…”

Después de que Ultimaeus perdió su maná y su cuerpo se convirtió en polvo, Kiriko también desapareció. Todo lo que queda es el colgante de flores que le di. Aunque lloré en el castillo del Señor Demonio hasta que no pude llorar más, puedo sentir que mis ojos se vuelven calientes de nuevo. La reina me rodea con sus brazos.

“Lo sé. Has pasado por mucho dolor”.

Mi mente se queda en blanco mientras entierro mi rostro en el pecho de mi ex madre mientras lloro, y durante esos pocos minutos, incluso olvido que soy una diosa.

Después de eso, se celebra un banquete en el palacio. Todos en Termine están invitados a venir y beber como iguales. Una camarera me ofrece vino. No suelo beber, pero hoy haré una excepción.

“Oye, dame un poco más de eso…”

“U-um, ¿Diosa? Ese fue tu sexto vaso, ¿sabes? Quizás deberías tomártelo con calma y… ”

“¡Cállate y tráeme todo el barril!”

“¡Eek! ¡Está actuando como un viejo borracho!”

Aparentemente entro en un frenesí de borrachera, pero no es ninguna sorpresa después de lo que pasó con Kiriko. Mis piernas se tambalean. Jonde y Seiya parecen estar charlando cerca, así que escucho distraídamente su conversación.

“En cualquier caso, todavía no puedo creer que esté vivo. Siendo no- muerto, he estado pensando para mí mismo, ‘Ojalá pudiera haber muerto en el lugar de Kiriko’. Un pensamiento sin sentido, tal vez, pero es algo que no puedo borrar de mi mente”.

Jonde, no te quedes así. Pienso eso para mí mismo. Seiya, por otro lado, admite:

“Sí, ese hubiera sido el resultado preferible”.

¡No tenías que ser tan directo al respecto…!

Mientras Jonde coloca una mano sobre su cabeza en un gesto desanimado, Seiya continúa:

“De todos modos, ¿qué quieres hacer? Puedo transferir tu alma a un esqueleto o algo mientras estoy aquí”.

“N-No, gracias. Me he apegado a este cuerpo. Estoy bien como soy”.

“Muy bien. Entonces déjame darte esto. ”

Seiya le entrega lo que parece ser una pequeña caja de madera a Jonde. En el centro muerto hay algunos botones.

“¿Qué es esto?”

“Es un detonador para hacer estallar las serpientes terrestres llenas de explosivos que envuelven tu cuerpo. Si alguna vez tu mitad no muerta se apodera de tu cerebro y sientes que no hay esperanza, presiona este botón y muere”.

“Oh ya veo. Un acto de bondad retorcido, pero lo agradezco, no obstante”.

“No necesitas agradecerme. Por cierto, consideré la posibilidad de que pierda el conocimiento y no pueda presionar el botón usted mismo, así que le di un detonador de repuesto a la reina”.

Seiya señala a la reina bebiendo vino en la distancia. Cuando le muestra el detonador, la reina saca un detonador y lo sostiene en el aire con una sonrisa también.

“¡Todavía tengo el mío!”

Uno  tras  otro,  los  soldados  y  las  camareras  también  sostienen  sus detonadores.

“¡Nosotros también tenemos uno!”

“¡Yo también!”

“¡Yo también!”

Mientras Jonde mira con mudo asombro, Seiya le dice:

“Les di un detonador a camareras y soldados en los que podía confiar en caso de que ocurriera algo inesperado”.

“¡¿Que…?! ¿No podrías repartir tantos de esos? ¿Qué pasa si alguien presiona accidentalmente el botón?”

“¡Ha-ha-ha-ha!”

Ver a Jonde entrar en pánico me hace estallar en carcajadas. Jonde se da cuenta y se acerca.

“¡Tsk! ¡Ese héroe es realmente algo…!”

“Bueno, eso es como Seiya. ¿No crees? ”

“Yo… supongo… P-Pero ¿realmente voy a estar bien? ¿En serio? No voy a explotar al azar ni nada, ¿verdad?”

“Este es Seiya de quien estamos hablando. Estarás bien. Probablemente haya algún procedimiento largo que deba seguir para detonarlo”.

“¡Tienes razón! ¡Eso suena como algo que él haría!”

Después de intercambiar una carcajada, Jonde me mira directamente a los ojos y susurra:

“¿Estás segura de que no deseas contárselo a la reina?”

Estoy segura de que se refiere al hecho de que yo fui la princesa Tiana en una vida pasada. Observo a la reina disfrutando de la conversación con algunos soldados en la distancia.

“Aria me dijo que, para tener un comienzo verdaderamente nuevo, las personas no retienen los recuerdos de sus vidas pasadas cuando reencarnan. Y… probablemente así deberían ser las cosas”.

“Princesa…”

“¡Oh! Pero no voy a olvidarme de ti ni de la reina… y, por supuesto, tampoco olvidaré a Kiri. Pero no creo que deba insistir en contárselo a la reina”.

“…Ya veo.”

Miro el rostro melancólico de Jonde.

“¡Y, Jonde! ¡Deja de hablarme tan formalmente como si fuera una princesa!

¡Es raro!”

“¡P-Pero, princesa…! ¡Debo mostrar mi mayor respeto…!”

Llevo  una  sonrisa  amenazadora  mientras  Jonde  le  da  la  mano  con humildad.

“Oye, me olvidé de decirte, pero… ¿recuerdas a ese pez-persona que te pateó el trasero durante el juicio de alistamiento para  la unidad del Emperador Bestia?”

“¡¿Qué?! ¿Por qué preguntas?”

“En realidad… ese era yo.”

“… ¿Eh?”

Después de un silencio…

“¡¡Maldita seas, Diosaaaaaaaaaaaaa!!”

Jonde grita furiosamente, persiguiéndome mientras me río y salgo corriendo.

“Rista, prepárate para irte”.

El sol ya estaba empezando a ponerse cuando Seiya me dijo eso. “¿Ya te vas? Deberías quedarte más tiempo y relajarte…”

La reina se resiste a que me vaya. El banquete probablemente durará toda la noche, así que no veo por qué no podemos pasar al menos un día completo en Termine, pero parece que Seiya tiene prisa por partir.

Probablemente ya no ve el sentido de quedarse aquí ahora que el Señor Demonio ha sido derrotado. La única razón por la que se quedó tanto tiempo es probablemente porque estaba preocupado por mí, ya que he estado deprimida desde la muerte de Kiriko. Después de decirle a la reina que tenemos que despedirnos, ella me sonríe alegremente.

“Bueno, para ser honesta… no me sentiré tan solo cuando te vayas”.

Señala las afueras de Termine. A lo lejos, casualmente parado cerca de la muralla del castillo, está Mega Rista.

“Porque un ángel de la guarda todavía vela por Termine”.

“Ha-ha… Probablemente no deberías confiar mucho en ella, según Seiya”. La reina Carmilla arruga los ojos mientras mira con nostalgia a Mega Rista. “Mis seres queridos siempre me dejan muñecas”.

Cuando era pequeña en mi vida pasada, le di a la reina una muñeca hecha a mano. Sin embargo, fue destruido por Grandleon…

“Sin embargo, esta vez me vas a dejar con una muñeca realmente grande”.

“¡¿Eh?!”

La reina sonríe. Casi se siente como… ella lo sabe. Ella se acerca y me envuelve con fuerza en sus brazos.

“Vuelve a Termine algún día. Eres bienvenida en cualquier momento.”

“Lo hare…”

Después de dejar ir a la reina, abro una puerta al mundo espiritual y camino con Seiya. Cuando me doy la vuelta por última vez, me encuentro con las sonrisas de la reina y Jonde, incluso Mega Rista, de pie detrás de los soldados, se despide inocentemente.

En el momento en que Seiya y yo ponemos un pie en la plaza del mundo espiritual…

“¡¡Rista!!”

Aria viene corriendo. Adenela y Cerceus también están cerca. De hecho, cuando miro más de cerca, me doy cuenta de que hay innumerables rostros familiares, como Rasti, la diosa del cambio de forma, y Nephitet, la diosa de los fantasmas, también. No digo una palabra.

En cambio, en silencio les doy el visto bueno y se convierte en una recreación del banquete en Termine. Las otras deidades nos colman de elogios como lo hicieron los soldados. En medio de la conmoción, Adenela me da un golpe en el hombro.

“R-Rista, parece que ahora eres una diosa de alto rango, t-también”.

“¡¿Eh?! ¿y-yo? ¿Una diosa de alto rango?”

“¡Por supuesto, Rista! ¡Acabas de salvar un mundo clasificado SS!”

Todavía no se siente real incluso después de escuchar a Aria ponerlo en palabras. Sin duda, eso se debe a que fue 100 por ciento Seiya quien salvó a Ixphoria mientras todo lo que hice fue quedarme allí. Me siento perdido porque, sinceramente, es difícil ser feliz en este momento. Eventualmente, sin embargo, Cerceus se me acerca.

“¡Gracias a Dios que el mundo se salvó! Kiriko y Jonde deben haber estado encantados, ¿eh?”

“Cerceus, sobre eso…”

“¿Hmm?”

Hago una pausa a mitad de la frase, luego sonrío alegremente mientras trato de mejorar mi humor.

“¡Ellos los están! ¡Estaban extasiados!”

“¡Me alegro! ¡Realmente espero que vuelvan a visitarnos algún día! Realmente me vendría bien su ayuda en el café”.

“Sí, estoy seguro de que algún día…”

“¡Entonces tengo que ir a lavar el delantal de Kiriko para que esté listo para ella!”

Cerceus agarra el delantal de Kiriko, un delantal que nunca se volverá a usar, y corre hacia la parte trasera de la cocina. Se me llenan los ojos de lágrimas mientras lo miro.

Me dirijo a la habitación de Ishtar sola después de eso para decirle que salvamos con éxito a Ixphoria. Sin embargo, cuando entro en su habitación, me encuentro con su mirada solemne.

“Ristarte, felicitaciones por salvar el mundo clasificado SS de Ixphoria. Y…” Ishtar inclina profundamente la cabeza hacia mí.

“Por favor, perdóname por mantener la verdad en secreto para ti”. Niego con la cabeza con una sonrisa.

“Incluso Seiya colapsó durante la batalla contra Celemonic después de enterarse de la verdad. Si supiera sobre el dilema entre el mundo y Kiriko, digamos que no habría podido manejarlo. De todos modos, nada habría cambiado. Entonces… era mejor de esta manera”.

Después de inclinarme una vez más, empiezo a despedirme cuando Ishtar me detiene.

“¿Realmente vas a ir?”

“Si.”

“Pero, Ristarte…”

Ishtar probablemente sepa exactamente lo que voy a hacer, ya que puede ver el futuro cercano. Aun así, insisto claramente:

“¡Soy la diosa de Seiya Ryuuguuin, después de todo!”

Después de retirarme de la habitación de la Gran Diosa, encuentro a Seiya apoyado contra una pared en el pasillo.

“Rista, abre una puerta. Necesito volver a Ixphoria”.

“Claro, pero ¿por qué?”

“Acabo de recordar que el anciano del pueblo de los Sabios me dijo que pasara por allí después de derrotar al Señor Demonio. Me olvidé por completo de eso”.

“Oh sí. Dijo eso, ¿no?”

“No es gran cosa, así que iré solo. Volveré pronto.”

Abro una puerta como siempre, asegurándome de que lleve a un lugar un poco alejado del pueblo de los Sabios. Seiya no pierde el tiempo en abrir la puerta, pero la cierra en el momento en que se da cuenta de que estoy justo detrás de él.

“¿Qué crees que estás haciendo?”

“Voy contigo.”

“Te dije que puedo manejar esto yo mismo”. Miro fijamente a la cara de Seiya.

“No te ‘olvidarías por completo’ de algo así. Actuaste como si lo hubieras olvidado a propósito para poder dejarme en el mundo espiritual e ir solo. ¿Cierto?”

Parece que di en el clavo. Seiya claramente frunce el ceño, así que me río con jactancia.

“¡Heh! ¡No me volverás a engañar como hiciste en Gaeabrande!”

“Eres un dolor en el trasero”.

Seiya deja escapar un suspiro.

“Ixphoria se ha salvado. Cualquier otra cosa es redundante”.

“¿Y qué es esta cosa redundante que quieres comprobar?”

“… Ese anciano en el pueblo de los Sabios, en realidad podría ser ese supuesto demonio”.

“¿Oh? ¿Y tú evidencia es…?

“No hay Imel en el pueblo de los Sabios. Observé a los aldeanos en la bola de cristal de Ishtar y memoricé los nombres de cada uno de ellos”.

“Estoy impresionada, Seiya. Muy inteligente.”

“Eso no es todo. El Señor Demonio dijo que su última onda de vida fluía hacia el Dios Oscuro mientras miraba en dirección al pueblo de los Sabios. Este Dios Oscuro es probablemente una entidad desencarnada. Supongo que dio órdenes al Señor Demonio y a los otros monstruos de alto rango de Ixphoria usando una bola de cristal o en su propio mundo interior”.

“Y el demonio ganó un poder tremendo con la muerte de Ultimaeus…”

“Exactamente. En otras palabras, puede que ya no sea una entidad desencarnada. Podría matarnos a ti o a mí ahora. Este demonio y sus habilidades son completamente desconocidos. Es muy posible que me maten si terminamos peleando”.

“¿Entonces por qué te vas, Seiya?”

“Para ajustar cuentas”.

“¿Estás preparado?”

Después de pensar un poco, Seiya responde: “De ningún modo.”

“Eso no es propio de ti”.

“Pero no puedo descansar hasta derrotarlo”.

“Sí… siento lo mismo.”

La expresión de Seiya es tan indiferente como siempre. Normalmente, no tengo idea de lo que está pensando, pero esta vez puedo leerlo como la palma de mi mano.

“No es necesario que vengas”.

Pero incluso entonces, me quedo muy cerca de Seiya. Me lanza una mirada penetrante.

“Quédate aquí.”

“No.”

“Quédate aquí.”

“No.”

“Te voy a golpear”.

“Adelante.”

“Quédate aquí.”

“No.”

Seiya levanta un puño en el aire, pero no me tapo la cabeza ni cierro los ojos hasta que finalmente baja la mano suavemente. Me río.

“Me salvas, te burlas de mí, me enamoro de ti y a veces te odio; ya ni siquiera entiendo lo que está pasando, pero… tú y yo, estamos juntos en esto”.

“Desafortunadamente.”

“Sí, sí.”

Le muestro a Seiya el colgante de flores que llevaba Kiriko. “Oye, ¿crees que puedo aferrarme a esto?”

“Se lo diste a Kiriko, ¿verdad? Es tuyo.”

“Por cierto, a Kiriko le encantaron los juguetes que le hiciste en el mundo de los espíritus”.

Seiya aparta la mirada tímidamente. Continúo.

“Gracias por darnos ese tiempo juntas. Nunca lo olvidaré.”

El silencio llena brevemente el aire entre nosotros hasta que Seiya murmura en voz baja:

“¿Lista para ir?”

“Si.”

Abre la puerta de Gate una vez más. Aunque demasiado cauteloso, Seiya no crea ningún golems esta vez. Quizás sepa que traerlos con nosotros sería un desperdicio. Después de atravesar el portal juntos, caminamos hacia el pueblo de los Sabios.

Nuestras manos se encuentran. Es casi extraño la naturalidad con la que nos tomamos de la mano. Por lo general, Seiya se alejaba, pero continúa abrazándome.

Nuestro vínculo se fortalece a medida que avanzamos, sin estar preparados y dirigiéndonos a una aldea que tal vez nunca abandonemos. Pero absolutamente no puedo perdonar a este demonio por jugar con el destino de Kiriko.