Kono Yuusha (NL)

Volumen 5

Capitulo 64: Algunas Cosas No Están Destinadas A Ser

 

 

No tengo palabras cuando veo la hoja de la otra espada desenvainada de Seiya. Es la espada asesina que se convirtió en polvo antes. Debe haber sintetizado uno nuevo con el material que estaba escondiendo cuando hizo la Gran Granny Rista Sword, también conocida como Holy Power Draining Sword: Revised. Seiya se enfrenta a Ultimaeus, que ya no es un dios sino un monstruo colosal, y empuja su hoja con forma de sierra hacia él.

“¡Estás ganando! ¡Puedes hacerlo!” Jonde aplaude mientras ve a Seiya tomar la ofensiva.


Estoy tan alterada que tampoco puedo contener mis sentimientos.

¡Se acabó! ¡No puedes derrotarlo, Ultimaeus! ¡Nunca tuviste una oportunidad contra este héroe!

“Ultimate Eternal Sword”.

Seiya corta el cuerpo del Señor Demonio usando la habilidad que aprendió de Adenela. La sangre brota de las heridas del Señor Demonio y pinta de violeta la sala del trono. El monstruo deja escapar un gruñido y cae al suelo.

“¡¡S-Sí!!”

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“¡Él lo hizo!”

Jonde y yo nos damos la mano y celebramos, pero… “Deja de fingir que estás muerto”.

La voz fría de Seiya hace eco.

“Todavía tienes otra vida, ¿no? No me cogerás con la guardia baja”.

Ultimaeus, decorado con cortes, se pone de pie lentamente. Seiya tenía razón. Aún no está muerto, pero jadea como un animal con la espalda contra la pared. Seiya se rompe el cuello como si estuviera listo para la siguiente ronda.

“Puedo seguir así todo el tiempo que sea necesario para morir”.

“¡H-Humano…!”

Ultimaeus muestra sus colmillos y brama. Probablemente estaba planeando usar su poder supremo recién descubierto para derrotar a Seiya, pero las tornas han cambiado. El Señor Demonio es con el que se está jugando ahora. El héroe tiene una clara ventaja.

¡¿E-Esto significa que mi muerte predestinada ha sido evitada?! ¡Estoy salvada!

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No hay duda de que podría haber muerto durante la última batalla. Tener mi energía divina casi completamente absorbida por el Señor Demonio es prueba de eso. Es por eso que Seiya me estaba esperando en el mundo espiritual para prepararme para lo peor. Aun así, todavía me salvó. Después de que Ultimaeus muera, Seiya, Jonde, Kiriko y yo podremos irnos a casa. Estaremos bien… o eso pensé.

“¡E-Espera! ¡Estás a punto de hacer algo que no se puede revertir! ”

Ultimaeus tensa la voz, pero Seiya continúa avanzando, sin prestar atención a los gritos del Señor Demonio. La atención de Ultimaeus se desplaza hacia mí.

“¡Detén esto, héroe! ¡O te arrepentirás!”

“¡¿Q-Qué estás balbuceando?! ¡Vas a ser el único que se arrepienta aquí!¡Ríndete ya, Ultimaeus!”

“Heh… ¡Heh-heh-heh…! ¡Heh-heh-heh-heh-heh-heh!” La risa vil de Ultimaeus resuena por toda la habitación.

“¡Yo… yo sé quién eres en realidad! ¡Tú, el Héroe… y una vida más se perdieron ese día cuando te maté!”

“…!”

“¡Escucha bien, reencarnación de la princesa Tiana de Termine! ¡Tus tres destinos están en la palma de mi mano!”

“¿Hngh…?” Gruño instintivamente.

Jonde también reacciona a la fuerte declaración de Ultimaeus, luego se vuelve hacia mí con total incredulidad.

“¡E-Eso no puede ser…! ¡¿Eres la reencarnación de la princesa Tiana…?!”

“Yo, uh… yo soy…”

Con mi tapadera descubierta, entro en pánico y le grito a Ultimaeus:

“¡¿Q-Qué quieres decir con que controlas el destino de Jonde, Seiya y yo?!”

“Oh, te equivocas, Diosa. La tercera vida perdida ese día no fue la de ese soldado no muerto. Pertenecía a ese”.

Sigo la línea del dedo del Señor Demonio, y mis ojos se posan en… Kiriko.

¿K-Kiri? ¡Espera, ¿qué?!

Me sorprende cuando miro a Kiriko. Está tendida en el suelo con indiferencia.

“¡¿Kiri?! ¡¿Qué pasa?!”

Después de apresurarme, sacudo su cuerpo, pero ella no responde. La luz de sus ojos parpadea débilmente. Mis ojos se desvían hacia el Señor Demonio.

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“¡¿Qué le hiciste a ella?!”

“No te equivoques, Diosa. No soy yo el culpable de su estado debilitado. Ese sería el héroe mismo”.

“¡Seiya nunca atacaría a Kiri!”

Sin embargo, cuando miro en dirección a Seiya, ya no está avanzando hacia Ultimaeus. Se queda quieto con una espada en la mano. El Señor Demonio luego señala a Jonde, aliviado de que el Héroe haya detenido su ataque.

“Por suerte, el alma de ese soldado no muerto parece estar intacta. Sin embargo, esa Máquina de Matar es diferente. Lo creé desde cero y usé mi magia para darle el alma de un humano muerto. El alma estaba contaminada y su fuente de poder fue transferida del mundo espiritual a mí”.

“¡¿Q-Qué estás tratando de decir?!”

“Es simple. Si me matas, esa Máquina de Matar también muere”.

“¡¿Q-Qué?!”

Verme entrar en pánico le trae al Señor Demonio una gran alegría.

“¡Mwah-ha-ha-ha! ¡Y eso no es todo! ¡El alma de esa Máquina de Matar no es cualquier alma! ¡Ha-ha-ha! ¡La sabiduría de ese demonio desafía la imaginación! Si bien uno puede esperar poco de un niño por nacer, ¡puede volverse capaz de mucho más una vez que se ajusta al circuito mágico de alto nivel de la Máquina de Matar!”

¡¿Q-Qué está tratando de decir?!

Ultimaeus sonríe como si toda la maldad del mundo hubiera encontrado un nuevo hogar en su rostro.

“¡El alma dentro de la Máquina de Matar pertenece al feto de la princesa Tiana!”

Un pulso violento recorre todo mi cuerpo. Miro a Kiriko en el suelo. ¡¿Kiri es mi…?!

“¡Estás mintiendo!”

“Oh, pero no lo estoy. Todo esto era parte del plan del Dios Oscuro. Para mí, esta es una carta de triunfo… y para ti, ¿supongo que podrías decir que es un acto de bondad? ¡Heh-heh-heh! ¡Porque conociste al niño que nunca debiste conocer!”

“¡No…! ¡Estás mintiendo…!”

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“¿Entiendes ahora? ¡Soy dueño de la fuerza vital de ese niño! ¡No puedes matarme! ¡Hya-ha-ha-ha-haaa! Ha-ha-ha—”

De repente, la expresión de risa de Ultimaeus se tuerce de dolor. Antes de que nos diéramos cuenta, Seiya ya estaba de pie frente a él y clavaba su espada en el estómago gigante del monstruo.

“¡¿S-Seiya?!”

Tan asombrado como yo, Ultimaeus grita: “¡¿No me crees?! ¡Todo lo que dije era verdad!”

Kiriko gime dolorosamente mientras su ojo parpadea aún más rápido que antes.

“¡Mira! ¡Ahí está tu prueba! ¡Esa Máquina de Matar está vinculada a mi última vida!”

“¡Kiri…!”

Pero incluso entonces, Seiya continúa acercándose poco a poco al Señor Demonio. Grito:

“¡Espere! ¡Seiya, detente!”

Seiya se detiene en seco, trayendo una sonrisa a los labios de Ultimaeus.

“Sí, así como así. Quieres pasar todo el tiempo que puedas con tu hijo, ¿no es así? ¿Qué tal si elegimos un camino que nos beneficie a ambos, héroe?”

Sin embargo, Seiya no se detuvo porque no iba a atacar.

“Cambio de clase: Hoja de hechizo de fuego”, murmura antes de cargar hacia el Señor Demonio.

Su espada mágica llameante abrasa la carne de la bestia. Ultimaeus gime y se retuerce de agonía.

… Prometí salvar a Ixphoria cuando estábamos en el mundo de los espíritus, y estamos a solo unos momentos de vengarnos a nosotros mismos. Y sin embargo… cada vez que miro a Kiriko y veo todo el dolor que siente, mi determinación vacila. Mi convicción se desmorona.

¡Kiri!

Ella va a morir. Kiriko, que siempre ha estado a nuestro lado, que incluso podría ser nuestro hijo, va a morir. Eso es miles, millones, de veces más doloroso que si yo fuera el indicado.

“¡Seiya, detente! ¡Kiri va a morir!”

Pero incluso entonces, Seiya continúa su asalto, ni una sola vez nos mira a Kiriko ya mí. Corro hacia Jonde y le sacudo los hombros.

“¡Jonde, detenlo!”

“Diosa, no, princesa Tiana…”

“Seiya es una persona muy escéptica, ¡así que probablemente no le crea! ¡Pero sé que Ultimaeus está diciendo la verdad! ¡Kiri es nuestro hijo!” Sin embargo, mendigar a Jonde no funciona. Baja los ojos.

“Finalmente me di cuenta. Acabo de descubrir por qué parecía que el héroe estaba perdiendo el tiempo en el mundo espiritual…”

“¡¿De qué estás hablando?! ¡¿A quién le importa?! Date prisa y…”

“Lo más probable es que el héroe ya sepa que las palabras del Señor Demonio son ciertas”.

“¡¿E-Entonces por qué no deja de atacar?!”

“Porque, desafortunadamente, no hay forma de salvar a Kiriko. Ni siquiera el héroe puede hacer lo imposible”.

“¡¿Q-Qué se supone que significa eso?! Seiya incluso salvó a mi madre,

¡la reina Carmilla! ¡Es un genio de uno en mil millones!”

“Y, sin embargo, hubo momentos en los que no pudimos salvar a alguien, como cuando él no pudo salvar a la gente de Fulwahna… Esto no es diferente”.

Incluso mientras hablamos, todavía puedo escuchar el sonido de la carne desgarrada. La espada de Seiya atraviesa el brazo de Ultimaeus, enviándolo volando con una fuente de sangre. Kiriko tiembla cada vez que el Señor Demonio resulta herido.

“¡Por favor…! ¡¡Detente!!”

Incapaz de retroceder por más tiempo, trato de correr hacia Seiya, pero Jonde me agarra del brazo.

“¡Princesa! ¡No debes!”

“¡Suéltame, Jonde! ¡Tiene que haber…! ¡Tiene que haber una forma de salvarla! ¡Siempre lo ha descubierto de alguna manera! ¡Incluso nos salvó a Mash, Elulu y a mí, así que tiene que haber una manera de salvar a Kiriko también!”

“No lo hay…”

“¡¿Cómo puedes decir eso sin siquiera intentarlo?! ¡Deja de actuar como si lo supieras todo!”

Jonde me aprieta el brazo hasta que comienza a doler, luego levanta furiosamente la voz.

“¡Seguramente ese hombre, ese hombre mórbidamente escéptico, la personificación de la cautela, consideró y agotó todas las posibilidades! ¡E incluso entonces, no pudo encontrar la manera de salvarla! Es por eso…”

Jonde aprieta los dientes y guarda silencio.

¿Consideró todas las posibilidades?

El “otro asunto”… Recuerdo que Seiya mencionó que tenía otro asunto del que ocuparse cuando estábamos en el mundo espiritual.

…Oh. Entonces Seiya lo sabía. Sabía que Kiri era nuestra hija. Se ha estado preocupando por todo él solo desde que derrotó a Oxerio e Ishtar le dijo la verdad.

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“Interesante. ¿Entonces puedo quitar el alma de este hombre de su cuerpo y colocarla en otro recipiente?”


… Eso fue todo para poder encontrar otro hogar para el alma de Kiriko. Usando la habilidad de Nephitet, pensó que podría transferir un espíritu de una cosa a otra y salvarla. Sin embargo…

“… estoy de vuelta donde empecé”.

No funcionó. Después de ver a la gente de Fulwahna volver al polvo, debe haberse dado cuenta de que sería imposible salvar a alguien si la fuente de su ser deja de existir. Pero Seiya no se detuvo allí.

“¿Hay alguna habilidad que te permita congelar permanentemente un objetivo?”

“Te avisaré cuando esté listo”.

“Aún no.”

“Solo espera un poco más”.

A pesar de estar preparado para la batalla final contra el Señor Demonio, Seiya continuó buscando por si aún había una posibilidad. Independientemente de lo que hizo o de lo mucho que lo intentó, no pudo encontrar una respuesta.

Antes de que me dé cuenta, las lágrimas corren por mis mejillas. Mientras Jonde vigila la batalla, murmura:

“Él derrotará al Señor Demonio y salvará a Ixphoria sin importar el costo, y esa es exactamente la razón por la que está aquí ahora”.

“¿Pero por qué…?”

“Porque si bien puede ser demasiado cauteloso y maleducado, sigue siendo un héroe”.

Con lágrimas nublando mi visión, miro al  héroe, envuelto en llamas, mientras se acuesta en el Señor Demonio. Ultimaeus intenta contraatacar, pero cuando balancea el brazo, las llamas lo queman y lo reducen a cenizas.

De repente, un toque demasiado familiar roza mi mano. “Rista…”

Cuando miro hacia abajo, Kiriko está sosteniendo mi mano. “¡Kiri! ¡Estas despierta!”

“Yo-yo estoy… tan feliz… Tú eras mi madre, después de todo… y Seiya era…”

Kiriko observa la espalda de Seiya mientras balancea su espada hacia Ultimaeus. Con los ojos inyectados en sangre, el Señor Demonio grita.

“¡Vas a matar a tu propia sangre! Llevarás esta carga para siempre, ¡un arrepentimiento demasiado grande para cualquier hombre! ¡Caminarás por el mismo camino al infierno que yo!”

Con su mirada de odio todavía fija en el Señor Demonio, Seiya exhala profundamente. El aura que irradia de su cuerpo se vuelve aún más intensa.

“¡Berserk: Fase 2.8…!”

“¡¡Tu futuro estará manchado de sangre!!” Kiriko habla con voz temblorosa a mi lado.

“Es extraño… debería tener miedo de que vaya a desaparecer… pero cuando miro a papá, no me siento asustada”.

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Kiriko aprieta mi mano.

“Cuando Kurio desapareció, pensé que no quedaría nada. Pero estaba equivocada. Incluso cuando cierro los ojos, mamá y papá están ahí…”

Aunque el Señor Demonio no puede bloquear los ataques de Seiya, un aura oscura envuelve su cuerpo mientras sus extremidades amputadas comienzan a crecer. Lejos de darse por vencido, ruge:

“¡Te-Te mataré! ¡Incluso si me cuesta la vida, te mataré! ¡Y esta vez, de forma permanente! ¡Te abriré el estómago, te arrancaré el corazón y destruiré tu alma! ¡Te haré gatear por el suelo como lo hice hace un año!”

El aire tiembla. Incluso puedo sentir a Kiriko temblar ante la determinación del Señor Demonio. Pero de la nada…

“Kiriko, dijiste que querías hacerte más fuerte, ¿verdad?”

Seiya se dirige a Kiriko sin siquiera apartar los ojos de Ultimaeus. “No tienes que cambiar nada de ti misma”.

“¡Seiya…!”

Justo cuando Kiriko grita el nombre de su padre, el Señor Demonio lanza sus cuatro brazos, envueltos en niebla negra, hacia Seiya.

El ataque cuenta con un poder y una velocidad increíbles, pero ni siquiera puede poner un dedo sobre el héroe. Envuelto en un aura de fuego después de superar el límite de su Modo Berserk, Seiya se mueve tan rápido que parece teletransportarse detrás de Ultimaeus. Para cuando el monstruo se da la vuelta…

“Phoenix Drive”.

Kono Yuusha Volumen 5 Capitulo 64 Novela Ligera

 

… la espada llameante vuela libremente por el aire, pintando círculos mágicos carmesí ante los ojos de Ultimaeus. Cada uno de sus brazos sale volando, quemando hasta convertirse en cenizas antes de golpear el suelo. Después de perder sus extremidades y caer de rodillas sin fuerzas, los ojos del Señor Demonio se mueven rápidamente, como si acabara de darse cuenta de algo importante en el fragor de la batalla.

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“Mi última gota de vida… está fluyendo hacia el Dios Oscuro… ya veo… Heh-heh-heh… Ahora entiendo…”

Ultimaeus, destrozado y derrotado, se ríe aún más fuerte.

“¡Ha-ha-ha-ha-ha! ¡No importaba si yo te mataba o si tú me matabas! ¡No era más que un sacrificio! ¡Todo era parte del plan de ese demonio! ¡Tus destinos no cambiarán! Incluso si me matan, ustedes, ninguno de ustedes sabrá jamás la pa —”

Pero las palabras del Señor de los Demonios son interrumpidas por el Impulso del Fénix que perfora su cráneo.

“¡¡Kiri!!” Lloro.


Toma su mano libre y la coloca sobre el colgante de flores en su pecho. Luego, con su última pizca de fuerza…

“Mamá… Papá… Gracias…”

Kono Yuusha Volumen 5 Capitulo 64 Novela Ligera

 

Justo cuando el cuerpo colosal del Señor Demonio colapsa con un ruido sordo, la mano de Kiriko se desliza fuera de la mía. La luz de su ojo, que siempre brillaba con tanta suavidad, desaparece, para no volver jamás.

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