Kono Yuusha (NL)

Volumen 5

Capitulo 53: Héroe Cauteloso

Salgo de la cueva para darle a Seiya una parte de mi mente, pero mi rabia se desvanece cuando salgo. Docenas de cubos de madera están alineados uno al lado del otro en el suelo, proyectando imágenes en vivo de lo que está sucediendo dentro y fuera de Fulwahna. Kiriko, Jonde y Seiya están reunidos alrededor de los cubos, que están conectados a las cámaras de la serpiente terrestre.

“Ahora. ¿Qué está pasando?”

“Lo sé, ¿verdad? Me desperté hace unos minutos”.

Los golems están recogiendo a la gente del pueblo, uno tras otro. “¡¿Seiya?! ¡¿Qué está pasando?!”

“Te lo dije. El enemigo se acerca, así que reuní a la gente del pueblo en un solo lugar para reducir las bajas”.

“O-oh… ¡Espera! ¡¿’Enemigo’?!”

Seiya, sin decir palabra, señala un cubo que muestra a algunos golems luchando contra un enorme dragón marrón.

“¡¿Un-Un dragón?! ¡¿Me estás diciendo que un dragón nos está atacando?!”

“Estas son imágenes en vivo de lo que está sucediendo al noroeste de aquí”.

Seiya me señala varios cubos después de eso, y el sudor frío me corre por la espalda.

¡¿Un cíclope?! ¡¿Y una quimera?!

¡Numerosos monstruos extraños están luchando contra los golems de Seiya en las afueras de Fulwahna!

Un lugareño se asoma a un cubo y grita: “¡M-Mira! ¡Es el Rey Escorpión! ”

Un colosal escorpión dorado aparece en la escena moviéndose en otro cubo.

“¡¿Q-Qué?! ¡Eso es imposible!”

Me giré en la dirección de la voz familiar para encontrar al Imprudente Seiya de pie detrás de mí con una cara de pánico.

“¡Derroté al Rey Escorpión! El cíclope, el dragón y la quimera: ¡todos estos son monstruos contra los que luchamos y derrotamos hace un año!”

¡¿Qué?! ¡¿Entonces eso significa que volvieron a la vida?!

La gente del pueblo que vio las imágenes se volvió hacia el Imprudente Seiya, con los ojos llenos de miedo.

“¡S-Seiya! ¿Estaremos bien? ”

El Imprudente Seiya desenvaina su espada.

“Yo me ocuparé de esto. Protegeré a la gente de Fulwahna”.

“¡Seiya…!”

Un coro de vítores resuena a nuestro alrededor. ¡E-Este Seiya es mucho más heroico! Pero…

“Simplemente te interpondrías en el camino. Quédate quieto.” El Cauteloso Seiya se burla de él.

“… ¿Qué?”

El Imprudente Seiya frunce el ceño, pero el Cauteloso Seiya no parece disculparse en lo más mínimo.

“Los golems que coloqué fuera de la ciudad ya están manejando a los enemigos. Además, mis serpientes terrestres también vigilan todo lo que sucede en la ciudad. No hay necesidad de ti”, comenta el Cauteloso Seiya, su tono algo molesto, antes de mirarnos. Jonde frunce el ceño y dice:

“El enemigo salió de la nada”.

“El Emperador de la Muerte probablemente tuvo un cambio de planes”.

“¿Un ‘cambio de planes’? ¿Qué quieres decir?”

“…Espera.”

En medio de su charla con Jonde, los ojos del Cauteloso Seiya se abren de par en par. Sigo su mirada y mi corazón da un vuelco. ¡El Imprudente Seiya se va de la ciudad! Después de chasquear la lengua, el Cauteloso Seiya lo alcanza, coloca una mano en su hombro y lo tira hacia atrás.

“¿A dónde crees que vas?”

“Voy a salir para derrotar al enemigo”.

“¿Eres estúpido? Ya te dije que no te necesitan”.

“¡La ciudad está siendo atacada! ¡No puedo simplemente sentarme y mirar!”

“Eres inútil. ¿Cuántas veces tengo que decirte eso? Eres incluso más débil que Jonde y Kiriko”.

Independientemente, el Imprudente Seiya responde con confianza: “Todo va a estar bien.”

Noto que la nariz del Cauteloso Seiya se contrae.

¡Oh, no! ¡Definitivamente está enojado!

Sintiendo  el  peligro,  me  deslizo  entre  ellos  y  trato  de  persuadir  al Imprudente Seiya de que se quede quieto.

“¡V-Va a estar bien! ¡Deja que los golems se encarguen de las cosas! En el peor de los casos, ¡podemos construir un muro alrededor de la ciudad con magia terrestre! ¿Verdad, Seiya?”

El Cauteloso Seiya asiente. Aun así, el Imprudente Seiya se mantiene firme. Mira al Cauteloso Seiya con una arruga entre sus cejas.

“Iré. Soy un héroe, y soy el que derrotó al Señor Demonio”.

“Derrotaste a un Señor Demonio débil de un mundo débil. Ni siquiera podrías derrotar a estos monstruos a tu nivel. ¿Cuántas veces tengo que repetirme?”

“No perderé. Tengo la justicia de mi lado”.

“Tú justicia es una broma”.

Esta vez, es el Imprudente Seiya cuya nariz se contrae. “¡Retira eso! ¡Has ido demasiado lejos esta vez!”

“Todo lo que hice fue declarar un hecho”.

¡Los dos Seiyas se miran como dagas! Me siento como si estuviera en alfileres y agujas. ¡La tensión entre ellos se siente a punto de explotar! Kiriko, sin embargo, grita:

“¡P-Por favor cálmense y miren los cubos!”

Cuando miro a uno, no puedo creer lo que ven mis ojos. El cíclope se desploma sobre su espalda mientras el dragón y la quimera están hechos pedazos.

“¡¿Qué…?! ¡¿Los golems ya ganaron?!”

Parece que los golems se encargaron de todos los enemigos mientras los dos héroes discutían. Dejé escapar un suspiro de alivio, pero el Cauteloso Seiya tiene una expresión severa.

“No bajes la guardia. La batalla aún no ha terminado. Si mi corazonada es correcta, solo está comenzando”.

Luego vuelve a mirar los cubos. ¡En poco tiempo, rastros de humo negro se elevan desde los cuerpos de los monstruos mientras forman una nube de oscuridad sobre Fulwahna!

“Soy Sirrusht, el Emperador de la Muerte, el que gobierna la muerte y la destrucción”.

De la nada, una voz resuena por toda la ciudad. Parece que viene de las profundidades del infierno. La inquietante voz continúa:

“Héroe, estoy impresionado. Si sus almas hubieran aceptado verdaderamente este mundo falso creado por el ritual del Dios Oscuro, se los habría tragado por completo y se habrían desvanecido en la nada”.

¡¿N-Nuestras almas habrían sido destruidas si aceptamos esta realidad?!

¡¿Seriamente?! Durante el tiempo que estuve en Fulwahna, comencé a pensar que habría sido más feliz aquí, y no solo soy yo. Estoy seguro de que Jonde y Kiriko sienten lo mismo. Pero… ¡eso era parte del plan del Dios Oscuro! ¡Podríamos no estar aquí si no fuera por el Cauteloso Seiya que nos espía y arruina el estado de ánimo!

Asombrado, Jonde le pregunta al Cauteloso Seiya: “No me digas… ¡¿sabías sobre esto?!”

“Consideré la posibilidad, obviamente”.

Como siempre, esta era una de las docenas… si no cientos de posibilidades que Seiya había tenido en cuenta. Sin embargo, sea cual sea el caso, el plan del Dios Oscuro ha fallado.

“Parece que no hay razón para mantener este mundo por más tiempo”. Las siniestras palabras del Emperador de la Muerte me aterrorizan.

“¡¿Está planeando deshacerse de la gente del pueblo?! Seiya, ¡¿qué debemos hacer?!”

“Escondí una serpiente terrestre especial en los bolsillos de cada uno de los habitantes del pueblo por si acaso. En el momento en que las serpientes los muerdan, sus espíritus serán extraídos de sus cuerpos. Apliqué el movimiento que Nephitet me enseñó”.

“¡Oh…! ¡Entonces todavía podemos ayudarlos incluso si pierden sus cuerpos!”

“Está lejos de ser ideal, pero deberían estar bien si vinculo temporalmente sus almas a una serpiente terrestre o un golem”.

Kurio mira ansiosamente a Kiriko.

“H-Hey, Kiriko, vamos a estar bien, ¿verdad?”

“¡Por supuesto! ¡Seiya siempre está preparado para cualquier cosa!” Kiriko dice con una nota alegre. Como si fuera una señal, Seiya chasquea los dedos.

“Ghost Bite”.

Toda la gente de Fulwahna colapsa y sus cuerpos astrales se salen de sus vasos físicos.

¡Increíble! ¡No puedo creer que Seiya se haya preparado para algo como esto! Todo el mundo va a estar bien… ¿Qué demonios…?

No puedo creer lo que veo. ¡Los cuerpos físicos de la gente del pueblo se están convirtiendo en arena y sus cuerpos astrales están desapareciendo!

“No funcionó…”, el Cauteloso Seiya murmura para sí mismo. “¿Q-Qué quieres decir?”

Hablando por el héroe silencioso, el Emperador de la Muerte dice:

“No puedes salvarlos. No hay escapatoria para aquellos que nunca existieron en este mundo para empezar. Una vez que el poder de la fuente, el poder del Dios Oscuro, desaparece, todo lo que se deriva de él también desaparecerá”.

La gente del pueblo a mí alrededor se desmorona uno tras otro, así que sacudo los hombros del Cauteloso Seiya en pánico.

“¡Seiya! ¡¿Qué hacemos ahora?!”

Seiya simplemente levanta el hechizo Ghost Bite sin decir una palabra, y sus almas regresan a sus cuerpos originales.

“No hay nada que podamos hacer.”

“¡¿Qué?! ¡S-Seiya…!”

Pensé que Seiya sería capaz de descubrir algo como siempre lo hace, pero ni siquiera se mueve. Solo la voz del Emperador de la Muerte rompe el silencio.

“Sería una tontería creer que incluso tú podrías salvar a la gente de un mundo falso. Ahora, disfruta de sus momentos finales. Observa cómo regresan sus recuerdos del mundo real… junto con su desesperación”.

Mientras ven cómo sus cuerpos se convierten en sedimentos, Glesden y Mirei murmuran:

“Oh, sí… Fuimos asesinados hace un año… por el ejército del Señor Demonio”.

“Oh, Kurio… Oh, mi dulce Kurio…”

Glesden y Mirei intentan caminar hacia Kurio, pero sus cuerpos se desmoronan y se esparcen por el suelo.

“¡Glesden! ¡Mirei! ”

Jonde grita. Kiriko deja escapar un grito ensordecedor: “¡Seiya! ¡Kurio está…! ”

Las piernas de Kurio se vuelven arena lentamente.

¡¿R-Realmente no hay nada que podamos hacer?!

Seiya sigue inmóvil, sin decir una palabra. Kurio mira a Kiriko y gime.

“Yo… yo ya estaba muerto…”

Mientras las lágrimas corren por sus mejillas, sonríe como un niño valiente. “¡Oye, Kiriko! ¡Será mejor que derrotes a ese Señor Demonio por mí!

¡Asegúrate de que no haya más personas como nosotros en este mundo!”

“¡Kurio…!”

“Me alegro de haber llegado a ser tu amigo, Kiriko”.

Antes de que la mano de Kiriko pueda alcanzarlo, la cara sonriente de Kurio se convierte en arena y desaparece.

“Sniffle… Esto es… Esto es demasiado… Qué cruel…”

Mientras  Kiriko  deja  caer  la  cabeza  con  desesperación,  la  voz  del Emperador de la Muerte resuena en Fulwahna una vez más.

“Regresen a las arenas, ustedes que ya no existen”.

No es solo la gente. Incluso los edificios de Fulwahna se desmoronan gradualmente. A pesar de esto, el Imprudente Seiya está apretando los dientes, todavía luchando desesperadamente contra el destino.

“¡¡Seiya!!”

Corro hacia al Imprudente Seiya. Está temblando.

“Cierto. Nada de eso era real. Nunca fui al pueblo de los Sabios. No pude proteger a mi amada… ni a nuestro hijo por nacer…”

El Imprudente Seiya se acerca al Cauteloso Seiya como si estuviera usando su última pizca de fuerza, pero sus piernas se desintegran y colapsa antes de alcanzarlo.

“Parece que tenías razón… Mi justicia fue una broma…”

De repente noto lágrimas en sus ojos. Esta es la primera vez que veo llorar a Seiya.

“Debería haber tenido más cuidado… debería haberme preparado para cualquier cosa, y luego prepararme un poco más…”

“¡Seiya…!”

El arrepentimiento del Imprudente Seiya es tan palpable que incluso yo puedo sentirlo. Mi corazón se está partiendo en dos y puedo sentir las lágrimas corriendo por mis mejillas.

“Tiana, perdóname…”, suplica con la mirada al cielo.

Incapaz de controlarme, lanzo mis brazos alrededor del Imprudente Seiya mientras se desvanece lentamente.

“¡Estoy bien…! ¡No necesitas preocuparte por mí!”

No hay forma de que él sepa que soy la princesa Tiana renacida, pero incluso entonces, él…

“Gracias, Diosa…”

Su voz es débil. Casi un susurro.

El Cauteloso Seiya mira al Imprudente Seiya. “Patético. Realmente eres un idiota.”

“Lo siento…”

“Pero no estaría aquí si no fueras un idiota”.

“Por favor… derrota al Emperador de la Muerte… y al Señor Demonio… Debes…”

“¿Con quién crees que estás hablando?”

Siento que puedo ver la sombra de una sonrisa en el rostro del Imprudente Seiya.

“Cuento contigo… Héroe Cauteloso”.

Inmediatamente después de eso, el cuerpo del Imprudente Seiya se convierte en arena y se esparce por los pies de Seiya. Es una vista tan cruel que no puedo apartar la mirada, y sin embargo… en cierto modo, se siente como si ambos Seiyas se fusionaran en uno.

“¡T-Todo se está convirtiendo en arena…!”  Jonde murmura con total asombro.

Antes de que me dé cuenta, estamos parados en medio de las ruinas del pasado. Dondequiera que mire, solo hay arena del desierto y los huesos de los perdidos. Las nubes oscuras ahora cubren el cielo mientras se retuercen en la forma de una calavera gigante.

“No se puede alterar el destino incluso después de un falso renacimiento.

“Aunque es una  mentira, una  segunda oportunidad  en la vida  no le permitirá a uno cambiar su destino. Experimentaron la muerte dos veces. Su desesperación se sobrescribió con una desesperación aún mayor, por lo que mi poder crece”.

Ahogado por la voz encantada del Emperador de la Muerte… “¡Kurio…! ¡Kurio…! ”

Kiriko solloza, sosteniendo la arena que una vez fue Kurio contra su corazón.

“¡Miserable monstruo…!”

Jonde aprieta el puño con furia. Ha pasado un tiempo desde que estuve así de cabreada. La gente de Fulwahna fue asesinada dos veces a manos de la calaña del Señor Demonio. Ni siquiera puedo imaginar lo doloroso… lo frustrante… lo aterrador que debe haber sido cuando se convirtieron en arena.

¡Emperador de la Muerte Sirrusht…! ¡Vas a pagar!

Escucho a alguien dar un paso adelante. Cuando veo la postura de batalla de Seiya de perfil, su espada blandida, se me pone la piel de gallina.

… Parece perfectamente bien, incluso después de todo eso, como si hubiera olvidado cómo sentir ira o tristeza. No queda ni rastro de su imprudente yo. Ya se deshizo de las emociones que consideraba innecesarias para la batalla. Ahora a mi lado está un héroe cuyo único objetivo es derrotar al enemigo.

“Dijiste que el destino no se podía cambiar”. Seiya mira la calavera en el cielo.

“Supongo que eso significa que tu  destino de ser asesinado por mí tampoco cambiará”.