Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 15

Capitulo 4: Buscando Conexiones

Parte 2

Supongo que tal vez la caótica secuela del ataque hizo que los empleados de la agencia hicieran malabares con todo tipo de tareas que no solían hacer. Debe haber tenido algún tipo de trabajo que hacer aquí, ¡¿pero cuáles eran las probabilidades?! Esta fue una mala noticia.

“¿Eh? ¿Hay dos señor Ormandos?”

El asistente ahora también se había dado cuenta de lo que estaba pasando. Todos nos quedamos paralizados, nadie muy seguro de qué hacer a continuación.

¿Podemos pensar en una excusa? No.

Podríamos hacer nuestro mejor esfuerzo para salir de esto, pero no había ninguna garantía de que funcionara. Había demasiado riesgo involucrado y podríamos terminar desperdiciando nuestra única oportunidad de salir afuera. Teníamos que llegar a esa nave espacial sin importar qué.

“¡Corran!” Grité, apresurándome para hacer tropezar al Sr. Ormando, quien todavía estaba desconcertado por el shock.

“¡Wah!”

En su sorpresa, cayó hacia atrás. Luego dejé a L y me volví hacia Satsuki y la doctora, que aún no se habían movido.

“¡Síganme!” Grité fuerte.

Fue suficiente para hacer que los dos se estremecieran antes de finalmente ponerse en movimiento. Los dejé ir delante de mí y luego subí por la parte trasera mientras todos corrimos escaleras abajo.

“¡A-Alguien!”

Detrás de nosotros, podía escuchar al asistente gritando pidiendo ayuda. Entonces comenzó a sonar una alarma por toda la bahía.

“¡R-Rekka! ¡¿Qué hacemos ahora?!” gritó la doctora en pánico. “¡Ignóralo! ¡¿Cuál es la nave espacial?!” Grité de vuelta.

“Veamos, 43, 43… ¡E-Es ese!” gritó, apuntando a una nave espacial más pequeña con un gigante “43” pintado en el costado.

Nos dirigimos directamente hacia él. La doctora golpeó el panel de la puerta con la tarjeta y se abrió de inmediato. Una vez que estuvimos todos dentro, la puerta se deslizó de nuevo en su lugar y el interior de la nave se iluminó automáticamente. Pero no paramos de correr hasta que llegamos a la cabina.

“¡Muy bien! ¡Ahora vuela!”

“¡No seas absurdo!” Satsuki gritó desde el asiento del piloto. “¡La escotilla de la bahía no se puede abrir hasta que hayamos dejado la sala de control!”

“Ugh… ¿No podemos simplemente disparar una viga o algo y salir por el agujero que hacemos?”

“¡Si hicieras eso, todos los empleados en la bahía serían succionados al espacio!”

“Ah bien. Estamos en el espacio”.

Si perforamos un agujero en la colonia, cualquiera que esté cerca sería succionado en las profundidades del espacio. Lo que nos dejó en un gran aprieto cuando intentábamos escapar.

“Hay un sistema automático de reparación de emergencia en las paredes exteriores de la colonia, por lo que el edificio en sí debería estar bien. Pero la gente de aquí seguirá teniendo problemas, lo que es doblemente un problema con la alarma que suena. Los equipos de seguridad y todo tipo de personas están de camino aquí ahora mismo”.

“Eso no es bueno…”

Aunque se trataba de una emergencia, no quería herir a ningún transeúnte inocente.

“Satsuki.”

“¿Qué pasa, Rekka?”

“Um, esta nave espacial tiene un motor de deformación, ¿verdad? ¿Podríamos usar eso para salir?”

Si es así, podríamos salir de aquí sin siquiera tener que abrir la escotilla. Pensé que era una buena idea y la doctora también pareció pensarlo.

“Eso podría ser posible. Usemos la deformación corta para salir”, dijo.

“Incluso la deformación corta necesita cierta cantidad de aceleración, ¿no? Será imposible aquí”.

“Deberíamos poder lograrlo si aumentamos nuestra velocidad dando vueltas en el interior de la bahía”.

“¿Crees que puedo pilotar esta cosa como un acróbata?”

“Haz tu mejor esfuerzo.”

“¡Eso no ayudará!” Gritó Satsuki, oponiéndose ferozmente a la sugerencia de la doctora.

“Entonces, uh…” Dije, tratando de pensar en otro plan de último esfuerzo. “¿Por qué no vamos y explicamos las cosas a todos con calma? Podemos decir que el disfraz de holograma fue solo un truco de la luz o algo así”.

“Hay cámaras de vigilancia en los pasillos y aquí en la bahía. Sería imposible engañarlos”.

“Entonces… ¿fue una mala idea volver corriendo allí?”

Ese pensamiento me había estado molestando todo este tiempo.

“Lo hecho, hecho está. Y ahora hacemos lo que tenemos que hacer. Muévete”, dijo L mientras empujaba a Satsuki fuera del asiento del piloto y tomaba su lugar. “Me estoy haciendo cargo”.

“¿Qué? ¿Tu yo? Pero eres tan torpe…”

“¿A quién llamas torpe?” L me gritó por estar preocupada. Luego refunfuñó: “Para que lo sepas, me tropiezo mucho porque este cuerpo del tamaño de un niño tiene mal equilibrio”.

Continuó refunfuñando mientras sacaba un cable de la manga larga de su kimono y lo conectaba a la consola del piloto.

“Soy una forma de vida artificial. Puedo pilotar este tipo de nave espacial electrónicamente. Con mis habilidades de cálculo, una deformación corta es pan comido”.

“E-Está bien… ¡Contamos contigo, L!” Grité.

“¡Pero pongámonos los cinturones de seguridad por ahora!” gritó la doctora a su vez, incitándonos a mí y a Satsuki a tomar asiento y abrocharnos el cinturón.

“¡Aquí vamos!”

La nave espacial comenzó a moverse por sí sola, aparentemente controlada por nada más que la voz de L. Miré por la ventana para ver a los empleados de la agencia reunidos en multitudes dispersas.

Probablemente estaban juzgando si la nave espacial en movimiento era un peligro o no a medida que nos elevábamos más y más alto en el aire.

Los aviones en la Tierra no podrían despegar sin ganar velocidad primero a lo largo de una pista, pero este cachorro aparentemente podría moverse hacia arriba incluso estando parado.

Y una vez que obtuvimos una altitud adecuada, L comenzó a girar el barco y lamer la bahía. A medida que tomamos velocidad gradualmente…

“Ugh, me siento mal…”

“Creo que voy a vomitar”.

Satsuki y la doctora se taparon la boca con las manos y se pusieron pálidas. Honestamente, yo también me sentí un poco mareado.

“¡Aguanten! ¡Estamos saltando ahora!” L gritó.

Ya estábamos a la velocidad que necesitábamos para entrar en la deformación, y L no perdió tiempo en activarlo. Pocos segundos después de que nos dio la advertencia, una luz extraña envolvió la nave espacial mientras saltamos por el espacio.

“Ugh…” L exhaló en voz baja mientras desconectaba el cable. “Entonces, ¿a dónde vamos ahora? Bueno, creo que tenemos hasta que la deformación termine para decidir”.

“Satsuki está buscando las coordenadas exactas de nuestro destino. Nuestro primer objetivo es una heroína que ha mantenido desesperadamente su estado neutral sin unirse a ninguna facción desde el comienzo de la Guerra de Todos: Lea”.

***

Tres horas después de que escapáramos de la sede de la agencia, nuestra pequeña nave espacial llegó a las cercanías de cierto planeta.

“¿Lea realmente está aquí?” Murmuré algo aturdido.

Dicho planeta ya estaba lo suficientemente cerca para ver claramente a través de la ventana, y no… no se veía exactamente atractivo.

No soy un experto en planetas ni nada, pero parecían imágenes que había visto del tormentoso Júpiter. Sin embargo, no podría decir de una forma u otra sobre su tamaño. Cuando estás de pie frente a ellos en persona, todos los planetas se ven ridículamente enormes.

Estaba más preocupado por cómo todo el planeta estaba cubierto de nubes marrones. ¿O tal vez fue arena en el aire? De cualquier manera, no se podía ver la superficie en absoluto por eso.

Además, el color no era uniforme. Podías ver manchas amarillas en medio del marrón aquí y allá, que parecían arremolinarse débilmente.

“Probablemente sean tormentas de arena. Todo el planeta parece ser arenoso y con un clima como este, es probable que no haya mucha luz en la superficie”, dijo la doctora.

“¿Cómo vive alguien aquí…?” Yo pregunté.

“Para que un humano normal viva aquí sin ningún equipo especializado, todo el planeta necesitaría ser terraformado. Pero con el equipo adecuado, deberíamos poder bajar a la superficie y explorar bien”, respondió la doctora, frunciendo el ceño. “Lea, por otro lado… Lea es conocida ante todo por su poder. Si se lo proponía, podría rivalizar fácilmente con la fuerza militar de todo un planeta. Sospecho que se aisló en algún lugar inhóspito como este para que nadie intentara usar ese poder”.

“…Solo vámonos.”

“Espera, Rekka,” dijo Satsuki. “Buscaré información más detallada sobre la ubicación de Lea”.

Desde allí, seguimos las instrucciones de Satsuki y entramos en la atmósfera del planeta arenoso.

“Vaya, en realidad todo es arena…”

Y casualmente bajamos en medio de una terrible tormenta de arena.

“Es apenas lo suficientemente brillante como para ver sin luz, pero la tormenta de arena reduce drásticamente nuestra visibilidad aún más”.

Era tan brillante como un día realmente nublado en la Tierra, pero como dijo la doctora, la tormenta de arena nos impidió ver más de un metro más o menos por delante.

“¿Qué camino debemos tomar?” Yo pregunté.

“Primero descendemos directamente hacia abajo”, respondió Satsuki. “Ella está en algún lugar de esta área”.

Satsuki continuó navegando por nosotros, dando instrucciones detalladas a L en el asiento del piloto. Yo estaba agradecido. Sin ella y su Magia Omnisciente, probablemente había muy pocas posibilidades de que pudiéramos encontrar a Lea aquí.

Fuimos descendiendo gradualmente, llevando la nave espacial flotando hasta la superficie. A partir de ahí, Satsuki usó su magia nuevamente para determinar las coordenadas exactas de Lea.

“Cincuenta metros por delante de nosotros, debería haber una pequeña caverna”, dijo.

Y he aquí, ahí estaba. Sin embargo, más que un hito natural, era más como un hueco perforado en el costado de una masa gigante de roca que sobresalía del suelo.

“Entonces, Lea está ahí…”

“Será mejor que te vistas antes de salir”.

“Muy bien.”

Escuché la advertencia de la doctora y me puse un traje protector. Cubría mi cuerpo por completo, pero no era tan voluminoso ni difícil de mover como un traje espacial tradicional. En todo caso, era más como un traje seco ceñido con un casco adjunto.

“Ha sido… desde la última vez que vi a Lea…”

¿Hm? Justo ahora, sonó como si Satsuki se apagara por un segundo allí… Ah, espera, ese debe ser el cancelador en el trabajo. Me había olvidado por completo del pequeño dispositivo atascado en mi oído.

A juzgar por el principio y el final de su oración, probablemente había dicho algo sobre cuántos años habían pasado.

El cancelador había cortado automáticamente esa parte, por lo que parecía que estaba haciendo su trabajo para evitar que yo supiera qué período de tiempo era.

“Muy bien, salgamos ahora”.

Mientras pensaba en eso, la doctora abrió la escotilla del barco y nos llevó a todos afuera.

“¡Whoa!”

¡Eso fue un poco de viento! Tuve que sujetar mis piernas para no volar de inmediato, y agarré la mano de la doctora y de Satsuki de improviso.

“Probablemente sea mejor si nos aferramos el uno al otro”, dije. “Nos perderemos instantáneamente si nos separamos”.

Incluso si solo estuviéramos yendo a una caverna unos metros por delante de nosotros, sería un desastre si perdiéramos  nuestro sentido de la dirección incluso por un momento. En un planeta como este, podría costarnos la vida.

“Hay una baliza de socorro instalada en los trajes por si acaso, pero… Sí, vamos a tomarnos de las manos también. Aquí, L.”

“Estaré bien. No me trates como a un niño”.

“No hay necesidad de hacerse la dura. Los adultos también se toman de la mano”.

“¡H-Hmph! Solo porque insististe…”

Y entonces la doctora tomó la mano de la quisquillosa L. Mientras tanto, Satsuki en mi otro brazo parecía estar extrañamente rígido.

“¿Satsuki? ¿Estás bien?”

“¡E-Estoy bien!”

“¿Estás segura? ¡Entonces vamos!”

Los cuatro avanzamos uno al lado del otro. La arena era casi como nieve fresca, hundiéndose bajo nuestros pies con cada paso.

Si alguno de nosotros tropezaba, el viento nos haría rodar. Estoy seguro de que fue muy gracioso de ver, pero era una situación bastante precaria. Avanzamos con sumo cuidado y precaución, y finalmente llegamos a la entrada de la caverna.

“Uf…”

Entrar en la boca de la cueva nos protegió del viento y la arena, lo que nos permitió ver un poco mejor. Pero sin ninguna luz, las profundidades de la caverna estaban envueltas en completa oscuridad. Y desde la oscuridad, alguien preguntó desafiante…

“¿Quién está ahí?”

La voz me era familiar. No tenía idea de qué tan lejos estábamos en el futuro, pero no había cambiado en absoluto desde la última vez que lo escuché.

“No sé quién eres… pero no estoy interesado en tomar partido. Solo rezo para que todos dejen de pelear sin sentido”.

“¡Lea, soy yo!” Llamé a la oscuridad. “¡Ese es…! ¡Tú…!”

Por su voz me di cuenta de que estaba conmocionada.

“Sí, soy yo. Rekka Namidare”—llamé de nuevo a la oscuridad.

Desde las profundidades de la caverna llegó un sonido peculiar… Pasos silenciosos y vacilantes. Y de forma lenta pero segura, una pelirroja que conocía apareció de la oscuridad de la cueva.

Llevaba una capa larga parecida a un velo, presumiblemente para protegerse de la arena, pero por lo demás era exactamente la misma heroína que conocía… Lea la Leviatán.

“R… ¡Rekka!”

Su largo y despeinado cabello se agitó detrás de ella mientras corría hacia mí, directo a un abrazo.

“¡Whoa!”

Lea era un poco más alta que yo, por lo que su rostro estaba mucho más cerca del mío que cuando Satsuki me abrazó. Podía sentir su aliento haciendo cosquillas en mi oído.

“¿Por qué…? ¿Cómo…? ¿Cuándo regresaste? No, nada de eso importa… me alegro de que estés vivo”.

“Um…”

Si bien yo era de hecho Rekka Namidare, no era el Rekka Namidare que ella conocía. Quería explicarle eso, pero era difícil para mí decir algo cuando ella sollozaba así…