Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 5

Capitulo 4: El Décimo Día — Nueva Determinación

Parte 5

Esa única mujer de aspecto débil que conocí solo una vez también me vino a la mente. La que se presentó como Saris Ran Fou, y estaba acunando a un pequeño bebé.

Los pequeños clanes que carecían de la fuerza para cazar la cantidad necesaria de giba simplemente murieron de hambre. Saris Ran Fou incluso había dicho que si Ai Fa no les hubiera dado pieles en secreto, ni siquiera podría producir leche para su bebé.

No importaba cuánta fruta comestible y cosas similares estaban creciendo en el bosque, tenían que morirse de hambre en lugar de dejar que lo mismo le sucediera a la giba. Esas personas del borde del bosque murieron para proteger su acuerdo con el señor de Genos y su orgullo como cazadores.

La prosperidad del dominio Genos se había construido sobre sus nobles sacrificios. Y, sin embargo, el odio, el miedo y el desprecio giraban en torno a los corazones de las personas que vivían allí.

¿Cómo podría una cosa tan loca posiblemente ser verdad?

La pequeña fracción de personas que cometieron actos terribles y aquellos que los protegieron no tuvieron problemas en absoluto, mientras que tanto en el borde del bosque como en la ciudad de correos, la gente común fue la que tuvo que sufrir.

O para ser más precisos, la clase dominante de Genos y el clan Suun que lideraron el borde del bosque se estaban tapando los bolsillos, mientras empujaban el sufrimiento y la desgracia a todos los demás, ¿verdad?

“¿Pero qué? ¿Estás tratando de decir que no todas las personas del borde del bosque son demonios?” Milano Mas preguntó en voz baja. “Lo sé muy bien. Si cada una de las 500 personas que viven en la linde del bosque fueran monstruos, los cadáveres se acumularían todos los días. Todo el mundo lo sabe. De lo contrario, ¿crees que alguna vez habría hecho negocios contigo?”

Con eso, Milano Mas arrojó el resto de su myamuu giba en su boca.

“Además, los habitantes de la ciudad no somos idiotas. Si fueras tan vil, nadie compraría tu cocina… Entonces, aunque no tengo intención de detenerte, tampoco estoy tratando de alejarte. Pero el Gran Árbol del Sur y El Viento del Oeste te valorarían mucho más, así que no hay una sola razón para que te quedes en mi casa, ¿verdad?”

“Ah, no… Si no quieres expulsarme, me gustaría seguir trabajando con La Cola de Kimyuus”.

“¿Qué?” Cuestionó Milano Mas, abriendo mucho los ojos. “¿Por qué? No obtienes nada de eso, ¿verdad?”

“Quiero decir, realmente no sé cómo responder eso… supongo que porque me alegré mucho de que te comieras mi comida”.

Además, Milano Mas pasó tres días preocupándose por el asunto, tratando de resolver sus sentimientos. Y además de eso, terminó decidiendo que no quería detenerme ni alejarme. Y así, no pude ver ninguna razón para dejar la Cola de Kimyuus.

“Como propietario de una tienda incipiente, estoy seguro de que me quedaré corto en todo tipo de formas, pero tengo la intención de seguir dándolo todo, así que espero seguir trabajando con usted”.

Con eso, me quité la toalla e incliné la cabeza.

“… Realmente eres un niño desconcertante”, murmuró Milano Mas con un suspiro. “Esto no es nada para ir inclinando la cabeza. Si eres lo suficientemente desagradable como para que quieras pagarlo, entonces haz lo que quieras”.

“¡Claro! ¡Gracias!”

Cuando levanté la cabeza, Milano Mas ya me daba la espalda y se alejaba de nuevo.

Con eso, volví a ponerme la toalla y me apresuré a regresar al puesto.

Y sin embargo, todavía había sentimientos inquietos girando en mi pecho.

Desde hace diez años, Diga y Yamiru Suun habrían sido demasiado jóvenes para participar. ¿Pero era alguien del clan Suun el  culpable después de todo?

No tenía idea de cuál era la verdad.

Pero aun así, sería imposible cerrar la brecha entre la gente de Genos y el borde del bosque mientras un criminal así aún se encontraba en libertad, ¿verdad?

E incluso si nuestra tienda actuó para cerrar esa brecha, y la mayoría de las personas alrededor comenzaron a comer carne de giba sin preocupaciones… Eso no sería suficiente para despejar los arrepentimientos de aquellos que habían sido perjudicados directamente, como Milano Mas.

El criminal tuvo que ser llevado ante la justicia. Eso era completamente obvio, pero mientras no se llevara a cabo, la comprensión mutua sería realmente imposible.

Pero, ¿qué se debe hacer, entonces…? Me preocupaba vagamente mientras regresaba al puesto.

Y cuando regresé, vi a un hombre rubio y delgado parado frente al puesto de hamburguesas de giba.

“Hola. Parece que lo hice por primera vez en mucho tiempo”.

Era Kamyua Yoshu, por supuesto. Y a su lado estaba el joven de pelo rubio que le sirvió de aprendiz.

“Realmente ha pasado un tiempo, Kamyua Yoshu. Me alegro de verte bien”, le dije con una ligera reverencia mientras me dirigía al puesto.

De repente, Lala Ruu me lanzó una sonrisa.

“Estos tipos fueron los últimos. ¡También vendimos todas las hamburguesas de giba!”

Solo un poco más de una hora desde que el sol alcanzó su punto máximo, habíamos vendido las 170 comidas que habíamos preparado.

Nuestra batalla de diez días había llegado a su fin. Sin embargo, no había tiempo para relajarse.

Todavía teníamos que terminar de limpiar el puesto, abastecernos de suministros para pasado mañana, y hacer arreglos con El Gran Árbol del Sur, y luego regresar de manera segura al borde del bosque antes de que nuestro trabajo para el día terminara.

“¿Así que vendiste 170 comidas hoy? Hombre, eso seguro es algo. ¡Y fue gente del borde del bosque vendiendo carne de giba en eso!  No es exagerado llamar a eso un gran logro que seguramente pasará a los anales de la historia”, proclamó Kamyua Yoshu mientras estaba allí, mirándonos limpiar.

Supuse que, dado que en realidad se estaba quedando, tal vez deberíamos manejar nuestro negocio con él también, así que llamé a Ai Fa desde la sombra bajo los árboles.

Cuando se quedó en silencio a mi lado, Kamyua Yoshu dijo: “Hola,” con una gran sonrisa. “Así que hoy estás aquí en la ciudad, ¿eh, Ai Fa?! Tenía ganas de verte desde que escuché de Leito, pero he estado tan ocupado últimamente que no pude hacerlo”.

“… Sin embargo, no puedo decir que haya tenido mucho que hacer”, respondió fríamente Ai Fa.

Kamyua Yoshu, mientras tanto, la miró de arriba abajo y dijo: “Estoy contento de verte bien”.

Ai Fa estaba escondiendo su brazo izquierdo herido debajo de su capa como siempre, pero pensé que probablemente no era posible engañarlo.

“Ai Fa, las monedas”.

“Correcto”, asintió Ai Fa. Con cuidado de no abrir demasiado su capa, sacó una pesada bolsa de tela.

Era todo lo que había ganado hasta ayer con la tienda. Cuando lo acepté de Ai Fa, revisé los cálculos en mi cabeza.

“Hmm, vendimos todas las comidas hoy y cuatro trozos de cecina, entonces… ¿doce y nueve, entonces?”

Con eso quise decir doce monedas blancas y nueve rojas. Me mudé tanto a una bolsa separada, y la extendí hacia Kamyua Yoshu.

“¿Hmm…?” preguntó, inclinando la cabeza.

“Es su recompensa monetaria. El beneficio neto de estos diez días fue de 129 monedas blancas, así que esto es el diez por ciento de eso”.

“E-Espera un momento. ¿Qué quieres decir, recompensar dinero? No veo ninguna razón para que me des esto”.

Ahora, era mi turno de asombrarme.

“¿Qué estás diciendo? Se suponía que su dinero de recompensa sería el diez por ciento de nuestras ganancias después de restar los gastos. No estás diciendo que te has olvidado, ¿verdad?”

“Lo hice. O en realidad, ¿lo dije en serio en primer lugar? ” Kamyua Yoshu cuestionó, claramente un poco nervioso.

Leito lo miró y se echó a reír, y luego dijo: “También lo recuerdo claramente. Tú fuiste el que decidió ese número, Kamyua. Sin embargo, estoy seguro de que lo dijiste en broma o algo así”.

“¿Huh? ¿Seriamente? Hombre, estoy perdido. No recuerdo eso en absoluto… En cualquier caso, incluso si lo dijera, como Leito dijo que debí haberlo dicho en broma. Vuelve a ponerlos de donde vinieron, Asuta.”

“No puedo hacer eso. Sin su consejo, nunca hubiéramos ganado todo este dinero, así que esta es su recompensa justa. Por favor acéptalo.”

“No pero…”

“Sería un problema para mí si lo rechazas. No quiero que haya deudas entre nosotros”, dije, empujando la bolsa hacia él nuevamente. “Ya sea que se convierta en un amigo digno de respeto o en un traidor imperdonable, ninguno de nosotros debe deberle nada al otro. Por favor, tenga en cuenta nuestros sentimientos y acéptelo”.

Kamyua Yoshu dio un profundo suspiro, miró de un lado a otro entre Ai Fa y yo, y luego, increíblemente de mala gana, extendió su brazo largo y delgado.

“Entendido. Aceptaré este dinero como una especie de iniciación, para ganar el derecho a ser igual de amigos… Sin embargo, es un desperdicio. Cuando me das dinero, todo se gasta en cosas frívolas”.

“Si eso es lo que piensas, trátalo con más cuidado”, replicó Leito.

“Sin embargo, es solo esta vez, ¿de acuerdo? ¿Lo tienes, Asuta y Ai Fa? ¡Esta es la única vez que tomaré su dinero de recompensa! Trata el resto de tus ganancias de ahora en adelante como la preciosa fortuna del clan Fa”.

“Entendido. Y gracias.”

Hice una reverencia sincera, mientras que Ai Fa le dio las gracias solo con los ojos.

“Caray, qué pena… Bueno, entonces volveré a la posada. Como te vas mañana, supongo que lo más pronto que nos veremos será el día después”.

“Así es. Estaremos esperando su próxima visita a nuestra tienda”.

“Sí, y espero con ansias mi próxima oportunidad de comer tu cocina. Ah, cierto… Había una última cosa que quería preguntar.”

“¿Si?”

“¿Estás enfrentando algún problema en el momento en que podría ayudarte?”

Miré en silencio, siguiendo el delgado cuerpo de Kamyua Yoshu. Con toda probabilidad, Ai Fa estaba haciendo lo mismo.

Kamyua Yoshu, mientras tanto, entrecerró los ojos y sonrió. Esos misteriosos ojos morados, que parecían pertenecer a un bebé y un anciano…

Todavía no… Pensé, reprimiendo las turbulentas emociones que sentía por dentro.

No podíamos confiar en Kamyua Yoshu en esta etapa.

Después de todo, él tenía vínculos con el señor de Genos, por lo que sí lo involucrara cuando apenas supiera algo definitivo sobre él… Eso realmente podría conducir a un colapso fatal de la relación entre el borde del bosque y Genos.

Y así, enseñé que mi expresión fuera tan distante como la de Kamyua Yoshu, y luego sacudí la cabeza.

“… Todavía no hemos tenido ningún problema de este tipo”.

En respuesta, Kamyua Yoshu me lanzó otra gran sonrisa.

“Eso es ciertamente bueno de escuchar. ¡Pues bien, nos vemos pasado mañana! Y a ustedes, bellas damas del clan Ruu, ¡buen trabajo!”

Cuando Kamyua Yoshu y Leito desaparecieron entre la multitud, suspiré aliviado.

Fue entonces cuando Lala Ruu gritó: “¡Hey!” desde atrás. “¿Terminaste de hablar? Ya terminamos de limpiar hace un tiempo.”

“¡Ah, perdón por eso! Lala, Vina, Sheera Ruu, en serio, buen trabajo hoy. Gracias a todas ustedes, no solo logramos hoy, sino todos estos primeros diez días”.

Cuando dije eso, los tres estallaron en sonrisas despreocupadas.

“¿Por qué estás siendo tan formal? Nos vamos mañana, pero este no es el final de nuestro trabajo, ¿verdad? ”

“Me gustaría seguir trabajando con ustedes pasado mañana…”

“Eso es seguro. Sinceramente siento lo mismo”.

Puede que no tuviera experiencia, pero de alguna manera logré pasar diez días, así que también estaba sonriendo seriamente.

En esos diez días, logramos vender más de mil comidas. En términos de ganancias totales, hicimos más de 2000 monedas rojas. Incluso después de restar los gastos y lo que le dimos a Kamyua Yoshu para obtener nuestro beneficio puro, hicimos 1169 monedas rojas. Cambiando eso a cuernos y colmillos de giba, equivalía al valor de 97 giba.

También ya habíamos ganado un número decente de clientes del oeste.

Y además de los puestos, también logré vender mi cocina a una posada.

Si pudiéramos hacer algo con respecto al clan Suun, entonces diría que podríamos dar un paso firme hacia nuestro objetivo.

“¿Qué pasa, Asuta…?” Ai Fa preguntó, luciendo un poco enojada mientras se acercaba. “Si te preocupa algo, no lo envuelvas y lo escondas dentro. Háblame.”

“Por supuesto que lo hare. Pero no es un asunto tan simple… ¿Podemos esperar y discutirlo por la noche para que podamos tomar nuestro tiempo?”

Ai Fa me miró en silencio por un momento, pero luego dio un paso atrás y murmuró: “Está bien”.

“Bueno, entonces, ¡volvamos a la cabeza!”

Con eso, nos dirigimos por la carretera de piedra mientras empujábamos los dos puestos. En este momento, las multitudes definitivamente estaban en su apogeo.

Cuando pasamos por caras conocidas, generalmente nos llamaron con un “buen trabajo”. Pero, por supuesto, todavía había personas que nos dispararon con un aspecto lleno de miedo y asco también.

Supongo que los que se quedaron allí y miraron fueron viajeros que hoy acaban de llegar a Genos. En cualquier caso, caminaba constantemente mientras contemplaba esas vistas.

“Hey. ¿Ya terminaste? Esta es la primera vez en mucho tiempo que terminas temprano, ¿no?” Dora gritó con una sonrisa cuando pasamos junto a él.

Tara estaba a su lado sonriendo también. Se veían como cuando los vi en la mañana.

Pensando en ello, realmente fueron los primeros clientes de mi tienda. Luego vinieron los miembros de The Silver Vase, y conocí al Viejo y Aldas y el resto, y Shumiral, Yumi y Naudis, hasta que finalmente llegué a hoy.

Mientras mantenía ese pensamiento querido en mi corazón, les devolví la sonrisa a los dos.

“Sí, el negocio realmente estaba en auge hoy. ¿Podría pasar a comprar las verduras para pasado mañana?”

“Claro, estaré esperando”.

Solo habían pasado solo diez días, pero mi vida cotidiana había cambiado tanto. Y para ser franco, no quería que nadie destruyera lo que tenía ahora.

Mientras seguíamos empujando los puestos, Lala Ruu pronto dijo: “Ah, cierto. Tienes más que solo verduras para comprar, ¿no? Retiraremos los puestos, así que ¿por qué no ocuparse de eso ahora?”

“¿Huh?” Me di vuelta y pregunté, y encontré a Lala Ruu con una sonrisa seria en su rostro.

Seguramente sentí que ella me había atrapado, pero fui  y respondí: “Correcto. Tengo que pasar por El Gran Árbol del Sur, y creo que también debería encargarme de mis compras personales”.

“Correcto. Pues bien, Ai Fa, cuida a Asuta, ¿de acuerdo?”

Ai Fa y yo nos detuvimos en el lugar y vimos cómo los dos puestos desaparecían entre la multitud.

“Un cuchillo de cocina y una bandeja de hierro, ¿eso es…?”

“Si. La bandeja de hierro será pesada, así que guardemos eso para más tarde y compremos el cuchillo primero”.

Ya manejé mi investigación preliminar ayer. La tienda de Silver Vase estaba justo en el medio de los puestos, al lado de la tienda de verduras la abuela Mishil.

Había una gran tela de color negro azabache repartida en el espacio de dos tiendas, y había una variedad de productos dispuestos encima. Gracias al techo de cuero extendido sobre el vasto espacio, estaba un poco oscuro por dentro.