Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 5

Capitulo 4: El Décimo Día — Nueva Determinación

Parte 4

 

 

Hasta ayer, el clan Fa ya había agotado su suministro de carne, y a partir de hoy tuvimos que comenzar a comprarlo al clan Ruu. Si solo estaba pensando en cómo aprovechar mejor la casa del Fa, entonces, naturalmente, sería mejor vender solo mi propia cocina.

Pero nuestro objetivo no era principalmente obtener ganancias.


Y entonces, le devolví la sonrisa a Yumi y le dije: “Sería un poco difícil de explicar, pero ese camino me parece más deseable”.

“¿De verdad? En ese caso, lo que sea, supongo…” Yumi se detuvo, soltando mi brazo pero sin sonar tan convencida.

Mientras tanto, Naudis dijo: “Hmm… Hmm…” mientras se acariciaba la barba. “Ese es ciertamente un pensamiento interesante, pero por ahora, estaría satisfecho si comenzaras vendiéndome tu cocina. Pensaré en lo que viene después cuando llegue el momento, creo”.

“Bien, gracias. Ahora bien, ¿te importa si sacamos los detalles después de que termine el trabajo? El sol está a punto de alcanzar su pico, después de todo”.

“Es verdad. También necesito apresurarme para regresar a la posada. Además, asegúrese de informar al propietario de La Cola de Kimyuus de este asunto también. No sería bueno tener ningún malentendido”.


Con eso, Naudis se balanceó.

Mientras lo veía irse, Yumi dejó escapar un “Tch” y dijo: “Una posada que sirve carne de giba, ¿eh…? También me gustaría probar eso en nuestra casa, pero casi nunca tenemos clientes del sur o del este. Y con la mayoría de los clientes del oeste, no podía imaginar que recibiríamos muchos pedidos”.

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“Eso es cierto, al menos por ahora”.

Por ahora, no había nada que pudiera hacer al respecto.

Solo diez días no fueron suficientes para sacar de raíz la discriminación mostrada por la gente del oeste.

Sin embargo, logré anotar una tonelada de puntos con la gente del sur y del este.

Habíamos logrado cerrar la primera brecha hacia nuestro objetivo final.

Por ahora, solo tenía que ver si tendría éxito o no en mis tratos con El Gran Árbol del Sur.

“Hombre, ahora, incluso si terminas tu contrato con La Cola de Kimyuus hoy, mi casa no tendrá la oportunidad de brillar… Bueno, no importa con quién estés contratado, no es como el sabor de tu cocina cambia, así que está bien”, declaró Yumi, terminando con su sonrisa despreocupada habitual y una palmada en mi brazo. “Está bien, mis amigos están esperando, ¡así que tengo que irme también! Sin embargo, ¡espero volver de pasado mañana!”

“Bien, gracias”.

Con eso, me despedí de Yumi y finalmente regresé al puesto.

Había dejado a Sheera Ruu para dirigir el puesto de myamuu giba sola, pero tenía una sonrisa muy gentil en su rostro.

“Bienvenido. Ahora nos quedan 26 comidas por aquí”.

“¿Huh? Seguro que vendiste mucho”.

“Nos quedan 24 de nuestro lado…” Vina Ruu gritó desde el puesto de hamburguesas de giba.

“Sumados, quedan exactamente 50… A este ritmo, parece que terminaremos tarde o temprano”.

Tan pronto como dije eso, llegó otro grupo de clientes.

Era un grupo de tres hombres de aspecto bastante grosero con piel marrón amarillenta.

“Bienvenido. Tres, ¿verdad?” Lo saludé con una sonrisa.

Reconocí a estos clientes. Hace varios días, comenzaron a tirar quejas frente al puesto de hamburguesas de giba, solo para que Vina Ruu las manejara y finalmente las hiciera comprar.





Así fue como empezaron las cosas con ellos, pero ahora eran clientes habituales.

“Hmph… Parece que el negocio está en auge hoy, chico”.

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“Sí, afortunadamente”.

“Dios, ¿dónde me equivoqué al estar pagando dinero por la carne de giba de todas las cosas hoy en día?”

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Parecía que no había estado bebiendo hoy, ya que su discurso era grosero, pero su expresión permaneció tranquila.

“Perdón por la espera”, dijo Sheera Ruu mientras ofrecía los productos completos. Cuando lo aceptó, uno de los hombres entrecerró los ojos y acercó su rostro al mío.

“Hombre, seguro que hay muchas bellezas entre la gente del borde del bosque. La carne de Giba es deliciosa y hay mujeres hermosas por todas partes, así que supongo que no es una locura que alguien vaya y haga algo tan loco como tratar de vivir allí”.

“Jajaja. No fue exactamente así”.

“Si no es así, ¿qué fue? Una de estas mujeres tiene que ser tu amante, ¿verdad?”

“¡Ah, no, para nada! Un novato como yo nunca podría intentar ir y hacer algo tan escandaloso”.

Eché un vistazo a Sheera Ruu, pero ella permaneció cortésmente inexpresiva y permitió que las tonterías de los clientes flotaran junto a ella.

Cuando los tres clientes se fueron con su myamuu giba, suspiré mientras me limpiaba el sudor imaginado de la frente.

“Ciertamente son un grupo ruidoso. Lo siento, Sheera Ruu.”

“No tienes por qué disculparte, Asuta. Aun así… Mucha gente parece estar confundiéndome con tu novia, ¿no?”

“¿Huh? ¿E-En serio?”

“Si. Lo escucho varias veces al día. La gente del pueblo ciertamente tiene una forma extraña de pensar, creyendo que una mujer patética como yo podría ser tu esposa.”

“¡Hey, soy yo quien es patético aquí! Quiero decir, la idea de una mujer maravillosa como tú como mi esposa es… ¡Wah!”

De repente me dieron una palmada en el hombro, lo que me hizo gritar en voz alta.

Cuando me di vuelta, encontré a Ai Fa parada allí con numerosos arias acunados en su mano derecha y frunciendo el ceño.

“No grites de repente. Me has sorprendido, ¿sabes?”

“¡Yo-yo-yo soy el que se sorprendió! Ya te dije que no ocultaras tu presencia y te acercaras sigilosamente así, ¿verdad?”

“¿Entonces me estás diciendo que tengo que caminar intencionalmente mientras hago ruido? Eso es simplemente tonto”.

Sheera Ruu no parecía conmocionada en lo más mínimo a pesar de todo eso, y aceptó con calma el aria de Ai Fa.

“Gracias… estabas ocupado, Asuta, así que le pedí a Ai Fa que se encargara de las últimas compras hace un tiempo”.

“G-Gracias por ser tan considerada. ¿Eh…? ¿Ya se fue Rimee Ruu?”

“Los hermanos Ruu volvieron a recogerla hace un tiempo. Fue mientras te alejaste del puesto y estabas absorto en algún tipo de conversación”, dijo Ai Fa mientras nos miraba a mí y a Sheera Ruu.

“¿Q-Qué pasa, Ai Fa?”

“No, es solo que… Mirando de nuevo, realmente puedo ver cómo alguien pensaría que eres esposo y esposa”.


Así que ella realmente estaba escuchando atentamente, ¿eh?

Mientras me revolvía el cerebro sobre cómo responder a eso, Sheera Ruu sonrió e intervino delante de mí, diciendo: “No creo que eso sea cierto en absoluto. No hay forma de que Asuta me elija como su novia… Y aunque confío y lo respeto profundamente, nunca podría elegirlo como mi esposo”.

“Ya veo…” Ai Fa respondió, y de repente se dio la vuelta.

Una vez que volvió a descansar a la sombra de un árbol, Sheera Ruu me susurró disculpándose al oído: “Lo siento. Dije algo increíblemente grosero sobre ti, ahí… Es solo que, necesitaba decirle claramente a Ai Fa cómo me siento”.

“Sí, creo que definitivamente tomaste la decisión correcta… Y también tengo mucha confianza y respeto por ti, Sheera Ruu”.

Ella me lanzó una sonrisa brillante, y luego rápidamente miró hacia adelante nuevamente. Después de todo, se acercaba otro cliente.

El sol finalmente había alcanzado su punto máximo, y había incluso más personas que pasaban de lo habitual.

Y efectivamente, tuve la sensación de que el número de clientes que teníamos desde el oeste también estaba aumentando lenta pero constantemente.

“Sheera Ruu, solo quedan 20 hamburguesas de giba… ¿Quieres cambiar de lugar…?”

“Correcto”, respondió Sheera Ruu y se dirigió al puesto de hamburguesas de giba, mientras que Vina Ruu tomó su lugar.

Habíamos preparado 80 hamburguesas de giba, y ahora finalmente estábamos en las últimas 20, ¿eh? Y solo quedaban 23 myamuu giba, también.

“Parece que estaremos vendiendo por primera vez en mucho tiempo, ¿no es así…? Realmente es más agradable hacer eso que tener sobras, ¿no es así?”

El flujo de clientes no mostró signos de detenerse, como en respuesta a la declaración de Vina Ruu.

Este fue el último de nuestros diez días iniciales, y estaba yendo a un ritmo aún más alto que nunca.

Vendimos una comida tras otra, y aproximadamente una hora después de que el sol alcanzara su punto máximo, finalmente llegamos a las últimas tres myamuu giba.

“Ooh, parece que podríamos vendernos primero hoy”, proclamé felizmente, solo para que alguien se acercara: Milano Mas.

“Ah, hola”.

Esta era la primera vez que Milano Mas se acercaba a cualquiera de los puestos durante el horario comercial.

Se quedó mirando la carne que quedaba en el plato y resopló.

“Una vez que vendas eso, habrás terminado, ¿eh? ¿Cuántas comidas preparaste hoy?”

“Para este puesto preparamos los 90 habituales, mientras que fuimos con 80 para el otro”.

“Entonces 170 en total, ¿verdad? Caray, ese es un número ridículo”. Mientras decía eso, Milano Mas extendió dos monedas rojas. “¿Huh? ¿Estás comprando una de mis comidas? ”

“Si.”

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“Gracias. Um… Puedes probar una de estas pequeñas muestras de este plato primero para confirmar el sabor… ”

“Seguro que puedes hablarme mal. Ya extendí mis monedas, así que date prisa y véndemelas. No necesito probar nada primero”.

Luego, en su tono disgustado habitual, agregó: “Esta será la última vez, después de todo…”

“¿’Última’? ¿Qué es lo que tú-?” Empecé a preguntar, pero luego se acercaron un hombre y una mujer del oeste.

“Mira, esto es todo. El letrero dice giba, ¿verdad? Esto es de lo que la gente de cocina giba ha estado hablando”.

“Wow, asqueroso… Hey, deberíamos irnos, ¿verdad…?”

“¡Yo también lo pensé al principio! Pero, por extraño que parezca, ¡es realmente súper delicioso! ”

Entonces, el hombre de aspecto bastante joven se quedó allí un poco rígido y sacó cuatro monedas rojas.

“Oye, tomaremos dos”.

“¡Bien, gracias!”

Agregado junto con el de Milano Mas, eso fue suficiente para que se agotaran por completo.

Terminé los tres platos, luego Vina Ruu se los entregó a los clientes.

Y sin decir una sola palabra, Milano Mas comenzó a caminar hacia el sur hacia donde las multitudes más grandes bullían.

“Vina Ruu, por favor cuida el fuego”, le dije, luego lo seguí. “¡Milano Mas, por favor espera!”

No mostró signos de detenerse. Y sin embargo, él no aceleró nada, así que pude alcanzarlo un poco después del puesto de hamburguesas de giba.

“Um, ¿qué querías decir antes, cuando dijiste que sería la última vez?”

Milano Mas no dejó de caminar mientras mordía su myamuu giba. Sin embargo, no pude ver ningún cambio en su expresión mientras comía.

“¿Por qué estás tan nervioso…? Serás contratado con El Viento del Oeste a partir de pasado mañana, ¿verdad? ”

“¿Eh…? No, pero sobre eso…”

“¿O te estás cambiando a El Gran Árbol del Sur? En cualquier caso, no importa en absoluto con quién tiene un contrato. Las tarifas de alquiler del puesto no son más que la asignación de mi hija. No voy a quejarme de eso, así que anímate y regístrate en una tienda que te valore mucho”.

Milano Mas caminó hacia un lado de la carretera y luego se detuvo allí. Un resplandor descontento me llegó desde un poco más bajo que mi altura.

“Odio a la gente del borde del bosque. Además, mi hija también está aterrorizada de ustedes, amigos. No se me ocurre una sola razón para evitar que te vayas”.

“Si tú lo dices… que honestamente piensas que es mejor así, entonces, por supuesto, no hay problema de mi parte, pero…”

Pero en ese caso, ¿por qué no me lo dijo hace dos días?

Y también… ¿Por qué estaba haciendo una cara tan grave mientras comía el myamuu giba, entonces?

“Incluso si solo equivale a un cambio de bolsillo, es una moneda blanca por puesto alquilado. Simplemente entregar eso a otra tienda es  un mal negocio. Y puedo odiar a la gente del borde del bosque, pero sería completamente estúpido asumir las pérdidas por eso. Simplemente me tomé el tiempo para reflexionar hasta que estuve satisfecho porque ese pensamiento me estaba pasando por la cabeza”.

“Entonces, después de pensarlo, ¿decidiste ceder el contrato a otro lugar?”

Eso fue decepcionante, pero lo más importante era respetar los sentimientos de Milano Mas.

Y, sin embargo, Milano Mas solo miró al myamuu giba parcialmente comido y murmuró: “Eso no es exactamente…”

“¿Huh? ¿Entonces por qué?”

“Como hombre de negocios, creo que debería mantener el contrato contigo. Pero también me imagino que no tiene sentido aferrarse y causar sentimientos desagradables para los dos. Después de todo, no hay posibilidad de que yo o mi hija perdonemos a la gente del borde del bosque”. Todavía mirando hacia abajo, Milano Mas murmuró: “Mi amigo cercano fue asesinado por una persona del borde del bosque. Y como resultado, mi esposa también murió. Eso fue hace diez años en este punto, sin embargo… Gracias a eso, estoy bien con que todo el borde del bosque caiga muerto. Me importa un bledo lo que le sucede a los campos, y los cazadores valen menos que el estiércol para mí”.

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“Pero eso es…”

“Si las personas que fueron y cometieron atrocidades fueron juzgadas adecuadamente, no seguiría quejándome por siempre. Pero la gente del borde del bosque está bajo la protección del señor, por lo que pueden hacer lo que quieran. Mi amigo se cayó de un acantilado y murió, y estaba agarrando un cuerno de giba y un collar de colmillo en la mano. Y, sin embargo, la gente del borde del bosque no se enfrentó a ningún juicio por ello”.

Agarré sigilosamente mi puño.

Yumi había dicho que las cosas terminaron sin resolverse porque no había pruebas… Pero había pruebas. Y además de eso, la gente del borde del bosque nunca fue investigada, ¿eh?

Mis sentimientos fueron lanzados seriamente a un bucle, pero Milano Mas parecía aún más tranquila de lo habitual. Lo que vi vagamente en sus ojos marrones claros no fue ira, sino tristeza.

“Entonces mi esposa se quedó en la cama con preocupación, hasta que falleció mucho antes… El hombre que murió fue mi amigo, pero para mi esposa, él era su precioso hermano mayor que la crio en lugar de sus padres. Y así, mi hija y yo probablemente seguiremos odiando a la gente del borde del bosque para siempre”.

“Pero eso es…”

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Dora había dicho una vez que la gente del borde del bosque atacó a viajeros, robó cultivos y secuestró mujeres. Y Ai Fa tampoco había refutado ese punto. Era una certeza absoluta que personas como esa existían en el borde del bosque.

¿El clan Suun está detrás de todo eso, quizás…? No tenía ni idea.

Sin embargo, la discordia entre los clanes Suun y Ruu se había vuelto firme hace 20 años, la era del jefe del clan anterior. En aquel entonces, el clan Suun secuestró a una mujer que se casó con el clan Ruu, luego la llevó al suicidio. Entonces, en ese entonces, el Suun ya había caído en la corrupción.

“Pero aun así…” comencé a decir, pero contuve la lengua.

Pero aun así, no era como si todas las personas de la linde del bosque fueran villanos. No podía soportar la idea de que Ai Fa, el Ruu y los Rutim fueran agrupados con gente así.

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