Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 5

Capitulo 2: El Quinto Día — Un Gran Negocio

Parte 4

Y después de todo ese tiempo rodeado de esas mujeres en la cocina, se sentía incómodo enfrentarse a estas chicas de la ciudad, con sus movimientos flexibles y sus voces agudas.

Pero aun así, eran clientes. Y entonces, simplemente dije: “Si quieres intentarlo, entonces dirígete por aquí”, señalando el puesto de myamuu giba.

Entonces, rápidamente me acerqué a Sheera Ruu nuevamente. “¿Cómo se ve?”

“Está bien… creo que está listo para que pruebes”, respondió Sheera Ruu con una mirada nerviosa en su rostro.

Asentí y recogí un poco de salsa con una cuchara de madera. No hubo problemas aquí.

Tenía que ser naturalmente talentosa, haber recreado el sabor como este después de unos pocos gustos. Tenía que imaginar que ella era una verdadera rareza entre la gente del borde del bosque, que no valoraba en absoluto cocinar hasta ahora.

“Esto es bueno. Muy bien, por favor, adelante y calienta las empanadas.”

“… Correcto”, respondió Sheera Ruu con un suspiro de alivio.

Se estaba preocupando mucho más que los otros miembros de nuestro grupo, por lo que tendría que asegurarme de recompensarla de alguna manera eventualmente.

“Ahora bien…” dije, mirando hacia los clientes.

Efectivamente, las chicas seguían retorciéndose, diciendo: “Pero…”

“No quiero…”

Realmente todavía tenía mucho camino por recorrer, ya que no podía evitar pensar, no hay peros.

Mientras tanto, Yumi se cepilló el pelo largo y castaño oscuro mientras parecía molesta.

“Dios, todos ustedes no tienen agallas en absoluto. Um… ¿C-Cómo te llamas de nuevo?”

“¿Yo? Me llamo Asuta.”

“Asuta, ¿eh? Ese es un nombre interesante. Oye, Asuta, adelante, déjame probarlo una vez más también. Tal vez eso sea suficiente para ayudarlos a desarrollar el coraje”.

“Claro. Gracias por su consideración,” dije con una sonrisa, pero Yumi frunció el ceño un poco en respuesta.

“… Asuta, ¿cuántos años tienes?”

“¿Huh? Tengo 17 años.”

“En ese caso, eres un año mayor que yo. Lo que significa que no necesitas hablar conmigo tan rígidamente”.

“¡Ah, no! ¡No puedo ser descortés con mis clientes! Ahora bien… Por aquí, por favor.”

Yumi chasqueó la lengua con un “Tch” y se enfurruñó, pero luego se acercó al puesto de myamuu giba.

Las cuatro chicas lo siguieron, pero todas se aseguraron de mantener la distancia.

“¿Huh? ¿Pusiste fuego, Lala Ruu?”

“¿Hmm? Pensé que debería calentar la carne de nuevo. ¿No debería haberlo hecho?”

“No, esa fue una decisión maravillosa. Bueno, por favor, espera un momento.”

Todavía había suficiente carne para muestras en el plato de madera.

Cuando fui y agregué eso nuevamente a la olla junto con un poco de marinada, el olor a myamuu y vino de frutas llenó el aire.

“¿Bien? ¿No huele bien?” Yumi preguntó, volviéndose hacia las chicas con una mirada triunfante en su rostro.

En cuanto a las chicas, estaban todas juntas, moviéndose y retorciéndose. Definitivamente estaban preocupados, pero no sentí que su miedo estuviera tan arraigado. Por lo menos, no fue tan malo como los vendedores de telas y macetas la primera vez que vinieron.

Ya sea por cuánto tiempo habían vivido en Genos, su género o su edad… Había un factor primario en el trabajo aquí.

“Gracias por esperar. Ahora bien, por favor, adelante.”

“Sí, gracias”, respondió Yumi, tirando el trozo de carne en su boca sin dudarlo. “¡Ah, qué bueno! Oye, ¿cuál es más sabroso? ¿Este o ese plato de tarapa?”

“Creo que eso variará de persona a persona, pero creo que el tarapa será más del gusto de la mayoría de las mujeres”.

“En ese caso, definitivamente tengo que probar una muestra. ¿Qué hay de todos ustedes…? ¿No lo vas a probar después de todo? No crees que tu piel se oscurecerá si comes carne de giba o algo así, ¿verdad?”

Aun así, las chicas seguían retorciéndose.

Pero entonces, otro grupo de repente se acercó al puesto detrás de ellos. “Hey… ¿No tenemos que pagar monedas por eso?”

Eran dos hombres jóvenes con piel blanca marfil. Sin embargo, estaban hablando con Yumi en lugar de conmigo.

“¿Huh? Sí es cierto. Dijo que puedes probar esto, luego, si te gusta, puedes pagar algunas monedas para comprar una”.

“¿Es eso así…?” él respondió, luego tímidamente me miró. Naturalmente, le devolví la sonrisa.

“Por favor adelante. Y el plato en ese puesto es completamente diferente, así que si quieres, puedes probar ambos y comparar”.

“¿Qué debemos hacer?”

“¿Qué piensas?” se preguntaron, ahora uniéndose al movimiento.

En ese momento, Sheera Ruu intervino diciendo: “Asuta, esta carne también se calienta”. En respuesta, Yumi vitoreó “¡Hurra!” y corrió por allí.

“La carne de Giba es deliciosa, ya ves. Y estoy orgulloso de estos dos…¡Gah!”

“¡Wah!”

“¡Ack!”

Tres voces masculinas gritaron a la vez, incluido yo.

De repente, había un cuello largo de un pájaro gigante totos asomando entre los dos jóvenes con problemas.

“Mis disculpas”, una voz desprovista de emoción gritó desde arriba.

El techo del puesto estaba bloqueando mi vista, pero parece que había venido de un jinete de Sym sentado encima del enorme pájaro, vestido con un atuendo de viaje.

“¡Oye! ¡Está prohibido montar totos en la ciudad!” Yumi chilló en voz alta, solo para que el hombre respondiera nuevamente con “Mis disculpas” y se tirara al suelo.

Su capa de cuero y su cara oscura tenían un poco de arena. Debe haber sido un viajero que había venido del norte.

En cualquier caso, ese viajero de Sym miró hacia adelante y hacia atrás lentamente entre el letrero en el puesto y las muestras.

“… ¿Giba?”

“Sí, esta es una comida hecha con carne de giba. Si lo desea, puede probar una de estas muestras”, le respondí sin dudar, sosteniendo el plato de madera.

Aparentemente, el lenguaje del oeste le llegó muy bien, ya que asintió y agarró un palillo de dientes.

“Ese puesto también sirve a giba. Utiliza tarapa y es un plato único”.

El viajero asintió nuevamente, luego dejó el puesto junto con sus totos.

Un momento después, una voz profunda y masculina sonó desde su destino.

“¡Whoa! ¡No recorras los puestos con tus totos! ¡Tienes que darte prisa y registrarlo en un establo de totos, idiota Sym!”

Aparentemente, un cliente de Jagar había estado pidiendo una hamburguesa de giba de ese puesto sin que yo lo notara.

El hombre de Sym respondió, “Mis disculpas”, nuevamente, pero aun así se acercó a las muestras.

“Dios, todos los malditos amigos de Sym son así…” el cliente de Jagar murmuró molesto, viniendo hacia mí mientras evitaba los totos. “¿Huh?

¿Qué es esto? Este no podría ser otro puesto para los platos de giba, ¿verdad?”

“Ah, lo es. A partir de hoy, tendremos dos puestos”.

“¡Pensé que olía un delicioso myamuu en el aire, y venía de aquí, ¿eh?! ¿Qué, entonces este es un plato diferente, entonces?”

“Eso es correcto. Si lo desea, puede probar una muestra”.

El hombre se adelantó bruscamente, empujando a los jóvenes que se retorcían con los hombros y agarró un palillo de dientes.

Un mordisco e inmediatamente dijo: “¡Ooh!” y sus ojos se agrandaron. “Esto también es muy sabroso… Hombre, ni siquiera me di cuenta y compré uno de allá…”

“Mis disculpas. Si lo desea, podría cambiarlo por uno de estos platos”.

“Pero yo también quería comer esto…”, dijo, con los ojos bajos y parecía arrepentido, luego su mirada de repente se disparó y se fijó en mí. “¡Bien, ya! ¡Lo haré! ¡Uno de estos también! Vas a cerrar la tienda para cuando el sol se ponga de todos modos, ¿verdad? ¡En ese caso, solo estropearé mi cena y comeré más comida deliciosa ahora! ¿Cuántas monedas son?”

“Ah, dos monedas rojas”.

“¡Qué barato! Eso significa que puedo obtener dos por cuatro monedas, lo que prácticamente no es nada”, dijo con una sonrisa satisfecha, luego dejó caer sus monedas en el mostrador.

“¡Gracias! ¡Por favor espera un momento!”

Pero entonces, una voz cruda preguntó: “¿Qué es esto, cocina carne de giba?”

Un grupo de tres hombres con piel marrón amarillenta estaban parados frente al otro puesto. Tenían cuchillos y hachas colgando de sus cinturas, y parecían verdaderos sinvergüenzas.

“¿De verdad crees que puedes vender esa basura en Genos? Si quieres monedas, ¿qué tal si usas esa cara y el cuerpo sexy que tienes allí?”

Además de sus armas afiladas, también tenían contenedores de vino de frutas colgando de sus manos.

Comencé a dar un paso adelante sin pensarlo, pero Lala Ruu me agarró del brazo.

“Déjalo así. ¿Qué vendría de bueno si vas ahí? Solo déjamelo a Vina.”

“No pero…”

“Las mujeres que caminan solas por la ciudad siempre tienen que lidiar con ese tipo de cosas. Honestamente, incluso Sheera Ruu o yo podríamos expulsar a tipos así”.

“… Algunos de ellos son tontos reales. Dudo que tengan lo que se necesita para ir y hacer un enemigo de la gente del borde del bosque”, dijo el cliente de Jagar mientras masticaba tranquilamente su hamburguesa de giba. “No les hagas caso y apúrate y haz que se haga. Una vez que termine de comer, tengo que apurarme para volver al trabajo”.

“C-Cierto…” respondí, obligándome a concentrarme en agregar el aria a la olla.

No pude escuchar su conversación, pero de vez en cuando escuchaba a uno de los hombres gritando: “¿Qué dijiste?” o “¡No te metas conmigo!” o algo.

Para cuando la carne estaba buena y cocinada y terminé el myamuu giba, esos hombres estaban sosteniendo una hamburguesa de giba y alejándose.

“¿Ves? Vina llama la atención fácilmente, por lo que está acostumbrada a cosas así”.

Mientras respiraba un suspiro de admiración, los dos jóvenes que habían estado  retorciéndose  todo  el  tiempo  débilmente  intervinieron:  “Um… ¿Podemos probar una muestra…?”

“¡Si! ¡Por supuesto!”

Cuando eché un vistazo, vi que las chicas estaban probando las hamburguesas de giba. Y Yumi estaba un paso por delante de ellas y ya había ordenado, así que felizmente estaba masticando su comida mientras conversaba con Vina Ruu.

Pronto, los jóvenes dijeron: “Whoa… Esto es bueno, ¿no?”

“Es un poco difícil, pero no huele en absoluto”, dejando que sus impresiones se desvanezcan en voz baja.

Seguro que eran tímidos.

“Si lo desea, continúe y pruebe ese puesto también”.

Cuando dije eso, un nuevo cliente de Sym llegó y silenciosamente abofeteó sus monedas.

“¡Gracias! ¡Por favor espera un momento!”

Las cosas parecían extrañamente ocupadas en este momento, por alguna razón.

Mientras pensaba que mientras miraba hacia el cielo, vi que el sol había alcanzado su pico hace mucho tiempo.

Aparentemente habían pasado dos horas sin que me diera cuenta, y ahora estábamos en la mitad de la pelea.

Ahora que estábamos en este punto, la línea de meta no parecía tan lejos en la distancia.

Una vez que los jóvenes escogieron entre las hamburguesas de giba y myamuu giba e hicieron sus compras, eso dejó ambos puestos con un poco más de 20 cada uno.

“Ah, entonces esta es la cocina de giba de la que estaban hablando en la posada”, dijo una persona de Jagar, acercándose con un grupo. Al mismo tiempo, un número similar de clientes de Sym se acercó en silencio. No fue tan intenso como a primera hora de la mañana, pero a cambio, prácticamente no hubo un momento en que no hubiera alguien delante de los puestos.

Y como si hubieran estado esperando esta afluencia de clientes, comenzamos a hacer que algunas personas de piel blanca como el marfil se acercaran también.

Naturalmente, no todas estas personas compraron algo. Aproximadamente la mitad de ellos regresaron sin siquiera probar una muestra, y no era raro que alguien huyera después de probar uno.

Sin embargo, un gran número de personas también hizo un pedido tímidamente.

“Hey, ¿esto es giba?” un miembro de un grupo de niños llamó.

Parecían tener alrededor de cinco o seis años, incluso más joven que Tara.

“Así es. ¿Te gustaría probar una muestra?” Pregunté, extendiendo el plato de madera, solo para que dejaran salir chillidos infantiles y alegres mientras se dispersaban.

Pero eventualmente, se reunieron nuevamente y nerviosamente se acercaron al puesto.

“Las muestras son completamente gratis. ¿Te gustaría probar uno?”

“Pero… si comes giba, creces cuernos, ¿verdad?”

“Y tu piel se oscurece, ¿no?”

“¿Hmm? Lo he estado comiendo durante más de un mes, pero todavía no me han crecido cuernos”.

Entonces, señalé hacia Lala Ruu.

“Y mira, esta chica aquí tampoco tiene ninguno, ¿verdad? Así que estoy seguro de que está bien”.

Con eso, conseguí que probaran las muestras, a lo que proclamaron en voz alta “¡Qué rico!” y se fue corriendo por la calle.

“… No hay forma de que los niños tan pequeños tengan monedas para gastar, ya sabes”.

“Está bien. Escuchar que les gustó es más que suficiente para satisfacerme”.

Después de eso, nuestro negocio gradualmente comenzó a desacelerarse nuevamente.