Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: Maligno

Parte 1

A última hora de la noche en la capital imperial, Suimei, Felmenia y Liliana estaban caminando afuera. Felmenia, que estaba pegada a Suimei, estaba observando su entorno y expresó con cautela su preocupación por la aparente anti naturalidad de lo que vio.

“Está tranquilo, ¿no?”

“Probablemente anticiparon que habría una pelea y evacuaron el área de antemano”.

Suimei compartió su especulación mientras miraba a su alrededor. Tal como había dicho Felmenia, las calles estaban en perfecto silencio. No había un alma a la vista. Dado que ahora había un toque de queda en la ciudad, eso era de esperar, pero Suimei ni siquiera podía sentir la presencia de personas en las casas a su alrededor. Y al caminar por las calles vacías, el sonido del viento frío y fresco de la noche que transportaba sus voces y pasos parecía mucho más fuerte de lo habitual. De repente, Liliana tiró de la mano de Suimei.

“Suimei… Eso.”

“Ya se están mostrando, ¿eh? Eso fue rápido.”

Había varias sombras en movimiento en la dirección que señalaba Liliana, que era por un camino que conducía directamente a la plaza sur. Y efectivamente, acompañados por el sonido de pasos corriendo, muchos soldados aparecieron de la oscuridad.

“Suimei-dono, ¿realmente estarás bien solo contigo y con Liliana?”

“No hay problema. El daño a mi cuerpo astral se ha recuperado lo suficientemente bien para esto. Todo lo que queda es atrapar al objetivo”.

Mientras Felmenia y Suimei hablaban, los soldados que se acercaban se detuvieron a cierta distancia de ellos. Por lo que Suimei podía ver, los soldados estaban fuertemente armados y habían venido en fuerza. Su retaguardia era incluso un escuadrón de magos preparados. Pero solo se quedaron allí unos momentos antes de separarse cuando Graziella, Elliot y Christa aparecieron ante ellos.

“Veo que todos vinieron a la fiesta,” dijo Suimei con cierta ligereza.

“Ha pasado mucho tiempo, ¿no es así, Suimei Yakagi? ¿Cómo está tu salud desde entonces?” Graziella respondió.

“Gracias a ti, mi recuperación se retrasó. Honestamente, fue todo un dolor. Pero lo más importante es que hoy trajiste a muchos amigos, ¿no es así?”

“Teniendo en cuenta a mi oponente, solo hice los preparativos adecuados”.

“Esa es una evaluación bastante grandiosa”.

“Déjalo.”

Graziella escupió sus palabras como si estuviera decepcionada por la falsa humildad de Suimei. Luego fue Elliot quien comenzó a hablar.

“Pensar que fuiste tú quien protegió a esa chica…”

“¿Es sorprendente?”

“Por supuesto. Nunca hubiera pensado que la persona que competía conmigo para encontrar al culpable estaría protegiendo a uno de los sospechosos”.

“Bueno, eso es justo”.

Mientras Suimei se encogía de hombros sin pedir disculpas, Elliot agudizó la mirada de sus ojos azules mientras lo miraba.

“Entonces, ¿por qué lo haces?”

“Me llevaría mucho tiempo explicártelo y no tengo tiempo para decírtelo”.

“¿Qué quieres decir?”

“Quiero decir que estoy en camino de atrapar al cerebro detrás de los incidentes del coma”.

Sin esconder nada, Suimei no tuvo ningún problema en decirles lo que estaba haciendo. Pero escuchó un bufido en respuesta; parecía que Graziella no podía ocultar su disgusto. No perdió el tiempo denunciando sus acciones.

“Qué descarado. Usted mismo es cómplice de estos crímenes, ¿no es así?”

“Incluso si digo que no, no vas a escuchar nada, ¿verdad?”

“Si ya sabe eso, debería ser obvio”.

Cuando Graziella declaró esto, su guantelete forrado de negro tintineó mientras levantaba las manos preparadas. Ella estaba insinuando que ya era hora de que comenzaran. Su espíritu de lucha se desbordó por su cuerpo.

“Esta noche haré que me demuestres a fondo tu maldito poder. Solo me diste un vistazo la última vez”.

“Lamento decirlo, pero eso no va a suceder”.

“¿Qué?”

Al ver que Suimei no tenía intención de obedecer, Graziella lo miró con una expresión perturbada y algo desconcertada. Mientras lo hacía, alguien salió casualmente del callejón junto a ellos. Era…

“Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí? Ha pasado un tiempo, Su Alteza Imperial Graziella. ”

Shana Reiji, el héroe de Astel. Elliot en particular parecía bastante sorprendido por su llegada inesperada.

“Eres…”

“Hmph, Reiji el héroe, ¿eh? Escuché que viniste a la capital imperial, pero

¿qué haces caminando por las calles tan tarde en la noche?”

“Últimamente durante el día, hay gente en todas partes. Ha sido bastante estrecho, así que pensé que podría refrescarme un poco dando un paseo por la noche cuando las cosas están tranquilas. Pero no te preocupes, no vine solo”.

Mientras Reiji hablaba, Mizuki, Titania y sus escoltas de caballeros salieron detrás de él.

“Su Alteza Real, ¿cuál es el significado de esto?”

“Simplemente lo seguí después de que me dijeron que Reiji-sama quería ir y refrescarse”.

Titania estaba fingiendo ignorancia al igual que Reiji. Graziella afiló su mirada como una espada mientras la miraba. Este desarrollo fue demasiado conveniente. Graziella pudo sentir que todo era un acto y los interrogó a todos en un tono opresivo.

“¿Cuáles son tus intenciones aquí?” ella preguntó.

“¿Nuestras intenciones? Simplemente estamos pasando. Pero en esa nota, ¿qué están haciendo todos aquí en medio de la noche?” Reiji respondió.

“Hemos venido a capturar a ese hombre, Llama Blanca-dono, y a esa niña”.

“Eso suena serio. ¿Qué hicieron?”

“Seguramente has oído hablar de los malditos incidentes ocurridos en la capital imperial. Se sospecha que esa niña es el criminal detrás de ellos, y ese hombre la ha estado protegiendo”.

“¿Es eso así? No he escuchado nada sobre eso. ¿Qué te parece, Suimei?” Reiji respondió con una voz deliberadamente alta.

“¿Quién sabe? Sinceramente, no sé de qué está hablando. Después de todo, no tenemos ni idea de quién es el responsable de los incidentes. A menos que… Ah, ya veo. ¿Es así? Ustedes no pudieron producir ningún resultado, así que para engañar a todos, nos están haciendo pasar por los criminales, ¿verdad?”

“Bueno, eso no es bueno. No, eso simplemente no sirve en absoluto. No podemos tener eso”.

Jugando con Suimei, Reiji habló en un tono exageradamente comprensivo. Al ver su acto bien coordinado, Graziella percibió que ambos eran buenos amigos y que habían arreglado todo esto de antemano. Ella parecía extremadamente molesta.

“Bastardos…”

Por otro lado, Elliot parecía pensar que algo era bastante divertido y estaba conteniendo la risa. Al parecer, le divirtió bastante ver a Graziella tan bloqueada. Pero a un lado, Mizuki y Titania miraban a Suimei y Reiji y suspiraban exasperadas después de presenciar este intercambio.

“¿Qué puedo decir? Esto solo parece que dos mejores amigos actúan perfectamente sincronizados”.

“Sí, los dos son completamente descarados…”

Y no fueron solo ellos dos los que pensaron eso. Felmenia y los caballeros también contemplaron este espectáculo con ojos sospechosos. Y una vez que su pequeña farsa llegó a su fin, Reiji volvió su hermoso y galante rostro hacia Graziella.

“Lo diré alto y claro. Su Alteza Imperial, como héroe, no puedo soportar tal tiranía”.

“¿Qué estás diciendo? Seguro que no estás pensando en luchar contra nosotros”.

“Por supuesto. Eso es exactamente lo que estaba pensando”.

Al escuchar la declaración de Reiji, Graziella lo miró con escepticismo, pero serena y sin inmutarse.

Su comportamiento indicó que no tenía intención de retroceder. Reiji sacó su espada de oricalco de su vaina. La hoja brilló con un brillo como el resplandor de un metal ardiendo, y un ruido metálico casi como un zumbido en los oídos resonó en el aire.

“Mis más profundas disculpas, princesa, pero hasta que no capturen al cerebro, no puedo dejar que continúes. Si insistes en hacerlo pase lo que pase…”

“Hmph. Entonces tendremos que hacerlo con fuerza, ¿es eso? Entonces,

¿serás tú quien me haga compañía?”

“No, el oponente de Su Alteza Imperial seré yo”, dijo Felmenia mientras daba un paso adelante.

“¿Llama Blanca-dono lo hará? Hmph, eso en sí mismo también parece interesante. Ciertamente me sirvió hasta hartarse el otro día, después de todo”.

Graziella lanzó una sonrisa intrépida hacia el desafío de Felmenia. Aunque no dejó que se notara, Felmenia vaciló un poco.

“Erk…”

“Está bien. Tienes esto, Menia”, le susurró Suimei. “¡S-Sí!”

Alentada por sus palabras, Felmenia recuperó su confianza. Un fuego se encendió en sus ojos ámbar mientras orgullosamente sacaba el pecho. Titania, Mizuki y los caballeros se dispersaron. Quedándose detrás de ellos, Suimei y Liliana avanzaron hacia su destino atravesando el callejón trasero.

***

Después de separarse de Felmenia y los  demás  retirándose por un callejón, Suimei y Liliana ahora corrían por una calle diferente en ruta hacia su objetivo usando magia para correr más allá de las capacidades de cualquier humano común.

“Suimei… ¿estás seguro de esto?”

“Sí, no hay duda”.

Suimei estaba seguro de la identidad del culpable. No se le ocurrió otra posibilidad. Basado en todo lo que había sucedido hasta ahora, basado en las circunstancias demasiado convenientes y la información que Felmenia había reunido, Suimei se dirigía a la Biblioteca de la Universidad Imperial.

Allí encontraría su respuesta. A la velocidad que corrían a través de la quietud de la noche, apareció a la vista una estructura más alta que cualquier otra cosa a su alrededor.

“Eso es raro.”

“Es un tipo de hechizo que despeja a las personas no deseadas al hacerlas somnolientas. Está configurado para que las personas que deambulan por esta área tengan sueño y regresen por donde vinieron”.

“Es como un velo oscuro de estupor finamente extendido… ¿verdad?”

Mientras escuchaba la conjetura de Liliana, Suimei se acercó a la entrada y abrió las puertas de la biblioteca. Recibido por la oscuridad interior que sentía que lo absorbería, Suimei se lanzó por su propia voluntad. Tenía la sensación de que el final estaba a la vista.

La única luz en la que podía confiar para iluminar su camino era la luz de la luna que brillaba a través del tragaluz. Dentro del edificio, todo estaba demasiado silencioso. Hizo que Suimei pensara en el silencio mortal que cayó justo antes de la aparición de un espíritu inquietante.

Liliana se acurrucó ansiosamente junto a Suimei en busca de comodidad y seguridad. Mientras le acariciaba suavemente la cabeza, echó un buen vistazo a la zona.

Ninguno de los empleados estaba presente, lo que era de esperar a esta hora. Ninguno de ellos excepto uno. Al sentir la llegada de alguien, se encendió una luz en lo profundo de la oscuridad de la biblioteca. Apareció un hombre de piel clara, orejas largas y gafas.

“¿Está buscando utilizar nuestras instalaciones? Me temo que la biblioteca está cerrada por la noche”.

Era el elfo masculino llamado Romeon, uno de los bibliotecarios de la Biblioteca de la Universidad Imperial. Y cuando se dio cuenta de que era Suimei quien había entrado, pareció bastante sorprendido.

“¿Oh? Yakagi-kun y… si no es la hija de Lord Zandyke. Si estás aquí a esta hora… ¿pasa algo?”

Suimei no hizo ningún intento por ocultar nada y declaró claramente sus intenciones.

“Solo pensé que vendría y arrestaría al culpable de los incidentes del coma”.

“¿Oh…? ¿El culpable de los incidentes de coma, dices? Entonces ciertamente sabes que se rumorea que esa chica que trajiste  es la criminal”.

“Públicamente, al menos. Sin embargo, la verdad es que había alguien detrás incluso de eso. Una mente maestra que usó magia en Liliana y la manipuló”.

“Dios mío… Pero esta es la biblioteca, ¿sabes?”

Romeon fingió mirar alrededor del área mientras hablaba como si insinuara que no había forma de que tal persona estuviera allí. Pero Suimei no vaciló y no retrocedió.

“Exactamente. Y la mente maestra está aquí”.

“¿Aquí mismo? ¿Qué quieres decir?”

“Si solo estamos nosotros y tú aquí, entonces solo hay una respuesta, ¿verdad?”

Al escuchar esas palabras, Romeon mostró una expresión de asombro antes de estallar en carcajadas como si hubiera escuchado una broma de mal gusto.

“No podrías estar diciendo que yo soy el criminal, ¿verdad?”

“Desafortunadamente, eso es exactamente lo que estoy diciendo”.

“De ninguna manera, Yakagi-kun. Piénsalo. No hay forma de que haga algo tan escandaloso, ¿verdad?”

“Cuando el malo dice ese tipo de cosas, realmente no retiene mucha agua, ¿sabes?”

Una sonrisa preocupada flotó en el rostro de Romeon mientras Suimei se afirmaba. Luego se refrenó y se subió las gafas mientras ajustaba su posición en la nariz. Estaba tan tranquilo como siempre, pero la conducta amistosa que había tenido hasta ahora se desvaneció.

“Hmph… Suenas bastante confiado. ¿Qué base tienes para creer que soy el criminal?”

“Tengo muchas razones”.

“Si es así, ¿puedo preguntar qué son?”

“Lo primero que me dio la pista fue la vez que vine aquí con Menia,” comenzó Suimei.

“… ¿Te refieres a la vez que hablé contigo sobre la magia oscura? Tratarme como un criminal solo por eso es lo que llamamos imprudencia”.

Antes de que Suimei pudiera terminar de explicar, Romeon adivinó lo que Suimei estaba insinuando y, con un tedioso suspiro, comenzó a defenderse.

“¿No es apresurado decidir que soy el criminal solo porque sé sobre magia oscura? Hay personas en todo el mundo que conocen la existencia de la magia oscura, ¿sabes?”

“Escucha, no te trataría como a un criminal solo porque sepas un par de cosas sobre magia oscura. Como dijiste, hay muchas personas en este mundo que lo hacen”.

“Entonces…”

“Pero eso no fue todo de lo que habló con nosotros ese día”.

“¿Entonces te refieres a otra cosa?”

Romeon hizo una cara de desconcierto como si no tuviera idea de lo que estaba hablando Suimei.

“Esas palabras se usan para fortalecer la magia oscura”.

“… Ahora que lo pienso, recuerdo haber mencionado algo así. Las palabras que el criminal agregó al final de sus hechizos eran nombres salvajes, ¿verdad? Pero, ¿y eso? ¿Me encuentras sospechoso solo porque conozco nombres salvajes?”

“Así es. Después de hablar con Liliana al respecto, parece que son algo que aprendió del verdadero cerebro detrás de los incidentes”.

“Así que solo porque yo también conozco nombres salvajes, ¿debo ser el criminal? ¿Es eso diferente de juzgar a alguien sobre la base de que conocen la magia oscura? Romeon dijo con un gran suspiro. “Yakagi-kun, ¿detendrás esto ya? Si lo haces, me olvidaré de todo esto”.

Mientras hablaba, la voz de Romeon volvió a su tono amistoso habitual y puso una sonrisa preocupada una vez más. El hombre que se proponía ignorar todo como una tontería ciertamente parecía inofensivo.

“Está bien, señor bibliotecario, hay sólo una pequeña cosa que me gustaría confirmar. ¿Cómo nos lo explicaste en ese momento? Eso es todo lo que quiero saber. ¿Podrías recordármelo una vez más?”

Asombrado por la pregunta de Suimei, Romeon nuevamente suspiró de manera irritada y respondió de manera ambigua.

“Los nombres salvajes son palabras utilizadas en este mundo desde la antigüedad para fortalecer la magia oscura. Se han perdido hace mucho tiempo, pero amplifican el poder de la oscuridad. No hace falta decir que cualquier persona golpeada por una magia oscura tan fortalecida sufriría un daño grave. Qué—”

“Es eso. Esa es la parte que es extraña”.

“…”

Cuando Suimei identificó repentinamente lo que lo estaba molestando, Romeon se quedó en silencio antes de señalar con una mirada aguda a Suimei y cuestionar la fuente de su duda.

“No entiendo lo que estás tratando de decir, Yakagi-kun. ¿Qué pasa con lo que dije que es extraño? Seguramente esto no se debe a un cambio de expresión…”

“Antes de continuar, déjame salir y decir que no soy de este mundo. Fui un bono que vino con el héroe que fue convocado en Astel”.

Al escuchar la declaración de Suimei, un poco de sorpresa cruzó por el rostro de Romeon.

Pero luego asintió con la cabeza en reconocimiento.

“Ahora que lo mencionas, hubo rumores de un accidente en el momento en que el héroe fue convocado en Astel. Sin embargo, creo que eso no tiene nada que ver con nuestra conversación, ¿verdad?”

“Eso no es del todo cierto. Tiene una conexión sorprendente con lo que estamos hablando”.

“¿Una conexión…?”

“Así es. Esas palabras son una de las figuras retóricas místicas de nuestro mundo”.

Al escuchar la explicación de Suimei, la compostura de Romeon se desvaneció y su expresión se volvió sombría.

“No sé qué conclusión estás sacando de todo eso, pero no es un hecho que sean algo que solo existe en tu mundo, ¿verdad? Así como mundos diferentes pueden tener las mismas tecnologías, esos nombres salvajes podrían nacer en mundos diferentes”.

“Es verdad. No es tan improbable que el mismo concepto haya nacido en este mundo. Sin embargo, desafortunadamente, ese no parece ser el caso”.

“¿Por qué motivos? No podrías estar diciendo que encontraste el origen de nombres salvajes en este mundo, ¿verdad?”

“No, no necesito tomarme tantas molestias”.

La irritación de Romeon se estaba acumulando en contra de la creciente percepción de Suimei. Estaba empezando a inquietarse. Mientras limpiaba el polvo de una silla cercana con su dedo, su tono se volvió brusco.

“¿Por qué es eso?”

Suimei soltó una carcajada, sabiendo que Romeon ya sabía la respuesta a la pregunta que estaba haciendo.

“Quiero decir, desde hace un tiempo, has estado diciendo ‘nomina barbara, nomina barbara’ repetidamente usando el lenguaje de nuestro mundo”.

“…”

Al escuchar esas palabras, la expresión de Romeon se volvió aún más sombría. Comenzó a abrir la boca como si tuviera una objeción, pero Suimei lo ignoró y continuó avanzando con sus palabras.

“Normalmente, las personas traídas a este mundo por el círculo mágico utilizado para la invocación de héroes escuchan el idioma de este mundo en su propia lengua materna. Pero no es como si ustedes estuvieran hablando nuestro idioma. Sigues hablando en tu propia lengua materna. Entonces, si lo que dijiste era cierto y el concepto de nombres salvajes existía en este mundo de forma nativa, las palabras que te escuché decir deberían haber sido traducidas mágicamente al japonés y la forma en que tu boca se movió cuando dijiste que debería haber sido nueva para mí. Pero recuerdo haber pensado que había algo extraño en ello. Algo familiar. Lo que me lleva a creer solo una cosa”.

“Ah… Por eso en ese momento… me preguntaste si escuché ‘nomina barbara’, ¿verdad?”

Liliana habló cuando llegó a un entendimiento. Suimei le había preguntado específicamente sobre eso mientras discutían sobre el cerebro detrás de los incidentes. Todo este tiempo se había estado refiriendo a nombres salvajes en japonés, pero quería confirmar que obtuvo los mismos resultados al decirlo en latín.

“Así es. Y como es algo de mi mundo y no de aquí, en realidad estaba escuchando lo que estabas diciendo en lugar de una traducción. Lo que significa que te resulta bastante extraño saberlo, ¿no?”

Frente a esto, Romeon respondió señalando que había agujeros en la lógica de Suimei.

“Aun así, eso no significa implícitamente que yo soy el criminal, ¿verdad? Los héroes han sido convocados a este mundo desde la antigüedad. No es imposible pensar que un héroe vino de tu mundo hace mucho tiempo y transmitió el conocimiento de nombres salvajes, lo que llevó a su uso aquí, ¿verdad?”