Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: El Sueño Feliz Ciertamente Estaba En Este Lugar

Parte 3

Liliana se escapó de Rogue. Al estar tan absorta en huir a toda velocidad por estos callejones estrechos y oscuros, ¿cuántas veces se había caído ahora? Estaba cubierta de suciedad y arañazos. Su ropa estaba completamente hecha jirones.

A donde llegó después de huir por su vida fue a los barrios marginales de la ciudad. Era un lugar sombrío, como si se hubiera topado con la oscuridad. Estaba rodeada por los altos muros de los edificios y el cielo nublado sobre ella parecía que podría dar paso a la lluvia en cualquier momento. No había forma de que la luz del día la alcanzara aquí.

Y encima de la penumbra, el área se llenó de un fuerte hedor. Era como si toda la contaminación de la capital imperial se hubiera reunido aquí.

Pero en su vuelo, este era el único lugar al que podía llegar. Después de que Rogue le dio la espalda, ella ya no tenía a dónde llamar hogar. Para que nadie la encontrara, había venido aquí para buscar un rincón oscuro donde esconderse. Se abrazó las rodillas mientras temblaba.

Si ese hombre la había abandonado, el único camino que tenía ante ella era morir en la oscuridad como esta.

Con ese pensamiento, las lágrimas naturalmente comenzaron a brotar de sus ojos. Sin salida para sus emociones, sus gritos angustiados y sollozos desde lo más profundo de su corazón nunca saldrían. Solo las lágrimas que brotaban de las comisuras de sus ojos y caían por sus mejillas. Toda su vida hasta ese momento había sido un engaño. Al final, solo pudo vivir en una soledad abyecta. Se dio cuenta de que estaba completamente impotente.

Pensando en ello, desde que estuvo consciente de su entorno, solo otros la condenaron al ostracismo. Cualquiera que viera su rostro diría que nunca debería haber nacido.

¿Por qué tenía que ser ella? ¿Por qué era solo ella? Ya se había preguntado esas cosas innumerables veces. Solo porque podía usar naturalmente el poder de la oscuridad, ¿por qué tenía que ser tan aborrecida por la gente?

Aunque nunca tuvo la intención de hacer nada malo. Aunque en realidad nunca quiso lastimar a nadie. A pesar de todo eso, cada vez que alguien la veía por primera vez, todos la miraban de la misma manera.

Liliana recordó a la familia que vio antes. Simplemente caminando casualmente por las calles de la capital imperial, todos se veían muy felices. El padre, la madre y el niño se tenían el uno al otro y sus sonrisas eran perfectamente naturales.

Padre, madre e hijo. También eran personas; no eran diferentes de Liliana. Entonces, ¿por qué la Diosa no compartió esas sonrisas con ella? Ella no estaba siendo egoísta. Incluso si era solo un poco, incluso un poquito estaría bien, ella quería tener un poco de esa calidez en la sonrisa de un padre y una madre.

El niño le había pedido dulces a su padre. Y su padre, aunque preocupado, obedeció fácilmente. Su madre los cuidaba, pero no de manera regañona. Había una innegable calidez entre todos ellos. La forma en que estaban era deslumbrante. Liliana estaba envidiosa.

Nunca, ni una sola vez, ni a su madre ni a su padre, ni siquiera a Rogue, le había rogado a alguien por algo que quería. Entonces, ¿por qué se le permitió a ese joven hacer tal cosa? ¿A pesar de parecer no saber nada de las dificultades, el dolor o la tristeza?

“Ah…”

Cuando escuchó pasos acercándose, su voz se filtró. Alguien más había llegado arrastrándose a este lugar que era como las profundidades de un desagüe. ¿Era alguien que se había perdido en las laberínticas calles de la ciudad? ¿O quizás un vagabundo? ¿Fue la policía militar de patrulla?

¿O fue Rogue? Liliana se volvió hacia ellos, y brevemente, cuando la luz nublada brilló sobre ellos, su apariencia se hizo clara. Ese rostro reconocible era…

“Ustedes… son…”

“Pensar que estabas en este lugar, ¿eh? Arma humana. No, criminal”.

“Es tal como escuchamos. Nuestra suerte debe ser buena”.

Lo que llegó a sus oídos fueron voces rebosantes de crueldad descarada y sin disfraz. Estas eran las personas contratadas por los nobles que pensaban mal de Rogue, los mismos magos con los que se había peleado anteriormente, uno de los cuales hablaba con rudeza y el otro con cortesía. La luz lúgubre reveló sus ojos, brillando con odio e intenciones maliciosas.

“¿Por qué… viniste aquí?”

“¿No es obvio? Ya sabes, ese tipo de cosas…”

“Nos has puesto completamente en ridículo hasta ahora”.

“¡Así que te haremos pagar por todo!”

Los magos se estaban acercando. Esta fue la última parada en el vuelo de Liliana, por lo que ya no había ningún lugar adonde huir.

En el momento en que se puso de pie, el hombre de voz cortés comenzó a cantar un hechizo. Varios objetos en sus alrededores fueron levantados por la magia del viento y luego volaron hacia ella junto con una ráfaga repentina.

“¡Ugh, guh!”

Incapaz de soportarlo, Liliana cayó al suelo. Mientras estaba presa del dolor, el siguiente ataque se precipitó. El que cantaba esta vez era el hombre grosero. La magia que hizo girar junto con un tono violento produjo un fuego que la rodeó.

“A-Agh… guh…”

Como susurrándole que no tenían la intención de matarla rápidamente, el calor de la llama se intensificó y le robó el oxígeno, atormentándola lentamente.

La figura de Liliana mientras se retorcía de un dolor sofocante era como un pez recién salido del agua o un insecto con las alas arrancadas. El aire caliente descendía por su garganta mientras el calor de las llamas le quemaba la piel.

Ella selló su garganta de dolor y colapsó al suelo. Y después de quién sabe cuánto tiempo, estaba jadeando en busca de aire con dificultad para respirar.

Se dio cuenta de que el círculo de llamas que la torturaba se había desvanecido. En su lugar, los magos ahora se cernían sobre ella. El dolor descendió sobre ella. Su cabeza, sus brazos, su espalda, sus pies… lo pisotearon todo. La trataban como basura arrojada a un callejón.

En el breve intervalo entre golpes, miró hacia arriba y vio las caras risueñas de los dos hombres. Realmente encontraron que atormentar a Liliana era un placer desde el fondo de sus corazones.

El odio la consumió en el momento, pero luego, de repente, Liliana recordó lo que alguien le dijo una vez. No debería dejar que la malicia se la trague. No podía entregarse al odio. Si le confiaba su corazón incluso una vez, perdería quien realmente era.

“¿Hey, qué pasa? ¡¿No vas a usar un poco de magia como la última vez?! ¡¿Eso es todo?!”

“Parece que su maná ya está agotado. El más joven de los Doce de élite ciertamente ha caído bajo”.

Pero no había necesidad de que ella soportara esto. Después de todo, incluso si ella obstinadamente se obstinara en su sentido de sí misma, nunca podría lograr las cosas que quería.

“¡¿Qué pasa con ese puto ojo?! ¡Resulta que no solo te llamaron monstruo! Realmente eres uno, ¿eh?”

El hombre grosero la pateó con fuerza. Su cuerpo rodó por el pavimento de piedra del callejón y se estrelló contra una pared cercana. Ya no sentía dolor. Ella había olvidado lo que era el dolor. Las llamas de odio que ardían dentro de ella eran todo el tormento que podía sentir en este momento.

“¿Oh qué? ¿Eso te puso de humor? ¿Quieres defenderte ahora que estás en ese tipo de estado de agotamiento? ¡HAHAHAHAHA!”

“Pasar por tanto castigo y seguir de pie… Un monstruo como tú solo debería arrastrarse por el suelo como la despreciable criatura que eres”.

Sus voces burlonas eran extremadamente irritantes para sus oídos. Por eso, no importa qué tipo de poder usara, quería hacerlos volar.

“Yo…”

Esta sería la última vez. Seguramente ella se perdería por esto. Pero en este mundo de nada más que dolor, no se arrepintió de haber desaparecido.

No había nada de malo en ser tragado por la oscuridad. Si lo hiciera, todo terminaría. Al igual que esa figura repulsiva y desenfrenada esa noche, estaba bien para ella simplemente destruir todo y hacer que todo desapareciera.

Los nobles, los magos antes que ella, las calles de la capital imperial, los ciudadanos, esa familia feliz. Nada y todo. Si todo se desvanecía, su soledad sin duda desaparecería también. Es por eso…

“Desaparecer…”

“¿Ah?”

“Desaparecer… Desaparecer…”

“¿Qué? ¿Perdiste la cabeza?”

“¡Desaparecer! ¡Desaparecer! ¡Desaparecer! ¡Desaparecer! ¡Desaparecer! ¡Desaparecer! ¡Desaparecer! ¡Desaparecer!”

Todo se desvanecería. Justo cuando estaba a punto de despertar algo oscuro, escuchó un ruido desconocido. Un golpeteo rápido que era regular, pero a la vez rígido y agudo. ¿Fueron pasos? Lo escuchó desde más allá de donde estaban los magos, en lo profundo de la sombra de un edificio.

“Buddhi brahma. Buddhi vidya”.

[Despierta el poder. Junto con un gran conocimiento.]

“Ah…”

Invitada por la voz resonante, levantó la cabeza y vio una sombra que se extendía hacia ella. En poco tiempo, justo donde terminaba la sombra, apareció un solo hombre.

“Asat nada arupa loka”.

[Esa voz que llega a lo largo y ancho está muy alto en los cielos]. 

Ese hombre vestido con ropa negra desconocida tarareaba algo parecido a un murmullo. Su figura era de alguna manera solitaria, como un dios de la muerte llamando a alguien en su lecho de muerte.

“Kalavinka mahamaya om karuma samkri”.

[El que posee el dulce eco, liberará el pecado original.]

Pero el hombre no se detuvo. El continuo golpeteo de sus pasos resonó en el aire mientras se acercaba.

“… Ustedes nunca aprenden, ¿eh? ¿Es tan divertido atormentar a alguien?”

La voz exasperada del hombre resonó por todo el callejón. Con la cabeza gacha, Liliana no podía ver qué tipo de expresión estaba haciendo. Era como una superficie de agua tranquila sin una sola ondulación en ella, lamentándose por los indefensos ante él. El mago grosero se dio la vuelta y se enfrentó a este hombre, y cuando entró en su línea de visión, sus ojos se abrieron con sorpresa.

“Eres…”

“Ese canalla que se interpuso en nuestro camino esa vez… ¿Qué negocios tienes en este lugar?”

El mago cortés de los dos pareció reconocerlo, lo que refrescó la memoria de su compañero.

“¡Ah, eso es correcto! Eres ese mocoso que busca al culpable de los incidentes del coma, ¿verdad?”

“Eso me recuerda, escuché que estabas peleando con el héroe”, dijo el mago más cortés mientras se llevaba una mano a la barbilla.

“Mira, este monstruo es el culpable, ¿lo entiendes?”

“El culpable que buscaba era esta chica. Y estar fingiendo trabajar por el bien del Imperio… Es una villana terrible”.

Liliana escuchó una risa burlona. Entonces el hombre de negro resopló como si no le hiciera gracia.

“¿Un villano? Los villanos son ustedes, ¿verdad?”

“¿Qué dices?”

“No sé lo que estás tratando de decir. ¿Quieres iluminarme?”

“El hecho de que tengan que preguntar… Algo está muy mal con ustedes”.

“¡¿Qué?!”

“¿Se te han estropeado incluso los oídos? En serio, no hay ayuda para idiotas extravagantes como ustedes dos, ¿verdad?”

Quizás porque sintieron la hostilidad en esa declaración serena, los magos se pusieron en guardia.

“¡Oye! ¡No te acerques más! ”

“Imposible… ¿Estás pensando en apoyar a este criminal?”

“Sí, es como dices. Estoy aquí para hacer lo imposible”.

Al escuchar eso, el cortés mago se burló y se encogió de hombros.

“Entonces ha cometido un terrible error. Esa voz de antes… sonaba como un canto de un hechizo, pero hubiera sido mejor si nos hubieras disparado rápidamente tu magia desde atrás y nos hubieras pillado desprevenidos”.

“Esta vez son dos contra uno. Aquí también te golpearemos hasta la muerte”.

Los dos magos pronunciaron una sentencia de muerte para el hombre de negro. Sin embargo, era como si estuviera obsesionado con algo específico en lo que habían dicho y murmuraba como para identificarlo.

“¿Un error, eh…?”

El hombre de repente desató un pavor indescriptible. Al mismo tiempo, un viento entró en el área de la nada y comenzó a ser ruidoso.

“¿Qué…?”

“¡¿Queeeeee?!”

Los dos magos estaban desconcertados por el rápido cambio, y el hombre de negro habló como para informarles de lo que estaba sucediendo.

“Más allá de la tierra en la que vivimos, en los cielos más allá de la distancia… En las tierras del paraíso, existe un ser conocido como Kalavinka con la cabeza de un humano y el cuerpo de un pájaro. La belleza absoluta de su voz, esa excelente voz de pájaro, se ensalza como incomparable. Para un estudioso de los misterios, es una voz que se escucha desde la emisión de un ego de orden superior cuando avanza al siguiente nivel como humano. Se considera como una especie de revelación”.

“¡Tú vándalo!”

“¡Hablando de cosas más incomprensibles…!”

“Esta magia es algo que manifiesta el zumbido de un ser que existe más allá de la fantasía: Kalavinka. En general, la emisión de un ego de orden superior solo puede ser provocada por un mago de alto rango. De hecho, tienes que ser un mago de alto rango para escuchar el tarareo de Kalavinka. Si un mago sin experiencia da testimonio de algo así… Bueno, ¿qué crees que pasaría?”

Detrás de esa forma inquisitiva de hablar no había un tono provocativo. Cuando los magos miraron de cerca, el hombre de negro tenía los ojos manchados de un carmesí profundo como si estuvieran ardiendo. Este era Suimei Yakagi. Era como si estuviera mirando a un enemigo al que nunca podría perdonar. Lo que brillaba bajo esos ojos era una fuerte voluntad e indignación.

“Samadhi kalpa devana gara”.

[Escucharás la voz eterna del loto.]

“¡M-Mierda!”

“¡Oh viento! ¡Eres el poder de la eternidad! Convertirse en un —”

Antes de que esa voz zumbante pudiera continuar, los magos se dieron cuenta de su fuerza peligrosamente creciente y comenzaron a moverse. Sin embargo, ya era demasiado tarde.

“Samadhi kalpa nada”.

[Escucharás el eco eterno.]

La luz que los envolvía era un enorme y brillante círculo mágico escarlata que se dibujaba bajo sus pies. Las formas, letras y símbolos tenían una luminiscencia rojo sangre.

Quizás debido a esto, el pavimento de piedra pareció hundirse en una sombra negra. Era como si el área sombría en la que estaban parados estuviera siendo ahogada.

Lo único que quedaba por ver era el deslumbramiento brillante de la luz roja. Los hombres no podían moverse. Agarrados por la extraña atmósfera, en este momento, por un momento, incluso sus pensamientos estaban completamente atados. Luego…

“Vahana amana samskara buddhi karanda thrishna”.

[Confiarás tu cuerpo a la sublimación de las leyes transmitidas por los tres reinos y te entregarás a la dulce voz de la sed].

Todo lo que quedaba era… “Relincho de Kalavinka”.

Mientras Suimei  Yakagi decía las palabras clave, la brillante luz roja comenzó a desbordar y desorientar a todos los que la vieron.

Era como si, en medio de esa luz, ya no pudieran distinguir entre arriba y abajo, cielo y tierra. Cuando se centró en la luz ilimitada que llenaba su visión, Liliana sintió como si viera la silueta brillante de algo como un enorme pájaro volador por un instante en un deslumbramiento, pero se alejó volando junto con el zumbido de su dulce voz.

“Ah…”

Cuando la luz deslumbrante del otro lado de sus párpados comenzó a desvanecerse, Liliana abrió los ojos lentamente. Lo que entró en su visión fueron los dos magos, ambos caídos al pavimento de piedra después de haberles robado casi todo su maná.