Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: El Sueño Feliz Ciertamente Estaba En Este Lugar

Parte 2

La capital imperial de Filas Philia fue construida originalmente para funcionar como una ciudad fortaleza. Por eso, su estructura era bastante compleja.

La ciudad se dividió en distritos utilizando el concepto de compartimentación y, de un vistazo, parecía un diseño muy bien organizado.

Sin embargo, mirando más de cerca, era un elaborado laberinto de callejones y callejones sin salida. Sin una comprensión firme de su diseño, no sería fácil de atacar. Antiguas trampas, callejones sin salida arbitrarios que no tenían en cuenta las casas cercanas, los viejos cursos de agua y otras desviaciones peligrosas y todo eso se había dejado como estaba durante mucho, mucho tiempo.

Fue un montaje que preocupó tanto a los extranjeros como a los lugareños. Las murallas que rodeaban la ciudad eran altas y las salidas estaban ubicadas en los extremos norte y sur.

El paso tanto dentro como fuera de la ciudad estaba severamente restringido durante la noche. Todos y cada uno de los distritos albergaban una comisaría para la policía militar. Mirándolo desde otra perspectiva, se podría decir que todas fueron cárceles.

Y todo esto también era problemático para la chica que había sido obligada a huir sin un final a la vista.

¿Cuánto tiempo había pasado desde que se puso su túnica negra y se ocultó de los ojos del público? Gracias a los carteles de buscados que se extendían por todas partes, Liliana siguió huyendo sin importar si era de día o de noche por las inquietas calles de Filas Philia. Ella estaba viviendo estos días impredecibles sin apenas dormir e ignorando la condición de su maná restante.

Para navegar por el laberinto de callejones antes mencionado, era necesario elegir cuidadosamente su ruta. Sería inaceptable que saliera descuidadamente a las grandes calles principales.

No solo tenía que estar preocupada por la policía militar y los soldados moviéndose. Incluso los ciudadanos hablaban de ella y la estaban vigilando ahora. Si escuchaba atentamente en cualquier esquina de la calle, podía oírlos hablar.

“El arma humana fue el culpable de los incidentes del coma”.

“Ella está huyendo en la capital imperial”.

“Ella puede estar arrasando en medio de la ciudad en este momento”.

Con todo lo que la gente sabía de ella, una bata no sería suficiente para esconderla.

“…”

Liliana recordó lo sucedido hasta ahora mientras miraba el cielo nublado. Sobre cómo atacó a los nobles que pretendían derrocar a Rogue, sobre cómo luchó con Suimei Yakagi, y sobre cómo finalmente había obedecido a la alta sombra esa noche…

¿Fue esa realmente la elección correcta? Entre el miedo a ser atrapada y la ansiedad de no lograr sus objetivos, se había desprendido de la bondad de Suimei Yakagi y se había escapado.

De hecho, Liliana tenía algo que debía lograr. Tenía que hacerse cargo de lo que amenazaba a la persona más querida para ella. Pero si hubiera admitido sus crímenes, hubiera dejado de lado su magia oscura y se hubiera hecho amiga de él, era posible que hubiera regresado al camino correcto. Tales pensamientos flotaron en su cabeza.

Esa noche, Suimei le había preguntado si realmente estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo mientras continuaba usando su magia oscura. Quería liberarla de ese camino.

Casi nunca habían hablado, pero cada vez que lo hacían, ella lo rechazaba por su propio bien. Pero él la había empujado fuera del camino de su propia magia oscura y había recibido el daño por ella.

Cuando pensó en ello, hasta ahora, nunca había conocido a nadie como él. Incluso cuando su oscuro poder se volvió loco, ignoró su propia seguridad para salvarla. Y luego sonrió.

Fue la primera vez que alguien le sonrió. Por eso, al recordar la mano que se le tendió, un pánico indescriptible se apoderó de ella. Una nostalgia que nunca había conocido le desgarró el corazón. Porque probablemente también fue la última vez. La primera y última bondad que jamás le mostraría.

“Suimei Yakagi…”

Sin saberlo, su nombre salió de sus labios. Puede ser que ella estuviera rezando para que él apareciera, o una señal de sus verdaderos sentimientos. Sabía que este anhelo que llegó demasiado tarde era arrepentimiento. Sin embargo, ella rezó.

“Lucha, Liliana. Si lo hace, dependiendo de las circunstancias, será necesario”.

“Hngh…”

Esas palabras que una vez escuchó de la sombra alta torturaron su corazón y la condenaron. Lucha. Si no lo hiciera, perdería su lugar en el mundo. Nadie la necesitaría.

No había ningún significado para su vida más que su capacidad para herir a otros. Tenía que ser fuerte. Ella fue incapaz de sacudir esa voz.

Poniéndose en cuclillas y apoyada contra la pared de piedra de un edificio, en poco tiempo, la vacilación de su corazón se detuvo. El anhelo y el dolor que la atenazaban hasta ahora se habían desvanecido en alguna parte.

“Yo soy… Por el bien del coronel…”

Ella debe luchar. Fue tal como dijo la sombra. Ella, que poseía el poder de las tinieblas, nunca sería aceptada por nadie. Eso había sido cierto desde el momento en que nació.

Todos la habían condenado al ostracismo. Esto no se limitaba solo a la gente de la aldea en la que vivía. Incluso su madre y su padre siempre la habían mirado como si fuera algo repulsivo.

Después de llegar a la capital imperial, nada había cambiado. No importa por qué calle caminara, la gente todavía la miraba con el mismo odio. Solo Suimei Yakagi había sido diferente.

El acto de tenderle la mano debe haber sido un acto para que ella bajara la guardia. Después de todo, estaba tratando de atrapar al culpable de los incidentes del coma. Por eso debe luchar. Por el bien de proteger a la única persona que alguna vez le había dado un propósito: Rogue.

Todavía no había señales de la alta sombra tratando de hacer contacto con ella. Después de instarla a escapar, no recibió más comunicación. Probablemente la soltarían. Pero cuando ese pensamiento pasó por su mente, ya no pudo detenerse.

” —?!”

Mientras pensaba en esas cosas, sus hombros de repente saltaron. Era un sentido adicional que había dominado como alguien temido por los demás: había alguien detrás de ella. Sería malo que la encontraran.

Tuvo que esconderse rápidamente. Después de un rato, la presencia había pasado y no había más atención dirigida a ella. No la habían descubierto. Tímidamente se asomó por su escondite y observó dónde acababa de estar parada. Lo que vio allí no fue ni la policía militar ni los soldados.

“¡Papá, Mamá, dense prisa! ¡Vámonos!”

Lo que se le apareció a la vista fue una sola familia caminando armoniosamente: un padre, una madre y su hijo pequeño. Mientras el niño animaba a sus padres, el padre lo alcanzó y tomó su mano con una sonrisa. La madre los cuidó cálidamente mientras los perseguía, diciendo: “¡Es peligroso si no miras por dónde vas!”

Todos compartieron una sonrisa. Incluso en la capital imperial actualmente atrapada por una crisis, todos se reían como si se estuvieran divirtiendo.

“Pronto será el desfile de los héroes. ¿A dónde deberíamos ir hoy? Hay artistas callejeros en la calle principal”.

“¡Papá! ¡Hey papá! ¡Quiero comer dulces!”

“¿No acabas de tener algo en casa…?”

“¡Quiero dulceeeeeees!”

“Hmmm, pero…”

“Oye, no puedes decir cosas tan egoístas”.

“Pero…”

“Es justo lo que hay que hacer. Cuando volvamos a la calle, ¿buscamos algunos?”

“¡Hurra!”

El joven alzó ambos brazos en el aire con deleite. La madre, que estaba viendo esto, dejó escapar un suspiro exasperado, pero definitivamente no mostró ningún disgusto en su rostro.

“…!”

Liliana quería huir. Este tipo de escena estaba demasiado lejos de ella. Cuando se dio la vuelta, las voces de la familia feliz detrás de ella conmovieron su corazón. Quería alejarse de ellos lo más rápido posible. Si no lo hacía, esa visión de una familia feliz que se podía encontrar en cualquier lugar podría despertar algo oscuro que acechaba dentro de ella.

Liliana corrió con todas sus fuerzas y, antes de darse cuenta, salió a la calle principal. Fue demasiado descuidado por su parte considerando el hecho de que era una mujer buscada, pero por el momento, restauró la paz en su corazón.

Dejó escapar un suspiro de alivio. Esa familia no estaba aquí. La voz alegre del niño, la voz encantada del padre emocionado y la voz risueña de la madre que los cuida con dulzura.

En medio del caótico estruendo de los pasos y el otro ajetreo y el bullicio de la calle, ya no podía oírlos. Su corazón finalmente estaba en paz. Pero no duró mucho.

“¡Oye, tú con la túnica negra de allá!”

” —?!”

Cuando Liliana se volvió hacia la estricta voz, se encontró con la vista de varios policías militares que se acercaban. La habían descubierto. Mientras gemía internamente, uno de los policías militares que parecía ser un oficial al mando dio un paso al frente.

“Toda la ciudad está actualmente de guardia para alguien que tenga aproximadamente tu altura y descripción. Quítate la capucha”.

“…”

“¿Qué pasa? ¿No te lo vas a quitar? No puede ser… ¡Tú!”

Cuando ella no cumplió con su orden, los otros policías militares se acercaron sigilosamente. Liliana retrocedió reflexivamente. El policía militar consideró que se trataba de un intento de fuga y ordenó a los demás que entraran en acción.

“¡Capturarla!”

Entonces, un silbido mágico sonó en el aire. En poco tiempo, empezaron a llegar policías militares de todas partes. Justo en medio de la calle, Liliana fue rodeada en un instante. Este desarrollo repentino llamó la atención de todo el tráfico peatonal cercano. Con Liliana en el centro, la policía militar la había cercado por completo, y nuevamente fueron rodeados por una multitud de ciudadanos.

La policía militar estaba atenta a la magia y dudó en acercarse más. Sin embargo, después de ver que Liliana no cantaba por mucho que esperaran, prepararon sus porras y cargaron. Liliana evadió sus ataques con un ágil juego de pies.

Ella no usaría la magia tan a la ligera. Su maná se había agotado en gran medida, por lo que no podía usarlo de manera inútil. Sin embargo, a este ritmo, con solo una mano limitada para jugar, todas sus opciones eran malas. Al darse cuenta de eso, la impaciencia comenzó a calentarse dentro de su cuerpo. “Esto es malo” fue la única

frase que me vino a la mente para describir la situación. Quizás porque estaba atrapada por esos pensamientos, se encontró con una de las porras de la policía.

“¡Kyah!”

Cuando la enviaron a volar, le volaron la capucha. Cuando se reveló su rostro, pudo escuchar a los policías militares que lo vieron jadear.

“Tal como sospechaba…”

Coincidiendo con el gemido del oficial al mando, pudo escuchar a la multitud que rodeaba a los policías militares moverse. Sus voces eran aterradoras.

“Oye, esa es la chica que han estado buscando…”

“El arma humana…”

“Es la culpable de los incidentes”.

Incluso la policía militar a su alrededor la miraba como si fuera un demonio o un monstruo. Mientras miraba a su alrededor, esas miradas la miraban desde todas las direcciones.

“Hngh…”

¿Por qué todos la miraban siempre con esos ojos? ¿Como si estuvieran viendo algo repulsivo? Aunque ella ni siquiera había hecho nada. Aunque ella no nació con este poder porque lo quisiera. A pesar de que nunca había deseado la infelicidad de los demás.

“¡Eek!”

La multitud gritó colectivamente y se puso pálida. Por alguna razón, el miedo se apoderó de ellos en un instante. Y luego, antes de que Liliana pudiera determinar la razón, la respuesta llegó de los alrededores.

“¿Qué… con ese ojo…?”

“¡M-Monstruo! ¡Es un ojo de monstruo!”

Los gritos llenaron el aire. Se dio cuenta de que el parche que cubría su ojo derecho había caído al suelo. El golpe de la porra policial había roto la cuerda que la sostenía, revelando su repulsivo ojo derecho alterado por el poder de la oscuridad.

Liliana miró a su alrededor reflexivamente. Todos a la vista la miraban con miedo y sorpresa un tono más oscuro de lo habitual.

Era la misma forma en que la gente de su aldea la había mirado cuando la declararon un presagio de calamidad y la condenaron al ostracismo. Lleno de emociones oscuras, esos ojos, esos ojos, esos ojos…

“¡A-AAAAAAAAAAAH!”

Desde las profundidades oscuras de su corazón, los recuerdos reprimidos de su pasado irrumpieron y comenzaron a desbordar. Eran los recuerdos de una época que nunca más quiso recordar. Desde cuando estaba decidida a ser la fuente de todas las desgracias de la humanidad. Y la malicia que vino con eso.

“¡Espera!”

“¡No la dejes escapar!”

Liliana corrió. Las voces agudas detrás de ella la persiguieron, junto con una estampida de pasos. Solo había podido escapar porque todos fueron tomados con la guardia baja al ver su ojo derecho. Se zambulló en un callejón y corrió con todas sus fuerzas.

“Hahh, hahh…”

Liliana no tenía idea de hacia dónde corría. Al cabo de un rato, se detuvo en un callejón para recuperar el aliento, que hacía tiempo que se había agotado. De alguna manera se las había arreglado para hacer que la multitud se escapara. No…

Todavía hay… alguien ahí…

Había una presencia detrás de ella. ¿La había alcanzado uno de los policías militares? No lo parecía. La presencia era extremadamente escasa, y ese tipo de habilidad de sigilo no era algo que poseyera la policía militar. Cuando se dio la vuelta, pudo ver una única sombra negra que se extendía en la umbra de un edificio. Continuó extendiéndose, como si saliera sigilosamente de la oscuridad. En poco tiempo, después de que la sombra se había extendido por completo, lo que apareció fue…

“Ahí estás, Liliana”.

“¿C-Coronel…?”

Era su padre adoptivo y oficial superior, Rogue Zandyke. Al ver su figura, se llenó de emoción. Quizás había venido a buscarla ya que ella no había regresado a casa. Pero entonces, ¿por qué estaba desenvainando la espada en su cintura?

“Liliana, has tomado tu decisión, ¿no es así?”

“¿Qué…?”

Una voz desconcertada se escapó de su boca. Ella no podía entender lo que estaba pasando en absoluto.

“Liliana”.

“Por favor espera. ¿Qué quieres decir con… decisión?

¿Qué tipo de determinación necesitaba en este encuentro con el hombre que se suponía que era su padre? Debería haber venido a salvarla, entonces, ¿por qué tenía esa mirada tensa en su rostro? No importa cuánto tiempo esperó, no recibió respuesta. Todo lo que escuchó en respuesta fueron sus pasos fríos y rígidos acercándose.

“Coronel… Qué estas…”

“¿No es obvio? He llegado a asumir la responsabilidad y cumplir con mi deber. Con el fin de castigarte por los crímenes que cometiste”.

“Por qué… Coronel, por qué…”

Quería preguntarle por qué estaba haciendo esto. Liliana solo había cometido esos crímenes por el hombre que estaba frente a ella. ¿Por qué debe ser ella quien reciba el castigo por ellos?

“¡Coronel! Yo… ¡por tu bien!”

“No quiero escuchar tus excusas. Como soldado del Imperio, debes ser consciente de tu propia responsabilidad”.

“N-No… Eso no puede… Coronel…”

La hoja desnuda se acercó más cuando Liliana se alejó. Su punta bajó hacia ella. ¿Estaba a punto de morir? Cuando este pensamiento pasó por su mente, el cuerpo de Liliana se movió por sí solo.

No quiero morir. 

Su voluntad de vivir actuó en su nombre. Antes de que supiera lo que estaba pasando, había evadido la espada de Rogue.

“… Liliana”.

Rogue murmuró su nombre. Su expresión se había convertido en una sombra y ya no era visible. No, era que ella no quería verlo. Si incluso él la veía como algo repulsivo, su corazón ciertamente se rompería al fin. Los movimientos lentos y compuestos de Rogue entraron una vez más en su campo de visión.

Y una vez más, la luz brilló en su espada. Siguiendo la luz que amenazaba con cegarla, la punta de la hoja avanzó… A este paso, sería asesinada. Por el hombre al que llamaba coronel, el hombre al que idolatraba como padre. Por la persona más querida del mundo.

“No… ¡NOOOOOOOO!”

El empuje de Rogue atravesó la pared junto a ella. Sin detenerse a pensar que la oportunidad que tenía ante ella era en verdad una oportunidad, Liliana comenzó a correr una vez más.