Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 4

Extra: Memorial – 1999

El Rey del Miedo descenderá del cielo.

El mundo se derrumbará y la humanidad caerá.

Ofrezca sus oraciones. Confía en tu fe. Arrodíllate ante el Ángel. Armageddon está llamando a tu puerta.

“Dame un respiro…” Akira pasó la página de la vieja revista que tenía en la mano, dejó escapar un bostezo y se estiró.

Era el año 2007 y fue otro día estúpidamente pacífico. Pasaron muchas cosas en el mundo exterior: una actriz en un escándalo por un comentario arrogante, un boxeador acusado de hacer trampa, la aparición de una celebridad extravagante tras otra, un libro sobre un adolescente sin hogar escrito por un comediante que se convirtió en un éxito de ventas, gente que empieza a vivir en cibercafés …

“¿No pueden darme algo más interesante…?” Akira había pasado sus días trabajando para un desarrollador de videojuegos. Día tras día, codificó lo que pedía el cliente y lo envió. Akira encontró el trabajo nada más que tedioso. Tenía las habilidades suficientes para desarrollar videojuegos en múltiples géneros y tenía el potencial de liderar un equipo de creadores, pero lo que lo frenaba era su temperamento. “Veamos… ¿un rompecabezas a juego? ¿Crear su propio avatar y comprar cajas de botín para cosméticos? Uno de estos, de nuevo…” Refunfuñó algo o el otro mientras miraba los documentos de diseño.

Las redes sociales estaban de moda, lo que hizo que los juegos sociales jugados con extraños fueran más populares que nunca.

La mayoría de estos eran juegos en los que cada jugador creaba su propio avatar y vivía en una ciudad pre construida donde simularían la vida cotidiana, como hablar con la gente, pescar, administrar un restaurante, cultivar, etc. Incluso hubo algunas historias de parejas que se conocieron en uno de estos pueblos y finalmente se casaron.

Por supuesto, la mayoría de estos romances en línea se derrumbaron después de su primera cita en la vida real. “En qué mundo tan pacífico vivimos…” murmuró Akira mientras miraba las revistas.

Gracias a la política de “no desperdiciar, no querer” del CEO, las revistas de hace décadas eran fáciles de encontrar en el almacenamiento de referencia de su empresa.

Estaba estrictamente prohibido que los empleados tiraran cualquier cosa que perteneciera a la empresa. Si tenían que reemplazar un solo lápiz, tenían que redactar un informe de gastos. Akira lo encontró más ridículo que frugal.

Enterrado hasta el cuello en las referencias que sacó, Akira realizó su tarea de actualizar una aplicación de simulación de granjas.

Los jugadores plantarían, cosecharían y venderían varios cultivos, lo que les permitiría comprar ganado, lo que llevaría a producir leche y huevos.

Una vez que los jugadores ganaran suficiente dinero, podían comprar maquinaria pesada como tractores, lo que haría que la cosecha fuera más eficiente para que los jugadores pudieran expandir sus granjas y…

“Si te gusta tanto la agricultura, ¡ve a cuidar un campo real! ¿De qué sirve hacer vegetales virtuales? ¡Todo esto es un bucle sin fin, de todos modos!” Akira divagaba sobre esto y aquello, mientras escribía.

Después de un tiempo, parecía haber terminado la tarea que tenía entre manos, mientras giraba el cuello y crujía los hombros. “El mundo habría estado mejor si ese Nos-quien-diablos-tuviera razón”. Espera mientras lo hizo, ningún Rey del Miedo descendió del cielo.

“¿Hm?” La barra de tareas de su computadora parpadeó, notificando a Akira de una llamada entrante. “¿XX de nuevo…? Como si no estuviera en el trabajo en este momento”. Se equipó con sus auriculares y se quejó: “consigue un trabajo, vagabundo inútil”.

“¡¿Ni siquiera un hola?! ¿Dónde está tu decencia?”

“El mismo lugar donde dejaste el tuyo. Es la mitad de un día laborable”.

“Estoy jugando con tu aplicación ahora mismo, Akira. No consigo que las vacas me den leche”.

“Hazlo con las vacas, no con el desarrollador”.

“Tú también hiciste las vacas, ¿no? Son tu responsabilidad, ¿sabes? Tienes que cuidarlos hasta que los envíes a la universidad”.

“¿A la universidad de vacas? Si no producen leche, póngalos a la parrilla”.

Por supuesto, este juego no tenía nada parecido a un comando de “poner la vaca en la parrilla”. Su ciudad virtual era interminable, amable y pacífica, completamente limpia de cualquier impureza.

Convertir las vacas que los jugadores trabajaron duro para criar en carne de res estaba fuera de discusión. Habría más de unas pocas llamadas telefónicas enojadas de los jugadores si se implementara tal característica.

Sin embargo, si Akira hubiera estado ejecutando la aplicación, habría convertido sin piedad cualquier vaca sin leche y pollo sin huevo en carne.

Incluso los excrementos de las vacas serían útiles como fertilizante o incluso como material de construcción.

En poco tiempo, el contenido del juego se habría trasladado a que los jugadores pudieran usar el dinero que habían ganado para invadir las granjas de otros jugadores. Las jugadoras, en particular, se habrían cansado del juego en poco tiempo.

Los mundos que creó Akira Ono se apartaron de manera tan crítica de lo que la población exigía en ese momento. En un mundo creado por Akira, la gloria era el único premio, así que no rehuía ningún conflicto o competencia entre la base de jugadores.

Si bien Akira tenía talento para desarrollar un fanático dedicado, eso en sí mismo no condujo a éxitos. Nunca se había hecho ningún clásico sin la ayuda de jugadores casuales.

“Siempre te patean cuando el juego termina, ¿no es así, Akira?”

“Cállate.” De hecho, a Akira siempre se le había dado una excusa cortés y lo echaban de la empresa hasta que llamaban a su puerta con otro proyecto. Enjuague y repita. Akira no pudo evitar declarar su sincera comprensión: “No me necesitan cerca una vez que está hecho”.

No agregue nada. No hagas funciones extrañas. Cumplir solo con la solicitud del cliente. Los tiempos eran diferentes a cuando hacía juegos por su cuenta. Esa era la naturaleza de la vida empresarial.

“Entonces, ¿qué hay después de este?”

“Viste a tu avatar 2007…”

“Aburridooooooooo. Deshazte de esa mierda. Haz el juego. El juego.”

“Eso está hecho”. El dolor brilló en el rostro de Akira. No estaba de humor para que le recordaran su antiguo juego. Le obligó a recordar los buenos tiempos.

“Este no eres tú, Akira. Hacer un trabajo que no te gusta”.

“Se llama trabajo porque tienes que hacerlo, de todos modos. No es que un vagabundo sin trabajo lo entienda”.

“¡No, ni una pista! Voy a vivir mi vida haciendo lo que amo”.

“¿Alguna vez has tenido un trabajo…?” Akira finalmente preguntó. No tenía idea de cómo sobrevivió XX. Lo habría adivinado a espaldas de sus padres, pero rara vez había escuchado a XX mencionar a sus padres.

“¡Por supuesto! ¡Poner dientes de león en los peces!”

“¿Eh?”

“Todos estos paquetes de sashimi fluyen por una cinta transportadora, y sigo poniéndoles dientes de león, una y otra y otra y otra vez. Hilarante, ¿verdad? En algún momento tuve hambre, así que comí algunos bocadillos”.

“¿Toda tu vida es una broma para ti…?” Akira miró al techo, derrotado por la ridícula respuesta. Si bien no sabía si realmente existía un trabajo así, lo habría abandonado después de los primeros tres minutos. “Tengo una reunión próxima. Nos vemos.”

“Espera, te contaré los jugosos detalles de mi trabajo con el diente de león”.

“Diente de león mi trasero. Sigue haciendo eso hasta que el mundo se acabe”.

“Ew, no gracias. Me pagaron como 600 yenes la hora”.

“¡¿Eso es todo?!” Akira gritó y colgó. A pesar de que era una broma sin sentido, la expresión de Akira se iluminó. De alguna manera, hablar con XX lo hacía sentir ridículo por preocuparse por cualquier cosa. “No soy yo, ¿eh…? Creo que tienes razón en eso”.

El CEO entró en la habitación. “Ahí estás, Ono. Vámonos.” El director ejecutivo nunca se habría unido a una reunión si no fuera por Akira. Se había aparecido solo para mantener las riendas puestas, ya que a menudo tomaba cosas y corría en su propia dirección. “Este proyecto vale mucho dinero. No podemos dejar que se escape”.

“Lo pensé…” Akira comentó como si tuviera algo más que decir al respecto.

La ceja del CEO se levantó, pero continuó como si no se diera cuenta. “Colaboraremos con diferentes industrias y obtendremos licencias de disfraces de cómics y videojuegos de renombre. Me dijeron algunos grandes objetivos para el primer año posterior al lanzamiento. Un millón de usuarios”.

“Eso es genial.”

Al expandir su público objetivo a mujeres y niños, ese objetivo no sería demasiado realista.

“Conseguimos este concierto, y lloverá dinero aquí. Más espacio para las bonificaciones”, insinuó el CEO. Estaba luchando por darle a su desarrollador difícil de manejar una razón para estar entusiasmado.

(Lloviendo dinero, ¿eh…?) Akira echó un último vistazo a la pila de revistas viejas cuando salían del almacén de referencias.

Condujeron para encontrarse con el cliente y comenzó la tediosa reunión. Akira pudo ver una variedad de personas en el vestíbulo del hotel donde se llevaría a cabo la reunión. Todos llevaban trajes caros, bebían café caro y hablaban de cosas caras. Bellas artes, bienes raíces, acciones, inversiones extranjeras… Ninguna de las cuales un humilde plebeyo tendría ningún interés en escuchar.

“Planeamos hacer crecer este espacio a un tamaño comparable a MIZI o GREEN”, afirmó el cliente.

“Ya veo, ya veo”, asintió alegremente el CEO. “Con un proyecto de esta magnitud, creo que es muy alcanzable”.

Akira volvió a mirar el documento de diseño y dejó escapar un suspiro interno. (Jugando con amigos, ¿eh…?) El proyecto consistía en construir un espacio virtual  expansivo con énfasis  en la interacción con otros usuarios.

Los jugadores crearían páginas sobre mí, escribirían cursis introducciones para amigos y se enviarían anuncios publicitarios entre ellos.

Akira no pudo evitar mirar hacia el techo imaginando las interacciones completamente profundas que tendrían lugar.

Una ciudad ficticia, un avatar ficticio, palabras ficticias, romance ficticio, ropa digital, cultivos digitales, peces digitales… Esas cosas daban vueltas en la mente de Akira.

Ninguno de ellos le proporcionó el sentido de competencia y competencia que anhelaba. Solo había una cosa que deseaba en este momento: un lugar lleno de emoción, uno que pudiera quemar sus días, y tal vez incluso su vida.

(¿Pero cuán importantes son los disfraces, realmente…?) Muchos jugadores gastaron una cantidad asombrosa en ropa y accesorios para vestir a sus avatares.

Akira se preguntó si realmente significaba tanto para los jugadores tener cosas que la mayoría de los demás no tenían… Que pudieran demostrar que eran diferentes a los demás.

Un buen número de jugadores invirtió dinero en microtransacciones y desembolsó cajas de botín. Algunos llegaron a gastar el equivalente al salario promedio de un empleado de oficina, o incluso muchas veces más, cada mes.

A partir de ese momento, incluso durante los días que consideraba tediosos, Akira aprendió mucho sobre los jugadores casuales. (Podría usar esto para impulsar la inmersión.

Podría hacer disfraces dedicados para eventos, habilidades especiales y formas de mostrar logros…) Antes de que se diera cuenta, Akira estaba recordando su antiguo juego, el que parecía haber sido aplastado por la abrumadora tendencia de las aplicaciones de redes sociales.

“¿Qué piensas, Ono?” preguntó el director ejecutivo. “¿Le parece que puede manejar eso con este plazo?”

Su voz le parecía distante a Akira, de alguna manera. “También quería involucrar a ídols de la vida real”.

La voz del cliente comenzó a desvanecerse.

“¡Qué idea tan espléndida! Pondremos sus disfraces de concierto en cajas de botín… ”

Palabras vacías giraron a su alrededor. De repente, Akira se puso de pie y se inclinó profundamente en señal de disculpa. “Lo lamento muchísimo. Eso no es algo que pueda manejar con mi conjunto de habilidades”.

“¡O-Oye!”

Akira salió del vestíbulo del hotel, dejando atrás al CEO que gritaba y al cliente estupefacto. Su cerebro ahora estaba ocupado por nuevas funciones y varios sistemas.

Tenía que solidificarlos antes de que se desvanecieran en el aire. (No debería haber sido un borrado completo…)

En el mundo de Akira, absolutamente todo se borraba y se reiniciaba cada semana. Dado que todos los logros únicos desaparecieron al final, nunca se quedó con los jugadores casuales. Akira se dio cuenta de que debería haber dejado que los jugadores llevaran cosas que podrían usar para diferenciarse. Cosas de las que podrían presumir. Déjalos que se vistan como les plazca.

“Tengo que poner todo junto… ¿Cuánto PTO me queda?” Una vez que el cerebro de Akira hizo clic, las formas normales del mundo no pudieron detenerlo. Se sumergiría directamente en las profundidades de su propio mundo.

Mientras Akira caminaba a casa con un impulso en su paso, una voz de bajo lo llamó. “Eres más difícil de manejar de lo que dicen, chico”.

“¿Hm?” Akira se dio la vuelta para encontrar a un hombre musculoso de mediana edad con un traje caro. Sin embargo, no llevaba corbata y su camisa estaba demasiado desabotonada. Con barba y bigote, casi parecía un bandido. “¿Quién eres tú?”

“¿No sabes quién soy…? ¿Qué diablos ha estado haciendo Miki?” gruñó el hombre y encendió un puro. “Soy Aoki. De 42-OMG”. Le entregó una tarjeta de visita a Akira. Incluía el título “VP”.

“¿Eres de Mickity…?”

“¡Gah, ja, ja! ‘Mickity’, ¿eh…? Ese es un buen apodo para ese anciano”. Aoki se rio con sus entrañas, gritando una bocanada de humo.

Si bien Akira fumaba mucho, el humo punzante del cigarro de Aoki casi le provocó arcadas. “¿Entonces…? ¿Qué deseas?” preguntó.

“Te di mi tarjeta, Niño. ¿Todavía me das esa actitud?”

“Lo siento, tengo prisa. No quise ser grosero. Adiós,” dijo Akira sin una pizca de sinceridad.

Justo cuando se dio la vuelta para irse, Aoki lo detuvo en seco. “¿Nadie más puede hacer el mundo en el que estás pensando?”

“¿Eh…?”

“Vine todo el camino hasta aquí porque Miki está siendo demasiado suave. Como si no tuviera mejores cosas que hacer… ¿Qué demonios quiere nuestro jefe con un niño como tú, de todos modos?”

La expresión de Akira se endureció. Supuso que Aoki estaba aquí para dar seguimiento a su oferta de ejecutar su juego como un MMO a gran escala. La mayoría podría haber pensado en tal oferta de una empresa AAA como ganar la lotería. Aun así, Akira se mantuvo firme. “Aprecio la oferta, pero no necesito la ayuda de nadie. No voy a—”

“¿Qué tal el verde para pagarlo?” Aoki respondió, silenciando a Akira.

Quería probar que Aoki estaba equivocado, pero no tenía tanto dinero como antes. Lo había gastado todo. No importa qué tan profundo cavara, nunca encontraría suficiente dinero para desarrollar un videojuego a gran escala.

“Por eso te llamo ‘niño’. ¿Crees que te lo pueden entregar todo solo por unas cuantas buenas ideas?”

“¿Cuál es tu problema? Entonces, por qué no… ¡¿Qué?!” Akira fue interrumpido por una fuerte explosión. El suelo tembló demasiado de repente para que él se quedara de pie.

“Woah woah woah… ¡¿Qué diablos?!” Aoki gritó y cayó de espaldas.

Akira asumió primero que había un terremoto, pero estaba equivocado. Cuando se dio la vuelta, encontró varias partes del hotel del que acababa de salir envuelto en llamas.

“¿Un incendio…? ¡¿O algún tipo de explosión de gas?! Aoki murmuró para sí mismo, mirando inexpresivamente al hotel.

Akira, sin embargo, estaba viendo algo completamente diferente. Vio un monstruo gigante y siniestro con tres cabezas en la furiosa llama y humo negro que brotaba del hotel. Se parecía al monstruo Cerberus que había visto a menudo en el anime y los cómics.

“¡Hey niño! Llama a una ambula— ¡agh!” Una cadena de explosiones convirtió en escombros el otrora extravagante hotel. La gente que gritaba y huía se desarrollaba a cámara lenta en los ojos de Akira. “¡Esa cosa está hecha para…! ¡Tenemos que salir de aquí, niño! ¡Oye, ¿me escuchaste?! Aoki llamó frenéticamente cuando el hotel se derrumbó al suelo.

Por alguna razón, un bloque de texto tembloroso surgió en la mente de Akira.

—1999—

No es que el Rey del Miedo nunca descendiera del cielo. Había llegado mucho antes de lo previsto.

Este documento está Clasificado bajo la autoridad de The Empire

Creación de Demonios

Logró plantar el corazón de un diablo en los ciudadanos comunes. Sin efectos adversos a las capacidades físicas. Los sujetos muestran cambios repentinos y dramáticos como Jekyll y Hyde. Experimente con precaución.

Creación de Vampiros

Capaz de recrear la inmortalidad en una capacidad limitada. Requiere sangre en cantidades masivas. Los miembros del Consejo de Ancianos han solicitado en repetidas ocasiones una investigación acelerada.

Si esas bolsas pudieran caer muertas muy pronto, sería genial. Por favor.

Creación de un Reaper

Se redujo el grupo inicial de candidatos a nivel mundial de 20.000 mediante experimentación y pruebas. 68 sujetos han sobrevivido. Pasaremos a seleccionar el definitivo.

P.D. Estimado Señor Secretario, de Saegusa

¡Acabo de comprar NUEVE mercancía!

¡Un sombrero y una almohada para el cuerpo! Me encantaría verte en el laboratorio alguna vez.

-FINAL DEL VOLUMEN 04-