Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 4

Capitulo 6: Preludio Del Disturbio

Parte 6

Agentes De Negro

——Un Encuentro Dentro del Castillo Sagrado.

White había estado leyendo varios informes y trabajando en el papeleo. Como la Doncella Santa principal, tenía una amplia variedad de responsabilidades.

Además de sus deberes políticos, sus tareas habituales incluían la diplomacia extranjera y la resolución de disputas nobles. Negoció con los comerciantes, cada uno con su propio plan de lucro, y también se ocupó de las quejas o disputas entre los gremios.

El juicio de una Doncella Santa sirvió como método final de resolución en disputas que se salieron de control. Históricamente, las tres Doncellas Santas se habían dividido estos deberes entre ellas, pero el trío actual de Doncellas Santas estaba desequilibrado en más de un sentido.

Mientras que White se encargaba de toda la política, los asuntos exteriores y la resolución de disputas, las otras dos tenían un espíritu libre hasta el extremo. Queen solo trabajó durante las emergencias como una unidad de fuerza bruta y no mostró interés en ninguna otra obligación.

Luna, por otro lado, se vertió en el mundo de la magia, desesperada por mostrar su superioridad. Si bien había comenzado a sumergir sus pies en el liderazgo de  la aldea de  Rabbi, no tenía habilidades o conocimientos en política que pudieran ayudar a White. Cualquiera en  los zapatos de White  estaría al borde de su  ingenio, sollozando en su almohada al final del día.

Mientras White trabajaba duro, Queen mantuvo los pies sobre la mesa con su actitud habitual de despreocupación, pero abrió un ojo para escuchar el informe de Fuji cuando entró.

“¿La señora va a llevar una caravana al norte…?” Repitió Queen. “Sí, la recuerdo haciendo eso un par de veces”, descartó, desinteresada en el contenido del informe. Queen no había hablado más que con saludos superficiales o conversaciones triviales con la Señora, y mucho menos había tenido interacciones genuinas con ella.

De hecho, dado que Queen nunca habría ni muerta a las fiestas de la alta sociedad de Madam, solo tuvieron un puñado de interacciones. “Déjala comprar toda la basura que quiera”.

“Aun así, mi Reina… he venido a informar del asunto a la preocupación de Lady White”, agregó Fuji.

Queen miró a White mientras levantaba la vista de su papeleo y le devolvía una sonrisa gentil. El Halo de Ángel divinamente resplandeciente flotaba sobre su cabeza. Incluso Queen, temida por las naciones vecinas como un temible demonio, luchó por mirarlo directamente.

“Lo escuchaste, hermana… ¿Vas a enviar otro mensajero en protesta?”

No tenía cordura enviar una caravana de una escala absurda hacia el norte durante la temporada de guerra. White había enviado mensajeros en reprimenda o protesta, pero la Señora había devuelto todos y cada uno de los mensajes con un rudo silencio.

Desde la perspectiva de la Señora, esos mensajes de reprimenda no podrían haber venido de una fuente más exasperante que White, a quien la Señora percibió que había recibido una belleza infalible, como si hubiera sido bendecida por los mismos Ángeles.

Si bien la Señora tuvo su propia parte de pruebas y tribulaciones, White a menudo se enfrentaba con las hermanas Butterfly debido a su enfoque estoico para gobernar. Por lo general, White habría enviado un mensajero para protestar por la expedición insensible mientras su país estaba en crisis.

“La señora debe tener sus razones. Lo dejaré pasar esta vez”.

“… Mírate, todo generosa y mierda”. Queen miró a White con desprecio. A decir verdad, a Queen siempre le había gustado  ver a su hermana inocentemente compuesta enloquecer ante noticias inesperadas.

Esta vez, sin embargo, White se mantuvo extrañamente tranquila. No había duda de que el halo sobre su cabeza la había envalentonado. “Estoy impresionada, hermana… ¿Cómo fue eso de ‘D’?” Queen agregó sugestivamente. Había decidido intentar sacar a su hermana desde un ángulo diferente.

“¡¿Q-Qué se supone que significa eso…?!”

“Pareces como si hubieras reventado cierto tipo de cereza… Oye, Fuji.

¿Todos los polluelos se ponen así una vez que se han apareado?”

“¡B-Basta! ¡¿Y ‘apareamiento’?! ¡¿No puedes hacer que suene menos vulgar?!” White saltó de su asiento, sacudida por el repentino cambio en la conversación.

Sin embargo, Fuji fue inquebrantable, siempre fiel al mando de Queen. “De hecho, una vez que las mujeres han experimentado su primera experiencia, tienden a ver a las mujeres más inexpertas como inferiores y a sentir lástima por ellas”.

“Lo sabía”, gruñó Queen. “¡Tienes algunas pelotas, hermana! ¿Quieres ir, ahora mismo?”

“¡¿De qué demonios estás hablando?!” Sonrojándose, White volvió a sentarse. “Eres ridículo.” Regresó a su papeleo. No había suficientes horas en el día para que White se tomara en serio a estos cabezas huecas.

“Una cosa más, mi Reina.”

“¿Eh?”

“Lady Luna ha absuelto a Wo Wungol, el líder de The Mole”.

“¿De verdad? La pequeña perra absolvió a alguien…” Queen se sorprendió. Nunca había esperado que Luna perdonara a nadie, y mucho menos perdonara un crimen. White también pareció sorprenderse, mientras escuchaba la conversación mientras continuaba con su trabajo. “¿Y qué? ¿Va a hacer que este tipo Mole venda a sus amigos?”

Combatir el fuego con fuego. Este no era un método poco común de persecución criminal en todo el mundo. Incluso en Japón, Ieyasu Tokugawa, un shogun del período Edo, había capturado al líder de la banda de ladrones y lo había perdonado para ayudarlo a capturar al resto de los ladrones de la ciudad.

“Parece que ella lo está haciendo cavar en busca de pozos”.

“… ¿Pozos?” Queen bajó los pies de la mesa. No tenía sentido cavar un pozo en cualquier lugar del páramo del este, como hacer rodar una roca gigante por una colina que no se puede escalar. “¿Quieres decir… ese es su giro en el castigo de este tipo?”

En este mundo, así como en la Tierra, los criminales fueron capturados, encarcelados y puestos a trabajar por una duración variable dependiendo de su crimen. Queen había entendido que la orden de cavar pozos era su sentencia.

“No, parece que ella realmente quiere que se caven pozos… El hombre es un luchador decente, pero cava un pozo mejor que la mayoría de los profesionales”.

“No lo entiendo… ¿Su cerebro de mierda se derritió por el calor?” Queen levantó las manos en señal de derrota.

Por otro lado, White entendió que Luna no debe haber sido la que hizo una orden tan extraña. (Debe haber sido él…) Recordó a un hombre guapo en particular: el Ángel Caído, Lucifer, vestido con un abrigo largo negro como la boca del lobo, mirando a lo lejos. La escena del baño de observación de estrellas brilló en su mente, enrojeciendo brillantemente sus mejillas.

(¿Lord Lucifer tiene la intención de bendecir las tierras baldías del este con agua…?) Por cualquier razón, eso sería imposible. Sin embargo, en cuanto a las imposibilidades, White sabía muy bien que el halo sobre su cabeza era más imposible que cualquier otra cosa.

(Después de ver toda esa agua caliente en ese “Complejo de Aguas Termales”…) No era imposible, concluyó White. En sus manos, no parecía un sueño imposible. White no pudo evitar sonreír imaginando qué milagro haría él, el que gobernó la noche en la era de los dioses hace mucho tiempo.

Queen, siempre perceptiva, notó el ligero cambio en su expresión. “Estás pensando en él ahora mismo, ¿no es así, hermana…?” Queen gruñó, torciendo el rostro con disgusto.

Pillada con el rostro enrojecido, White desvió la mirada hacia un lugar al azar en el techo. “¿Q-Qué quieres decir…?”

Queen, una guerrera formidable dentro y fuera del campo de batalla, no cedió. “No hay duda… Ese era el rostro de una mujer si alguna vez he visto una. Hey, Fuji. ¿Crees que estoy hablando fuera de mi culo?”

“No, mi Reina. Estás absolutamente en lo correcto”.

“T-Tú… ¡Ustedes dos pueden irse si sólo van a interrumpir mi trabajo!”

Mientras el Castillo Sagrado permanecía tan cacofónico como siempre, figuras sospechosas se alzaban en su sombra.

***

——La Mansión de Donna, Oeste Holylight.

En la mansión de Dona Dona, que gobernaba el rico distrito minero en el oeste de Holylight, se estaba llevando a cabo otra fiesta extravagante. Platos vibrantes y ornamentados se alineaban en las mesas, los invitados bebían vino directamente de la botella, cada uno de los cuales valía el salario mensual de un trabajador promedio.

El espacio era algo de otro mundo, donde los vítores estallaban periódicamente en diferentes secciones de la habitación y los nobles borrachos comenzaban a cantar.

Sin embargo, la expresión de Dona, que estaba sentada en lo alto de su trono, fue menos que alegre. (La multitud está disminuyendo…) Doña era particularmente sensible a los números, es decir, el número de personas que tenía bajo su control y el número de personas que acudían a él.

Al ver que la clase de sus fiestas había disminuido junto con el número de asistentes, a Dona le hervía la sangre. La causa principal del declive no fue otra que la Señora, que había encontrado un lugar en el lejano pueblo de Rabbi. (Ahora la hermana mayor… ¡Cómo se atreven esas hermanas Butterfly a enseñarme los dientes a mí y a mi excelencia!)

Muchas de las esposas, las “estrellas” del espectáculo que era una fiesta de la alta sociedad, no asistieron. Incluso los nobles de partidos y fuerzas opuestos solían presentarse a los partidos de los demás. Incluso cuando no pudieron asistir, solían enviar flores o alguien más para que asistiera en su lugar. Pero ahora, todos los ausentes parecían haber olvidado su etiqueta de la alta sociedad.

(Esas sucias, puercas hermanas… ¡Podría quemar sus tierras hasta el suelo con un chasquido de dedo!) Dona nació en una familia enormemente poderosa, el epítome de la nobleza.

Para bien o para mal, tenía cualidades infantiles. Dado que se le permitió violar cualquier ley y se le concedió cualquier deseo desde su nacimiento, el mundo de Dona operaba con una filosofía completamente diferente a la del resto del mundo.

Al notar el cambio de emoción de Dona, el hombre que estaba a su lado habló. Era Shrimp Noodle, el sobrino favorito de Dona. “¿Qué te pasa, tío?”

“Shrimp. ¿No has notado algo sobre la fiesta? ”

“Los invitados se vuelven cada vez menos agradables a la vista. Qué lástima. Nadie hubiera tomado esta fiesta como una congregación de los nobles más importantes del país”. Entrecerrando sus ojos despiadados, Shrimp se subió el flequillo con un engreído roce de la mano. La forma de su cabello se parecía a un hongo, mientras que su ropa era visiblemente cara. “Se rumorea que todas las esposas centrales están arrullando y graznando sobre algo llamado ‘Complejo de Aguas Termales’.”

“Hmph, esa jabalí… Ella desperdicia su dinero en la más frívola de las tonterías”, se burló Dona, sin ninguna conciencia de su propia serie frívola de eventos semanales.

“Todas las mujeres se sienten atraídas por las tendencias… Eventualmente lo superarán. Nuestra sangre pura se manchará con solo pensar en esa aldea intocable durante mucho tiempo”.

“Hm… puede que tengas razón”. Dona vio a su sobrino, para su orgullo, como alguien digno y capaz de estar por encima y liderar a todos los nobles. Alguien que se pesaba más que nada en el mundo y que tenía las agallas de tratar a los demás como si fueran recortes de césped. Dona creía que esos eran los criterios más importantes para que un hombre se convirtiera en un noble entre los nobles: un rey. Dejando a un lado las creencias personales de Dona, uno podría imaginar el sufrimiento que este tipo de hombre trajo a su pueblo. “En cualquier caso, envié a Milligan a ese pueblo. Traerá algún tipo de noticia en poco tiempo. Un noble también debe adquirir la delicadeza para utilizar incluso a un perro rabioso”.

“Increíble, tío. Su toma de decisiones y el salto a la acción es tan rápido como un rayo. Veo la sangre de nuestros valientes antepasados, que lucharon contra el Rey de los Demonios en la antigüedad, corriendo por tus venas”.

Dona inclinó la copa de vino hacia atrás, regocijada por el grandioso cumplido de su sobrino. Shrimp tampoco lo había dicho en halago, sino en serio.

Al unir muchas facciones de los nobles y controlar el Oeste de Holylight, la riqueza y la fuerza del clan alcanzaron su punto máximo bajo el gobierno de Dona.

Su gobierno contundente y su ansia de poder, para bien o para mal, habían construido los glamurosos ascensos y caídas de la sociedad noble en Holylight.

Shrimp se aseguró de espolvorear una sugerencia en medio de los elogios. “Pero, tío. Debemos ocuparnos de Buttersauce”.

“¿A qué te refieres…?” Dona frunció el ceño ante la mención de ese nombre repugnante.

“Esa mujer toca la caja de música día tras día en el salón, como para presumir. He oído que pinta con su melodía y que los nobles de la persuasión más artística están enamorados de la vista”.

“Grr… Esa pieza…” La caja de música se había convertido en un punto doloroso para Dona. La única pieza que le habían arrebatado debajo de las narices frente a una multitud tan grande, después de haber perdido el juego mental de la subasta.

“El error estaba por debajo de ti, tío”.

“¿No crees que lo sé…? Déjalo ir, ya”.

Si alguien más hubiera adoptado ese tono con Dona, su cabeza habría dejado los hombros en el suelo. Como Shrimp estaba consciente del afecto de Dona por él, decidió darle un consejo a su tío, o incluso reprenderlo a veces. Nunca disuadió a Dona de adorar a su sobrino en absoluto. Por supuesto, era familia. Dona no habría tolerado esto de nadie más.

“Para entretenerte en tu aburrimiento, tío, he reunido a todos los músicos de Holylight”. Shrimp chasqueó el dedo y numerosos músicos entraron en el salón de baile tocando una alegre melodía. La gran entrada recordaba el tipo de fiestas a las que estaban acostumbrados. Los invitados aplaudieron ante la agradable sorpresa. “Si esa mujer elige egoístamente guardarse la caja de música para sí misma, mantendremos a todos los músicos del país en nuestro séquito, y robaremos al resto de Holylight cualquier otra música”.

“¡Gra, ha, ha! ¡Qué buen sobrino eres! ¡Incluso a mí no se me habría ocurrido esto!” Dona soltó una carcajada, sacudiendo su gordo cuerpo.

Si bien Dona y Shrimp podrían estar satisfechos con este truco, solo sirvió como un gran inconveniente para el resto del país. Dona estaba escuchando feliz a la gran orquesta cuando recibió un informe de Azur. Su expresión cambió de inmediato. “¡Qué… ¿Ella envió otra caravana al norte…?!”

“Parece que sí, mi Señor.” Azur mantuvo su no expresión habitual mientras la de su amo se ponía roja de ira.

“¡Esa asquerosa cerda! ¡No toleraré esto!”

Después de que su hermana Buttersauce lo avergonzara con la caja de música, la Señora estaba obteniendo el apoyo de las esposas nobles centrales a un ritmo alarmante.

Las hermanas Butterfly eran nada menos que el archienemigo de Dona, empeñadas en bloquearlo de la posición de gobierno supremo que se le debía por derecho.

La ira de Dona, líder de los prestigiosos nobles, hizo callar por un momento el salón de baile. Sintiendo que la marea cambiaba en una dirección no deseada, Dona abrió los brazos de manera teatral y llamó con calma a la multitud.

“Disculpen, queridos amigos. No permita que una mala noticia trivial arruine nuestra deliciosa fiesta. Por favor, todos, sigan disfrutando”.