Kono Yuusha (NL)

Volumen 4

Capitulo 44: Bloody Systeria

“¡Ahhhhhh!”

En el instante en que me despierto, ya estoy saltando de la cama. El sudor gotea por todo mi cuerpo.

¿Q-Qué demonios? ¡Qué sueño tan horrible fue ese!

Miro el suave sol de la mañana mirando por la ventana mientras trato de controlar mi respiración.

Menos mal… tengo que hacer algo para distraerme de lo que acabo de ver. Supongo que iré al café de Cerceus y tomaré una taza de café…

Mientras me pongo mi vestido habitual…

¡Thud! ¡Thud! ¡Thud!

Escucho un golpe violento en la puerta.

“Mantén tus pantalones puestos. Maldición. ¿Quién es? ¡¿Eh?!”

Abro la puerta y me estremezco. Aria; Adenela; Cerceus e incluso la Diosa del Fuego, Hestiaca; el dios del rayo, Orand… y muchos otros dioses que viven en el santuario están allí.

“¡¿Q-Q-Qué está pasando?!” Grito.

Orand luego grita:

“¡Eso es lo que queremos saber, Ristarte!  ¡Acabamos  de sentir una poderosa aura malvada que viene de tu habitación!”

“¿Qué…?”

Aria coloca una mano sobre su boca y me señala aterrorizada. “¡R-Rista…! ¡La energía del mal está saliendo de tu cuerpo!” “¡Qué aura siniestra!”

Miro distraídamente en la distancia, sin saber qué significan. Mientras la mayoría de las deidades retroceden unos pasos, Adenela se acerca a mí, toma mi mano izquierda y me mira.

“E-Esto es una m-maldición. El taumaturgo te tocó el brazo, ¿verdad?”

Adenela levanta mi muñeca para que pueda ver por mí misma. Hay una huella oscura alrededor de mi brazo.

“¿Q-Qué demonios…?”

¡¿Entonces eso no fue un sueño?!

“¡E-Es la maldición final de la Emperatriz Vengativa Celemonic, Bloody Systeria!”

Repito lo que  escuché en mi  sueño mientras  tiemblo de miedo. Sin embargo, Aria logra sonreír por mí.

“No te preocupes, Rista. Estamos en el mundo de los espíritus. Encontraremos una manera de deshacernos de él”.

Cerceus    asiente   también    de   acuerdo,    aunque    con   una   expresión ligeramente tensa.

“¡A-Además,    las   deidades   no   mueren    incluso   si   estamos   malditos! Probablemente no deberías preocuparte demasiado por eso”.

“S-Sí… ¡Tienes razón!”

“De todos modos, vamos a hablar con la Gran Diosa Ishtar y escuchar lo que tiene que decir”.

Cuando Aria y yo salimos de la habitación, Seiya se apoya en la pared del pasillo.

“¡Oh, Seiya! Dame unos minutos, ¿de acuerdo? ¡Seré rápido!”

“… Toda esa energía demoníaca que sale de tu cuerpo dice lo contrario”. Seiya exhala brevemente, luego se acerca a mí.

“Voy contigo.”

Después de eso, Aria, Seiya y yo nos dirigimos juntos a la habitación de Ishtar.

“Discúlpanos…”

Siguiendo a Aria, Seiya y yo entramos en la habitación de Ishtar. Sentada en su silla habitual, Ishtar pone una expresión severa y habla antes de que pueda hablar.

“El cuerpo de Ristarte está cubierto de una niebla negra. Ha pasado mucho tiempo desde que vi una maldición tan poderosa. El taumaturgo debe haberse sacrificado para lanzarlo.”

Ishtar continúa:

“Las almas de las deidades y los héroes son solo Almas Astrales temporales, y la Chain Destruction es un dispositivo mágico que puede destruir el alma verdadera, el Alma Divina, destruyendo el Alma Astral”.

Los pequeños pelos de mi cuerpo se erizan cuando escucho a Ishtar mencionar repentinamente la Chain Destruction.

“¡G-Gran Diosa Ishtar…! ¡¿Estás diciendo…?!”

“Sí, esta maldición posee los mismos poderes que la Chain Destruction. Cuando termine la maldición, tu Alma Divina será destruida.”

“¿E-E-Eso significa que voy a morir?”

Casi me desmayo. Mientras Aria y yo estamos sin palabras, Seiya pregunta:

“¿Hay alguna manera de romper la maldición?”

“El poder del Dios Oscuro me impide ver el futuro de Ristarte. Por lo tanto, todo lo que digo desde aquí es una conjetura. Para romper la maldición, debes usar un hechizo sagrado de mayor poder. Otra opción sería hacer que la maldición tenga la sensación de que el Alma Divina ha ascendido a los cielos o ha sido destruida”.

¡¿Ascendió a los cielos?! ¡¿Destruido?! ¡¿Entonces muero de cualquier manera?!

“Oye, abuela, ¿estás segura de que esto no está conectado con los poderes del Dios Oscuro también? ¿No podríamos debilitar la maldición si evitamos que la Bendición del Dios Oscuro sea enviada a Celemonic?”

“La maldición no fue causada por la bendición sino por la propia Celemonic. Además, Celemonic ya no existe, y solo queda su maldición. Por lo tanto, probablemente no se rompería incluso si debilitaras la Bendición del Dios Oscuro”.

“Ya veo. ¿Cuánto tiempo tenemos hasta que su alma sea destruida?” Ishtar me mira y luego admite:

“A juzgar por la cantidad de energía maligna proveniente de Ristarte… ella probablemente tendría suerte de pasar la noche”.

¡¿S-Solo una noche?! Seiya se vuelve hacia mí. “Rista, abre una puerta”.

“¿Huh?”

“Primero, iremos a Ixphoria para revisar el cuerpo de Celemonic. Puede haber una pista.”

“E-Está bien…”

No quiero volver a ver el cadáver de Celemonic, pero no estoy en posición de hacer demandas.

“Seiya, Rista, tengan cuidado…”

Y así, abro una puerta a la sala de poder subterránea mientras Aria e Ishtar nos despiden.

… Después de que se pusieron tantas trampas, la sala de poder es un desastre, con cubos esparcidos y la pared derrumbándose. El cuerpo de Celemonic está tal como lo dejamos: tumbado boca abajo en el suelo con una mano y una pierna perdidas.

“¿Huh? ¿Seiya?”

De repente me doy cuenta de que Seiya no está conmigo. Con la puerta entreabierta, él está mirando dentro de la habitación con un ojo.

“… ¿Qué estás haciendo?”

“¿Celemonic está realmente muerta? Incluso si lo está, ¿cómo puedo estar seguro de que todavía no puede maldecirme? No puedo permitirme ser maldecido en este momento”.

“E-Ella está muerta. Créeme. Además, solo estoy maldita porque ella me agarró de la muñeca. Estarás bien, Seiya”.

Poner una poderosa maldición sobre alguien requiere condiciones estrictas… y desafortunadamente sostuvo mi muñeca lo suficiente como para poder cumplir con esas condiciones.

Después de finalmente salir de la puerta, Seiya mira de reojo a Celemonic. “Está toda marchita. ¿Tú hiciste esto?”

“S-Sí, ella se encogió después de ser expuesta a mi magia sagrada”.

“En otras palabras, entraste en la sala de poder e intentaste dar el golpe final, lo que resultó en que te maldijeran”.

“Er… lo siento…”

Pero Seiya no me reprende por ignorar sus instrucciones. “Bueno, en parte tengo la culpa de lo que pasó esta vez”.

Seiya murmura esas pocas palabras, luego comienza a hurgar el cuerpo de Celemonic con la vaina de su espada.

“¿Q-Qué estás haciendo?”

“Examinando el cuerpo”.

Seiya continúa usando su vaina para voltear a Celemonic y hacerla rodar después de eso, pero finalmente vuelve su mirada hacia mí.

“He confirmado su muerte. Ahora sabemos que tu maldición no fue causada por Celemonic que todavía está vivo”.

“O-Oh, eso es lo que estabas buscando…”

“Muy bien, vamos a encontrarnos con esta diosa que te enseñó magia sagrada”.

Terminamos sin obtener ninguna información en la sala de poder, aparte del hecho de que Celemonic está, de hecho, muerta. Pero antes de regresar al mundo de los espíritus, Seiya usa su magia terrestre para arrojar los restos de la Emperatriz Vengativa profundamente en el núcleo del planeta, como es tradición.

La puerta nos lleva a la casa con techo de tejas en el Bosque Divino. Abro la puerta de madera y entro en la casa de la Diosa de la Riqueza, Baldr. Sentado en la habitación con tatami, Baldr me saluda con una sonrisa.

“Oh vaya. Mira quién es. Has venido a que… ¡Ahhhhhh!” Pero ella grita cuando me acerco lo suficiente.

“¡Q-Qué aura siniestra! ¡Qué maldición tan aterradora! ¡Vamos! ¡Sal de mi casa!”

Agarra el jarrón sobre el altar y comienza a arrojarnos la sal que contiene. “¡Pfff! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Señora Baldr! Nosotros-”

“¡No podrías pagarme lo suficiente para eliminar esa maldición! ¡Es demasiado poderoso! ¡Ahora vete!”

Seiya frunce el ceño mientras ve que Baldr nos arroja furiosamente con sal.

“¿Quién es la bruja arrojadiza? ¿La diosa del condimento o algo así?”

“N-No, esa es en realidad la deidad que me enseñó la magia sagrada…”

Después de acercarse a Baldr, Seiya desliza el jarrón de su mano, lo voltea y lo desliza sobre su cabeza.

“¡¿Ah?! ¡No puedo ver nada! Y… ¡la sal…! ¡Mis ojos…! ¡¡Mis ojoooooooos!!” Seiya luego casualmente se da vuelta sobre sus talones.

“No tenemos tiempo para esto. Vámonos.”

“O-Okay…”

Después de eso, a petición de Seiya, abro una puerta que conduce a la azotea del santuario. Parece que va a ver si la segunda deidad de mayor rango, Valkyrie, puede ayudar. Ella nos habló indirectamente sobre la Diosa de la Guerra, Zet, antes, para que pudiera tener una solución que Ishtar no podría decirnos.

Llevando nada más que cadenas, la diosa semidesnuda está pintando su último desastre en la azotea, pero cuando Seiya se acerca a ella, deja el pincel. Después de intercambiar algunas palabras, Valkyrie se acerca a mí.

“Muy bien, Rista, lo tienes. Ayudaré.” Luego coloca su mano derecha en mi cara. “¿Huh? ¿Valkyrie…?”

“Es sencillo. Solo tenemos que engañar a la maldición para que piense que has muerto.”

“¡E-Espera! Valkyrie, ¡no me digas que estás…!”

“El quinto Valkyrja: ¡Shadow Break!”

“¡¿Blargh?!”

Todo de repente se desvanece a negro, sin darme tiempo para sentir dolor.

… Pasa algún tiempo hasta que finalmente recupere la conciencia. En realidad, no sé si recuperar la conciencia es la frase correcta… En cualquier caso, puedo verme en el suelo rodeado de Seiya y Valkyrie. Mi cráneo está aplastado y es tan grotesco que casi me desmayo.

¡¡Ahhhhhh!! ¿Valkyrie me mató? ¿Eso significa que soy un fantasma ahora? ¿Realmente tenía que ir tan lejos? ¡Ugh! P-Pero pensándolo bien, solo estaba tratando de ayudar, y si funcionaba, entonces…

Pero mientras me estoy mirando a mí misma, ¡un aura siniestra comienza a emanar de mi cuerpo físico hasta que gradualmente toma la forma de una persona! ¡Luego se transforma en un monstruo con la cabeza de dos mujeres!

¡¡Eek!! ¡¡Celemonic!!

La mano y la pierna faltantes del Celemonic materializado se han regenerado, pero los rostros de Celena y Monica todavía están ensangrentados y aplastados. Luego, la sangre negra comienza a brotar del espacio entre las cabezas de Celemonic, ¡y la piel comienza a elevarse hasta que sale una nueva cabeza! ¡Está cubierto de sangre, y sus dos cuencas de los ojos no son más que agujeros negros huecos!

¿Es ese Shanak?

Por alguna razón, ni Seiya ni Valkyrie se dan cuenta de nuestra presencia. Quizás Celemonic y yo no somos fantasmas o cuerpos espirituales sino nuestras propias conciencias.

Celemonic anda a tientas en el suelo mientras se acerca a mi cuerpo. Luego se agacha y murmura:

“¿Estás muerta? ¿Estás muerta? ¿Estás muerta? ¿Estás muerta? ¿Estás muerta? ¿Estás muerta?”

Ella rápidamente se pone de pie nuevamente. Retorciendo repentinamente su cuello, ella arrastra inestablemente sus pies hacia mí. Ella no debería poder ver nada, entonces, ¿cómo sabe que estoy aquí, y con tanta precisión?

¡Ahhhhhh!

¡Intento escapar, pero no puedo mover mi cuerpo! Después de agarrarme, lleva su rostro ensangrentado hacia el mío y aúlla como si su voz resonara desde las profundidades del infierno:

“No estás muerta, no estás muerta, no estás muerta, no estás muerta, no estás muerta, no estás muerta, no estás muerta, no estás muerta, no estás muerta…”

“¡Ahhhhhhhhh!”

Grito una vez más y abro los ojos. “¡¿R-Rista?! ¡¿Estás bien?!”

Aria se inclina con una mirada preocupada. “¿H-Huh? ¿Dónde estoy…?”

Miro alrededor para descubrir que estoy en mi habitación. Seiya, Cerceus, Adenela e incluso Valkyrie están aquí. Toco nerviosamente mi cara, que Valkyrie destruyó, pero parece que ha vuelto a la normalidad.

“Hey, Aria… ¿cuánto tiempo estuve dormida?”

“Alrededor de dos horas. De hecho, seguimos intentando todo lo que pudimos pensar mientras dormías, pero…”

De repente me doy cuenta de que Ishtar también está en la multitud de deidades, a pesar de que casi nunca sale de su habitación. Cuando ella me mira con esos ojos tristes, honestamente pienso para mí:

Oh. No voy a lograrlo. Se acabó. Agarro la mano de Aria.

“Aria, por favor cuida el resto después de que me haya ido. Salva a Ixphoria con Seiya y los demás.”

“¡Sniffle…! ¡Rista! ¡Pero…! ¡Pero…!”

Las lágrimas corren por sus mejillas. Froto suavemente la cabeza de Aria, luego me giro hacia Cerceus a su lado.

“Cerceus, ¿dónde están Jonde y Kiriko?”

“Están en mi café. Están realmente preocupados por ti”.

“Por favor diles que lo siento”.

“¡O-Okay, lo haré…! ¡Sniffle…! ¡E-Esto… esto es demasiado para mí!”

Después de que Cerceus se cubre la cara con ambas manos y sale corriendo de la habitación, dirijo mi atención a Seiya, que está a mi lado.

“Seiya, me hiciste tan feliz ayer cuando dijiste: ‘Te debo una’. Desde que comenzó nuestro viaje en Ixphoria, todo lo que hice fue interponerme en el camino, pero sentí que finalmente logré algo, y estoy orgullosa de eso. Pero si pudieras…”

Reúno valor y continúo:

“Solo hay una última cosa que quiero que hagas por mí…”

Todos están mirando, pero no me siento tan avergonzado, ya que sé que este es el final.

“¿P-Podrías… besarme? Podría ser en la mejilla…” Sonrío tímidamente.

“Ah, y esto no tiene que ser una especie de cosa romántica o lo que sea, así que no te preocupes por ser una diosa o por ser un ser humano. Es solo que… pasamos por mucho juntos, así que… solo piense en ello como un beso de despedida”.

“Rista…”

Seiya tiene una expresión seria mientras se inclina hacia mí. Eso es todo. No tengo nada de lo que arrepentirme ahora… Y…

¡Whack!

Seiya golpea su puño contra la coronilla de mi cabeza. “¡¿Pweeep?!”

El golpe feroz hace que un sonido extraño brote de mi boca, creando un gran revuelo entre las deidades espectadoras.

“¡¿E-Es así como los humanos se besan ahora?!”

“¡Parecía que él me la había golpeado!”

“¿T-Tal vez fue un beso que parecía un puñetazo?”

Mientras las deidades difunden información errónea entre ellas, grito:

“¡¿Qué  parte  de  eso  te  hizo  pensar  que  fue  un   beso?!   ¡Eso  fue definitivamente un golpe!”

“¡Correcto! ¡Qué embarazoso! ¡Duh!”

Ignoro sus reacciones, oh, cuán extrañamente aceptantes fueron, y abordo a Seiya.

“¡¿Qué demonios crees que estás haciendo?!” Seiya interpone con un “hmph”.

“Todavía te ves bien para mí”.

“¡E-Esto es un adiós y, sin embargo, ¿todavía me vas a tratar así?! ¡No lo puedo creer!”

“¿Quién decidió que esto era un adiós? ¿Realmente intentaste todo lo que pudiste?”

“¿Huh…?”

Seiya me mira con una mirada de acero.

“No te rindas tan fácilmente. Sigue luchando hasta el final amargo. Ya me decidí: no más arrepentimientos. Eso va para ti también.”

“¿Seiya…?”

“Todavía hay tiempo antes de que se complete la maldición. Todavía hay esperanza. Sígueme.”

“¡¿A-Ahhh?!”

Seiya me saca de la cama y luego agrega: “Tú también, abuela”.

“O-Okay”.

Mientras nos lleva a Ishtar y a mí por el brazo, Seiya se abre paso a través de las otras deidades y sale de la habitación.