Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 14

Capitulo 1: Vida Diaria 1

Parte 3

En realidad, ahora que lo pienso, fue una especie de milagro que la presidenta Momone y yo hubiéramos logrado disuadirla de matar a los yokais locales en primer lugar. ¿Hm? Espera un minuto…

“Oye, Yulia”.

“Por eso te digo… ¿Qué?” Yulia preguntó de nuevo, haciendo una pausa en su sermón.

“Esto puede sonar extraño, pero… cuando nos conocimos a mí y a la presidenta Momone, ¿había alguien más con nosotros?”

“¿Alguien más? ¿Te refieres a esa chica nekomata?”

“No, alguien que no sea Ai…”

Alguien que hubiera podido persuadir a Yulia. Era demasiado difícil de creer que la presidenta Momone y yo lo habíamos hecho nosotros mismos… ¿Pero qué me hizo pensar eso? A pesar de que fui yo quien preguntó, no estaba muy seguro de por qué. Pero Yulia tampoco parecía pensar en nada.

“… Lo siento, no lo recuerdo”.

“Ya veo. Gracias. Simplemente tenía la sensación de que había otra chica allí con nosotros por alguna razón”.

Ante ese comentario, Yulia levantó una ceja inquisitiva. “¿Otra chica, dices?”

“¿Qué? ¡No!”

“Parece que necesito volver a entrenar tu mente a fondo. Ven a la iglesia en cualquier momento. Estaré feliz de proporcionarle penitencia”.

“¡Dame un respiro!” Grité, huyendo de ella como una liebre asustada.

Yulia gritó detrás de mí, pero fingí no escucharla mientras seguía corriendo. Ser demasiado relajado como la presidenta Momone y Tokiwa era un problema, pero ser demasiado rígido como Yulia era igualmente problemático. Dicho eso, definitivamente tenía sus puntos débiles… Heh.

“Espera, ¿qué estoy pensando?”

Siempre que tenía pensamientos estúpidos como ese, ella normalmente hacía un comentario ingenioso… ¿Eh? Espera, ¿quién?

“Hngh…”

Estaba tan cerca de recordar, estaba en la punta de mi lengua… Algo importante…

“No sirve de nada. No puedo recordar”.

¿Mi memoria siempre fue tan terrible? Bueno, supongo que sí… Siempre había sido malo en temas que requerían memorización. Fue un milagro que incluso hubiera llegado a la escuela secundaria. Yo tampoco estudié casi nunca. Y durante las vacaciones de verano, ni siquiera hice mi tarea hasta justo antes del festival anual… ¿Eh? ¿Por qué lo hice antes del festival? ¿Había prometido ir con alguien? Ir al festival con alguien, hmm…

Bzz… Bzzzz…

“…”

Qué día tan extraño. Bzzzzz… Bzz…

Malentendidos, olvidos, mi imaginación… Demasiadas pequeñas cosas me seguían molestando.

Bzzzzzzzz…

Pero no había necesidad de preocuparse por eso. De todas formas dejaría de preocuparme pronto.

“Oh, Rekka”.

“¿Hm?”

Al escuchar mi nombre, de repente volví a mis sentidos. Por un segundo allí, fue casi como si mi cabeza estuviera llena de estática.

“¿Qué estás haciendo luciendo tan aturdido?” preguntó la chica que me había llamado.

Era Yorun, vestido informalmente y mirándome la cara con curiosidad.

“Oh, no es nada”, dije, sacudiendo la cabeza y agitando la mano para tranquilizarla.

“Si tú lo dices”, respondió con una sonrisa.

Yorun era otro de mis conocidas, aunque nos conocimos en circunstancias extraordinarias. La presidenta Momone me trajo un videojuego maldito que nos había llevado al mundo del juego, que era donde habíamos encontrado a Yorun. Pensándolo bien, fue una experiencia increíble. Al principio pensé que era un personaje de juego, pero resulta que estaba atrapada en el juego como nosotros. Al final, la trajimos de regreso al mundo real con nosotros cuando escapamos, y ella ha estado viviendo en el Santuario Kibi desde entonces.

“¿Qué estás haciendo a esta hora, Yorun?”

Sabía que había familias que preferían comer antes o después, pero era la hora de la cena bastante universal. Parecía extraño encontrar a Yorun ahora mismo considerando que ella dependía de la familia Kibi. Seguramente no saldría a cenar sola.

“Se nos acabó la salsa de soja, así que me dirijo a la calle comercial para conseguir más”.

“Oh, entonces estás en medio de un recado”.

“Sí. La familia de la presidenta me ha estado cuidando, así que esto es lo menos que puedo hacer”.

Ahora que la miré más de cerca, ella llevaba una bolsa de compras vacía en su brazo. Tenía mucho sentido que se dirigiera al supermercado.

“Ahora que lo pienso, mi refrigerador está bastante vacío”.

Con mis padres fuera de la ciudad, tuve que cuidarme de alimentarme. “¿Quieres ir juntos entonces?”

“Por supuesto. Vámonos.”

Sin ninguna razón para negarme, me dirigí a la calle comercial con Yorun. Eran poco más de las 6:00 p.m. ahora, por lo que el supermercado no estaba particularmente vacío o abarrotado. Mientras caminábamos, había un tráfico bastante normal, pero ambos sabíamos exactamente a qué veníamos. Yorun tomó un poco de salsa de soja y luego fuimos al mostrador para llevar para que pudiera tomar una comida preparada.

“¿Siempre obtienes estos?”

“Nah. A veces voy a la casa de al lado de los Otomos para comer. Son buenos amigos de la familia, así que me cuidan”.

“Hmm… ¿Cocinas tú mismo?”

“Algunas veces.”

Hubiera sido más exacto decir “raramente”, pero había una pregunta válida sobre si calentar fideos instantáneos en el microondas realmente contaba como cocción o no.

“Veamos…”

Mientras contemplaba qué cena elegir, Yorun tomó una bola de arroz al azar.

“Si quieres, puedo ir a cocinar para ti alguna vez”, murmuró ella.

No pude evitar mirarla con sorpresa. “¿Qué?”

“Nada. Estoy sorprendido”.

“¿Dije algo tan extraño?”

“No es raro, pero…”

Honestamente, tampoco pensé que Yorun fuera del tipo de cocina. Pero cuando le dije eso, me pegó en la cara con la bola de arroz que había recogido.

“A veces puedes ser un poco grosero, Rekka”.

“Lo entiendo mucho…” Respondí mientras me quitaba la bola de arroz de la cara.

Luego coloqué la bola de arroz ahora triturada en mi canasta y eché un vistazo a las guarniciones ya preparadas en el mostrador, recogiendo un poco de ensalada de papas y pollo frito. Eso debería ser suficiente por esta noche.

“Entonces, ¿qué te parece?” ella preguntó.

“Mm… Bueno, te agradecería que lo hicieras, pero ¿qué provocó la oferta?” Le pregunté de vuelta.

Se rascó la mejilla y dijo: “La verdad es que es posible que hayamos encontrado a mi familia”.

“¡¿QUÉ?!” Grité sin pensar antes de taparme la boca rápidamente.

La gente que nos rodeaba me miraba de forma extraña, pero mi sorpresa tomó prioridad mientras miraba fijamente el rostro de Yorun.

“¿En serio has encontrado a tu familia?”

“Si. La presidenta y su abuelo estaban investigando a los dueños anteriores de ese juego… y creen que encontraron una familia que se ajusta a los requisitos”.

“¡Oh!”

Como se esperaba de la presidenta Momone. Ella realmente era confiable. No, ella era simplemente increíble. Había encontrado a la familia de Yorun prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, sin apenas pistas para partir.

“Como estuve en el juego durante tanto tiempo, mis recuerdos de la realidad son bastante confusos. Todo da un poco de miedo. Quiero decir,

¿qué hago si no reconozco a mis padres cuando los veo? Es posible que tampoco me reconozcan…”

“Yorun…”

Aunque estaba murmurando con una mirada triste en su rostro, rápidamente se animó en una sonrisa.

“¡Bueno, supongo que lo descubriré cuando los conozca! Pero por eso pensé que deberíamos comer juntos. Para celebrar encontrarlos, quiero decir. Tampoco te he agradecido adecuadamente por salvarme todavía, así que también doblaré por eso”.

“En ese caso, entonces supongo que está bien”.

“Hmph. Esa respuesta suena tan forzada”.

“Eso no es lo que quise decir.”

Agité mis manos en negación ante su enfurruñada protesta. Realmente fue una buena noticia. En todo caso, era yo quien debería felicitarla.

“¡Lo sé! Ya que es una celebración, invitemos a todos. Como la presidenta Momone y Tokiwa”.

Estaba pensando que podríamos convertirlo en una fiesta, pero Yorun dejó escapar un suspiro pesado y abatido.

“Hahh, Rekka, a veces eres tan… No, eres completamente tonto”.

“¿Wuh…?”

¿No quería una fiesta?

“Pues bien. En ese caso, tienes que ser tú quien se ponga en contacto con Touko, ¿de acuerdo? No tengo su información”.

“Entendido.”

Luego fijamos una fecha tentativa y acordamos reunirnos en cualquier momento que todos pudieran. A partir de ahí, nos separamos cuando salimos del supermercado.