Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: Un Restaurante De Carne Giba En La Ciudad De Correos

Parte 3

Pero bueno… Ahora, finalmente había despejado el primer desafío antes que yo.

“¡Esto es increíble! ¡Quiero comer más! ¡Voy a conseguir algo de dinero de mi papá!”

“¡Ah, espera! Si está bien, me gustaría que Dora lo pruebe también. Entonces se sentiría más cómodo entregando el dinero, ¿verdad? Um, no tengo muchas de esas pequeñas agujas de madera, así que ¿te importa si reutilizo esa?”

“¡Esta bien!” Tara dijo con un gran asentimiento, luego pegó otro trozo de carne con el palillo de dientes y salió corriendo hacia su padre, sosteniéndolo en alto como si fuera la antorcha olímpica.

El puesto de Dora estaba lo suficientemente cerca como para que apenas pudiera distinguir su techo de cuero desde aquí.

“Eso ciertamente salió bien, ¿no es así, Asuta…?”

“¡Si! ¡Estoy tan feliz! ¡Ah, ahora la luz de la esperanza finalmente brilla sobre nosotros! Si puedo pelear con este sabor, ¡entonces se trata de cuántas personas podemos probarlo!”

“Eso suena como la parte más difícil, aunque…”

“¡Está bien! ¡Para eso tenemos las muestras! Una vez que empiecen a venir más personas, ¡comenzaremos a repartirlos, principalmente a personas del sur y del este!”

Aunque con todo lo dicho, solo había cocinado dos mini hamburguesas para servir como muestras. El número más pequeño de partes en las que podía dividirlas razonablemente era seis, por lo que tendría 12 para repartir en total.

Aun así, si las ventas no iban tan bien, entonces tenía la intención de usar algunas de las empanadas destinadas a las ventas como muestras también.

En cualquier caso, el punto clave en este momento era tratar de hacer que incluso una persona más probara la carne de giba. De hecho, incluso si todo lo que pudiera hacer hoy fuera repartir muestras, no me molestaría.

“Asuta… no estoy tan cómoda con la gente del pueblo hablando conmigo…”

“¿Hmm? ¡Ah, me encargaré de esa parte! Solo necesito que te encargues de mirar el fuego.”

“No, eso es parte del trabajo, así que quiero hacerlo, pero… No te enojarás si no lo hago bien al principio, ¿quieres…?”

Aparentemente, la gente del borde del bosque era aún más seria cuando se trataba de trabajar que yo.

Todavía había poca gente alrededor, pero comencé a sentir que las cosas se animaban poco a poco.

Fue entonces cuando Tara vino salpicando hacia nosotros otra vez.

¡Papá también dijo que estaba delicioso! Estaba todo sorprendido, como, “¡¿Qué es esto?!”

Luego le tendió algunas monedas. Eran monedas rojas opacas… ¿y había cuatro de ellas?”

“¡Dos por favor! ¡Una para mí y otra para mi papá!”

Revelación completa, me sentí un poco como si estuviera a punto de llorar.

Ciertamente me pagaron bastante por ese banquete, pero cuando tuve un cliente que dijo que mi comida era deliciosa y que me la pagó… Bueno, no hay forma de que no golpee mis conductos lagrimales, ¿verdad?

Sin embargo, probablemente dañaría mi reputación si llorara aquí y ahora, así que solo respondí: “¡Gracias por su preferencia!” y pude cortar a tino y aria. Luego los puse encima de un poitan, agregué una empanada empapada en abundante salsa de tarapa y luego lo completé con otro poitan.

“¡Aquí, gracias por esperar! Se puede derramar fácilmente, así que sostenlo de lado así mientras lo comes, ¿de acuerdo?”

“¡Si! ¡Gracias! ¡Se ve súper sabroso!”

Yo soy quien debería decir gracias, aquí.

En cualquier caso, le entregué las hamburguesas completas a Tara y acepté su dinero.

Cuatro monedas rojas… La primera venta de mi tienda.

“… Dijiste que necesitas vender uno más solo para cubrir lo que me estás pagando, ¿verdad? ¿Funcionará realmente este negocio…?”

“¡Lo hará! Bueno, se podría decir que solo lo compró porque nos conocemos, pero aun así, ¡me da muchas esperanzas de que nuestro primer cliente fuera residente de Genos!”

“¿De verdad? Oh, Asuta, ahí…” Vina Ruu agarró la tela por mi cintura otra vez.

Mirando hacia arriba, había un hombre caminando desde el norte vestido con ropa de viaje, y miraba dudosamente entre nuestro puesto y la espalda de Tara cuando ella se escapó.

La capucha de su capa cubría gran parte de su rostro, pero por lo que pude ver su piel estaba bastante oscura. Debe haber sido del Reino del Este de Sym.

Pensando que esto puede ser una oportunidad para una venta, alcancé el plato de madera. Sin embargo, el hombre fue y se acercó rápidamente al puesto aún más rápido.

Cuando se acercó, empujó hacia atrás su capucha de cuero, que todavía tenía algunas gotas de lluvia aferradas.

Sus ojos y cabello eran negros, y su piel tenía varios tonos más oscuros que los occidentales. Sí, de hecho era de Sym.

Encontré sus rasgos bastante desconocidos. Tenía los ojos levantados y estrechos, y una nariz y labios delgados. Era muy alto, pero también bastante delgado.

Su largo cabello negro estaba atado detrás de su cuello, y había accesorios con piedras de hermosos colores alrededor de su cuello y muñecas. Era difícil saber exactamente cuántos años podría tener, pero bueno, pensé que era justo llamarlo un joven.

De todos modos, ese joven del Reino del Este estaba de pie frente a nuestro puesto y miraba los símbolos en el letrero, aún parecían dudosos.

Luego, señaló hacia la olla y preguntó: “¿Giba?”

“Si. Es un plato de carne hecho con giba. Si lo desea, continúe y pruebe el sabor”.

Cuando dije eso, metí un nuevo palillo de dientes en el último trozo del plato de madera, y el joven inclinó la cabeza mientras parecía perplejo.

Fue entonces cuando Vina Ruu susurró: “Asuta… Esta persona es de Sym, así que puede que no esté muy familiarizado con el idioma del oeste, ¿verdad…?”

“¡¿Eh?! ¡¿Los idiomas difieren según el país entre los cuatro grandes reinos?!”

“El este y el norte tienen diferentes idiomas. ¿Ni siquiera sabías tanto, Asuta…? ”

No tenía idea alguna.

Entonces, si me hubiera despertado en el norte o el este, ¿no habríamos podido comunicarnos en absoluto? ¿O fue simplemente que algún acto invisible de Dios estaba ayudando a solucionar ese inconveniente?

Bueno, este no era el momento de preocuparse por esas cosas, especialmente porque hacerlo no me ayudaría a llegar a una solución. En este momento, tenía que descubrir cómo conseguir que este curioso caballero probara la muestra.

“Asuta, ¿podrías poner algo de carne fresca en ese plato? ¿Y otra de esas agujas de madera también…?

“¿Huh? ¡Ah bien!”

Saqué la otra mitad de la mini hamburguesa de la olla, luego la dividí en tres encima del plato de madera.

Vina Ruu asintió con la cabeza, luego salió por la parte trasera del puesto y dio la vuelta hasta que estuvo de pie junto al joven. Ella le sonrió para bajarle la guardia al menos un poco, luego se llevó una de las muestras a la boca con elegancia.

Luego, ella extendió el plato un poco hacia el joven, y él puso su mano sobre él. Miró a Vina Ruu, como si tratara de descifrarla.

Vina Ruu dio otra sonrisa y un pequeño asentimiento, y el joven finalmente recogió el palillo de dientes. Luego, de repente, arrojó los tres trozos restantes de hamburguesas en su boca.

Después de que terminó de masticar, dio un gran y satisfecho asentimiento, entrelazó sus dedos de una manera extraña y se inclinó ante Vina Ruu y yo. Se subió la capucha y se fue con paso ligero y fácil.

Después de unos segundos de silencio, Vina Ruu susurró: “Lo siento…” en voz muy baja.

“¡De ningún modo! ¡Ese fue un trabajo espléndido, conseguir que se lo comiera! Y supongo que el concepto de muestras no existe aquí en la ciudad de correos, por lo que algo así tiene sentido”, declare en voz alta, como si estuviera tratando de animarme también, pero Vina Ruu simplemente se tambaleó y agarró agarre del pilar del puesto.

“… desearía estar muerta…”

Resultó que Vina era sorprendentemente débil de voluntad. Pero aun así, este no era el momento de prestar atención a cosas como esas.

“¡Está bien! ¡Todavía nos queda una empanada para las muestras! ¡Y la verdadera pelea comienza después de que el sol alcanza su pico! Vamos a darlo todo, ¿de acuerdo?”

“¿Qué pasa, Asuta?” Preguntó Tara, de repente de pie frente al puesto. “Oh, no es nada. ¿Cómo estaban las hamburguesas de giba?”

“¿Se llaman hamburguesas de giba? ¡Estaban súper sabrosos! Oye, ¿vas a dirigir esta tienda todos los días ahora?”

“Sí, al menos durante los próximos diez días. Después de eso, dependerá de cuánto podamos vender en ese momento”.

“¡Hurra! ¡Entonces vendré todos los días también! ¡Además, papá también dijo que quería comerlo todos los días! ¡Realmente, realmente lo sorprendió!”

“Gracias. Escuchar que ustedes dos eran tan felices con ellos también me alegra.”

Si Tara y su padre realmente ordenaran uno cada día, eso sumaría 20 en total. Como mi requisito mínimo de éxito durante estos diez días fue de 60, ese fue un apoyo muy apreciado.

“Asuta…” Vina Ruu gritó de nuevo, esta vez con un tono un tanto diferente en su voz.

“¿Qué pasa?” Pregunté, dándome la vuelta, solo para notar de inmediato la rareza.

“Wah…” Tara gritó débilmente, luego se escondió en la sombra del puesto.

Había un grupo entero que se acercaba apresuradamente desde el bullicioso sur.

“¿Q-Qué pasa?”

El grupo encapuchado se había ido y rodeó nuestro puesto.

Tara estaba temblando un poco mientras se aferraba a mis piernas. Mientras tanto, Vina Ruu se había acercado a mi lado y agarró suavemente la funda por el cuchillo que colgaba de su cintura.

Había siete hombres parados allí, todos altos y con sus caras ocultas por las capuchas en sus capas. Sin embargo, las mitades inferiores visibles de sus caras mostraban una piel muy oscura.

El tipo en el medio dijo: “Giba”, y empujó a través de sus camaradas para pasar al frente. Cuando se quitó la capucha, vi que era el mismo joven Sym de cara delgada que había comido todas las muestras de hamburguesas antes.

“¿Q-Qué pasa? ¿Tienes algún problema con nuestro puesto?” Pregunté, aunque sabía que no tenía sentido hacerlo.

Luego, el joven señaló la olla como lo había hecho antes y murmuró “Giba” nuevamente.

“Así es, giba. ¿Qué hay de eso?”

“Giba. Rojo. Uno. Dos. ¿Tres?”

“… ¿Qué?” Pregunté, inclinando la cabeza. El joven luego metió la mano en su capa, luciendo un poco preocupado.

Vina Ruu tiraba firmemente de mi brazo, pero lo que sacó fue solo una moneda roja sin brillo.

“Giba. Rojo. Uno. Dos. ¿Tres?”

Cuando aún no respondía, el joven parecía triste y preguntó: “¿Blanco?”

“¡No! ¡Es rojo! ¡Rojo! ¡Dos!”

El joven asintió, luego sacó una segunda moneda roja y las colocó sobre el mostrador. Luego, me miró a la cara.

“… Vina Ruu, ¿podrías manejar la agitación?”

Había dejado  de moverme  descuidadamente,  así que le  entregué la espátula a Vina Ruu y luego me apresuré a cortar en cubitos aria.

En poco tiempo había terminado una nueva hamburguesa de giba, que entregué al joven y le dije: “Aquí tienes”.

El joven asintió y aceptó la hamburguesa.

Al ver eso, vacilante acerco las monedas… y afortunadamente, nadie pareció encontrar ningún defecto con eso.

Parece que realmente era solo un cliente. Estaba muy contento por eso.

Sin embargo, ¿qué pasaba con los otros chicos que estaban de pie alrededor y rodeando el puesto?

“Asuta…”

“E-Está bien, Tara. Son solo clientes… creo”.

Mientras tanto, el joven seguía rellenando sus mejillas con la hamburguesa de giba.

Al principio lo estaba comiendo con una sola mano, pero cuando notó que la salsa de tarapa estaba a punto de gotear por el otro lado, reajustó su agarre para sostenerlo con ambas manos. Luego, comenzó a masticar de nuevo.

¿Cómo debería decirlo…? No era como si se sintiera especialmente frío o algo así, solo que su expresión era completamente inmutable. No fue suficiente para llamarlo espeluznante, pero me hizo sentir incómodo.

De todos modos, en poco tiempo terminó la hamburguesa de giba, luego volvió a juntar los dedos de esa extraña manera e inclinó la cabeza en silencio. Luego, asintió con la cabeza a sus camaradas también.

Los hombres que los rodeaban (todos los cuales también eran bastante delgados) respondieron con la cabeza y sus manos comenzaron a buscar dentro de sus capas. Con un tintineo, tintineo, tintineo, una fila de monedas rojas fue colocada sobre mi  mostrador. Había 12 monedas en total, suficientes para cada uno de los seis hombres.

En silencio, corté en cubitos aria y preparé una hamburguesa de giba tras otra. Cada vez que extendía un plato completo, los dedos oscuros se extendían y lo aceptaban suavemente.

Y no se dijo una palabra.

Estaba totalmente en silencio, y ellos también. Incluso Vina Ruu y Tara no decían nada.

Minutos después, todas las hamburguesas de giba habían desaparecido en sus estómagos, mientras yo tenía 14 monedas en mis manos, incluidas las dos del primer joven.

Con sus capuchas aún levantadas, los seis hombres juntaron sus dedos como lo había hecho el joven, inclinaron sus cabezas hacia mí y luego se fueron.

“¡Guau, tu cocina es popular, Asuta!”

“¡Gah, me sorprendiste allí!”

Antes de que me diera cuenta, cierto tipo rubio flaco apareció casualmente junto al puesto y me llamó.

Bueno decir que me refería a Kamyua Yoshu.

“¿De dónde saliste? ¡Por favor, deja de hacer cosas que son tan malas para mi corazón!”

“No quería interferir con su negocio, así que solo estuve vigilando en silencio desde la sombra de los árboles todo el tiempo. ¿No me notaste?”

Realmente quería golpear al veterano cuando se hacía el tonto así.