Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: Un Restaurante De Carne Giba En La Ciudad De Correos

Parte 1

Los preparativos para salir a la batalla se habían completado.

La cocina se empacó en la olla de metal, que luego se cubrió con un paño grande con hojas de árbol de pseudo-goma cosidas en la parte posterior para evitar el agua, y finalmente se unió con las vides fibaha. Con todo, emitió una impresión increíblemente fuerte.

El poitan horneado, el tino y el aria fueron envueltos en sus propios paños limpios y colocados dentro de una bolsa destinada a verduras.

Una gran espátula de madera destinada a remover, una pequeña espátula para dividir las cosas, los palillos que hice de madera grigee, dos platos y mi cuchillo de cocina estaban todos guardados en la misma bolsa.

Mientras tanto, la otra bolsa contenía mucha leña, un pequeño hacha y hierba de lana para encender el fuego.

Las monedas rojas para hacer el cambio y las blancas para pagarle a Milano Mas ya estaban en una bolsa de tela colgando de mi cadera.

Todo era perfecto.

Ya había completado mi trabajo matutino de limpiar después de la cena de anoche y recolectar hierbas y leña,  y era el momento justo entre el amanecer y cuando el sol alcanzó su punto máximo.

Ahora, solo tenía que esperar a que llegara Vina Ruu. “Finalmente es hora”, dijo Ai Fa.

“Sí, lo es”, le respondí.

“Primero, tienes que pasar estos diez días”.

“Si. Le daré todo lo que tengo, como si mi vida dependiera de ello”.

“Harás esto durante diez días”.

“Si termina después de esos diez días, entonces no tendrá mucho propósito haberlo hecho”.

“Así que pasarás medio día con la hija mayor de Ruu durante todo ese tiempo…”

“¿Hmm?”

“Bueno, dalo todo”.

“¡Sí lo haré!”

“También está bien en tener relaciones con ella”.

“¡No! ¡No hay nada de eso en absoluto!” Dije, dándome la vuelta con asombro y mirando a Ai Fa. “¿P-Por qué estás lanzando algo así por ahí, de repente? No pensaste tanto cuando se decidió que Vina Ruu me ayudaría, ¿verdad?”

La expresión de Ai Fa permaneció compuesta mientras ella me daba una palmada en el hombro y decía: “No te preocupes tanto. Que era una broma.”

“Uggggh…”

“Simplemente llevas a cabo tu trabajo, y yo llevaré a cabo el mío”.

La expresión de Ai Fa permaneció tan tranquila y serena como siempre, pero sus ojos adquirieron una luz muy suave.

“… Esperaré tu regreso seguro”.

***

Vina Ruu llegó justo a la hora acordada, y luego juntos usamos un poste de grigee para llevar la olla de metal sobre ese aterrador barranco y al pueblo de correos.

Nuestra primera parada fue La Cola de Kimyuus.

El dueño del lugar, Milano Mas, luego nos llevó de vuelta y nos presentó el puesto con el que estaríamos compartiendo buenos y malos momentos en los próximos 10 días.

Tenía ruedas, por lo que podía moverse. Tenía dos metros de altura, cinco metros de ancho y 80 centímetros de profundidad.

Naturalmente, el marco estaba hecho de madera y tenía algo de cuero extendido sobre la cabeza para protegerse de la lluvia.

Había tablones de madera que servían como paredes en la parte delantera y a los lados, que me rodeaban el estómago, mientras que en la pared posterior había una sección que se podía abrir como una puerta.

Cuando abrí la puerta, descubrí que estaba hueca por dentro, con arcilla densamente empaquetada a lo largo del reverso de las paredes.

Y encerrado dentro había una cuenca profunda que recordaba a un brasero de carbón. Definitivamente podría encender un fuego allí para calentar mi olla.

Había una encimera con un agujero redondo sobre el brasero en el que coloqué mi olla, que encajaba perfectamente para no dejar ningún espacio.

Luego había una abertura para ventilación por mi pie derecho donde el humo podía escapar.

Era una configuración increíblemente simple, pero bueno, simple no era un problema.

“… Asegúrate de no ensuciarlo o romperlo”, dijo Milano Mas con una mirada hosca en su rostro, a pesar de que era muy temprano en la mañana.

“Bien”, respondí, tratando de sonar amigable.

Vina Ruu, mientras tanto, fingió ignorancia y miró hacia otro lado. “Muy bien, entonces sígueme”.

Salimos a la calle, con Milano Mas a la cabeza.

Esta fue la primera vez que visité la ciudad de correos antes de que el sol alcanzara su punto máximo, y parecía ser un 30% menos bullicioso de lo que era en la tarde.

Aun así, Vina Ruu y yo todavía recibíamos una cantidad increíble de miradas mientras empujábamos el carro. Y todos estaban llenos de incomodidad, sorpresa y desconfianza, cuestionando lo que la gente del borde del bosque estaba haciendo con un puesto.

Personas de piel marrón amarillenta. Personas de piel blanca marfil.

Personas de piel oscura. Personas de piel clara.

Realmente había todo tipo de personas diferentes mirando hacia nosotros.

Yo era un extranjero en la ropa del borde del bosque, mientras que Vina Ruu era miembro del borde del bosque pero también me gustaba la encarnación del atractivo sexual, así que hicimos un buen par. Quizás no había una persona viva que pudiera ignorarnos a los dos empujando un carrito.

“Oh, esto es simplemente horrible… Parece que incluso más personas están mirando de lo normal, de alguna manera…”

“Está bien. Quiero decir, es una publicidad perfecta para nosotros, ¿no?”

Con esto, el rumor de que la gente del borde del bosque está abriendo algún tipo de tienda al menos debería extenderse a todos los rincones de la ciudad postal.

Estuvo bien si la mitad de las personas que lo escucharon simplemente ridiculizaron la idea, o incluso si le tenían miedo. Solo tenía que rezar para que esto nos hiciera reunir al menos algunas personas más alrededor de la tienda.

Dejamos el área con las posadas y nos mudamos a la parte de la ciudad donde se colocaron los puestos. La mayoría de las tiendas ya habían comenzado a abrir sus negocios.

La gente que dirigía las tiendas comenzó a mirar hacia nosotros junto a los transeúntes.

De hecho, los únicos por los que pasamos que mantuvieron una mirada tranquila en sus rostros fueron los pájaros totos.

“Hola. Así que realmente lo estás haciendo, ¿eh?” alguien gritó de repente en el camino. Era la vendedora de verduras, Dora.

“Si. Trabajaré cerca durante al menos los próximos diez días, así que espero ser tu vecino”.

Milano Mas no había dejado de caminar, así que tuve que inclinar la cabeza mientras seguía empujando el carrito.

Vi que la sonrisa del veterano se había vuelto mucho menos rígida cuando miré hacia él mientras continuaba más al norte.

Realmente nos habían guiado hasta los confines de los puestos. Era la punta superior absoluta de donde el bosque había sido despejado a un lado de la carretera para abrir espacio.

Mirando hacia el norte, estábamos en el lado derecho de la carretera.

Si solo  se abrieran dos o tres tiendas más, los puestos terminarían corriendo hacia la arboleda de los árboles. Bueno, si eso sucediera, probablemente seguirían limpiando más espacio, pero en cualquier caso, realmente estábamos justo al final.

No había exactamente mucha gente pasando por allí. De hecho, el espacio frente a nosotros estaba completamente vacío.

El veterano que teníamos a nuestro lado tenía algún tipo de accesorios cuestionables sobre una tela, y cuando nos vio, lanzó una mirada infantil con la boca abierta.

“Las reglas son tal como te describí ayer. Debe prestar especial atención a los que dicen que no puede gritar para tratar de atraer clientes, y que no puede encender un fuego fuera de esa cuenca. Y si ves a alguien más haciendo alguna de esas cosas, asegúrate de contarme.”

“Entendido. Muchas gracias por todo.”

“Hmph… Luego está el asunto de la señal. Oye, ¿qué debo escribir en él?”

“¿Huh? ¿La señal?”

Efectivamente, había un letrero en el puesto, pero aparte de los símbolos o lo que sea que aparentemente dijera “La Cola de Kimyuus” en la esquina inferior derecha, estaba completamente en blanco.

“Si no escribe nada en el cartel, nadie sabrá lo que está vendiendo, ¿verdad? Entonces, ¿qué debo escribir?”

Mientras decía eso, Milano Mas tomó una pequeña bolsa de tela de su cintura y comenzó a aflojar las cuerdas con los dientes. Dentro había un líquido verde pegajoso, así como un pequeño palo que parecía una especie de cepillo. Tenía un olor un poco fuerte, pero también un toque en el lado cubierto de hierba. ¿Tal vez fue algún tipo de pintura a base de plantas?

“Entonces… supongo que tiene que ser ‘Giba’, ¿verdad?”

“Eso es todo lo que tienes, ¿eh…?” Milano Mas dijo con un suspiro, luego sumergió el pincel en la pintura y comenzó a dibujar símbolos grandes. Con las elipses y las curvas, con cuatro líneas extendiéndose hacia arriba, el símbolo se parecía a los cuernos y colmillos de un giba.

“Ooh, es agradable y parecido a giba, ¿no?”

“… Asegúrate de llevar el puesto a la tienda todos los días. Tengo que comprobar si hay arañazos, después de todo”.

“Claro. Planeamos traerlo de vuelta antes de la noche.” Milano Mas dio uno más, “Hmph”, luego se adelantó y se fue.

Mientras tanto, el veterano que teníamos a nuestro lado seguía mirando vagamente.

“Ahora bien, ¿debemos seguir adelante y prepararnos?”

Con la ayuda de Vina Ruu, comencé liberando la maceta de las vides para sellarla. Luego, cuando quité la tela y la hoja del árbol de caucho pseudo de la parte superior, Vina Ruu dijo: “¡Oh! Creo que huelo a tarapa. ¿Esto es para un estofado…?”

“Ah, no. No podemos perder tanto tiempo e ingredientes, por lo que esta tarapa es solo para la salsa”.

A pesar de haber dicho eso, usé dos tarapa enteras, por lo que aproximadamente el sesenta por ciento de la olla grande estaba llena de salsa roja pura.

Había calentado la tarapa como tomate junto con aria picada y vino de frutas, luego ajusté el sabor con sal y hojas pico, haciendo esta salsa de tarapa de lujo.

“Bueno, entonces, es hora de encender la llama. Vina Ruu, ¿podrías abrir esa bolsa?”

“¡Claro!” Vina Ruu respondió, luego encendí un fuego en el lavabo usando hierba de lana mientras miraba por el rabillo del ojo.

La olla estaba completamente fría, así que comencé haciendo que el fuego fuera agradable y rugiente.

Teniendo en cuenta el tamaño del lavabo y la distancia entre la abertura y la olla, el calor neto transferido probablemente sería incluso menor que las estufas simples del banquete, por lo que por ahora decidí que tenía que ir con una llama fuerte hasta que todo de la olla estaba buena y calentada.

Arrojé tanta leña como pude llevar a la vez, pero a este ritmo, lo que probablemente no nos duraría todo el día. Entonces, en ese caso, tendría que recoger leña del bosque detrás de nosotros. Por eso traje el hacha.

Calculé que estaríamos trabajando un poco más de cinco horas.

Fue entre el amanecer y cuando el sol alcanzó su punto máximo cuando salimos de la casa, por lo que estaría a medio camino entre el sol que alcanza su punto máximo y la puesta del sol cuando volvamos. Entonces necesitaba deducir las dos horas para el tránsito, y podía comenzar a calcular.

Según mi reloj interno, el amanecer era a las 6 a.m., el sol alcanzaba su punto máximo al mediodía y el atardecer era a las 7 p.m., por lo que la tienda estaría abierta alrededor de las 10 a.m. a 3:30 p.m.

“Hmm, sé que es extraño decirlo ahora, pero realmente es un sentimiento extraño… Nunca imaginé, incluso en mis sueños más salvajes, que alguna vez estaría vendiendo algo aquí en la ciudad de correos…”

“Estoy de acuerdo, pero bueno, la cantidad de tiempo que hemos pasado al borde del bosque es completamente diferente, así que supongo que lo sientes aún más fuerte”.

¿Acaso Donda Ruu sabía de la adoración de Vina Ruu por el mundo fuera del borde del bosque y la eligió para ayudarme como resultado?

No, espera, supongo que si supiera cómo se siente, no querría dejarla salir así, ¿verdad?

Bueno, en cualquier caso, la expresión de Vina Ruu hoy era brillante y soleada, y parecía aún más inocentemente emocionada que la última vez que me acompañó a la ciudad de correos.

“¿Pero realmente venderemos algo…? Realmente no hay mucha gente alrededor, ¿lo hay…? ”

“Bueno, estamos en la punta de la ciudad de correos, después de todo”.

Gente que viene al pueblo de correos desde el norte, o gente que se va de esa manera. Esas fueron las únicas personas que vimos pasar periódicamente, y casi ninguno de ellos parecía interesado en ir de compras.

“Bueno, es solo el primer día, así que vamos a darlo todo, pero no nos entusiasmemos demasiado. Después de todo, hoy y mañana son, en última instancia, solo nuestro debut”.

No había forma de que no corrieran rumores sobre la gente del borde del bosque que vendía carne de giba para cocinar. Sin embargo, ¿cuántas personas que escucharon eso tendrían su curiosidad para obtener lo mejor de ellos y visitar la tienda? Ese iba a ser el primer punto crucial para nosotros.

Cuando la salsa de tarapa comenzó a emitir un lindo sonido de chisporroteo, tomé una espátula de madera de Vina Ruu y comencé a revolverla.

“Vina Ruu. Me gustaría que te hagas cargo de la agitación más tarde, pero estaré hundiendo muchas hamburguesas en la olla, así que tendrás que tener cuidado de no aplastarlas”.

“Entendido. Aun así, es un olor maravilloso… Siento que incluso estoy empezando a tener hambre, a pesar del tiempo… ”

“Ah, si crees que quieres algo de comer, entonces adelante y ten uno como prueba de sabor”.

Con eso, los ojos de Vina Ruu comenzaron a brillar.

“¿Está realmente bien? ¿Pero no están destinados a vender…? ”

“Bueno, quiero decir, sería malo si al menos no supieras el sabor de lo que estás vendiendo. Y así, me aseguré de ganar más por eso”.

Sin demora, Vina Ruu comenzó a pescar a través de la bolsa que estaba a un lado en el puesto, luego se puso de pie y se coló a mi lado. Tuve una premonición muy mala, pero ella simplemente agarró el exceso de tela por mi cintura.

“Estoy muy feliz… Gracias, Asuta…”

“N-No es nada. Es solo parte del trabajo, después de todo”.

Era lo mismo cuando nos estábamos preparando para el banquete, pero parecía que Vina Ruu tampoco iría y haría algo escandaloso mientras estábamos trabajando. Supongo que eso también fue para la gente del borde del bosque en general.

En ese caso, tal vez ella terminaría bastante bien como mi compañera de trabajo después de todo.

“Muy bien, parece que es casi agradable y caliente. Bueno, entonces contaré con usted para que se mueva”.

Puse una tabla de cortar grigee negra en el puesto de trabajo junto al lavabo, junto al aria, el tino, un plato de madera y mi cuchillo de cocina.

El tino era como una lechuga pero con forma de rosa, con capas que se superponen suavemente. Sin embargo, su textura era más cercana a la del repollo, así que arranqué una de las hojas y comencé a cortarla en cubitos.

En cuanto a las pseudo-cebollas, el aria, las corté cuidadosamente en rodajas finas.

Una vez que terminé de cortarlos a ambos, los moví a un plato y los mezclé sin apretarlos.

Finalmente, también coloqué el poitán horneado que había sacado de la bolsa en el puesto de trabajo, terminando mis preparativos.

“No hay nada tan complicado, pero también debes memorizar cómo hacerlos, Vina Ruu”.

“Oh, vaya… Esos ciertamente son poitanos bastante pequeños…”

“Si. Solo usé aproximadamente la mitad de un poitan para cada uno de ellos”.

Normalmente usaban dos poitan cada uno en la casa de Ruu, lo que debería haber hecho un diámetro de alrededor de 30 centímetros.

Y estaba usando un cuarto de eso, así que eso significaba que salían a 14-15 centímetros como máximo. También mezclé gigo para que saliera más esponjoso de lo habitual, con un grosor de alrededor de 1,5 centímetros. Con todo, salieron como adorables muffins ingleses de color crema.

“Primero, acumulas un montón de tino y aria encima de uno de estos pequeños poitan. Para una estimación aproximada, supongo que quieres que sea un poco más delgado que el poitano. Luego agregas la hamburguesa encima”.

Cuando dije eso, saqué una hamburguesa de la olla con la espátula, y Vina Ruu dijo: “Oh, vaya…” sorprendida. Probablemente fue porque la hamburguesa era un círculo perfecto en lugar de su forma elíptica habitual.

Al observarlo, supongo que pesaba alrededor de 800 gramos y tenía un diámetro de 12 centímetros y un grosor de tres centímetros.

Tomé esa empanada cubierta con salsa de tarapa y la puse encima del tino cortado en cubitos, luego agregué otro poitan encima.