Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: Día De Especulación

Parte 2

Habían pasado solo tres días desde el banquete, pero de alguna manera parecía que había pasado bastante tiempo.

Las mujeres de las familias de las sucursales estaban ocupadas con todo tipo de trabajo, pero cuando se dieron cuenta de nosotros, nos saludaron y se inclinaron. Quiero decir, había pasado seis días aquí, así que el lugar me pareció un segundo hogar.

“¡Oh, Dios mío, ¿qué están haciendo aquí?! ¡Y tú también llevas una olla! Sabes que el banquete terminó hace un tiempo, ¿no?” Mia Lea Ruu nos saludó frente a la casa principal de Ruu.

Parecía sorprendida, o tal vez debería decir que la tomó por sorpresa, pero luego estalló en una sonrisa alegre. Esa sonrisa de alguna manera me pareció muy nostálgica.

“Vinimos a discutir algo. ¿Está levantado Donda Ruu?”

“Si. Está masticando carne seca en el salón principal. Jiza y Ludo también deberían estar con él… Bueno, déjame encargarme de tu acero. ¿Te importa dejar tu olla allí?”

“Claro.”

Ai Fa y Gazraan Rutim entregaron sus cuchillas, y le pasé mi cuchillo a Mia Lea Ruu.

“Ahora bien, ¡bienvenido a la casa Ruu! Cabeza del clan, ¡tienes visitantes!”

Entramos por la puerta y encontramos a Donda Ruu y sus hijos allí en el medio del pasillo.

“¿Huh? ¡Oh, es Asuta! ¡¿Qué estás haciendo aquí?!” Preguntó Ludo Ruu, poniéndose de pie cuando se dio cuenta de nosotros.

Mientras tanto, el jefe del clan y su heredero también se volvieron lentamente hacia nosotros. Ellos… no parecían estar especialmente de buen humor.

“¿Qué es esto, otra reunión de buenos para nada? Esto huele a nada más que problemas para mí”, dijo Donda Ruu, con una expresión hosca en su rostro que le recordó a una bestia salvaje.

Gazraan Rutim, mientras tanto, hizo una sola reverencia.

“Mis disculpas. ¿Podríamos dedicarnos un poco de tu tiempo, jefe del clan Ruu, Donda Ruu?”

“Hmph…” Donda Ruu se quejó, sentándose para estar a la cabeza del grupo.

Jiza y Ludo Ruu también se sentaron para mirarnos.

“Mia Lea Ruu, vine a visitar a Sati Lea y Kota Ruu. ¿Están cerca?”

“Están en su habitación. Sí, dejemos está molesta conversación con los hombres”.

Después de colocar nuestras espadas al lado de la cabeza del clan, Mia Lea Ruu condujo a Ama Min Rutim por el pasillo derecho y desapareció.

“Es casi la hora de ir al bosque, así que permítanme seguir adelante y explicar… La verdad es que el clan Fa solicitó ayuda a los Rutim en un trabajo, pero no pudimos ayudar, así que Hemos venido a preguntarle a tu clan Ruu.”

“¿Un trabajo…?”

“Así es. Asuta, ¿podrías explicarlo?”

“Claro. La cuestión es que estaba pensando en abrir una tienda en la ciudad de correos”.

“¡¿Eh?!” Ludo Ruu cuestionó en voz alta. “¡¿Qué quieres decir?! ¡Hey Asuta! ¡¿Estás planeando dejar el borde del bosque?!”

“No, la idea es, en última instancia, abrir un puesto para vender platos de carne de giba como miembro del borde del bosque… Puede sonar completamente absurdo, pero ese es el plan. Y me gustaría que una mujer me ayudara con el trabajo, así que… Vinimos a preguntar si tenías a alguien que pudieras pedir prestado”.

Para empezar, Donda Ruu parecía disgustada, así que no vi mucho cambio.

Incluso si ese no fuera el caso de Jiza Ruu, simplemente no podría leer su expresión.

En cuanto a Ludo Ruu… acunó su estómago y se echó a reír.

“¿Qué diablos es eso? ¿Estás diciendo que la gente del pueblo comerá giba? ¿Esos tipos que nos llaman ‘comedores de giba’? ¡Eres gracioso, hombre! En serio, ¿cómo se te ocurrió una idea tan loca?”

“Llevaría demasiado tiempo explicarlo… ¿Qué dices, Donda Ruu?”

“… ¿Eres tú quien pensó en esta idea?” Donda Ruu preguntó, cortando repentinamente el núcleo del asunto.

Naturalmente, me senté derecho.

“No fui yo quien lo inventó. El que lo recomendó fue Kamyua Yoshu, ese hombre de la ciudad de piedra”.

“Pensé que era algo por el estilo. Entonces, ese hombre distante apareció en la casa del Fa tal como lo declaró, ¿verdad?”

“Si. Sin embargo, de ninguna manera estoy tratando de conspirar con él. No sé qué estaba pensando cuando planteó la idea, pero después de hablarlo, pensé que sonaba razonable y decidí que quería asumir el desafío”.

Donda Ruu no tuvo una reacción tan furiosa como esperaba. De hecho, si tuviera que decirlo, sentí un aire más inquieto por Jiza Ruu mientras estaba sentado en silencio.

“Le serví mi comida en la casa del Fa, ya ves. Y luego dijo que sería un desperdicio no vender carne tan deliciosa. Además, si la carne de giba pudiera cambiarse por monedas, traería mucha más prosperidad al borde del bosque. Entonces necesitaría abrir un puesto para enseñarle a la gente de la ciudad lo deliciosa que es la carne de giba, ¿verdad? Luego, visitamos la  ciudad de  correos e  investigamos si está loca  idea era realmente posible después de todo. Una cosa llevó a la otra, y aquí estamos”.

Y luego, conté sinceramente lo que había pensado y sentido ese segundo día, tal como había hecho con Gazraan Rutim.

Acerca de cómo parecía que podríamos hacerlo sin ganar tanta oposición por parte de la gente del pueblo.

Como parecía posible, podría vender comida de giba si lo hiciera bien.

Y sobre cómo no podríamos decir lo que Kamyua Yoshu realmente estaba pensando, pero que parecía tener un apego o incluso una fijación hacia la gente del borde del bosque en el fondo, y que no parecía estar tratando de engañarnos.

“Qué difícil de entender el veterano… Pero aun así, ¡es cierto que tu cocina es muy sabrosa! ¡Me encantaría ver los rostros de esos habitantes del pueblo mientras comen carne de giba también!”

“Cállate, Ludo”, regañó Donda Ruu, sonando disgustado.

Bueno, puede haber sonado de esa manera, pero su expresión permaneció perfectamente tranquila.

Estaba empezando a pensar que esto podría funcionar, cuando Jiza Ruu gritó, “Asuta”, en voz baja. “Es natural que actúes como comerciante en la ciudad. No importa cómo se mire, ahí es donde perteneces… Y, sin embargo, ¿no sería mucho más simple si siguieras y vivieras en ese lugar?”

“Cierto. Tal vez así te parezcan las cosas, Jiza Ruu, pero como te dije antes, me gusta aquí en la linde del bosque. Si me dijeras que tenía que renunciar a vivir aquí o abrir una tienda en la ciudad de correos, obviamente me daría por vencido en un abrir y cerrar de ojos”.

Escuché un “Jeje” y me giré para ver de dónde venía, solo para encontrar a Ludo Ruu mirando a lo lejos y riendo. Parecía francamente mareado, de alguna manera.

“No parece nada más que una farsa para mí…” se quejó Donda Ruu. “No me puedo imaginar a la gente de la ciudad de piedra felizmente comiendo giba, o algo tan loco como poder vender carne de giba por monedas que suceden”.

“Sí, tampoco sé qué tipo de resultados obtendré. Pero aun así, quiero asumir este desafío”.

Me incliné un poco hacia adelante para mirar directamente a la cara desalentadora de Donda Ruu.

“Sin embargo, Ai Fa y yo no podemos enfrentarnos solos. Me faltarían manos para dirigir la tienda en sí, y también tendría que lidiar con el peligro de ir y venir a la ciudad de correos. Teniendo en cuenta que no tengo idea de cuándo podría encontrarme con alguien del clan Suun, pensé que era mejor hacer esta solicitud al clan Ruu… Esa es la base de nuestra solicitud, así que ¿no lo considerarías?”

“Hmph…”

“No iré tan lejos como para pedirte que confíes en que tendré éxito. Esto debería ser obvio, pero pagaré correctamente independientemente de cómo resulten las cosas. Después de discutir el asunto con Gazraan Rutim, decidí que pagaría seis monedas rojas por día, o el equivalente de un cuerno y un colmillo de una gran giba juntos”.

Me habían dicho que a dos mujeres les tomaba medio día pelar una piel. Para eso, obtendrían el equivalente a dos cuernos y colmillos, o entre ocho y doce monedas rojas.

Kamyua Yoshu había dicho aproximadamente 10 monedas rojas, pero después de consultar con Ai Fa  y los demás, descubrí que el valor realmente cambió en función del tamaño.

Y así, llegué a ese número asumiendo que pediría prestada la ayuda de una mujer durante aproximadamente la mitad del día.

“Sin embargo, hay discordia entre los clanes del Fa y Suun, así que por favor tenlo en cuenta. Gazraan Rutim dijo que solo tener a alguien del clan Ruu a mi lado sería suficiente para evitar cualquier maldad por parte de ellos, pero nunca se sabe lo que la escoria como Doddo Suun puede hacer bajo la influencia del alcohol”.

“No necesitamos que nos digas eso. No subestimes a las mujeres del clan Ruu, mocoso”.

“Cabeza de clan…” Jiza Ruu habló.

Donda Ruu levantó una mano y le ordenó que se detuviera.

“Un cuerno y un colmillo que valga por prestarte una mujer durante medio día, ¿eh? Eso no es un mal negocio. Y nosotros Ruu tenemos un exceso de mujeres en este momento… ”

“Claro.”

“Sin embargo, tengo una condición”.

“¿Una condición…?”

“Si resulta que estás tramando algo con ese tipo rubio y distante, entonces tomaré ese brazo derecho tuyo”.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

Y aunque no miré en su dirección, pude sentir la sed de sangre de Ai Fa por un segundo allí.

“Si aceptas, te prestaré una mujer”.

“… No estoy tramando nada personalmente. Sin embargo, honestamente no tengo idea si Kamyua Yoshu lo está”.

“Si él está tramando algo, entonces solo tomaré su cabeza. Entonces, si fueras su cómplice, entonces será cuando te tome del brazo”.

Un pesado silencio flotaba en el aire. Audiblemente me tragué la saliva.

“Juraré lo que quieras que mis pensamientos y sentimientos al respecto no se extienden más allá de lo que ya te dije personalmente. Pero… en caso de que Kamyua Yoshu esté tramando algo, es posible que no pueda demostrar mi inocencia claramente cuando salga a la luz”.

“No espero todo eso. Si él también te engaña, entonces me reiré de ti por ser un niño tonto… junto a Gazraan Rutim, así como el jefe del clan Fa”.

“Correcto”, respondió Gazraan Rutim con calma, mientras que Ai Fa solo miró en silencio a Donda Ruu.

Efectivamente, pude ver una profunda ira ardiendo en sus ojos. “¿Ustedes dos confían en las palabras de este mocoso?”

“Por supuesto. Si no lo hiciera, no estaría aquí en este lugar”.

“¿Qué hay de ti, jefe del clan Fa?”

“… Mi respuesta es evidente. ¿Qué clase de jefe de clan ni siquiera podía creer en las personas debajo de ella?”

Incluso su voz temblaba de ira.

Donda Ruu, por otro lado, parecía tranquila y serena.

“En ese caso, solo diremos que si estos dos siguen creyendo en tu inocencia hasta el final, eso será lo suficientemente bueno. Y si llega el momento en que ambos decidan que eres un traidor, es cuando voy a seguir y tomar tu brazo derecho”.

“Si eso te satisface, entonces estoy dispuesto a hacer esa promesa”, respondí, limpiando el sudor de mi frente. “Te prometo que nunca traicionaré a la gente del borde del bosque”.

“¿Juras tu brazo derecho sobre él?”

“Lo hago.”

En ese instante, Ai Fa gritó: “Espera”, con voz aguda. “Esto no debería deberse a Asuta personalmente, sino a todo el clan Fa. Si ocurriera algo tan impensable, la culpa recaería en el jefe del clan, ¿sí?”

Los ojos de Ai Fa finalmente comenzaron a brillar con la mirada de un gato montés nuevamente, mientras que Donda Ruu simplemente la miró en silencio.

“Si ocurriera algo tan vergonzoso, deberías tomar mi brazo derecho, no el de Asuta”.

“Hey, Ai Fa-”

“No tengo uso para tu brazo, jefe del clan Fa”, dijo Donda Ruu, cortando mis palabras con un tono de voz serio. “No hay forma de que alguien como tú planee algo junto a un hombre de la ciudad de piedra. Sin embargo, ese mocoso nació en otro país. Lo que quiero saber es sus intenciones y determinación”.

“Pero…”

“Ya has dado tu respuesta, ¿verdad? Todo lo que pregunto es si este niño está tratando de engañarnos aquí y ahora. Si no lo está, entonces no hay necesidad de que el mocoso y su brazo estén separados”.

La luz en los ojos de Donda Ruu se hizo un poco más fuerte mientras miraba el rostro enojado de Ai Fa.

“¿Estás tratando de pisotear toda la resolución del niño? ¿O podría ser que, en el fondo, dudas de sus intenciones…?”

Ai Fa se levantó a medio camino, pero rápidamente la agarré del brazo.

“Cálmate, Ai Fa. No los estoy traicionando a todos, así que no va a pasar nada”.

Este fue probablemente un paso necesario. Después de todo, la cabeza del clan Ruu tenía el futuro del borde del bosque sobre sus hombros, por lo que probablemente no podía confiar en mí tan a la ligera.

Y, sin embargo, Donda Ruu había confiado cosas a juicio de Ai Fa y Gazraan Rutim.

Incluso si no pudiera confiar en mí personalmente, si sus hermanos del borde del bosque pudieran… Fue una decisión que me pareció sincera e incluso agradable.

Sin embargo… Seguro que era un mal hábito que tenía, expresando la idea usando palabras tan duras.

Aun así, estaba satisfecho.

Ai Fa me miró en silencio por un momento, luego, en poco tiempo, volvió a sentarse. Ella echó los ojos todavía girando con ira hacia abajo y se mordió el labio con firmeza.

“… El acuerdo se hizo”, murmuró Donda Ruu en voz baja. “Bueno, entonces, ¿a quién debería prestarte…?”

“Ah, el trabajo implicará llevar ingredientes y mi olla, además de ayudar a atender la tienda. Por lo tanto, el trabajo necesitaría a alguien con la fuerza suficiente para caminar por un sendero de montaña mientras lleva equipaje pesado”.

“Hmm…”

“No me importa si son de las casas principales o sucursales. Te dejo que elijas quién lo hará.”

Cuando dije eso, pude sentir nubes oscuras comenzando a acumularse en el interior.

No había conocido a Reina o Vina Ruu ni una sola vez desde la noche del banquete.

Vina Ruu quería que la llevara a un lugar muy, muy lejano.

Mientras tanto, Reina Ruu quería que me fuera de la casa del Fa y me convirtiera en miembro de la Ruu.

Lamentablemente, no pude conceder ninguno de sus deseos.

Aun así, no quería seguir evitándolos para siempre, y quería intentar reconstruir una relación pacífica con ellos. Simplemente no tenía idea de cómo iba a lograrlo.

¿A quién elegiría él?

Sentí que los latidos de mi corazón se aceleraban mientras esperaba, hasta que Donda Ruu finalmente murmuró: “Vina, entonces”.

Y así, después de todos esos giros y vueltas, me encontré de pie en la ciudad de correos por tercera vez.

Esto fue después de que tuve mi discusión con Donda Ruu en la casa principal de Ruu.

Ayer por la mañana salimos de la casa del Fa y visitamos Rutim, fuimos a la ciudad de correos, volvimos a la casa de Rutim y pasamos la noche allí, visitamos la casa de Ruu y luego volvimos a la ciudad de correos nuevamente. Realmente habían sido dos días agitados.

De todos modos, este fue mi segundo día consecutivo en llegar a la ciudad de correos.

Descubrí que poco a poco comenzaba a acostumbrarme a la disposición desordenada de la ciudad.

Sin embargo, no era Ai Fa quien estaba actualmente a mi lado.

Ahora era el cuarto día desde la boda de Rutim. Ai Fa, naturalmente, no podía seguir eludiendo sus deberes de caza por más tiempo, así que regresó sola a la casa del Fa con la olla.

A cambio, tuve a Vina y Ludo Ruu aquí conmigo. Realmente hicimos un trío extraño.

“¡Jeje! ¡Ha pasado un tiempo desde que he estado en la ciudad! ¡Seguro que es tan sofocante como siempre!” Ludo Ruu proclamó alegremente.

“Me encanta la ciudad de correos. Es solo que es difícil relajarse cuando todos me miran… “, dijo Vina Ruu, pareciendo que también estaba de muy buen humor.

Incluso ahora, todavía podía recordar claramente verla en la cocina de Shin Ruu rogándome con lágrimas en los ojos para que no se juntara con Reina Ruu. Pero ahora, mientras caminaba por la carretera de piedra junto a su hermano, tenía una sonrisa aún más brillante y relajada que de costumbre.

Mientras tanto, me sentía un poco exhausto.

Para hacer realidad el plan en mi cabeza, necesitaba visitar la ciudad postal, así que Donda Ruu terminó prestándome a estos dos para que tomaran el lugar de Ai Fa, un favor que estaba sinceramente agradecido. Sin embargo, Donda Ruu había agregado la condición de que Ludo Ruu se reuniera con Kamyua Yoshu.

Debe haber sido una medida para sentir la presencia desconocida conocida como Kamyua Yoshu al menos un poco.