Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Día De La Decisión

Parte 4

“Así que adelante. Si no tienes hambre, solo un bocado está bien. No puedo decir que solo un poco de té zozo sea suficiente para devolverle esa maravillosa carne seca, así que por favor inténtelo”.

Bueno, quería probarlo, aunque solo fuera por pura curiosidad.

Después de que Ai Fa me dio permiso con sus ojos, recogí un poco de esa sustancia pastosa con una cuchara de madera.

Luego calculé la diferencia en los ingredientes cocinados y la masa y recogí dos cucharadas de carne y verduras para colocarlas encima, imaginando que se veían bien.

Lo envolví como un pequeño crepe, luego mordí… Bueno, ciertamente era salado.

Casi todo el sabor provino de la hierba aromática.

La aria se había vuelto blanda, el dulce chatchi acababa de pasar sobre las llamas, y la pula estaba amarga… Y luego estaba la carne ligera de kimyuus, que me recordó las ofertas de pollo.

No fue un emparejamiento especialmente malo.

¿Cómo debería decirlo…? Fue un gusto increíblemente simple.

Deben haber calentado la carne que había sido salada para su conservación junto con vegetales, ¿verdad? El único problema real que pude imaginar fue que el chatchi habría salido con una mejor textura si lo hubieran calentado un poco más a fondo.

Era solo… La idea de querer comer tanto como para pagarlo me hizo desconcertar la cabeza.

“Para que lo sepas, ese es el plato más popular aquí en esta posada. Es salado, por lo que combina bien con el alcohol. Y el precio era de tres monedas rojas, si mal no recuerdo. Durante el día, la gente generalmente busca sus bocadillos, pero una vez que la noche rueda, este lugar se vuelve bastante animado. Y todos se ven bastante satisfechos mientras comen eso”.

Kamyua Yoshu sonrió como un gato de Cheshire.

“En su mayor parte, toda la cocina aquí en la ciudad de correos es como una extensión de ese tipo de cocina casera. De hecho, los que hicieron eso fueron la esposa y la hija del dueño de la posada, por lo que el trabajo de “chef” solo existe dentro de los muros de piedra aquí en Genos”.

“…Ya veo.”

“¿Qué piensas? ¿Crees que puedes hacer algo que pueda competir con el sabor de esta carne salada cocida y esos manju?”

“¿Estás tratando de despertarme? Al menos me gustaría pensar que no soy tan estúpido como para caer en ese tipo de provocación”.

¿Esta es la hora correcta? Pensé para mí mismo mientras terminaba mi porción de carne kimyuus salada y el resto del té zozo.

Entonces, le susurré al oído de Ai Fa: “¿Hay algo que todavía quieras preguntar?” pero, naturalmente, ella solo sacudió la cabeza en silencio.

“En cualquier caso, consultaré con el jefe de mi clan sobre el asunto. Luego, discutiremos con algunos de nuestros amigos en la linde del bosque, y si no parece haber ningún problema… Entonces comenzaré a pensar positivamente sobre todo esto”.

“¡Qué cauteloso! Estoy seguro de que es uno de tus encantos, ¿verdad? ”

Mis hombros se encogieron de hombros mientras pensaba para mí mismo: Tú eres el que me hace tan cauteloso en primer lugar.

“Kamyua… Si llega el momento en que esté lo suficientemente preparado para abrir una tienda en la ciudad de correos, está bien si vuelvo a consultar con usted, ¿verdad?”

“Si. O puede saltearme y simplemente comenzar a negociar directamente si lo desea. El viejo que dirige esta posada, Milano Mas, también es una de las personas a cargo de esa zona de puestos, después de todo. En cualquier caso, deberías seguir adelante y venir aquí a La cola de Kimyuus”.

“Gracias. Todavía no sé cómo se desarrollarán las cosas, pero hablar contigo me ha dado mucho en qué pensar. Incluso si no termino abriendo una tienda, todavía me alegro de que hayamos tenido la oportunidad de hablar”.

“Estoy agradecido de escucharlo… ¿Ya regresas? Pues bien, te dejo el resto a ti, Leito. Terminaré esta carne salada, luego tomaré otra siesta”.

“Correcto. Bueno, entonces, ¿nos vamos, Asuta y Ai Fa?” Miré fijamente al joven sonriente.

“¿Ir dónde? Estábamos planeando terminar nuestras compras y luego volver a casa”.

“No tomará mucho tiempo. Es solo que, aparentemente, una niña llamada Tara y su padre quisieron agradecerles a los dos. Su padre tiene un puesto, así que permíteme llevarte allí.”

Tara era el nombre de la chica que conocimos la primera vez que vine a esta ciudad postal. Quedó atrapada en la conmoción de Doddo Suun corriendo borracho y Ai Fa y yo más o menos la salvamos.

Pero eso ya había pasado diez días. Era simplemente vergonzoso, la idea de que su padre nos agradeciera ahora.

“Adelante y conócelos. Tara es una buena chica. Y estoy seguro de que será una verdadera belleza en el futuro, por lo que no hay nada de malo en formar un vínculo con ella ahora”.

Naturalmente, esa declaración ridícula no había venido del joven, sino de su maestro.

No soy exactamente Hikaru Genji, ya sabes, pensé para mí mismo con una sonrisa forzada, luego miré a Ai Fa y… Por alguna razón desconcertante, sus ojos me devolvieron una mirada realmente escalofriante.

En serio, ¿qué tipo de hombre crees que soy? “Bueno, entonces, perdónanos”.

“Sí, espero con ansias el día en que nos volvamos a ver”.

Salimos de la habitación trasera, viendo en el camino que el número de otros clientes realmente no había aumentado, luego nos dirigimos a la salida.

Los hombres de antes todavía estaban bebiendo en el restaurante. Y uno de ellos en particular nos miró con ojos notablemente más borrachos que antes.

“¡Oye, chico de cabello negro! ¿Cómo hiciste tuya a esa mujer comedor de giba? ¿Te importaría enseñarnos el truco?”

Oh hombre, parece que no nos dejarían pasar por aquí esta vez.

Esto no iba en una buena dirección. Insultarme es una cosa, pero involucrar a Ai Fa… Se estaba volviendo bastante difícil mantener la calma.

“¡Debe haberse dado cuenta de que podía ahorrar monedas más rápido cazando a un hombre en lugar de a Giba, ¿verdad?! Oye, comedor de giba, ¿qué tal si te compro por la noche por dos monedas rojas?”

Me volví para mirar a los hombres. Pero las dos cosas que sucedieron después se aseguraron de que mi grito nunca escapara de mi garganta.

Ai Fa, que caminaba detrás de mí, me agarró del brazo, y el joven Leito frente a mí dijo con calma: “Por favor, detente. Estas personas son los invitados de mi amo. Tomaré cualquier insulto hacia ellos como un insulto hacia mi maestro. ¿Estás bien con eso?”

Su voz de soprano juvenil claramente todavía no había sufrido la pubertad, pero estaba completamente desprovista de toda emoción.

No podía ver la expresión de su rostro mientras miraba a los hombres, pero a cambio, podía ver claramente la mirada en sus ojos.

Los dos hombres que habían dicho cosas tan vulgares estaban completamente congelados en el lugar, con sus botellas de alcohol en el aire.

En cuanto a sus caras… Sus expresiones también se habían congelado con los ojos bien abiertos, como si hubieran encontrado algún tipo de bestia salvaje en el bosque.

“Hey, ¿qué pasa?” los otros hombres preguntaron, empujando los hombros de sus amigos.

El joven Leito les lanzó una mirada de reojo y luego me lanzó una sonrisa.

“Mis disculpas. Bueno, entonces, ¿nos vamos?” Realmente era el aprendiz de su amo, ¿eh?

Cuando suspiré y comencé a caminar de nuevo, Ai Fa dijo: “Hey”, y me golpeó en la espalda.

“Te lo dije antes, pero no pierdas los estribos cuando te falta el poder para protegerte. Realmente eres demasiado apresurado a veces.”

“… También eres apresurada cuando hay hamburguesas”.

“¿Qué tiene eso que ver con esto?”

Con eso, ella me golpeó varias veces más en la espalda, y finalmente dejamos La cola de Kimyuus.

***

Cuando volvimos a salir, el sol todavía estaba alto en el cielo y las calles aún estaban llenas de gente.

“Dijiste que planeabas comprar, pero ¿qué vas a comprar?”

“Correcto, quería conseguir una olla de metal. Y también deberían vender algunos en esos puestos”.

“Una olla, ¿verdad? ¿Uno grande?”

“Bueno, uno de buen tamaño. Sobre esto grande”.

Dibujé una media esfera en el aire, con un diámetro de 60 centímetros y una profundidad de 30.

“Eso ciertamente parece que sería pesado. En ese caso, ¿está bien si te llevo primero al puesto de Tara? Está en el otro extremo de la zona, después de todo”.

“Ah, cierto, um… ¿Te importa, Ai Fa?”

“Haz lo que quieras”, respondió Ai Fa, su rostro permaneció inexpresiva. Sin embargo, tuve la sensación de que estaba empezando a verse un poco cansado.

Estaba un poco preocupado, así que susurré: “¿Qué pasa?”

“A pesar de todo esto, mi impresión no ha cambiado. No creo que ese hombre esté tratando de engañarnos, pero ¿cómo debería decirlo…? Se siente como un completo y completamente desconocido”.

“Ya veo”, respondí, satisfecho con esa respuesta.

Tampoco sentí que Kamyua Yoshu intentara engañarnos. Realmente tenía fuertes sentimientos sobre la gente del borde del bosque.

Más bien, era más como si me estuviera haciendo sentir incómodo porque él se sentía demasiado fuerte.

Ese veterano no es el único problema, tampoco…

Me intrigó el asunto en mi cabeza cuando el joven Leito nos condujo por la carretera de piedra.

¿Funcionará abrir una tienda con giba cocinando aquí en la ciudad?

Seguí caminando hacia adelante, mi mirada se centró en Ai Fa. Era cierto que no todos mostraban sentimientos abiertamente negativos hacia ellos, pero era un hecho que las personas del borde del bosque eran vistas como paganas aquí en la ciudad.

Kamyua Yoshu dijo despreocupadamente que deberíamos comenzar apuntando a los viajeros y personas que no pertenecían al dominio Genos, y luego estaríamos bien. ¿Pero sería realmente así de simple?

Si solo se tratara de un fracaso empresarial, todo lo que perderíamos sería monedas. Pero sería un problema grave si nuestras acciones precipitadas condujeran a la ampliación del abismo entre la ciudad de correos y el borde del bosque.

E incluso si Kamyua Yoshu no estaba tratando personalmente de engañarnos, era importante tener en cuenta la posibilidad de que juzgara mal la situación.

Realmente me gustaría tener la oportunidad de pedir la opinión de una fiesta neutral desde aquí en la ciudad de correos, si es posible…

Mientras me preocupaba por el asunto, finalmente llegamos al área con todos los puestos.

Vi a una mujer familiar que hacía manju para los niños que esperaban en su puesto.

Parecía que esta vez, justo cuando el sol alcanzaba su punto máximo, realmente era el momento de un refrigerio. Miré conscientemente a mí alrededor para observar y descubrí que todas las tiendas que vendían bocadillos en el área estaban llenas de gente.

Observé a un joven que mordía una sustancia pastosa blanca envuelta alrededor de carne marrón claro y vegetales verdes mientras caminaba.

A un lado del camino había hombres bebiendo y comiendo lo que parecía una pata de pájaro. Y al escuchar un poco de conmoción, miré hacia la fuente y encontré un restaurante al aire libre instalado bajo un techo bastante ancho, donde la gente charlaba alegremente mientras comía sopa de cuencos de madera.

“… ¿Para qué te lanzas?”

“Hmm, ya sabes… Investigar el mercado”. Todavía no sabía cómo se desarrollaría todo esto.

Pero si queríamos asegurarnos de que terminara con el mejor resultado posible, entonces pensé que era más inteligente reunir tanta información como fuera posible.

Y además, probablemente era la única persona del borde del bosque que podía hacer tal cosa, de todos modos.

Estoy seguro de que a Kamyua nunca se le ocurriría una idea loca como abrir una tienda en la ciudad de correos si no hubiera alguien como yo al borde del bosque.

Por ejemplo, estoy segura de que las mujeres del clan Ruu podrían crear un plato al nivel de ese plato de carne salada de antes con solo un poco de práctica.

Sin embargo, era difícil imaginar que una persona del borde del bosque comenzara un negocio. Intercambiar cuernos y colmillos por monedas, luego usarlos para comprar comida… Claro, eso era al menos técnicamente una forma adecuada de negocio, pero dudo que alguien del borde del bosque lo haya visto así.

Y además, entregar los frutos de sus cosechas a un especialista en tales asuntos era inherentemente diferente a tratar con un número no especificado de clientes.

Naturalmente, si puedo ser de ayuda de esa manera, entonces estoy listo para hacerlo tanto como sea posible.

Si Ai Fa y Gazraan Rutim creían que era el camino correcto, entonces me lanzaría hacia adelante sin dudarlo.

Para que no se equivocaran en su decisión, decidí captar las imágenes y los sonidos que les sería difícil notar y transmitirles esa información con precisión.

“Ah, esa es la tienda. Gracias a dios. Parece que Tara también está allí.”

Miré hacia arriba con un “¿Hmm?” cuando Leito dijo eso y notó que estábamos al borde de los puestos.

Más allá de eso, la carretera continuó a través de la vegetación, mientras que en el lado izquierdo, las paredes de piedra que rodeaban la ciudad del castillo se podían ver en la distancia.

Mientras pensaba para mí mismo que también salimos por esta última vez, la voz de una niña gritó desde nuestra izquierda: “¡Ah! Asuta! ¡Realmente lo trajiste, Leito!”

Era Tara.

Hoy llevaba un vestido tubo naranja y me saludaba desde debajo del techo de cierta tienda.

Sí, cierta tienda.

Tenía una tela grande sobre el suelo con las verduras alineadas encima, con la única estructura que era un techo de aspecto poco confiable, lo que la convertía en una tienda increíblemente sencilla… Y también era el lugar donde Ai Fa y yo compramos aria y poitan antes.

Al lado de la joven había un hombre corpulento con una barriga sobre él, con una sonrisa nerviosa.

Compartí una mirada con Ai Fa, luego avancé junto al joven Leito. “¡Ha pasado un tiempo, Asuta! ¡Muchas gracias por aquel entonces!”

“Ah, no hice nada digno de tu agradecimiento. Además, también nos ayudaste después de eso.”

“¡No! ¡Si no estuvieras allí, me habrían aplastado junto a mi manju! ¡Así que gracias!”

El cabello castaño oscuro de Tara le llegaba hasta los hombros, y sus ojos de color similar brillaban intensamente. Era una chica enérgica que parecía tener alrededor de ocho años.

Su padre junto a ella ciertamente tenía un bigote y cabello de color similar, y ambos también tenían la piel marrón amarillenta.

Parecía una combinación de colores bastante común en la ciudad de correos, por lo que el parecido no me había llamado la atención.

Y en realidad, la gente del clan Ruu tenía un color de cabello y ojos muy variado, por lo que había estado cuestionando cuánto estaba relacionado con la genética en este mundo, por lo que no me había dado cuenta en absoluto.

En cualquier caso, esta fue nuestra segunda reunión.

El veterano se puso de pie, se quitó la tela blanca que le rodeaba el cabello y luego inclinó su tupida cabeza (con un poco de cabello blanco mezclado) hacia mí y Ai Fa.

“U-U-Um, aparentemente, salvaste a Tara el otro día… M-Muchas gracias. Yo-yo-yo tenía muchas ganas de ofrecer mi gratitud, pero, um, te hice venir hasta aquí… ”

Su rostro regordete goteaba positivamente en sudor frío.

Y, sin embargo, a pesar de que tenía tanto miedo de la gente de la linde del bosque, aún quería agradecerle.

“No, todo está bien. Parecía que los guardias nos iban a arrastrar, pero Tara testificó en nuestro nombre y nos liberaron. También le debemos mucho a tu hija.”

“N-N-No, en absoluto…”

Era más grande que el viejo contador de tiempo de la posada, y su rostro lo hacía parecer bastante grande. Teniendo en cuenta que había dicho que él mismo cultivó el aria, debe haber pasado la mitad de su tiempo vendiendo y la otra mitad cultivando.

Era un verdadero ciudadano de Genos, por lo que tal vez era natural que tuviera tanto miedo de la gente del borde del bosque… Pero aun así, era difícil soportar verlo así frente a su hija.

En cuanto a Tara, había estado mirando perpleja por un tiempo.

“Sobre tu hija expuesta al peligro…” Ai Fa dijo de repente.

“¡Gyah!” chilló el viejo, agarrando los hombros de Tara y retrocediendo. Tara también parecía un poco incómoda mientras miraba a Ai Fa.

“… La causa fue que no ejercí discreción cuando golpeé a un borracho. Sabía que ella estaba debajo de sus pies, pero pensé que necesitaba que el sinvergüenza estuviera a punto de sacar su espada bajo control lo antes posible, así que lo golpeé. Si Asuta no se hubiera apresurado a ayudarla, podría haber quedado atrapada debajo del hombre y lesionarse”.

Entonces, Ai Fa inclinó la cabeza en silencio.

“Me faltaba atención. Y por eso, me gustaría disculparme”.

“N-N-No, eso es…”

“Señor, no necesita estar tan nervioso. Estas personas no son tan salvajes como piensas. Hace poco tiempo, los borrachos los interrumpían vulgarmente, pero yo fui el primero en perder la calma”, interrumpió Leito con una sonrisa.

¿Perdió la calma? No me pareció así…