Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 14

Capítulo 1: ¿Ama-no-Iwato?

Parte 3

 

 

Esta mansión estaba en las afueras de la capital. En el castillo, podíamos hacer tanto ruido como quisiéramos, y dudaba mucho que llegaría tan lejos.

“Quiero decir, no tiene que estar exactamente en el pasillo”, dijo Hikaru- sama.

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“Sí”, agregó Minori-sama, “podría enviarle fotos de toda la diversión que estamos teniendo a través de la mensajería instantánea”. Los dos asintieron el uno al otro. “Por supuesto, eso significaría estar lo suficientemente cerca como para usar la LAN inalámbrica, por lo que tendríamos que hacerlo aquí en la casa o en la escuela. O en la guarnición, supongo.”

“Eso reduce los posibles lugares. ¿Qué hacemos en esta fiesta?”

Minori-sama ladeó la cabeza. “Si todo lo que hacemos es servir comida, ¿cómo sería diferente de cualquiera de nuestras cenas?”

“Veamos,  fiestas…  Fiestas  generalmente  significan  cantar  y  bailar, ¿verdad? ¿Recuerdas en la historia de la Cueva Celestial cómo Uzume…?”

Entonces Minori-sama y Hikaru-sama miraban al aire. Después de un largo momento, una vez más, ambos suspiraron.

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“¿Qué?” Su Majestad dijo. “¿Qué es?”

“Oh nada.”

“Ella, eh… baila. Desnudo,” dijo Hikaru-sama. “¿Baila desnudo?” Preguntó Elvia-san.

“Si. Esta diosa, Ama-no-Uzume, hace un striptease para animar las cosas. Supongo que técnicamente no termina completamente desnuda, pero, bueno… casi. Todos se ríen porque todo es muy divertido, y la diosa en la cueva finalmente se asoma para ver qué está pasando en el mundo. Entonces Ame-no-Tajikarao, eh, este dios muy poderoso, la saca de la cueva.”

“Entonces, ¿qué estás diciendo? Tengo que quitarme la ropa y bailar frente a la puerta de Shinichi-sama, ¿verdad?”

Elvia-san parecía que iba a partir en ese mismo momento, pero Minori- sama la tomó de la mano y la detuvo.

“No creo que sea una buena idea”.

“¿Por qué no?”

“Shinichi-kun está en esa habitación por el trauma de ser golpeado por ti, Myusel y Su Majestad. No creo que podamos saber con certeza qué efecto tendría su striptease en él”.

“No sé, creo que lo sacaría de aquí, por lo menos”, sonrió Hikaru-sama. Elvia-san pasó un momento parpadeando, y finalmente dijo: “Entonces, ¿estás diciendo que deberías bailar, Minori-sama?”

“¡¿Por qué habría de hacer eso?!”

“Bueno, has dicho que no podemos ser yo o Myusel o su majestad. Entonces solo tiene que ser alguien más, ¿verdad?”

“Veo tu lógica, pero no. No caeré.”

“¿Ministro Cordobal, entonces?”

Los ojos de Minori-sama se abrieron de golpe. “¡Eso es!”

“Oh, por favor,” dijo Hikaru-sama. “No lo hagas. Entonces realmente nunca volvería a salir de su habitación. Y Ministro Cordobal, no parece demasiado interesado en esto”.

“Er… Hm”. El ministro Cordobal casi parecía decepcionado, pensé. Quizás fue mi imaginación.

“La historia de la Cueva Celestial es una metáfora, no un manual de instrucciones”, dijo Hikaru-sama, cruzando los brazos. “Todo lo que realmente necesitamos es algo que despierte el interés de Shinichi-san. No tiene que estar justo en el pasillo, y no tiene que estar desnudo”.

“Bastante justo,” dijo Minori-sama. “Está bien, formas de atraer a alguien que está actuando deliberadamente desinteresado. Sonido. O tal vez…¿olor?”

Hikaru-sama ladeó la cabeza pensando. “Pero nuestra cena habitual no está haciendo el truco. Necesitamos algo especial, algo imperdible… ”

“¿Qué tal algo especial y divertido?” Elvia-san dijo. “Como, ya sabes, ¡esa carne que teníamos en la casa de Shinichi-sama!”

“Oh, el yakiniku,” dijo Minori-sama.

“¡Deseamos comer yakiniku de nuevo!” Su Majestad intervino, inclinándose hacia adelante.

Yakiniku: básicamente un simple plato de carne, pero a diferencia de la comida que preparo, no se prepara en la cocina. Más bien, se cocina en una parrilla pequeña justo en la mesa.

El sabor es proporcionado por una salsa, y quizás un poco de adobo, pero la forma en que se cocina la carne queda a discreción de cada persona en la mesa, por lo que es difícil producir un sabor consistente.

De esa manera, podría considerarse más difícil de cocinar que el plato de carne promedio. Pero si puede ignorar estos pequeños detalles, entonces es un momento divertido que les da a todos el control sobre su propia comida.

“Huh, sí”, dijo Minori-sama pensativamente. “La habitación de Shinichi-kun tiene una ventana, no tenemos que hacerlo en el pasillo”.

“Oh, ¿así que de hecho vamos a ‘hacer’ yakiniku?” Preguntó Su Majestad, con los ojos brillantes. Ciertamente parecía apreciar el recuerdo de tener este plato con Shinichi-sama y su familia cuando visitamos Ja-pan. Estuve de acuerdo con ella; fue agradable recordar ese día. Quizás sería suficiente para tentar a Shinichi-sama…

“Por supuesto, supongo que no será exactamente yakiniku”, dijo Minori- sama encogiéndose de hombros. Luego levantó un dedo como una maestra instruyendo a sus alumnos. “Tenemos otra palabra para decirlo cuando todos comen afuera, cocinando y divirtiéndose”. Ella sonrió. “¡Barbacoa!”

***

 

 

Pensé que podía escuchar voces desde el patio delantero. Sonaban terriblemente ruidosos, obviamente divirtiéndose. Tenía las cortinas cerradas, pero el sonido todavía llegaba a donde estaba tumbado en mi cama, leyendo manga.

Las voces fueron seguidas por algo más: un olor. Un buen olor “Eso es…”

Según los estándares de Eldant, esta casa tenía una construcción muy sólida, pero la hermeticidad dejaba algo que desear en comparación con una casa japonesa moderna. En particular, había una tendencia a que los olores del exterior entraran incluso cuando la ventana estaba cerrada.

Pero este olor…

Me senté en la cama. Ahora podía ver que había una notificación de la aplicación de mensajería que parpadeaba en el monitor de mi computadora. Probablemente Minori-san nuevamente. Ella ya debería haber sabido que no tenía intención de abandonar esta habitación, sin importar cuántas veces intentara engatusarme. Aun así, me sentiría un poco mal solo por ignorarla, así que me deslicé de la cama y me dirigí a mi escritorio.

Hice clic en el icono y vi:

“¡La barbacoa está encendida! ☆ ”

Contemplé el mensaje. Supongo que Minori-san estaba afuera con los demás, haciendo una barbacoa. Eso explicaría el agradable aroma. No me molesté en enviar una respuesta, pero Minori-san me envió una foto de todos modos.

Ella debe haberlo roto con su teléfono inteligente. Habían apilado algunas rocas para hacer un soporte, colocar una parrilla portátil encima, cargar la parrilla llena de ingredientes y cocinar.

También en la foto estaban Myusel, Petralka, Elvia, Garius y Hikaru-san, todos sonriendo alegremente mientras comían carne y verduras a la parrilla.

Myusel estaba arreglando diligentemente la comida en la parrilla. Petralka estaba felizmente viendo cómo se cocinaba.

Elvia estaba comiendo algo de carne como si fuera a pasar de moda.

Garius los vigilaba a los tres desde una distancia respetuosa. A su lado, Hikaru-san estaba disfrutando de algunas verduras a la parrilla con un par de palillos.

He pensado en ello. Ciertamente fue una escena clásica de barbacoa.

Las fotos también seguían llegando: Loek y Romilda estaban allí, estudiantes de mi propia escuela. Asumí que Minori-san y Hikaru-san los habían invitado en la lógica de “más-mejor”.

Normalmente, el elfo y el enano pasaban todo el tiempo juntos peleando, pero supongo que la barbacoa debe haberlos superado, porque ambos estaban disfrutando de la carne a la parrilla con grandes sonrisas en sus rostros. Dios, realmente era la imagen de una barbacoa en el patio trasero.

Otro mensaje llegó junto con la siguiente imagen:

“Estamos teniendo una explosión aquí afuera. ¿Quieres unírtenos?”

Esta imagen mostraba a Minori-san misma. Parecía haber disputado la imagen con un palo selfie. ¿Cuándo había conseguido uno de esos?

Me detuve. Por un capricho, me acerqué a la ventana y me asomé por detrás de las cortinas.

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“Huh…”

Vi a Myusel y Loek con las manos en alto por alguna razón. Parecían estar usando algún tipo de magia. ¿Tal vez estaban haciendo viento para avivar el fuego? No… Por un lado, ambos estaban frente a mi ventana.

Ahh.

Estaban usando magia de viento, pero solo suavemente, para asegurarse de que el olor de la barbacoa entrara a mi habitación. Y probablemente enviar las voces balbuceantes junto con eso. Esperaban que fuera tentado a salir de mi habitación por el olor y el espectáculo.

“Hoo hoo…” Una risa cayó de mis labios. “Hoo hoo hoo hoo…” Esta risa tranquila fue seguida por una declaración: “¡Qué ingenua! ¡Me subestimas mucho, Minori-san!” Señalé la pantalla de la computadora con tanta fuerza que casi podía escuchar el efecto de sonido, ‘¡bishiri!’ ¡Pura descaro, eso es lo que es!” Mis dedos comenzaron a correr por el teclado. “¡¿Una barbacoa?!” Aullé “¡Eso es algo muy real para asistir! ¡Y con dos hombres calientes rodeados de mujeres, nada menos! ¡Apuesto a que las damas son de postre (risas)! ¡No sabes nada, nada de los sentimientos de un otaku encerrado y desagradable como yo!”

Pero todo lo que escribí fue: “No. No voy.”

¡Y luego con un clac satisfactorio!, presioné la tecla Enter. Me sentí extrañamente realizado.

“¡Jaa ja ja ja! ¡Yo gano!”

Bien, todavía no estaba seguro de lo que había ganado. Supongo. Me tiré de nuevo a mi cama y continué leyendo mi manga.

***

 

 

“Barbacoa” resultó ser tan divertido como el yakiniku, y el tiempo pasó en un instante. Antes de darnos cuenta, el cielo se estaba oscureciendo en la noche. Toda la comida que habíamos preparado se había ido. Romilda- sama se había ido a casa con una gran sonrisa en su rostro y proclamando: “Realmente no entendí de qué se trataba, pero seguro que fue divertido.

¡Gracias por invitarme!” (Por cierto, Loek-sama había dicho que quería quedarse un poco más para conversar con Minori-sama, pero Romilda- sama lo agarró del cuello y lo arrastró).

En cualquier caso, ambos habían acudido a pesar de lo repentino de nuestra invitación, y parecían haberse divertido muchísimo. Los vi a la puerta, luego volví al patio y ayudé a Minori-sama a limpiar.

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Desmontamos la parrilla, desarmamos la pila de rocas que habíamos juntado y vertimos agua sobre el último carbón, solo para estar seguros. Apilé nuestros utensilios para comer en mi carrito para poder llevarlos adentro más tarde.

“Realmente pensé que era una buena idea”, se lamentó Minori-sama mientras apilaba utensilios en el carrito.

“¡Me divertí mucho!” Exclamó Elvia-san.

“Como nosotros”, agregó Su Majestad. Ambos estaban sonriendo. Tal vez pensaron que estaban haciendo que Minori-sama se sintiera mejor.


Hikaru-sama, sin embargo, sonrió con tristeza. “Es genial que todos se hayan divertido, pero ese no era el punto”.

Él estaba en lo correcto. A pesar de lo agradable que había sido la barbacoa, habíamos fallado en nuestro objetivo, que era lograr que Shinichi-sama saliera de su habitación. Minori-sama había tratado de hablar con él a través de su “meszenjer”, y Loek-sama y yo habíamos usado la magia del viento para dirigir el aroma de la comida hacia su habitación, pero al final nunca vimos la piel ni el pelo de Shinichi-sama. Ni siquiera abrió las cortinas de su ventana.

“Entonces eso es un fracaso para la Operación Cueva Celestial”, dijo Hikaru-sama. “¿Qué hacemos a continuación?”

Minori-sama se cruzó de brazos y miró hacia la ventana de Shinichi-sama. “No esperaba que Shinichi-kun fuera un oponente tan temible”.

“¿Es temible, o simplemente terco?”

“Tengo que ser honesto… Realmente no sé qué hacer a continuación”.

“¿Quizás deberíamos probar ese baile desnudo?” Ofreció Hikaru-san. “Sí, pasaré”, dijo Minori-sama.

“Disculpa”. Su conversación fue interrumpida por un orador inesperado: el ministro Cordobal. “Me temo que no podemos quedarnos aquí contigo indefinidamente. Su Majestad y yo debemos regresar al castillo por el momento.”

“Sí, lo siento”, dijo Minori-sama, inclinándose. Pero el ministro Cordobal sacudió la cabeza con una sonrisa irónica.

“De ningún modo. Personalmente, deseo que podamos seguir disfrutando de su hospitalidad, pero…”

“No deseamos volver a casa todavía”, dijo Su Majestad, hinchando ligeramente las mejillas. “Hasta que Shinichi salga de su habitación…”

“Majestad, olvida el problema que debe abordarse en el castillo”, dijo el ministro Cordobal, dejando que una severa nota entrara en su voz. Su Majestad parecía estar perfectamente consciente de este “problema”, porque sacó el labio petulantemente, pero no se opuso más.

Fue Hikaru-sama quien preguntó con curiosidad: “¿Qué tipo de problema?”

El bello rostro del ministro Cordobal se suavizó un poco; luego, sonando como si pudiera dejar escapar un suspiro en cualquier momento, dijo: “Hay una epidemia en el castillo”.

“¿Una epidemia, señor?”

“Varios de los que sirven en el castillo han sido derribados por él. Esta enfermedad no tiene precedentes que sepamos, y los medicamentos de nuestros médicos no muestran ningún efecto sobre ella. No sabemos cómo lidiar con eso. No mata rápidamente, pero produce fiebre alta. Podría ser bastante peligroso para los niños y los ancianos, aquellos sin mucha resistencia física”.

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“Dios mío…” dijo Minori-sama. Parecía que esto era un gran problema en la ciudad del castillo. “Lo siento, no lo sabíamos. No queríamos llamarte en un momento como ese”.

“No pienses en nada”, respondió Su Majestad. “Una vez que hayamos determinado la situación y hayamos dado órdenes de tratarla, volveremos. Mientras tanto, confiamos a Shinichi a tu cuidado.” Luego, ella y el ministro Cordobal abordaron un carruaje que esperaba junto a la puerta de la mansión junto con un contingente de guardias reales, y todos se fueron al castillo.

***


 

 

Estábamos rodeados de enemigos. No había salida.

Nos pusimos de espaldas y nos preparamos para pelear.

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Estábamos frente a varias Bestias Saber, criaturas como un lobo pero negras como la noche, con ojos del color de la sangre. Nos miraron, luego abrieron sus enormes mandíbulas con colmillos y atacaron.

Saqué mi alabarda y apuñalé a uno de los monstruos.

¡Golpe crítico!

La criatura expiró con solo un pequeño grito. Eran cosas antinaturales, hechas por el hombre, y cuando murieron no dejaron ni un esqueleto. Me aseguré de que la Bestia Sable se hubiera ido por completo, luego me volví hacia el siguiente enemigo.

O al menos, lo había planeado. Pero al siguiente instante, la Bestia Sable volvió a la vida.

No, eso no fue todo. Tan pronto como maté al último, apareció otro para tomar su lugar, atacándome cuando mi atención decayó.

Traté de contraatacar, pero ya era demasiado tarde.

¡Estoy acabado…!

Sin embargo, incluso cuando el pensamiento cruzó por mi mente, la nueva Bestia Sable también murió, víctima de un enorme martillo de metal que se balanceó desde un lado.

Gen’ei Setsuna: “Gracias, GalGaiGar. Me salvaste el cuello.”

Dije agradecido. El portador del martillo gigante era uno de los miembros de mi grupo, GalGaiGar. Ella era una niña diminuta; el martillo que llevaba era más alto que ella y mucho, mucho más pesado, y podía lanzar ataques de un solo golpe.

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Sin embargo, GalGaiGar no me respondió. Ella silenciosamente se fue a aplastar más monstruos.

Detrás de ella, el artista marcial Yakiniku y el espadachín Kyouya estaban haciendo un gran espectáculo. Kyouya llamaría la atención de un enemigo con una finta rápida, luego, cuando los tuviera justo donde los quería, golpearía un golpe rápido y fatal.

Él se volvería hacia el próximo enemigo casi antes de que tuviera tiempo de impresionarme, pero Yakiniku lanzó una bola de chi sobre su hombro, haciendo volar al monstruo antes de que Kyouya lo alcanzara.

Miyuu: “Setsuna-sama, déjame curarte”. Gen’ei Setsuna: “Gracias”.

Detrás de nosotros, diligentemente mantuvimos a nuestro curandero monje, Miyuu, a salvo. A cambio, ella nos mantuvo en buena salud. Mi HP se había reducido a casi la mitad, pero en un instante recuperé todo.

Si pudiéramos atravesar estas Bestias Saber, estaríamos casi en el jefe. Pero cada enemigo que tuvimos que derrotar agotó nuestras fuerzas.

† Obsidian Fallen Angel †: “Estoy listo, todos”.

Teníamos otro protector con nosotros, el mago † Obsidian Fallen Angel †. Nos habían advertido: luchamos por salir del área de efecto de su hechizo inmensamente poderoso.

† Obsidian Fallen Angel †: “Eternal Force Blizzard!”


Invocó la magia de hielo prohibida, la más poderosa de su tipo. Era casi imparable, y había pocos que pudieran usarlo. Nuestros enemigos fueron repentinamente encerrados en hielo. Murieron al instante.

……………………

Entonces, básicamente, las Bestias Saber que nos rodeaban fueron aniquiladas de un solo golpe. Hombre, Eternal Force Blizzard era otra cosa. El nombre kanji del hechizo solo era suficiente para ser intimidante.

Gen’ei Setsuna: “¡Sí! Gran trabajo, esa fue una victoria del equipo. Gracias a todos.”

Miyuu: “Realmente lo hicimos, Shinichi-sama”.

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