Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 14

Capítulo 1: ¿Ama-no-Iwato?

Parte 1

El ruido del carro reverberó por el pasillo. Traté de caminar rápido pero con cuidado, asegurándome de que la comida en el plato que viajaba en el carro no se derramara en ningún lado. Cuando llevé comida a su habitación, la cubrí con una campana de cristal para mantener el polvo, pero no evitaría que la comida se enfriara gradualmente, comenzando en el momento en que la puse en el plato. No pudo alcanzarlo lo suficientemente rápido.

Shinichi-sama había dicho una vez que la comida era deliciosa cuando se servía tan caliente que tenía que soplarla mientras comía, por lo que cada vez que servía algo a la parrilla o frito, me aseguraba de calentar el plato con anticipación sumergiéndolo en agua caliente, y además, tuve cuidado de servirlo de manera oportuna.

“Shinichi-sama…”

En cuestión de momentos, estaba afuera de su puerta. Una puerta que me había acostumbrado a ver íntimamente, o al menos pasar. La puerta de la habitación de mi maestro, Shinichi-sama.

Y sin embargo, sentí una duda cuando fui a tocar. Obviamente no podría simplemente destacar aquí; la comida se enfriaría, y nada bueno saldría de eso. Así que respiré hondo, llamé y llamé. “Shinichi-sama, es Myusel. He traído tu cena”.

Shinichi-sama estaba al otro lado de la puerta; él tenía que serlo. Debe haberme escuchado hablar con él. Esforcé mis oídos para no perder el más mínimo sonido que emanaba de la habitación, y detecté movimiento dentro. Mis oídos, el legado de mi sangre élfica, podían escuchar a Shinichi-sama levantarse y acercarse a la puerta.

Hoy, hoy, por fin, me dejaría ver su rostro.

Tal, al menos, era la esperanza que ardía débilmente en mi pecho. Pero… “Oh…”

La puerta no se abrió; en cambio, una sola hoja de papel se deslizó debajo de ella. Me arrodillé y lo recogí. Contenía una breve frase en japonés. No tengo ninguna educación, así que no puedo leer ni escribir el idioma Eldant, pero Shinichi-sama tuvo la amabilidad de enseñarme el suyo, para que yo pueda leer hiragana fácilmente.

Solo déjalo allí, decía la nota. Por favor.

Estaba en la letra de Shinichi-sama; Lo sabría en cualquier parte. Había tenido la amabilidad de escribir todo en hiragana, por lo que sería fácil para mí leerlo.

“U-Um… ¡Señor…!” Hablé casi antes de saber lo que estaba haciendo, agarrando el pedazo de papel. Pero no sabía cómo continuar, así que no dije nada en  absoluto. Tratar de poner excusas en este punto sería lamentable. Todo lo que pude hacer fue esperar a que pasara la ira de Shinichi-sama.

Solo dejé escapar un suspiro y estacioné el carrito al lado de la pared. “Está justo al lado de la puerta”, dije, pero como esperaba, no hubo respuesta. “Shinichi-sama…”

Me di vuelta y fui hacia la cocina, de regreso por el pasillo por donde había venido.

Mientras caminaba, solté la nota en mi mano y la volví a mirar. ¿Cuántos era esto ahora? Desayuno, almuerzo y cena: tres notas al día. Había perdido la noción de cuánto tiempo había pasado desde que Shinichi-sama se había encerrado en su habitación. Recibí uno de estos pedazos de papel cada vez que le traje una comida, pero nunca vi su rostro, ni siquiera escuché su voz.

Estaba inundada de soledad. Y lo que era más, estaba preocupada por la salud de Shinichi-sama, aunque podrías pensar que era una tontería por mi parte después de haberlo sometido a tanta violencia.

“Shinichi-sama…” El susurro cayó de mis labios y cayó al suelo. La depresión era casi como una presencia física detrás de mí, presionando, oscureciendo el pasillo mientras caminaba.

***

Apreté la oreja contra la puerta, escuchando atentamente. Esperé hasta que escuché a Myusel—Myusel Fourant, mi doncella que tan amablemente me había traído comida—se retiró a salvo por el pasillo y luego conté lentamente hasta diez antes de abrir la puerta.

Miré a la derecha, luego a la izquierda, sin nadie alrededor. Tal como lo había dicho Myusel, el carrito de comida estaba colocado cuidadosamente al lado de la pared.

Era el tipo de cosa que se usa comúnmente para entregar platos occidentales elegantes, todo colocado debajo de una cubierta de metal semiesférica, supongo que se llamaba cloche. Lo recogí delicadamente y encontré mi cena, todo cuidadosamente organizado en un solo plato.

Llevé mi cena, el carrito y todo a mi habitación y cerré la puerta, luego moví el plato a mi escritorio junto con un cuchillo de plata, un tenedor y una cuchara. Me senté en mi silla y aplaudí. “Itadakimasu”, murmuré, como cualquier buen japonés hace antes de una comida, y luego comencé con la comida que Myusel me había preparado.

Ahh… delicioso.

Myusel siempre había sido una excelente cocinera. La comida se había enfriado un poco, claro, pero era de tan alta calidad que todavía estaba buena. Claro, podría agregar sabor a comer en la mesa con todos parloteando a tu alrededor, pero saborear una comida solo tampoco era malo.

Así es. Durante la semana pasada, había estado comiendo solo en mi habitación. Aparte de bañarme y usar el baño, cosa que hice en plena noche, cuando todos los demás dormían, no salí de mi habitación. Durante un tiempo, tuve la excusa de que las vendas y el dolor muscular me habían mantenido en cama, pero todo eso era mejor ahora.

Espontáneamente me encontré un hikikomori, un encerrado, alguien que no saldría de su habitación. Esta habitación.

La razón… bueno, volvió a una conmoción de hace diez días. Myusel Fourant.

Petralka an Eldant III. Y Elvia Harneiman.

Las tres chicas habían estado en una guerra por el corazón de Kanou Shinichi (ese soy yo). Para ser aún más directo, descubrí que los triángulos amorosos (¿o sería un cuadrado de amor?) Son un infierno. Por supuesto, no había tocado ninguno de ellos, así que no estoy seguro de si puedes llamarlo algún tipo de forma de amor…

Algo llamado “armadura prohibida” se había encontrado en lo profundo de los almacenes  del  Castillo de Eldant, y las chicas  habían terminado usándolo. Les hizo expresar sus verdaderos sentimientos sin ningún filtro, y finalmente les llevó a una batalla conmigo como premio.

Con la esperanza de detenerlos, me puse un traje de armadura prohibida y salté a la refriega, pero tampoco tenía filtro, y las chicas enfurecidas terminaron usándome como saco de boxeo.

Había estado en reposo en cama hasta que las heridas sanaron. No me habían estado golpeando tanto como la armadura prohibida, así que a pesar de algunas contusiones desagradables, volví a la normalidad en un par de días.

Y, sinceramente, la única razón por la que me había tomado tanto tiempo fue porque, arrastrado por la exuberancia de pilotar una súper arma, había organizado demasiado espectáculo y terminé con un dolor insoportable.

Por lo tanto, hacer un saco de boxeo no había sido mi problema principal, aunque sin la armadura prohibida, diseñada para mejorar las habilidades de las personas en la batalla, recibir un golpe de otra armadura prohibida probablemente me habría hecho explotar.

Pero de todos modos.

El reposo en cama significaba que no había escuela ni trabajo, solo estaba en mi habitación leyendo manga y jugando juegos de teléfonos celulares para pasar el tiempo entre las comidas que Myusel me trajo. Rechacé las visitas, alegando que necesitaba concentrarme en mejorar. Como había rechazado una visita de Petralka, la Emperatriz del Imperio Eldant, apenas podía ir a admitir a nadie más.

Yo era, por así decirlo, un guardia de seguridad del hogar completamente legítimo (?). ¿Y sabes qué? Fue mejor de lo que esperaba. Incluso cuando rechacé a Petralka, no fue tanto porque realmente temía que de alguna manera interferiría con mi recuperación, sino porque me sentía muy inquieto.

Había atraído la atención de tres chicas diferentes, y me encontré incapaz de elegir a ninguna de ellas. Luego logré marcarlos a todos diciendo todo lo que realmente pensaba. Mi corazón no era lo suficientemente fuerte para mí, después de todo eso, para sonreír y decir: “¡Hola, gracias por la visita!”

Era demasiado, de muchas maneras.

¿Qué otros efectos tuvo la armadura prohibida? Bueno, tal vez las chicas se sintieron mejor después de golpearme juntas, porque Myusel, Petralka y Elvia se llevaban muy bien, como si nunca hubiera habido una discusión, y ni siquiera parecía que todavía estuvieran enojadas conmigo. Pero… sin embargo, fue extremadamente difícil para mí enfrentar a cualquiera de ellas.

“Suspiro…”

Solo el recuerdo era suficiente para traer un suspiro a mis labios. Y ese ni siquiera fue el único problema que tuve.

Aparentemente, cuando Loek y Romilda, dos de mis estudiantes, vinieron a visitarme, alguien, tal vez Minori-san o Hikaru-san, les había contado sobre la armadura prohibida. Y luego, al estilo de un juego telefónico, con algunos detalles que se abandonan o cambian y se agregan otros, la historia de la batalla se había extendido entre los otros estudiantes.

Y apenas podía ir a la escuela así.

Podía imaginar la escena si lo hiciera: los susurros, los señalamientos y las risas. No podría soportarlo. Había llegado a un mundo completamente diferente, esperaba hacer tantas cosas de manera diferente, y a veces incluso lo había logrado, y aquí estaba, todavía un hazmerreír.

¿Por qué me tiene que pasar esto?

Er… Bueno, en realidad, era dolorosamente consciente de por qué. Pero el punto era que aquí, en este otro mundo, estaba encerrado una vez más. Eso fue dos veces ahora, en dos mundos diferentes. No es que yo llevara la cuenta.

Mientras comía, en silencio, mantuve mis ojos fijos en el monitor LCD de mi escritorio. Estaba mostrando la pantalla de mi computadora, actualmente la pantalla de interfaz de un juego de chicas. Una adorable chica en 2D me miraba con los ojos húmedos.

Muy linda. Ella era tan dulce.

Se abrió una ventana de texto justo debajo de su imagen, un cursor parpadeando mientras esperaba mi elección. Este juego había estado en mi pila por un tiempo, languideciendo con todos los demás a los que no había podido acceder porque estaba ocupado. Ahora que finalmente lo estaba comenzando, descubrí cuán adorables y capaces eran las heroínas.

“Oh, dulce Haruka-tan…” susurré, inclinándome hacia adelante en mi silla. No había tenido un personaje golpeando mis botones moe tan fuerte en mucho tiempo.

Ella era dulce y pura, totalmente comprometida, una destacada y destacada dama que no se ve mucho en estos días. Sin embargo, evitó deliberadamente usar su largo cabello negro suelto, manteniéndolo en manejables coletas.

Era trascendente, pero al mismo tiempo, ella era una excelente cocinera, le encantaba hacer las tareas del hogar, realmente del tipo doméstico. Pero fueron los destellos ocasionales de torpeza que realmente encendieron mi fuego……………………

Pausa larga

¿Qué era este sentimiento de déjà vu que estaba recibiendo? Eh, probablemente nada.

“De todos modos, ¡casi no puedo soportar que esta ruta termine! Me pregunto si harán un anime con este juego. O tal vez podríamos obtener una secuela o un spin-off. ¡Bah, pero no tendría sentido si el spin-off no tuviera a Haruka-tan!”

La terrible verdad… era que estaba disfrutando de mi vida cerrada. Tenía mis excusas, mis razones, mis causas inmediatas, como sentir vergüenza de ver a Myusel y los demás, o tener miedo de que me rieran de la escuela. Pero una vez que me instalé en este estilo de vida, me quedé atrapado en él, o tal vez debería decir que era tan reconfortantemente familiar, tan francamente agradable, que tuve problemas para salir de nuevo.

Además, tenía todos estos juegos que no había jugado, libros que no había leído, DVD que no había visto. Simplemente no había tenido el tiempo libre.

Pero ahora tenía todo el tiempo que necesitaba, y Myusel estaba trayendo comidas directamente a mi puerta.

Podría hacer lo que quisiera. Bien, así que tuve que bañarme después de que todos se hubieran ido a dormir, como mencioné, pero aparte de eso, permanecer encerrado en mi habitación realmente no tuvo inconvenientes.

“¡Incluso recordé cómo usar una botella de agua!”

Algunas personas podrían haber fruncido el ceño ante eso, pero no había nadie aquí para dispararme. Estaba solo en mi cuarto. Podía comer en la cama, jugar a mis juegos de chicas desnudos, no importaba. Nadie me regañaría. Las chicas en mi monitor se quedaron allí sonriéndome hasta que hice clic en algo.

¡Qué lanzamiento! ¡Qué libertad!

Aceleré la comida que Myusel me había traído, aplaudí de nuevo: “¡Ve, chisou-sama!”, Volví a colocar el plato en el carrito y alcancé el ratón para reanudar mi juego.

“Hoo hoo hoo hoo hoo …” No pude evitar reírme mientras volvía a trabajar en la heroína.

Permítanme aprovechar esta oportunidad para ser completamente honesto: ¡la vida encerrada es la mejor!