Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 14: Paranomanía [parano_mania]

Capítulo 7: Solo Teniéndote Ahí [solo_tú]

Parte 2

El ascensor siguió subiendo. Simplemente no se estaba deteniendo. Debían haber subido un largo camino, pero misteriosamente, la vista desde afuera no había cambiado mucho.

“Espera, simplemente hemos subido demasiado,” murmuró Kuzaku.

En el momento en que lo hizo, se sintió a sí mismo casi tirado no hacia arriba, sino hacia atrás.

“¡¿Eh?!”

Se las arregló para estabilizarse de alguna manera, pero si sentía que lo estaban jalando hacia atrás, ¿avanzaban? Mientras pensaba eso, fue sacudido hacia la derecha esta vez.

“¡Ah!”

Io, Tonbe y Gomi estaban bajando su postura y tratando de soportarlo. Kuzaku decidió emularlos.

¡Pero si sabían que esto iba a venir, díganlo! ¿Les habría matado decirme?, pensó con resentimiento, pero no había tiempo para quejarse.

“¡¿Nwah?! ¡¿Doh?! ¡¿Bwuh?! ¡¿Goh?! ¡¿Ubah! ¡¿Zeh…?!”

Cada vez que el ascensor cambiaba de dirección repentinamente o giraba, Kuzaku se caía y se levantaba, se levantaba y caía.

En algún momento, Io había empezado a apoyarse en la pared invisible. Gomi y Tonbe estaban creando un muro a su alrededor. Ninguno de ellos pondría un dedo sobre Io, pero no permitirían que Kuzaku, que estaba dando vueltas por todo el lugar, la tocara tampoco.

Hombre, su lealtad es increíble, hizo una mueca. Aunque no respeto eso.

“¡Gwah…!”

El ascensor, por supuesto, se detuvo repentinamente, la puertas se abrieron al unísono, y Kuzaku salió a través de ellas.

Estoy mareado. Estoy tendido en el suelo. Me siento enfermo. ¿Qué es este lugar?

“Urgh… Ahh…” gimió.

Fue un duro trato. Mientras gemía, lo patearon en el estómago.

“¡Levanta tu trasero!” Gomi gritó.

​Eso duele, Kuzaku trató de quejarse. Pero su voz no salió.

Sintió un escalofrío desagradable. Todo su cuerpo parecía encogerse del frío. Era un escalofrío increíble, a diferencia de lo que había experimentado antes. No sentía que pudiera moverse en absoluto.

A pesar de eso, Kuzaku se levantó de un salto. Eso era lo que tenía que hacer ahora, y no hacerlo daría el peor resultado posible. Su sexto sentido lo empujó a hacerlo.

Kuzaku contuvo el aliento. O más bien, no podía respirar adecuadamente.

Antes de usar el ascensor, el corredor y el área del teatro habían sido impresionantes, pero este lugar estaba en otro nivel. Era como una cueva de piedra caliza, con cosas sobresaliendo del techo, las paredes e incluso el suelo. Pero esas no eran estalactitas o estalagmitas. Eran lineales o curvas en su lugar, haciéndolas parecer artificiales. Estos alrededores tenían un sentimiento oscuro y significativo en general, y se sentían demasiado opresivos.

La pared directamente en frente de ellos era la única blanca. Incluso parecía fosforescente. Al principio, pensó que podría ser una ventana de vidrio, pero no era transparente.

¿Era blanco lechoso? ¿O no era vidrio en absoluto?

Frente a la pared blanca había un escalón, varios de ellos, tal vez decenas de escalones, subiendo.

En la cima, ¿era una silla? La parte posterior, negra y rectangular, estaba envuelta con cadenas, y también había reposabrazos. Tenía una forma un tanto, no, bastante extraña, pero bueno, probablemente era una silla. ¿Era lo que llamarías un trono?

Este es el lugar del rey.

Estaba muy lejos de las vagas imaginaciones de Kuzaku. Pero no estaba equivocado.

El hombre sentado en el trono, con las piernas cruzadas, era el rey. Incluso sin que se lo dijeran, podía decir eso. Si ese no era el rey, Parano no tenía rey.

Incluso si el hombre barbudo no hubiera estado usando una corona negra, no habría parecido nada más que un rey. Kuzaku no podía decir si el hombre usaba cuero ajustado o algo similar, pero en cuanto a si era un atuendo adecuado para la realeza, cuando escuchó la palabra rey, se imaginó algo más chillón, más florido, con ropa y accesorios que obviamente serían opulentos.

Sin embargo, este era un rey. Si había un rey aquí, este era el salón del rey.

Los ojos de Kuzaku estaban fijos en el trono… o, mejor dicho, en el rey y nada más.

El rey estaba lejos. El sentido de la distancia de Kuzaku parecía volverse loco, porque aunque no podía decir a cuántos metros de distancia estaba, el trono tenía que estar a decenas de metros de distancia. A pesar de eso, podía distinguir claramente al rey.

Él sería alto al estar de pie. Las piernas del rey eran terriblemente largas y delgadas.

No podía haber estado en sus treinta. Tenía cuarenta, tal vez cincuenta. Su rostro estaba arrugado apropiadamente, y tenía una barba corta, con canas. Su cabello también era corto. Si no hubiera estado sonriendo, podría haber dado una impresión diferente, pero en todo caso, parecía tener una expresión amable. Sus ojos, en particular, parecían casi amables.

Aún así, erra intimidante.

Solo por estar ahí, hacía que el aire en este salón real se endureciera y solidificara.

Los innumerables crecimientos puntiagudos debieron haber brotado a causa del rey.

La razón por la que esta sala real era negra era porque el rey estaba aquí.

La existencia del rey definía este lugar. No, lo conquistaba, lo dominaba.

Naturalmente, era lo mismo con Kuzaku. Estaba siendo gobernado por el rey.

Como prueba de ello, se había postrado ante el rey en algún momento, inclinando la cabeza, y lo estaba mirando con los ojos vueltos hacia arriba, como si le echara un vistazo al rey. Tonbe, Gomi e incluso Io también habían puesto una rodilla, al igual que Kuzaku.

Mientras estuvieran aquí, no había otra opción. Tonbe había dicho que lo entendería cuando se encontrara con el rey, y no había más remedio que hacer lo que el rey decía.

Él tenía razón.

“Hola, Io.” La voz del rey era baja, suave y profunda. Era el tipo de voz masculina más vieja que a las chicas les podría gustar, pero por alguna razón, era estruendosa, derrotando a Kuzaku y los demás.

Solo escuchándolo hablar una vez, Kuzaku estaba temblando y listo para llorar.

La voz de Io cuando respondió era terriblemente débil. “…Sí, Su Majestad.”

Este rey, es loco, pensó Kuzaku salvajemente. Más allá de lo loco. No sé nada de él. Esto es loco al máximo. En cierto modo, esta podría ser la definición misma de loco. Él es seriamente, legítimamente loco. Es como, espera, ¿este es el rey?

“Has traído algo contigo, ya veo,” dijo el rey. “¿Un recién llegado?”

“Sí, señor…” murmuró Io. “Para servirle, señor… sentí que era mi deber… mi deber como su vasalla. Por eso lo he traído ante usted.”

“Qué admirable.”

“…Gracias, señor.”

“Uno nunca puede tener demasiados vasallos. Siempre y cuando  sean útiles.”

“Si… si siente que no puede servirle… haga con él lo que quiera.”

¿Espera, qué? No lo sé, ella quiere decir… ¿Eh? La mente de Kuzaku se aceleró. Esas sombras, dijeron que eso es lo que queda de los que han enfurecido al rey, ¿verdad?

Si no puede usarme, ¿ella le está pidiendo que me convierta en una sombra?

Eso sería un enorme problema para mí, ¿sabes?

Debido a su leve ira y antipatía hacia Io, y al sentimiento de irritación, su temor al rey pareció haberse debilitado ligeramente. Kuzaku finalmente pudo observar otras cosas además del rey.

En otras palabras, solo había podido ver al rey hasta ahora. ¿Qué tan increíble era este rey?

Había un estrado en la parte posterior de la sala real, y en él estaba el trono. Detrás del trono estaba la ventana o pared que emitía luz blanca. Sin embargo, también había muchas otras cosas. Lo más llamativo estaba colgando del techo.

¿Era una jaula de pájaros gigante? No, podría ser una jaula, pero no una jaula de pájaros. Tenía la forma de una jaula de pájaros, pero ese no era un pájaro encerado en el interior.

Era un humano.

Un abrigo marrón, usado sobre un vestido blanco. Cabello largo. Su rostro no era visible, pero, por la forma de su cuerpo, probablemente era una mujer.

Había un rey, así que, ¿ella era su reina, tal vez?

No.

¿En qué mundo encontrarías un marido que mantuviera a su esposa en una jaula? Está bien, podría haber casos raros en los que sucediera. ¿Este era uno de esos?

Había escaleras frente al trono, y era posible subir o bajar del estrado. Ahora se daba cuenta de que en todas partes, aparte de esas escaleras, había celdas. Fueron separadas en pequeñas jaulas, cada una con un prisionero dentro. Podía ver a algunos pegados contra las barrotes también. Escuchando atentamente, escuchó sus voces.

“Io-samaaaa…”

No estaba claro qué prisionero lo estaba diciendo, pero definitivamente estaba llamando a Io.

Al menos uno de los camaradas de Io, un miembro del Escuadrón Io-sama, había sido tomado como prisionero. Otro había sido convertido en una sombra por el rey. Tenía sentido ahora.

Así que esto es lo que está pasando aquí, ¿eh?

Io no se había sometido a la autoridad del rey y le había jurado lealtad. Ella no solo estaba aterrorizada de su enorme poder después de que convirtió a uno de sus camaradas en una sombra.

Tenía un rehén.

Si el rehén era un miembro del Escuadrón Io-sama, incluso si era un extraño sin rostro para Kuzaku, todavía era un camarada a través de los Day Breakers.

Kuzaku no podía simplemente decir: No es mi problema. No me importa.

No puedo desafiar al rey, pensó, con la mente acelerada. Incluso si no quiero obedecer, tengo que hacerlo por ahora. De cualquier manera, es imposible. ¿Desafiar a un tipo así? De ninguna manera.

No pudo evitar preguntarse si la mujer en la jaula era un rehén de otra persona, y pensando eso, si el rey era realmente tan poderoso, no debería actuar como un pequeño villano.

La hostilidad de Kuzaku podría haberse filtrado, pero no perdió tiempo en sofocarla.

De ninguna manera. No puedo entenderlo. Realmente no lo entiendo, pero puedo decir que es imposible incluso sin entender por qué. Sinceramente, tengo miedo incluso de mirar al rey. No quiero verlo. Y sin embargo, estoy mirando.

Aun así, ¿qué pasa con eso?

Ese trono.

Como, ¿el respaldo?

Es simplemente de gran tamaño. Los reposabrazos y el asiento se ajustan al rey. Es solo el respaldo que es extrañamente alto y ancho. Parece duro también. Además de eso, está envuelto en cadenas. Es como si los reposabrazos y el asiento se hubieran agregado después, y se está obligando a usar ese respaldo. Ni siquiera estoy seguro de que sea un respaldo para empezar.

Quiero decir, hay todo tipo de grabados, y el borde parece estar reforzado con un material diferente, pero esa forma…

Por lo que parece, ¿es una puerta?

“De ahora en adelante, también eres mi vasallo.” El rey estaba tratando de usar una puerta grande como respaldo, pero se veía obligado a cruzar las piernas porque no podía apoyar su espalda contra ella. Le sonrió a Kuzaku. “Si mueles tus huesos hasta el polvo, trabajando duro hasta satisfacerme, te daré una recompensa. Espero que seas un vasallo útil.”

Kuzaku trató de abrir la boca.

¿Por qué? ¿Eh? ¿Por qué intenté abrir la boca? No tengo idea. Ninguna pista en absoluto. Estoy sudando como loco. Esto es loco.

Io me miro como si dijera: “No digas nada.” Sí, lo sé. No, no voy a decir nada. Ni una palabra.

El rey puso sus ojos en Kuzaku con una sonrisa.

Vamos, solo di algo. Regañarnos, o cualquier cosa. El silencio solo hace que esto sea más aterrador.

Tal vez el rey estaba actuando de esta manera para asustar a Kuzaku. Si era un movimiento calculado, ¿no era tan astuto? Pensándolo de esa manera, el miedo de Kuzaku disminuyó un poco.

Aunque solo un poco. Sigue siendo aterraaa-dor. Da mucho miedo, siento que podría marchitarme en una cáscara seca. Más como que ya he empezado.

De repente, hubo un extraño sonido por detrás. Ni siquiera había podido respirar bien antes, pero de alguna manera pudo volverse y mirar.

Había un pilar que se elevaba desde el suelo hasta el techo. Era el ascensor en el que Kuzaku y los demás habían subido.

Su puerta se abrió. Salió un hombre con un abrigo verde musgo y un cuello de piel.

Su largo cabello era un poco ondulado, y tenía rastrojo. Parecía apático, un poco demacrado y sucio, pero todavía con estilo de alguna manera. En pocas palabras, era del tipo que parecía ser popular entre las chicas.

Mirando a Kuzaku y los demás, el hombre frunció un poco el ceño, inmediatamente apartando la vista mientras se acercaba al estrado.

“Ahiru,” dijo el rey.

Cuando el rey lo llamó, el hombre se detuvo y se arrodilló, inclinándose profundamente. “Su Majestad… Es un honor volver a verlo.”

“Yonaki Uguisu canta tan bien como siempre. Solo para mí.”

Cuando el rey dijo eso, el hombre que aparentemente se llamaba Ahiru no tembló del todo, pero se tensó. Kuzaku se dio cuenta.

Mirando a la mujer en la jaula por un momento, luego de vuelta, Kuzaku pensó: Es él.

La mujer era como la sombra de una persona, pero su posición había cambiado desde antes. No podía decirlo con certeza, pero ella probablemente estaba mirando a Ahiru. Al igual que Io y su grupo, Ahiru tenía a esa mujer Yonaki Uguisu retenida sobre él como rehén.

Kuzaku bajó los ojos y se mordió el labio. Ohhhhh, estoy enojado.

Sin importar cuán detestable y bastardo fuera, nadie desafiaría rey. Si lo desafiaban, todo terminaría. Eso era algo de lo que no podía hacer nada.

“Yonaki Uguisu siempre me complace, pero ¿tu vuelves aquí sin nada, Ahiru?” Preguntó el rey.

“…Lo siento.”

“Creo que también podías cantar. ¿Por qué no interpretas una canción para nosotros aquí?”

“Discúlpeme, por favor. No he cantado en años. No quisiera ensuciarle los oídos.”

“En ese caso, date prisa y trae a Alice de vuelta.”

“Como sabe, señor, esa princesa es dura,” dijo Ahiru. “Es vergonzoso admitirlo, pero no tengo la fuerza para ganar, así que fui y destrozé la casa de la princesa.”

“Bien, bien. Alice debe estar terriblemente enojada, estoy seguro.”

“Tal vez lo suficiente como para irrumpir aquí.”

“¿Puede Alice sobrevivir al Bosque Escarlata, como antes, cuando huyó?” Reflexionó el rey.

“Me pregunto… Conociendo a la princesa, tal vez.”

“Antes de venir aquí, Alice puede intentar matarte primero, Ahiru.”

“Al menos soy… bueno en huir.”

“Te refieres a atraer a Alice aquí,” dijo el rey. “Ese es tu plan, ¿verdad, Ahiru?”

“Si no funciona… pensaré en otra cosa. Hay tiempo. No… tal vez no hay tiempo en absoluto.”

“Podrías decir que no hay tiempo y que hay tiempo ilimitado. Somos eternos,” dijo el rey. “La eternidad que debería ser imposible de alcanzar, sin importar cuán desesperadamente la deseemos, ahora está en nuestras manos. Ya no necesitamos medirnos en términos humanos, pero estamos obligados a hacerlo. Esto es karma. Deja a un lado el karma.”

“No puedo entender las cosas complicadas, pero lo pensaré mucho… señor.”

“Vete,” le dijo el rey a Io. “Deseo escuchar la voz de Yonaki Uguisu”

“Vamos,” dijo Io en un susurro.

Cuando Kuzaku levantó la vista, Io, Tonbe y Gomi se habían ido.

Ahiru no se movía. Yonaki Uguisu todavía estaba  mirando a Ahiru también.

Golpe, golpe. El rey pisó el suelo con el pie y le ordenó: “Fuera. Ahora.”

Kuzaku dio media vuelta, y se disparó como una bala.

Aterra-dor. Casi mojo mis pantalones.

Preguntándose qué estaba pasando, miró hacia Ahiru. Ahiru siguió a Kuzaku y los otros como si también estuviera huyendo. Su espalda se encorvó, su mano derecha agarrando su pecho izquierdo, ambos ojos giraron hacia atrás, sus dientes apretados y una cara como de demonio.

Este hombre tampoco era completamente leal al rey. En todo caso, estaba reprimiendo sus sentimientos de: Lo mataré, juro que lo mataré, y sirviendo al rey porque no tenía otra opción.

“Um, ¿cuál es nuestro trabajo?” Kuzaku le preguntó a Io en el camino hacia el ascensor.

“Acabar con ellos,” dijo Io rápidamente. “Hasta el último humano en Parano. Eso, o traerlos al rey, y hacerlos jurar lealtad. Ese es el deber de un vasallo.”

“…¿Ah, sí?”

Tal vez, Kuzaku comenzó a pensar, Io está fingiendo servir al rey, mientras en realidad está reuniendo camaradas. Después, cuando llegue el momento, ella derribará al rey de su trono. Si acaban con el rey, podemos abrir esa puerta. ¿Qué hay detrás de la puerta? ¿Podemos volver a Grimgar? ¿Ya no podemos volver?

Más importante aún, tengo que encontrar a mis amigos primero. Pero ¿qué pasa con Shihoru? Hay demasiados problemas. En momentos como este, realmente necesito a Haruhiro. Sin Haruhiro aquí, no puedo hacer nada.

Haruhiro…