Assassins Pride (NL)

Volumen 4

Lección 07: Las Alas del Orgullo

Parte 2

En un cierto pueblo minero determinaron que un Licántropo estaba viviendo en los túneles y sacudiéndose las restricciones de las personas del pueblo, se encaminaron hacia su subyugación. El Rey sobre el escenario voló por el cielo colgado de un alambre y en la escena en que asesinó al Basilisco estallaron grandes aplausos desde los espectadores.

–Esto, me pregunto si no hubiera sido mejor si le pedían también a Kufa-san ser un actor.

Mirando hacia abajo al gigantesco lagarto de papel mache y la escena de batalla que no podía decirse que tuviera algún impacto ni siquiera como elogio, Grace suprimió su bostezo y Amy le dio un codazo.

Entonces, mientras que estaban en eso y aquello, la obra llego a su etapa final. Allí ocurrió un accidente que pareció asustar a los espectadores. El tren que regresaba hacia el Distrito del Rey Santo fue usurpado por

<algo> y el Rey cayó en un predicamento. Justamente, un rápido desarrollo del clímax.

Los que atacaron el tren se describieron como <demonios que se arrastraron desde el hades>. Como repentinamente sacaron ese loco argumento, todas las sirvientas se giraron hacia Nietzsche.

–¿Cuál es la dirección artística de eso…?

–I-Incluso si me lo preguntas…

Por favor pregúntenle a quien escribió el guion, ella murmuró, pero de cualquier manera una crisis era una crisis. Los otros pasajeros fueron tomados como rehenes y los miembros de la <Tropa Trelawney> fueron cayendo heridos uno a uno. El Rey quien se había mantenido hasta el final también cayo de rodillas encontrándose con la tortura de los demonios y sin saber que hacer. Frente a ese cruel tratamiento, lamentos salieron desde los espectadores.

En el momento en que todos pensaban “¿¡En el último minuto, a pesar de que el Rey llego hasta aquí!?” y los demonios se sentían triunfantes, algo que brillaba como una estrella llego desde más allá del cielo—en otras palabras, fue arrojado delante del Rey desde los bastidores del escenario.

Era una espada. Dejando claro que se había hecho usando bastante presupuesto, la espada liberaba el resplandor de una excelente espada que podría hacer que la confundieras con una real.

A continuación, las luces del escenario se redujeron y nuevos actores surgieron desde el lado derecho del escenario uno después de otro. El reflector seguía sus pasos.

Eran cuatro chicas y todas tenían un cabello de color marrón. Eran niños actores de la compañía. Vistiendo ropas blancas mostrando su divinidad, bailaban en el centro del escenario como si amenazaran a los demonios.

Cada una de ellas llevaba en sus manos una joya de cuatro colores, azul, rojo, negro y verde. Estas fueron soltadas hacia el rey en turnos. El masculino Rey las atrapó y como si tuviera una revelación divina, incrusto las joyas en la espada en sus manos. En el instante en que termino de colocar todas las cuatro piedras, *¡Pika!* una deslumbrante luz fue liberada desde la cuchilla de la espada. Desde sus asientos especiales, Myra puso su dedo en su barbilla.

–¿Qué clase de sistema es ese?

–Hey, hey, desde hace un rato dejaron solos a los rehenes. Amy sin decir palabras cubrió la boca de Grace quien habló.

Las cuatro chicas fueron tratadas como los <ángeles enviados por Su Majestad la Reina>. Obviamente, significaba que el argumento de los <demonios> fue necesario como introducción a esto. Obteniendo la

<Espada Sagrada>, el Rey desbordante de vitalidad se puso de pie y comenzó a masacrar a los debilitados demonios. Justo como Grace lo había notado, los rehenes fueron degradados a un rol secundarios solo yendo de izquierda a derecha gritando “waawaa” y “kyaaa”, pero ninguno de los emocionados espectadores se dio cuenta.

El Rey finalmente oscilo ampliamente su <Espada Sagrada>—y repentinamente las cortinas cayeron. En el castillo ahora oscuro, los miles de personas reunidas regresaron a la calma como una ola.

Finalmente, una luz se encendió e ilumino tenuemente el balcón desde abajo. En algún momento sin que se dieran cuenta, había cuatro pequeñas sombras.

Las personas que las miraron al instante murmuraron sin darse cuenta olvidando si esto era un sueño o la realidad.

–¿Un ángel de verdad…?

Iluminadas por cuatro reflectores, con cabellos de color dorado, plateado, negro como cuarzo y como flores de cerezo, había cuatro chicas que llevaban al extremo la belleza de cuatro maneras distintas. Vistiendo telas que te hacían rememorar el mundo celestial indudablemente en una escala diferente a las usadas en el escenario, comenzaron a bailar justo después de reunir las miradas de todos.

El cabello dorado brincaba. El cuarzo negro bailaba. El plateado trazaba una línea en la oscuridad y la de las flores de cerezo que estaba un paso por delante en el escenario, comenzó a cantar. Con un corto poema, apelo a los ciudadanos y le deseo buena suerte al reinado de su hermano.

–Son las doncellas de las casas de Duques Caballeros…

Alguien lo notó. Inmediatamente la ola se propago y la emoción se transmitió a todas las personas reunidas en el Distrito del Rey Santo. Alguien soplo un silbido. Se escucharon aclamaciones. Todos levantaron sus brazos y el fervor lleno el cielo. Salacha termino su canto y se dio la vuelta con fluidez. Agitando el dobladillo de su vestido, tomo la mano de su amiga.

Mule mostro una sonrisa encantadora y guiándola hacia el centro del escenario, le cedió su mano al ángel de cabello plateado. Elise como para hacerla ver mejor tomó el cargo de ser su chambelán y la entrego hacia la mano de la última persona.

Entonces, Melida entrelazo su mano con ella, y comenzó un baile de pareja con Salacha. Las aclamaciones de los espectadores se hincharon hasta casi explotar.

Incluso en los asientos especiales resonó el fuerte sonido de una silla.

–¡¡Ojou-sama~~~!! ¡¡Eres la mejoo~~~~~~~~~~~~r!!

–¡Amy, eso es peligroso!

–Cuando se trata de Melida-sama, nunca cambia, ¿Eh…?

La Jefa de Sirvientas que estaba por inclinar su cuerpo desde la barandilla fue detenida por dos de sus subordinadas. Grace quien miraba hacia abajo el balcón, soltó un “Ah”.

–¿Ojou-sama y las demás, se fueron? ¿Ya acabo su presentación?

Los cuatro ángeles que estaban presentando su baile desaparecieron por un lado del escenario. Contando el tiempo, la actuación de Melida y las demás no alcanzo siquiera a 1 minuto. Voces insatisfechas se escucharon desde la multitud de espectadores.

Esta era una razón que nadie conocía, pero como este era un ofrecimiento apresurado esa era toda la actuación que podían dar.

***

–¡Estaba nerviosa~~~~!

Tras retirarse hacia lo profundo del balcón, Melida acaricio su pecho con alivio tan pronto como las miradas de los espectadores se interrumpieron. Elise, quien venía escapando desde los reflectores que la seguían, la abrazo con ese mismo impulso. Sus pechos que se tocaban latían fuertemente y ambas estaban cubiertas de sudor.

–Es la primera vez, que salgo delante de una gran cantidad de personas como esa…

–¡Yo también! Me pregunto si esas personas no se dieron cuenta de que soy la <chica sin talento>.

–Sin duda se olvidaron de eso, eras encantadora, ¿Sabes, Melida-chan?

Mule también tenía sudor en su frente, pero, aun así, acerco su mejilla con una expresión compuesta.

–Hoy es un día de celebración. Nadie estaría platicando sobre algo tan grosero como eso, ¿Sabes? Ella movió su mirada hacia su amiga. Salacha estaba mirando el balcón tranquilamente.

En la elevación donde los miles de miradas se concentraban, dos personas magníficamente vestidas aparecieron. La muchedumbre finalmente susurró un gran “Ooh…”. El histórico instante del cambio de posición Real había llegado.

La parte que llevaba la corona, la actual Reina, Almedia La Mor. Con su fascinante cabello negro cortado rectamente que se extendía hasta sus rodillas, era una joven mujer que liberaba una dignidad como la de una Reina de las Hadas. Ese misticismo que la distanciaba del mundo terrenal sin duda había sido heredado por su amada hija Mule.

Y entonces, de rodillas frente a la Reina estaba el siguiente Rey quien atraía las ardientes miradas de las mujeres, Serge Shicksal. La Reina Almedia quien liberaba una atmosfera distintiva se enfrentó a él mirándolo hacia abajo, y levantó en alto una espada como para mostrársela al pueblo.

Esa era la <Espada Sagrada> que Serge había obtenido durante su viaje. Probablemente algo que había obtenido de un herrero en algún lugar, no sería una exageración decir que esa excelente espada para la que los pétalos y las trompetas serían más adecuados que la sangre y el choque de espadas había sido hecha por el dios de las artes.

En la espada había 4 zócalos y en cada uno una de ellos estaban colocadas las cuatro <Piedras Sagradas>. Incluso si la luz del castillo estaba restringida, esa única espada comenzó a iluminar a los miles de personas. La Reina Almedia levanto ese resplandor donde los cuatro colores se mezclaron convirtiéndose en un blanco puro por sobre la cabeza del siguiente Rey.

–Con esta espada, te otorgo la calificación como Rey de la capital de la luz.

La punta de la espada fue colocada en el hombro derecho de Serge y como si resonara montándose en el viento, su misteriosa voz voló hasta cada rincón del Distrito del Rey Santo.

–¿Juras blandir esta espada para proteger el resplandor de la luz y despejar los miedos de todos?

–Si.

Pasando por sobre su cabeza, a continuación, la punta de la espada toco su hombro izquierdo.

–¿Juras mantener la justicia y servir al país como Rey?

–Si.

Las ovaciones bulliciosas se extendieron entre la muchedumbre. En este instante, Serge Shicksal obtuvo la calificación para volverse el Rey de Flandor. Las miradas de miles se clavaron en su primera coronación y el nacimiento del Rey más joven.

La <Espada Sagrada> fue entregada a Serge y este se puso de pie desde su postura arrodillada. Dado que la Duquesa Almedia era alta, su línea de visión no cambio particularmente. Tomando su propia corona, la Duquesa arqueo sus cejas pareciendo un poco insatisfecha, intercambiando susurros solo entre los dos reyes.

–No puedo creer que llegara tan rápido el día en que tendría que entregarte la corona. … ¿Qué paso con Jenron y Delita?

–… Padre y madre, ahora parecen estar en una dura batalla.

–Fun.

La Duquesa resopló pareciendo aburrida y regreso a su deber original. Mientras estaba envuelta en dignidad como Reina anterior como si fuese un manto, levantó solemnemente la corona apoyándose en la punta de sus dedos. Serge inclino ligeramente su torso. La prueba del Rey se acercaba lentamente hacia su cabello color primavera.

Todas las personas tragaron saliva y vigilaban ese instante.

Los dedos de la Duquesa descendieron lentamente y justo antes de que el borde de la corona tocara el cabello de Serge—

Resonó un extraño sonido como si algo se rompiera y a continuación el sonido del aire siendo desgarrado.

Con un segundo de retraso, un grito. Al mismo tiempo, una gran nube de polvo estallo desde una esquina del patio. Por culpa de la oscuridad el público no podía captar la situación, pero en un instante entraron en pánico.

–¿Qué fue?

–¿¡Que ocurrió!?

–¡Deténganse, no empujen!.

Esporádicos gritos enojados llegaron hasta el balcón.

–¡¡Alguien está herido!!

Incitados por esa voz, el alboroto se expandió inmediatamente. Ya no había lugar para mirar la coronación del Rey. La Duquesa Almedia regreso la corona y fortaleció su hermosa y encantadora voz.

–¡Enciendan las luces! ¡Todos, mantengan la calma!

Inmediatamente regreso la deslumbrante luz en el castillo. Las personas apiñadas en el patio miraron por los alrededores y entonces algunas seguramente lo vieron. Un hombre estaba derrumbado mientras derramaba sangre, una larga y gruesa cuerda estaba enrollada en el piso y una muesca profunda fue excavada profundamente en el suelo en línea recta—

Alguien miro hacia el cielo y abrió ampliamente los ojos.

–¡¡L-La ballena del cielo enloqueció!!

Las personas en un instante miraron hacia el cielo simultáneamente. Esa fue una extraña manera de decirlo, pero realmente daba en el blanco. El barco volador que estaba detenido en el castillo estaba perdiendo su balance.

Una de las gruesas y robustas cuerdas de anclaje se cortó y golpeo el suelo como un látigo. A continuación, una más. El cielo gimió y las borrosas líneas de corte apuntaban justo en medio de la muchedumbre. La Duquesa Almedia movió su brazo con una velocidad de reacción deslumbrante y libero llamas de <Mana> desde la punta de sus dedos.